Tu actividad es periodista, jefe de un proyecto de comunicación, analista de medios o redacción digital. Tienes un punto de vista y estás al tanto de lo que ocurre. Produces contenidos, puedes separar el hecho de la realidad y de la opinión. Y tienes la habilidad de escribir por ti mismo.
Es hora de que tengas tu newsletter
Esta guía toca algunos tópicos de lo que necesitas para lanzar tu propio boletín electrónico. Algunos usan MailChimp (porque es gratis para sus primeros 2.000 suscriptores), pero también puedes usar CampaignMonitor, TinyLetter, Drip, ConvertKit, Substack u otros.
¿Por qué newsletters?
En pocas palabras: son un canal directo hacia tu audiencia. Estás hablando directamente con alguien, en su bandeja de entrada. Te estás ganando el derecho de interrumpir su día dándole algo útil, o al menos interesante, es una forma de escribir con una voz personal y en un estilo personal. También es una forma de demostrar tu propia expertise.
Pero hay otra buena razón: eres dueño de tus datos. Tu newsletter no es de Facebook; es tuya. Sabes quiénes son tus lectores, tienes sus direcciones de correo electrónico y puedes hablar con ellos directamente, sin intermediarios.
Tu lista
Tu audiencia — tus suscriptores — es donde todo comienza.
Tu lista es posiblemente la parte más importante de todo lo que haces con tu boletín. Una buena forma de pensarla tiene que ver con la buena educación: tu lista está formada por personas reales que te han permitido ingresar a su bandeja de entrada. Nunca abuses de ese privilegio. Trátalas con respeto, no les ofrezcas spam y no las des por sentado.
Manejar tu lista
Si las personas no están abriendo tu boletín, no tiene sentido mantenerlas allí. No importa las razones que tengan para no abrirlo; tal vez son demasiado educadas para decírtelo. Así que haz podas de manera regular. En definitiva, tu tasa de apertura es más importante que la cantidad total de suscriptores. Recuerda, quieres ser amado, no querido, ordena tu lista de suscriptores para darle una lección a las personas que no se han molestado en abrir tu boletín en los últimos meses, anulando su suscripción.
Construir comunidad
Un boletín no es un correo electrónico. Es una carta de membresía.
Anuncia a tus nuevos suscriptores. Eso logra dos cosas: hacerlos sentir parte de una gran comunidad y les muestra a todos que tienen grandes lectores. La validación social es importante.
En la misma línea, tómate el tiempo para agradecer a las personas los puntos de vista (o enlaces) que te han dado, no es solo un boletín de noticias. Encuentra una forma de ofrecer descuentos para conferencias, herramientas u otras oportunidades interesantes. Negocia para darles códigos promocionales.
Contenido
No tiene sentido formar una comunidad si no vas a comenzar una conversación. La primera ocurre cuando le dices a la gente por qué debería suscribirse y qué harás por ellos. La segunda ocurre cuando realmente lo hacen. ¿Notaste a ese nuevo suscriptor? Envíale un correo electrónico para agradecerle. Luego haz preguntas sencillas para que la conversación siga en marcha: ¿Cómo se encontró con tu boletín? ¿A qué se dedica? No dejes que tu plataforma haga esto. Las respuestas automáticas están sobrevaloradas.
En el boletín en sí, aprovecha cada oportunidad para que la gente responda. Responde si te gusta lo que enviamos. Responde si quieres más información. Demuéstrales que eres accesible.
¿Qué es una política editorial de correo electrónico?
Bueno, piensa en esas 10 personas de tu lista alfa. ¿Qué problemas tienen que tu boletín podría resolver por ellos? ¿Qué historias o artículos crees que les interesarían? ¿Qué novedad podrías traerles que aun no les hayan arrojado a la cara por algún algoritmo de reorientación gratuito? Lo importante es que seas relevante.
Estamos hablando de correos electrónicos en el mejor de los casos, una bandeja de entrada es una lista de cosas para hacer. En el peor de los casos, está llena de personas que intentan venderte cosas.
Tu política de contenido también podría ser «aquí hay tres cosas sobre tecnología multimedia que necesitas saber esta semana para que te admiren después de tal conferencia». Investiga. Puede ser una buena idea hacer una mezcla: estructurar tu contenido para incluir una variedad de medios, opiniones y fuentes. Puede sonar obvio, pero si estás vinculando artículos, podcasts y videos, asegúrate de leerlos, escucharlos y mirarlos primero.
No lo hagas complicado. Algunos de los mejores correos electrónicos que he recibido desarrollan una sola idea, como “personajes de la semana”.
La brevedad es buena
Nadie quiere leer tu novela por correo electrónico. Que sea breve. ¿Cuántos artículos debería tener? Encontrarás tu punto óptimo si investigas, experimentas y preguntas.
El mejor tamaño de texto es el legible
Haz que tu boletín sea responsivo y asegúrate de que el tamaño del texto sea legible. Algunos lectores ojean, lo que significa que les basta leer resúmenes sin hacer clic en el enlace, y algunos escanean el texto, recogiendo palabras clave y titulares, especialmente si tienen una jerarquía visual alta (negrita, mayúscula, subrayado, texto de diferentes colores, etc.). Usa imágenes –incluidas ilustraciones, infografías e íconos–, pero solo si suman a la historia
Utiliza llamados a la acción
¿Qué quieres que tus lectores hagan? ¿Registrarse al boletín? ¿Reenviarlo? Comprar un bolso? ¿Adelgazar? Hazlo simple (no más de un llamado a la acción por boletín) y claro (con un clic), o con un texto redactado.