Martín Caparros periodista y escritor argentino, quien ha obtenido múltiples premios y reconocimientos a nivel mundial, tales como “Rey de España” 1992 por sus Crónicas de fin de siglo, “Premio Planeta Latinoamérica” 2004 por Valfierno, Premio María Moors Cabot 2017 (Universidad de Columbia, Estados Unidos), entre otros.
En el marco de la relatoría de la edición de 2017 del taller, Caparros les brindó a los asistentes, algunas recomendaciones a la hora de escribir un libro periodístico, y estas fueron:
1. Responder una pregunta eje.
“¿Cuál es la pregunta que vale la pena, para cuya respuesta vale la pena hacer un libro?”, es para Caparrós el interrogante que cada autor debe plantearse antes de comenzar un proyecto de libro. “El libro hay que pensarlo en función de contestar esa pregunta y el libro debe estar organizado para responder esa pregunta, para tener un eje. Hay que saber para qué cuentas un cuento”.
2. Centrarse en las historias decisivas.
A veces, dice Caparrós, los proyectos de libros son en realidad sobreabundancia de pequeñas situaciones. Y ante eso el periodista debe elegir historias, creer en ellas y contarlas. “Tienes que jugarte a una historia y a contarla con todo el detalle que seas capaz. Hay que discriminar mucho más, centrarse mucho más en las historias decisivas y contarlas, desarrollarlas”, recomienda el maestro.
3. Tener claro quién es el narrador.
Es importante tener certeza de quién es el narrador de tus historias; saber cómo cuenta, cómo reacciona y desde dónde mira. “Hay que detenerse a pensar quién narra la historia, separarse del automatismo de que quien narra es uno mismo como escritor”.
Una frase que ha sido constante en los talleres de Caparrós es: “no es lo mismo escribir en primera persona, que escribir sobre la primera persona”.
“Hay narradores que se ponen ahí y no te dejan ver. Y tú como lector sólo dices ‘vete, vete, vete’”, apunta el maestro argentino.
4. Retratar a los personajes en toda su complejidad.
Caparrós se refiere a un término que él llama ‘efecto Potosí’: la posibilidad de complejizar los retratos de las víctimas o de los protagonistas de las historias y no transformarlas en imágenes inmaculadas. “Eso los hace más verdaderos, los llena, les da volumen y le permite al lector creer en esos personajes”.
Se trata de una referencia al periodista Ander Izagirre, autor del libro Potosí y participante en la primera edición de este taller. En esta obra relata la vida en las minas, cuenta historias de gente en difíciles condiciones, pero no deja de mostrar sus contradicciones. Por ejemplo, uno de los protagonistas explotado en las minas golpeaba a su mujer en casa.
5. Escribir como si se esculpiera un mármol.
Si Miguel Ángel definió esculpir como sacarle al mármol todo lo que le sobra, Caparrós define escribir como sacarle al texto todo lo que le sobra.
“El gran criterio de belleza de un texto es que no haya palabras que podrían no estar, que cada palabra se gane su presencia a pulso, que uno tenga la sensación de que cada palabra es indispensable. Eso hace para mí que un texto sea realmente bello”, dice Caparrós, y añade: “estamos hablados y escritos por el lenguaje. El lenguaje ya viene armado. Hay que examinarlo. Les sugiero muy intensamente que sometan a examen cada palabra”.
“En última instancia escribir es elegir una palabra y después otra y otra. Cada palabra que elijo es una decisión que me define”, puntualiza.