Crculo de Periodistas de Bogot

Archivos 2017

Subsecretario ‘Saulito’ Cruz, que así le han dicho los padrastros de la patria, tiene que irse del Senado.
Ricardo Silva Romero / Foto: Eltiempo.com

Por: Ricardo Silva Romero 

Que no pase una columna más sin darle las gracias a Noticias Uno. Que no se nos llegue este fin de semana sin reconocerles a los valerosos periodistas de Noticias Uno aquello de no haberse dejado amedrentar –de estar cumpliendo quince años de no dejarse aniquilar– por tantos políticos inescrupulosos de la era de la bulla.

 El periodismo, cuando sí lo es, recolecta las pruebas, recuenta los hechos, critica las apariencias, descubre las farsas antes de que se vuelvan la Historia. Y Noticias Uno no ha bajado la guardia desde que empezó, sino que ha reconstruido las tramas macabras de los poderosos vengan de donde vengan, y, en un país más atento y menos desmoralizado, millones ya habrían dejado de votar por estos populistas de manual: ¿soñé que “el que diga Uribe” iba punteando las encuestas presidenciales del 2018?

Palabras que empiezan por ‘sub’: subterráneo, subrepticio, subsecretario. ‘Sub’, el prefijo, indica “por debajo”. Y pienso, como cualquiera que se resista a la infamia, en aquel vergonzoso subsecretario del Senado con vocación de lobista que el miércoles pasado no solo fingió ser golpeado por un camarógrafo de Noticias Uno al que embistió dos veces, ¡dos!, sino que con voz trémula se atrevió a denunciar el hecho ante el Congreso –y sí, su patraña decadente fue probada por el noticiero, y lo que hizo es el fracaso de la política y de la decencia y de la vida adulta–, pero también pienso en esos diez senadores sublevados que aprovecharon la absurda invitación a “discutir los hechos”, que les hizo, olímpico, el presidente de la corporación, para aplastar sin piedad a los periodistas: adiós, democracia, adiós.

«Cómo puede encontrar el Senado de la República de Colombia una versión de los hechos que rescate del despido al subsecretario»

El martes 6 de junio, cuando fue evidente que no era el agredido sino el agresor, el subsecretario Cruz ofreció desde Cancún las peores excusas de la historia de las excusas: “fue un hecho accidental…”. Y el rectificador José Obdulio Gaviria –el que dijo Uribe– se disculpó por haber sido uno de los diez congresistas que calumniaron e injuriaron a los reporteros, pero con las palabras calumniosas e injuriosas “asumí que era un hecho cierto porque me consta que ese noticiero es una escuela de agresiones morales”: en la noche, cuando pocos colombianos se enteran, un puñado de buenos senadores trataron de pedir la renuncia de Cruz como haciéndole un guiño a la democracia, como reconociendo que el periodismo no puede estar en la mira de los políticos, pero fue otra vergüenza porque solo 14 senadores votaron la proposición.

Cómo pueden los colombianos pelear, perder amigos, arruinar comidas familiares, ser violentos por líderes como estos: tiene que ser que pocos se enteran.

Cómo puede encontrar el Senado de la República de Colombia una versión de los hechos que rescate del despido al subsecretario.

Cómo puede el expresidente Uribe –sí, mal ejemplo– decir que basta con que Cruz pida perdón.

El infierno ya no es la gruta polvorienta de los antiguos ni la caldera ejemplar de los católicos, sino la tal posverdad, la tal subverdad: el empeño de los populistas caraduras de negarnos la verdad e imponernos su mentira. Hay quienes osan negar, por ejemplo, la grabación en la que el exgerente del “no” no solo cuenta cómo engañaron a la gente, sino que imita, con sorna, el llanto de las víctimas. “Saulito” Cruz, que así le han dicho los padrastros de la patria en sus 15 años de subsecretario, tiene que irse del Senado: se inventó que un camarógrafo de Noticias Uno lo había agredido –y habrá que repetirlo hasta que suene tan grave como es–, y los hechos, hechos son. Y una vez más es lo fundamental dejar en claro que los enemigos de la libertad de expresión son enemigos de la ley, y son violentos: subsecretarios, subcongresistas, subpresidentes.

www.ricardosilvaromero.com

@RSilvaRomero

Tomado de: ElTiempo
http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/ricardo-silva-romero/subsecretario-saul-cruz-97080
Mínimo: «Líder no es quien despierta nuestra violencia, sino quien nos libra del horror»
Por: Ricardo Silva Romero 

Colombia no puede seguir conformándose con menos de lo mínimo: y lo mínimo es, por ejemplo, que los políticos del país dejen de resolver sus líos estigmatizando –como poniéndoles un blanco en la espalda– a los periodistas.

Líder no es quien despierta nuestra violencia, sino quien nos libra del horror. Y una sola palabra contra un periodista, en este país en el que 153 han sido asesinados desde 1977, es una orden para los perros bravos y los ángeles vengadores y los ejércitos privados que viven esperando una señal. Está bien que se critique al presidente Santos por insistir en que el problema es que algunos columnistas se concentran en la parte mala –está bien criticarlo, digo, porque un grave defecto de su gobierno ha sido la convicción de que la culpa es de los otros–, pero él no suele pasar de la queja al estigma, a la calumnia que pone en peligro.

Un lector al que admiro me ruega que no hable más del expresidente Uribe. Yo le ruego de vuelta que entienda que, si la idea sigue siendo que esto sea una democracia, si la idea sigue siendo que nadie esté por encima de la ley, ninguno de nosotros puede dejar pasar sus acusaciones infundadas e impunes contra los periodistas como resignándose a que “calumnia” e “injuria” sean palabras en vías de extinción. Estaremos perdidos el día en que sea lo normal que –sin ninguna prueba, pues se trata de que la venganza se adelante a la justicia– un expresidente acuse de ser un delincuente a un ciudadano que lo está cuestionando con documentos en la mano. Quizás el día ya llegó, querido lector al que admiro, y quizás a una parte del país le parezca bien –leí en redes– “jugar al tiro al blanco” con los críticos del uribismo: razón de más para escribirlo.

Si la idea sigue siendo la democracia, no puede parecernos normal que un líder con semejante poder sea capaz de calumniar e injuriar como si solo se estuviera defendiendo.

El expresidente llamó a Yohir Akerman “desteñido militante del Eln”, el martes 29 de marzo de 2016, por traer a la memoria aquel reporte de la DIA; llamó a Daniel Coronell “extraditable”, “sometido a las Farc” y “enemigo de paramilitares”, el domingo 27 de noviembre de 2016, por denunciar sus saboteos al proceso de paz; llamó a Julián Martínez “periodista pro Farc”, el lunes 15 de mayo de 2017, por reseñar los subsidios oficiales que recibió su finca mientras él era el presidente; llamó a EL TIEMPO “obligado por el terrorismo”, el viernes 19 de mayo de 2017, por contar que la justicia le había ordenado retractarse por llamar delincuentes a los jóvenes asesinados en Soacha; llamó a Daniel Samper Ospina “bandidito”, “maltratador de niñas” y “payaso”, el sábado 20 de mayo de 2017, por traer a colación los tales subsidios.

Y es lo mínimo que los periodistas lo denuncien por calumnia para que, así el daño ya esté hecho, así los lobos solitarios hayan sido ya notificados, tenga él que ir a la Corte Suprema a pedirles perdón: ya el viernes 29 de julio de 2016 tuvo que excusarse con Hollman Morris por haberlo llamado “servil al terrorismo”, y propiciar, por ejemplo, que un hombre se ofreciera en las redes a matarlo.

No puede pasar. Si la idea sigue siendo la democracia, no puede parecernos normal –“ah, él es así…”– que un líder con semejante poder sea capaz de calumniar e injuriar como si solo se estuviera defendiendo: creo, lector, que tenemos que salir reconciliados e ilesos de esta guerra vieja en la que vale cualquier falsedad porque cualquier cosa vale, pero también creo que para lograrlo es importante cuidar las palabras, devolverles su peso, su gravedad; reconocer que buscar el fin del conflicto es también estar en contra de las Farc, el Eln, los paramilitares; aspirar a que las leyes sean las reglas del juego; notar que la Constitución nos llama a redoblar esfuerzos para superar esta violencia que ha sido nuestra norma, y redoblarlos: eso es lo mínimo.

www.ricardosilvaromero.com

Tomado: ElTiempo

http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/ricardo-silva-romero/minimo-calumnias-de-alvaro-uribe-hacia-periodistas-92434

¿Cuál es el trato que reciben los periodistas en Colombia?

“¡Prensa mentirosa cuéntanos bien!”

Entre canticos, coros y arengas, transcurrió la gran movilización nacional de protestantes el pasado 6 de junio del 2017. Comandados por docentes; diferentes entidades nacionales salieron a manifestar su disgusto hacia el ESTADO por las calles de la capital.

Los maestros y profesores de todo el país dejaron en claro sus descontentos laborales; y manifiestan que, según ellos, el gobierno no se ha interesado en lo más mínimo por  enmendar estos errores.

Miles y miles de personas demandando por sus derechos. Todos reclamando por un mejor trato. Todos pidiendo a gritos ser escuchados.

Es entonces cuando los medios de comunicación entran en escena. Con la responsabilidad de informarle a la ciudadanía de manera clara e imparcial lo que ocurre en el país, tienen el poder de darle voz a los que no tienen voces; siendo así la vía de manifestación más poderosa de las personas.

Pero, hoy en día, ¿Aun tiene credibilidad los medios de comunicación en Colombia? En un intento de indagar acerca del trato que estos reciben en una aglomeración de personas como una protesta, nos dirigimos hacia la Plaza de Bolívar, con el fin de observar y tomar testimonios de los reporteros, camarógrafos y periodistas que estaban cubriendo dicho evento, para que nos contaran sus experiencias.

Desde las 11 AM los manifestantes empezaron a ocupar la plaza. Poco a poco se fue llenando de pancartas y banderas. Pronto los silbidos se fueron haciendo más fuertes, y de un momento a otro, la plaza estaba inundada por colores, sobrillas y gritos de protesta. Desde la tarima, se  apoyaba y motivaba con altavoces el arribo de las diferentes entidades y colegios a la aglomeración, y se reconocía su presencia con el tradicional “¡Presente, Presente, Presente!”

En medio de la acción, y de manera casi imperceptible, los periodistas de los diferentes medios, armaron su stand de prensa, y se dispusieron a realizar los informes pertinentes. Decidimos acércanos para hablar con ellos. Y al solo aproximarse a su radio, en algunas ocasiones, se hacía muy evidente el disgusto de las masas.

“¡Prensa mentirosa cuéntanos bien!” “¡Digan la verdad!” “¡Mentirosos!”.
Estos y muchos otros canticos envolvían la transmisión de los reporteros, los cuales se veían obligados a trabajar mientras las personas les gritaban y abucheaban.

Al notar que la forma en la que las personas mostraban su desaprobación hacia los periodistas era tan gráfica y expresiva, decidimos realizar una nota audiovisual, recolectando testimonios de trabajadores de diferentes medios, en el que narran la manera de cómo se desenvuelven en manifestaciones y protestas, para poder cumplir con su trabajo.

Nuestros colegas se mostraron cooperantes hacia nuestras peticiones, y nos contaron sin rodeos sus experiencias. No atacaron ni culparon a las personas por sus opiniones, sino comprendieron y toleraron sus quejas, siempre y cuando fuesen dadas con respeto.

Después de poder charlar con ellos, nos quedaron varias dudas. ¿En qué punto los medios pasaron de ser el gran aliado de la población, a un enemigo? ¿Por qué se les tilda y se les marca como los cómplices de los altos mandos estatales y gubernamentales? ¿Son justas todas esas acusaciones?

Estas y muchas otras incógnitas se resuelven según la percepción de cada quien, ya que cada uno interpreta la información que se le da, de manera individual. Pero lo que si queda claro es que los reporteros, camarógrafos, periodistas y cualquier trabajador de la noticia, es una persona íntegra que trata de realizar su labor de la forma más responsable posible. Y que su único afán es la de llevar la información lo más rápido, claro e imparcial a sus espectadores.

Y usted, ¿Qué opina de los medios de comunicación en Colombia?.

Por: Pedro Beltrán Harker, Periodista CPB.

El hombre del montaje… y su venganza
Cecilia Orozco periodista / Foto: Alchetron.com
Por : Cecilia Orozco 

Uno no es periodista para que lo quieran. Quienes ejercemos esta profesión en defensa del interés general, tan atropellado por los propios funcionarios del Estado en todas sus ramas, hemos aceptado que la ecuación de entornos favorables a nuestra labor resultará a la inversa: a mayor independencia, menor tolerancia y expansión geométrica de enemigos dispuestos a cortarnos las alas. Uno no es periodista para que lo alaben aquellos que son sujetos del control social que han tenido que asumir los medios, a falta de autoridades judiciales eficientes y fuertes. Pero espera el mínimo respeto que exigen las democracias para la prensa libre. Aun así y pese a las apariencias con que tratan de cubrirse quienes prefieren las autocracias, no hubo sorpresas en la andanada del Senado contra Noticias Uno el jueves pasado, cuando el subsecretario de esa corporación, Saúl Cruz, tuvo la privilegiada opción de dirigirse a su plenaria con el fin de quejarse, dramáticamente, de la supuesta agresión de un reportero gráfico del noticiero. Tampoco me asombró que diez congresistas, de derecha a izquierda, se “solidarizaran” de inmediato con él ni que, sin hacer siquiera una pregunta aclaratoria, condenaran “a cárcel” al sencillo camarógrafo que cumplía con la tarea que se le había asignado (tal vez por suponer que no tendría defensa frente al poderoso Saúl) o que pidieran “expulsión para siempre” de Noticias Uno.

Sí me aterró, en cambio, que ese día de represalias explícitas, no se levantara una sola voz en defensa, no de un medio, sino de la libertad de crítica garantizada en la Constitución.

Cruz, el subsecretario “denunciante”, y su jefe, el secretario general Gregorio Eljach —quien ha logrado pasar de agache en el escándalo que se generó después de que las víctimas de su montaje pudiéramos demostrar que su subalterno mentía—, son los verdaderos dueños del Legislativo coligados, cómo no, con los senadores que necesitan de sus favores en asignación de cargos internos, vehículos, escoltas, secretarias, asistentes, pasajes, viáticos, certificaciones que significan $, etc., etc. Parecen segundos, pero son primeros. Esto explica que los parlamentarios corran como perritos falderos tras ellos cuando requieren un favor de esos que pueden demorarse meses o resolverse en horas. Lo hemos demostrado, con hechos, en Noticias Uno, en donde seguimos a los abusadores visibles e invisibles del poder.

La farsa de Cruz Bonilla no es espontánea. Fue “provocada” porque acababa de perder su candidato a la Corte Constitucional Álvaro Motta —candidato también de su líder político-religioso Alejandro Ordóñez—, pese a su descarado cabildeo. Pero, ante todo, fue producto de una venganza personal contra el medio que había expuesto su torcida conducta así como la de su superior Eljach y la del antecesor de este, Emilio Otero, desde hace años. Publicaciones de Noticias Uno poco gratas para los secretarios senatoriales: 21 de julio, 2013: “Intercambio de favores entre Procuraduría (Ordóñez) y Congreso”; resumen: “el subsecretario del Senado, Saúl Cruz, tiene a un hermano suyo en un alto cargo en la Procuraduría y a cuatro recomendados más en otros puestos en esa entidad” (ver). 13 de marzo, 2016: “Escolta denuncia maltrato laboral de la viceprocuradora Castañeda”; resumen: “Escolta al servicio del hermano del subsecretario descubre cruce de favores entre la Procuraduría y el Senado por cuenta de Saúl Cruz” (ver). 17 de septiembre, 2016: “El Congreso les compró carro nuevo a Gregorio Eljach y a Saúl Cruz”; resumen: “a pesar de los anuncios de austeridad, el Congreso acaba de pagar $420 millones para que su secretario general y su subsecretario estrenen blindados de alta gama (cada uno por $210 millones)” (ver). 27 de marzo, 2016: “Estudiante de periodismo retenida por el secretario general del Congreso” (ver). 22 de noviembre, 2015: “Secretario del Senado Gregorio Eljach fotografiado en compañía del magistrado Pretelt” (ver). Los senadores que multiplicaron, gustosos, el ataque al informativo, tomaron la oportunidad al vuelo. Así ejecutaban, cada uno, sus propias retaliaciones. ¿A quién le cabe duda de que el “fallo” de Obdulio Gaviria no haya sido dictado sino por su odio a Noticias Uno, a uno de sus socios y a esta columnista por las investigaciones que hemos publicado sobre sus antecedentes como funcionario de Presidencia? ¿Quién puede creer en la imparcialidad de las diatribas de Thania Vega, Ernesto Macías o Sofía Gaviria —por mencionar solo unos—, congresistas sin un solo voto que no sea prestado, pero con mucha ira en la cabeza por la misma razón, informaciones del noticiero y por las opiniones del socio de NTC, el vilipendiado presidente de Noticias de Univisión Daniel Coronell, y también por los comentarios de quien firma este espacio? La venganza quedó al descubierto. Al parecer, la protección constitucional de Colombia no nos alcanza. Por tanto, dirigiré una solicitud cautelar a la Relatoría para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Enfrentarse al Senado del país en que uno vive, no es cualquier cosa.

Tomado de: El espectador 

http://www.elespectador.com/opinion/pretelt-perder-es-ganar-mucho-columna-696172

En memoria de Ana Gilma Bogotá Moreno

Ana Gilma Bogotá Moreno (Q.E.P.D.)
Foto Círculo de Periodistas de Bogotá

El Círculo de Periodistas de Bogotá y su Junta Directiva, se conmueve por la pérdida reciente de una de nuestras más cercanas amigas;  y le informa a toda la comunidad que la familia de nuestra querida socia ANA GILMA BOGOTÁ MORENO, invita a la misa en conmemoración por un mes  de fallecida, que tendrá lugar el domingo 9  de julio a las 4:00 p.m. en la iglesia Madre del Salvador, ubicada en la calle 53B No. 27-36 Galerías.

Gracias por su atención a este homenaje póstumo.

 

La gran toma nacional, por la lucha en defensa de la educación
Toma Nacional 6 junio, Plaza de Bolivar / Foto; Círculo de periodistas de Bogotá

La llamada “toma nacional”, inicio desde las 8:30am en las principales vías de Bogotá el 06 junio 2017, fue la gran movilización  de los maestros organizada por Fecode que ya lleva casi un mes, a la cual se unieron delegaciones de todo el país; diferentes instituciones, trabajadores del estado, centrales  obreras y sindicatos de trabajadores y estudiantes de universidades y colegios, así fue la jornada Nacional de movilización y concentración del Magisterio  Colombiano por consecuencias  de las negociaciones fallidas  de los gremios con el  Gobierno Nacional.

La movilización  fue concentrada en la Plaza de Bolívar  a partir de las 2:00 pm donde diferentes miembros  de entidades  se congregaron con el fin  de recibir respuesta por parte del gobierno y poder llegar a un acuerdo.  Pedro Arango,Ejecutivo de Fecode – menciono “En esta oportunidad nos hemos venido de todas las regiones y departamentos, realizando movilizaciones con el fin de convocar a la sociedad colombiana no solo por el aumento salarial, sino por la defensa de la educación pública”.

                    Plaza de Bolivar / Foto Círculo de periodistas de Bogotá 

El Magisterio Considera que se debe hacer una reforma al sistema general de participación, pidiendo un aumento anual para que se logre una educación con calidad y se puedan pagar los salarios de los maestros;  además consideran que el gobierno no puede implementar la jornada única porque no hay infraestructura acorde y no hay condiciones óptimas ni de calidad, asimismo las zonas rojas del país están siendo olvidadas, porque hay niños  que no reciben educación, y muchos que aún no han ingresado al sistema.

“Es necesario que la sociedad colombiana entienda que la lucha que estamos librando es por el presupuesto y la defensa de la educación pública”. Menciono Pedro Arango.

Los maestros manifiestan que marchan por la reivindicación de  sus derechos y por los de los estudiantes; ellos están luchando por la educación pública en general, el gobierno  quiere acabar con los centros educativos y  no responde ante las peticiones de los protestantes.

 “Nosotros los maestros estamos pisoteados nuestra dignificación debe ser la prioridad del gobierno, la salud de los maestros esta por el suelo, es justa esta movilización porque la educación  de Colombia cada día va para el suelo.” Manifestó un docente del Colegio Monserrate de Bogotá.

                     Plaza de Bolivar / Foto Círculo de periodistas de Bogotá 

José Sánchez, maestro del Colegio Jorge Eliecer Gaitán “El paro es triste, y aún es más triste tener que hacer manifestaciones para que el gobierno nos escuche,  debería existir  un tipo de  pensamiento y lógica por parte de los mandatarios, somos la fuerza de la educación.”

Fue una jornada con calma y sin incidentes. Pero se manifestaron con desagrado las entidades,  porqué se sentían inconformes con el aumento salarial que fue por debajo de la inflación. Se reportó la concentración de más de 4000 personas en la plaza de bolívar en la lucha por los derechos contemplados de los trabajadores.

Expresidente Francisco bayona  de la Federación Colombiana de Educadores  dice  “El paro es justo y necesario para que el gobierno reconozca la importancia de la educación pública en Colombia y  además reconozcan el papel de los docentes, como los constructores de la sociedad”

También se resalta la importancia del levantamiento del paro cívico en buenaventura  entre el gobierno  y líderes del paro; donde el estado propuso $1.5 billones para que se ejecutaran obras muy importantes de esta población, acueducto, infraestructura, salud entre otras. Para mejorar la infraestructura educativa se invertirán $170 mil millones.

El magisterio espera que así como se dio solución a la población de buenaventura, también el gobierno establezca alguna solución para las instituciones y docentes de todo el país, para resolver la problemática del magisterio colombiano y la educación pública.

“Esta jornada distrital es la lucha por la defensa de educación y  la lucha por los derechos de los trabajadores” menciono Hernán Trujillo Tovar ADE (Asociación Distrital de Educadores).

Con sombrillas de colores, pancartas y micrófonos termino la jornada, para exigir ser escuchados y no seguir perjudicando a los estudiantes que llevan más de 20 días sin asistir a clases.

Por: Alexandra Pinzón  periodista CPB 

 

BLANCO Y NEGRO «Senado Emberracado»

Por: Gabriel Ortiz, socio del CPB

La estrategia de la “emberracada”, reina en Colombia. La ensayó con total éxito un Vélez Uribe, con la complacencia de un Uribe Vélez, durante el plebiscito de octubre.

Vélez lo admitió y se vanaglorió de haber acudido a esa maniobra: “se trató de no apelar a la razón, de buscar la indignación, para que la gente saliera a votar emberracada”. Con el engaño, la farsa, la mentira, el susto y el miedo, se induce hoy a un electorado, un pueblo, a una comunidad y hasta a un parlamento a actuar emberracados.

Pues bien: el actual Senado, en el que se asientan personajes irreflexivos cayó en la misma trampa, que el uribismo le tendió al país en ese oscuro octubre, cuando trataba de sepultar la paz.

Un irresponsable subsecretario del cuerpo legislativo, el que debe dar fe de lo allí actuado, acudió a la mentira, al engaño, a la posverdad, para asustar a los “padres de la patria”, quienes irreflexivamente salieron a cobrarle a Noticias Uno, las denuncias que hace basadas en sus investigaciones, de las cuales no se escapan el Senado, el uribismo y demás movimientos y sectores que obran corruptamente.

Se aprovechó la efervescencia y el calor para despotricar contra Noticias Uno y demás medios que denuncian las venalidades. Trataron de impedir el ingreso al recinto de periodistas que descubran o delatan inmoralidades. La libertad de expresión quedó en vilo por momentos. El Senador Benedetti, fue el único que no tragó entero la farsa de la golpeada mejilla del lobista subsecretario, muy dolido por la pérdida de la elección de un magistrado. El CPB, nuestro gremio, denunció valientemente la ansiedad de un Senado para implantar la censura de prensa.

Grave, muy grave, lo que han implantado los dirigentes de un movimiento político que, sin ética alguna, acuden a las peores añagazas, patrañas y artimañas, para manipular a la opinión pública y muy especialmente a un grupo de senadores que deberían ser ejemplo de aplomo, cordura, sensatez, honradez y justicia, antes que actuar irracionalmente, con ligereza, disparatadamente.

Qué podemos esperar de un país, de un electorado así manejado, así conducido, así orientado. Al que han llevado a odiar y torpedear una paz estable y duradera. Lo grave es que muchos se tragan ese engaño, ese susto, ese miedo y muy seguramente seguirán actuando emberracados, como cualquier Senador irreflexivo.

BLANCO: Noticias Uno, demostró la ética, el profesionalismo y la independencia del periodismo colombiano.

NEGRO: A estos paros, sacaron a la gente emberracada y extrañamente financiada.

[email protected]

 

Entrevista “Cada día es menor el poder de la prensa”: Daniel Samper Pizano

Semana.com le preguntó al periodista y escritor acerca de la falta que le hace al país tener más y mejor humor político, sobre la pelea de su hijo con Uribe en redes sociales y la situación de los medios en Colombia.

Pidió hace poco, en la última versión del Encuentro de Periodismo de Investigación en Bogotá, que no lo confundan más con ese youtuber que se llama como él y dejó claro que, aunque el tipo sea calvo igual que él y sus hijos vengan siendo los propios nietos de Samper Pizano, él no tiene nada que ver con su puto libro.

No es ese Daniel Samper. Este Daniel Samper es el hombre que lideró la unidad investigativa  de El Tiempo, diario del que se retiró después de 50 años de una carrera admirada no solamente en Colombia. Estados Unidos le dio el Premio María Moors Cabot de la Universidad de Columbia y España el Premio Rey de España y el Premio Continente de Periodismo.

A tres años de su jubilación, el hombre que firmaba Cambalache (la columna de opinión más leída de su época), el argumentista de Dejémonos de Vainas, el libretista de Escalona, el autor de más de 25 libros, opina sobre la realidad periodística, sobre el humor y sobre el pasado:

Semana.com: Usted admira al humor porque este ‘ha sido siempre enemigo del poder’ y ‘pone armas notables en manos de los débiles’. ¿Cuenta el periodismo colombiano con suficiente humor político de alta calidad e impacto?

D.S.P.: No; falta que se extienda más una sana actitud de distancia mediante el humor para juzgar nuestro tiempo. Hay algunos buenos caricaturistas –principalmente Matador, para mi gusto—y confieso que me divierten mucho las columnas y los videos de mi hijo Daniel.

Semana.com: A propósito, Álvaro Uribe arremetió hace poco en las redes sociales contra dos de los periodistas que lo cuestionan por haberse supuestamente beneficiado por subsidios agrarios siendo presidente. Uno de ellos es su hijo, a quien él llamó ‘payaso‘, ‘bandidito‘ y ‘maltratador de niñas recién nacidas‘. ¿Qué opina?

D.S.P.: Uribe no solo es un mentiroso y calumniador consuetudinario que maneja un importante sector de opinión pública a partir de sus reacciones primarias, sino que inyecta irresponsablemente una dosis cotidiana de odio que pone en serio peligro a esta sociedad convaleciente de la violencia en que vivimos.

Semana.com: ¿Qué concepto tiene del trabajo periodístico de su hijo Daniel?

D.S.P.: Me parece interesante, original y valeroso. Pero no se lo digan a él, porque se “coloca” creído.

 

Semana.com: ¿Considera que las columnas de opinión que usted tuvo le dieron poder?

D.S.P.: El poder que me daba la columna era innegable y procuré dirigirlo hacia la crítica de situaciones injustas y la denuncia de políticas erradas y actos de corrupción.

Semana.com: Una vez conocidos los resultados del brexit, el plebiscito colombiano y las elecciones presidenciales estadounidenses, los medios de comunicación de cada uno de esos países han sido blanco de una avalancha de críticas. ¿Qué está pasando con la prensa?

D.S.P.: Cada día es menor el poder de la prensa. Ya pasaron los tiempos en que los periódicos y la radio elegían presidentes. No quiere esto decir que actualmente, con las redes sociales, haya mayor democracia: por el contrario, la mentira corre más rápido, la violencia verbal se exacerba y las calumnias se imponen con más fuerza. Pero la responsabilidad de la prensa en todo ello es mucho menor, incluso en Francia, que ha sido siempre un pueblo muy lector y buena consumidor de prensa.

Semana.com: ¿Qué columnistas lee?

D.S.P.: Muchos. Tanto los que leo porque en general comparto sus ideas, como aquellos que ofrecen un punto de vista opuesto al mío. De otro modo solo quedaría informado a medias.

Semana.com: Usted es hermano de Ernesto Samper. ¿Qué significó en su historia profesional haber tenido lazos de sangre con el poder nacional más alto y más desprestigiado de su momento?

D.S.P.: Creo, sinceramente, que el concurso de desprestigio lo ganan otros. Para saberlo, basta con mirar hasta qué punto la corrupción y los vínculos con la violencia salpican a ciertos gobiernos posteriores. De todos modos, siempre he dicho que para un periodista independiente es un obstáculo tener alguien de su familia en el poder.

Semana.com: ¿Tiene hoy algún reparo contra usted mismo por el manejo que le dio a esa situación?

D.S.P.: No, hice lo único que podía hacer: dejé mi columna en El Tiempo, suspendí mi participación en los editoriales y durante seis años me concentré en una inocente columna de humor costumbrista y mi trabajo como periodista en España. Cuando volví a escribir una columna, por petición de El Tiempo, hacía dos años habría terminado el gobierno de Ernesto y en mis artículos nunca me ocupé de asuntos relacionados con él, ni de defenderlo y ni siquiera lo nombraba, aunque consideraba que era víctima de más de una infamia. Las recientes declaraciones del ex embajador Frechette y del vicepresidente Naranjo lo confirman.

Texto escrito por Veronica Ucrós, estudiante de la maestría de periodismo de la Universidad del Rosario y SEMANA.

Tomado de: Revista Semana

www.semana.com/nacion/articulo/entrevista-a-daniel-samper-pizano-medios-de-comunicacion-y-poder/527602

Monumentos de paz

Por: Gonzalo Silva Rivas, socio CPB

Las Farc organizaron un particular recorrido turístico hacia un potencial destino, el más simbólico y representativo de su existencia como grupo insurgente. Mediante una cautelosa presencia en redes sociales promovieron la “Gran ruta turística e histórica de Marquetalia” —como la bautizaron—, convocando a los colombianos a echarse la rodadita por esta accidentada zona rural del municipio tolimense de Planadas, epicentro de su alzamiento revolucionario en la primera etapa de los años 60.

La concurrencia no fue masiva, tan solo unos cuantos profesionales de izquierda que hicieron camping durante cuatro días, entre agotadoras jornadas a pie, recorriendo sus fríos y densos parajes naturales, colmados de flora y fauna nativa y rodeados de montañas. En el caserío, los campesinos relataron las amargas experiencias dejadas por la guerra, la discriminación sufrida y la ausencia estatal que —sumada a la presión guerrillera— los mantiene en la pobreza. El viaje resultó una oportunidad excepcional para conocer espacios y personas, amurallados por el conflicto, como lo definió un asesor del movimiento Voces de Paz.

Marquetalia posiblemente se convertirá en uno de los tantos monumentos conmemorativos de la violencia colombiana, que atraerá la atención de turistas durante el posconflicto. Es una de las huellas dejadas en la memoria por la crueldad de la violencia, en donde perdurarán recuerdos de grandes y numerosas heridas. Refundida entre la escarpada cordillera Central, inspiró la lucha del movimiento insurgente, que desde mediados del siglo pasado llenó de sangre y dolor buena parte de la geografía nacional.

Durante el siglo pasado, el fanatismo de los partidos tradicionales sembró las semillas de las guerrillas comunistas e hizo que el caserío se convirtiera —a finales de los años 50— en el refugio de las autodefensas de Tirofijo. En 1964, el presidente Valencia, decidido a poner fin a lo que el senador Álvaro Gómez definió como la República Independiente de Marquetalia, emprendió una costosa y sofisticada operación militar. El puñado de bandoleros escapó ileso y agrupado kilómetros más allá, en Riochiquito, concibió su nueva estrategia de lucha, que dos años después formalizó con la creación de las Farc. La operación fue un discutido revés para el Gobierno, cerró las puertas del diálogo y abrió el trágico escenario que enfrentó el país por medio siglo.

Aunque el tour a Marquetalia fue programado por las Farc para celebrar el quincuagésimo tercer aniversario de su nacimiento en esta región, la agreste y abandonada vereda con su caserío, sin duda, podrían estar en la mira de un proyecto de turismo alternativo, incorporado dentro de esa nueva modalidad que se abre paso en la industria, amarrada a los paquetes temáticos de violencia, conocida como turismo negro o de dolor. Son varios los ejemplos consolidados como alternativas de viaje por su simbolismo. Entre ellos, los castillos y campos de batalla de Culloden, en Escocia, o los de Poneari, en Rumania.

Marquetalia marcará como referente de la violencia política y social colombiana, y ahora, firmada la paz con el grupo guerrillero, podría despertar de su pesadilla y sacudirse de su estigmatización, si el Estado hace presencia en sus contornos y centra su atención en los mismos requerimientos exigidos hace 53 años: trazarle vías y construirle la infraestructura pública más elemental. Es decir, una escuela, un puesto de salud y el puente que comunica al municipio de Progreso con Villanueva.  

Cerrado el ciclo de guerras, deberá esperarse que haya reparación para esta y muchas otras poblaciones rurales sacudidas por el terror, a fin de voltear la oscura página de la barbarie que las asoló durante décadas. El turismo es alternativa para descubrir e impulsar el desarrollo de esa Colombia profunda y desconocida, que solo se referencia por su miseria. Convertir los territorios de violencia en monumentos de paz y oportunidades turisticas permitiría aprender de sus tragedias y formar conciencia colectiva para no repetirlas.

[email protected]

@Gsilvar5

Tomada de: El Espectador.

Día mundial del medio ambiente

El día mundial del medio ambiente es un evento anual que se realiza en todo el mundo con el fin de promover acciones a favor de la naturaleza, este evento se realiza el 5 de junio desde el año 1972, con el fin de generar conciencia y sensibilización en las personas, este año el día mundial  del Medio Ambiente se organiza con un tema central que está enfocado  en la conexión de las personas con la naturaleza.

Los objetivos son darle una cara humana, motivar a la sociedad a cuidar y generar mejores prácticas del cuidado con el medio ambiente, para así construir activos  del desarrollo sostenible, impulsar el llamamiento a la protección de la Tierra que es nuestro hogar común “si todos ponemos un granito de arena el mundo sería mejor”.

El Círculo de Periodistas de Bogotá, CPB, celebra el día internacional del medio ambiente; promueve la protección y el cuidado de la naturaleza además invita a los ciudadanos a que no solo hoy, sino todos los días hagamos parte del entorno de natural, (tomar aire libre, hacer prácticas del cuidado, no botar basuras, disfrutar de la belleza y reflexionar acerca de cómo somos parte integrante y lo mucho que de ella dependemos.

“Sin un medio ambiente saludable, no podremos acabar con la pobreza  ni fomentar prosperidad. Todos tenemos una función en la protección de  nuestro único hogar – Antonio Gutierrez Secretario General de la ONU.

Por: Alexandra Pinzón CPB.

 

Colombia: Universidad del Norte ahora es parte de la SIP

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) dio la bienvenida a la Universidad del Norte y a 15 instituciones más de Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México y Perú que por primera vez fueron aprobadas como socias cooperantes de la organización. La distinción les permitirá hacer parte del debate sobre el futuro del periodismo y de la profesión con los principales medios de América Latina.

La academia debe participar en procesos de revisión de lo que ofrecen las salas de redacción a los periodistas, dice Alberto Martínez, director del programa de Comunicación Social y Periodismo de Uninorte.

La SIP es una organización sin fines de lucro dedicada a la defensa y promoción de la libertad de expresión y de prensa en todas las Américas. Hace alrededor de diez años que trabaja por mejorar los procesos de formación de los periodistas, lo que dio lugar a la creación del Consejo Latinoamericano de Acreditación de la Educación en Periodismo y Comunicación (Claep), que certifica la calidad de los programas en las universidades de Latinoamérica.


                Sociedad Iberoamericana de prensa – SIP- www.sipiapa.org

Las universidades admitidas por la SIP —durante su asamblea general celebrada en octubre de 2016, en México— están acreditadas por Claep que hoy actúa como órgano independiente, con su propia naturaleza y estatutos, con el objetivo de contribuir a las mejoras en los procesos de formación de periodistas. Lo que comprende revisar los procesos de educación de los programas académicos y hacer recomendaciones de ser necesarias.

En ese sentido, explica Alberto Martínez, director del programa de Comunicación Social y Periodismo de Uninorte, «la SIP reconoce que las universidades con programas acreditados por Claep forman periodistas en la defensa de la libertad de prensa y de expresión».

Estas 16 universidades son la Católica de Argentina; la Católica de la Santísima Concepción, en Chile; la Autónoma de Bucaramanga (UNAB), la Autónoma de Occidente, La Sabana, la del Norte, la del Externado, la Pontificia Bolivariana y la Santiago de Cali, en Colombia; la Técnica Particular de Loja y la de Los Hemisferios, en Ecuador; el Instituto Tecnológico de Monterrey, la Anáhuac Mayab y la Anáhuac México Norte, en México; la Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) y la San Martín de Porres, en Perú.

Estas instituciones, ahora, entran a debatir activamente con dueños y directivos de periódicos la suerte del periodismo de América Latina. «Si bien es importante que nosotros nos revisemos o nos revisen en la formación que damos, también lo es que la academia participe en procesos de revisión de lo que ofrecen las salas de redacción a los periodistas», afirma Martínez.

En el ámbito, tanto medios como academia tienen consensos conceptuales, pero también diferencias desde el punto de vista pragmático. Ello porque —según el docente— así como la SIP tiene preocupación sobre la formación, a las universidades les preocupan las condiciones con las que sus periodistas llegan a una sala de redacción.

Pero ahora, «con la incorporación como socios de las universidades de Claep a la SIP se establece una nueva relación con las unidades acreditadas en la cual podrán acceder a los mismos beneficios que otros miembros de la SIP: la red de profesionales, participar en misiones, seminarios y otras actividades de la organización», cuenta la directora ejecutiva de Claep, Susana Mitchell, docente de la Universidad Católica Argentina.

Antecedentes

La idea de la SIP para la creación de Claep surgió en 1995 en la Conferencia Hemisférica sobre la Modernización de la Enseñanza en Periodismo, celebrada en la ciudad de Cantigny, Illinois; donde se planteó la necesidad de que las facultades de periodismo y comunicación estuvieran en concordancia con el campo profesional en torno a la preparación académica de los profesionales y las necesidades del sector.

Cinco años más tarde nació Claep (2000), como herramienta de certificación de la calidad educativa de las universidades que voluntariamente así lo soliciten. Desde hace varios años la SIP realiza actividades conjuntas con las universidades del Consejo, que abarcan temas de libertad de prensa y crímenes contra periodistas, entre otros.

Incluso, la SIP abrió un espacio societario a los medios universitarios. «En ese momento nosotros nos acogimos con El Punto, que es el primer periódico institucional en ser admitido como socio», cuenta Martínez.

Ahora es «muy relevante» para las instituciones de educación superior participar activamente en la Sociedad, como considera Tony Pederson, presidente de Claep y profesor del Meadows School of Arts de la Southern Methodist University en Dallas. «Esto nos permite cumplir con nuestro objetivo de educar a los futuros periodistas elevando la importancia de la libertad de expresión y de prensa en las universidades», dice.

«Eso permitirá unos constructos de profesión, robustecerla y salirle al paso juntos a los desafíos, que no son solo en términos de censura de prensa o en presiones indebidas que se ejercen desde las fuentes, sino también de las condiciones con las que llegan los periodistas, que es una manera de ambientar unos ejercicios de violación y libertad de prensa y autocensura», concluye Martínez.

Tomada de : Sociedad Interamericana de Prensa SIP

http://www.sipiapa.org

BLANCO Y NEGRO – El baloto de Bajirá

Por: Gabriel Ortiz, socio CPB

Nadie daba un peso por Belén de Bajirá, hasta cuando el Agustín Codazzi, mapa e historia en mano, determinó que sus 12 mil habitantes, son chocoanos y que, a pesar de estar sentados sobre montañas de riqueza, padecen total abandono, atraso y disputas entre paramilitares, delincuencia común y guerrillas.

Sus moradores, ancestrales o foráneos, no saben qué hacer, si cobrar el ¨baloto¨ que creen haber ganado, o seguir graduándose de pobres, como tradicionalmente lo han hecho.

Del Chocó, poco podrán recibir, porque de todos es sabido que se trata de una de las regiones más abandonadas del país; y de Antioquia, seguramente les llegará una invasión con efímera riqueza, que arruinará sus suelos con la minería ilegal y el paramilitarismo narcotraficante urabeño.

Ninguno de los dos departamentos ha aportado nada. Desde 1947 cuando la ley incluyó a Belén de Bajirá en el mapa chocoano, es poco lo que ha recibido, porque de todos es sabido que la plata del noroccidental departamento, se queda en las sucias y corruptas manos de unos cuantos políticos, mineros y terratenientes.

Los recursos del multimillonario Antioquia, también tocados por la corrupción, como toda la plata colombiana, se quedan en Medellín y en el Valle de Aburrá. Sus lejanos municipios, están en el más completo abandono.

Nadie entiende la lucha de los prohombres de las dos regiones disputándose lo que nunca han atendido, lo que nunca han conocido, lo que pocos sabían que existía. La opulenta Antioquia, quiere a Bajirá para sí. Y ya tiene afilados los dientes para atraparla con sus abundantes mayorías parlamentarias, apoyadas por un Centro Democrático. Está lista para dar el zarpazo. La débil representación chocoana, nada tiene que hacer si el tema llega a las ligas mayores del Congreso.

Los cultivos de palma de esos ubérrimos territorios, el oro, el níquel, el cobre, la bauxita, y el petróleo, no serán para beneficio, ni riqueza de los ancestrales habitantes de Belén de Bajirá. Será para los depredadores de esos suelos, de esa geografía, de quienes creen haber ganado el ¨baloto¨ del municipio chocoano.

Ese sueño se convertirá en pesadilla, para quienes lleguen por esa riqueza. No será fácil apoderarse de ella, porque habrá pesos pesados reclamándola. Terratenientes, ganaderos y mineros están al asecho.

Belén de Bajirá, será avasallado y sometido por los eternos practicantes del feudalismo que está ente nosotros desde la conquista. Ese ¨baloto¨, no es para Bajirá. 

BLANCO: La perpendicular caída del desempleo en Colombia. Parece ser producto de la paz.

NEGRO: Trump y sus amigos creen que, acabando con el medio ambiente, aumentarán su riqueza.

[email protected]