Crculo de Periodistas de Bogot

Archivos marzo 2020

Seis consejos para hacer un reportaje en formatos multimedia

4 marzo 2020 –

Foto: Pixabay –

Por: Fundación Gabo –

El inicio del siglo XXI está marcado por el desarrollo tecnológico y la evolución de los formatos en la cobertura periodística. Por ello, en esta era digital, el periodismo narrativo desde formatos multimedia es cada vez más importante. Sebastián Hacher, maestro del taller de Visualidades del Programa 5 Sentidos, propone seis consejos para adentrarse con éxito en esta forma de narrar historias:

1. Romper el paradigma de lo visual como un adorno. Para realizar un reportaje en formatos multimedia el periodista tiene que pensar su historia como un relato orgánico. Esto significa que todas las diversas herramientas que se ofrecen en la cobertura periodística (fotografías, textos escritos, infografías, videos, audios, plataformas web, etc…) mantienen un diálogo entre sí, donde la información se distribuye de manera proporcional. De lo anterior se concluye que la parte visual de un reportaje en formatos multimedia no es –de ninguna forma– un adorno, sino que constituye un elemento esencial sin el cual la narración podría sostenerse en pie.

Lo mismo ocurre con el texto escrito: tampoco puede ser considerado como una especie de “pie de página” o soporte ornamental del trabajo periodístico. En un reportaje multimedia cada uno de los formatos cumple una función y cuenta un segmento de la historia.

2. No depender demasiado del texto escrito. En el periodismo hay una tendencia común a elaborar notas extensas en las que el texto escrito ocupa un lugar excesivamente central (trabajos que contienen decenas de miles de caracteres) y los videos u otras herramientas pasan a un segundo plano (suelen aparecer cuando ya el lector ha perdido el interés).

Por eso, siguiendo la idea del primer punto sobre la distribución equilibrada entre los formatos usados en un reportaje, Sebastián Hacher recomendó contar historias en las que la narración sea independiente de la escritura. “No hace falta decir tanto con palabras, la imagen también puede comunicar muchísimo”, dijo el maestro.

3. Pensar el diseño junto con el contenido. El diseño comunica tanto como las imágenes, es imposible concebir el contenido de un reportaje multimedia sin concebir su forma. Pensar en el diseño supone comprender cómo va a estar organizado el texto, cómo se darán las transiciones, en qué tamaño se va a ver, qué colores van a usarse, cuánto espacio hay disponible para escribir, en qué formatos se van a presentar las fotos, cuál va a ser la definición de los videos. Todo en el diseño debe plantearse de acuerdo con las lógicas que ofrezca el contenido de la historia: en esa correlación reside el atractivo de un reportaje en formatos multimedia.

4. Conocer el lenguaje multimedia. Los periodistas que cuentan historias en formatos multimedia tienen que conocer el lenguaje de la fotografía, la programación, la cinematografía, la edición de videos y el diseño web. Solo de esa manera es posible cumplir con el consejo anterior.

Interiorizar herramientas como las que ofrece Readymag es un buen inicio para adentrarse en este conocimiento multimedia.

5. Tener la disposición de asumir cambios en la historia. En la mayoría de los casos, la expectativa de un periodista sobre el acontecimiento que desea cubrir es diferente a la realidad. Generalmente el periodista se percata de esta divergencia a través de los descubrimientos que hace de su historia a medida que investiga. Por lo tanto, mientras más rigurosa sea la investigación, más probable será que algunos escenarios, personajes y conflictos cambien de enfoque. El proceso de creación de un reportaje en formatos multimedia está lleno de estas transformaciones que, de ser aprovechadas, garantizan la profundidad de la historia.

“Como periodistas, tenemos que acostumbrarnos a trabajar con la incertidumbre, con lo inesperado y con lo caótico para aprender a desenterrar nuevos sentidos de lo que estamos haciendo”, afirmó el maestro Hacher.

6. Elegir personajes arquetípicos y complejos. Un buen personaje es aquel que lleva a cabo un drama con el que pueden sentirse identificados los espectadores. Cuando eso sucede, nos encontramos frente a un personaje arquetípico, es decir, alguien que en el conflicto de su historia personal compendia las luchas, frustraciones, alegrías o tristezas que muchas personas han experimentado alguna vez en su vida por el solo hecho de pertenecer a la condición humana. Si el periodista logra captar esta naturaleza arquetípica, puede otorgarle a su reportaje un carácter universal.

Por otro lado, la complejidad de un personaje hace referencia a las diferentes capas morales de las que está hecho y que, en ocasiones, resultan contradictorias. “Hay que buscar personajes que tengan riqueza y presenten dobleces, con los cuales podamos mostrar sus lados oscuros y sus lados brillantes”, apuntó Hacher.

Sebastián Hacher

Es periodista desde el 2001. Es jefe de redacción de Infojus Noticias y editor del sitio de la red de periodismo policial Cosecha Roja.  Publicó los libros Gauchito Gil (2008), Sangre Salada (2011) y Cómo enterrar a un padre desaparecido (2012).

Escribió en diversos medios: SOHO, Brando, Revista THC, Rumbos, Miradas al Sur, Soy (Página/12), Diario Z, entre otros. Trabajó en la sección de policiales del diario Tiempo Argentino. En televisión formó parte de las producciones de Punto.doc, La Liga (Telefé) e Historias Prestadas (Canal 7). Fue uno de los fundadores de Indymedia Argentina, y miembro de Sub Cooperativa de Fotógrafos.

Ganó la Beca de Investigación Periodística de Avina y el primer premio en la Bienal de Arte de Cuenca junto con la Cooperativa Sub.

Programa 5 Sentidos

El Programa 5 Sentidos, que organiza la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI- para promover la cobertura de derechos humanos en América Latina, llega a su segunda edición. Esta vez es dirigido por Cristian Alarcón, director de la revista Anfibia, y consta de 5 seminarios web abiertos al público y 3 talleres dirigidos a 20 participantes seleccionados por convocatoria.

 

Los diez grandes reportajes

4 marzo 2020 –

Foto: Pixabay –

Por: Cuartopoder.es

El reportaje, el género periodístico por excelencia, es la mirada de un hombre sobre el mundo, un retrato fidedigno de la verdad letra a letra. Desgraciadamente para los lectores, y sobre todo para los reporteros, ya pasaron los tiempos en que un director de periódico podía llamar a un plumilla y decirle: «Asista a la inauguración del canal de Suez y envíeme una crónica. Después suba por el Nilo y describa todo lo que encuentre interesante en el Alto Egipto y prepare una guía práctica para los viajeros aficionados. Escriba algo sobre la expedición de Baker en busca de las fuentes del río. Después viaje a Jerusalén y entérese de las excavaciones que está haciendo el capitán Warren, parece que han hecho descubrimientos importantes. Entre en Siria y envíeme una crónica política del país. Siga hasta Constantinopla, infórmese de los conflictos entre el jedive y el sultán. Pase luego por Crimea, visite las exploraciones arqueológicas y los campos de batalla. En el Cáucaso, investigue la política y los proyectos de los rusos en aquella región y en el mar Caspio. Dicen que los rusos proyectan una expedición a Kiva. Entérese. Cruce a Persia y mándenos algo interesante desde Persépolis. Bagdad le queda de camino, escriba alguna crónica sobre el valle del Éufrates. Luego viaje a la India, échele una mirada, prepare algo, y ya desde allí embarque hacia África y empiece a buscar a Livingstone. Páselo bien y que Dios le acompañe».

En 1902, Jack London se vistió con ropa vieja, alquiló un cuarto de mala muerte, guardó un poco de dinero en el cinturón y se sumergió dos meses en el East End, una de las zonas más miserables de Londres, para descubrir en sus propias carnes en qué condiciones vivía el proletariado británico varias décadas después de Marx y Engels. El resultado fue un documento de una brutalidad aterradora y una honestidad implacable, probablemente la primera denuncia de primera mano de la injusticia esencial del sistema capitalista.
Después de acompañar a Pancho Villa en la revolución mexicana, Reed llegó a Rusia en medio de la Primera Guerra Mundial, conoció a Lenin, entrevistó a los principales dirigentes de las diversas facciones, asistió a las multitudinarias asambleas y levantó acta del proceso revolucionario de octubre en un electrizante reportaje que, a su regreso a los Estados Unidos, le valió la fama inmediata y una acusación de espionaje. Tras su exilio en la URSS y su muerte por tifus, fue enterrado en el Kremlin junto a otros líderes bolcheviques.
«Me fui» escribe Chaves Nogales sobre su huída de España en plena guerra civil, «cuando tuve la íntima convicción de que todo estaba perdido (…). En mi decisión pesaba tanto la sangre derramada por las cuadrillas de asesinos que ejercían el terror rojo en Madrid como la que vertían los aviones de Franco, asesinando mujeres y niños inocentes». Exiliado en un pequeño hotel de París, Chaves Nogales escribió estos nueve alucinantes relatos basados en hechos rigurosamente verídicos, tal vez el libro que mejor describe el espanto de la Guerra Civil española.
Basada en la experiencia personal del propio Orwell durante la Guerra Civil española, donde acudió como voluntario desde diciembre de 1936 a junio de 1937, este gran reportaje es un grandioso fresco al natural de la contienda fratricida entre comunistas y anarquistas en una Barcelona entregada a la efervescencia revolucionaria. El libro provocó no sólo la ruptura con su editor, quien se negó a publicarlo alegando el daño que podía hacer a los ideales socialistas, sino también un cisma en las filas de la izquierda ortodoxa.
De la conjunción entre un escritor de primer orden y un personaje inverosímil nació este libro prodigioso que no se parece a ningún otro y cuya publicación póstuma celebraron escritores de la talla de Doris Lessing, Salman Rushdie, Martin Amis y Julian Barnes. En 1942 apareció en The New YorkerEl profesor Gaviota, retrato de un vagabundo neoyorquino que había consagrado su vida a escribir una
Historial Oral compuesta de miles de semblanzas, impresiones y diálogos que abarcaba la historia entera de la ciudad. En 1957, tras la muerte de GouldMitchell publicó la segunda y definitiva crónica, el último texto que escribiría en su vida antes de retirarse del periodismo y dedicarse a rastrear junto a su mujer objetos perdidos por los solares y edificios en ruinas de Manhattan.
Entre el ensayo y la poesía, la metafísica y la psicología, Del boxeo es probablemente el mayor monumento literario consagrado al noble arte, un texto en el que Oates recoge la fascinación con que ha asistido a ese «teatro trágico de Norteamérica» desde los días en que su padre la llevaba de niña a sus primeros combates hasta que, ya adulta, pudo asistir a una de las mayores peleas de las que se tiene noticia: la que enfrentó a Tommy ‘La Cobra’ Hearns contra Marvin ‘Maravilla’ Hagler por el cetro de los pesos medios. Puntuada de destellos, de fogonazos y descubrimientos, la prosa de Oates se alza por encima de la crónica deportiva para ahondar en los misterios del cuerpo y del alma.
El bisturí delicado, preciso y elegante de Talese se vuelca en un reportaje sobre las costumbres sexuales de la sociedad estadounidense, una investigación de primera mano que abarca varias décadas de historia americana y que va desde las andanzas del fundador de Playboy, Hugh Heffner, a la trastienda de los salones de masajes, desde la vida triste y solitaria de los consumidores de pornografía al mundo de las orgías y los intercambios de pareja.
Para John Le Carré, era «el enviado de Dios», para otros, sencillamente, el mejor reportero del mundo. Si cada libro de Kapuscinski es el testimonio definitivo de un lugar y una época, Ébano es un milagro: la conjunción de 29 crónicas que escribió de 1957 a 1990, cuando trabajaba como reportero para una pequeña agencia polaca viajando por diversos países africanos. Testigo de los procesos de descolonización del continente, de la miseria, las guerras y el hambre que han jalonado África, Kapuscinski tiene el don de la visión angélica, la perspectiva de un narrador en primera persona que poco a poco desaparece y deja que la narración hable por sí misma.
En 1997 dos expediciones comerciales intentaban llevar a sus clientes a la cima del Everest cuando un brusco cambio de tiempo provocó una auténtica masacre. Jon Krakauer, que sobrevivió a la tragedia, relató pormenorizadamente su experiencia en este reportaje polémico y emocionante que no es sólo una denuncia del turismo de aventura, sino también una triste constatación de la influencia que el periodismo ejerce sobre los hechos: el principio de que el observador influye en lo observado.
Desde el inconcebible hormiguero del puerto de Nápoles al tenebroso barrio de la Scampia, el mayor centro comercial de droga del mundo; desde los talleres chinos de falsificación de ropa de lujo hasta los escondites ilegales de residuos radiactivos, éste es el reportaje definitivo sobre la Camorra napolitana. Saviano pone al descubierto las jerarquías del crimen, sus atajos, sus justificaciones, su cultura, sus campos de influencia y sus ramificaciones políticas en un libro tan incómodo y valiente que su publicación le ha costado una sentencia de muerte.
Torre del descontrol

4 marzo 2020 –

Por: Gonzalo Silva, socio del CPB –

Sobre el tema de la seguridad aérea en el país se han esgrimido a lo largo de los últimos años consideraciones contrarias entre directivas de la Aeronáutica Civil y trabajadores. Para las primeras —y en ello han coincidido varios directores— las operaciones están garantizadas, en tanto que para los últimos son evidentes los riesgos, con eventuales y fatales consecuencias para pasajeros y tripulaciones.

Mientras las partes se ponen de acuerdo, los sindicatos de la entidad insisten en sus denuncias públicas, incluso, ante los propios organismos de control, sobre la persistencia de situaciones anómalas que atentan contra la seguridad. Se enumera la ausencia de una estrategia planificada para superar vacíos en la planta de personal operativo, falencias en la red de apoyo técnico al tránsito aéreo y mal uso de los recursos públicos para el mantenimiento de la infraestructura básica.

A la luz de estas denuncias, ciertamente es posible inferir que el país no está blindado contra la eventualidad de algún siniestro. El desfase cada vez mayor entre la insuficiente planta misional, entiéndase técnicos, controladores y bomberos, con respecto al crecimiento desbordado del tráfico aéreo es una bomba de tiempo, como también lo es el estado actual de los equipos que conforman las estaciones aeronáuticas, muchos inoperantes o al límite de su vida útil.

Sobre la insuficiencia de personal técnico y la falta de decisión para superarla nos ocupamos en la columna del 19 de noviembre pasado, y bien merece abordarse, entonces, el tema de la infraestructura. Buen número de los equipos que operan en el espacio aéreo nacional son obsoletos y millonarias adquisiciones para reemplazarlos no han sido la solución. En los últimos cuatro años la entidad realizó compras superiores a $120.000 millones —calculan los trabajadores— en equipos, que en ciertos casos no han funcionado o lo hacen con deficiencias o, más grave aún, terminaron abandonados en bodegas oficiales, con detrimento patrimonial, como sucede con parte de la red LAN, adquirida por $6.600 millones, para la ampliación y el mejoramiento de las telecomunicaciones aeronáuticas.

Sobran ejemplos de negligencia, imprevisión, falta de planeación y contrataciones irregulares. En diciembre de 2015 se contrató, por $5.500 millones, el suministro, instalación y puesta en servicio del moderno sistema de MLAT para las aproximaciones a los aeropuertos de Cúcuta y Medellín (Olaya Herrera), con plazo de ejecución de un año. Sin embargo, según las denuncias, en el Olaya el proceso quedó en el tintero debido a que no se consideró la compra de un predio estratégico para ubicarlo.

Y aunque dicho método satelital es el más confiable del mercado para incrementar la capacidad de observación de las operaciones que se realizan en los entornos aeroportuarios, la apuesta de la Aerocivil se mantiene hacia los radares convencionales, una tecnología en vías de extinción. Hoy en día la experiencia con algunos de ellos es traumática, como sucede en Cerromaco (Bolívar), Tubará (Atlántico), Villavicencio y Araracuara, donde operan de manera discontinua o están fuera de servicio. Según lo afirma el vicepresidente de Sintraeronáutico, Martín Peñaloza, actualmente se proyecta la compra de más radares, a un costo aproximado de US$20 millones.

Peñaloza sostiene que por lo menos el 40% de los equipos de ayudas a la seguridad aérea son inoperables, intermitentes o presentan interferencias o fallas constantes. Sucede con los sistemas de comunicaciones y con los radares meteorológicos. De estos últimos —operados con una tecnología de tubo en desuso— se compraron algunos en 2009 para San Andrés, Corozal y El Tablazo, y pese a sus restricciones la lección no fue aprendida. El año pasado se adquirieron otros similares para Riohacha y Cúcuta, que aún no han sido instalados.

Sobre el cuerpo de bomberos aeronáuticos, el panorama también es gris. Los diez aeropuertos internacionales operan con mínimos de personal y un parque automotor antiguo, incapaz de responder con eficiencia ante potenciales tragedias. Se calcula que el 50% de las máquinas son obsoletas e incluso varios terminales aéreos carecen del servicio, como los de Pitalito, Bahía Solano y Mompox, pese a que los usuarios pagan en los pasajes aéreos una tasa dirigida a financiar la seguridad aérea.

En materia de planeación, la imprevisión parece ser la regla general. En 2017 el seguro reparó, por más de $1.000 millones, el radar meteorológico de Pasto, pero la carencia de una UPS (unidad de baterías complementaria para el suministro de energía), cuyo valor comercial es de apenas $20 millones, lo mantuvo inutilizado hasta el año pasado, cuando por fin se adquirió. Algo similar sucedió en Corozal. En 2017 se invirtieron $1.800 millones en el mantenimiento de un radar semejante, pero su funcionamiento fue fugaz por el daño de su junta rotativa. El cambio de unidad solo se adjudicó el año pasado, a un costo de $340 millones, pero el radar al parecer sigue fuera de servicio.

El sistema de mensajería tampoco se ha salvado de la desidia. Para la transición de los servicios de información aeronáutica al moderno sistema AIM, en 2005 se adquirió el costoso equipo que facilitaría la publicación digital de un manual aeronáutico para servicio de los pilotos. El contrato, por $11.000 millones, que incluyó un costo adicional de mantenimiento anual por $1.200 millones —hasta 2018, es decir, durante 13 años—, ha sido inútil, porque el citado manual todavía está a la espera de elaborarse.

La radiografía, como se perfila, no es la mejor. La Aerocivil, sin duda, se ha venido despojando del tradicional ropaje politiquero que durante largo tiempo la convirtió en fortín clientelista y fuente cotidiana de escándalos por sus altos niveles de corrupción, pero los trabajadores siguen demostrando que aún quedan rezagos de aquellos tiempos recientes, marcados por la falta de planeación, la improvisación, las inversiones sin sentido, con detrimento patrimonial y el atraso en tecnología satelital: vestigios de una era en la que la seguridad aérea parecía manejarse desde una —literal— torre del descontrol…

Posdata. El vicepresidente de Sintraeronáutico, Martín Peñaloza, acaba de denunciar ante la Procuraduría que es objeto de acoso laboral y que su escritorio fue violentado durante su reciente período de vacaciones. ¿Cuáles son las garantías que se les ofrecen a los líderes sindicales y qué se oculta tras bambalinas?

Elogio de la curiosidad

4 marzo 2020 –

Por: Arturo Guerrero, socio del CPB –

Todos los días todo es nuevo, se decía cuando el mundo era lento. Hoy habría que puntualizar: todas las horas todo es nuevo. La pavorosa velocidad de la materia llevaría a que este par de dichos fueran considerados la consagración de la parálisis general.

En realidad, ser es devenir, llegar a ser, dejar de ser cada segundo para renacer al siguiente. El maestro Yoda, extraño personaje de George Lucas en “Star wars”, tiene una máxima que más bien sería mínima: “el futuro es difícil de ver, porque siempre se está moviendo”.

El futuro acontece en el siguiente segundo, cuando ese futuro será pasado. Así sucesivamente hasta el final de los finales, que no es otra cosa que el mismo comienzo de todo. La culebra del tiempo se come la cola, en un gesto sin fin en el que cabeza y cola son siempre pares y a la vez repelentes.

Este es el fundamento fáctico de una facultad que parece exclusiva del hombre, la curiosidad. El curioso vive en observación minuciosa de los hechos que, como agua, se le escurren de la mano. No hay ociosidad en este escrutinio pertinaz de la maestra vida.

El elogio de la curiosidad es a la vez reconocimiento de una derrota y aliento de una virtud. Una derrota, debido a la fugacidad de sus resultados: cada hallazgo será revaluado por el siguiente. Una virtud, pues el asombro será siempre el mejor tono para habitar el carrusel de los hechos.

Hay quienes incluso derivan de este análisis enseñanzas morales. Así, Séneca comprimió una de ellas en cinco palabras latinas que al pasarse al español casi triplican sus vocablos: “el destino conduce a quien se somete y arrastra a quien se resiste”.

Agachar la cabeza ante la fatalidad o el hado, entonces, es aceptar la guía de las cosas como son. En cambio, oponerse al curso indescifrable de las mismas acarrearía ser estropeado por su avalancha.

La idea de Séneca no es conformista. Es más bien un impulso hacia la curiosidad sobre la minucia de la vida. Un llamado a tener el ojo abierto al torrente variopinto y elocuente del tiempo.

Si todo segundo es otro segundo, las facultades del hombre han de especializarse en el asombro. Nada de lo que sucede es mudo. Todo habla, todo trae su lenguaje, la torre de Babel es el hábitat de la inteligencia. Dejarse deslumbrar a cada paso es improvisar siempre una danza cada vez más sabia.

En saco roto

4 marzo 2020.

Por: Juan Alvaro Castellanos, Socio CPB.

Ahora que el empleo está destacado en prioridades del Gobierno, lo llamado a revisar son las advertencias de valor para aprovechar fuentes de trabajo planteadas por organismos del país o del exterior.  

Porque desde el año pasado Colombia fue destacada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el estudio “El Futuro del Empleo Profesional en Latinoamérica”. El país ocupó primer lugar de posibilidades entre 24 naciones del continente.

Se centró el análisis en las perspectivas de trabajo profesional, en Educación y Tecnologías para industrias productivas en el área, con beneficios sobre un cálculo efectuado en cerca de 140 mil vacantes detectadas.

La estrategia oportuna para impulsar economía social, generadora de empleo, mantuvo puertas abiertas mientras más de 2 millones y medio de desempleados, han esperado luces con mucho aguante.

Y eso sucede cuando hay esfuerzos con igual objetivo en departamentos, con capitales que tienen facultades universitarias, para la formación, en las especialidades citadas en el estudio del BID. El organismo destacó la calidad generada por encima de otros en el continente.

Además hizo énfasis en la participación de la mujer, según su preparación adquirida en distintas fuentes del área educativa, con desempeño en planteles públicos y privados, de acuerdo con el sondeo laboral y sus perspectivas.  

Más allá de las intenciones del Gobierno Nacional, los resultados divulgados no se percibieron y, tampoco se les vio cara más allá de los anuncios, con más aire de promesa para ir a los archivos.

Si hace un año se evaporó, lamentable que todo quede en medios de comunicación y comentarios de expertos atraídos por la oferta, con absoluta certeza, otros estudios o sugerencias al país, pueden tener la misma suerte.

La reflexión cobra actualidad si se tiene en cuenta que en Senado y Cámara, barajando elegir nuevos dignatarios para las mesas directivas, se contabilizaron 80 mil proyectos de Ley, archivados por descarte.

Ojalá otras fuentes laborales fuesen rescatadas del cúmulo de archivos que guardan vitalidad aplicable para trabajo a muchas personas. Muy grave sería si esos proyectos son tratados como trastos viejos despreciables. ¿Serán esquinces politiqueros?

Escarbando…escarbando. Si Colombia está en iniciativa de afianzar sus programas estrella, como Emprendimiento Empresarial, Economía Naranja y Empleo, a jóvenes de 18 a 28, sin duda, encontrará sorpresas disponibles.

Y así surge propuesta práctica para abrir servicio informativo, para indicar a desempleados, dónde, en qué y con cuál reconocimiento legal son vacantes libres.

Y claro que, no se convierta en negocio de avivatos, la mala costumbre siempre ronda; gremios y centrales de trabajadores, pueden contribuir, al configurar un aporte social efectivo.

Las oportunidades laborales, para mujeres y hombres, no pueden quedar en saco roto.

 

La acusación contra Assange insiste en que Wikileaks puso en peligro la vida de informantes

2 marzo 2020 –

Por: El País –

Comienza en Londres el jucio de extradición contra el hacker internacional

Las muestras de apoyo al cofundador de Wikileaks, Julian Assange, ya no son tan multitudinarias como hace unos años. Pero una legión de un par de centenares de sus defensores ha aguantado este lunes el frío y la lluvia de Londres y se ha concentrado frente al Tribunal de Woolwich, al sureste de la ciudad y a pocos metros de la prisión de Belmarsh, donde permanece el prófugo más internacional desde que el Gobierno de Ecuador lo expulsó de su embajada en Londres.

Desde primera hora agradecía las muestras de apoyo el padre de Assange, John Shipton. «Al principio pensé que el problema era solo de Julian», cuenta a EL PAÍS. «Ahora creo que es una opresión global al periodismo. Especialmente en Europa. Podemos acabar perdiendo esa conversación normal en la que se intercambiaba información y se alimentaba el debate público. Ningún medio querrá arriesgarse a sufrir diez años de opresión política».

Uno de los abogados que representa a Estados Unidos en el proceso abierto en Londres para decidir la extradición de Julian Assange, fundador del portal WikiLeaks, por difundir información confidencial de ese país en 2010, ha defendido este lunes que el periodismo no puede servir de excusa para vulnerar la ley y poner en peligro la vida de personas que han ayudado a Occidente.

«La defensa sugiere que se ha exagerado el riesgo que corrieron los informantes cuyas identidades fueron difundidas. Pero me gustaría recordar a la corte que estas personas estaban pasando información de regímenes como Irán y organizaciones como Al Qaeda», ha sido James Lewis, uno de los letrados que representa a la Administración norteamericana.

«Les ha dado igual que se produjera o no una violación de derechos. Les ha dado igual todo. Solo les importaba que quedara claro que se había ignorado la legislación estadounidense. El problema es que se está acusando a alguien que ni es estadounidense ni fue la fuente directa de la filtración», ha explicado el exjuez español, Baltasar Garzón, presente en el juicio como coordinador del equipo de defensa de Assange.

Sentado en la sala, vestido con un traje gris, jersey gris, gafas sobre la frente y perfectamente afeitado, el acusado ha escuchado la argumentación del abogado. Poco antes del primer receso, ha querido dar las gracias a sus seguidores, a los que se escuchaba desde el interior de la sala. Pero a la vez, ha pedido que cesaran los gritos. «Me cuesta concentrarme y todo este ruido no ayuda. Entiendo y aprecio los apoyos públicos. Comprendo que les asquee todo este proceso», ha expresado, antes de que la jueza le quitara la palabra y exigiera que se dirigiera al tribunal a través de su abogado.

Durante esta semana, el tribunal escuchará los argumentos de las partes y aplazará el juicio hasta mayo para examinar las pruebas. La decisión final sobre la extradición podría tardar meses.

Assange, que está detenido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, contigua al tribunal, está acusado por Estados Unidos de conspiración para piratear los ordenadores del Gobierno estadounidense y violar la ley de espionaje. En total 18 delitos por los que puede ser sentenciado a 175 años de cárcel.  EE UU considera que Assange conspiró con Chelsea Manning, la soldado estadounidense que filtró gran cantidad de cables diplomáticos confidenciales del Gobierno de ese país.

Assange, que había sido detenido inicialmente en 2010 en el Reino Unido a petición de Suecia por un caso de presuntos delitos sexuales que ya está archivado, ha pasado los últimos 10 años confinado, primero bajo arresto domiciliario y después refugiado en la embajada de Ecuador en Londres hasta que este país le retiró el exilio en 2019 y fue arrestado por la policía británica y llevado a Belmarsh.

Con motivo del comienzo del juicio de Assange, el director del portal, Kristin Hrafnsson advirtió, en unas declaraciones a los medios, de que el resultado del juicio determinará «el futuro del periodismo», porque decide «qué sucede con un periodista que difunde información de un Estado veraz y de interés público».

En los últimos días, un testigo citado por la defensa de Assange aseguró que el presidente de EE UU, Donald Trump, ofreció el indulto al fundador de WikiLeaks si negaba la implicación de Rusia en una filtración de correos electrónicos en 2016. El abogado Edward Fitzgerald aseguró que tiene pruebas que sugieren que el antiguo congresista republicano Dana Rohrabacher hizo esa oferta al activista australiano.

El letrado aseguró que Rohrabacher visitó la embajada ecuatoriana en el Reino Unido en 2017, cuando Assange permanecía asilado. WikiLeaks aireó en 2016 unos correos electrónicos que afectaron a la campaña por la presidencia de la demócrata Hillary Clinton. Varios médicos pidieron la semana pasada que el fundador de Wikileaks reciba atención sanitaria urgente, en una carta publicada en la revista médica británica The Lancet.

La década de ‘Wikileaks’ llega a su incierto desenlace

2 marzo 2020 –

Por: Hoy –

La primera fase del juicio de extradición a Estados Unidos del periodista Julian Assange rebobina su extraordinaria historia. Tras siete años recluido en la Embajada de Ecuador lleva meses en una cárcel británica de máxima seguridad.

El 5 de abril se cumplirán diez años desde la publicación de ‘Collateral Murder’ (Asesinato Colateral) por un portal de internet hasta entonces poco conocido, ‘Wikileaks’. Era una película de unos dieciocho minutos compuesta con fragmentos de vídeos grabados por dos helicópteros Apache del Ejército de Estados Unidos, en una operación contra un grupo de supuestos enemigos en un barrio del este de Bagdad.

Dos niños resultaron heridos y dos periodistas locales de la agencia Reuters murieron en el acribillamiento por soldados americanos de una cuadrilla de hombres que a su juicio llevaban ametralladoras y lanzamisiles. En julio,’Wikileaks’ publicó documentos confidenciales de las operaciones militares de Estados Unidos en Afganistán. En octubre, de la guerra en Irak.

Cuando el 28 de noviembre de 2010, ‘Wikileaks’ y cinco periódicos publicaron la primera remesa de unos 250.000 cables diplomáticos obtenidos por la organización creada por Julian Assange, el mundo descubrió el impacto posible de una nueva forma de periodismo y Washington tuvo que añadir a su desprestigio en las guerras recientes el bochorno causado por la publicación de opiniones confidenciales de sus diplomáticos sobre los países que los acogen.

Diez días más tarde, Assange fue detenido por la Policía de Londres, donde vivía desde hacía dos meses, ejecutando una Orden Europea de Arresto y Entrega dictada por la Dirección de la Fiscalía de Suecia, que había aceptado la denuncia de dos mujeres que, en agosto, le acusaron de actos clasificables como abuso sexual y violación tras entablar relaciones sexuales con él separadamente y por su propia voluntad.

Frágil salud mental

Assange vivía hasta entonces una existencia nómada. Desde su detención, el 7 de diciembre de 2010, ha pasado un año y medio en libertad condicional, con sus movimientos limitados; siete años confinado voluntariamente en la Embajada de Ecuador en Londres, y más de nueve meses en la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh, en el sudeste de Londres.

Sus abogados, en el juicio que ha comenzado la semana pasada, alegan que sería un abuso del procedimiento judicial extraditarlo a Estados Unidos por la fragilidad de su salud mental. En el banquillo de los acusados mostraba síntomas de excentricidad, poniéndose en pie y empeñado en hablar a pesar de que la juez le reiteraba que solo sus abogados podían intervenir.

De haber aceptado regresar a Suecia, probablemente estaría hoy en libertad. Su rechazo a las autoridades de Estocolmo logró que renunciasen a juzgarlo, por el deterioro de las pruebas con el paso del tiempo, cuando Quito consintió su arresto en la embajada, el pasado mes de abril. Un tribunal de Washington presentó inmediatamente una demanda de extradición por 18 cargos, con una posible condena de 175 años.

El tribunal inició la investigación en 2011, pero la administración de Barack Obama descartó el procesamiento. ¿Por qué no procesar también a los editores de ‘The New York Times’ que publicaron los cables? Obama dio también un perdón presidencial a Chelsea Manning, la soldado, entonces conocida como Bradley, que descargó en 2010 cuatro bases de datos confidenciales del Gobierno de Estados Unidos y se las pasó a Assange.

La administración de Donald Trump encarceló de nuevo a Manning, reactivó la investigación sobre Assange, preparó los cargos. El presidente, según la defensa del australiano, envió a dos emisarios que le ofrecieron un perdón si daba una versión del robo de correos del Partido Demócrata que le beneficiase. Una empresa española de seguridad le espió en la Embajada ecuatoriana por cuenta de la CIA. Argumentos sobre nulidad del caso por abuso de procedimiento o imposibilidad de juicio justo se basan en esos episodios.

Nuevas sesiones en mayo

Decenas de activistas acampan cada mañana en el exterior del tribunal anexo a la cárcel, ocupan los asientos disponibles en la galería pública, apoyan la causa de Assange y de ‘Wikileaks’ en las redes. La semana pasada se han oído los argumentos generales y, a partir del 18 de mayo, se reanudará el juicio durante cuatro semanas para ilustrar los argumentos de fiscales y defensores con ayuda de testigos.

El caso será recurrido ante tribunales superiores en Reino Unido y quizás llegue al de Estrasburgo. Si no se anula la demanda por ser abusiva, el balance de la década de ‘Wikileaks’ y el destino de Julian Assange dependerá de que una mayoría entre los jueces se incline por la protección absoluta de los secretos de los Estados o por la libertad de divulgarlos para ilustrar posibles abusos del poder.

Periodismo regional: un reto digital

2 marzo 2020 –

Por: Revista Semana –

El periodismo se reinventa para transformar el país. Por eso, el Premio de Periodismo Regional busca recoger esas historias extraordinarias. Al efecto, extenderá su convocatoria hasta el 31 de marzo.

En un mundo globalizado y en constante cambio por el auge de las nuevas tecnologías, el periodismo ha tenido que adaptarse los cambios en la comunicación. La comunicación digital ha hecho posible navegar en páginas de noticias, escuchar radio, leer blogs, ver televisión y videos informativos por medio de hipervínculos y aplicaciones. Así, ha acercado a millones de personas a la información y la inmediatez de los hechos.

Gracias a internet el periodismo ha crecido enormemente, con gran cantidad de diarios y publicaciones digitales. Además con el protagonismo en las personas en las redes sociales, convertidas en un elemento mediático y una herramienta de apoyo a la información. Claro está que en este contexto es necesario hacer un uso responsable de los canales informativos por el riesgo de las bien conocidas fake news o noticias falsas que suelen circular con gran facilidad.

Asimismo, la figura del periodista tiene nuevos desafíos de innovación. Los comunicadores han renovado la forma de trabajar y de producir contenido al adaptarse a las nuevas dinámicas e intereses de la sociedad. De la misma manera, las historias tienen un mayor alcance, el número de personas que leen una noticia supera la cantidad de habitantes de la región donde opera el medio.

Todos los departamentos en Colombia viven esta transformación. Las nuevas tecnologías y las dinámicas digitales han permitido visibilizar hechos, acontecimientos y problemas a lo largo y ancho de la geografía nacional. Esta nueva manera de informar, que llega a todas las personas con un solo clic, ha develado desde las situaciones más lamentables hasta acontecimientos jubilosos que antes quedaban en la intrascendencia por la falta de comunicación entre la periferia y el centro.

Colombia tiene una gran diversidad, con regiones que tienen historias y orígenes diferentes. Los territorios han estado marcados por múltiples sucesos que los singularizan. La labor periodística hecha desde todos los rincones fortalece la democracia y le hace frente a la coyuntura. Los periodistas son los ojos de la sociedad y tienen la labor de exponer la realidad, construir memoria histórica, aportar al desarrollo de las comunidades y conservar vivas las tradiciones. Actualmente, esto es posible gracias a la revolución digital.

Por esto, el Premio de Periodismo Regional busca que el esfuerzo en las regiones no pase desapercibido y, al mismo tiempo, quiere romper fronteras físicas y comunicativas para que estos trabajos sean conocidos en Colombia e incluso en países vecinos. En efecto, muchas de estas denuncias e historias tienen gran interés para entender las dinámicas de la política interna y externa y así comprender mejor la realidad nacional.

En lo corrido de este año ya han llegado más de 300 postulaciones en las diferentes categorías con un común denominador: un enfoque de sostenibilidad. Este tiene varios planos: cultural, social, ambiental, educativo, político, deportivo y de la salud. La sostenibilidad sirve de eje transversal al desarrollo de los países y cada vez más colombianos trabajan por ella.

El Premio de Periodismo Regional Semana – Grupo Argos ‘El país contado desde las regiones’ cuenta con siete categorías: mejor reportaje escrito, mejor reportaje en televisión, mejor reportaje en radio, mejor fotografía y mejor trabajo regional publicado en un medio nacional. Dos reconocimientos especiales: el Premio Amparo Díaz al mejor medio comunitario y el Premio Orlando Sierra al valor de un periodista regional, en el que se reciben autopostulaciones, postulaciones de colegas o comunidades.

Este año, y gracias a la gran acogida de este galardón, la secretaría del premio decidió extender la convocatoria hasta el 31 de marzo. Se trata de conocer, recolectar y ampliar las oportunidades a más proyectos y trabajos destacados sobre las regiones de Colombia. Si desea conocer las bases del concurso y cómo inscribirse, visite el sitio web www.semana.com/PremioRegional.

Gossaín pasó de contar cuentas a contar cuentos

2 marzo 2020 –

Por: El Heraldo –

El cronista relató en el Carnaval de las Artes cómo se convirtió en periodista en su natal San Bernardo del Viento.

El auxiliar de contabilidad, reconvertido hace más de 50 años en contador de cuentos, como lo llamó su propia madre Berta Abdala, nunca defrauda.

Juan Gossaín, el hijo de San Bernardo del Viento, emocionó, divirtió y hasta puso de pie a los asistentes al Carnaval Internacional de las Artes que aplaudieron una y otra vez su inagotable repertorio de historias del Caribe colombiano surgidas de ese universo de puro realismo mágico que él resume en una sola frase: “Macondo es Macondo”.

Durante su entrevista con el periodista Farouk Caballero, Juan recordó cómo y por qué escribió su primera crónica, y tras la cual ya no hubo vuelta atrás.

Apasionado y perseverante como su padre, el libanés que leía horas y horas el diccionario de la lengua española para mejorar sus competencias lingüísticas luego de haber llegado a Colombia sin distinguir si la letra O era redonda o cuadrada, el joven Juan Gossaín no lo pensó dos veces. Una oscura y calurosa noche decidió incursionar fugazmente en el mundo de la delincuencia para satisfacer su curiosidad, esa duda que lo estaba consumiendo debía ser resuelta. Su cómplice fue un compañero del molino de arroz donde trabajaba, tan irresponsable como él, que le cargó la escalera con la que accedieron al lugar donde almacenaban unas misteriosas y gigantescas cajas que habían llegado días atrás a San Bernardo del Viento sin destinatario alguno.

Con una pata de cabra, extendido recurso de los ladrones más avezados, los dos compinches abrieron las cajas y se encontraron con un manifiesto de carga que los dejó en las mismas porque no entendieron ni una palabra de lo que decía: estaba en inglés. Pero lo del idioma no iba a ser obstáculo en la búsqueda de la información. Juan, que pasaba sus días llevando las cuentas de la arrocera de su primo, estaba obsesionado con las cajas y tenía claro que si ya había llegado a ese punto no iba a renunciar a saber qué contenían.

Con su propio pecunio, le pidió a un amigo que le comprara un diccionario inglés- español en Cartagena. Al recibirlo, su sorpresa fue mayúscula cuando se enteró, previa traducción, que las cajas almacenaban las partes de un hospital prefabricado que unas monjitas españolas, que habían recorrido San Bernardo del Viento en misión evangelizadora, le enviaban como donación al pueblo desde Londres, donde ahora vivían.

En la misma máquina de escribir en la que registraba sus cuentas, Gossaín redactó la crónica de este descubrimiento y la tituló: “Esto tiene que ser un milagro”. Tan inquieto como curioso, buscó entonces un ejemplar del diario El Espectador. Sabía que este periódico, aunque con 2 o 3 días de retraso, llegaba a San Bernardo del Viento y se declaró esperanzado de poder plasmar su historia en alguna de sus páginas. Por eso, buscó la dirección del medio de comunicación y la escribió en un sobre que envío a Bogotá, vía Lorica.

El director de El Espectador, don Guillermo Cano, al que Juan considera “mártir y maestro, cumbre ética del periodismo colombiano”, y no le falta razón, recibió la crónica y la publicó en una sección que bautizó como “Carta desde San Bernardo del Viento”. Luego de dos o tres envíos similares, don Guillermo envió al señor Nicolás Chadid, agente de su periódico en Sincelejo, a visitar al neófito redactor con una propuesta formal de trabajo y un pasaje para Bogotá.

Gossaín, que sólo conocía dos sitios en su vida y no estaba dispuesto a renunciar a ellos, San Bernardo del Viento, donde nació, y Cartagena, donde estudió durante 9 años, declinó la oferta, pero, por si las moscas y ante la insistencia del emisario, se quedó con el pasaje guardado en un cajón.

Lo usaría tiempo después cuando cayó en una profunda tristeza producto de un tenebroso invierno que azotó a San Bernardo del Viento. El 4 de septiembre de 1969, Juan Gossaín, con un ventilador eléctrico que le empacó doña Berta en su maleta por si hacía calor en Bogotá, se desplazó a Cartagena para embarcarse en el avión que lo llevaría a la capital del país, a pesar de que no quería ser periodista.

Acompañado de su “monumento al corroncho”, como Juan llamó al ventilador que conservó en Bogotá por amor a su mamá, el contador de cuentas empezó a escribir su propia historia como contador de cuentos, convirtiéndose en el gran periodista, escritor y cronista que hoy es. Genio y figura.

A su tierra, a orillas del río Sinú nunca volvió. Ha pasado más de medio siglo y no tiene ninguna intención de regresar porque sigue negándose a someter a sus recuerdos a un careo judicial con la realidad. “Las cosas no son como son, sino como yo las recuerdo”, sentencia. Pero esta es otra historia que otro día les contaré.

16 grandes crónicas y reportajes para entender por qué El Faro de El Salvador es un referente fundamental del periodismo latinoamericano

2 marzo 2020 –

Por: BBC España –

Fue a fines de junio de 2009 que descubrí a El Faro, cuando literalmente me tropecé con Carlos Dada -su fundador y entonces director- y José Luis Sanz, quien varios años después asumiría el cargo- en una Honduras convulsionada por el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya.

Para ese entonces, el primer periódico exclusivamente digital de América Latina ya tenía 11 años de haberse fundado en el vecino El Salvador, pero estaba iniciando una nueva etapa que rápidamente lo posicionaría como un referente fundamental del periodismo latinoamericano.

Y en las largas conversaciones facilitadas por el toque de queda que nos obligaba a regresar temprano al hotel que compartíamos en Tegucigalpa, Carlos me remitió a una extraordinaria crónica publicada tan solo unos días antes como ejemplo de lo que estaban intentando.

«Mi sola presencia en este lugar invoca a la muerte. Me lo dice esta mujer que llora delante de mí: si no me voy, ella se muere», son las palabras con las que Carlos Martínez empieza a contar la historia de una llamada telefónica que le sirve para tejer un apasionante retrato de la trágica y violenta realidad salvadoreña.

Fred Ramos / El Faro.

«Un hombre está peleando con mi mami» -el título de la crónica-, hace sin embargo, mucho más que eso. Y yo, que me enamoré a primera vista, inevitablemente sigo remitiendo a ella como ejemplo de la extraordinaria capacidad de El Faro para contar -y explicar- a El Salvador y a Centroamérica.

La trayectoria de un medio y de unos periodistas que desde entonces a la fecha han ganado virtualmente todos los grandes premios del periodismo en lengua castellana -y uno que otro más- no se puede sin embargo resumir en una sola pieza.

Así que para marcar su 20 cumpleaños le pedimos a José Luis Sanz que nos ayudara a identificara a aquellas que mejor ejemplifican ese extraordinario trabajo.

Esta es su selección, que presentamos en orden de publicación con enlaces a sus versiones originales. Una selección que perfectamente puede figurar, tal cual, en cualquier antología de lo mejor del periodismo centroamericano.

1. Las esclavas invisibles (2009)

Entre 2009 y 2010, El Faro mantuvo durante año y medio a un equipo de tres personas en México para narrar el tránsito de los migrantes centroamericanos en su ruta a Estados Unidos.

El proyecto «En el camino» dio exhaustiva cuenta de los riesgos de ese trayecto: secuestros masivos, la violencia de los Zetas, la corrupción de las autoridades, la violencia sexual, la prostitución como nueva vida…

AFP7 Getty Images

El resultado fueron el libro de crónicas «Los migrantes que no importan», traducido a seis idiomas; el libro de fotografías «En el Camino», y un largometraje documental: «María en tierra de nadie».

Pero, como ejemplo, Sanz eligió este trabajo deÓscar Martínez, quien años después ganaría el Premio María Moors Cabot (en 2016, cuando también recibió el Premio Internacional a la Libertad de Prensa).

2. Así matamos a monseñor Romero (2010)

Sanz describe este trabajo de Carlos Dada como una «crónica resultado de 4 años de investigación sobre el asesinato del arzobispo de San Salvador, que terminó de desencadenar la guerra civil salvadoreña».

La crónica gira alrededor de la única entrevista hecha hasta la fecha en la que uno de los asesinos relata la conspiración y ejecución del plan para matar a Romero.

Reuters

Un año después -es decir, seis años antes que Martínez- Dada también fue galardonado con el María Moors Cabot, el premio periodístico más antiguo del mundo y uno de los más prestigiosos.

3. El criminalista del país de las últimas cosas (2010)

Este trabajo multimedia le valió a Carlos Martínez el Premio Ortega y Gasset de periodismo en 2011.

«Un retrato de la tragedia diaria y debilidad institucional de uno de los países más violentos del mundo», es el resumen de Sanz de este extraordinario perfil de Israel Ticas, el único criminalista de la fiscalía de uno de los países más violentos del mundo.

AFP

Abajo, un enlace a los videos.

4. El cartel de Texis (2011)

Hace siete años, El Faro reveló la existencia de una estructura de narcotráfico que había permanecido en la sombra durante casi una década gracias a sus vínculos con políticos, funcionarios públicos y jefes policiales.

Y desde entonces, la publicación no ha dejado de hurgar en las entrañas del crimen organizado en Centroamérica, uno de los temas centrales de su proyecto «Sala Negra».

AFP

Esa «fue la primera vez que periodistas de El Faro recibieron amenazas y tuvieron que recibir protección policial», recuerda Sanz. Pero no fue la última.

5. El Barrio roto: la historia de la pandilla Barrio 18 (2011)

Nueve meses de investigación dieron como resultado una crónica en cinco capítulos que recorre la historia de una de las pandillas más importantes de El Salvador, desde su llegada desde Los Ángeles a su fractura en una violenta guerra interna.

AFP

«Una explicación de las cadenas de violencia que se esconden, como ríos subterráneos, en las noticias de sucesos», dice Sanz.

6. La revolución de las palmeras (2012)

Antes del asesinato de Bertha Cáceres, El Faro ya había reportado la violencia contra los movimientos campesinos y medioambientales que se oponían a los cultivos de palma en Honduras.

Seis años después de publicada, esta crónica de Daniel Valencia sigue teniendo vigencia.

7. La única entrevista con la cúpula de la Mara Salvatrucha (2012)

Tras la publicación que hizo pública la tregua entre la Mara Salvatrucha, el Barrio 18 y el gobierno de El Salvador, que duró dos años, El Faroentrevistó durante ocho horas a la cúpula de la MS13, dentro de la cárcel desde la que controla sus estructuras nacionales e internacionales.

AFP

La cobertura completa de la tregua le valió a El Faro el Premio Latinoamericano de Periodismo de Investigación en 2013.

8. El último atuendo de los desaparecidos (2014)

Este trabajo fotográfico le valió a Fred Ramos el Premio World Press Photo 2014en la categoría «Vida Cotidiana».

Es, en palabras de su director, un «ensayo fotográfico sobre una tragedia opacada por los homicidios».

9. El rey justo de la cárcel del infierno (2014)

Una mirada al autogobierno de los presos en las cárceles de Honduras, donde un joven asesino impartía justicia, guardaba orden y controlaba negocios con el beneplácito de la mayoría de internos.

Finalista del premio Gabriel García Márquez de Periodismo Iberoamericano.

10. El fin de la primavera de Claudia Paz (2014)

«Crónica en dos capítulos de la lucha por el control de la justicia en Guatemala, después de que la Fiscal Claudia Paz lograra llevar a juicio por genocidio al exgobernante de facto Efraín Ríos Montt», es el escueto resumen de Sanz de estos dos textos de su autoría.

AFP

11. La Policía masacró en la finca San Blas (2015)

Durante los últimos tres años, El Faro ha denunciado repetidamente la existencia de grupos de exterminio en la Policía de El Salvador.

«Esta fue la primera investigación sobre el tema que se hizo en el país y abrió un debate internacional sobre nuevas violaciones de Derechos Humanos 25 años después de la guerra civil», cuenta Sanz.

AFP

«Dos años después de la masacre, todos los acusados fueron declarados inocentes», destaca sin embargo el director de El Faro.

12. La mafia de pobres que desangra El Salvador (2016)

Una inmersión en la economía de las pandillas salvadoreñas, que desmonta los mitos sobre sus supuestos vínculos con el narcotráfico internacional.

Fue la primera investigación conjunta entre The New York Times y un medio latinoamericano, y se publicó simultáneamente en inglés en Estados Unidos y en español en El Salvador.

AFP

13. Un paraíso para los violadores de menores (2017)

«Periodismo de datos para retratar una violencia brutal pero invisibilizada», dice Sanz de este trabajo de Laura Aguirre y María Luz Nóchez.

Premio Latinoamericano de periodismo de investigación en 2017.

14. De migrantes a refugiados (2017)

«Retrato en seis países de una crisis de desplazamiento forzado que el gobierno de El Salvador niega», es la descripción que Sanz hace de este especial, una investigación conjunta con Univisión Digital que fue publicada simultáneamente en inglés y español.

Getty Images

«Cada vez más, familias enteras abandonan El Salvador y Honduras, ya no para migrar a Estados Unidos en busca de un sueño, sino huyendo de la violencia y buscando refugio en Belice, México o Costa Rica», explica Sanz.

El trabajo recibió el premio Hillman y una mención honorífica del Overseas Press Club.

15. Radiografía de un sistema educativo en ruinas (2017)

Esta sistematización interactiva de 20 variables de las más de 3,000 escuelas públicas de El Salvador, para retratar sus gravísimas carencias y la falta de políticas educativas y de inversión sólidas en el país.

AFP

Es un ejemplo de los esfuerzos de El Faro para ampliar su agenda.

Con análisis de expertos y reportajes fotográficos y audiovisuales sobre casos paradigmáticos.

16. El privilego de abortar (2018)

Y, para terminar, este reportaje que retrata la violencia con la que el sistema legal arriesga la vida de las mujeres salvadoreñas que necesitan un aborto.

Y también -en palabras de José Luis Sanz- cómo la ley, que es una de las más restrictivas del mundo «convierte el aborto seguro por un lado, o la posibilidad de ir a la cárcel por una simple pérdida natural de embarazo, en una expresión de desigualdad económica».