Circulo de Periodistas de Bogota

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Coronavirus en Francia: qué es la «ciudad de 15 minutos» que está implementando París y cómo podría ayudar a la recuperación económica tras la pandemia

3 agosto 2020 –

Por: Analía Llorente – BBC Londres –

¿Qué tal si vivieras en un lugar donde todo lo que necesitas está a tan solo unos minutos de distancia caminando o en bicicleta?

Un sitio donde tengas un mercado cerca, restaurantes, la escuela de los niños, tu trabajo…

Entonces vivirías en una «ciudad de 15 minutos».

Este concepto de ciudad va en dirección opuesta a la planificación urbana de los últimos 100 años que separaba el espacio residencial del trabajo, el comercio minorista, la industria y el entretenimiento.

Es también lo que está implementando París desde este año y como parte del plan de la alcaldesa de la ciudad, Anne Hidalgo, incluso antes de que se desatara la pandemia del coronavirus, para reducir la contaminación y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

«Las calles las estamos transformando para bicicletas y peatones, con más vegetación y fuentes, porque para combatir el cambio climático se necesita fresco y verde», le dice a BBC Mundo, el urbanista francocolombiano Carlos Moreno, asesor de Hidalgo en París.

Pero también hay otro tipo de transformación, como la reutilización de mobiliario urbano para otros usosy la mezcla de barrios habitacionales con comercios, entre otras modificaciones.

¿Cómo es exactamente una «ciudad de 15 minutos»? ¿Podría replicarse en América Latina? ¿Y cómo podría ayudar a la recuperación económica tras la pandemia?

Respuesta al cambio climático

El concepto «ciudad de 15 minutos» o «ciudad del cuarto de hora» fue acuñado por Carlos Moreno, director científico y catedrático de Emprendimiento, Territorio e Innovación (ETI) de la Universidad Sorbona, de París.

Él a su vez se inspiró en otras investigaciones y aportes, como el de la periodista y activista Jane Jacobs, quien argumentaba que la proximidad es la clave para hacer que las ciudades tengan más vida.

«Más de la mitad del planeta son sitios urbanos. Estamos confrontados al cambio climático que nos obliga a disminuir radicalmente nuestras emisiones de CO2 (dióxido de carbono) y las ciudades son las que lo producen principalmente, por el transporte y la vivienda», afirma Moreno.

«La ‘ciudad de los 15 minutos’ es una respuesta original al problema del cambio climático, ofreciendo una disminución de los desplazamientos forzados que se producen en las ciudades actuales hacia los lugares de frecuentación para crear una accesibilidad a los servicios necesarios y vivir en la ciudad de corta distancia a pie o en bicicleta», describe el experto.

Según Moreno, este modelo de ciudad permite romper con el círculo vicioso de la gran metrópolis en la que se producen desplazamientos obligados de millones de personas muy temprano a la mañana y al final de la tarde, y que van «apiñados» en el transporte público, lo que se desaconseja en periodo de pandemia.

Para ello es fundamental la descentralización, es decir que la ciudad debe tener múltiples centros para satisfacer las funciones básicas: habitar, trabajar, hacer las compras, cuidarse física y mentalmente, educarse y disfrutar.

¿Y por qué no una ciudad de 30 minutos? «Hay una diferencia entre 15 y 30 minutos y otra entre de 30 y 45 minutos», describe Moreno a BBC Mundo.

«15 significa que no estoy en mi casa pero no estoy tan lejos; 30 ya es otra cosa porque es un tiempo que estás perdiendo y que podrías aprovechar de otra manera», añade.

No «aceptar lo inaceptable»

C40, una coalición internacional de ciudades para luchar contra el cambio climático, cree que el único camino a seguir para lograr una recuperación equitativa y sostenible de la pandemia de covid-19 es que los alcaldes financien planes de estímulo ecológico centrados en la creación de empleo, según un informe del mes pasado.

Entre las acciones que C40 promueve están las «ciudades de 15 minutos».

«Creo que por muchos años aceptamos lo que es inaceptable y es que las personas viajen más de una hora cada mañana de un lado a otro. Esto trae mucho estrés y no es positivo», opina Hélène Chartier, jefa de desarrollo del programa Carbono Cero de C40.

«En el contexto de covid-19 que vivimos, el sistema de transporte colapsó. Entonces ir hacia un modelo de ciudad de 15 o 20 minutos es una visión que tiene muchos factores positivos», asegura a BBC Mundo.

«La idea es hacer la vida urbana más agradable, ágil y flexible creando servicios de proximidad para todos», añade.

Por su parte, Moreno opina que la «ciudad de 15 minutos» es necesaria porque existe «una especie de anonimato y angustia en las ciudades porque la gente se tiene que levantar temprano para tomar un medio de transporte, que generalmente le toma una hora u hora y media».

«Las ciudades modernas han sido segmentadas entre el lugar de vida, lugar de trabajo, donde se hacen las compras… y se ha perdido una de las cosas más importantes de la vida: la noción del tiempo útil», destaca el urbanista que acaba de publicar el libro «Vida urbana y proximidad».

En América Latina

La capital francesa no es la única ciudad que está implementando cambios en esta dirección.

También lo están haciendo Melbourne, Ottawa, Detroit y Copenhague, por nombrar algunas.

Y hay voluntad de hacer lo propio en ciudades de América Latina como Buenos Aires, Montevideo, Lima, Medellín, Guayaquil, Bogotá y Río de Janeiro, según los especialistas consultados.

Pero implementar el modelo de «ciudad de 15 minutos» en París es una cosa y hacerlo en urbes de la región latinoamericana es otra muy diferente.

«París es fácil porque ya fue construida para ser así. Lo que se está tratando de reforzar es el concepto de ‘ciudad de 15 minutos’. Pero el desafío es si se puede hacer en los suburbios de la ciudad», analiza Chartier.

«No creo que se pueda replicar el modelo de París a otras ciudades pero hay algunas como Melbourne o Portland que están desarrollando su propia versión, porque son muy diferentes en sus desarrollos urbanos», destaca.

Para Moreno «no hay una varita mágica» para la transformación: «No depende de la talla de la metrópoli, sino de la voluntad política de hacerlo».

«Crear las ‘ciudades de 15 minutos’ no es una inversión de dinero, sino de reutilización de lo que ya existe, mucho más y mejor», sostiene el profesor de La Soborna.

¿Por dónde empezar?

Los expertos sostienen que la clave está en el diálogo: «Los alcaldes tienen que desarrollar una hoja de ruta para construir esa ‘ciudad de 15 minutos’ con los actores económicos, sociales y ambientales», dice Moreno.

«Tenemos que cambiar la manera de trabajar», continúa. «Las ciudades tienen que dejar de hacer obras de infraestructuras que solo sirven a unos pocos, para darle paso a una ciudad con naturaleza, con agua y biodiversidad».

«Hay que hablar con los comerciantes para que cuenten con capacidad de ofrecer sus servicios y que la gente los utilice, en vez de preferir Amazon», sugiere.

Chartier afirma que es complicado proponerse tan ambiciosa meta en el lapso de un año, por ejemplo.

Sin embargo, sostiene que se puede invertir en esa dirección «desarrollando lugares mixtos e impulsando la construcción de casas asequibles, para que cualquier persona, sin importar el ingreso que tenga, pueda vivir en ese barrio».

Para algunas cosas incluso no se necesita gastar, sino organizar el proyecto urbanístico, dice.

También sugiere que «si cada empresa se propone que sus empleadores puedan trabajar un día a la semana en casa, se le saca presión al transporte. Estas personas estarán en su barrio y consumirán allí».

«Son pequeñas cosas que se pueden hacer. Llevará tiempo. No creo que sea complicado, pero se requiere acción», advierte.

Recuperación económica tras la pandemia

La pandemia hizo que gran parte del planeta tuviera que confinarse, porque la propagación viral de la covid-19 está directamente relacionada a la vida urbana.

«Estamos viviendo en la ciudad de un minuto, porque mucha gente sigue confinada», analiza Moreno.

«Hemos tomado una conciencia brutal de la fuerza de la ciudad. Si la ciudad está apagada y coartada no hay vida económica y todo se cae: hay crisis, desempleo, pobreza…», enumera.

Entre los cambios que trajo la pandemia está el aumento del teletrabajo que acompaña la filosofía de «ciudad de 15 minutos».

«Esto es algo que parecía imposible: hacer teletrabajo se convirtió casi en una obligación. Lo que no se hizo en 20 años de revolución de internet, la covid-19 lo hizo en 48 horas», reflexiona Moreno.

Muchas empresas, como Google o Facebook, por nombrar algunas, están en condiciones de volver a trabajar presencialmente y, sin embargo, prefieren mantener el teletrabajo o lo combinan con lo presencial.

«Con esto estamos rompiendo el circulo vicioso de casa-trabajo-casa», dice el especialista en urbanismo. Entonces «el teletrabajo se convierte en un empleo mucho más productivo y eficaz, porque ya no hay 3 horas diarias perdidas» en movilizarse.

Moreno asegura que, tras la pandemia, se pueden generar oportunidades económicas creando modelos de negocios de cercanía.

«En los próximos años va a haber una nueva economía de la proximidad, como cuando tuvimos una nueva economía de internet», pronostica.

«No vamos a vivir de la misma manera, es el modo de vida el que se va a transformar. Va a tomar tiempo, pero está en punto de partida», concluye.

Qué fueron las «ratlines», las rutas de escape por las que miles de nazis huyeron a América del Sur y otros destinos tras la Segunda Guerra Mundial

3 agosto 2020 –

Por: Veronica Smink – BBC Londres –

Por su nombre en inglés, ratlines (líneas de ratas), uno podría pensar que el apodo que se le dio a las rutas clandestinas que usaron muchos nazis para escapar de Europa después de la Segunda Guerra Mundial se refiere a una hilera de roedores, huyendo bajo tierra.

De hecho, muchos en español las llaman «rutas de las ratas».

Pero aunque ese término podría resultar apropiado para imaginar la huida de miles de fugitivos de la justicia, entre ellos algunos de los mayores criminales de guerra de la historia, en realidad ratline no tiene que ver con ratas, sino con barcos.

En la jerga náutica, así se llama a los pequeños trozos de cuerda colocados de forma horizontal que sirven como peldaños de escalera, para poder subir por el mástil (en español se las conoce como flechaste).

En el pasado, escalar el mástil usando estas cuerdas era el último y desesperado recurso que tenía un marinero para evitar ahogarse si su barco se hundía.

Por ese motivo, ratline se convirtió en un sinónimo de «última vía de escape».

Para muchos jerarcas nazis que buscaban huir de las manos Aliadas después de la caída de la Alemania de Adolf Hitler, en 1945, esa «última vía de escape» se dio en la forma de un viaje transatlántico por barco, por lo cual el origen náutico de la palabra ratline resultó ser irónicamente adecuada.

Pero estas «rutas de las ratas» no fueron escapes improvisados de fugitivos desesperados. Fueron trayectos planificados y organizados por personas de poder, dedicadas a proteger a prófugos no solo alemanes sino también croatas, eslovacos y austríacos.

Y no hubieran tenido éxito sin la colaboración, a veces involuntaria, de dos de las instituciones internacionales más asociadas con la ayuda humanitaria: la Iglesia católica y la Cruz Roja.

Tres rutas, un destino

Las tres ratlines más utilizadas eran vías que atravesaban distintos países europeos con un solo fin: llegar hasta un puerto y allí escapar en barco.

La llamada «ruta nórdica» pasaba por Dinamarca con destino a Suecia, donde se embarcaba.

La «ruta ibérica» era coordinada por colaboradores nazis que vivían en España y utilizaba puertos como los de Galicia, presuntamente con el visto bueno del general Franco.

Pero se cree que hasta el 90% de los nazis que huyeron de Europa continental lo hicieron a través de Italia, el principal aliado de Alemania durante la guerra.

Aunque algunos escaparon hacia Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, Australia y Medio Oriente, la gran mayoría huyó a Sudamérica.

Y en ese continente hubo un país que atrajo a más fugitivos nazis que ningún otro: Argentina.

Documentos secretos nazis revelados en 2012 por las autoridades alemanas indicaron que unos 9.000 militares y colaboradores del Tercer Reich huyeron a América del Sur tras la guerra.

De ellos, unos 5.000 se quedaron en Argentina, el lugar al que el famoso «cazador de nazis» Simon Wiesenthal llamaba el «Cabo de Última Esperanza» para los nacionalsocialistas.

Muchos de los que terminaron en otros países, como Brasil (que albergó a entre 1.500 y 2.000 criminales de guerra), Chile (que recibió a entre 500 y 1000) y otras naciones con cifras menores como Paraguay, Bolivia y Ecuador, viajaron allí tras haber arribado a Argentina.

Por qué Argentina

Muchos atribuyen la elección de Argentina como país de destino a la abierta simpatía que mantenía el gobernante de esa nación, Juan Domingo Perón (quien llegó a la presidencia en 1946), con el Tercer Reich.

Pero el periodista argentino Uki Goñi, una de las personas que más investigó la llegada de criminales nazis a su país, asegura que el vínculo entre Argentina y la Alemania de Hitler era anterior a la llegada al poder de Perón.

Según Goñi, ya desde 1943 había un acuerdo secreto entre lasSchutzstaffel, las fuerzas de seguridad alemanas, más conocidas como SS, y el servicio secreto de la marina argentina.

El acuerdo consistía en que Argentina le daba documentos de ese país a agentes secretos de las SS para que se puedan mover libremente por Sudamérica, donde operaban una gran red de espionaje.

A cambio, el país latinoamericano recibía información confidencial sobre sus vecinos.

En un libro que publicó en 2002, donde describe en detalle la «fuga nazi a la Argentina», Goñi señala que después de que Alemania perdió la guerra, los argentinos mantuvieron el acuerdo de cooperación y siguieron dándoles documentación falsa a agentes nazis, solo que entonces ya era con la intención de rescatarlos.

Odessa

El libro de Goñi se titula «La auténtica Odessa», en referencia al acrónimo con el que se conoció al principal grupo que habría planificado las ratlines: la Organisation der ehemaligen SS-Angehörigen u organización de exmiembros de las SS.

Esta organización saltó a la fama gracias a una obra de ficción basada en algunos hechos reales: la novela de suspenso The Odessa File («El expediente Odessa) de Frederick Forsyth, publicada en 1972.

En ese thriller, Odessa aparece como una organización nazi internacional establecida antes de la derrota de Alemania con el propósito de proteger a los exmiembros de las SS después de la guerra.

El libro plantea que, tras lograr ese fin, los exnazis agrupados en Odessa planeaban eliminar el Estado de Israel.

Hoy en día, muchos historiadores cuestionan la existencia de una red de la magnitud y el poder que supuestamente tuvo Odessa.

«La ‘ruta de las ratas’ no fue un plan estructurado, sino que consistió de muchos componentes individuales», le dijo a la cadena alemana Deutsche Welle (DW) el historiador Daniel Stahl, del Departamento de Historia Moderna y Contemporánea de la Universidad Friedrich Schiller.

Bill Niven, profesor de Historia Contemporánea Alemana en la Universidad Nottingham Trent (Inglaterra), coincide: «No hay evidencia convincente de que tal organización (Odessa) existiera», escribió en marzo pasado en el sitio BBC History Extra.

«Probablemente había grupos nazis más pequeños, en gran medida independientes, que operaban para asegurar el escape (de criminales de guerra)», explicó.

«Uno de estos grupos, según se dice, fue ‘La araña’, que involucró a líder de la unidad de asalto de las SS Otto Skorzeny, famoso por rescatar al dictador italiano Benito Mussolini del encarcelamiento en la región Gran Sasso, en el sur de Italia, en 1943»

Niven resaltó que no fueron solo nazis los que coordinaron las ratlines, sino también las fuerzas de inteligencia de Estados Unidos y Reino Unido, que ayudaron a escapar a sus informantes nazis, y a decenas de científicos alemanes, para que colaboraran con ellos en su lucha contra el comunismo.

«La ruta vaticana»

Fue este temor a una invasión soviética de Europa y a que se impusiera el comunismo tras la Segunda Guerra Mundial lo que habría llevado a lo que muchos consideran el aspecto más escandaloso detrás de las ratlines:el papel fundamental que jugó la Iglesia católica en el escape de los fugitivos nazis a Sudamérica.

La llamada «ruta vaticana», vía Roma y Génova, fue la más utilizada por los nazis que huyeron del continente europeo.

También se la conoce como «la ruta de los monasterios», ya que la huida, a través de los Alpes a Italia, incluía paradas en monasterios en Tirol del Sur, Merano y Bolzano.

Algunos de los prófugos permanecieron en estos lugares por años, muchas veces alojados al lado de las víctimas de sus delitos, en particular judíos en viaje hacia la región de Palestina.

Para llegar hasta Sudamérica, los fugitivos debían pasar primero por Roma, donde recibían documentos de identidad falsos de la Comisión de Refugiados del Vaticano o, en algunos casos, directamente de manos de altos cleros de la Iglesia católica.

El paso final era el pasaporte que recibían del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que les permitía viajar utilizando su nueva identidad.

Abrumados por los millones de refugiados que dejó la guerra, la Cruz Roja dependía de las referencias del Vaticano a la hora de entregar sus pasaportes y el organismo ha reconocido que no logró evitar que algunos criminales de guerra se aprovecharan del caos para huir sin ser detectados.

Entre quienes pudieron escaparse a Sudamérica con pasaportes de la Cruz Roja -con nombres falsos-, estuvieron algunos de los máximos jerarcas nazis como Josef Mengele, Klaus Barbie, Franz Stangl, Walter Rauff y Adolf Eichmann.

Algunos, como Mengele, que falleció en Brasil, y Rauff, que murió en Chile, lograron evadir la justicia toda su vida.

Pero otros fueron detenidos y extraditados años más tarde.

El caso más famoso fue el del llamado «arquitecto del Holocausto», Eichmann, quien fue capturado en Buenos Aires en 1960 por la agencia de inteligencia israelí, el Mossad, y trasladado a Jerusalén, donde fue juzgado, condenado y ejecutado.

Complicidad

Los historiadores aún hoy siguen debatiendo sobre si la complicidad de la Iglesia católica con los nazis fue institucional o si se trató de casos aislados dentro del Vaticano.

En su libro Ratlines, publicado 1991, los autores Mark Aarons y John Loftus sostienen que el primer sacerdote que se dedicó a planificar ratlines para los nazis fue el obispo austríaco Alois Hudal.

Hudal residía en Roma, donde era rector de un colegio austríaco-alemán, y en 1937 había escrito un libro, «Los fundamentos del nacional-socialismo», en el que elogiaba a Hitler.

Algunos incluso lo han acusado de ser un informante de la inteligencia alemana.

La ratline que organizó el obispo austríaco desde la sede del Vaticano fue la que permitió la fuga de varios de los prófugos de más alto perfil del nazismo, incluyendo a Eichmann, Mengele y Eduard Roschmann, el llamado «carnicero de Riga».

Franz Stangl, quien había sido comandante del campo de exterminio de Treblinka, le contó a la periodista Gitta Sereny, tras su captura, que Hudal no solo le entregó papeles falsos sino que también le consiguió alojamiento en Roma mientras esperaba sus documentos.

Otro sacerdote que se hizo famoso por organizar ratlines desde Roma fue el bosnio-croata Krunoslav Draganovic, quien ayudó a escapar a los cabecillas de la organización nacionalista croata Ustacha, aliada del nazismo.

El fundador del movimiento, Ante Pavelić, fue uno de los muchos prófugos que terminaron en Argentina.

En su libro, Uki Goñi detaca el rol que tuvo el cardenal argentino Antonio Caggiano en la llegada de nazis a ese país.

Cuenta que por orden del gobierno de Perón, Caggiano se reunió en 1946 en el Vaticano con su par francés Eugène Tisserant a quien le informó que Argentina estaría dispuesta a recibir a los franceses que colaboraron con el nazismo.

Así, dice Goñi, fue que comenzó el contrabando de criminales de guerra al país sudamericano.

Pío XII

Más allá de la participación de algunos miembros de la Iglesia, lo que se preguntan muchos es cuánto sabía el Papa Pío XII sobre las ratlines.

El Pontífice, quien asumió meses antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial, ha sido acusado de hacer la vista gorda ante el asesinato sistemático de judíos, por su silencio durante el Holocausto.

Si bien en 1998 el Vaticano se disculpó públicamente por su inacción durante el régimen nazi, hasta ahora siempre ha defendido el papel de Pío XII.

Pero el verdadero veredicto sobre la responsabilidad del Papa podría llegar pronto.

En marzo pasado, el actual líder de la Iglesia, el papa Francisco, de origen argentino, autorizó que se abran todos los archivos del mandato de Pío XII.

Uno de los que revisará los cientos de miles de documentos será el historiador eclesiástico alemán Hubert Wolf.

Wolf le dijo a la cadena DW que, aunque podría tardar años, finalmente se sabrá si Pío XII «dio instrucciones directas» de ayudar a escapar a los prófugos nazis con el fin de «combatir el peligro comunista».

O si «el Papa no sabía de la ayuda concreta y algunas personas de su entorno se aprovecharon de eso».

CPB deplora cierre de EL MUNDO y pide al gobierno respaldo

 

2 agosto 2020 –

Por Gloria Vallejo,  Presidente CPB –

 

 Para el Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) la decisión de los propietarios y directivas de EL MUNDO de cerrar el periódico y el portal www.elmundo.com no solo es una noticia que  preocupa sino un duro golpe a uno de los derechos esenciales de todos los colombianos: el derecho a la libertad de expresión y de información, como garantes de una democracia plena.

La prensa libre e independiente como lo es la del periódico EL MUNDO, con cerca de medio siglo de existencia (nació en 1979), es fundamental para apuntalar la democracia en la crisis que vive el país, agravada por la pandemia del covid-19. Los diarios en la democracia contribuyen a la formación de opinión y de cultura.
Preocupa la crisis económica que están padeciendo los medios colombianos, en particular los impresos, por efecto del recorte dramático de la pauta publicitaria, en un principio atraída por el boom de las nuevas tecnologías, las redes, los influencers y, en este momento afectada por la pandemia. Miles de empresas han visto cómo se ha disminuido en forma dramática los flujos de caja y otras simplemente han desaparecido. De todos es conocido que los primeros recortes en épocas de crisis económica son los presupuestos destinados a publicidad.

Es así como en el comunicado de EL MUNDO donde informa el cierre del periódico expresa que “un complejo cúmulo de circunstancias propiciadas en buena medida por la incursión del internet, las redes sociales y los teléfonos inteligentes, generaron cambios radicales en las dinámicas y procesos de la comunicación, desplazando la atención de las audiencias a formatos gratuitos, más ligeros y llamativos, en detrimento de la rigurosidad que siempre fue nuestro objetivo y compromiso. A estos cambios en el acceso y la demanda de información se sumaron otros factores, el último de ellos la actual pandemia covid-19, cuyos graves impactos en la economía mundial y en nuestras realidades cotidianas, hacen definitivamente inviable la continuidad de nuestra actividad periodística actual y nos obligan a replantear el modelo de acción edu-comunicativa que FundaMundo aspira a seguir cumpliendo”.

EL MUNDO a través de la Fundación FundaMundo venía desarrollando dos grandes frentes: el de las noticias mediante el periódico diario y Educar Mientras se Informa, que en la última década  entregó tres millones de ejemplares con contenidos periodísticos y colecciones educativas a miles de estudiantes de Antioquia, los mismos que hoy espera vuelvan a clases presenciales, para que este proyecto siga vivo.
El CPB anima a los propietarios y directivas de EL MUNDO a no desfallecer, a seguir firme en sus ideales y proyectos, a blindarse con esa casta antioqueña de guerreros imbatibles, que una vez superada la pandemia se prevé una fuerte recuperación de la economía, con lo cual se espera que vuelva la tan anhelada pauta publicitaria.

Así mismo el CPB hace un llamado perentorio a la empresa privada de Medellín, al gobierno de Antioquia y al gobierno nacional para forjar un plan nacional de salvamento a los medios que están en crisis económica, que con ello, además de  proteger el derecho al trabajo de los periodistas, se mantiene bien informado al pueblo colombiano.

Presidente Iván Duque no siga ignorando el llamado de los gremios periodísticos que mediante sendas comunicaciones dirigidas a su despacho, hemos registrado la  grave situación que padecen periodistas y medios de comunicación y en las que planteamos los mecanismos para darle solución.

INSOLITO: LA OMS ELOGIA A LOS CAUSANTES DE NUESTRA TRAGEDIA

2 agosto 2020 –

Por: Gustavo Castro Caycedo, Socio del CPB – Visión 2020 Noticias –

Un gran titular el periódico El Clarín, de Argentina, resume lo que muchos medios del mundo están informando, hoy: “Cifras alarmantes: Descontrolada la pandemia convierte a Colombia en el nuevo foco de coronavirus en América Latina”.  Hoy estamos de 12, pero en pocos días nos convertirnos en el 10 entre los 204 países más contaminados del mundo. Que el coronavirus hizo  “metástasis” aquí, es una verdad que el gobierno no podrá maquillar ni esconder más. Al denunciar sus gravísimos errores causantes de esta tragedia, pregunto: ¿Podrán dormir con la conciencia tranquila los responsables?  Y, a la OMS: ¿Reconocerá su culpa?

Sería absurdo desear que el presidente Duque fracase en la lucha contra la pandemia, cuando lo que está en juego es la vida de muchos miles de colombianos. ¿Que ha tenido aciertos? Claro está, esa es la misión de los gobernantes: los eligen para que hagan las cosas bien. Para que tomen decisiones oportunas y acertadas en bien de su comunidad. Pero cuando fallan y defraudan sus intereses, es a los periodistas libres de compromisos y alérgicos a las adulaciones, a quienes  nos corresponde señalar con precisión en las palabras y objetivamente las graves fallas y equivocaciones cometidas en momentos tan dramáticos como el actual, cuando el luto incontenible postra a miles e hogares colombianos, en pueblos y ciudades.

Pero, el señor Ministro de Salud, quien se acostumbró a decirle mentiras al país en materia grave, expresó una nueva al noticiero CM&, el martes pasado: “Si el gobierno no hubiera tomado la decisión del aislamiento obligatorio en marzo, el número de contagiados hoy sería superior a 1´200.000.” Yo le cambio al  ministro su afirmación, por esta: Colombia no estaría afrontando esta terrible tragedia  si el gobierno no se hubiera opuesto tercamente al cierre de los aeropuertos, ni a la cuarentena, que decretó obligado por la gran presión ejercida, por médicos y profesionales de la salud; algunos gremios; gente de la Academia, periodistas; 100 congresistas, y varios alcaldes que se revelaron ante los “celos presidenciales”, que quisieron impedirles, “por decreto”, activar sus oportunos simulacros de cuarentena, y sus iniciativas para contener al coronavirus asesino.

Hasta entutelaron al presidente para que actuara; pero cuando lo hizo, ya era tarde. Por su indecisión, el mal ya estaba hecho. La muerte había entrado libre y soberana a Colombia, por el aeropuerto El Dorado. Luego, cometió el error suicida de incitar a los colombianos a salir a comprar el día de la “Feria del IVA”. Sin estas y otras mortales equivocaciones, Colombia no padecería hoy tan cruel catástrofe.

Indigna oír y oír, cómo el ministro de salud, (“el de la vida”), le miente a los colombianos. Y resulta indignante oírle a la delegada en Colombia de la OMS/OPS, Doctora Gina Tambini, elogiar (a nombre de sus entidades), la acción del gobierno, pese a  sus gravísimos desaciertos. El boletín 153 del ministerio de Salud, dice que ella destacó, “Las acciones tempranas tomadas por el Gobierno frente a la pandemia COVID-19″. Y que el 7 de julio, dijo: “Colombia está dando ejemplo al resto de los países de la región de las Américas y del mundo».

Acostumbro a sustentar lo que digo con titulares de prensa que en este caso la alta funcionaria parece no conocer, y que llevan para disminuir aún más la credibilidad de la ya muy cuestionada OMS; y claro, de la OPS. Reto a la señora Tambini, a que después de leer esta columna me demuestre que estoy equivocado, o diciendo mentiras. Dada la dignidad de su cargo, sostengo que ha cometido irresponsables ligerezas al apartarse de la realidad, y de la verdad.

El  indebido ejercicio propagandístico televisado a diario desde “La casa de todos”, le “mete” política a la muerte y a la tragedia nacional, con agrios regaños y ataques mediante la TV abusada, que resulta útil para fomentar la amnesia ciudadana sobre los pecados gubernamentales durante la pandemia, y para hacerle “publicidad” a muchas cosas que nada tienen que ver con el coronavirus.

Esa televisión que es una real “feria de las flores” entre funcionarios aduladores, y oportunista vehículo de propaganda de un gobierno que pareciera más interesado en lavar su imagen negativa, que en la tragedia que viven los colombianos. Que se desmide en exaltar el número de recuperados, mientras minimiza el de los muertos  que dejan a miles de familias con huérfanos, viudas, ancianos abandonados y desolados por la pandemia, e inéditos en la “cosmética” oficial. Y por el caos de las contraórdenes “vía” ministro Díaz, que dan signos inequívocos de una ineptitud que desorienta a los colombianos: “Que no hay que usar tapabocas…pero que son obligatorios”. “Que sí autorizamos los autocines…pero que no, pero que sí, pero que veremos”. “Que sí habrá más ‘exitosos días sin IVA, pero que cambiamos las reglas… pero que ya no va más”. “Que la cuarentena solo irá hasta mayo…Pero que irá hasta junio… hasta julio… hasta agosto”. “Que no permitimos experimentar la Ivermectina…Pero que si”. “Que autorizamos la hidroxicloroquina para el COVID…Pero que ahora restringimos su uso”. “Que solo se podrán hacer reuniones de 500 personas. Pero que de menos de 500. Pero que solo hasta de 40. Pero que de 10…Pero que no se permiten reuniones”.

Puesto 12 en muertos y en contagios, entre 204 países
El martes pasado Colombia ocupó el primer lugar en número de muertos por millón de habitantes, entre 204 países. Hoy sábado, ocupamos el puesto 12 en muertes, llegamos a 10.330, y mañana superaremos los 10.600. En pocos días, sobrepasamos a China, Ecuador, Chile, Bélgica, Alemania, Canadá, Sudáfrica, Suecia, Indonesia, Pakistán,  Egipto y Turquía. En cosa de una semana superaremos las muertes por COVID en Rusia. Hoy tenemos 306.181 casos confirmados, y 134.498 activos. Además, ocupamos ya el puesto 12 en contagiados confirmados, repito, entre 204 países. Además, somos el sexto país con más víctimas entre los 44 de América; de estos, 38 han tenido menos muertos. Otra dura realidad es que entre  los 12 países de Suramérica, somos el octavo en pruebas del virus, que entregan tan tarde que muchas han llegado cuando los pacientes ya han muerto. Se ha querido disculpar al nuestro, diciendo que «nadie estaba preparado para esta pandemia”, y eso incluye a mandatarios exitosos en enfrentar la pandemia, como los de: Uruguay, Paraguay, Cuba, Costa Rica, Salvador, Jamaica, Haití, Nicaragua, Barbados, República Dominicana. ¿Sabía todo eso, Doctora Tambini?

En las horas de televisión manipulada, no cuentan que por desgracia ocupamos el puesto 164, en infectados por millón. Y alaban  las cifra de recuperados, pero no cuentan que en eso somos con vergüenza el país 125 entre 204. El porcentaje de recuperación del que se siente orgulloso el gobierno, es del 52.5%; pero vemos que representa, en América; Chile tiene 92.4; Cuba 90.3%; Aruba 86.8; Jamaica 82.7; Uruguay 78.6; Guatemala 74.3%; Nicaragua, 67.9; Paraguay 66.5; Haití 62.0%; Panamá 60.4. Otros ejemplos: Qatar 97.3; Nueva Zelandia 97.2; Taiwán 94.4; China 93.6%; Turquía 92.9;  Corea 92.3; Singapur 89.1; Pakistán 88.8;  Suiza 88.4%, Arabia Saudita 85.4; Croacia 83.0; Rusia 76; Japón, 72.5.

Ayer, Colombia batió récord de 10.330 contagiados en un día, y se colocó como el  país 12 más infectado del mundo. En una semana superaremos a Irán y al Reino Unido, y ocuparemos el puesto 10, quedando muy cerca de España. En los 16 últimos días sobrepasamos a: Italia, Ecuador, Pakistán, Egipto, China, Turquía, Alemania, Argentina, Canadá, Irak, Filipinas, Suecia, y Arabia Saudita. En porcentaje de muertes somos 67, con 3.45%; en contraste, los Estados Unidos,  tiene 3.3%. En el ranking de muertes por millón, ocupamos el puesto 29, con 198. Comparemos: Alemania tiene 110; República Dominicana y Guatemala, 107; Rusia 96; Argentina 78; Salvador 69; Polonia 45; Costa Rica 29; Aruba 28; Nicaragua 17; Haití 14; Uruguay 10; Japón y Cuba, 8; Paraguay 7; Venezuela 6; Jamaica y China 3; y Siria 2. Pero Usted, Doctora Tambini, asegura: “Colombia está dando ejemplo al resto de los países de la región de las Américas y del resto del mundo”.

Rebato sus “palmas” al gobierno que, a nombre de la OMS y la OPS, y como “buena de este”, lanza Usted como oportunos “salvavidas de opinión”, en forma irreflexiva y parcializada, ignorando tantas y tan graves realidades. Y si le resultan poco, las estadísticas de Statista, Universidad Johns Hopkins, (de Baltimore), Epidemic Stats, y hasta de la misma OMS, le dicen cuan mal está Colombia; que pasó en los últimos días del puesto 28 al 12, en número de fallecidos; que superó a las muertes de China, Ecuador, Pakistán, Turquía, Suecia, Bélgica, Grecia, Francia, Alemania, Italia, Egipto, Canadá y Chile. Y que va a rebasar a otros países, porque el manejo de la pandemia sigue siendo irresponsable, errado y manejado con imperdonables mentiras. ¿No cree Usted lo que digo?

Doctora Tambini: ¿Acciones tempranas del Gobierno?
El 23 de enero, el Ministro de Salud, informó: “No hay coronavirus en Colombia”… pero sí lo había: el DANE, informó que la primera muerte por coronavirus ocurrió aquí, el 16 de febrero, lo cual supone el contagio de la víctima hacia finales de enero. Pero el gobierno solo reconoció que el primer contagiado se presentó el 5 de marzo, y la primera muerte, el 12 de ese mes; no el 16 de febrero.

El 27 de enero, el Presidente declaró: “Estamos preparados para enfrentar el coronavirus”. El 29, la prensa, dijo; “Gobierno descarta peligro de coronavirus”. Por entonces, ya varios sectores insistían en el cierre de aeropuertos y en la cuarentena. El 14 de marzo yo, personalmente preocupado con la pasividad del gobierno ante el mortal peligro, escribí una columna, que titulé: “Señor presidente: reaccione”. Y dije: “Lo único efectivo para eliminar la causa primaria de la propagación del coronavirus, es cancelar los vuelos internacionales. No se entiende por qué tan terco y necio rechazo del gobierno a la medida del aislamiento aéreo; y a la cuarentena, claves para proteger la vida de los colombianos”. “¿Qué razón válida hay para eludir el aislamiento aéreo? ¿Valen más los intereses económicos de algunos a la vida de muchos?”

“Importante gremios, empresarios, médicos, científicos, y representantes de otros grupos de opinión, enviaron al Presidente un claro mensaje en este sentido. ¿De qué sirve los ‘pañitos de agua tibia’, si las causas objetivas de la propagación de la pandemia siguen su marcha libre y soberana? Que no continúen con medidas insuficientes e incumplidas por mercantilistas inescrupulosos, al amparo de una ineficiente acción del gobierno, que insiste en que ‘no pasa nada’. Y que  sigue permitiendo libremente la entrada a Colombia del coronavirus, por los aeropuertos, y muy especialmente por el de Bogotá. ¡Señor Presidente: reaccione, es tarde  pero aún hay tiempo!”. ¿Acciones tempraneras del gobierno, doctora Gina?

El 16 de marzo le fue colocada una tutela al presidente para obligarlo a que entrara en razón y cerrara los aeropuertos. Ese mismo día: “el Gobierno limitó las reuniones personas a menos de 500 personas”. Y después, viendo que había minimizado el problema, las redujo a 40. Los medios registraron el preocupante crecimiento del número de contagiados, y las reiteradas demandas al gobierno para que actuara. El 17 de marzo, el presidente tajante, dijo: “El aeropuerto El Dorado no se cerrará”. Y el 18, por “celos de liderazgo”, expidió un decreto para tumbar las medidas de contención y los simulacros de cuarentena que habían decidido varios alcaldes. La desautorización generó la rebelión de estos, que aún hoy, marca distancia entre ellos y el presidente. Para completar, él ha tomado como suyas algunas de las ideas antivirus de los burgomaestres, patentizándolas como propias. Todo ha sido tarde, el mal nació desde febrero, y fue agravado el 19 de junio, con un alto costo de vidas humanas. ¿Qué opinan la OPS y la OMS?

El 26 de marzo, nos volvieron a mentir, un boletín oficial, dijo: “El Gobierno tomó la delantera contra el coronavirus”. ¿Cuál delantera si ni siquiera quiso actuar a tiempo? El 31, el ministro dijo otra mentira: “Hemos logrado altos índices de contención”. A comienzos de abril, la alcaldesa de Bogotá informó al presidente que sus asesores médicos y científicos, aconsejaban extender la cuarentena hasta finales de junio, pero él lo rechazó. Luego lo entendió, pero hizo perder más valiosas semanas de salvamento. El 13 de abril, el ministro sentenció en la TV: “No se deben usar tapabocas”. Ese mismo día él dijo dos falsedades en una: ”Gracias a la oportuna acción del Gobierno se aplanó la curva del COVID-19”.  Lo cual no ha ocurrido 3 meses y 20 días después: ni siquiera hemos llegado al pico.

Precisamente el 19 de abril, él afirmó: “Las cifras de contagiados van mejor de lo que se pensaba”; ese 19 otro ministro mentiroso, (el de Comercio), declaró: “El día sin IVA transcurrió en orden”, cuando la verdad es que esa iniciativa “arrastró” hordas desenfrenadas a comprar. Sí, es muy grave la indisciplina social, la irresponsabilidad suicida y culpable de compradores “homicidas por contagio”. Pero con doble moral, le achacan lo mismo a muchos miles de mujeres y hombres pobres a quienes no les sirve de nada la bandera roja en sus ventanas, se ven obligados a salir a buscar un  bocado para que sus hijos no se mueran de hambre.

El Doctor Sergio Isaza, Presidente de la Federación Médica Colombiana, expresó el 26 de junio, a Yamid Amat: “El primer día del IVA liberó a la gente a una situación totalmente descontrolada, e instigó casos de contagio del coronavirus. Ya estamos recogiendo los frutos. La reactivación del comercio se convirtió en un drástico multiplicador del coronavirus, justo cuando el país estaba registrando un récord de contagio”. A la vez, el sector de los epidemiólogos declaró: “Esta Feria va a tener muy costosos efectos”… Un Médico del Hospital de la Universidad de Antioquia, le dijo a Noticias Uno: “El 19 de junio de 2020 habrá de recordarse como un día negro en nuestra historia. Comiencen la cuenta regresiva, de hoy en 14 a 21 días, podremos ver las nefastas consecuencias de esas aglomeraciones sin control, durante el día sin IVA”. Durante meses el gobierno insistió por TV: “Quédese en su casa”… Pero ese mal día los sacó a todos a la calle “a multiplicar contagiados”, en hordas que se comportaron como si fueran de salvajes. Y ahí fue cuando definitivamente el gobierno perdió autoridad moral en, “quédese en su casa”. Pero esto le resulta sin importancia a la señora representante de la OMS.

La tragedia crece, la pandemia es incontenible, y faltan las semanas más graves para llegar al “pico”, que según el ministro Díaz, “superamos en abril”. No obstante lo grave del momento, siguen mintiéndole a los colombianos e inventando disculpas para minimizar los tres pecados que han costado, y costarán muchas vidas más. No obstante el desastre, siguen maquillando la verdad, mintiendo y engañando a los colombianos, mientras lo peor está por venir.

Concluyo con dos preguntas que hice antes, pues siguen vigentes; y con una nueva: ¿Será que en “La Casa de todos”, alguien se va a responsabilizar por las muertes debidas a nefastas decisiones y equivocaciones, definidas allí? ¿Cuántas muertes se deberán contabilizar a la tardanza, ineficiencia, caprichos, y mentiras oficiales en el manejo de la pandemia, y al suicida primer día sin IVA? Y, Doctora Gina Tambini: ¿Seguirá Usted sosteniendo insólitamente que “Colombia es un gran modelo de manejo de la pandemia”?

Juan Gossaín en la apertura de los Conversatorios Virtuales del Círculo de Periodistas de Bogotá

30 julio 2020 –

Por: Comunicaciones CPB –

El periodista y socio del Círculo de Periodistas de Bogotá –CPB- , Juan Gossaín, abrirá este martes 4 de agosto, el ciclo de Conversatorios Virtuales de la agremiación para reflexionar sobre “El periodismo al servicio de los intereses de la comunidad”.

La presidenta de la agremiación, Gloria Vallejo, afirmó que “somos conscientes de la gran desinformación que se ha generado por el Covi19 y sentimos que es una necesidad repensarnos, reinventarnos y retomar el control del deber ser del periodismo”.

“Gracias a la gestión de la Comisión de Capacitación que lidera nuestra socia y miembro de Junta Directiva, Patricia Lozano, los conversatorios serán transmitidos por la plataforma Zoom, nuestra web www.circulodeperiodistasdebogota.com y nuestras redes sociales en Facebook y YouTube, al igual que por varios medios de comunicación que nos han manifestado su deseo de retransmitir la conferencia”, expresó la presidenta del CPB.

Al evento virtual, que iniciará a las 5 pm, están invitados periodistas, académicos, estudiantes de comunicación social y periodismo, y en general, todas las personas que deseen seguir esta primera conferencia de Juan Gossaín.

El segundo conversatorio virtual será “SIR, un emprendimiento para la radio en plena pandemia”, con el socio Jorge A. Sánchez Vargas, el lunes 10 de agosto a las 5 pm, por las mismas plataformas virtuales.

 

Mayor información:

Patricia Lozano

310 5583312

 

El inolvidable Pastor Londoño está en el cielo

30 julio 2020 –

Por: Guillermo Salamanca –

Era de mañana y en la puerta del cielo, de este 29 de julio del 2020 había una extensa fila. El narrador, humildemente, tomó su ficha y esperó su llamado.
Sentado miraba cómo llegaban más almas benditas al lugar. Casi todos por la pandemia. Padres de familia, profesores, enfermeros, médicos, ingenieros, periodistas, pocos, pero eran noticia, amas de casa, niños, soldados pasaban al frente de él y le mostraban su sonrisa. No vio políticos. “Cosa rara”, pensó.
De un momento a otro sonó primero una lira y escuchó: “Pastor Londoño Pasos”, casilla 238. En ese momento atronadores aplausos dominaron el ambiente. Futbolistas, aficionados, ciclistas, boxeadores, atletas llegaron en primera fila y luego una serie de cantantes se le acercaron para darle la bienvenida. Saludaban así al más grande narrador de Colombia en todos sus tiempos.
El argentino Leo Marini, conocido allí como Alberto Batet Vitali, para animarlo le entonó unos versos que bien sabía que conmocionarían al narrador recién llegado: “Dicen que soy borracho, que no valgo nada, que vivo soñando. Pero el mundo no sabe, las penas amargas, que sufro llorando”.
Y entonces más de 500 vocalistas le hicieron el coro: “Que saben de la vida, los que no han sufrido, los que nunca han sentido, una pena de amor…”
–¿Te acordás, le preguntó Leo Marini, cuando fuiste mi presentador en Medellín, Colombia?
–Si, señor, claro, respondió Pastor.
Llegó a la casilla 238 y el ángel encargado comenzó a llenar el formulario de ingreso.
–¿Qué lo trajo por acá?
–Una neumonía.
–¿Fumó?
–Muchos años, pero dejé el cigarrillo como a los 50 años.
–¿Sabía que eso era malo?
–Si señor.
–¿No leía lo que decía en la cajetilla?
–Si señor, pero es que uno joven…
–Esa no es excusa, le dijo severamente el ángel.
–¿Tomó trago?
–Humm…Sí señor.
–Lo sospechaba, pero ¿qué se le puede pedir a un narrador? Por ahí anda también Jaime Ortiz Alvear y cuenta que una vez ustedes se tomaron sus abundantes traguitos tanto que no fueron a trabajar, no asistieron al estadio y les tocó a unos chilenos reemplazarlos.
–Si como no, le respondió apocadamente en acento paisa. Pero había una razón señor.
–¿Qué razón?
–Es que nos pidieron que nos reconciliáramos y como dice la Biblia que, si uno tiene un rencor con un hermano, no puede salir a la calle, sin antes ofrecernos disculpas y eso hicimos. El perdón lo festejamos con un poquito de whisky, pero de ahí en adelante no tuve problemas con nadie. La gente me quería, me saludaba y hasta en Todelar tuve programa todas las tardes a las dos y treinta en mi amada Medellín. Yo tuve a los mejores periodistas, los de El Tiempo y El Colombiano, porque de allí sacaba las notas. Pero bueno, el tema es que hay que amarnos los unos a los otros.
–Se le perdona, se le perdona. ¿En qué trabajó?
–Fui narrador deportivo.
–¿Eso es trabajo?
–Bueno, lo que pasa es que hay colegas que se complican, pero lo cierto es que no se necesita echar mucha paja para ser un buen comentarista de fútbol”.
–¿Cómo repartió su tiempo?
–Bueno, también fui futbolista, le pegaba al balón con las dos piernas, cantante de boleros y de la Orquesta Sonora Colombiana, presentador, lector de noticias, redactor, narrador de radionovelas y comentarista deportivo. Tuve muchos amigos, ayudé a todo el que me pidió un favor, fui diligente y acepté humildemente el apodo de “Cara de mango” que mi hija Consuelo me puso. Fui buen padre, buen hermano, buen colega, buen patrón. Me reía con todos. Daba limosnas. Amé a Dios por sobre todas las cosas. Rezaba, poco, pero lo hacía. Me ejercitaba todos los días a las 9 de la mañana. Nadaba. Era obediente y mi jefe, por mucho tiempo, fue don Bernardo Tobón de La Roche.
–Esto último le ayuda, le doy 5 puntos más, le comentó el ángel supervisor.
No era fácil el interrogatorio y el narrador no sabía cómo contestar.
–¿Fue grosero en alguna Vuelta a Colombia?
–Sumercé no sabe cómo era eso. A veces llovía, se tapaban las carreteras, hacía un sol terrible. Se aguantaba. Muy complicado. Yo hice de todo en radio, pero eso sí, nunca supe cómo se enchufaba un cable.
–Aquí nos reímos mucho de sus anécdotas, sobre todo la famosa de Alberto VO5.
–No puede ser.  Uno debe ser recursivo y el dueño de esa marca nos daba una buena propina para saludarlo. Ese pecado se llamaba “engrase” y estaba prohibido.  Entonces, me pusieron de Fiscal al señor Alberto Díaz Mateus. En una curva se me apareció una idea y dije: “Alberto, veo uno, Alberto, veo dos, Alberto veo cuatro y después decía: Alberto Veo Cinco. Y no nos pudieron decir nada. Pero digamos que fue un pecadillo venial.
–Usted me hace reír. Acá lo sabemos todo. Cuénteme señor, ¿Cuáles fueron los partidos que narró con más emoción?
–Yo narré muchísimos partidos. Incontable. El que más recuerdo por su significado nacional fue el de la Selección Colombia contra la Unión Soviética en el Mundial de 1962 en Arica, Chile. Otro famosísimo fue un partido de Independiente Santa Fe, el 7 de noviembre de 1977 en el que se definía la clasificación para la final y el gol lo hizo Carlos Alberto Pandolfi…
–¿Usted narró ese gol de oro?
–Sí señor, cómo no.
–Bienvenido al cielo señor Pastor. Recuerde que fue una anotación de Santa Fe y hay que tenerla para entrar acá.
Salió de la casilla 238 y lo esperaban Fernando González-Pacheco, el gran Ernesto Díaz, quien hiciera ese pase magistral para Pandolfi. Los abrazos con Carlos Arturo Rueda, Alberto Piedrahita, Armando Moncada Campusano, Édgar Perea, Marco Antonio Bustos, Roger Araújo, Alberto Ríos fueron muy celestiales. La belleza de Calero le recordó varias de sus bromas. Sus ídolos como Alberto Beltrán, Libertad Lamarque, Hugo Romani, Celia Cruz le cantaban sus boleros preferidos. Amigos y más amigos lo abrazaban, familiares, seguidores, gente de la radio, le aplaudían.
Llovía sobre Medellín y algunos incrédulos decían que era por el clima, pero más de uno sabía lo que pasaba en el más arriba.
Se oía el coro de uno de los temas que más le gustaban, interpretado por Hugo: “Quiero escaparme con la vieja luna, en el momento en que la noche muere, cuando se asoma la sonrisa blanca, en la mañana de la adversidad…”.
Especialistas piden que no se estigmatice a estos pacientes hipertensos, obesos y con diabetes: Asociacion Colombiana de Obesidad

30 julio 2020 –

Por: Gabriel Robledo –

Foto: Pixabay –

Especialistas piden que no se estigmatice a estos pacientes

La Asociación Colombiana de Obesidad (ASOFUNCOBES) y la Fundación Colombiana de obesidad, (FUNCOBES), rechazan la medida adoptada  de confinar a las personas obesas, hipertensas y diabéticas, por cuanto esto va a llevar no solamente a un mayor desempleo, sino a que estos pacientes no realicen el ejercicio y la actividad que necesitan, para seguir una vida normal y  se conviertan en personas sedentarias, lo cual va a empeorar su salud, siendo además estigmatizadas del resto de la población.

Estos pacientes pueden controlarse con medicamentos,dieta y ejercicio y el confinamiento puede bajar su autoestima y empeorar su estado físico y psíquico.

En Bogotá, según la Encuesta Nacional de Salud, (ENSIN 2015), el 20 por ciento de la población padece obesidad y es frecuente que estas personas también sean hipertensas y diabéticas.

En este sentido, es urgente que el Gobierno Nacional, promueva programas de educación y seguimiento a estos pacientes, sin negarles la oportunidad de seguir con su vida normal.

Una persona obesa y/o diabética y/o hipertensa si está bien controlada, mejora  su calidad de vida  y desde el punto de vista médico  no es diferente  a las demás que no padecen estas enfermedades.

Según nuestra normativa en salud, estos pacientes deben estar en control crónico por las EPS y aseguradoras. El manejo es integral y no sólo incluye el glucómetro , tensiómetro  y la medición de oxígeno capilar , que es parte  del tratamiento , sino otros componentes que le van a dar calidad de vida, para mejorar su estado de salud.

Por lo tanto ASOFUNCOBES pide a la ciudadanía el autocontrol personal manteniendo las medidas de bioseguridad ordenadas por el gobierno nacional y la alcaldía de Bogotá, y al mismo tiempo se debe hacer el máximo esfuerzo para mantener la enfermedad controlada con la medicación formulada por el médico con  hábitos de vida  saludable, como son la dieta y el ejercicio.

Solicitamos respetuosamente al Gobierno Nacional, que sea creado urgentemente un Programa Nacional de Obesidad, que se incluya en el Plan Obligatorio de Salud, para tener un manejo integral de estos pacientes, que no solo eleve sus defensas, sino que lo prevenga de adquirir enfermedades graves como el Covid-19.

Dr. Gabriel Robledo   Presidente 3106992214

Dr Alvaro Espinosa   Secretario

Dr. Jorge Castillo        Vicepresidente

Dr Camilo Diaz Vocal

Dr.Hernán Yupanqui   Director Científico 3118121617

 

Dan a conocer precio de la vacuna de Moderna contra el coronavirus

30 julio 2020 –

Por: Revista Semana –

Esta semana la farmacéutica Moderna inicio la fase 3 de las pruebas de su vacuna para el coronavirus, siendo la primera aparte de las creadas en China en iniciar esta etapa. A su vez, se dio a conocer el posible precio al que será vendida.

De acuerdo con ‘Financial Times‘, el valor de la vacuna estará entre 50 y 60 dólares, lo que corresponde a 180.000 y 220.000 pesos. Este costo será para Estados Unidos y otros países que decidan adquirir su producto.

El precio es más elevado que el de otros laboratorios como AstraZeneca, en conjunto con la Universidad de Oxford, que afirmó que en los países con los que tienen acuerdos la vacuna valdría 3 dólares por dosis, es decir 8.000 pesos.

En el caso de Pfizer y BioNTech, se conoció que la vacuna valdría 20 dólares, prácticamente la mitad que la de Moderna, equivalentes a 70.000 pesos colombianos.

Las acciones de la compañía biotecnológica crecieron un 325 por ciento este año y gran parte de este éxito financiero se debe a la velocidad con que ha desarrollado la vacuna, que es la primera en llegar a la fase de ensayos clínicos.

Un estudio publicado en el ‘New England Journal of Medicine‘ señaló que la vacuna de Moderna produjo anticuerpos en los 45 participantes en un ensayo de fase 1 realizado por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU.

La fase 3 tendrá 30.000 participantes en todo Estados Unidos.

 

Moderna ya había anunciado que no la iban a vender al costo de producción y eso ha generado problemas con los acuerdos comerciales, especialmente en el Reino Unido.

El precio causaba “considerable preocupación y dificultades en las negociaciones, en vista de que otras compañías habían prometido precios mucho más bajos”, dijo una de las fuentes del ‘Financial Times‘.

“Estas discusiones son privadas y, como tal, no podemos comentar, dada la naturaleza confidencial de las discusiones y los contratos”, señaló la fuente refiriéndose a las negociaciones con los países.

La efectividad de esta vacuna se podría conocer entre octubre y noviembre, según señaló el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas.

“Es un récord mundial para nosotros haber sido capaces de pasar de la secuenciación (del virus SARS-CoV-2) a la fase 3 de una vacuna en tan poco tiempo. No se había hecho nunca antes”, explicó Fauci sobre esta fase de las pruebas.

En ese mismo sentido, Stéphane Bancel, jefe de Moderna, dijo en la cadena CNBC que en el mejor de los casos los resultados estarían en octubre, tal vez en noviembre.

Esta fecha resulta clave para la carrera electoral en Estados Unidos, pues las elecciones están preparadas para el 3 de noviembre.

Pfizer y Astrazeneca ya tienen acuerdo de confidencialidad con Colombia

30 julio 2020 –

Por: W Radio –

El ministro de Salud, Fernando Ruiz, precisó que una cosa es la investigación clínica de las vacunas y otra cosa son los procesos de adquisición de la misma.

Frente a la preocupación que existe en el mundo por el desarrollo de una posible vacuna en contra del COVID-19, La W habló con el ministro de Salud, Fernando Ruiz.

El ministro reveló que Colombia ha tenido ya varios acercamientos con algunos laboratorios, pues incluso existe un acuerdo de confidencialidad con el gigante farmacéutico Pfizer y con el proyecto que adelanta la Universidad de Oxford en conjunto con Astrazenaca y otras tres compañías.

Sin embargo, Ruiz fue claro en decir que, por ahora, la mayoría de vacunas están en fase tres, lo que implica que todavía no hay certeza sobre cuál es el antídoto que en realidad va a contener esta pandemia.

«En este momento no es factible saber cuál de las 15 vacunas que van avanzadas tienen efectividad, ninguna la ha demostrado y tampoco es claro y preciso el momento en el cual van a estar disponibles», afirmó el ministro.

Frente a los avances en otros países, el ministro Ruiz explicó que una cosa es la investigación clínica de las vacunas y otra son los procesos de adquisición: «Son dos temas totalmente diferentes y no se puede entender que porque una empresa farmacéutica hace testeos en un país, va tener preferencia para la venta de la vacuna». Incluso, el ministro advierte que en una conversación con Pfizer, el laboratorio aseguró que no va a tener preferencia por los países que ya están haciendo testeos a la hora de lograr acuerdos comerciales.

Adicionalmente, Colombia está trabajando con el mecanismo COVAX, que es a través de la OPS y consiste en una alianza entre diferentes países para poder tener acceso a las vacunas a través de acuerdos por los cuales los países se comprometen a adquirir un porcentaje específico: «Se prevé que se adquieren dos millones de vacunas a lo largo del 2021», explicó Ruiz.

 

La sartén por el mango

30 julio 2020 –

Por: Gonzalo Silva Rivas, Socio del CPB – El Espectador –

Han transcurrido cuatro meses desde que los establecimientos y locales gastronómicos fueron cerrados en el país y todavía no son claras las expectativas de una pronta apertura, ante el alto número de contagios por coronavirus que se siguen registrando en varias regiones, en particular en las grandes ciudades, donde se concentra la mayor fuerza del mercado. La obligada parálisis tiene descapitalizado al sector y eleva la condición de riesgo de millares de pequeños y medianos propietarios que han logrado sobrevivir al confinamiento.

Como sucede con todas las actividades económicas en el mundo, la pandemia sume en profunda crisis a la industria gastronómica nacional, que ya se ha desprendido de 36.000 establecimientos, entre restaurantes, cafeterías y panaderías -formales e informales-, cuyas puertas se cerraron definitivamente. Unos 60.000 mantienen incierta lucha por la supervivencia, sostenidos con la escasa dosis de oxígeno financiero que aún les queda, pero para la mitad de estos negocios, la respiración asistida podría alcanzar escasamente para uno o dos meses más de inactividad.

El presidente ejecutivo de Acodres, Guillermo Gómez, define como dramática la situación del sector y lanza un SOS al Gobierno para que provea las condiciones que les permitan sostenerse sin que el letal virus finalmente los acabe. Las cifras sobre empresas y negocios quebrados y asfixiados financieramente, con su arremetida en el empleo, no dan espera. En consecuencia, extender y flexibilizar las medidas dictadas durante la emergencia económica parecería ser la única alternativa para no dejar morir los negocios que a duras penas se han logrado mantener a flote.

Las medidas de alivios directos dictadas por el Gobierno están por vencer a finales de este mes, casi en su totalidad. Algunas solo han beneficiado a los pocos propietarios que han podido abrir sus locales y a partir del próximo mes, una vez acabados los incentivos, para todos recrudecerán las cargas financieras. El descuento del 19% del IVA en arrendamientos y el programa de apoyo a los empleos formales tienen sus días contados e igual sucede con el decreto que establece acuerdos de rebaja de canon entre arrendadores y arrendatarios. En el entretanto, la suspensión del impoconsumo y del IVA a las franquicias -que vence en diciembre- entra en su recta final, sin favorecer a quienes mantienen cerrados los negocios.

Los establecimientos que han podido aplicar los sistemas de comercialización autorizados por el Gobierno venden hoy en día el equivalente al 18% del total facturado al inicio de la pandemia, a través de domicilios (13%) y de entregas para llevar (5%). Estos ingresos son insuficientes para una actividad comercial de caja frágil, que solo cuenta con 15 días de resistencia para seguir respondiendo, a puerta cerrada, por sus obligaciones económicas. Los negocios formales, que suman la quinta parte del mercado, acumulan pérdidas cercanas a $1,8 billones desde el inicio de la parálisis.

La pandemia, que ahora marcha a gran velocidad, impacta de manera severa a los restaurantes que aportan la contribución parafiscal para el turismo -alrededor de 1.500 catalogados en esta categoría-, los más afectados por la crisis, debido a que buena parte de sus ingresos se soporta en el consumo de turistas. Restaurantes de largos años de tradición, como Félix, el primero en ofrecer paella en Bogotá, hace ocho décadas; La Puerta Falsa; La Florida; Casa San Isidro, en Monserrate; La Roma; Socorro y Juan y María, en el centro histórico de Cartagena, están amenazados y ponen en la cuerda floja los aportes de una preservada herencia gastronómica, direccionada como oferta turística. En Cali, el COVID-19 sepultó a Carambolo, un reconocido restaurante con 22 años de historia.

El cierre definitivo de negocios resquebraja el tejido empresarial ante la pérdida de marcas y referentes de la industria, con lo que se le propina un duro golpe al sector productivo. Además, amenaza con destruir los equipos de trabajo al servicio del turismo, conformados en el caso de la gastronomía por talento humano capacitado, difícil de formar, con sentido de excelencia y amor por la cocina, y pone en riesgo la fortaleza de una oferta que a medida que se condimenta ha venido escalando posiciones como potencial turístico.

Reabrir los establecimientos gastronómicos para frenar la cifra de los 300.000 desempleados y los $2,8 billones de pérdidas que arroja hasta el momento su cierre de puertas es una obligación social para evitar la quebrazón masiva. Sin embargo, habrá que hacerlo de manera inteligente y responsable, con aplicación estricta de protocolos de seguridad, aprendiendo de experiencias positivas que se tienen con las reaperturas selectivas autorizadas en Ibagué, Armenia, Pereira, Salento, Finlandia, Buena Vista y otros municipios libres de coronavirus, donde un millar y medio de negocios empiezan a prender los motores de las economías locales.

Restringidos planes piloto a cielo abierto, como el que se plantea en Bogotá, donde se concentra el 40% de la actividad gastronómica, resultan un ejercicio innecesario y costoso, que poco alivian la situación del sector. El gremio de los restaurantes espera una reapertura gradual, organizada y sostenible, con mesura y prudencia, que repunte los ingresos de los empresarios y garantice la confianza del consumidor.

Valga decir, que no hay sector comercial más vigilado por el Gobierno que el de los restaurantes -como advierte Iván Bohórquez, propietario del emblemático Félix-, donde permanentemente se controlan los procesos sanitarios y los hábitos de desinfección en cocinas y salones, y en los que, desde hace tiempo, los establecimientos más reconocidos tienen afinados los protocolos de bioseguridad.

Mientras el Gobierno toma la decisión y da el paso hacia adelante, al ritmo del aplanamiento de la curva, una alternativa saludable para el sector gastronómico sería pensar en otra emergencia económica para revivir las medidas de alivio. Porque con una pandemia sobresaltada en muchas zonas del país, será imposible evitar la muerte lenta y dolorosa de más establecimientos, con su fatal carga de consecuencias económicas, laborales y sociales, si las autoridades no se apresuran a coger la sartén por el mango.

Posdata: El municipio cundinamarqués de Cota celebrará el próximo fin de semana, sábado y domingo, un festival gastronómico virtual con participación de medio centenar de restaurantes que exhibirán una diversa lista de menús, previamente inscritos en la Alcaldía, para entregar a domicilio, como desarrollo de una estrategia innovadora promovida por su directora de Turismo, Paola Andrea Medina. Una forma creativa de paliar la crisis y cambiar los hábitos, en un mundo transformado por la pandemia.

[email protected]

@Gsilvar5

Poema, novela, filme, virus

30 julio 2020 –

Por: Arturo Guerrero, Socio del CPB – El Colombiano –

Esperando los picos de la pandemia, así anda el mundo. Va para medio año la ferocidad del coronavirus acorralando a los vivos y despachando furtivo a los muertos. Los que temen tratan de adivinar el mordisco odioso.

Esta vigilancia no es nueva. La previeron con metáforas la novela, la poesía y el cine, en sucesión de títulos que concierne a Colombia. Obras que cuentan una espera abrumadora. Una de ellas es la espera dentro de una espera. Iba a estrenarse cuando comenzó la espera del virus y debió guardarse para después de que se despeje esta espera intrusa.

Es la película “Esperando a los bárbaros”, dirigida por Ciro Guerra. Se estrenó en un festival extranjero pero no se ha visto en el país. Para presagiar su tema hay que remitirse a la novela homónima en que se basó. La escribió hace cuarenta años el Nobel de Literatura sudafricano J. M. Coetzee. Es un filme en alerta, fundado en un libro al acecho.

En una aldea fortificada, última frontera colonial del Imperio, la población y el ejército de ocupación aguardan el asalto inminente de los bárbaros. Estos son habitantes originales, desplazados de los campos hacia las montañas. Son tribus unificadas y armadas, gente holgazana, inmoral, sucia, estúpida. Habrá guerra.

“Toda la noche, según se dice, los bárbaros merodean, dedicados al asesinato y la rapiña. En sus sueños, los niños ven que se abren las persianas y asoman feroces rostros de bárbaros”, narra Coetzee. “Pueden desangrarnos en nuestra propia casa”, precisa. Rumores y suposiciones inflan el monstruo.

La ficción toma inspiración y copia el nombre de un célebre poema de comienzos del XX. Lo escribió el griego, nacido en Egipto, Constantino Cavafis. “Es que hoy llegan los Bárbaros”, reiteran los habitantes reunidos en la plaza, a las preguntas que ellos mismos se hacen en medio de un manifiesto entusiasmo.

“¿Y por qué vuelven todos a casa con aire sombrío?”, replica el poeta. “Es que ha caído la noche y no llegan los Bárbaros./ Gente venida de la frontera/ lo afirma: ya no existen los Bárbaros”.

¿Llegan o no llegan los bárbaros? ¿Son gentuza o son una esperanza? ¿Existen realmente los bárbaros? Todos esperan, o a los bárbaros o al pico de la infección. ¿Alguien sabe la fecha de este pico? ¿Logrará la sociedad ser mejor, luego de que se marche el contagio? ¿Cuál es la real naturaleza del coronavirus? .

Cumplir lo prometido

30 julio 2020 –

Por: Juan Á Castellanos, Socios del CPB – El Nuevo Siglo –

El país tiene portafolio de intenciones y promesas suficientes para mostrar resultados tangibles a final del año. Así el Gobierno Nacional, si de verdad cumple, atribuirá lo logrado, al interés y disciplina, para seguirle la pista a dineros girados para la comunidad.

Así se confirmó que los Ingresos Solidarios a pequeños y medianos empresarios prometidos en días recientes, fueron consignados, con base en los registros bancarios radicados por las- Mipymes – irán hasta 2021.                     

Al ratificar batalla contra el virus y su desastre contaminante, en la ciudadanía hay quienes creen, pero otros dudan, cuando se exagera una voz de Gobierno, mostrando gestión.

El foco de intenciones oficiales y privadas tiene en aguas económicas del país, un barco de constructores, que cruje con inversiones, proyectos y obras en marcha: El Regiotram de Occidente, empezó construcción que irá de Facatativá – Cund, a la Calle 24 con Av. Caracas en Bogotá.

Y en breve se inician dos obras con igual perfil: ampliación del Aeropuerto El Dorado, en sentido- sur occidente, e inicio de la remodelación del terminal de Pereira.

Este- Enfoque- espera que la Pánico-Pandemia, como la llama el común, permita avanzar proyectos, lejitos de tanta cuarentena por zonas que frenan empleo. Detrás de la medida, no son pocos los negocios que aprovechan colas y confusiones para especular con precios. 

Se destaca que, en dos semanas pasadas, se destinaron 6 billones de pesos del Fondo Nacional Garantías, para inyectar capital de trabajo a reactivación manufacturera y, de confecciones, sin volcar más cuarentenas en Bogotá.

Lo importante es que las inversiones lleguen con ideas y obras para verlas a final de 2020 – por ejemplo, en favor de Chocó y, Cauca, con regiones, sumidas al estilo del siglo pasado.

Otra cosa es la frenada comercial que afecta a las comunidades de ciudades y departamentos, donde hay condiciones para impulsar economía, en medio de desempleo y de pobreza, esperando apoyo.

Y ojalá, sin catarata promesera, alcaldes, gobernadores y demás dirigencia guarden mesura. Que no sea exhibicionistas, por mostrar que hay gobierno haciendo cosas.

 Al margen de cuarentenas en ciudades, el control en salud pública para evitar contaminación no debe borrar funcionamiento laboral urbano, cerrando puertas.   

Parte del objetivo ahora debe ser recuperar personas e instituciones sociales con salud y trabajo. Por ejemplo, las -Mipymes- ofrecen labores a mujeres y hombres, agobiados sin recursos.

 Y que se vea, al menos, el anticipo del ministro de Trabajo, quien promete presentar Ley al Congreso, para que el Teletrabajo sea fuente económica, para cumplir a cerca de 4 millones de desempleados en pandemia.