31 Mayo 2019.
Foto: La Fm.
Por José Gregorio Hernández Galindo .
31 Mayo 2019.
Foto: La Fm.
Por José Gregorio Hernández Galindo .
30 Mayo 2019.
La salida del columnista Daniel Coronell de la revista Semana simplemente es el aterrizaje a una realidad que los comunicadores se niegan a entender. Los medios de comunicación no son de los periodistas, tampoco son intocables y nadie es imprescindible así tenga el nombre y la historia que posea.
Tomado de: El País Cali. Leer Más
31 Mayo 2019.
Foto: Juan Pablo Rueda.
Un niño que fuma es un niño enfermo y un fuerte candidato a morir tempranamente. Así lo dice un estudio publicado ayer en la revista ‘Preventive Medicine’, que asegura que el riesgo de mortalidad entre fumadores se incrementa en 4 % por cada año de precocidad en el inicio del consumo.
31 Mayo 2019.
El 19 de marzo de 2018, la revista Semana publicó un artículo con el siguiente título: Trino de Álvaro Uribe contra Daniel Coronell desata dura controversia (ver). La atención de la revista se centró en el escándalo que produjo un trino que Uribe había publicado y en el que expresaba sus intenciones de desaparecer el noticiero que descubrió que su reelección, en 2006, había sido bastarda y corrupta por cuanto se logró mediante la compra de votos en el Congreso (yidispolítica). El expresidente ordenaba en su mensaje cortarle la cabeza a Noticias Uno: “Daniel Coronel, político y contratista de Santos, tiene pánico y con razón; un Gbno de Iván Duque manejará con transparencia las concesiones de televisión”. Hoy, el sueño de Uribe podría convertirse en realidad puesto que tiene poder sobre el jefe de Estado. No obstante que Duque aseguró, de inmediato, que su Gobierno respetaría la libertad de prensa, los —y las— coyotes de la bancada uribista en el Congreso han reiterado, día tras día, semana tras semana, mes tras mes, las tres mentiras del trino de su superior para darles apariencia de verdad. Truco conocido desde el siglo de Maquiavelo. Sin embargo, la tarea de descrédito a Noticias Uno, cuyo buen nombre profesional ha crecido en sentido totalmente opuesto al esperado por sus detractores, ha permanecido en el ámbito del uribismo y sus secuaces, falsos comunicadores vendidos, monetariamente, a esa causa.
Y esta semana el director de una cadena radial, es decir, un periodista con serias responsabilidades sobre lo que afirma al aire porque compromete no solo su respetabilidad profesional sino la de la “casa editorial” que representa, difamó a Noticias Uno y a sus reporteros copiando las falsedades del señor Uribe. Ese directivo mediático pretendía atacar una columna de Coronell en Semana, qué coincidencia, la misma revista que había difundido la venganza que Uribe preparaba y a la cual se incorporó, tarde ya, el director periodista como si las frases de su editorial fueran suyas y no de autoría politiquera: “Daniel, que está (sic) tan amigo del escrutinio público de los medios de comunicación, le voy a hacer una pregunta: su noticiero —porque Daniel es propietario y dueño (sic) de un medio de comunicación—, su noticiero de televisión ¿por qué no hizo denuncias en el gobierno de Santos que ‘premió’ a Daniel Coronell con un noticiero de televisión? ¿Puedo suponer yo… que ese fue un favor de Daniel y de los periodistas de Noticias Uno… con el gobierno que lo ‘premió’ adjudicándole un noticiero ‘gratis’ para competir en la televisión colombiana?”.
Quien escribe esta columna dirige Noticias Uno hace ocho años y asume, junto con su respetabilísima sala de redacción, las fallas y los éxitos que en esta época haya tenido. Así como puedo dar fe de que el accionista histórico de Semana, Felipe López, nunca cercenó mi libertad de dirección en el Noticiero de las 7, de su propiedad y adjudicado a él en condiciones tan profesionales como cuando se le adjudicó recientemente una concesión al Canal Uno (del cual Noticias Uno posee solo el 20 %), afirmo tajantemente que Daniel Coronell (accionista mayoritario pero no único de Noticias Uno, o sea de menos del 20 %) jamás ha intervenido en el contenido de este informativo desde cuando se fue del país a dirigir a 600 periodistas de la cadena Univisión, en Estados Unidos. Algo ocupada estará su mente en otros asuntos, por favor. No defenderé a Noticias Uno. Esta se defiende a sí misma cuando —para nuestro honor— los días lunes, después de nuestras emisiones de fin de semana, varios medios, incluido el de nuestro nuevo enemigo, nos hacen el homenaje de retomar o desarrollar nuestra agenda noticiosa. Aporto tres detalles que indican la falta de rigor profesional del director-periodista y que descubren su fondo ideológico, que no ético: 1. El Canal Uno no obtuvo una “concesión gratis”: les costó a sus accionistas más de $117.000 millones por utilizar una red estatal deteriorada y sin las ventajas de los canales privados. 2. Él, que pese a lo que dijo nunca fue director de Noticias Uno, se molestó cuando le ofrecieron el cargo a esta columnista porque, según confesó enardecido ante dos directivos de la empresa, “él era el director-presentador ‘natural’” de Noticias Uno. 3. Quien aquí firma renunció a la dirección del Noticiero de las 7 al otro día de que su entonces esposo, Darío Restrepo Vélez, fuera nombrado por el presidente César Gaviria como su director de Inravisión, poderosa entidad que tenía funciones de vigilancia sobre la televisión. Había una clara incompatibilidad moral y por eso me fui. ¿El cuñado del presidente Duque, aliado “natural” de la causa uribista, tiene autoridad para hablar de otros? La amenaza del senador expresidente va tomando forma…
* Aclaraciones necesarias:
– Esta columna se escribió antes de conocerse la decisión del socio de revista Semana, Felipe López, de retirar de su medio la columna de Daniel Coronell. Doloroso capítulo del periodismo colombiano, muy a tono con los tiempos políticos actuales en que prima la censura y los censores sobre la libertad y los defensores de las libertades.
– La poseedora del 20% del Canal Uno no es, en estricto sentido, Noticias Uno. Es la empresa NTC S.A., uno de cuyos productos es Noticias Uno. En lenguaje accionario, esto es diferente.
Por: Cecilia Orozco Tascón
Tomado de: El Espectador.
31 Mayo 2019.
Foto: El Tiempo.
Es difícil imaginarse a Colombia sin las plumas valientes que expusieron sus vidas para alumbrar verdades que, de otro modo, hoy seguirían en la oscuridad.
El periodismo es publicar lo que alguien más no quiere que sea publicado. Todo lo demás son relaciones públicas. Esa frase de George Orwell es quizá la más importante que los periodistas deberíamos siempre tener en cuenta antes de empezar un trabajo o una investigación. Pero no solo hace falta que alguien no lo quiera ver publicado. Debe ser inexorable, también, que los hechos sean exactos, acreditados, corrobrorados y bien narrados.
La publicación del New York Times desató un escándalo en el país por unos hechos que hasta hoy no han podido ser comprobados de forma irrebatible. Sugirió el periodista Casey que los falsos positivos estaban en peligro de regresar. Y utilizó como soporte unos testimonios anónimos de soldados que fortalecieron su hipótesis, dos documentos expedidos por el general Nicasio Martínez, y el repugnante asesinato a Dimar Torres que dejó a siete hermanos en duelo y a una comunidad indignada por un hecho que nunca debió ocurrir y que requiere de una justicia implacable.
Sin embargo, ese hecho per se no puede significar sistematicidad y, mucho menos, que al país regresaron los falsos positivos. Me cuesta entender que algunos políticos disfrazados de ciudadanos independientes concluyen fácil y condenan rápido a las Fuerzas Militares por especulaciones sin evidencia incontrovertible. Pero en el caso de los hechos de la guerra en los que la guerrilla tuvo responsabilidad, el argumento tiene filtro y entonces hay que entender que fueron situaciones que se generan en cualquier conflicto, y que el país debe avanzar hacia el perdón y pasar la página para hacer posible la reconciliación.
Es una verdad difícil de decir (porque nos convierte en blanco de ataques) que Colombia hoy tiene una carga hacia la izquierda en la opinión pública. Y eso es algo que como periodista joven que soy no me permitiré nunca. Un asesinato es un asesinato, provenga de donde provenga. Un secuestro es un secuestro provenga de donde provenga. Un descuartizamiento es un descuartizamiento provenga de donde provenga. Un abuso sexual es un abuso sexual provenga de donde provenga. Una desaparición es una desaparición provenga desde donde provenga.
Por supuesto todos esos crímenes fatales adquieren más gravedad si los autores son los responsables de nuestra seguridad y los garantes de la vida. Los hechos de los asesinatos a jóvenes inocentes en la década del 2000 no pueden excusarse en las lógicas de la guerra, como hacen algunos con los crímenes de las Farc. No pueden tampoco volver a repetirse nunca. Pero para decir que han vuelto esos hechos que permanecen en la memoria colectiva, el periodismo no lo debe hacer con ligereza.
En La FM publicamos el testimonio de un soldado en un batallón contraguerilla que todos los días sale con su fusil en las manos a combatir a criminales que imponen el miedo por unos cuántos dólares narcotizados. Ese soldado, como miles más, arriesga su vida todos los días por el país en el que le tocó vivir. Un país lleno de grupos armados organizados que tienen poder, influencia, y armas. Y a los que no les tiembla la mano para colocar bombas en Bogotá.
Ese soldado aseguró que hubo una malinterpretación intencional del documento del general Martínez para causar un efecto político. Dijo que sus superiores han sido muy claros en las advertencias de las prohibiciones en combate para resguardar la vida de los inocentes. Y ese testimonio es válido y necesario para el equilibrio. Fuimos el único medio de comunicación que se atrevió a ir en contra de la corriente publicando un testimonio que se permitía otra versión. Un sacrilegio. (https://www.lafm.com.co/judicial/soldado-contraguerrilla-niega-que-haya-presiones-para-aumentar-bajas)
Pero no solo hablé con ese soldado. Hablé con otros miembros dentro de las Fuerzas. Uno de ellos me contó una historia de un militar que por salvar la vida de unos niños y unos campesinos en una vereda, saltó sobre una granada que estaba a punto de explotar. “Eso no lo hace ni Batman”, me dijo el oficial. Cuánta razón. El soldado perdió sus piernas y varios centímetros de su intestino. No murió, pero ofreció su vida a cambio de las de desconocidos porque el honor se lo ordenaba. Esa es la historia de cientos de miles de nuestros soldados. Son héroes con una profesión muy desagradecida y muy fácilmente cuestionada.
Colombia hoy no es un país en paz. El expresidente Santos puede decirlo en todos los foros del mundo. La verdad es que hoy Colombia no es un país en paz. Por supuesto que el conflicto interno ha mermado y miles de vidas se han salvado con el desarme de las Farc. (3.000 de nuevo en armas según el propio NYT), pero el Eln sigue siendo una amenaza, y las bandas de narcotraficantes que se volvieron ejércitos de sicarios para proteger su negocio lo son también.
Más de 500 asesinatos a líderes sociales prueban que Colombia no está en paz, así el expresidente recorra el mundo afirmándolo con la paloma todavía en la solapa.
El escándalo del Times se hizo escándalo porque lo publicó el New York Times. Pero el New York Times no es un diario especializado en lo que ha ocurrido en Colombia durante cinco décadas de conflicto. Aún a pesar del respeto y el prestigio que tiene el diario estadounidense cuyas publicaciones reviso todos los días como un ritual para mi lectura cotidiana, creo que, como lo hizo Daniel Coronell con su propia revista, los periodistas debemos tener capacidad de crítica a los periódicos y las publicaciones por muy prestigiosas que sean.
El general Nicasio Martínez debe ser investigado por los hechos del 2005 en los que presuntamente habría firmado órdenes de pago a fuentes humanas con irregularidades en su identificación y que pudieron ser realmente a paramilitares. El país debe conocer si eso es cierto y la Fiscalía debe arrojar resultados. Esa es una denuncia grave y soportada con documentos contundentes.
Pero para decir que los falsos positivos regresaron hacen falta pruebas. Daniel Coronell es el periodista investigativo de más peso en Colombia. A pesar de ello en este caso creo que erró. Coronell dio a entender con su última columna que Semana había autocensurado un gran escándalo nacional por no tener al gobierno enojado. Como he argumentado a lo largo de esta columna, mi opinión es que no podía tratarse de un gran escándalo porque no hay elementos suficientemente contundentes e incontrovertibles, como los que estamos acostumbrados a leer en las columnas de Coronell.
A raíz del despido de Coronell de Semana, el país ha caído en el error de cuestionar al periodismo y ha optado por la acusación fácil de señalar que los medios son más amigos del poder que de la sociedad. No se qué sería de Colombia sin las publicaciones de periodistas como Coronell, que con su valentía destaparon escándalos que han sido determinantes para la historia del país. Sin ellos, esos hechos hoy seguirían en la oscuridad y los corruptos felices a carcajadas disfrutando de la indiferente ciudadanía.
El periodismo de Colombia es ejemplo en el mundo porque no nos ha tocado un país fácil. Y los periodistas son los guardianes que con su trabajo mantienen al poder en cintura. El periodismo sí ha funcionado, sí funciona y seguirá funcionando, con sus lógicas propias, con sus choques naturales y con las fricciones editoriales, pero con contundencia y con arrojo para cuestionar a los incuestionables, a pesar de que la salida fácil e indignada sea decir que no hemos hecho nada.
A Daniel lo respeto, siempre lo respetaré. Es un referente ineludible para quienes hemos decidido tomar el camino de la investigación. Aunque hayamos tenido desacuerdos en los enfoques de algunos temas y aunque crea que las pasiones personales también lo han motivado en sus escritos, este país le debe mucho a su pluma, a su coraje y a su rigurosidad.
Con todo y eso, no por su salida de Semana se pueden echar al traste años de crónicas, reportajes, investigaciones y programas que han contribuido a hacer país. Como no se puede decir que las Fuerzas Militares sean despiadadas y asesinas porque sería injusto con aquel héroe que entregó la mitad de su cuerpo por otros. Mi invitación es a hacer una lectura reposada y crítica de los acontecimientos. Generalizar y acusar fácil le conviene más a los políticos que saben bien que en esta era de la indignación, los discursos rápidos y efectistas que dividen, son mucho más rentables que la verdad.
Pdta: Julián Martínez ha dicho que le hice un favor a políticos publicando audios de la Corte Suprema sobre el caso Álvaro Uribe. Los audios existen, están en poder de la corte y los revisamos con rigurosidad e independencia. Criticamos que Uribe y el abogado Diego Cadena podían ya saber de las interceptaciones, y cuestionamos si hicieron un libreto o no antes de hablar por teléfono. Está publicado y de forma exacta lo dijimos al aire. De nuevo la acusación fácil para causar indignación.
Por: Santiago Ángel
Tomado de: El Tiempo.
31 Mayo 2019.
Para el ex magistrado José Gregorio Hernández, un fuero en materia de investigación y juzgamiento es algo por definición excepcional y se concede única y exclusivamente en razón a la función que se desempeña. A partir de cuándo se desempeña una función? Indudablemente a partir de la posesión, porque antes es un particular no un funcionario, dijo Hernández, y opinó que en el caso Santrich, de nuevo han entrado en contradicción la Corte Suprema de Justicia y la Corte Constitucional. A continuación, el CPB da a conocer el audio enviado a nuestro gremio por el ex magistrado.
31 Mayo 2019.
Del recibimiento del partido Farc a Jesús Santrich, tras su liberación este jueves por orden de la Corte Suprema de Justicia, quedó una polémica imagen.
En el balcón de la sede de ese movimiento, desde el que Santrich salió a hablar ante decenas de personas y los medios, apareció un sujeto que hasta ahora no ha sido identificado y que lucía una camiseta negra en la que se distingue claramente el escudo de ETA, el grupo terrorista vasco.
Tomado de: El Tiempo. Leer Más
31 Mayo 2019.
A diferencia de los siete magistrados de la Corte Constitucional que decidieron hundir las objeciones a la JEP, Luis Guillermo Guerrero salvó su voto argumentando que los seis artículos sobre los que había hecho reparos el presidente Iván Duque debían quedar fuera de la ley que tendrá que sancionar en los próximos días. A Guerrero no lo convencieron los argumentos del magistrado Antonio José Lizarazo, que había sido encargado de hacer la ponencia de las objeciones después de que el Senado le pidiera a su despacho determinar si en el debate en el Congreso había existido una mayoría de votos de los senadores para rechazarlas. Con la decisión de la Corte, Duque tendrá que aprobar la ley aunque la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, aseguró que van a utilizar otros mecanismos para continuar la discusión.
Tomado de: Las 2 Orillas.
31 Mayo 2019.
Foto: Public Domain Pictures.
Estudiantes universitarios están consumiendo y comercializando una nueva droga en Bogotá. Se trata de la ‘marihuana wax’, una sustancia que puede pasar desapercibida debido a los químicos que tiene incorporada. El alucinógeno es preparado en sitios alternativos sin ninguna regulación.
Tomado de: Kien y Ke. Leer Más
31 Mayo 2019.
China se propone elaborar una lista negra de entidades e individuos extranjeros que bloqueen a sus empresas, avanzó este viernes el Ministerio de Comercio.
Tomado de: Kien y Ke. Leer Más
31 Mayo 2019.
Foto: Getty.
La gente consume cada día más alimentos ultraprocesados entre otras razones, porque son fáciles de comer. Pero, ¿qué impacto están teniendo en nuestra salud?
Tomado de: Semana. Leer Más
31 Mayo 2019.
Foto: DW antisemistismo.
Un alto funcionario de Alemania recomendó no usar la kipá en la calle, generando enorme revuelo en el país y abriendo el debate sobre el antisemitismo y qué tan seguros están los judíos.
Tomado de: Semana. Leer Más