Foto: Tomada de Redacción Digital Blu Radio.
Júbilo por el regreso de Cristo José. Que ningún niño vuelva a ser secuestrado pide el CPB, y exige la liberación de Alberto Cardona, niño de 6 años, secuestrado en Santa Marta.
Por: Patricia Suárez, socia del CPB.
¡Moñona! el nudo publicitario que permite una cadena de palabras, en el caso específico, desde la periodista Monica Gontovnik y, es que nada se escapa al impacto, a la novedad, a esa repetida «chiva» que en su contradicción crítica cae en lo mismo que señala, pero es parte del sistema y entraríamos a decir que la única posibilidad creíble de crítica para no «untarse de lo mismo» sería EL SILENCIO…
Pero, ya que nos ponen cara a cara al acontecimiento mediático, visto en todos los noticieros del mundo «rentable, explotable» permítanme una lectura:
La niña con un globo corazón-cometa tomado de los muros street, llevada a las alturas de la fama no sólo por el corazón que es parte consustancial del día a día en la simbólica sistémica de signos, (hasta para dar un me gusta que calma la mendicante espera like) sino la gestualidad del crítico, sonrisa sugerente (…) al estilo callejero, coloquial ¿lunfardismo global noticioso? la rápida y desenfadada forma cuyo lenguaje intenta la conciencia de ”no es arte» al masivo anonimato sujeto a la opinión de los medios, pero, ¿ qué dice su sonrisa? ¿qué logra en el lector? ¿qué diría Bergson?
Podría pensarse que la destrucción del cuadro, no fuera una estrategia para incrementar el precio de la imagen ceniza, (solo una parte otra se salvó) de la famosa plantilla del cotizado artista, sino que el creador buscaba a través del mecanismo guillotino simbolizar la destrucción y muerte que azota e invade al mundo e invita a otros artistas, por ejemplo: a que pinten a Zeus elevando en cometa el hígado, el pulmón, el riñón, los ojos de su hijo, o de alguno de los miles de niños perdidos en las calles de la miseria o el Número Nueve con el nombre de la ciudad de MONTERREY donde no hace mucho en zona rural encontraron en una casita abandonada nueve cuerpos de niños sin sus órganos…
Invito al crítico a criticar e imaginar un cuadro con el dedo índice de un niño de Monterrey…
Editorial
EL INSTANTE
2018
Esta opinión es responsabilidad única del autora, y no compromete al Círculo de Periodistas de Bogotá
Tomado de: Revista EcoGuía, dirigida por Daniel Jiménez socio del CPB.
Ya son 72 empresas, entre oficiales y privadas que le están apostando a la movilidad en bici en Bogotá. De estas, 10 realizaron más del 15 % de todos sus viajes en este medio de transporte, durante la XI Semana de la Bicicleta.
¿En realidad es el periodismo el mejor oficio del mundo? Este miércoles inició el Festival Gabriel García Márquez en Medellín. Reflexiones en torno a un oficio tan desprestigiado como necesario.
La Crónica de Guadalajara destaca el relevante papel de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE)
en la defensa de la libertad de expresión.
Buena parte del patrimonio de fauna, flora y paisajes, que hacen de Colombia un país privilegiado en materia de recursos naturales, está concentrado en los 20,7 millones de ha que suman el total de áreas protegidas administradas por Parques Nacionales Naturales (PNN), entidad que trabaja con las uñas en la promoción y ejecución de estrategias para impulsar su conservación.
El empeño del Gobierno, comprometido en avanzar en las metas de la Agenda 2020 de desarrollo sostenible, está en asegurar la implementación de políticas de conservación de la biodiversidad, sin restarles posibilidades a proyectos con potencial competitivo, como es el caso del ecoturismo, cuyos intereses se integran a los atractivos que ofrecen dichos territorios. La naturaleza forma parte del imaginario popular como escenario de contemplación y remanso de paz y tranquilidad.
En Colombia existen 59 áreas protegidas, de las cuales 30 tienen vocación ecoturística, pero solo 23 están abiertas para prestar este servicio, a través de actividades de esparcimiento que van desde el avistamiento de aves y ballenas, hasta buceo, espeleología, senderismo, escalada y alta montaña. Su enfoque está dirigido a crear conciencia sobre su valor ambiental, bajo un concepto de modalidad turística especializada y sostenible.
En varios países el ecoturismo resulta ser un aliado estratégico para salvaguardar la estructura ecológica y, de paso, para transformarla en opción de ingresos con retornos económicos para su mantenimiento y para elevar las condiciones de vida de las comunidades aledañas. Ejemplos exitosos de la región, gracias a la aplicación de planes de manejo y zonificación, se acaban de exponer en el Foro Internacional sobre Gestión de Ecoturismo en Áreas Ambientales Estratégicas, organizado por Parques Nacionales Naturales en el Jardín Botánico de Bogotá.
Mientras en ciertos destinos el ecoturismo perfila un nivel de crecimiento por encima del turismo convencional, en Colombia despunta y se proyecta como inmejorable posibilidad para armonizar la riqueza ambiental y cultural con el desarrollo económico y social. El país ya empaqueta propuestas de interés, canalizadas bajo el sistema de concesiones, que empieza a mostrar positivos resultados en distintos frentes.
El ecoturismo planificado irriga beneficios a los operadores y a las comunidades locales y regionales; plantea eficiencia en los servicios y estimula la competitividad, pero también minimiza el deterioro ambiental, garantiza la conservación de otros servicios ecosistémicos y construye conciencia entre los visitantes sobre la necesidad de valorar las áreas protegidas con criterio educativo y recreativo.
Desde el inicio de la década, el incremento de visitantes a las áreas protegidas del país dio un salto considerable. De 682.000 turistas registrados en 2010, la vara se elevó a 1’654.000 en 2017. El salto a la barrera del millón de ingresos se produjo en 2016, y durante el primer semestre de este año la tendencia mantuvo el alza, con un registro de 940.000 turistas, 16% más que los recibidos durante el mismo período de 2017.
Si el Acuerdo de Paz con las Farc supera las inquietantes incertidumbres actuales y las negociaciones con el Eln toman vuelo, el posconflicto daría una oportunidad histórica para llevar presencia estatal e inversión privada a los parques degradados por el conflicto interno. Su recuperación, liberándolos de las amenazas de la ilegalidad y visibilizándolos con ofertas ecoturísticas para aliviar, de paso, las condiciones de vida de millares de campesinos y reinsertados, requiere de firme voluntad política.
Un paso prioritario será optimizar la labor de PNN apostándole a su fortalecimiento institucional. La precariedad de su presupuesto le reduce posibilidades de financiación en acciones de vigilancia y saneamiento de predios, restauración, construcción y mantenimiento, y afecta el trabajo que debe adelantarse para acercar a las comunidades.
Las áreas naturales son un patrimonio invaluable de la nación que merece visitarse y conocerse, no solo con el pretexto del disfrute personal, sino para generar ingresos en las economías locales y producir desarrollo sostenible. Recetar Naturaleza –como lo plantea la campaña institucional– es recetar vida para estos antiguos territorios de violencia. La cura está, entonces, en prescribir, a través del turismo, dosis suficientes de la llamada Vitamina N, de Naturaleza.
Alcaldía Mayor considera que no se debe seguir alimentando a las palomas, para evitar su propagación. Experta de la Universidad Nacional recomienda métodos de control reproductivo como anticonceptivos, esterilización quirúrgica o sustracción de huevos de los nidos. Leer Más
Publicación de la revista Momentos, realizada por nuestra socia Olga de Villegas.
La administración de recursos nacionales con relación a la publicidad oficial es una de las investigaciones que lleva durante años la Fundación de Libertad de Prensa (FLIP) en Colombia. Leer Más
La acrobacia aérea o vuelo acrobático es un deporte internacional que contempla varias categorías de exigencia de acuerdo con la experiencia de los pilotos y el grado de dificultad de las rutinas. La escala empieza desde la elemental, para graduados, y termina en la ilimitada, exclusiva para verdaderos pájaros voladores con alto nivel de pericia y destreza. Sus orígenes se remontan hacia la primavera de los años 90, cuando se formalizó con el primer campeonato del mundo en la ya desaparecida Checoslovaquia.
Los campeonatos mundiales se alternan con los europeos y estadounidenses y causan furor por la rigurosidad y precisión de los ejercicios acrobáticos. Pero, sin duda, el evento más competitivo, en donde se combina acrobacia con velocidad, se realiza desde 2003, cuando prendió motores el Red Bull Air Race World Series, espectacular circuito aéreo de tres kilómetros de área, que transformó la actividad en un showvistoso y de alto impacto.
La Red Bull recoge a 15 de los mejores pilotos de avión de carreras del mundo en un original desafío, en el que las pequeñas aeronaves se desplazan a ras de tierra o de mar —según la clase de circuito—, con velocidades cercanas a los 370 kilómetros por hora, mientras sortean pilonas infladas de 25 metros de altura. Sobrevuelan con maniobrabilidad extrema, zigzagueando entre los obstáculos para franquearlos limpiamente, en una deslumbrante demostración de habilidades de los avezados pilotos, que replican en esta prueba la versión aérea de la exclusiva Fórmula Uno del automovilismo.
Se aparta del tradicional espectáculo de enfilar aviones para enlazar figuras exactas en sugestivas coreografías. Es una competición de alto riesgo en la que no hay lugar al error o a la confusión y que usualmente resuelve sus clasificaciones en décimas e incluso centésimas de segundo. Este circuito de gladiadores desafía la gravedad y roza la superficie del suelo con velocidad de flecha en vuelos artísticamente agresivos.
El fin de semana concluyó en Austria la antepenúltima ronda del particular evento, en el que Martin Sonka, un expiloto de caza de la Fuerza Aérea de la República Checa, salió victorioso ante una expectante asistencia. La prueba estelar se cumplirá en Indianápolis y el portentoso final se celebrará en Texas a mediados de noviembre, para elegir al sucesor del actual monarca, triunfador en 2017, el japonés Yoshihide Muroya, un veterano piloto de acrobacias.
Actividades como estas hacen que la aviación adquiera una atractiva faceta lúdica y festiva que le abre paso a un desbordado frenesí de emociones y adrenalina. El vuelo acrobático es una práctica que exige condiciones especiales de valor, capacidad física, disciplina, habilidad, destreza y competitividad; y enseña cómo traspasar límites y tomar decisiones milimétricas ante situaciones complejas. Para los pilotos, a quienes se les premia su perfecta sincronía con los aviones, es un sentimiento y una necesidad convertida en una adictiva pero indulgente droga.
La modalidad deportiva se impone entre las naciones más industrializadas, especialmente aquellas que aprovecharon las guerras mundiales para fortalecer su cuerpo militar e innovar su industria aeronáutica. Pega fuerte en Estados Unidos, Canadá, Japón y varios países europeos, en particular Francia e Inglaterra, donde existe una arraigada cultura aeronáutica y se inculca su importancia tanto en el segmento civil como militar. Allí la aviación dejó de ser un simple servicio de transporte y se integra a la cotidianidad como industria, pero también como disciplina deportiva gracias a una avanzada tecnología que les permite medir la capacidad de bólidos y pilotos en pruebas donde se juega el orgullo nacional.
En Latinoamérica, con excepción de Brasil, la escasa cultura aeronáutica aleja a los países del mapa global del sector. En el caso colombiano, la baja conciencia sobre su valor estratégico y su débil peso social y mediático alejan sus posibilidades de crecimiento. Algún día habrá que impulsarlo, crear afición e incluirlo dentro del promisorio palmarés deportivo. Por ahora tenemos madera. Una miríada de pilotos expertos y corajudos que han aprendido de las lecciones del conflicto armado en medio de una desafiante topografía, a la que solo le faltarían pequeñas dosis de Red Bull para coger alas, como reza la propaganda.