Crculo de Periodistas de Bogot

Archivos julio 2017

Adiós a Ernesto Franco
El talento, gracia y bondad del caricaturista serán recordados de aquí en adelante por sus lectores.
 19 de julio 2017, 12:00 a.m.

En la página de las tiras cómicas de EL TIEMPO, justo arriba del crucigrama, encontrará usted hoy, como lo ha hecho siempre, el jeroglífico tradicional que se inventaba el gran dibujante Ernesto Franco. Será más triste todavía enterarse, entonces, de que Franco ha muerto a los 88 años no obstante sus enormes ganas de vivir, su sentido del humor inagotable, su disciplina inigualable a la hora de llevar a cabo su trabajo, su pulso ileso. Será evidente, en el trazo de siempre, en el estilo inconfundible de las caricaturas, que el autor del enigma de cada día fue también el creador de un entrañable personaje de estas páginas: el gamín bogotano Copetín. Y en ese momento empezará a comprenderse el tamaño de la pérdida.

Ernesto Franco seguía siendo, a pesar de la edad y de la enfermedad, a pesar de las nuevas modas y las nuevas tecnologías, una figura de esta redacción. Hace unas semanas nomás, el editor de Cultura, Julio César Guzmán, escribió un completo perfil del caricaturista que recrea su paso por los diferentes oficios que ensayó en su juventud y recuerda que Copetín apareció por primera vez en abril de 1962, bajo las siguientes palabras: “Posiblemente Copetín, aventuras de un típico ‘gamincito’ bogotano, sea la primera historieta gráfica que aparece en un diario del país, dibujada por un artista colombiano”.

 
‘Sensible pérdida’. Imagen del caricaturista Mil, publicada este 18 de julio, en memoria de Ernesto Franco.

Eran los tiempos de oro de las caricaturas: los tiempos de Educando a papá, Benitín y Eneas, La pequeña Lulú, Tarzán, Dick Tracy. Pero la tira cómica de Franco, una sátira de los cachacos bogotanos por la que le pagaban diez pesos por día, empezó a ser publicada en el lugar más destacado de la página.

Medio siglo después habría que decir que Ernesto Franco, que nació en Duitama en 1928 pero creció en la vieja Bogotá, fue un artista reconocido en vida. Y que su talento y su gracia y su bondad serán recordados de aquí en adelante por sus lectores, sus familiares y sus conocidos. Pero cabe esperar también que el personaje que creó siga viviendo y contando la historia –y la divertida lengua llena de giros y de pequeñas bromas– de una sociedad habituada a sus desigualdades.

Tomado: Eltiempo

¿Cuáles son los límites de la libertad de expresión?
Imagen de Semana.com

En tiempos de la posverdad, las fake news y el apogeo de las redes sociales, se hace necesario entender qué es opinión y qué es agresión para prevenir el acoso y el matoneo sistemático.

”Mi libertad termina donde empieza la tuya”, formuló en vida Jean Paul Sartre, filósofo francés y premio Nobel de Literatura, quien dedicó buena parte de sus obras y pensamientos a hablar sobre la libertad de los individuos a mediados del siglo XX. Sin duda una época muy diferente a la de hoy, en pleno apogeo de los totalitarismos en Europa, los horrores de la Segunda Guerra Mundial y la ansiada posguerra. La sociedad de ese entonces intentaba dejar atrás la barbarie de la guerra y el holocausto. No en vano, en ese mismo periodo nació la Declaración Universal de los Derechos Humanos que, en sus 30 artículos, tuvo el firme propósito de impulsar la convivencia pacífica entre los seres humanos y la no repetición de los enfrentamientos que dejaron al mundo sumido en la miseria.

Dentro de estos, se incluyó el derecho al pensamiento, a la conciencia y todo lo referente a las libertades políticas, que quedaron contenidos en los artículos 18, 19, 20 y 21. “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”, asegura el documento publicado en 1948.

El idealismo y las buenas intenciones de esta declaración con efectos internacionales hoy vuelve a ser tema de debate y discusión por la aparición de las nuevas tecnologías y la transformación de las relaciones humanas a raíz de su expansión. No podía ser de otra forma: con el surgimiento de redes sociales como Twitter, Facebook, YouTube e Instagram, donde hay una tendencia en exceso a las opiniones y los juicios de valor, la cuestión ahora es cuál es el límite de la libertad de expresión. Los tiempos han cambiado y con ellos llegaron los insultos, las amenazas, las bromas pesadas, las injurias y las calumnias en forma de mensajes, tuits y comentarios públicos en los que las personas vierten sus valoraciones más misóginas, discriminatorias, xenófobas, homófobas y racistas contra cualquiera que piense y sea diferente por razón de su procedencia, género, orientación sexual o clase social.

Por citar solo un ejemplo en el panorama nacional, el año pasado, la escritora Carolina Sanín tuvo que enfrentarse contra la página de Facebook ‘Cursos y Chompos Ásperos Reloaded’, conformado mayoritariamente por estudiantes de la Universidad de los Andes, en la que se publicó una imagen de ella, que para ese entonces era profesora de la institución, con el ojo morado que decía: “Cuando el heteropatriarcado te pone en tu sitio”. En palabras de la columnista Catalina Ruiz, debido a que Carolina es una mujer que desafía el statu quo, “la manera de ‘devolverla a su puesto’ fue reducirla a un objeto, y todo esto bajo la excusa de que era ‘solo un chiste’”.

El choque entre Chompos y Sanín generó reacciones en contra y a favor de las diferentes partes. Las confrontaciones escalaron hasta los medios de comunicación, que difundieron día a día los pormenores de esta situación, y la propia Universidad de los Andes organizó debates pedagógicos sobre la libertad de expresión y los límites del humor. Los integrantes del grupo llegaron a presentarse con pistolas y bates de plástico en las instalaciones de la institución de educación superior para protestar contra esta circunstancia y reivindicar que la violencia de los memes que ellos mismos habían divulgado se quedaría en la web y no saldría a la calle. Los jóvenes alegaron entonces que se trataba de “solo unos chistes” y que la libertad de expresión en internet los amparaba. Por su parte, el rector, Pablo Navas, a través de una carta, rechazó las agresiones de las redes y defendió la libertad de expresión, siempre y cuando el intercambio de ideas estuviera sustentado por el respeto.

Marco jurídico de la libertad de expresión

Pero, ¿se puede hablar de respeto en el caso de los “chistes” de Chompos dirigidos Sanín? A pesar de los vacíos legales que existen todavía en relación con la publicación de opiniones en la red, la Corte Constitucional de Colombia es clara. Para el Alto Tribunal, las expresiones que incitan a la violencia no se encuentran enmarcadas dentro de la libertad de expresión. De acuerdo con la académica de la Universidad de Harvard Susan Benesch, que ha estudiado la violencia del lenguaje y acuñó el término “discurso peligroso”, hay que analizar los mensajes según su contexto. Lo más probable es que no todos los miembros de Chompos hayan estado dispuestos a dejarle el ojo morado a Carolina Sanín en la vida real, pero el punto está en no normalizar la violencia y justificar en este tipo de contenidos y discursos, al margen de su origen digital.

Y es que, como enunció Sartre, cada uno de los derechos fundamentales a nivel personal encuentra su límite en los derechos fundamentales de los demás. Para la Corte, “la libertad de expresión no puede convertirse en una herramienta para vulnerar los derechos de los otros o para incentivar la violencia”. La Constitución colombiana de 1991 también coincide con este epígrafe y estipula, por ejemplo, que “no se pueden realizar insinuaciones sobre una persona ajenas a la realidad, con el único propósito de fomentar el escándalo público”.

Opinar se convierte entonces en un derecho y respetar, en un deber. Y no por ello el debate y la controversia son situaciones que haya que evitar. “Los colombianos deben aprender a convivir a pesar de que sus opiniones sean contrarias. La discrepancia es una fuente inagotable de enriquecimiento en la medida que se manifieste y se acepte. Tener a alguien delante, poder expresar una opinión y que esta sea escuchada y se reciba con respeto y prudencia es un auténtico tesoro”, sentenció el gurú y maestro espiritual Ravi Shankar cuando visitó Colombia durante la Macrorrueda para la Reconciliación, un evento para gestionar conocimientos y recursos en pro de la reconstrucción del tejido social en el país.

Otras posturas más radicales sugieren la censura para evadir el derecho a la libertad de expresión. Lo vemos en canales de televisión y emisoras de radio que cancelan programas. Pero en anular al otro no está la respuesta. Para Catalina Botero, exrelatora para la Libertad de Expresión en la Corte Interamericana de Derechos Humanos y profesora de la Universidad Externado de Colombia, los gobiernos en América Latina no están respondiendo como se debería respecto a este derecho. “Si bien regular a los medios de comunicación es una necesidad de hoy, tenemos que escuchar a quien no queremos hacerlo. Pasa lo mismo con los gobiernos, pues ellos deben aprender a tolerar y no censurar las ideas, como, por ejemplo ,pasa en Ecuador”. Lo mejor es saber convivir con el otro a pesar de las diferencias, pues es ahí donde los límites se anulan. Ya desde el siglo XVIII el filósofo e iluminista francés Voltaire lo defendía desde su moral: “No comparto tus ideas, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlas”.

No son solo chistes, es cibermatoneo

El empleo de la libertad de expresión en internet en colegios, universidades y en cualquier contexto, incluso el laboral, con el objetivo de agredir a una persona de manera sistemática se le conoce como cibermatoneo. Según una investigación de Naciones Unidas y la Fundación Telefónica, el 55 % de los jóvenes latinoamericanos ha sido víctimas de este tipo de delitos. Por su parte, la empresa de investigación de mercados Datexco alertó en su estudio ‘Uso y apropiación de internet’ que en Colombia el 30 % de los usuarios en internet han sido intimidados de alguna u otra forma a través de las redes sociales. Esta cifra se incrementa hasta el 41 % para la población comprendida entre los 12 y los 17 años. El 66 % de los padres de familia reconoció que no considera que su hijo esté seguro mientras navega en la red.

Este tema del cibermatoneo del que son víctimas muchos estudiantes se manifestó de forma muy gráfica el año pasado con el caso de Sol Fonseca, una bogotana de 18 años que, luego de no poder reunir los 140 millones de pesos que requería para costear su educación en la Universidad de Arizona en Estados Unidos el primer año, entró, gracias al programa Ser Pilo Paga, a estudiar en la Universidad de los Andes. El rumor de que Fonseca transitaba por los pasillos de esta institución no se hizo esperar: otro joven publicó su horario en internet, lo que provocó que varios jóvenes la siguieran durante sus clases con la clara intención de intimidarla. En un comentario que circuló por la red, una persona se comprometió a patearla si su ‘post’ sumaba un determinado número de ‘likes’.

Estas agresiones que muchos enmarcan dentro del argumento de que “son solo cosas de niños” pueden llegar a afectar la salud de quien es víctima. Según la psicóloga Sandra González de la Universidad Javeriana, los ataques pueden llegar a generar consecuencias físicas muy serias como desórdenes alimenticios, consumo de sustancias y estrés postraumático. Este acoso también puede desencadenar en depresión y hasta intentos de suicidio. “De cada cinco víctimas, tres demuestran tendencias depresivas y dos han intentado suicidarse”, concluyó. En otras palabras, la libertad de expresión no es un juego y depende del ciudadano hacer un buen o mal uso de este derecho.

Tomado: Semana

NOTAS AL VUELO: Hecho en Antioquia

Por: Gonzalo  Silva Rivas

La F-Air Colombia concluyó con éxito en Rionegro, y alza vuelo dentro del calendario regional como mercado de negocios e intercambio comercial y tecnológico. Este año podría cuantificar transacciones superiores a los US$70 millones, cifra apreciable que superaría los US$66 millones obtenidos en 2015. Pese a su corta existencia, el evento adquiere valor como oportunidad para el impulso del turismo y el comercio local y para lustrar la imagen del país. Su meta es superar a la homóloga chilena Fidae, que con 27 años se posiciona como la plataforma regional más vendedora en tecnología aeroespacial y de seguridad.

Sin embargo, a la par con sus progresos comerciales y de atractivo turístico, desde sus inicios desata un fuerte pulso sobre la sede escogida para su realización. Desde que arrancó, en 2002, su epicentro ha estado en el municipio antioqueño de Rionegro, donde se cuenta no solo con un aeropuerto de primer nivel como el José María Córdova, sino con la Base BG. Arturo Lema —inspiradora del certamen—, en la que funciona el Comando Aéreo de Combate N°5 y pernoctan los helicópteros Black Hawk y los modernos artillados Arpía.

Con el paso del tiempo, mientras crecía en asistencia y en países participantes, surgieron los intentos por cambiarla de lugar, con la intención de hacerla itinerante. La Aerocivil, con el beneplácito de sectores de la FAC, consideraba rotar el evento por otras ciudades, debido a su carácter de interés público y a su organización por entidades nacionales, argumentos que justificarían la posibilidad de que se promoviera y disfrutara en otras regiones del país.

Las tentativas de sacarla del municipio fueron cuestionadas por la dirigencia política y gremial del departamento, que en 2013 acudió hasta la misma instancia presidencial para evitar el zarpazo. El entonces director de la Aerocivil, el caleño Santiago Castro, consideró trasladarla a su ciudad natal. La pretensión debió ser frenada por el propio jefe del Estado, quien ratificó que la edición programada se mantendría en el municipio del Valle de San Nicolás.

El año pasado se repitió la historia. La Aerocivil se vio obligada a desmontar un pliego de condiciones que buscaba contratar la versión de 2017 en el aeropuerto Bonilla Aragón. Una vez más Gobernación y municipio pusieron el grito en el cielo y el alto Gobierno debió intervenir la decisión administrativa.

Rionegro defiende su derecho a ser la organizadora exclusiva de la feria, por cuanto fue allí donde hace tres quinquenios nació y donde se posiciona internacionalmente. La F-Air se promovió y se realizó por primera vez en 2002, por decisión del director de la Aerocivil de la época, el antioqueño Juan Carlos Vélez Uribe —el mismo que destapó la estrategia utilizada por la oposición para negar los acuerdos con las Farc—. Vélez tomó como referente un artesanal Festival Aéreo que con buenos resultados organizaron en el municipio, dos años atrás, el Comando Aéreo y un puñado de empresarios turísticos del oriente antioqueño.

Las promisorias expectativas del evento llamaron la atención de la Aerocivil, que puso a volar la idea de crear una feria internacional aeronáutica que abriera espacios dentro del mercado latinoamericano. La entidad entró en sociedad con la Fuerza Aérea, y desde entonces, como organizadores, a lo largo de sus ocho ediciones bienales, la F-Air Colombia se realiza en el José María Córdova, registrando una proyección de crecimiento rápido y progresivo.

El evento, que incluye muestra comercial, contactos profesionales, exposición de aeronaves y shows aéreos, se afianza en el mercado regional y empieza a moverse con altura de crucero por los catálogos feriales de la tecnología aeronáutica. Genera negocios millonarios, cautiva turistas y visitantes especializados, atrae imagen y estimula comercio, hotelería, gastronomía y servicios aéreos, con aportes económicos para pequeños y medianos empresarios locales.

Rionegro traza su futuro sobre esta promisoria perspectiva económica. En su jurisdicción se asientan Avianca y Viva Colombia, mientras el Sena planea construir un laboratorio orientado a actividades aeronáuticas. Quitarle la sede de un evento que se convierte en eje del desarrollo del oriente antioqueño sería un duro golpe. Como Colombiamoda, la F-Air Colombia tiene el sello de marca “hecho en Antioquia”. Y, al igual que el carriel y la bandeja paisa, debe formar parte de su patrimonio.

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@Gsilvar5

Tomado: El Espectador.

SoHo se pronuncia sobre la controversia entre Álvaro Uribe y Daniel Samper.
Foto: Leonel Cordero/KienyKe.com

Este el es comunicado de la revista Soho sobre las acusaciones del expresidente contra el columnista de SEMANA y exdirector de esa publicación.

En relación con la controversia que se ha generado entre el periodista Daniel Samper y el senador Álvaro Uribe la Revista SoHo se permite aclarar que:

1) Con respecto a las fotografías que acompañaron el artículo ‘Dejad que los niños vengan a mí’, se trataba de imágenes de una exposición presentada en Medellín por el fotógrafo Mauricio Vélez, la cual fue reproducida por Soho con la autorización del autor. Lejos de promover cualquier actividad que vulnerara los derechos de los menores, el objetivo del artista era denunciar los escándalos de pedofilia que rodeaban a la Iglesia en ese momento.

2) La información que está circulando en internet según la cual dos menores de 13 años habrían aparecido desnudas en una situación pornográfica es falsa. El artículo era una evocación gráfica de la novela de Vladimir Nabokov, Lolita. Las dos jóvenes, que aparecieron en artículos diferentes, tenían 15 y 16 años, y como lo dispone la ley, las fotos se tomaron con su consentimiento y la autorización expresa de sus padres.

Tomado de Soho.com
IndieBo “Festival de Cine Independiente» se toma Bogotá
Festival Independiente/ Foto: Indiebo.

En su tercera edición del festival INDIEBO, que tendrá como fin exponer la cultura independiente de diferentes países, con el arte, cultura, experiencia y con conferencias de invitados especiales nacionales e internacionales, trae para este año nuevas tecnologías e innovación; y aún quedan exhibiciones para esta semana con la realidad virtual reconocidas a nivel mundial, además de una extensa programación fílmica en diferentes puntos y convenciones de la ciudad.

Indiebo Fundado por Paola Turbay, Alejandro Estrada y Juan Carvajal, ha sido de gran éxito y acogida en Bogotá , el festival ha tenido como objetivo desde su creación “democratizar la cultura” y, por eso, sus proyecciones se han repartido en diferentes puntos de la ciudad como Centro Andino, el Centro Comercial Avenida Chile, Cine Tonalá, Cinema Paraíso y la Cinemateca Distrital, además de una serie de escenarios ambulantes en La Candelaria, Kennedy, Bosa, Santa Fé, entre otros barrios de la ciudad.

Para esta edición el Min Tic, convierte  un monumento  de patrimonio nacional en una instalación   de innovación y tecnología, el monumento de los Héroes abre  las puertas  para que disfruten  de un viaje  en el que podrá  experimentar  dimensiones  a través de la realidad virtual, realidad aumentada y en 4D.

El evento que se tomó Bogotá, “Festival de cine independiente de Bogotá”,  estará hasta este domingo 23 de julio  con  diversidad de categorías y funciones en toda la capital,  en los que usted podrá participar gratuitamente; tanto en teatro, música, cine  y televisión.

Para conocer toda la programación ingresa : http://indiebo.co/programacion-2017/

Esta es la programación del Premio y Festival Gabo 2017
Quinta edición del Premio y Festival Gabriel García Márquez FNPI

Del 28 al 30 de septiembre, Medellín acogerá la quinta edición del Premio y Festival Gabriel García Márquez de Periodismo, un encuentro para impulsar y celebrar las mejores historias de Iberoamérica organizado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el apoyo de la Alcaldía de Medellín y los Grupos Bancolombia y SURA con sus filiales en América Latina.

Serán más de 45 actividades de entrada libre que llegarán a un circuito que reúne varios espacios de la ciudad: Jardín Botánico, Parque Explora, Museo de Arte Moderno de Medellín, La Pascasia y cinco universidades -Eafit, Universidad de Antioquia, Fundación Universitaria Luis Amigó, Universidad de Medellín y Universidad Pontificia Bolivariana-.

Los asistentes podrán hacer un recorrido por historias, temas e invitados asociados a la literatura, la ciencia, el documental, las noticias falsas, la fotografía, la libertad de expresión, la medicina, la memoria, la desigualdad, la violencia, la migración, la caricatura y la inteligencia artificial. Consulta la programación completa.

Participarán más de 80 invitados, entre quienes se encuentran Joe Sacco, caricaturista que ha contado los conflictos de Medio Oriente a través de historietas periodísticas; Gilad Lotan, vicepresidente del equipo de científicos de datos de BuzzFeed; Alberto Barrera, columnista y ganador del Premio Tusquets de Novela en 2015; Tatiana Huezo, documentalista ganadora del Premio Fénix de Cine Iberoamericano; María Hinojosa, reportera y directora de varios programas de NPR y PBS;  Guadalupe Nettel, ganadora del Premio Herralde de Novela en 2014; y Federico Ríos, fotoperiodista colombiano especializado en asuntos sociales de América Latina. Conoce todos los invitados.

Este año el Festival Gabo tendrá un nuevo formato: Periodismo de tú a tú. Los asistentes conocerán de primera mano cómo se realizan 12 proyectos periodísticos emergentes de la región, los cuales se destacan por el uso de formatos innovadores, nuevos enfoques para abordar las historias y formas de relacionarse con su audiencia. Habrá trabajos de periodismo narrativo, multimedia, auditivo y sonoro, entre los que se encuentran ‘En Malos Pasos’, ‘La Pulla’, ‘Actualidad Panamericana’ y ‘2 mujeres, 48 días y 8 mil millas’.

Como todos los años, parte de la programación estará dedicada a conversar sobre las obsesiones de Gabo, como la música, la memoria y la literatura. Bajo el formato La cocina del periodismo, tendrán lugar charlas y entrevistas sobre los diversos asuntos que moldean el oficio en la región. También harán parte de este recorrido las Muestras, que incluyen una exhibición fotográfica, tres documentales y un espectáculo de música y literatura.

Como es tradicional, en esta edición el Festival contará con talleres gratuitos a los que podrán asistir periodistas y estudiantes seleccionados previamente mediante convocatoria pública. Serán 10 talleres cortos y un taller tres días organizado por la FNPI junto con Focos Narrativos y Universo Centro, que conducirá la fotoperiodista peruana Gihan Tubbeh, dos veces ganadora del World Press Photo. Estas inscripciones abrirán en los próximos días.

La ética periodística será un tema transversal del Festival. Además de las reflexiones en torno a las noticias falsas, habrá espacio para debatir sobre la manera cómo se ejerce la ciudadanía digital, gracias al apoyo del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia (MinTIC), así como de Sura y Bancolombia, aliados de la FNPI en el programa Ética Periodística.

Todas las actividades del Premio y Festival Gabo son de entrada libre con previa inscripción que se habilitará en el sitio web del Festival en los próximos días.

Los temas

Este año la innovación periodística volverá a ser tema central en el Festival Gabo. Una de estas charlas, enfocada en el uso de la inteligencia artificial y los datos en el periodismo, estará a cargo de Gilad Lotan, jefe del equipo científico de datos de BuzzFeed, quien conversará con Jean-François Fogel, asesor digital de medios en Francia.

Dos paneles serán dedicados a debatir la situación de la libertad de expresión en México y Venezuela. Participarán periodistas que trabajan por hacer periodismo independiente en medio de un ambiente de censura y violencia, como Luz Mely Reyes e Ismael Bojórquez, y otros que intentan dar a conocer la realidad de su país desde fuera, como Boris Muñoz o Alberto Barrera.

Para celebrar los cincuenta años de Cien años de soledad, un grupo de escritores y periodistas de varias generaciones y países, entre ellos Wendy Guerra, Jorge Fabricio Hernández, Sergio Ramírez y Guadalupe Nettel, conversarán sobre el gozo de leer este libro que se convirtió en un clásico inmediato desde su primera publicación en Buenos Aires.

La desigualdad de género es otro de los temas que tendrá lugar en el Festival Gabo. Jineth Bedoya, subeditora de El Tiempo, conversará con Natalia Sánchez, ganadora de la primera Beca Oxfam FNPI de periodismo sobre desigualdad. Este reconocimiento entrega financiación y apoyo editorial para producir un nuevo texto sobre el tema, que será publicado en The New York Times en español.

También habrá un espacio para la imagen con exposición #Transputamierda, de Federico Ríos, que retrata el abandono de las poblaciones rurales en Colombia, y una muestra documental en la que se proyectarán tres largometrajes presentados por sus directores: Los ofendidos, de Marcela Zamora; Tempestad, de Tatiana Huezo; y Nadie, de Miguel Coyula.

Con el compromiso de promover el libro periodístico, el Consejo Rector de la FNPI otorgará por primera vez un reconocimiento a una publicación lanzada entre el 1 de mayo de 2016 y el 30 de abril de 2017. El autor seleccionado será invitado a conversar sobre su obra en Medellín con Martín Caparrós y Mónica González.

El Premio Gabo

El Festival Gabo será el momento para celebrar las mejores historias de Iberoamérica. Durante el segundo día, se llevará a cabo la ceremonia donde se conocerán los ganadores del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo en sus categorías de concurso: Texto, Imagen, Cobertura e Innovación. Ellos se escogerán entre 1.383 postulaciones recibidas, y cada uno recibirá 33 millones de pesos colombianos, un diploma y un ejemplar de la escultura Gabriel.

Estos son los trabajos que han ganado el Premio Gabo en sus cuatro ediciones.

Los autores de los 12 trabajos finalistas del Premio Gabo estarán en la Maratón de las mejores historias de Iberoamérica compartiendo sus experiencias con un jurado de cada categoría y con los asistentes al Premio y Festival Gabo.

Además, se entregará el Reconocimiento a la Excelencia y el reconocimiento Clemente Manuel Zabala a un editor colombiano ejemplar. Los ganadores participarán en el Festival Gabo para conversar sobre su trayectoria con algunos miembros del consejo rector del Premio.

Sobre el Premio y Festival Gabo

Es convocado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación y la coherencia ética en el periodismo, con inspiración en los ideales y obra de Gabriel García Márquez y en la dinámica de innovación, creatividad y liderazgo que caracterizan a Medellín, Colombia.

El Premio y el Festival son posibles gracias a la alianza público-privada conformada por la Alcaldía de Medellín y las empresas Bancolombia y el Grupo SURA y su filiales en América Latina.

Inscripciones abiertas desde el 23 de agosto ingrese al link  INSCRIPCIONES A EVENTO  

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¿Cuál es el secreto de que ‘La Luciérnaga’ brille desde hace 25 años?
Gustavo Gómez, director del programa de Caracol Radio. Foto: Andrea Moreno / EL TIEMPO

 Gustavo Gómez, director del espacio radial, explica cómo funciona la ‘mezcla de realidad y ficción’.

 ¿Quién iba a pensar que un experimento que surgió como un entretenimiento para aguantar el apagón del gobierno Gaviria, se volviera una costumbre tan entrañable para los colombianos?

Lo que surgió como una necesidad de la gente terminó volviéndose una costumbre. Porque cuando nos quedamos sin energía eléctrica, los colombianos perdimos un amigo de esa generación que era la televisión. Quedaba el radio, que funcionaba con pilas en esa época –no sé si todavía se acuerda alguien de lo que es una pila– y se volvió una necesidad de compañía. De manera que cuando se superó la dificultad del fluido eléctrico ‘La Luciérnaga’ no se apagó sino que siguió brillando.

 El personal de ‘La Luciérnaga’ de hace 25 años no tiene nada que ver con el de hoy. ¿Eso indica de alguna manera la solidez del programa?
Hernán Peláez tuvo el mejor olfato del mundo para saber que además de su innegable talento y de su capacidad de conducción tenía que ampararse con el mejor de los equipos. Se necesitan malabaristas, humoristas, cuentachistes, imitadores, trovadores, periodistas, opinadores, libretistas y una cantidad de gente que hace que se ensamble cada día una especie de reloj perfecto en el que todos manejan una parte del mecanismo. Y eso fue lo que Hernán Peláez creó. Fue lo que dejó y en lo que nos hemos amparado todos.
¿Cuál es el mejor imitador que ha tenido ‘La Luciérnaga’ en toda su historia?
Difícil decirlo. ‘La Luciérnaga’ tiene un funcionamiento hoy en día que es como la vieja ‘Misión Imposible’ que veíamos en la televisión de los setenta: es decir, el director de ‘La Luciérnaga’ escoge para cada día a unos personajes. Todo el mundo tiene turnos. Hay unos que somos fijos, pero por lo general hay días en que no está Don Jediondo pero está Polilla. O no está Alerta pero está Risa Loca. O no está El Muelón pero está Alexandra. Entonces dependiendo de quiénes estén en el día, surgen los personajes. Cada imitador tiene entre 20 y 40 personajes, y todos son fundamentales para el programa.

¿Cómo llega un imitador a decir, bueno, ya tengo listo el personaje? ¿Cuánto tiempo le toma eso? ¿Cómo se entrena para que su personaje sea lo más parecido al de la realidad?
Ellos son artistas. Yo no puedo decirle a Pedro González o a Don Jediondo, bueno, hágase al Ministro de Defensa. Cada cual siente el personaje y calladamente lo va puliendo. Cuando lo tiene listo o me llama por teléfono y me hace la imitación mientras cierro los ojos para sentir si se parece o no, o me lo manda, ahora que tenemos la tecnología, en un mensaje de WhatsApp. Y hay que ensayarlos así, porque ‘La Luciérnaga’ es un espejo humorístico de los programas de entrevistas de la mañana, donde los personajes atienden por teléfono. 

Pero digamos, no es solamente parecerse al personaje en la voz, sino en algo que este diría. ¿Quién hace esos libretos?
En ‘La Luciérnaga’ no hay marionetas ni reproductores de voz. Allá lo que hay son unos creadores magníficos, que se amparan en un libreto inicial, que es muy bueno. Lo hacen Jairo Chaparro, nuestro libretista en Bogotá, una de las columnas vertebrales del programa; y Machado en Medellín, el libretista alterno. Pero al aire, cada personaje recibe vida de parte de quien lo hace, se sale del libreto y vuelve y entra, le podemos preguntar cosas que no están planeadas. Y como cada uno tiene el talento de conocer a su personaje, pues responde como él respondería. La verdadera gracia de ‘La Luciérnaga’ es lo que sucede ahí adentro, no los libretos; estos son la cuota inicial del entretenimiento y la información. Lo que la gente desarrolla en vivo, sobre la marcha, en caliente, es lo que hace de ‘La Luciérnaga’ una opción tan grata para informarse. 

¿Y cómo manejan la sensibilidad de la gente? Porque hay imitaciones tan sumamente buenas, pues que pueden llegar a ofender…
Hay muchos cuentos sobre eso. Por ejemplo la molestia de Natalia París con la imitación de Alexandra, que para los cercanos a Natalia la hace parecer un poco menos astuta de lo que ella es. O que la canciller María Ángela Holguín una vez mandó a sus escoltas a apagar el radio en un trancón porque salió su imitación y se delicó un poquito. Todo eso puede pasar. 

Pero también debe haber a quienes les fascine su imitación…
El día que hicimos el experimento de juntar ‘Hora 20’ con ‘Lora 20’, (imitación de ‘Hora 20’) a Diana Calderón le gustó tanto, que nos invitó hace unas semanas a que estuvieran algunos panelistas reales con los de mentiras. Ese día conversamos por ejemplo con Roy Barreras, y le dijo a Don Jediondo, que es el que lo imita, lo siguiente: “Mire, este país necesita reír en medio de tanta tragedia. Así que si yo, que tengo un doctorado y estoy terminando otro, que escribo poesía, que leo, que me cultivo, tengo que pagar con el precio de que todas las tardes parezca un ignorante en su programa, yo acepto ese castigo”. Y lo miramos todos como, pero doctor Roy, venga… no, no, tranquilo.

(Risas) O sea, ¿estaba molesto porque lo pintan como un ignorante?
Sí, sí. Molesto, pero lo permite. Petro se puede poner bravo porque dijeron esto de él, pero no oye que después viene Vargas Lleras y que le damos una levantada terrible, y que después viene el presidente Santos y trapeamos con él, porque son muy pocos los personajes que tienen blindaje en ‘La Luciérnaga’.

¿Hay algún presidente que se haya puesto bravo con ‘La Luciérnaga’?
Sí, recuerdo un episodio, cuando Hernán Peláez decidió renunciar una vez al programa. Resulta que el entonces presidente Pastrana vivía muy molesto con Édgar Artunduaga, que era periodista de ‘La Luciérnaga’ en esa época. Artunduaga misteriosamente comenzó a tener problemas con la Dian; y una serie de presiones lo obligaron a que se fuera del programa. Pues Hernán también se fue y solo regresó a ‘La Luciérnaga’ un año después, cuando acabó el gobierno de Pastrana, como muestra de apoyo a Artunduaga y a la defensa de la libertad de expresión. Ese año ‘La Luciérnaga’ la dirigió uno de los más brillantes imitadores y humoristas que han pasado por el programa: Guillermo Díaz Salamanca. 

Un tipo genial… ¡Pero otra persona excepcionalmente talentosa es Alexandra Montoya!
Se lo respondo así: la mujer más importante del mundo, después de mi esposa, es Alexandra: hace la mayoría de los personajes femeninos del programa. Gran garganta, conectada a un corazón que late por Juan José, su hijo, que es su mundo. Él, con seis años, ya hace imitaciones: estamos a punta de contratarlo. 

¿Cómo hacen para que Don Jediondo, el humorista más necio del país, se porte juicioso?
Muy fácil: decirle que no haga algo….¡y él lo hace!

Polilla tiene fama de callado reservado, gentil…..
Pues fíjese que es el más osado del programa. Mantiene a raya a su mujer, la célebre Gorda Fabiola. Y dice que en la casa él no tiene a la Mujer Maravilla, sino a la Mujer Marranilla.

Y se acaba de unir al equipo la periodista Mabel Lara…
Que trae todo ese hermoso mundo tan desoído en el interior, como es el Pacífico. No le hicimos polígrafo, pero pasó las dos pruebas claves para las mujeres del programa: una, sobrevivir a Don Jediondo, y dos, tener química con el galante personaje de Leonel Álvarez, que interpreta El Muelón Sánchez. 

¿Alguna vez alguien les ha mandado a decir, miren, miren, no me hagan quedar así de ridículo, bájenle a esa imitación?
Sí, sí, los personajes a veces tratan de buscar que intercedan por ellos. Pero siempre se van a encontrar con la misma respuesta que han tenido durante 25 años, y es que ‘La Luciérnaga’ solo existe y funciona porque es independiente. De hecho, voy a contarle un episodio sin dar muchos nombres: Hace algunos meses yo recibí un mensaje muy amable y muy cordial, de una persona que tiene que ver con nuestro Grupo Prisa, en el que de la manera más atenta me decía que alguna de las imitaciones podía hacer deslucir un poco al Grupo Prisa y a Caracol Radio. Yo le dije, claro que sí, muchísimas gracias por la apreciación, recibo con toda la educación del mundo el comentario, y el personaje se sigue haciendo porque es que esa es precisamente la tarea de ‘La Luciérnaga’: burlarse de todos, pero incluidos nosotros mismos. 

¿Cómo se establece el límite entre la burla tolerable y la falta de respeto? ¿Cuál es esa línea que ustedes no pasan ni siquiera con el humor?
Nosotros hacemos un humor que es duro, es fuerte, es punzante, pero es respetuoso. Somos muy malos para entrar en los campos de la vulgaridad (aunque sí nos gusta el doble sentido), o de la intromisión en los problemas de la vida privada de la gente, a menos que esos problemas tengan que ver con la vida pública y le competan al país.

¿Hay censura dentro del programa?
De la misma forma en que no nos gusta que nos censuren, tratamos de no ejercer la censura dentro del programa. En mi caso, yo solamente una vez le llamé a un humorista la atención por un comentario que hizo sobre una mujer al aire y que me pareció un poco pesado. Y a veces cuando en el calor de la improvisación nos pasamos un poquito de raya con algo grotesco o de mal gusto, pues también tratamos de ponernos un freno, pero nosotros mismos, de manera amigable para no desdibujar el programa. A veces, por ejemplo, sucede que muchas de las cosas que uno hace con la mejor intención pueden molestar a alguien. Sobre todo lo que tiene que ver con minorías, grupos étnicos, grupos raciales, religiosos…

Con lo políticamente correcto…
Exacto. Pero es que también, María Isabel, el día en que el humor no se pueda hacer con pastusos ni con políticos ni con cojos ni con niños ni con enfermeras ni con sacerdotes, ni con… entonces no se puede hacer el humor. Yo creo que ningún campo de la vida pública puede estar excluido de ‘La Luciérnaga’, pero a todos tratamos de entrar con un mínimo de respeto.

¿Cuál ha sido el momento más difícil para usted como director de ‘La Luciérnaga’?
El periodismo tiene que ejercerse a sabiendas de que la reversa existe, y que el derecho a la libertad de expresión no es un monopolio del ejercicio periodístico sino de la gente. Entonces, en la medida en que nos equivoquemos, faltemos a la verdad, sin dolo, porque en el periodismo uno se puede equivocar pero no con dolo, siempre como daño colateral, con buena intención, que causa algunos tropiezos, trastornos, en esa medida siempre corregimos, siempre aclaramos. Pero el momento más difícil que yo he vivido en ‘La Luciérnaga’ no tiene que ver con eso. Fue el primer día que estuve al aire. 

¿Estaba asustado de reemplazar a Peláez?
Sí. Estaba muy nervioso. Era un martes 13 de enero del 2015. En nombre del equipo hice un saludo muy largo, estilo Marta Lucía, y me sacan la grabación de vez en cuando para tomarme del pelo. Más allá de lo anecdótico quiero decirle que yo, que había sido oyente de ‘La Luciérnaga’ por muchos años, pensé que era muy fácil hacerla. Después de la primera hora al aire me fui al baño y me acordé de Mafalda en esa caricatura cuando va al primer día de colegio y hay como un chorro de agua que viene en las calles y cree que se rompió un tubo, y cuando llega a la entrada son los niños que están llorando en el primer día de clases. Así me sentí yo. 

Entramos otra vez en etapa electoral en Colombia. ¿‘La Luciérnaga’ tiene candidato? Es tan fácil crear simpatías por un personaje a través del humor, o hundirlo…
En ‘La Luciérnaga’ partimos de la base de que todos tenemos una forma de mirar al país desde la parte política. Lo que no quiere decir que participemos en la parte electoral, ni que tratemos de impulsar ningún tipo de candidato. La fórmula que aplicaremos durante la campaña es la de que entre todos nos cuidamos. Pero más importante que eso, es el público el que nos cuida. Es una lástima, que hoy, a través de las enormes posibilidades que tiene el oyente de comunicarse con nosotros, a veces tristemente se desaprovechen en pelear. Acuérdese, María Isabel, que hace 30 años si alguien quería hablar con Yamid Amat, tenía que ser, o que le estuviera lustrando los zapatos, o que le mandara una carta a Gloria Vecino, su secretaria, que nadie sabía si él iba a ver. Hoy en día, cualquier colombiano tiene la posibilidad de hablar directamente con el 90 por ciento de la gente que define la situación del país, como funcionario, como periodista, como político, como empresario. Ojalá la gente, a través de esa posibilidad tecnológica, sepa aprovechar el privilegio que la tecnología nos brinda hoy de estar cercanos unos a otros, en lugar de andar metiéndonos tiros en los ojos. 

¿Cómo celebrarán los 25 años de ‘La Luciérnaga’?
Estamos trabajando en un nuevo libro, con respaldo de un producto audiovisual, que lanzaremos con motivo de este aniversario. Y el sábado comenzamos la temporada del 2017, con el show de humor de la Luciérnaga en Cúcuta, y recorreremos el país. 

¿Qué tiene pensado para que ‘La Luciérnaga’ sobreviva otros 25 años?
La actualidad diaria es la que dicta los cambios de ‘La Luciérnaga’. No hacemos cambios bruscos de formato; pero no aspiro a quedarme 25 años. Yo sí quiero que haya un cuarto director, y ojalá sea mujer. Y que el quinto sea afrocolombiano. Y el sexto totalmente de izquierda y no de centroderecha como yo. Para que cada uno le sepa dar su impronta y que el programa se refresque. Yo soy un señor de 50 años que nunca se ha metido a una cancha de fútbol, y me gusta el rock. Hernán Peláez es un señor de setenta y tantos, biblia y maestro del deporte y le gustan los boleros y la música antigua. Cada uno da lo suyo y el que vendrá traerá lo que lleve en el corazón. 

Tomado: EL TIEMPO

Punto final: la carta de rechazo a las difamaciones de Uribe contra la prensa
Periodistas dirigen una carta a Álvaro Uribe Vélez para rechazar su estrategia de difamación / Foto: Montaje FLIP con imagen de El Espectador.

Más de medio centenar de periodistas, editores, columnistas y expertos se unieron a un mensaje para exigirle al senador y expresidente Álvaro Uribe Vélez que se acoja a la ley. Su larga trayectoria se señalamientos en contra de la prensa desbordó los límites el pasado viernes 14 de julio cuando, a través de su cuenta de Twitter, el senador se refirió al periodista Daniel Samper Ospina como «violador de niños».

Esta es la carta con la que se hace un llamado a la ciudadanía para que rechache la calumnia como una forma de hacer política. Quienes se quieran unir a este mensaje de rechazo pueden compartir la carta con la etiqueta #PorElRespeto.

Punto final

Es hora de que el expresidente Álvaro Uribe Vélez deje atrás la práctica sistemática de difamar, calumniar e injuriar a sus críticos como si no fuera un expresidente obligado a dar ejemplo, ni un ciudadano sujeto al Código Penal.

El límite de todos los colombianos es y debe ser la ley. Y es tiempo de que el expresidente esté a la altura del enorme poder del que ha venido abusando sin mayores consecuencias: el último ejemplo de su estrategia de estigmatizar e intimidar para imponerse en el debate público, aquello de permitirse llamar “violador de niños” al periodista Daniel Samper Ospina frente a sus más de cuatro millones de seguidores de Twitter, no es sólo una infamia irreversible que habrá de tener solución en la justicia, sino también un repugnante acto de violencia que ya ha empezado a llamar a más violencia.

Twitter es la vida real. Quien comete un delito allí comete un delito en su país. Hoy, cuando en las redes sociales se ha vuelto común hostigar a los periodistas hasta ponerlos en peligro, resulta inaceptable que el expresidente siga jugando el perverso juego de rectificar cuando el daño ha sido hecho, siga legitimando socialmente esa manera temeraria de participar en la deliberación pública y liderando ese premeditado ataque contra la prensa y la libertad de expresión –ese echarle la culpa y acusar de conspirador al mensajero– que es una arremetida contra la democracia.

No se trata de reclamar, de ninguna manera, un trato privilegiado para los periodistas, ni de librar al periodismo de la crítica, sino de defender el derecho de todos a hablar sin ser objeto de los abusos de quien se sabe poderoso.

Una palabra de Uribe basta para enlodar un nombre, para exacerbar los odios de tantos colombianos frustrados, para degradar y envenenar el necesario debate político del país. Lejos está del líder responsable y digno que tendría que ser.

Pero él sabe todo esto: él no está reaccionando en caliente, ni cometiendo un desliz, sino redoblando un comportamiento peligroso e inescrupuloso cargado de intenciones políticas. Corresponde a la ciudadanía, pues, el siguiente paso. Dar ejemplo. Exigir sin miedo, con la ley de su lado, el fin de la calumnia como estrategia.Solidarizarse con el calumniado más allá de las contingencias de la política. Decirle al calumniador que ha llegado la hora de que se detenga.

Jesús Abad Colorado, José Manuel Acevedo, María Elvira Arango, Darío Arizmendi, Ricardo Ávila, Catalina Botero, Diana Calderón, Juan Pablo Calvás, Fidel Cano, Alberto Casas Santamaría, José Eustorgio Colmenares, Daniel Coronell, Ernesto Cortés, Vicky Dávila, Vanessa De la Torre, Félix De Bedout, María Elvira Domínguez Lloreda, María Jimena Duzán, Jorge Espinosa, Heriberto Fiorillo, Álvaro Forero Tascón, Álvaro García, Ignacio Gómez, Gustavo Gómez Córdoba, Claudia Gurisatti, Sebastián Hiller, Juan Carlos Iragorri, Juanita León, Juan Esteban Lewin, Diego Martínez Lloreda, Matador, Andrés Mompotes, Néstor Morales, Hassan Nassar, Lila Ochoa, Cecilia Orozco, Alfonso Ospina, Ricardo Ospina, Rodrigo Pardo García-Peña, Roberto Pombo, Fernando Quijano, Ana Cristina Restrepo, Jorge Restrepo, Nicolás Restrepo, Héctor Riveros, Luis Enrique Rodríguez, César Rodríguez Garavito, María Elvira Samper, Julio Sánchez Cristo, Alejandro Santos, Diego Santos, Ricardo Silva Romero, Rodrigo Uprimny, Jorge Alfredo Vargas, Juan Roberto Vargas, Vladdo, Felipe Zuleta, Camila Zuluaga.

Tomado:  FLIP.

Graves señalamientos de expresidente Uribe a Daniel Samper Ospina atentan contra la honra y la libertad de prensa: CPB

EL Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) rechaza de manera contundente los señalamientos hechos por el expresidente y senador de la República, Álvaro Uribe Vélez, contra Daniel Samper Ospina, columnista de la Revista Semana, al tildarlo de “violador de niños”, aseveración que lesiona de manera grave el buen nombre y la honra del periodista y atenta contra la libertad de prensa y expresión.

La acusación del expresidente Uribe es temeraria contra el columnista Samper y al parecer obedece a un acto de retaliación por el contenido de algunas columnas del comunicador.
Como servidor público -senador de la República- y con la investidura que ostenta de expresidente de Colombia, a quien siguen más de cuatro millones de colombianos por twitter, el exmandatario está en la obligación de abstenerse de hacer esta clase de señalamientos estigmatizantes que además de exacerbar los ánimos ya polarizados de muchos ciudadanos, afectan y coartan la libertad de expresión y pueden significar un riesgo para el libre ejercicio del periodismo.

En Colombia desde 1977 a la fecha han sido asesinados 142 periodistas. Así mismo, la mordaza, la persecución y las amenazas, han provocado que decenas de periodistas abandonen su trabajo y el país, para proteger su vida e integridad. Otra consecuencia es la autocensura. El temor a seguimientos, retaliaciones y daño a la honra, ha afectado en buena medida el desarrollo de un periodismo objetivo, veraz e independiente, como corresponde en un país democrático.

El CPB de igual forma hace un llamado al uso responsable de las redes sociales, que se desbordaron en el uso del lenguaje soez, matoneo y señalamiento sin fundamento, produciendo un ambiente de temor y persecución. Cuando el país se prepara para entrar en la contienda política, es de suma importancia que la deliberación pública esté basada en las ideas, en el respeto a las posiciones divergentes y no a la polarización y señalamiento, como herramienta para doblegar al que opina diferente.

Por lo anterior, el CPB exige cordura y respeto al expresidente y senador Álvaro Uribe, a que recapacite y se retracte de los señalamientos hechos a Daniel Samper Ospina y eleve el debate público con argumentos, lejos de calificativos estigmatizantes.

 

GLORIA VALLEJO

Presidenta del

Círculo de Periodistas de Bogotá

Cel: 3162351226

Así fue el primer foro de «Bogotanicemos los Acuerdos»
Primer Foro «BogotanicemosAcuerdos» Centro Memoria / Foto: CPB

En el marco del acuerdo de paz con las FARC; la Alcaldía Mayor de Bogotá  creo encuentros  de debates y foros  con el propósito de la construcción colectiva de paz, el pasado 13 de julio, inicio el primer foro en Bogotá en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación,  en el que tuvo como eje central los efectos  generales de los acuerdos, tanto en las zonas rural y urbana, generar reflexiones  y participación ciudadana.

Estos sucesos son de gran aporte para el desarrollo de este proceso, porque se reúnen varias opiniones de expertos que han liderado  el acuerdo de paz y se unen etapas de construcción de paz para el país.

Estos foros  son un equilibrio para los ciudadanos, dentro ce la jornada se contextualizo el acuerdo de paz, el público fue participe , se reunieron los pasos  y visiones desde la experiencia de los expositores por medio del  proceso de paz en Colombia, y se aterrizo el futuro que se espera para el país, además del momento histórico que a traviesa el país con los acuerdos de paz  y  el desconocimiento de los procesos en la sociedad  en las zonas rurales y urbanas también se hizo énfasis  en cuanto a Política Pública, cultura y desarrollo socioeconómico.

«Somos parte de un país que se puso a la tarea de construir condiciones estables y duraderas de paz» menciono Diego Maldonado Veedor Delegado para la Participación y Programas Especiales, Veeduria Distrital y moderador del primer foro Bogotanicemos los Acuerdos. 

Los panelistas invitados fueron seleccionados a partir de sus conocimientos y desarrollo  de procesos de la ciudad, lo cual hicieron un valioso aporte como lo fueron: Antonio Sanguino Concejal de Bogotá, María Prada Coordinadora de pedagogía  y asesora de paz  de la oficina de Alto Comisionado para la Paz, Jairo Andrés Rivera  Vocero del Movimiento Ciudadano “Voces de Paz”, Antonio Madagaria Director de Viva la Ciudadanía, Irene Cabrera Docente e investigadora de la Universidad Externado  de Colombia, Gabriel Velez PHD Conflicto Armado y perspectivas  en niños, niñas y adolescentes.

Se han hecho varios debates de los cuales ha sido participe  «Soy un desmovilizado  y tengo una obligación de vida en relación con el proceso de paz» Menciono Antonio Sanguino Concejal de Bogotá.

Dentro del foro  se expuso, los retos que se desprenden en la habana  y acá en Bogotá, el espíritu de diálogo  de todos los asuntos para el país y la transformación que debemos realizar entre todos  como una ruta de construcción de paz y reconciliación.

Hubo un gran número de asistentes y demostró que la ciudad está interesada  en  generar participación ciudadana con la reflexión  y acción frente  a la situación del país,  también el conocimiento  de programas que lideran las entes gubernamentales para el proceso de paz, con la presencia de organizaciones que han trabajado por los acuerdos como Movimiento ciudadano, voces de la ciudadanía, entidades gubernamentales, ciudadanos  y víctimas del conflicto.

Dentro de este plan de construcción de paz con #BogotanicemosAcuerdos, que invita a que los ciudadanos para que sigan participando,  porque aún quedan 4 foros con diferentes expositores ademas de talleres; que les dará a conocer las novedades del proceso de paz y el aporte que hace para la construcción de paz, estos son  proyectos que se están  realizando la alcaldía mayor de Bogotá a través  de la Alta Consejería de Paz y Reconciliación, con el apoyo de Agencia para la Reincorporación  y la Normalización (ARN) Bogotá.

 

Por: Alexandra Pinzón CPB 

 

Así será la segunda misión de paz de la ONU en Colombia

Raúl Rosende, jefe de gabinete de la Misión de la ONU en Colombia, explicó detalles sobre la segunda Misión, que empezará labores el 26 de septiembre.

Cada día la situación de los presos de las Farc se complica más. De hecho, ayer se presentaron riñas en algunos centros penitenciarios del país, en donde hay más de 1.400 guerrilleros en huelga por causa del incumplimiento a la Ley de Amnistía. Por esta razón, la Misión de Naciones Unidas en Colombia se pronunció con un duro llamado de atención a las instituciones implicadas con el proceso de excarcelación de los miembros de este grupo.

Frente a esta situación, ayer, aplicando la resolución que aprobó el Consejo de Seguridad de la ONU y que autoriza esa nueva misión, el organismo hizo un llamado urgente porque luego de seis meses de vigencia de dicha la ley, guerrilleros siguen en las cárceles. “Socava el proceso de reincorporación y la consolidación de la paz”, señala el comunicado.

Las reglas están definidas. Luego de que el armamento de la guerrilla haya quedado en los contenedores de la ONU, las condiciones del conflicto en Colombia y, por ende, el papel de los observadores internacionales tendrá un cambio importante, pues, en pocas palabras, entrarán a ser como una especie de guardianes para que el proceso, a estas alturas, se mantenga.

La principal tarea de la nueva Misión, cuya operación se iniciará el 26 de septiembre, será hacer el acompañamiento a la reincorporación de guerrilleros a la vida civil porque, tal como lo explicó Raúl Rosende, jefe del gabinete de la Misión de la ONU en Colombia, que el ingreso de los excombatientes a la legalidad se haga de la manera correcta es una de las garantías de fortaleza del Acuerdo de Paz.

De igual forma, en esta nueva etapa en el proceso de paz, el organismo estará a cargo de hacer la verificación de la seguridad para exguerrilleros y comunidades que han vivido entre las balas durante décadas del conflicto. “La disminución de los indicadores de violencia tiene que ser sostenible para que todo esto lleve a buen puerto”, sostuvo el funcionario durante una rueda de prensa en la que habló de las perspectivas de esta nueva etapa en el proceso de paz con las Farc.

No obstante, hizo una aclaración: el monopolio de las armas para brindar la seguridad a los excombatientes estará a cargo del Estado, es decir, la ONU no tendrá una función militar. De hecho, aunque la Misión aún está en etapa de planificación y todavía no se tiene definida la distribución de personal en los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación —el nuevo mote que tendrán desde el 1º de agosto las zonas veredales en donde hoy se encuentran los miembros de las Farc—, se prevé que sus integrantes sean civiles y no militares.

La verificación, explicó Rosende, será proactiva y se buscarán junto con las partes soluciones a posibles problemas que puedan surgir durante el proceso de verificación de los acuerdos. Dejó claro que, a diferencia de los conflictos en los que la ONU ha mediado en otros países, en Colombia se atendió a una solicitud de dos partes que se pusieron de acuerdo para finalizar la guerra.

La segunda Misión de la ONU fue autorizada por el Consejo de Seguridad por un período de 12 meses, sin embargo, está previsto que su permanencia en el país sea de tres años. Mientras tanto avanzan los últimos meses de la primera Misión, que aún se encuentra en el proceso de extracción de las caletas de las Farc, almacenamiento en los contenedores de armas y municiones, y destrucción del material inestable que se encuentre en éstas.

Sin embargo, el desarme fue sólo un punto de partida para un proceso que puede ser mucho más complejo y que marcará, sin duda, la historia política y social del país. Se viene la puesta en marcha de las formas en que se garantizará el ingreso a la vida legal de los guerrilleros, y junto con ello la búsqueda de soluciones económicas para los excombatientes y la entrada en la política de una nueva fuerza de izquierda en un momento de fuerte polarización.

Tomado: ElEspectador

http://colombia2020.elespectador.com/politica/asi-sera-la-segunda-mision-de-paz-de-la-onu-en-colombia

Invitar a matar
Ana Cristina Restrepo, Columnista: Elcolombiano.

Por: Ana Cristina Restrepo Jiménez

Ya le hicimos todo el show mediático al abogado Abelardo de la Espriella para que venda su nuevo libro como pan caliente. Ahora veamos cuál es la verdadera perjudicada con la tristemente célebre columna “Muerte al tirano”, publicada por El Heraldo.

La gran herida es la libertad de prensa.

Para empezar, recordemos quién es este personaje, que escuda sus acciones citando dizque a “los escolásticos” y a “los liberales franceses”. Abelardo de la Espriella es el mismo que, ante una pregunta sobre las declaraciones de alias “El Tuso” Sierra, le respondió a Noticias UNO: “Supongamos que es cierto que yo les cobré [$4 mil millones de pesos a los paramilitares…]. Si eso fuera así, ¿cuál es el problema?”. De la Espriella tuvo en sus manos el caso del ataque con ácido a Natalia Ponce de León. Durante la audiencia de imputación de cargos aseveró que “a ese personaje [Jonathan Vega, el agresor] no lo querían ni los perros”. Fuera de la sala y fingiendo arrojar un hueso, le gritó al imputado: “Perrito, perrito”. Llamó su atención con un “ptssssss”, como a una mascota.

Estamos frente a un dandy.

La columna del domingo se inscribe en la misma línea de sofisticación argumentativa: llama a Nicolás Maduro “gigantón descerebrado”, “indigente mental”; a Hugo Chávez, “moribundo y asustado”; a Tareck El Aissami, vicepresidente de Venezuela, “maldito mafioso”.

Acto seguido, escribe: “Los venezolanos de bien y la comunidad internacional en pleno deben entender que la muerte de Nicolás Maduro se hace necesaria para garantizar la supervivencia de la República. No se trataría de un asesinato común, sino de un acto patriótico que está amparado por la Constitución venezolana y que resulta, por demás, moralmente irreprochable”.

La libertad de prensa, como todas las libertades, tiene límites.

¿El Heraldo debió censurar la publicación de la columna? ¡No!, censura no es la palabra correcta en este caso: haber detenido esa publicación hubiera significado no solo la protección de los derechos del aludido, sino de los mismos lectores. ¿Que Maduro no respeta los derechos de los ciudadanos? ¡¿A quién o qué nos queremos parecer?! Al margen de lo que uno piense del presidente venezolano, nadie tiene por qué usar una tribuna pública para invitar a cometer un crimen llamándolo “acto patriótico”.

Flaco favor se les hace a las ideas liberales, a la libertad de prensa, cuando se considera a esta última exenta de deberes, de responsabilidades con la ciudadanía. La libertad de expresión, la prensa libre, es un semáforo en verde para la crítica y la oposición en casi todas sus formas posibles –mordacidad, epíteto, ironía y hasta insultos–: todo es válido mientras no se atente contra la verdad (hechos, datos verificables) ni se vulneren los límites del Código Penal.

¿Dónde está el gremio de los abogados? ¿Será que no se da por enterado del daño que sujetos como este le hacen a una profesión? ¿Y la Fiscalía? ¿Acaso los crímenes no son tales si se cometen en “el mundo virtual”? ¿Y el periodismo? ¿Desde cuándo los columnistas contamos con inmunidad?

Una cosa es opinar y otra, bien distinta, invitar a matar.

Tomada: ElColombiano