Circulo de Periodistas de Bogota

Archivos agosto 2019

Amparo Pérez, la reportera valiente que defiende al televidente

26 Agosto 2019.

 

Por: Guillermo Romero,  prensa CPB

La primera judoca colombiana nació en Santiago de Cali, aprendió a bailar salsa en Bogotá, quiso ser diplomática, se salvó –de milagro– de morir el 7 de agosto de 1956, comenzó el periodismo sin saber escribir a máquina, escuchó cuando Gabriel García Márquez le leía a Fidel Castro sus palabras para recibir el Nóbel, es socia desde hace más de 35 años del Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB), se llama Amparo Pérez Camargo y es la defensora del televidente de Canal Caracol desde hace 19 años. Leer Más

Promiscuidad, política y periodismo

26 Agosto 2019.

Por: Guillermo Franco/ La República.

“A la luz de la nueva ética, la proximidad entre política y periodismo adquirió un aspecto sospechoso y dejó de ser aceptable la promiscuidad que reinó durante décadas”.

Esta cita pertenece a un editorial de agosto del 2010, en el que El Tiempo, de dientes para afuera, se desmarcaba, por temor a ser señalado de ‘gobiernista’, del presidente electo Juan Manuel Santos, quien fue accionista y ocupó posiciones directivas en ese periódico.

Para rematar el argumento, el mismo editorial transcribió apartes de otro, de marzo de 2002, en el que el periódico criticaba duramente la elección de Francisco Santos como fórmula vicepresidencial de Álvaro Uribe Vélez.

El nombramiento “lastima la credibilidad del periódico y menoscaba el esfuerzo de tantos años por distanciar al diario de toda atadura política y por consolidar una independencia plena frente a poderes públicos y privados… “La puerta giratoria entre periodismo y política vulnera en lo más profundo la credibilidad de los medios y no tiene aceptación en este diario”.

A juzgar por las noticias, incidentes y secretos a gritos que involucran periodistas en los últimos meses, ‘la nueva ética’ envejeció prematuramente, la sospecha se convirtió en certeza, la ‘promiscuidad’ adquirió visos de prostitución, y la ‘puerta giratoria’ parece un trompo.

Sí, porque esos editoriales, que podrían ser considerados como piezas maestras de reflexión sobre la ética y valores periodísticos como la credibilidad, la transparencia, la lealtad con las audiencias… el servicio a la democracia, entre otros, no eran mensajes dirigidos exclusivamente a dueños de periódico pertenecientes a la élite. No, son extensivos a todos los medios y al ejercicio periodístico.

Veamos una lista incompleta y desordenada cronológicamente:

• El escritor de los discursos del actual Presidente de la República es nombrado director de un periódico económico.

• Una reconocida periodista de una cadena de radio sale con el cambio de dirección del programa. Mientras ejerció el cargo, trabajó con el canal del Distrito. Es decir, estaba en su nómina. El problema es que cubría los temas de la ciudad en ese programa radial.

• Un congresista recrimina al aire, descalifica y cuestiona imparcialidad de una periodista de radio sobre un tema de la ciudad por haber sido asesora de comunicaciones del alcalde de esa ciudad.

• Una periodista que trabajaba cubriendo temas de paz en un importante periódico de circulación nacional es echada en un recorte de nómina. Días después se convierte en cabeza de lista al Concejo de un candidato, que también había usado la puerta giratoria para convertirse en congresista.

• Un periodista, que fue secretario de Información y Prensa de un presidente, y luego director de la Comisión Nacional de Televisión, es nombrado director de noticias de fin de semana de un canal de televisión.

• Un periodista que fue congresista y crítico del anterior gobierno es nombrado director de noticias del mismo canal, pero entre semana. No solo fue crítico como congresista, sino como opinador de regreso a los medios.

• El editor político de un importante periódico de circulación nacional se convierte en consejero del Presidente, y el medio le adjudica una columna de opinión

Es claro que no hay diferencia entre quienes usaron la puerta giratoria a través de una candidatura a un cargo de elección popular y los que aceptaron la designación en un alto cargo público.

Haciendo de abogado del diablo, se podría argumentar que los periodistas que dan ese paso traen experiencia de cómo funciona el Estado, pero también sesgos obvios… que los perversos, con razón, dirán que es precisamente los hace atractivos para ciertos cargos directivos de los medios.

No se puede satanizar a los periodistas que, luego de su paso por los medios, tienen que emplearse en el Estado, menos con el desempleo rampante y los recortes de nómina que están a la orden del día. ¡Pero es que hay cargos de cargos en el Estado y posiciones de posiciones en los medios!

En cualquier caso, una solución parcial risible es que los periodistas que han usado la puerta giratoria (en especial los que ocupan ciertas altas posiciones y de dirección en los medios) sean transparentes con sus audiencias y se declaren impedidos para tratar ciertos temas.

La solución es risible porque el tema es aún más complejo: esos periodistas deberían declarar si tuvieron o tienen contratos de asesoría con entidades públicas o privadas, por ejemplo una compañía minera, un fabricante de celulares, una empresa de energía… y sigue un largo ectétera.

El tema es tan complejo que si los consejos de redacción de ciertos grandes medios aceptaran impedimentos de los periodistas, tal como se hace en el Congreso con senadores y representantes, los proyectos de ley saldrían más rápido que las ediciones de los periódicos y emisiones de los noticieros.

Enric González: el cronista español habla del viejo periodismo

26 Agosto 2019.

Foto: Mariana Roveda.

Tomado de: LA NACION.

Una noche de hace algunos años, mientras se preparaba para irse a dormir, Enric González (59 años, periodista y escritor) recibió una llamada en su casa de Barcelona. «Buenas noches, ¿Enric González?», preguntó una voz reconocible, pero a la vez lejana. «Sí, ¿quién habla?». «Josep Guardiola, encantado». González creyó que se trataba de un amigo bromista. «Bah, no me toques los huevos», le dijo, y le cortó, para seguir con sus cosas. Un minuto después volvió a sonar el teléfono, pero esta vez la voz se anticipó y, en tono suplicante, le pidió que no cortara, que podía darle su número para comprobar que era él, el mismísimo Pep. El técnico ya era una especie de Copérnico del fútbol, alguien que había revolucionado sus leyes. «Resulta que Guardiola había leído un libro mío, Historias de Nueva York, y como se iba a vivir a Manhattan una temporada, quería tomar un café para que le contara detalles de la ciudad. «Nos encontramos y resultó ser una persona de lo más agradable, alguien a quien, por ejemplo, le causa mucha gracia ese mito que hay alrededor de que él es un tipo culto. Puedo dar fe de que es alguien curioso y obsesivo, pero no culto, o al menos no como lo pintan».

Nacido en Barcelona e hijo de un abogado que abandonó las leyes para fatigar redacciones, Enric es una leyenda viviente del periodismo español. Desde su ingreso en 1985 al diario El País, él ayudó a cimentar el prestigio del matutino madrileño, considerado, al menos hasta hace unos años, uno de los mejores de habla hispana. Fue corresponsal en Londres, Nueva York (durante las Torres Gemelas), París, Jerusalén y Roma, desde donde escribía «Historias del calcio», una columna semanal deliciosa que utilizaba el fútbol como excusa para desentrañar los misterios del temperamento de los romanos. En sus textos, la pelota era una suerte de Aleph, un punto en el que confluían todos los puntos del universo, y desde donde estos también podían ser vistos y explicados. En 2012, enojado con las decisiones del entonces presidente del diario, el antaño todopoderoso Juan Luis Cebrián, González escribió un artículo incendiario en donde lo acusaba de egomaníaco y ludópata. Fue despedido. Antes y después del episodio, un buen número de cronistas y reporteros de calidad también abandonaron el diario. Pero hace unos meses, acaso con la idea de recuperar el brillo, el matutino, ya sin Cebrián, volvió a convocar a González y le dio un destino de relevancia: Buenos Aires.

Fue corresponsal en algunas de las ciudades más importantes. ¿Cómo se transmite el pulso de una metrópoli sin caer en lugares comunes ni apelar a generalidades?

Todas las sociedades tienen rasgos únicos. No creo en las naciones, para mí son construcciones arbitrarias, pero es cierto que las naciones han inventado un tipo de sociedad a través de las fronteras, en el siglo XIX. El desafío es cómo explicar eso a través de una forma amena e informativa. Con el paso del tiempo me di cuenta de que las cosas nunca se explican de frente. De frente, suenan o demasiado obvias o incomprensibles. Me fui acostumbrando a encontrar temas laterales. En el caso de Italia, fue el fútbol; en el caso de Israel, el conflicto. El desafío es encontrar historias para explicar el país por otro lado.

González fue corresponsal en Londres, París, Jerusalén, Roma y Nueva York. Respecto de la Gran Manzana, escribió uno de sus libros: "Historias de Nueva York"
González fue corresponsal en Londres, París, Jerusalén, Roma y Nueva York. Respecto de la Gran Manzana, escribió uno de sus libros: «Historias de Nueva York» Crédito: Mariana Roveda

Hoy usted enfrenta un desafío más general, si se quiere, que es la transformación del oficio, que determina que usted tenga que informar de algo sobre lo cual sus lectores pueden enterarse a través de las redes.

Creo que vivimos en una cierta confusión. La gente se cree que un diario es un puesto de noticias, y ya no. La noticia empieza a ser un apéndice lejano del periodismo. Las noticias son gratuitas y vuelan por las redes sociales, las verdaderas y las falsas. Desde hace años escucho hablar del fin del corresponsal: ¿para qué, si las redes ya lo explican todo? No, no, no: justamente, lo que hace falta en el periodismo es gente que deslinde lo cierto de lo falso, que aporte una mirada. Un diario, más que un artefacto informativo, ha sido un artefacto tranquilizador. Dentro de un espacio, sea el físico o digital, te ofrece un panorama del mundo limitado. Es como decir: las cosas no son tan graves porque todavía caben aquí. Ya no vale un titular como los de la década del 40: «La guerra ha terminado». Hoy la gente lo sabe un segundo antes de que acabe, pero sí lo que la vale es explicar, a determinada gente que le gusta leer (o sea, una minoría estrecha de la sociedad) qué pasa en tu pueblo, en tu ciudad, en el mundo. Que le hacen, en todo caso, una persona un poco, solamente un poco, más sabia.

Intuyo que no es muy usuario de Twitter o de Facebook.

Entro a Twitter, pero no lo uso. Sigo a gente que propone artículos, que recomienda notas, y eso. Pero no me comunico por Twitter. Es una opción personal, no estoy en contra, pero creo que nos roban mucho tiempo. Si lo sabés utilizar está muy bien, pero si no, te vas a pasar allí todo el día leyendo las estupideces que dice la gente, cabreándote por nada y pensando que todos estamos locos. Es una habitación llena de humo. Es la puerta de un retrete. Es una de esas estructuras horizontales que caracterizan a la época, que tiene sus ventajas y sus inconvenientes.

Lo que también ha ocurrido es que hay medios que no han sabido leer cómo procesar ese cambio. Porque a veces hay diarios que parecen que van detrás de las redes sociales, publicando lo que sale allí.

Hace unos veinte años, se empezó a decir: los textos tienen que ser más cortos. Pero no fue cierto. El que ha leído, seguirá leyendo. Y el que no, no. Luego se ha dado el seguidismo de las redes. Como parece que todo el mundo está en las redes, dijeron «vamos a sacar los tuits más graciosos». «Causa furor en las redes la respuesta de fulano…». Pero ¿qué me estás diciendo? Si me interesan las redes, yo estoy ahí, ya me he enterado. Es un error en el que han caído muchos periódicos.

Desde su ingreso en 1985 al diario El País, González ayudó a cimentar el prestigio del matutino. "El periódico intenta recuperar aquello y supongo que mi vuelta [lo convocaron ahora nuevamente] tiene que ver con eso"
Desde su ingreso en 1985 al diario El País, González ayudó a cimentar el prestigio del matutino. «El periódico intenta recuperar aquello y supongo que mi vuelta [lo convocaron ahora nuevamente] tiene que ver con eso»Crédito: Mariana Roveda

En simultáneo, se da una guerra por la propiedad intelectual de las noticias. The New York Times acaba de publicar una investigación en la que señala a Facebook de haber hecho circular noticias que ellos habían producido. Zuckerberg tuvo que admitir que se equivocaron.

Hay una tensión. Y hay gente que se está haciendo multimillonaria con lo que otros producen. Siempre va a haber un equilibrio inestable entre la necesidad de difusión y la necesidad de conseguir rentabilidad. Pero Facebook es la gran distorsión. La gracia del futuro es que no somos capaces de imaginarlo. Vamos a vivir con esto. La prensa tradicional se lleva la peor parte. Pero si lo hace bien, no solo sobrevive, sino que puede denunciar los desmanes de estas industrias nuevas. Lo más grave de Facebook no es que parasite a la prensa, es que parasita a sus usuarios. Su dinero viene de conocer la identidad y los gustos, lo confesable y lo inconfesable de cada usuario. ¡Y lo vende! O sea, todas esas filtraciones… Viven de eso y la publicidad va hacia ellos porque la distribuyen personalizada.

–Otro cambio del oficio es que la figura del editor, como formador, se ha ido desdibujando. Las redacciones dejan de ser un espacio de aprendizaje para pasar a ser máquinas publicadoras de noticias de cualquier tipo.

–Eso ha ocurrido en casi todo el mundo. La razón es que los propietarios de los periódicos estaban acostumbrados a ganar mucho dinero, y querían seguir haciéndolo. Pero un diario nunca fue un gran negocio. Solo en una breve época. Normalmente, no. Es un medio para tener influencia, o para muchas cosas. Pero no un gran negocio. Creo que las nuevas generaciones de propietarios ya se hacen a la idea de que lo importante es sobrevivir, y hacerlo bien. Hay otra cuestión, y ahí la culpa la tienen los periodistas. Esta estupidez de querer profesionalizar y darle lustre a algo que es un oficio y que se aprende con la práctica. Otra cosa que hicieron los periódicos fue, como los empleados de mayor edad eran más caros, dijeron: ‘Librémonos de los viejos, porque los jóvenes trabajan por la mitad de precio’. Ya, pero te has cargado el aprendizaje, porque esos jóvenes van a ser buenos gracias a la compañía de los viejos. ¿De quién van a aprender? Ver cómo trabaja un buen reportero de 60 años. Eso hace falta. De hecho, ahora en El País se intenta recuperar aquello y supongo que mi vuelta tiene que ver con eso. Tengo 59 años. Soy caro. Tanto la directora como su grupo están en edad de jubilación, pero son los mejores.

Aunque González es catalán, cuando habla enfatiza algunas palabras que suenan maravillosamente castellanas. Mientras fuma sus cigarritos y toma una caña, rememora su primera semana en Buenos Aires, que fue como zambullirse dentro de un tren en movimiento. «Durante los primeros días, lo que oía era su música, y su música me llevaba a Nápoles. ¡Pero si habláis todos italiano! Aunque utilicen una gramática vagamente española, los verbos los habláis en dialecto napolitano. No solo por la música de las palabras, sino el brillo de los ojos, los gestos. El ruido. Tengo una teoría sobre eso. Suponiendo que hayan venido tantos españoles como italianos, los españoles llegaron de un país gastado, que no creía en sí mismo, acababa de perder el imperio, estaba casi agotado. En cambio, los italianos acaban de nacer y quienes vinieron, lo hicieron con un orgullo nacional rebosante.

–Desde afuera, sobre todo cierto tipo de intelectual europeo, suele haber una mirada romántica de nosotros. La realidad es que distamos mucho de ser esa sociedad que suponen.

–De acuerdo, pero si lo miras renglón por renglón, este país tiene casi todas las bendiciones. No tiene una sola materia prima como tienen otros, sino más de una. Tiene un nivel cultural medio más que aceptable. Su ritmo demográfico es interesante. Su lugar geográfico no es un problema. Es un país grande. El problema fundamental es la moneda: ningún argentino cree en su moneda. Y la evasión fiscal es monstruosa. Si todo pasa por fuera de los bancos, pues no, no es un país viable.

Bajo el cuidado de otros, foto-periodismo que analiza el ambiente hospitalario

26 Agosto 2019.

Por: Carolina Marín / La Crónica.

La exposición fotográfica de Juanita González se encuentra colgada en las paredes del segundo piso del hospital San Juan de Dios, lugar donde realizó su investigación.

Juanita González Cardona, profesional en medios audiovisuales y master en foto periodismo y fotografía documental, realizó un trabajo investigativo en el hospital San Juan de Dios para relacionar el impacto del ambiente hospitalario en la calidad de vida de pacientes que permanecen por largo tiempo internados. La exposición fotográfica se encuentra colgada en el segundo piso del centro hospitalario.

¿De qué se trata la exposición realizada en el hospital San Juan de Dios?

Bajo el cuidado de otros es un proyecto de investigación que surgió en el hospital San Juan de Dios que analiza el impacto del ambiente hospitalario en la calidad de vida de los pacientes en medicina interna con enfermedades crónicas, personas cuyas hospitalizaciones son largas y encuentran en el hospital su segundo hogar.

¿Por qué el nombre Bajo el cuidado de otros?

Porque en una hospitalización un individuo se priva de muchas cosas, y digamos que está en una situación vulnerable, a la merced del cuidado de otro, de condiciones externas, ajenas, y ese título Bajo el cuidado de otros, de una u otra forma me recordó la situación en la que muchos nos hemos encontrado, en el hospital se pierde el criterio de decisión y muchos otros factores.

¿Cuánto tiempo le tomó la realización del proyecto?

El proyecto me tomó cerca de 3 años, surgió en el 2016, en ese año vivía acá en Armenia y luego me resultó trabajo en Bogotá y me fui, así que el largo periodo de tiempo fue, primero por el tema y, segundo, porque vivo en Bogotá, entonces me tocaba trasladarme constantemente para venir a trabajar un fin de semana, una semana y así sucesivamente, hasta el 2017 que pausé el proyecto porque tuve una experiencia muy cercana con la muerte de mi abuela, que además tuvo que estar hospitalizada 15 días y eso me impactó de manera significativa y me enseñó de primera mano la situación de mi proyecto; luego volví a retomarlo el año pasado.

¿De dónde surge la idea?

Surge de un trabajo que había hecho en Londres sobre salud mental, en el cual trabajé también con fotografía y con arte del sonido, entonces un amigo que es mi dupla sonora, se llama José Cubides, vio un artículo muy interesante sobre el ambiente hospitalario y de ahí surge la idea; luego entré en contacto con la doctora Carvajal que trabaja mucho el tema de bioética y humanización, y se convierte en mi punto de partida para trabajar con el hospital, además me da como un norte en cuanto a cómo abordar teóricamente el proyecto desde la investigación y desde ese momento empecé a trabajar con personas en el hospital. Yo aparezco como titular en el proyecto, pero en realidad hay muchas personas detrás de esto, por ejemplo, la empresa Aral Thel y el doctor Gallego.

Visualmente es un trabajo impactante ¿Qué le generó la realización de esta investigación?

Es fuerte. No es fácil estar en un hospital y visitar constantemente a personas, generar vínculos con ellos, presenciar la muerte de alguien es muy difícil, ver cómo los auxiliares realizan este proceso de retirar todos los tubos, limpiar la cama y envolver el cuerpo en una sábana blanca como una rutina y por dentro estar pensando que es un cuerpo, que va a haber un duelo allí, que esa persona ya no va a estar ocupando esa cama, es una carga emocional difícil, pero también es importante generar esos espacios de reflexión en torno a este tipo de temas que suelen ser o estigmatizados o no tomados en cuenta. Fotográficamente es muy difícil de manejar, así que parte del propósito era visibilizar esas historias y esas experiencias y generar espacios de reflexión al respecto.

¿Cuál de todas las fotografías tiene un significado más importante para usted?

Todas, pero creo que hay dos fotografías, cuyas historias me tocaron significativamente, La primera es la de una mujer vestida de amarillo, de espaldas, mirando un paisaje, ella fue una paciente que duró casi tres meses hospitalizada, entre la UCI, urgencias y medicina interna, es una mujer que fue habitante de calle, que tuvo problemas de drogadicción, su vida cambió significativamente, pero en el hospital ella encontró su hogar, entonces habitó su espacio de una manera muy bonita. La forma en la que se relacionaba con las personas era muy linda y a mí también me abrió un espacio grande para compartirme su historia de vida, una experiencia muy enriquecedora.

La segunda, es de una mujer que está sentada en el piso con un plato de comida, y esa fotografía puede generar como mal interpretaciones porque muchas personas creen que es posada, o se preguntan por qué está tirada en el piso; ella tenía una condición mental, además de una condición física y estaba empezando a desarrollar un comportamiento errático y ensuciaba su ropa, mendigaba comida porque tenía una especie de compulsión, ese plato de la foto ni siquiera es del hospital, es comida que ella le pidió a alguien y ese comportamiento fue empeorando, así que es una historia muy triste y muy dura para mí.

¿Qué imagen quieren que se lleven los espectadores de su exposición?

La interpretación de las imágenes es libre, toda persona tiene la capacidad de ver algo distinto, pero me gustaría sembrar una semilla de cómo ver los ambientes hospitalarios, presentando las fotografías acá mismo en el hospital, que es un lugar extraño para realizar una exposición fotográfica, pero que generan esos espacios de reflexión. Quisiera que de verdad sientan las historias, la soledad, el encierro, el aburrimiento, pero también la convivencia y la resiliencia.

Salvar el periodismo

26 Agosto 2019.

Foto:Pixabay.

Tomado de: eldiario.es

– Hay días en que durante el repaso a los análisis y a las cosas del oficio la tendencia a la depresión sea una tendencia palpable. Hasta cuatro o cinco veces hemos leído la expresión salvar el periodismo. Ya no es que esté mal: cuando el contagio se extiende entre quienes nos dedicamos a esto, seguro que los males difícilmente tienen cura y que las terapias apenas surten resultados. “El periodismo se muere”, leemos en alguno de los textos leídos en busca de alguna vía para superar la desazón. Hay que evitarlo, desde luego.

Como hay que evitar incurrir en el olvido. Vivimos un tiempo en que desaparecen cabeceras, medios y programas. Empresas y editores que no pudieron superar las adversidades y los reveses para seguir compitiendo, para seguir llegando puntualmente a lectores y seguidores. Terrible: en España, en las islas, hemos asistido a lo largo de los últimos tiempos al cierre de títulos que ya eran familiares, algunos de los cuales, incluso, llegaron a desempeñar papeles destacados en algo tan serio como la conquista de las libertades o la consolidación de la democracia o, simplemente, el acercamiento de la realidad.

El oficio periodístico, en efecto, ayudó a que crecieran las democracias y enriqueció la historia cotidiana, la que, en algunos casos, fue labrando en primera persona. O la que contribuyó a forjar un nuevo ciclo social y político, impulsado con ilusión y entusiasmo. Era un oficio anhelado: quizás no supo luego estar a la altura o no correspondió a lo que se esperaba para que el cuerpo social al que se dirigía encontrarse aliados fieles y confiables.

Una prestigiosa universidad norteamericana, Carolina del Norte, ha elaborado un estudio que describe el oscuro porvenir del oficio periodístico, como que se titula El creciente desierto de las noticias. Cuando dejan de circular cabeceras con más de cien años de historia, en efecto, parece que el periodismo fenece. No será así, claro, mientras las información sea un producto y haya un universo de consumidores manejado por poderosas compañías que lo presentan cada vez con más alarde de espectáculo.

El periodismo se muere pero hay que evitarlo. Con vocación, con las virtudes intrínsecas desplegadas, con una praxis rigurosa, con un compromiso ético que obligue a su renovación en cada crónica, en cada columna, en cada editorial. Cierto que los poderosos intereses económicos y financieros maniatan los valores romanticistas pero hay que resistir para ejercer, además, con  dignidad. Por ello, salvar el planeta, de sus males, catástrofes conflictos bélicos y malos gobiernos, está muy bien. Mashabrá que incluir el periodismo entre los objetos de salvación, porque es de todos y porque sigue siendo esencial para enterarnos de saber qué pasa y qué es lo que quieren hacer con los mortales. Antes escribimos que hay que evitar el olvido al que algunos se empeñan en querer condenar. No es justo ese borrado de la memoria cuando cierra un medio o desaparece un espacio. Cierto que será muy difícil evitarlo pero sí que se haga acreedor de trabajar y luchar para que se olvide. Y porque cuesta aceptar que haya una sociedad sin medios, como si eso fuera una conquista plena de libertades.

Y no se trata de desembocar en un periodismo de contenidos historicistas o nostálgicos sino de refrescar y reactivar que ese oficio, para el que aún hay un latido vocacional, no puede rendirse de su misión universal en la convivencia democrática. La misión tiene ahora un  nuevo objetivo: sortear el olvido, evitarlo. Si no lo hacen los propios periodistas, ¿quiénes?

Dos maestros y el periodismo

26 Agosto 2019.

Foto: Archivo.

Por: Gastón Segura / Todoliteratura.es

-Desde Daniel Defoe, allá por los primeros años del siglo XVIII, los periódicos, las gacetas, los almanaques y hasta los diarios de avisos —en su varia y a veces hasta volatinera periodicidad— han constituido un bastimento para los escritores. Y cuando ya el periodismo, tras un siglo y pico, estableció unos ciertos patrones para presentar la noticia —desde la editorial o el artículo de fondo, pasando por el folletón y el reportaje, hasta la breve gacetilla o el sucinto y expósito suelto—, el escritor también se enfrentó, si quería sacarse algunos cuartos por este conducto, a unas exigencias formales, o si se me apura y de un modo laxo, pero en absoluto desacertado, literarias: las impuestas por el espacio que se le asignaba.

Camilo José Cela

El batirse con un espacio —o sea, armarse con un número de caracteres restringido— para contar algo —y mucho más si es breve y lo que se ha de contar, enrevesado— es un reto de primer orden, pero su ejercicio continuado adiestra la pericia y aguza los recursos. De ahí que el periodismo sea considerado una escuela —en absoluto imprescindible, pero sí curtidora— para los escritores y, en concreto, para los novelistas. Y aunque haya muy notables casos como Rulfo, Marsé, Laforet o el mismo Baroja —cuyas traspapeladas crónicas teatrales ni le gustaron a él ni al periódico— que no se han sometido a la atropellada y descarada brega del reporterismo, contamos con otro buen numero cuya dedicación al suceso cotidiano —incluso cuando no existe y hay que improvisarlo— les ha dotado de unas experiencias transformadoras para su narrativa o, lo más elemental, de infalibles trucos para solventar un párrafo. Valdría de ejemplo para el primer caso —el que se nutre experiencias insospechadas— Miguel Ángel Asturias; pues, ¿cómo concebir su original invención del “realismo mágico” sin considerar su corresponsalía en París, para El Imparcial de Guatemala, que le abrió las puertas de los vanguardistas y de sus deslumbrantes probaturas o le permitió acercarse a literatos tan novedosos en aquellos años Veinte como James Joyce? Y sin duda para el segundo caso, para el ejemplo del novelista provisto de trucos bien aquilatados, señalaría a Gabriel García Márquez; dado que la tierna socarronería con que nos atrapa su narrativa nace de la pulidura diaria en su “Jirafa”, para El Heraldo de Barranquilla, y ya cobra una cadencia natural y sumamente efectiva en sus jocundas crónicas europeas para El Espectador,de Bogotá.

No obstante, quería exponerles mis sospechas sobre dos grandísimos escritores, en los que atisbo que su ejercicio periodístico trazó el resto de su obra literaria de un modo irreversible; además, en cada uno de ellos de muy distinta manera, tanto como lo era dispar y, si se me apura, hasta contraria su concepción de la prosa; se trata de Azorín y de Camilo José Cela.

En el caso del maestro Azorín, observaremos que, tras Las confesiones de un pequeño filósofo (1904) —obra capital por tantas cuestiones, además de ser la última que firmara con su nombre, José Martínez Ruiz—, Azorín adopta una extensión en sus capítulos que excepcionalmente llegará a las mil doscientas palabras, pues tiende a acomodarse en setecientas u ochocientas. Y he aquí que esta medida, que aplicará a la capitulación de sus novelas y ensayos, responde a la longitud precisa de sus innumerables artículos —varias decenas miles, tantos que hasta hace unos años aún quedaban muchos por catalogar cuando no extraviados—. Y si ojeamos su biografía, descubrimos que esta longitud se asienta cuando Azorín comienza a vivir con asiduidad de sus colaboraciones periodísticas, primero de los “Lunes de El Imparcial”, y casi de inmediato, de ABC, que acababa de convertirse en diario. Estas setecientas u ochocientas palabras —aplicadas, claro es, a la capitulación de ensayos y novelas—, sobre suponer una brevedad pasmosa, constatan, un determinado aliento creador más allá del cual el escritor enmudece. Les sugiero, pues, que su necesidad pecuniaria de vivir del periodismo troqueló su ímpetu creativo, superado el cual, su ánimo desfallecía; aunque, evidentemente, él supiera adaptar su delicadísima prosa esta circunstancia de una forma magistral.

Caso muy distinto, pero sumamente singular, es el de Camilo José Cela. Cuando Cela, tras un primer expurgo de sus artículos, recoge los tildados como “apuntes carpetovetónicos” en el volumen El gallego y su cuadrilla (1951) —título que encierra su guasa dada la época en que se editó—, con prólogo de Rodríguez Moñino, acababa de ser consciente de un artefacto literario formidable. Cela nos explica, en el prólogo a la edición de 1954 de este mismo tomo, que el “apunte carpetovetónico” no es un artículo ni tampoco un cuento; es “un agridulce bosquejo, entre la caricatura y el aguafuerte”. Por eso se acoge en esta declaración a Valdés Leal, a Goya y a su querido Pepe Gutiérrez Solana como precursores del género, antes que cualquier escritor de nuestra lengua. Lo que ignoraba Cela entonces es que esas estampas que había concebido, quizá, para salir del paso y rellenar un espacio comprometido con un diario, se convertirán, de una forma casi viciosa, en la urdimbre más sólida de toda su narrativa posterior —El molino de viento (1955), Tobogán de hambrientos (1962), Toreo de salón (1963), Izas, rabizas y colipoterras (1964)…— hasta consumarse en la monumental Mazurca para dos muertos (1983). Y ya pudo tentar otras invenciones narrativas como Gavilla de fábulas sin amor (1962) o la desconcertante Oficio de tinieblas, 5 (1973), que no le pluguieron ni a él ni a los lectores; algo que llegó a reconocer veladamente. Es más, sus artículos propendieron, al menor descuido, a ampararse a ramalazos o a tornarse sin más en nuevos “apuntes carpetovetónicos”. Por lo que intuyo (quizás hasta sostenga) que el periodismo marcó radicalmente la obra de Cela al obligarle a concebir, aun sin pretenderlo, el “apunte carpetovetónico”.

Hace cinco años HOY fue silenciado

26 Agosto 2016.

Tomado de: SIP.

Por Jaime Mantilla Anderson. «En aquel día del 2014, el gobierno de Rafael Correa completó la destrucción, pretextando una difícil situación económica que enfrentaba la empresa editora, parcialmente por el boicot y persecución de ese mismo gobierno.»

Jaime Mantilla Anderson

Importantes y significativos análisis sobre los 40 años de ejercicio de la democracia se han publicado en estos días. Algunos columnistas han comentado sobre las complicadas décadas que hemos vivido, bajo el mandato de 14 presidentes: el primero falleció, 4 terminaron su período , 4 fueron depuestos, y 4 los sustituyeron constitucionalmente. Como menciona Diego Araujo, tuvimos una presidenta a la que se le permitió pocos días de ejercicio del poder, y un mandatario que se impuso por diez largos años, dirigiendo un proceso de corrupción y negación de fundamentos democráticos nunca antes visto desde el inicio de la república.

Con excepción de la corta presidencia de Jaime Roldós, que inauguró la democracia y falleció en un lamentable accidente, todos los otros mandatos fueron cubiertos por Diario Hoy, relator y crítico, que practicó siempre un periodismo independiente, libre y de denuncia.

Este 24 de agosto se cumplen 5 años desde que HOY tuvo que interrumpir la misión que se había fijado en su fundación en 1982, defendiendo la democracia y el pluralismo. En aquel día del 2014, el gobierno de Rafael Correa completó la destrucción, pretextando una difícil situación económica que enfrentaba la empresa editora, parcialmente por el boicot y persecución de ese mismo gobierno, como lo han expresado hace algunas semanas dirigentes de los ex trabajadores entrevistados por una popular radio de Quito.

Ha sido un duro período para los 153 ex colaboradores, 264 accionistas, y mas de cincuenta columnistas a los que el diario abrió sus páginas para que pudieran difundir libremente sus distintas visiones de la realidad, cumpliendo lo que prometía en su primera página el 7 de Junio de 1982: «..Hoy es un diario plural y democrático que abre sus páginas a variedad de opiniones y puntos de vista…».

Siempre creyó HOY que la primera página es el espejo del alma de un diario y lucho esos 32 años para que todo el diario se identifique con el alma de la nación.

Al llegar este aniversario sin las manipulaciones y ataques del anterior gobierno, se abren, aunque lentamente, oportunidades ciertas para terminar esta situación que eliminó uno de los más importantes reductos de la prensa libre del país.

La solución definitiva depende principalmente de la voluntad de los que fueron sus trabajadores, expresada ya en varias oportunidades y el apoyo de todos los involucrados, incluyendo las autoridades actuales.

HOY nació con esa democracia tan maltratada. Fue silenciado luego de 32 años de una acción periodística honesta, plural y libre. Sería oportuno y saludable que simultáneamente con el proceso de rescate de los valores democráticos, concluya el largo e irregular conflicto laboral que fuera impulsado injusta y engañosamente por ese gobierno que durante 10 años buscó eliminar las libertades.

La SIP vigilante ante situación de la prensa en Venezuela, Nicaragua y Cuba

26 Agosto 2019.

Foto: WDIO.

Tomado de: SIP.

Durante su 75ª Asamblea General en Miami del 4 al 7 de octubre próximo, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) analizará y discutirá los distintos mecanismos que se están utilizando en países de la región para restringir y castigar la labor periodística.

Especial atención se prestará a los informes sobre la situación que padecen los periodistas y medios de comunicación en Venezuela, Nicaragua y Cuba.

En Venezuela permanece en prisión desde el 12 de julio el periodista independiente Wilmer Quintana, de 51 años, acusado por el presunto delito de promoción e incitación al odio, contemplado en la Ley Contra el Odio, por la Convivencia Pacífica y la Tolerancia. Esta ley criminaliza la libertad de expresión en las redes sociales y la castiga con penas de hasta de 20 años de cárcel. El delito de Quintana fue cuestionar en su cuenta de Facebook la gestión del gobernador oficialista José Manuel Vásquez y denunciar presuntos actos de corrupción e irregularidades en la gestión de servicios públicos.

Por otra parte, una delegación de la SIP que visitó Nicaragua en junio constató que no ha mejorado el respeto del régimen orteguista por las libertades de prensa y expresión, desde que fueron excarcelados los periodistas Miguel Mora y Lucía Pineda, acusados de presuntos actos terroristas y apología del odio, y de Marlon Powell Sánchez, por supuesta actividad terrorista. El clima de represión y hostigamiento contra la prensa independiente ha provocado que más de 70 periodistas hayan salido al exilio.

En Cuba, la SIP ha advertido varias veces en los últimos meses el incremento de la represión contra periodistas independientes y la atmósfera de total indefensión jurídica en la que deben trabajar. Durante el primer semestre de 2019, según organizaciones de derechos humanos en la isla, se han registrado unos 1.468 arrestos arbitrarios. También se denunció que la nueva Constitución de Cuba en vigencia desde el 10 de abril, así como la Ley Mordaza (Ley 88) y el Código Penal, siguen siendo instrumentos que permiten al régimen limitar el derecho a manifestarse, censurar la libertad de expresión y restringir la actividad del periodismo independiente.

La reunión se celebrará en el hotel Biltmore de Coral Gables, en el sur de la Florida, del 4 al 7 de octubre, oportunidad en la que la SIP celebrará el 75 aniversario de sus asambleas anuales.

Luto en la televisión colombiana, falleció el actor Julio del Mar

26 Agosto 2019.

Por: canalrcn.com
– El actor barranquillero murió a sus 75 años a causa de complicaciones respiratorias.

Julio del Mar fue uno de los actores más importantes de la televisión colombiana.Sufrió varios quebrantos de salud, aunque prefería no hablar al respecto; sin embargo, dentro de su lista resaltaba un accidente cerebrovascular que le provocó problemas para hablar y caminar.

Julio lo único que esperaba era recuperarse pronto para volver a la televisión, pues su más grande pasión era la actuación.

Gracias a un cardiodesfibrilador, implantado muy cerca de su corazón, el actor pudo tener un estilo de vida que se acoplara a sus necesidades, pero hoy su corazón dejó de latir, faltando 15 días para su cumpleaños número 76, dejando una huella imborrable en los colombianos.

Todo indica que las causas de su deceso se relacionan con problemas respiratorios, otra de sus afecciones que, según él, se relacionaba con el estrés: “Mi única entrada de dinero era la actuación, no tengo pensión y las regalías son de las cosas que uno vende en el exterior”, expresó el pasado marzo en una entrevista para RCN Radio.

Su última aparición en la televisión colombiana fue en el Canal RCN en el 2017-2018, con la telenovela ‘La luz de mis ojos’, donde el actor representaba al Padre Constantino.

Seis creencias que lo pueden matar

26 Agosto 2019.

Foto: iStock.

Tomado de: El Tiempo.

Que meterse al mar después de almorzar produce derrames cerebrales, que leer con la luz baja estropea la vista o que saltar después de tener relaciones sexuales evita el embarazo son mitos que asume la gente y que a veces son difíciles de diferenciar de la verdad en razón a que están muy difundidos. Y si bien estos son inocuos, como la falsa idea de que sentarse en el inodoro de un baño público puede contagiar infecciones, lo cierto es que existen algunas creencias que son más que mitos y pueden llegar a convertirse en verdaderos riesgos para la salud en caso de hacerlos sin control.

Carlos Álvarez, ex presidente de la Asociación Colombiana de Infectología, dice por ejemplo que la arraigada costumbre de combatir los resfriados con antibióticos, a pesar de no tener ningún efecto sobre los virus que los causan, puede parecer insignificante, pero a la postre esta puede ser una vía para aumentar la dañina resistencia de las bacterias a este tipo de medicamentos, que en algún momento pueden llegar a comprometer la vida cuando en realidad se necesitan.

Y así pueden existir muchas otras costumbres, de las cuales vale la pena hacer un listado que sin ser definitivo es una invitación a eliminarlas de raíz de la cotidianidad de las personas, en razón a que su ejecución puede desencadenar riesgos graves e incluso llevar a la muerte, sin que constituya una exageración.

 

1. «Las gripas no son peligrosas»

Gripa

Foto: 123RF.

La frecuente exposición a los virus que causan enfermedades respiratorias y sus ciclos a través del tiempo han llevado a pensar que los resfriados, la influenza o la popular gripa son siempre entidades inocuas, pero no siempre es así. De acuerdo con la Asociación Colombiana de Infectología, hay situaciones en que los virus que causan estas enfermedades pueden desencadenar complicaciones muy serias, especialmente en poblaciones susceptibles o con las defensas comprometidas.

Vladimir Muñoz, pediatra de la Universidad Nacional, explica que los niños con problemas de nutrición, de bajo peso o con enfermedades latentes pueden desencadenar episodios de neumonía graves por sobreinfección bacteriana en los episodios gripales, con el agravante de que los síntomas avanzan rápidamente y pueden terminar con la vida de los menores. Lo mismo ocurre con las personas mayores y los enfermos crónicos, dice Julián Garcés, médico internista, quien aconseja que ante señales como tos persistente, fiebre que no cesa, decaimiento, dolores y dificultad para respirar hay que consultar siempre.

 

2. «Las vacunas son malas y no son necesarias»

vacuna
Foto: EFE.

Si bien las vacunas pueden producir algunos efectos secundarios menores, estos biológicos son muy seguros. Tanto que es más probable que su no aplicación permita el desarrollo de una enfermedad severa que puede llevar a la muerte o a la discapacidad permanente antes que aparezcan males menores por su aplicación. No en vano, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera a la vacunación como la medida más benéfica en términos sanitarios en toda la historia de la humanidad y se ha probado que sus beneficios compensan desproporcionadamente los riesgos, tanto que, según la agencia de la ONU, sin vacunas la mortalidad y la aparición de enfermedades graves serían problemas muy difíciles de enfrentar en el mundo de hoy.

 

3. «Los remedios naturales no hacen daño»

Esto es completamente falso. Varios estudios han demostrado que manejar algunas enfermedades con productos naturales de dudosa eficacia pueden llegar a complicar el estado de la persona y a favorecer desenlaces fatales, no solo por sus efectos, sino porque su uso puede retardar la necesidad de utilizar medicamentos eficaces. Una investigación reciente publicada en la revista ‘Cancer’ demostró que 29 de los 44 remedios naturales más usados por los pacientes oncológicos desencadenaron riesgos sanitarios para ellos. Se encontró que productos como la cúrcuma complicaban la quimioterapia, el ‘ginkgo’ biloba o el té verde aumentaron las hemorragias y algunas terapias herbales frenaron la efectividad de los tratamientos.

Este estudio también referenció alteraciones farmacológicas con 15 productos naturales, efectos tóxicos directos en 18 y crecimiento ‘in vitro’ de respuestas anómalas de las células cancerosas en siete productos. Por eso es necesario siempre consultar antes de consumir cualquier alternativa natural.

 

4. «Cigarrilos electrónicos y vapeadores ayudan a dejar de fumar»

IQOS

Foto: Diego Santacruz / EL TIEMPO

La Organización Mundial de la Salud ha sido enfática en que no existe ninguna evidencia que demuestre algún tipo de beneficio derivado del uso de cigarrillos electrónicos o vapeadores frente a la salud en general o como herramienta para dejar de fumar. De hecho, se ha comprobado que este tipo de dispositivos inducen al consumo, especialmente en jóvenes. De igual forma, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha encontrado que estos artículos sean seguros y eficaces para alejarse del tabaco tradicional.

La Asociación Colombiana de Neumología ha advertido que este consumo genera riesgos respiratorios y enfermedades pulmonares que van desde las más leves hasta compromisos severos, por lo que se recomienda abstenerse de usarlos. Esta semana, justamente, las autoridades de Estados Unidos lanzaron una alerta por una nueva enfermedad pulmonar derivada del uso de los vapeadores que se encontró en 100 personas.

 

5 «La medicina alternativa es mejor e inofensiva»

El año pasado un estudio significativo hecho por la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale demostró que los pacientes con cáncer no metastásico de seno, pulmón, colon y recto que se acogieron a terapias alternativas para su tratamiento tuvieron peor supervivencia que quienes tomaron tratamientos convencionales para sus tumores. El trabajo publicado en ‘Journal of the National Cancer Institute’ encontró que en un seguimiento a cinco años los enfermos con cáncer de seno, el colon y el recto tuvieron cinco veces más probabilidad de morir con el uso de terapias alternativas frente a las medicinas tradicionales, con lo que se concluyó que hay más riesgo de muerte al elegir estas opciones “alternativas”, lo que indujo a los autores a recomendar abstenerse de ellos a toda costa.

Como terapias alternativas se consideraron tratamientos basados en hierbas, vitaminas, minerales, homeopatía, acupuntura y medicina tradicional china.

 

6. «El VIH ya no es preocupante»

VIH

Foto: EFE.

Si bien la investigación y las medidas de salud pública han logrado avances determinantes en la lucha contra el VIH en las últimas décadas, al punto que su infección hoy se clasifica como una enfermedad crónica no mortal, esto no significa que no sea mortal y que se baje la guardia. Según los reportes de Onusida el año pasado 770.000 personas murieron por esta causa en el mundo y se presume que al menos 600 niños se infectan diariamente en una estadística calificada por la OMS como inaceptable.

La agencia sanitaria advierte que la apatía frente al virus comienza a ser preocupante y recomienda a los sistemas de salud reforzar sus campañas para prevenir su difusión. El mito de que el VIH ya no mata está lejos de ser una realidad.

Campesinos dan un paso adelante y se adaptan al cambio climático

26 Agosto 2019

Foto: Mauricio Ochoa.

Tomado de: Semana Sostenible.

Los labriegos de Cundinamarca aseguran estar padeciendo los efectos del calentamiento global. A los cambios bruscos de temperatura, se suma ahora la escasez de agua en los ríos y quebradas. Pero desde ya comienzan a prepararse y a reducir su impacto en el ambiente.

ulio Velandia cuenta con asombro cómo mientras en su finca Los Alisos llueve, a menos de cinco kilómetros, en el predio de su vecino, no cae ni una gota de agua.

Para este agricultor del municipio de Guatavita, Cundinamarca, este es el mejor ejemplo de los efectos que se han venido produciendo en su territorio por cuenta del cambio climático.

«Antes llovía parejo en toda esta zona, pero ahora no es posible precisar con exactitud las épocas de invierno o verano. Las lluvias o la sequía se pueden demorar más o menos tiempo, pero ya es imposible predecirlas», dijo el labriego.

Él, al igual que cientos de campesinos que residen en inmediaciones al páramo de Chingaza, ecosistema que surte en un 70 % de agua a Bogotá, vienen observando desde hace varias décadas cómo a los cambios bruscos de temperatura se le han venido sumando fenómenos como la escasez de agua en los ríos y quebradas.

«Antes en las fincas había una gran cantidad de agua, pero desde hace un tiempo el caudal no es el mismo, se ha reducido y eso nos ha acarreado muchos problemas», apuntó Rogelio Prieto Jiménez, agricultor y ganadero de la vereda Ranchería, en Sesquilé.

El proyecto de adaptación al cambio climático en ecosistemas de alta montaña ha beneficiado a 64 familias campesinas que viven cerca a las cuatro microcuencas claves que surten de agua los embalses que abastecen de agua a Bogotá. 

Para contrarrestar esta situación, Prieto, al igual que otras 63 familias campesinas que residen en las cuatro microcuencas claves y estratégicas que abastecen de agua a Bogotá (río San Franciso, río Chipatá, Cogua-Zipaquirá y Chisacá), decidieron vincularse al Proyecto de Adaptación al Cambio Climático en Ecosistemas de Alta Montaña que desde hace tres años viene implementando el Ministerio de Ambiente, Conservación internacional Colombia, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por sus siglas en inglés).

«Les decimos a los habitantes de esos sectores cómo adaptarse a los cambios de temperaturas, las sequías prolongadas o las lluvias intensas que se pueden presentar en 20 o 30 años. La idea es que esos fenómenos de variablidad climática no les vayan a dar tan duro. Les enseñamos cómo hacer para gestionar el territorio, desde un punto de vista preventivo, sin que tengan que cambiar sus modos de vida de manera drástica«, indicó Diana Carolina Useche, punto focal del proyecto GEF del Ministerio de Ambiente, cartera que invirtió, junto a otras entidades, cerca de 4 millones de dólares para la implementación de este piloto en el país.


Los campesinos son capacitados para que realicen el monitoreo del clima todos días, a partir del uso de equipos como el pluviómetro. Miden la temperatura, la humedad y pluviosidad para luego entrar a tomar decisiones.

La funcionaria explicó que el proyecto se dividió en dos fases. La primera consistió en la generación del conocimiento y para eso se realizó el análisis de escenarios climaticos posibles, a partir de un acercamiento a nivel de escala y en detalle de cómo se encuentran esos cuatro sitios que se priorizaron en términos de coberturas vegetales, uso de suelo, tipo de productores, cambios de temperatura y precipitación para los años 2040, 2070 y 2100, con ayuda del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, y la información que aportaron las estaciones hidrometeorológicas de la Empresa de Acueducto de Bogotá y las Corporaciones Autónomas Regionales de Cundinamarca y del Guavio, CAR y Corpoguavio, respectivamente.

«Con los mapas ya hechos pudimos determinar dónde se iban a registrar los cambios hidrológicos, de temperatura y precipitación más drásticos para luego entrar a desarrollar la segunda fase, que consistió en ir al territorio y focalizar las áreas más vulnerables, esos sitios que están muy cerca de los páramos, que ya han sido intervenidos y cuyos suelos han sido devastados y sufrido muchos impactos», explicó Margot García, consultora de Conservación Internacional Colombia, organización que se encuentra ejecutando esta inciativa, tras adelantar una alianza con el Ministerio de Ambiente.

García afirmó que se realizó un acercamiento con las familias de la región para que entre todos, de manera concertada, se determinara dónde intervenir y qué tipo de pilotos se podrían implementar como medidas de adaptación al cambio climático, desde un componente rural, en torno a los páramos.

«Nosotros no llegamos a imponer, sino a trabajar en conjunto. Pusimos al servicio de la comunidad nuestros conocimientos, unos recursos técnicos y financieros, y construimos unidos. Con el campesino que está en casa todos los días, con el dueño del terreno, llegamos a unos acuerdos para buscar soluciones, de lo contrario, este proyecto no tendría sostenibilidad ni aceptación», manifestó García con alegría.

Resaltó que gracias a esta inciativa se logró, entre otras cosas, afianzar los lazos comunitarios, recuperar costumbres, empoderar a la mujer, mejorar la seguridad alimentaria y enganchar a los jóvenes para que vieran que el campo sí podía ser una opción de vida.

«Las nuevas generaciones de chicos ya no quieren estar en el campo, pero gracias a este proyecto los convencimos de que sí se pueden quedarque sí es una opción de vida y ya muchos de ellos empezaron a tomar ese gusto por querer trabajar en el territorio y compartir en familia», dijo García.


Los labriegos han implementado sistemas de riego eficientes, dotados de equipos especializados para evitar el desperdicio de agua. Se surten de agua de reservorios impermeabilizados que construyen en cada finca, de cara a mitigar los efectos de la sequía. 

Proyectos de apicultura, gallinas ponedoras, huertas caseras, sistemas de riego eficientes, renovación de praderas, abonos orgánicos, fertilizantes naturales, sistemas silvopastoriles, aislamientos arbolados, monitoreo comunitario del clima y generación de valor agregado a los productos de la región, han sugido a lo largo del tiempo.

«Algo muy importante es que se ha enriquecido el tejido social. Para nosotros ha sido muy satisfactorio que crean y confíen en nosotros, así como poder rescatar esas tradiciones de nuestros abuelos para producir de manera más limpia, sin tanto químico y generando menor impacto al medioambiente», sostuvo Luz Helena Rodríguez, habitante de la vereda Carbonera Alta, de Guatavita, quien se dedica a la producción de abono orgánico y la huerta casera en donde cultiva diferentes especies de verduras y horalizas para el consumo de su familia y la venta al por menor.


Diferentes proyectos piloto han surgido gracias a esta iniciativa. Las gallinas ponedoras silvestres, alimentadas con polen, asi como la apicultura y la elaboración de kumis y yogur, son algunas de las inciativas lideradas por los campesinos. 

En agosto de 2020 el Proyecto de Adaptación al Cambio Climático en Ecosistemas de Alta Montaña finalizará y lo que se espera es que los pilotos que comenzaron a ejecutarse, continúen y se puedan replicar en las otras regiones en donde se encuentran ubicados los 47 páramos con los que cuenta Colombia, los cuales abastecen de agua a los ríos y quebradas que surten los embalses de donde se toma el agua para las ciudades.

«Necesitamos asegurar que la reconversión de sistemas productivos de los campesinos va a funcionar, porque con hambre no hay conservación. Una vez logremos que el bienestar de las familias está garantizado, podemos entrar a hablar de conservación», puntualizó Useche, quien considera que es posible que los labriegos vivan en armonía con el medioambiente, sin depredarlo. Julio, Rogelio y Luz Helena son un ejemplo de ello.

¿Te están espiando el móvil? Así puedes descubrirlo

26 Agosto 2019.

Foto: ANNEGRET HILSE (REUTERS).

Tomado de: El País (España).

La tentación está ahí: un familiar se olvida el móvil sobre la mesa y surge la curiosidad de husmear en el WhatsApp, las llamadas recibidas o qué páginas web ha visitado esta persona, sobre todo si surgen dudas sobre la fidelidad en pareja. Esta tentación no es nueva pero más allá de hacerse con el móvil de la víctima y navegar por su contenido, ahora hay herramientas que hacen ese trabajo sucio sin el conocimiento (ni consentimiento) de la misma. Este fenómeno tiene nombre y ha sido bautizado como stalkerware (algo así como «virus del acosador»), y la mala noticia es que cualquiera puede ser espiado sin tener conciencia de ello. ¿Cómo detectar si el móvil está afectado por este software?

Antes de analizar las claves para detectar este espía en el móvil, conviene conocer cómo opera exactamente el stalkerware. Estas aplicaciones cuentan con una operativa muy similar a la del malwareo los virus: se instalan en el terminal de la víctima y una vez ahí comienzan a registrar todo tipo de actividad que es enviada posteriormente a un servidor al que accede el espía. Sin embargo, esta técnica no es exactamente igual: “A diferencia del malware, que se instala de forma masiva, este software es instalado por alguien que tiene acceso al móvil”, explica a EL PAÍS, Fernando Suárez, vicepresidente del Consejo General de Colegios de Ingeniería Informática, quien matiza además, otra importante peculiaridad de este tipo de apps: “A diferencia de las aplicaciones de control parental, éstas no son visibles en el móvil de la víctima”. Pero… ¿cómo saber si un móvil está siendo espiado mediante stalkerware?

Aparición de pop-ups inesperados en el navegador

El popular programa de radio en Estados Unidos, Kim Komando, alerta de que una manera de descubrir un móvil víctima de este espionaje es mediante la súbita aparición de ventanas emergentes (pop-up) en el navegador. Se trata de comportamientos fuera de lo habitual que no deberían ser minimizados por la víctima. Del mismo modo, un súbito incremento del spam en el correo electrónico y la recepción de mensajes de texto de desconocidos con excesiva frecuencia deberían ser motivos para disparar las alarmas.

¿Desapareció temporalmente el móvil?

Si el comportamiento extraño de un dispositivo ha sido precedido de una pérdida temporal del mismo (por ejemplo, se deja en una habitación y tras buscarlo, aparece tras unas horas en otra), este terminal es susceptible de haber sido sustraído temporalmente para instalar estos programas. Los expertos nos recuerdan que hacen falta unos minutos con el móvil en la mano para instalar estas apps.

La batería de pronto dura mucho menos

Un móvil con stalkerware trabaja mucho más que uno limpio, y esta actividad tiene su lógico impacto en la duración de la batería. Si se detecta un súbito descenso del rendimiento de la misma, acompañado de alguno de las otras situaciones mencionadas anteriormente, hay que sospechar y tomar las medidas necesarias.

El móvil se recalienta constantemente

Como continuación del consumo de la batería, un móvil afectado por este mal tiene que desempeñar muchas más tareas que otro limpio y esto deriva asimismo en un incremento de la temperatura del mismo.

Instalar apps fuera de las tiendas de aplicaciones

No se trata de un síntoma en sí, pero si se detecta alguno de estos comportamientos atípicos tras haber instalado una aplicación fuera de las tiendas oficiales (App Store o Google Play), la posibilidad de que el terminal haya sido infectado se dispara. Tanto Apple como Google se toman muy en serio la seguridad de sus plataformas, y por ello es extremadamente recomendable instalar apps de sus tiendas oficiales. La buena noticia para los dueños del iPhone es que este dispositivo es difícilmente vulnerable a este ataque puesto que Apple obliga a instalar todas sus apps a través de la tienda; Android es más susceptible de ser atacado porque es factible instalar aplicaciones fuera de control de Google.

¿Qué hacer si se tienen sospechas? Lo más recomendable es llevar a cabo una restauración del equipo a los valores de fábrica, aunque adicionalmente se recomienda la instalación de un software que pueda detectar este fenómeno. “En 2018 identificamos más de 26.000 aplicaciones de stalkerware”, explica Daniel Creus, de Kaspersky Security, para dar una dimensión real del problema. Esta empresa ha modificado recientemente sus aplicaciones de seguridad en móviles para hacer frente a este fenómeno.