Crculo de Periodistas de Bogot

Archivos 2020

La acusación contra Assange insiste en que Wikileaks puso en peligro la vida de informantes

2 marzo 2020 –

Por: El País –

Comienza en Londres el jucio de extradición contra el hacker internacional

Las muestras de apoyo al cofundador de Wikileaks, Julian Assange, ya no son tan multitudinarias como hace unos años. Pero una legión de un par de centenares de sus defensores ha aguantado este lunes el frío y la lluvia de Londres y se ha concentrado frente al Tribunal de Woolwich, al sureste de la ciudad y a pocos metros de la prisión de Belmarsh, donde permanece el prófugo más internacional desde que el Gobierno de Ecuador lo expulsó de su embajada en Londres.

Desde primera hora agradecía las muestras de apoyo el padre de Assange, John Shipton. «Al principio pensé que el problema era solo de Julian», cuenta a EL PAÍS. «Ahora creo que es una opresión global al periodismo. Especialmente en Europa. Podemos acabar perdiendo esa conversación normal en la que se intercambiaba información y se alimentaba el debate público. Ningún medio querrá arriesgarse a sufrir diez años de opresión política».

Uno de los abogados que representa a Estados Unidos en el proceso abierto en Londres para decidir la extradición de Julian Assange, fundador del portal WikiLeaks, por difundir información confidencial de ese país en 2010, ha defendido este lunes que el periodismo no puede servir de excusa para vulnerar la ley y poner en peligro la vida de personas que han ayudado a Occidente.

«La defensa sugiere que se ha exagerado el riesgo que corrieron los informantes cuyas identidades fueron difundidas. Pero me gustaría recordar a la corte que estas personas estaban pasando información de regímenes como Irán y organizaciones como Al Qaeda», ha sido James Lewis, uno de los letrados que representa a la Administración norteamericana.

«Les ha dado igual que se produjera o no una violación de derechos. Les ha dado igual todo. Solo les importaba que quedara claro que se había ignorado la legislación estadounidense. El problema es que se está acusando a alguien que ni es estadounidense ni fue la fuente directa de la filtración», ha explicado el exjuez español, Baltasar Garzón, presente en el juicio como coordinador del equipo de defensa de Assange.

Sentado en la sala, vestido con un traje gris, jersey gris, gafas sobre la frente y perfectamente afeitado, el acusado ha escuchado la argumentación del abogado. Poco antes del primer receso, ha querido dar las gracias a sus seguidores, a los que se escuchaba desde el interior de la sala. Pero a la vez, ha pedido que cesaran los gritos. «Me cuesta concentrarme y todo este ruido no ayuda. Entiendo y aprecio los apoyos públicos. Comprendo que les asquee todo este proceso», ha expresado, antes de que la jueza le quitara la palabra y exigiera que se dirigiera al tribunal a través de su abogado.

Durante esta semana, el tribunal escuchará los argumentos de las partes y aplazará el juicio hasta mayo para examinar las pruebas. La decisión final sobre la extradición podría tardar meses.

Assange, que está detenido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, contigua al tribunal, está acusado por Estados Unidos de conspiración para piratear los ordenadores del Gobierno estadounidense y violar la ley de espionaje. En total 18 delitos por los que puede ser sentenciado a 175 años de cárcel.  EE UU considera que Assange conspiró con Chelsea Manning, la soldado estadounidense que filtró gran cantidad de cables diplomáticos confidenciales del Gobierno de ese país.

Assange, que había sido detenido inicialmente en 2010 en el Reino Unido a petición de Suecia por un caso de presuntos delitos sexuales que ya está archivado, ha pasado los últimos 10 años confinado, primero bajo arresto domiciliario y después refugiado en la embajada de Ecuador en Londres hasta que este país le retiró el exilio en 2019 y fue arrestado por la policía británica y llevado a Belmarsh.

Con motivo del comienzo del juicio de Assange, el director del portal, Kristin Hrafnsson advirtió, en unas declaraciones a los medios, de que el resultado del juicio determinará «el futuro del periodismo», porque decide «qué sucede con un periodista que difunde información de un Estado veraz y de interés público».

En los últimos días, un testigo citado por la defensa de Assange aseguró que el presidente de EE UU, Donald Trump, ofreció el indulto al fundador de WikiLeaks si negaba la implicación de Rusia en una filtración de correos electrónicos en 2016. El abogado Edward Fitzgerald aseguró que tiene pruebas que sugieren que el antiguo congresista republicano Dana Rohrabacher hizo esa oferta al activista australiano.

El letrado aseguró que Rohrabacher visitó la embajada ecuatoriana en el Reino Unido en 2017, cuando Assange permanecía asilado. WikiLeaks aireó en 2016 unos correos electrónicos que afectaron a la campaña por la presidencia de la demócrata Hillary Clinton. Varios médicos pidieron la semana pasada que el fundador de Wikileaks reciba atención sanitaria urgente, en una carta publicada en la revista médica británica The Lancet.

La década de ‘Wikileaks’ llega a su incierto desenlace

2 marzo 2020 –

Por: Hoy –

La primera fase del juicio de extradición a Estados Unidos del periodista Julian Assange rebobina su extraordinaria historia. Tras siete años recluido en la Embajada de Ecuador lleva meses en una cárcel británica de máxima seguridad.

El 5 de abril se cumplirán diez años desde la publicación de ‘Collateral Murder’ (Asesinato Colateral) por un portal de internet hasta entonces poco conocido, ‘Wikileaks’. Era una película de unos dieciocho minutos compuesta con fragmentos de vídeos grabados por dos helicópteros Apache del Ejército de Estados Unidos, en una operación contra un grupo de supuestos enemigos en un barrio del este de Bagdad.

Dos niños resultaron heridos y dos periodistas locales de la agencia Reuters murieron en el acribillamiento por soldados americanos de una cuadrilla de hombres que a su juicio llevaban ametralladoras y lanzamisiles. En julio,’Wikileaks’ publicó documentos confidenciales de las operaciones militares de Estados Unidos en Afganistán. En octubre, de la guerra en Irak.

Cuando el 28 de noviembre de 2010, ‘Wikileaks’ y cinco periódicos publicaron la primera remesa de unos 250.000 cables diplomáticos obtenidos por la organización creada por Julian Assange, el mundo descubrió el impacto posible de una nueva forma de periodismo y Washington tuvo que añadir a su desprestigio en las guerras recientes el bochorno causado por la publicación de opiniones confidenciales de sus diplomáticos sobre los países que los acogen.

Diez días más tarde, Assange fue detenido por la Policía de Londres, donde vivía desde hacía dos meses, ejecutando una Orden Europea de Arresto y Entrega dictada por la Dirección de la Fiscalía de Suecia, que había aceptado la denuncia de dos mujeres que, en agosto, le acusaron de actos clasificables como abuso sexual y violación tras entablar relaciones sexuales con él separadamente y por su propia voluntad.

Frágil salud mental

Assange vivía hasta entonces una existencia nómada. Desde su detención, el 7 de diciembre de 2010, ha pasado un año y medio en libertad condicional, con sus movimientos limitados; siete años confinado voluntariamente en la Embajada de Ecuador en Londres, y más de nueve meses en la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh, en el sudeste de Londres.

Sus abogados, en el juicio que ha comenzado la semana pasada, alegan que sería un abuso del procedimiento judicial extraditarlo a Estados Unidos por la fragilidad de su salud mental. En el banquillo de los acusados mostraba síntomas de excentricidad, poniéndose en pie y empeñado en hablar a pesar de que la juez le reiteraba que solo sus abogados podían intervenir.

De haber aceptado regresar a Suecia, probablemente estaría hoy en libertad. Su rechazo a las autoridades de Estocolmo logró que renunciasen a juzgarlo, por el deterioro de las pruebas con el paso del tiempo, cuando Quito consintió su arresto en la embajada, el pasado mes de abril. Un tribunal de Washington presentó inmediatamente una demanda de extradición por 18 cargos, con una posible condena de 175 años.

El tribunal inició la investigación en 2011, pero la administración de Barack Obama descartó el procesamiento. ¿Por qué no procesar también a los editores de ‘The New York Times’ que publicaron los cables? Obama dio también un perdón presidencial a Chelsea Manning, la soldado, entonces conocida como Bradley, que descargó en 2010 cuatro bases de datos confidenciales del Gobierno de Estados Unidos y se las pasó a Assange.

La administración de Donald Trump encarceló de nuevo a Manning, reactivó la investigación sobre Assange, preparó los cargos. El presidente, según la defensa del australiano, envió a dos emisarios que le ofrecieron un perdón si daba una versión del robo de correos del Partido Demócrata que le beneficiase. Una empresa española de seguridad le espió en la Embajada ecuatoriana por cuenta de la CIA. Argumentos sobre nulidad del caso por abuso de procedimiento o imposibilidad de juicio justo se basan en esos episodios.

Nuevas sesiones en mayo

Decenas de activistas acampan cada mañana en el exterior del tribunal anexo a la cárcel, ocupan los asientos disponibles en la galería pública, apoyan la causa de Assange y de ‘Wikileaks’ en las redes. La semana pasada se han oído los argumentos generales y, a partir del 18 de mayo, se reanudará el juicio durante cuatro semanas para ilustrar los argumentos de fiscales y defensores con ayuda de testigos.

El caso será recurrido ante tribunales superiores en Reino Unido y quizás llegue al de Estrasburgo. Si no se anula la demanda por ser abusiva, el balance de la década de ‘Wikileaks’ y el destino de Julian Assange dependerá de que una mayoría entre los jueces se incline por la protección absoluta de los secretos de los Estados o por la libertad de divulgarlos para ilustrar posibles abusos del poder.

Periodismo regional: un reto digital

2 marzo 2020 –

Por: Revista Semana –

El periodismo se reinventa para transformar el país. Por eso, el Premio de Periodismo Regional busca recoger esas historias extraordinarias. Al efecto, extenderá su convocatoria hasta el 31 de marzo.

En un mundo globalizado y en constante cambio por el auge de las nuevas tecnologías, el periodismo ha tenido que adaptarse los cambios en la comunicación. La comunicación digital ha hecho posible navegar en páginas de noticias, escuchar radio, leer blogs, ver televisión y videos informativos por medio de hipervínculos y aplicaciones. Así, ha acercado a millones de personas a la información y la inmediatez de los hechos.

Gracias a internet el periodismo ha crecido enormemente, con gran cantidad de diarios y publicaciones digitales. Además con el protagonismo en las personas en las redes sociales, convertidas en un elemento mediático y una herramienta de apoyo a la información. Claro está que en este contexto es necesario hacer un uso responsable de los canales informativos por el riesgo de las bien conocidas fake news o noticias falsas que suelen circular con gran facilidad.

Asimismo, la figura del periodista tiene nuevos desafíos de innovación. Los comunicadores han renovado la forma de trabajar y de producir contenido al adaptarse a las nuevas dinámicas e intereses de la sociedad. De la misma manera, las historias tienen un mayor alcance, el número de personas que leen una noticia supera la cantidad de habitantes de la región donde opera el medio.

Todos los departamentos en Colombia viven esta transformación. Las nuevas tecnologías y las dinámicas digitales han permitido visibilizar hechos, acontecimientos y problemas a lo largo y ancho de la geografía nacional. Esta nueva manera de informar, que llega a todas las personas con un solo clic, ha develado desde las situaciones más lamentables hasta acontecimientos jubilosos que antes quedaban en la intrascendencia por la falta de comunicación entre la periferia y el centro.

Colombia tiene una gran diversidad, con regiones que tienen historias y orígenes diferentes. Los territorios han estado marcados por múltiples sucesos que los singularizan. La labor periodística hecha desde todos los rincones fortalece la democracia y le hace frente a la coyuntura. Los periodistas son los ojos de la sociedad y tienen la labor de exponer la realidad, construir memoria histórica, aportar al desarrollo de las comunidades y conservar vivas las tradiciones. Actualmente, esto es posible gracias a la revolución digital.

Por esto, el Premio de Periodismo Regional busca que el esfuerzo en las regiones no pase desapercibido y, al mismo tiempo, quiere romper fronteras físicas y comunicativas para que estos trabajos sean conocidos en Colombia e incluso en países vecinos. En efecto, muchas de estas denuncias e historias tienen gran interés para entender las dinámicas de la política interna y externa y así comprender mejor la realidad nacional.

En lo corrido de este año ya han llegado más de 300 postulaciones en las diferentes categorías con un común denominador: un enfoque de sostenibilidad. Este tiene varios planos: cultural, social, ambiental, educativo, político, deportivo y de la salud. La sostenibilidad sirve de eje transversal al desarrollo de los países y cada vez más colombianos trabajan por ella.

El Premio de Periodismo Regional Semana – Grupo Argos ‘El país contado desde las regiones’ cuenta con siete categorías: mejor reportaje escrito, mejor reportaje en televisión, mejor reportaje en radio, mejor fotografía y mejor trabajo regional publicado en un medio nacional. Dos reconocimientos especiales: el Premio Amparo Díaz al mejor medio comunitario y el Premio Orlando Sierra al valor de un periodista regional, en el que se reciben autopostulaciones, postulaciones de colegas o comunidades.

Este año, y gracias a la gran acogida de este galardón, la secretaría del premio decidió extender la convocatoria hasta el 31 de marzo. Se trata de conocer, recolectar y ampliar las oportunidades a más proyectos y trabajos destacados sobre las regiones de Colombia. Si desea conocer las bases del concurso y cómo inscribirse, visite el sitio web www.semana.com/PremioRegional.

Gossaín pasó de contar cuentas a contar cuentos

2 marzo 2020 –

Por: El Heraldo –

El cronista relató en el Carnaval de las Artes cómo se convirtió en periodista en su natal San Bernardo del Viento.

El auxiliar de contabilidad, reconvertido hace más de 50 años en contador de cuentos, como lo llamó su propia madre Berta Abdala, nunca defrauda.

Juan Gossaín, el hijo de San Bernardo del Viento, emocionó, divirtió y hasta puso de pie a los asistentes al Carnaval Internacional de las Artes que aplaudieron una y otra vez su inagotable repertorio de historias del Caribe colombiano surgidas de ese universo de puro realismo mágico que él resume en una sola frase: “Macondo es Macondo”.

Durante su entrevista con el periodista Farouk Caballero, Juan recordó cómo y por qué escribió su primera crónica, y tras la cual ya no hubo vuelta atrás.

Apasionado y perseverante como su padre, el libanés que leía horas y horas el diccionario de la lengua española para mejorar sus competencias lingüísticas luego de haber llegado a Colombia sin distinguir si la letra O era redonda o cuadrada, el joven Juan Gossaín no lo pensó dos veces. Una oscura y calurosa noche decidió incursionar fugazmente en el mundo de la delincuencia para satisfacer su curiosidad, esa duda que lo estaba consumiendo debía ser resuelta. Su cómplice fue un compañero del molino de arroz donde trabajaba, tan irresponsable como él, que le cargó la escalera con la que accedieron al lugar donde almacenaban unas misteriosas y gigantescas cajas que habían llegado días atrás a San Bernardo del Viento sin destinatario alguno.

Con una pata de cabra, extendido recurso de los ladrones más avezados, los dos compinches abrieron las cajas y se encontraron con un manifiesto de carga que los dejó en las mismas porque no entendieron ni una palabra de lo que decía: estaba en inglés. Pero lo del idioma no iba a ser obstáculo en la búsqueda de la información. Juan, que pasaba sus días llevando las cuentas de la arrocera de su primo, estaba obsesionado con las cajas y tenía claro que si ya había llegado a ese punto no iba a renunciar a saber qué contenían.

Con su propio pecunio, le pidió a un amigo que le comprara un diccionario inglés- español en Cartagena. Al recibirlo, su sorpresa fue mayúscula cuando se enteró, previa traducción, que las cajas almacenaban las partes de un hospital prefabricado que unas monjitas españolas, que habían recorrido San Bernardo del Viento en misión evangelizadora, le enviaban como donación al pueblo desde Londres, donde ahora vivían.

En la misma máquina de escribir en la que registraba sus cuentas, Gossaín redactó la crónica de este descubrimiento y la tituló: “Esto tiene que ser un milagro”. Tan inquieto como curioso, buscó entonces un ejemplar del diario El Espectador. Sabía que este periódico, aunque con 2 o 3 días de retraso, llegaba a San Bernardo del Viento y se declaró esperanzado de poder plasmar su historia en alguna de sus páginas. Por eso, buscó la dirección del medio de comunicación y la escribió en un sobre que envío a Bogotá, vía Lorica.

El director de El Espectador, don Guillermo Cano, al que Juan considera “mártir y maestro, cumbre ética del periodismo colombiano”, y no le falta razón, recibió la crónica y la publicó en una sección que bautizó como “Carta desde San Bernardo del Viento”. Luego de dos o tres envíos similares, don Guillermo envió al señor Nicolás Chadid, agente de su periódico en Sincelejo, a visitar al neófito redactor con una propuesta formal de trabajo y un pasaje para Bogotá.

Gossaín, que sólo conocía dos sitios en su vida y no estaba dispuesto a renunciar a ellos, San Bernardo del Viento, donde nació, y Cartagena, donde estudió durante 9 años, declinó la oferta, pero, por si las moscas y ante la insistencia del emisario, se quedó con el pasaje guardado en un cajón.

Lo usaría tiempo después cuando cayó en una profunda tristeza producto de un tenebroso invierno que azotó a San Bernardo del Viento. El 4 de septiembre de 1969, Juan Gossaín, con un ventilador eléctrico que le empacó doña Berta en su maleta por si hacía calor en Bogotá, se desplazó a Cartagena para embarcarse en el avión que lo llevaría a la capital del país, a pesar de que no quería ser periodista.

Acompañado de su “monumento al corroncho”, como Juan llamó al ventilador que conservó en Bogotá por amor a su mamá, el contador de cuentas empezó a escribir su propia historia como contador de cuentos, convirtiéndose en el gran periodista, escritor y cronista que hoy es. Genio y figura.

A su tierra, a orillas del río Sinú nunca volvió. Ha pasado más de medio siglo y no tiene ninguna intención de regresar porque sigue negándose a someter a sus recuerdos a un careo judicial con la realidad. “Las cosas no son como son, sino como yo las recuerdo”, sentencia. Pero esta es otra historia que otro día les contaré.

16 grandes crónicas y reportajes para entender por qué El Faro de El Salvador es un referente fundamental del periodismo latinoamericano

2 marzo 2020 –

Por: BBC España –

Fue a fines de junio de 2009 que descubrí a El Faro, cuando literalmente me tropecé con Carlos Dada -su fundador y entonces director- y José Luis Sanz, quien varios años después asumiría el cargo- en una Honduras convulsionada por el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya.

Para ese entonces, el primer periódico exclusivamente digital de América Latina ya tenía 11 años de haberse fundado en el vecino El Salvador, pero estaba iniciando una nueva etapa que rápidamente lo posicionaría como un referente fundamental del periodismo latinoamericano.

Y en las largas conversaciones facilitadas por el toque de queda que nos obligaba a regresar temprano al hotel que compartíamos en Tegucigalpa, Carlos me remitió a una extraordinaria crónica publicada tan solo unos días antes como ejemplo de lo que estaban intentando.

«Mi sola presencia en este lugar invoca a la muerte. Me lo dice esta mujer que llora delante de mí: si no me voy, ella se muere», son las palabras con las que Carlos Martínez empieza a contar la historia de una llamada telefónica que le sirve para tejer un apasionante retrato de la trágica y violenta realidad salvadoreña.

Fred Ramos / El Faro.

«Un hombre está peleando con mi mami» -el título de la crónica-, hace sin embargo, mucho más que eso. Y yo, que me enamoré a primera vista, inevitablemente sigo remitiendo a ella como ejemplo de la extraordinaria capacidad de El Faro para contar -y explicar- a El Salvador y a Centroamérica.

La trayectoria de un medio y de unos periodistas que desde entonces a la fecha han ganado virtualmente todos los grandes premios del periodismo en lengua castellana -y uno que otro más- no se puede sin embargo resumir en una sola pieza.

Así que para marcar su 20 cumpleaños le pedimos a José Luis Sanz que nos ayudara a identificara a aquellas que mejor ejemplifican ese extraordinario trabajo.

Esta es su selección, que presentamos en orden de publicación con enlaces a sus versiones originales. Una selección que perfectamente puede figurar, tal cual, en cualquier antología de lo mejor del periodismo centroamericano.

1. Las esclavas invisibles (2009)

Entre 2009 y 2010, El Faro mantuvo durante año y medio a un equipo de tres personas en México para narrar el tránsito de los migrantes centroamericanos en su ruta a Estados Unidos.

El proyecto «En el camino» dio exhaustiva cuenta de los riesgos de ese trayecto: secuestros masivos, la violencia de los Zetas, la corrupción de las autoridades, la violencia sexual, la prostitución como nueva vida…

AFP7 Getty Images

El resultado fueron el libro de crónicas «Los migrantes que no importan», traducido a seis idiomas; el libro de fotografías «En el Camino», y un largometraje documental: «María en tierra de nadie».

Pero, como ejemplo, Sanz eligió este trabajo deÓscar Martínez, quien años después ganaría el Premio María Moors Cabot (en 2016, cuando también recibió el Premio Internacional a la Libertad de Prensa).

2. Así matamos a monseñor Romero (2010)

Sanz describe este trabajo de Carlos Dada como una «crónica resultado de 4 años de investigación sobre el asesinato del arzobispo de San Salvador, que terminó de desencadenar la guerra civil salvadoreña».

La crónica gira alrededor de la única entrevista hecha hasta la fecha en la que uno de los asesinos relata la conspiración y ejecución del plan para matar a Romero.

Reuters

Un año después -es decir, seis años antes que Martínez- Dada también fue galardonado con el María Moors Cabot, el premio periodístico más antiguo del mundo y uno de los más prestigiosos.

3. El criminalista del país de las últimas cosas (2010)

Este trabajo multimedia le valió a Carlos Martínez el Premio Ortega y Gasset de periodismo en 2011.

«Un retrato de la tragedia diaria y debilidad institucional de uno de los países más violentos del mundo», es el resumen de Sanz de este extraordinario perfil de Israel Ticas, el único criminalista de la fiscalía de uno de los países más violentos del mundo.

AFP

Abajo, un enlace a los videos.

4. El cartel de Texis (2011)

Hace siete años, El Faro reveló la existencia de una estructura de narcotráfico que había permanecido en la sombra durante casi una década gracias a sus vínculos con políticos, funcionarios públicos y jefes policiales.

Y desde entonces, la publicación no ha dejado de hurgar en las entrañas del crimen organizado en Centroamérica, uno de los temas centrales de su proyecto «Sala Negra».

AFP

Esa «fue la primera vez que periodistas de El Faro recibieron amenazas y tuvieron que recibir protección policial», recuerda Sanz. Pero no fue la última.

5. El Barrio roto: la historia de la pandilla Barrio 18 (2011)

Nueve meses de investigación dieron como resultado una crónica en cinco capítulos que recorre la historia de una de las pandillas más importantes de El Salvador, desde su llegada desde Los Ángeles a su fractura en una violenta guerra interna.

AFP

«Una explicación de las cadenas de violencia que se esconden, como ríos subterráneos, en las noticias de sucesos», dice Sanz.

6. La revolución de las palmeras (2012)

Antes del asesinato de Bertha Cáceres, El Faro ya había reportado la violencia contra los movimientos campesinos y medioambientales que se oponían a los cultivos de palma en Honduras.

Seis años después de publicada, esta crónica de Daniel Valencia sigue teniendo vigencia.

7. La única entrevista con la cúpula de la Mara Salvatrucha (2012)

Tras la publicación que hizo pública la tregua entre la Mara Salvatrucha, el Barrio 18 y el gobierno de El Salvador, que duró dos años, El Faroentrevistó durante ocho horas a la cúpula de la MS13, dentro de la cárcel desde la que controla sus estructuras nacionales e internacionales.

AFP

La cobertura completa de la tregua le valió a El Faro el Premio Latinoamericano de Periodismo de Investigación en 2013.

8. El último atuendo de los desaparecidos (2014)

Este trabajo fotográfico le valió a Fred Ramos el Premio World Press Photo 2014en la categoría «Vida Cotidiana».

Es, en palabras de su director, un «ensayo fotográfico sobre una tragedia opacada por los homicidios».

9. El rey justo de la cárcel del infierno (2014)

Una mirada al autogobierno de los presos en las cárceles de Honduras, donde un joven asesino impartía justicia, guardaba orden y controlaba negocios con el beneplácito de la mayoría de internos.

Finalista del premio Gabriel García Márquez de Periodismo Iberoamericano.

10. El fin de la primavera de Claudia Paz (2014)

«Crónica en dos capítulos de la lucha por el control de la justicia en Guatemala, después de que la Fiscal Claudia Paz lograra llevar a juicio por genocidio al exgobernante de facto Efraín Ríos Montt», es el escueto resumen de Sanz de estos dos textos de su autoría.

AFP

11. La Policía masacró en la finca San Blas (2015)

Durante los últimos tres años, El Faro ha denunciado repetidamente la existencia de grupos de exterminio en la Policía de El Salvador.

«Esta fue la primera investigación sobre el tema que se hizo en el país y abrió un debate internacional sobre nuevas violaciones de Derechos Humanos 25 años después de la guerra civil», cuenta Sanz.

AFP

«Dos años después de la masacre, todos los acusados fueron declarados inocentes», destaca sin embargo el director de El Faro.

12. La mafia de pobres que desangra El Salvador (2016)

Una inmersión en la economía de las pandillas salvadoreñas, que desmonta los mitos sobre sus supuestos vínculos con el narcotráfico internacional.

Fue la primera investigación conjunta entre The New York Times y un medio latinoamericano, y se publicó simultáneamente en inglés en Estados Unidos y en español en El Salvador.

AFP

13. Un paraíso para los violadores de menores (2017)

«Periodismo de datos para retratar una violencia brutal pero invisibilizada», dice Sanz de este trabajo de Laura Aguirre y María Luz Nóchez.

Premio Latinoamericano de periodismo de investigación en 2017.

14. De migrantes a refugiados (2017)

«Retrato en seis países de una crisis de desplazamiento forzado que el gobierno de El Salvador niega», es la descripción que Sanz hace de este especial, una investigación conjunta con Univisión Digital que fue publicada simultáneamente en inglés y español.

Getty Images

«Cada vez más, familias enteras abandonan El Salvador y Honduras, ya no para migrar a Estados Unidos en busca de un sueño, sino huyendo de la violencia y buscando refugio en Belice, México o Costa Rica», explica Sanz.

El trabajo recibió el premio Hillman y una mención honorífica del Overseas Press Club.

15. Radiografía de un sistema educativo en ruinas (2017)

Esta sistematización interactiva de 20 variables de las más de 3,000 escuelas públicas de El Salvador, para retratar sus gravísimas carencias y la falta de políticas educativas y de inversión sólidas en el país.

AFP

Es un ejemplo de los esfuerzos de El Faro para ampliar su agenda.

Con análisis de expertos y reportajes fotográficos y audiovisuales sobre casos paradigmáticos.

16. El privilego de abortar (2018)

Y, para terminar, este reportaje que retrata la violencia con la que el sistema legal arriesga la vida de las mujeres salvadoreñas que necesitan un aborto.

Y también -en palabras de José Luis Sanz- cómo la ley, que es una de las más restrictivas del mundo «convierte el aborto seguro por un lado, o la posibilidad de ir a la cárcel por una simple pérdida natural de embarazo, en una expresión de desigualdad económica».

5 consejos de Alberto Salcedo Ramos para contar una historia y no aburrir

29 febrero 2020 –

Por: Fundación Gabo –

Estas son algunas de las claves que ha dejado en sus talleres para contar “la novela de la realidad” sin aburrir al lector:

1. Evitarle al lector lo irrelevante. Cada palabra de la crónica debe aportarle algo a la historia. Aunque suena evidente, no es nada sencillo saber escoger qué contar luego de un reporteo exhaustivo.

Por eso, uno de los 20 verbos de Salcedo Ramos para hacer crónica es precisamente elegir: “Quien satura de la crónica de elementos irrelevantes, generalmente lo hace a costa de sacrificar los esenciales. En consecuencia, le quita fuerza a la narración. No sólo hay que incluir, sino también descartar. Narrar es suprimir. Hitchcock decía: ‘El cine es la vida sin los momentos aburridos’. Quien no tiene criterio para seleccionar lo que cuenta, se torna tedioso”.

2. Escribir sobre gente en acción: Para Salcedo Ramos, es clave ver al personaje desempeñarse en sus diferentes roles y espacios para poder contarlo, pues es la única manera como se revela su personalidad. “Si vas a escribir sobre Fito Páez  y no has ha visto un concierto de Fito Páez, no puedes contarlo”.

Su estrategia consiste en identificar las rutinas del personaje, ya sea por observación o preguntándole directamente cómo es su día a día.  “Cuando tengo eso claro, entonces me digo: yo quisiera estar en el momento que compra la carne, o en el momento que juega dominó con sus amigos a las cinco de la tarde en el parque”.

3. Crear escenas. Para el maestro, una clave importante a la hora de narrar y no aburrir es relatar acciones dentro de la historia, en otras palabras, crear escenas. Relatar las escenas sobre el personaje en acción es el resultado de la mezcla entre búsqueda e intuición: “Si uno aguza el oído, si uno se queda ahí mucho tiempo, van apareciendo las escenas. Yo al principio no buscaba escenas, buscaba datos, buscaba información, buscaba que el personaje me respondiera unas preguntas, pero no puedes contar una guerra si no hay escenas, si no hay acción”.

4. Evitar las “florituras literarias”. Una manera infalible de aburrir -cree Salcedo Ramos- es usar el tono demasiado almibarado o retórico; y lo explica con un ejemplo: “Una vez leí a un periodista en Colombia que escribió sobre una miss de Colombia que fue capturada con cocaína en el aeropuerto de Madrid, y el tipo comenzaba su texto diciendo: ‘Me había prometido a mí mismo no volver a escribir sobre mujeres bellas’. No pasé de ese párrafo. Me dije: ¿no hay un editor que le corte la cabeza?”.

5. Darle vida a los datos. Los datos son importantes para darle fuerza a la historia, pero muchas veces pueden terminar tragándose el texto, interrumpiendo la narración y aburriendo al lector. Por eso es importante darles vida dentro de la historia.

DIEZ NORMAS PARA ESCRIBIR CRÓNICAS, SEGÚN MARTÍN CAPARRÓS

29 febrero 2020 –

Por: El Objeto de la comunicación –

Martín Caparrós nació en Buenos Aires, en 1957; es escritor y periodista, ganador de premios como el Planeta y el Rey de España. Con pocos más datos se presenta él mismo en su blog, aunque en su carrera suma premios y reconocimientos, como director de revistas, locutor en radio y televisión y, sobre todo, autor de reportajes de viaje por los que ha sido calificado como el mejor cronista actual de América Latina. Su visión de la crónica y sus posibilidades narrativas puede resumirse en estas diez normas, elaboradas a partir de una charla de Caparrós en la Universidad de Zaragoza y uno de los textos más citados del periodista: su ponencia en el IV Congreso Internacional de la Lengua Española, titulada precisamente “Por la crónica”.

Hacer literatura. Aprovechar las posibilidades del lenguaje la capacidad de hacer aquello que no puede la imagen: armar un clima, crear un personaje, pensar una cuestión.

  1. Sumar a la escritura, la mirada: el cronista debe saber que todo lo que se le cruza puede ser materia de su historia. Por tanto debe mantener una atención constante, de cazador primitivo, atento permanentemente a que salte la liebre.
  2. Buscar no lo extraordinario, sino el interés de lo cotidiano. Si la información tradicional consiste en contar lo que le pasa a la poca gente que tiene poder, la crónica apuesta por encontrar en lo común lo que merece la pena ser contado y conseguir que el lector se interese. El efecto aleph (por el cuento de Borges) se puede producir en cualquier lugar: desde cualquier punto se puede ver el mundo.
  3. Documentarse, teniendo en cuenta que con Google la clave ha pasado de ser encontrar datos a desechar datos, pero saber que la base de la crónica es el choque entre lo que esperamos y lo que encontramos.
  4. Escribir en primera persona. No, necesariamente, en primera persona gramatical, sino mostrando sin miedo que hay un yo que cuenta; ser honesto, pero no pretender que lo que se cuenta es la única verdad, sino una de las miradas posibles.
  5. No confundir escribir en primera persona y escribir sobre la primera persona. El cronista que habla más de sí que del mundo deja de ser cronista.
  6. No sintetizar lo que -se supone- sucedió, sino ponerlo en escena. Dejar que el lector reaccione, no decirle cómo debe reaccionar: No decir “la escena era conmovedora”, sino hacerlo ver.
  7. Permitirse la duda.
  8. Buscar siempre nuevas formas de contar la vida.
  9. Negarse a convertirse en la guinda del pastel, el adorno en la máquina de crear realidad que son los medios. La crónica será marginal o no será.
  10. Negarse a convertirse en la guinda del pastel, el adorno en la máquina de crear realidad que son los medios. La crónica será marginal o no será.

REINO UNIDO | Comienza el juicio por la extradición de Assange a Estados Unidos: RSF vuelve a pedir su libertad

29 febrero 2020 –

Por: Reporteros Sin Fronteras –

Cuando arranca en Londres el juicio por la extradición de Julian Assange a Estados Unidos, Reporteros Sin Fronteras (RSF) renueva los llamamientos para que lo dejen libre y para que el Reino Unido no cumpla con la solicitud de extradición estadounidense. RSF se manifestó frente  a la prisión de Belmarsh el 23 de febrero, y una delegación de la organización seguirá la el juicio a partir del 24 de febrero.

Del 24 al 28 de febrero, representantes de RSF estarán presentes en el Woolwich Crown Court, en Londres, para seguir el comienzo del juicio de extradición a los Estados Unidos en el caso contra el fundador de Wikileaks, Julian Assange. La delegación estará compuesta por el secretario general de RSF, Christophe Deloire, la directora de la Oficina de RSF en el Reino Unido, Rebecca Vincent, y el director de RSF de Alemania, Christian Mihr.

“Estamos aquí para mostrar nuestra seria preocupación por la continua persecución contra Julian Assange y para pedir nuevamente su liberación. Extraditarlo a los Estados Unidos, donde afrontaría cargos relacionados con sus contribuciones al periodismo, sentaría un precedente muy peligroso. El mundo está observando lo que ocurre en Londres esta semana, y el Reino Unido tiene una última oportunidad de demostrar qué quiere decir cuando dice que defiende de forma global la libertad de prensa «, señala el secretario general de RSF, Christophe Deloire.

“Es un paso sin precedentes para nosotros llevar a cabo este tipo de misión internacional de seguimiento de un juicio en un país democrático consolidado, algo más típico de países clasificados mucho más abajo en nuestra Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa. Pero me acompañan colegas de otras oficinas de RSF, ya que lo que está en juego es una gran preocupación internacional. Exigimos nuevamente al gobierno del Reino Unido que priorice la libertad de prensa y la protección de las fuentes periodísticas en este caso, y que no conceda la extradición a Estados Unidos”, señala Rebecca Vincent, directora de la Oficina del Reino Unido de RSF.

RSF, que se opone firmemente a la posible extradición de Assange a EEUU, ha lanzado una petición para que el Reino Unido no cumpla con la solicitud estadounidense. RSF cree que Assange se ha convertido en un objetivo por sus contribuciones al periodismo, pues publicó información filtrada que era de interés público, y que su persecución tiene implicaciones extremadamente preocupantes para el periodismo de investigación y la libertad de prensa.

La salud de Assange es motivo de inquietud para RSF, después del preocupante informe que hizo el relator especial de la ONU, Nils Melzer, tras visitar al fundador de Wikileaks en prisión. Melzer descubrió que Assange había sido expuesto deliberadamente a un trato inhumano y degradante que podría describirse como tortura psicológica.

El Reino Unido y Estados Unidos ocupan, respectivamente, los puestos 33 y 48 de 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa publicada por RSF en 2019. Ver también el Informe/Balance Anual de la organización.

 

 

Contra el público

29 febrero 2020 –

Por: The New York Times –

Por mucho tiempo el periodismo escrito estuvo libre de la lógica del rating. Eso cambió en los últimos años. Para entender la crisis del periodismo basta ver las listas de las notas “más leídas”.

MADRID — El chiste es malo, pero debo confesar que lo he repetido un par de veces. Un periodista me pregunta —me lo preguntan a menudo— qué le diría a un joven que quiere ser periodista y yo le contesto que mire la lista: “Que mire la lista de las noticias más leídas de cualquier diario”. Quizá valga la pena hacerlo; hoy, por ejemplo.

Durante toda su historia, el periodismo escrito estuvo libre de la lógica del rating —que roía las entrañas de la tele y la radio—. Un editor o director o jefe de redacción publicaban un diario y el diario se vendía más o menos y ellos suponían: quizás era por esa nota sobre el nuevo de Boca o la investigación de esa mentira del ministro o esa foto en la tapa o la serie sobre actrices rubias o el suplemento de cocina y baño. No sabían —no tenían forma de saber—; creían. En cambio ahora, desde hace muy poco, saben con una precisión disparatada.

Las redacciones de los diarios, transformados en medios digitales, tienen pantallas donde los jefes pueden seguir al segundo —al segundo— la cantidad de personas que cliquea cada artículo. Lo cual, por un lado, suele hacer que “suban” los más cliqueados a los sectores más mirados de sus diarios, así se cliquean un poco más, y, sobre todo, que intenten producir más notas semejantes; así, imaginan, van a tener más lectores, más clics, más éxito, más plata. O sea que esas listas, modositas, comedidas, tienen un peso decisivo en la elaboración de nuestros diarios. Y, por otro lado, nos hablan de nosotros: quiénes somos, en la variante qué leemos.

Así que quizá valga la pena y hoy voy a intentarlo: quiero recuperar las listas de las noticias más leídas —o “más vistas”, según— de algunos de los diarios más leídos —o más vistos— de América Latina, para ver qué dicen de lectores y periodistas latinoamericanos. Lo hago este martes 25 de febrero a las 16 horas de Madrid, mañana o mediodía en América Latina. Quiero recordar que esta tarde el coronavirus parecía convertirse en una pandemia incontenible y las bolsas del mundo se derrumbaban por el miedo a los efectos de la enfermedad. Entonces, las noticias más leídas:

  • La triste historia de Rui Torres, el presentador de Art Attack, a 12 años de su muerte

  • Susana Giménez recordó a Sofía Neiman y habló de su inesperada muerte

  • Michael Douglas no recibirá ni un centavo de la fortuna de su padre Kirk

  • Oscar González Oro publicó un mensaje furioso contra su expareja

  • La desolación de Mirtha Legrand por la muerte de Sofía Neiman

  • Mon Laferte interrumpe su show para referirse a conflicto con carabineros: “Al principio pensé que era broma”

  • Las potentes señales que dejan aún más en entredicho la continuidad de Mario Salas en Colo Colo

  • Ministro Mañalich revela que existen 260 personas en seguimiento por sospecha de coronavirus en Chile

  • Javiera Contador toma confianza en sus primeros minutos de rutina con referencias a la maternidad y la amistad

  • Coronel (r) del ejército es herido durante intento de “encerrona” en la comuna de Renca

  • Solsiret Rodríguez: Brian Villanueva se pronuncia luego que MIMP entregó tenencia de menores a abuelos maternos [Video]

  • Ayacucho: sujeto golpea a su pareja en el suelo y muestra los genitales cuando le increpan [Video]

  • Andrea Aguirre admitió que mató a Solsiret Rodríguez [Video]

  • Cusco reporta 30 desaparecidos y 1.500 afectados tras aluvión

  • Semana Santa 2020: conoce qué días son declarados feriados

  • ‘Me quedo en Wuhan porque me siento más seguro’: estudiante colombiano

  • Asesinan a dos estudiantes colombianos en México

  • Muere joven periodista al caer por abismo de 70 metros en Antioquia

  • Animales señalados de ser el reservorio de virus mortales en el mundo

  • Coronavirus: las fotos de la alerta máxima que se vive en Italia

Ni ElNacional.com ni ElUniversal.com de Venezuela tienen listas de más leídos.

  • Así quedó la imagen de Keylor Navas en Francia por la fiesta con Neymar

  • Presidente admite ‘error’ en conformación de UPAD

  • Johanna Solano debutará como actriz de cine en nueva película costarricense

  • Dirigente indígena asesinado en Térraba durante enfrentamiento armado con finqueros

  • Nuevo sistema tributario crea disparidad en negocio de alquileres

  • Feminicida de Marbella fue al funeral con playera de “Ni una más”

  • Encuentran sin vida a 3 alumnos de Medicina y a chofer de una app

  • Peña Nieto insiste en exhibir su impunidad

  • Crece el festín de la muerte

  • Pelea por predio en CDMX destapa corrupción inmobiliaria

En síntesis: las argentinas son todas —todas— historias de farándula, sus peleas y sus varias muertes; es, de lejos, la peor lista de la región. Las chilenas son dos faranduleras, una policial, una deportiva y una, sí, sobre la pandemia y sus eventuales efectos locales. Las peruanas son tres policiales duras, con sus videos saltones, un alud y un calendario que aparece en tantas páginas de internet. Las colombianas se ocupan —tres— del coronavirus; las otras dos son policiales. Entre las ticas dos son farándula —televisiva y deportiva—; dos son sociales y una política. Y las cinco mexicanas son policiales, aunque dos de ellas son poli-poli, política-policial o viceversa, ese género tan difundido últimamente.

Así que, sobre treinta noticias, once —más de un tercio— tratan de crímenes y nueve —casi un tercio— de lances de farándula, una sobre la economía. No hay una sola sobre un tema seriamente político, ni una sola sobre otros países o sobre los cambios sociales, ni un análisis, ni un reportaje, ni una investigación. Quiero decir: nada de todo lo que podría enorgullecer a un periodista.

Lo sospechaba pero quería verlo: esto es lo que hay. No es fácil. No querría ser el editor de un diario latinoamericano, sabiendo que mis lectores favorecen —¿esperan?— este tipo de notas. No quisiera ser un periodista latinoamericano, sabiendo que si hago este tipo de notas me va a ir mejor en mi carrera.

Pero el problema va más allá de orgullos y rezongos y conflictos. ¿De quién es la culpa si los lectores argentinos prefieren abrumadoramente leer sobre sus ancianas señoras del espectáculo y los chilenos sobre las jóvenes suyas? ¿De quién si los peruanos quieren sangre y genitalia? ¿De quién si ninguno elige esas notas de política nacional que, generalmente, son la tapa de los diarios que leen —y nos parecen, a menudo, lo importante de nuestros periódicos, de nuestro periodismo? Para quién canto yo entonces, se preguntaba una y otra vez Charly García, y es fácil echar culpas a nuestras sociedades cada vez menos educadas, más entontecidas. Es fácil y suena injusto pero no se me ocurren muchas otras opciones. Se puede, si acaso, preguntarnos qué responsabilidad tienen los medios en esa decadencia.

Por momentos parece claro que la famosa crisis del periodismo es, antes que nada, con perdón, la crisis de sus lectores. Lo que se ve al leer las listas de las noticias más leídas en nuestros diarios más leídos es que hay una distancia abismal entre lo que los periodistas solemos creer sobre nuestro trabajo y lo que muchos lectores esperan de él. Y supongo que hay que resolver esa distancia: acortarla, digo, de algún modo.

La primera tentación de muchos editores es acercarse a la demanda de sus lectores. Al fin y al cabo, trabajan para ellos y en sus preferencias están los clics y el dinero consiguiente. La tentación, entonces, de llenar nuestros diarios de notas cada vez más chabacanas o más sangrientas o más peloteras para seducir a su público. La otra elección es ignorarlo.

Alguna vez se dijo que hacer periodismo es contar lo que alguien no quiere que se sepa; en tiempos como estos se puede suponer que hacer periodismo es contar lo que muchos no quieren saber. Trabajar, de algún modo, contra el público: contra la demanda que estas listas muestran. Y ofrecerle lo que creemos que importa, lo que años de aprendizajes y experiencias nos enseñaron que debíamos contar, y seguir creyendo que algún día empezarán a valorarlo. Y, si no, al menos habremos hecho lo que creíamos que teníamos que hacer.

Aunque siempre queda la posibilidad de averiguar qué cenó Susana Giménez.

 

Las obstinaciones del miedo

29 febrero 2020 –

Por: Arturo Guerrero –

El miedo suele venir encadenado. Cada día trae su cuota renovada de miedo y esta cuota se enlaza con la de antier. La de mañana se emparejará con idéntica fidelidad a las dos anteriores. Y así, hasta la consumación final en el infierno.

Nuestro presente es fértil en rebrotes del miedo. Por momentos creímos que la guerrilla mayor se había por fin cansado de ser la principal fuente de miedo. Pero no, bastó un cambio de gobierno para que ahora no haya una sola Farc sino muchas. Las llaman disidencias y en dos parpadeos sus efectivos suman casi la mitad de los reclutados por la vieja insurrección.

La segunda guerrilla, experimentada en crecer, esconderse, reducirse al mínimo, para a continuación resurgir con más botas, anda desatada ejecutando paros ´nacionales´. Su miedo, así, abarca el territorio entero. Y se hace un solo miedo al lado de los que generan grupos con nombres de novela negra, los caparrapos, las águilas negras.

No hay mañana en que las noticias radiales no griten los centenares de desplazados en las antiguas zonas de desplazamiento, las decenas de amenazados con la sentencia de ser objetivos militares, los muertos graneados y bien seleccionados entre la gente más despierta.

La guerra, la guerrita, la guerrilla, se han repotenciado en año y medio. Sus furores volvieron a ser el surtidor inmarcesible de los miedos nacionales. Pero en los paréntesis en que merma el ruido de sus bocas de fuego, está a la orden la pavorosa crisis climática. Es cuando suben la voz los expertos para ilustrar cuánto nos perjudican los incendios de aquí y allá, los camiones chimenea, las minas con su mercurio.

En recientes tiempos el miedo vino de China. La palabra pandemia se queda chiquita para definir la peligrosidad del coronavirus, una infección con corona, la reina de las infecciones. Gota a gota este veneno ha esparcido su pánico por tres continentes.

Cómo será de incisivo el miedo, que hace olvidar por completo las pestes de los recientes años, cuyos efectos no pasaron de ser globos de alarma sin oxígeno. Sida, ébola, dengue, SARS, gripa H1N1, gripa aviaria, cada una con una denominación más abstrusa que la anterior y una vigencia que se llevó el viento.

Estos miedos de origen biológico surgen esporádicamente, ponen a temblar y a enmascararse a los humanos y se evaporan en una fecha que todos olvidan. Se trenzan con los miedos de origen político y militar –casi siempre asociados-, que son los preferidos en estos trópicos desiguales y matarifes.

“No hay mal que por pior no venga”, promulgó el fotógrafo de naturaleza colombiano Aldo Brando, en un rapto de crudeza muy colombiana. Tiene razón, los males profetizados por los primitivos videntes de la religión –limbo, purgatorio, infierno- apagaron sus calderas y a pocos espantan. Entonces han surgido los mencionados males “piores”.

Guerras, epidemias, Dirección de Impuestos, atracadores de puente peatonal, médicos con tiro al blanco, entrevistadores desgañitados, polemistas deportivos, el surtido de generadores del miedo es inagotable. Y da miedo pensar en los monstruos sustitutivos.

 

PARAGUAY | Asesinado el periodista brasileño Léo Veras, especializado en crimen organizado

29 febrero 2020 –

Foto: Pixabay –

Por: Reporteros Sin Fronteras –

El periodista Léo Veras, director de portal de noticias ‘Porã News’, fue asesinado la noche del 12 de febrero de 2020 en Pedro Juan Caballero, ciudad de Paraguay fronteriza con Brasil. Reporteros Sin Fronteras (RSF) pide a las autoridades locales que esclarezcan cuanto antes este crimen.

El periodista Lourenço “Léo” Veras, de 52 años de edad, fue asesinado a sangre fría el 12 de febrero de 2020 en la ciudad Pedro Juan Caballero (este de Paraguay, en la frontera con el estado brasileño de Mato Grosso). Dos hombres encapuchados irrumpieron en su casa, cuando cenaba con su familia, y le dispararon. El periodista, herido con 12 impactos de bala, fue trasladado de inmediato al hospital, donde falleció.

Leo Veras, originario de Brasil, cubría noticias locales. Se había especializado en temas relativos al crimen organizado y el narcotráfico, que tienen gran presencia en esta zona fronteriza con Brasil. En su sitio web Porã News publicaba información sobre seguridad pública y casos de corrupción locales, por lo que, desde 2013, recibía amenazas. En una entrevista transmitida el 28 de enero de 2020 en TV Record, Léo Veras señaló que hacía poco había recibido de nuevo amenazas de muerte debido a sus publicaciones sobre las actividades de grupos criminales en la frontera.

“Con el asesinato de Léo Veras se atenta contra el derecho a la información de toda la población de una región gangrenada por la corrupción y el crimen organizado, y se amenaza a todos los periodistas de la zona”, lamenta Emmanuel Colombié, director de la oficina en América Latina de RSF. “Nuestra organización pide a las autoridades locales que identifiquen cuanto antes a los autores materiales e intelectuales de este crimen y que den prioridad a la hipótesis de que éste pudo estar relacionado con su labor periodística”, agregó.

En 2014 RSF denunció el asesinato de los periodistas paraguayos Edgar Pantaleón Fernández Fleitas, Pablo Medina y Fausto Gabriel Alcaraz, quienes también estaban especializados en temas relativos al narcotráfico y el crimen organizado en la frontera entre Paraguay y Brasil; casos en los que el crimen estuvo relacionado directamente con su trabajo periodístico.

 

 

ESPAÑA | Los periodistas latinoamericanos acogidos en Madrid por RSF España, invitados al programa ‘A vivir’ de la Cadena SER

29 febrero 2020 –

Por: Reporteros Sin Fronteras –

El programa A vivir, de la Cadena SER, abrió el domingo 9 de febrero su espacio “El oficio de contar” a los participantes en el Programa de acogida temporal de periodistas latinoamericanos de Reporteros Sin Fronteras (RSF) España.

Acompañando al reportero y miembro de la junta directiva de RSF España Gervasio Sánchez, los periodistas Cyntia Valdez (México) Christian Herrera (Colombia) y César Bátiz (Venezuela), y la abogada Priscilla Pacheco (México), beneficiarios de la segunda fase del programa, narraron sus experiencias personales por ser periodistas o por ser familiares de periodistas en lugares especialmente complicados.

Llegaron a Madrid a mediados de enero para alejarse durante tres meses del alto estrés que supone ejercer el periodismo en entornos hostiles y que los lleva a vivir situaciones de amenazas, agresiones, persecución o insultos.

SOBRE EL PROGRAMA DE ACOGIDA DE RSF

Un océano de por medio, la opción de alejarse del peligro por un tiempo, una oportunidad para crecer profesionalmente… El Programa de acogida temporal de periodistas latinoamericanos surgió a semejanza de proyectos similares que RSF lleva a cabo en Francia y Alemania y está destinado a periodistas de América Latina constantemente expuestos a entornos de alto riesgo o sometidos a grandes presiones por los temas de los que hablan.

El Programa de RSF está concebido para proporcionar alojamiento, manutención, formación profesional de interés para cada beneficiario y la posibilidad de exponer sus vivencias ante el público o los medios de comunicación españoles, si así lo desean.

La iniciativa se puso en marcha a finales de 2018 gracias al apoyo económico del Ayuntamiento de Madrid y arrancó con la acogida de los periodistas Eddy López, de Nicaragua, y la venezolana Elsa Piña. El nuevo equipo de gobierno municipal aplaudió el proyecto y apostó por su continuidad, ampliando incluso la dotación económica.