Crculo de Periodistas de Bogot
El CPB aplaude decisión de EL ESPECTADOR de mantener la impresión diaria

16 julio 2020 –

Por: Comunicaciones CPB –

El Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) recibió con beneplácito la decisión de las directivas de EL ESPECTADOR de continuar con la publicación impresa diaria de este importante informativo, fundado en Medellín hace más de 130 años, por don Fidel Cano Gutiérrez.

“Es evidente que la pandemia ha afectado en forma dramática a los medios de comunicación por diversas causas como el fuerte descenso de la pauta publicitaria y el incremento de los costos de importación de insumos como el papel, situación que ha llevado a dramáticos recortes de personal en los medios”, dijo la presidente del CPB Gloria Vallejo.

“El periodismo no se puede debilitar. Las democracias robustas se caracterizan por tener un periodismo sólido, independiente, veraz y ético. En estos momentos críticos que vive el país producto de la pandemia, la función del periodismo adquiere la mayor relevancia. Es el único medio con el que cuenta la población para enterarse de lo que está pasando en Colombia y el mundo, de las medidas que toman los gobiernos, de los avances para buscar una solución definitiva contra la COVID-19, para conocer qué esta sucediendo en las regiones, cómo cuidarse, cómo blindarse contra el ataque de la delincuencia a todo nivel e, inclusive, para tener momentos de esparcimiento y alegria con la información deportiva, cultural, ambiental y recreativa. Esto solo es posible si se tienen medios de comunicación”, comentó la vocera del CPB.

El periodismo nacional debe ser fortalecido y para evitar su colapso económico los gremios hemos enviado al presidente Iván Duque comunicaciones en las que se le ha presentado una radiografía de la difícil situación que afrontan y de los cientos de periodistas cesantes, para que lance un salvavidas, de lo contrario pueden seguir desapareciendo, con grave daño para la libertad de prensa, para la población que tiene el derecho de estar bien informada y para la democracia”, concluyó Gloria Vallejo.

Bogotá D.C, 16 de julio de 2020

Señor
Fidel Cano
EL ESPECTADOR
Bogotá

Estimado Fidel:

En nombre de la Junta directiva del Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB), de los socios y mío, reciba nuestro saludo de solidaridad y complacencia por la decisión de continuar firmes con la impresión diaria de EL ESPECTADOR, mientras continúan hacia un futuro más digital.

El CPB destaca a EL ESPECTADOR como ejemplo de buen periodismo. Su coraje, independencia, veracidad, énfasis en el periodismo investigativo y ético, han regido los principios de su quehacer periodístico, siendo uno de sus principales exponentes Guillermo Cano Isaza, inmolado por el narcotráfico, a quien el CPB rinde homenaje cada año, el 9 de febrero Día del Periodista, fecha en la que entrega el Premio Mérito Periodístico Guillermo Cano Isaza, como el máximo galardón que pueda recibir un periodista por su trayectoria y por ser ejemplo de las actuales y futuras generaciones.

El CPB invita a EL ESPECTADOR a continuar hoy más fortalecido que nunca para bien de la libertad de prensa y expresión y de la Democracia en Colombia.

Con sentimientos de admiración y afecto,

Gloria Vallejo
Presidente del CPB

La ivermectina y otros medicamentos sin eficacia probada contra el coronavirus que se promueven en América Latina

15 julio 2020 –

Por: Jack Goodman y Flora Carmichael – BBC Londres –

América Latina está luchando contra algunos de los brotes de coronavirus más devastadores del mundo, al tiempo que sufre el azote de las curas falsas y los tratamientos no probados que promueven las redes sociales en toda la región.

En la semana en que el presidente de Brasil Jair Bolsonaro dio positivo por covid-19, BBC desmintió algunas de estas engañosas afirmaciones.

Un video del mandatario brasileño tomando hidroxicloroquina como tratamiento para el nuevo coronavirus ha registrado seis millones de visitas en Facebook.

Ya antes la BBC indagó en los riesgos de este fármaco contra la malaria y el lupus que algunos usan contra la covid-19 y la falta de pruebas de su efectividad en el tratamiento de pacientes.

Aunque en el video Bolsonaro admitía que la droga no había sido probada científicamente, dijo que «con toda certeza» le estaba funcionando y que se sentía mejor.

Este medicamento recibió atención mundial cuando el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, lo tomó por un tiempo.

Su administración además le dio visto bueno como medida preventiva y tratamiento para la enfermedad.

Cuentas de Facebook falsas de Brasil

Esta semana, Facebook eliminó lo que describió como una red de cuentas falsas vinculadas a empleados del gobierno del presidente Bolsonaro, así como a los hijos del presidente, Eduardo y Flávio.

Estas cuentas habían promovido noticias engañosas y falsas sobre el coronavirus.

También afirmaban la efectividad de la hidroxicloroquina como tratamiento y que la pandemia de Covid-19 estaba siendo exagerada, entre otras cosas.

Flávio Bolsonaro, que es senador brasileño, dijo que era posible encontrar miles de perfiles que apoyaban al gobierno de Bolsonaro y que él sabía «todos eran libres e independientes».

Una de las cuentas de Instagram eliminadas, llamada @bolsonaronewsss, actuaba de forma anónima.

Sin embargo, los investigadores del grupo internacional de expertos Atlantic Council encontraron información de registro en la página que confirmaba que estaba vinculada al asesor especial de Bolsonaro, Tercio Arnaud.

BBC ha intentado ponerse en contacto con Tercio Arnaud para conocer su versión, pero hasta ahora no ha obtenido ninguna respuesta.

«La polarización política en Brasil ha llegado hasta el debate sobre la pandemia», dice Sérgio Lüdtke, editor de Comprova, un proyecto brasileño de verificación de noticias.

Explica que los partidarios del presidente Bolsonaro defienden ciegamente algunos temas en internet entre los que se incluye la defensa de la efectividad de medicamentos no probados, como la hidroxicloroquina.

Comprova ha estado verificando noticias sobre la pandemia que han sido ampliamente compartidas en las redes sociales y aplicaciones de mensajería en los últimos tiempos.

Desde finales de marzo, cuatro de cada diez de estos controles estaban relacionados de alguna manera con tratamientos farmacológicos no probados.

La MMS, una ‘cura milagrosa’ falsa

A fines de junio, una publicación de Facebook afirmó que «el Ministerio de Salud de Bolivia aprobó el uso de dióxido de cloro».

La publicación se ha compartido miles de veces no solo en Bolivia sino en toda América Latina.

Pero el mensaje es falso y el gobierno boliviano ha tenido que negarlo oficialmente.

El dióxido de cloro es un agente blanqueador que se encuentra en una sustancia conocida como «Suplemento Mineral Milagroso»(MMS por sus siglas en inglés).

El MMS lleva años publicitándose como un remedio para muchas afecciones y enfermedades que van desde malaria, a la diabetes y asma, el autismo o incluso el cáncer.

Sin embargo, no hay pruebas de su eficacia y las autoridades sanitarias en varios países dicen que su uso es potencialmente dañino para la salud de las personas.

Casos en toda América Latina

No hay que buscar demasiado en internet para encontrar decenas de sitios que lo promocionan.

La BBC encontró grupos de Facebook creados en los últimos dos o tres meses en Perú, Bolivia, Colombia y Argentina, con miles de seguidores que promocionan o incluso afirman vender MMS.

Las autoridades regionales han visto un número cada vez mayor de intoxicaciones debido al uso indebido de productos químicos utilizados como desinfectantes, dice la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

La institución dice que incluso hay profesionales de la salud que promueven el uso de la solución de dióxido de cloro.

En junio, un médico en Perú que luchaba contra la pandemia de covid-19 en primera línea fue despedido luego de pedir que se distribuyera dióxido de cloro a todas las personas con síntomas de coronavirus.

También la ivermectina

En América Latina ha aumentado el interés por un medicamento llamado ivermectina.

Pese a que está aprobado para el uso contra gusanos parásitos, se oye cada vez más como medicina para tratar o prevenir el coronavirus, y de nuevo, no hay evidencias de su efectividad.

Un video publicado por una cuenta boliviana con la etiqueta «Ivermectina puede salvarlo de Covid-19» en el que aparece un pastor mexicano, se ha compartido 285.000 veces y continúa circulando en Facebook.

Junto con muchos otros medicamentos, varios ensayos clínicos analizan si la ivermectina podría servir para luchar contra el covid-19.

Pero la OPS ha dicho que hasta el momento los estudios «tenían un alto riesgo de sesgo, muy poca certeza de la evidencia y que las pruebas existentes son insuficientes para llegar a una conclusión sobre los beneficios y los daños».

La ivermectina «se está utilizando incorrectamente para el tratamiento del nuevo coronavirus», dice la OPS, «sin que haya ninguna evidencia científica de su eficacia y seguridad para el tratamiento de esta enfermedad».

A pesar de esto, las autoridades sanitarias en Perú, Bolivia y partes de Brasil han respaldado y administrado el medicamento, y se ha vendido ampliamente.

También el mercado negro

«El caso de la ivermectina ha sido un desastre», dice el Dr. Carlos Chaccour, profesor asistente de investigación en el Instituto de Salud Global de Barcelona.

«Los médicos y los gobiernos legítimamente desesperados por ayudar junto con la abundancia de ivermectina en América Latina explican por qué la droga ha sido tan popular».

También se han emitido advertencias sobre los riesgos de una versión del medicamento diseñada para animales, no para los humanos.

Esta versión podría causar daños graves en la salud de las personas y que se vende en el mercado negro.

utomedicación

Por Luis Fajardo, BBC Monitoring

Para las autoridades de América Latina, la automedicación es una fuente constante de preocupación.

Las redes sociales, pero también los canales tradicionales de comunicación están plagados de malos consejos al público al que animan a automedicarse con tratamientos no probados.

Poblaciones de toda la región también se enfrentan a mensajes aparentemente contradictorios de fuentes oficiales.

A medida que los países latinoamericanos se enfrentan a una creciente amenaza de la pandemia y con la desesperación cada vez mayor por el creciente número de muertos, tal vez no sea sorprendente que la demanda de «curas milagrosas» y remedios «caseros» simples haya sido tan alta.

Estas afirmaciones aparecen no solo en grupos marginales de redes sociales sino también, en algunos casos, en los principales medios de comunicación nacionales.

El CPB envía fraternal mensaje a los colegas de Montería por fallecimiento de Humberto Negrete Peña

15 julio 2020 –

Por: Comunicaciones CPB –

El Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) lamenta el fallecimiento del destacado periodista cordobés Humberto Negrete Peña, a causa de quebrantos de salud que lo llevaron a permanecer internado en los últimos días en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de una clínica de Montería. Su cuerpo no resistió más y partió este martes 14 de julio, a los 64 años.

“Humberto era uno de los periodistas más destacados de la radio en Córdoba, por lo que deja una profunda huella con su desempeño periodístico en la mayoría de los medios de comunicación del Departamento y en especial de Montería. Se le recuerda por sus trabajos para RCN Radio, La Voz de Montería, el Canal TV5, el diario La Piragua entre otros y por haber sido la voz de los que no tenían cómo expresarse ante los estamentos de los gobiernos locales, departamentales y nacional”, dijo Gloria Vallejo, presidente del CPB.

Era un colega sencillo, amigable, autodidacta, querido por todos. Su labor se concentraba en el periodismo comunitario, cualidades y calidades de Humberto Peña que hacen que con su partida hoy esté de luto el periodismo cordobés.
“Les enviamos un mensaje de solidaridad y fraternidad a nuestros colegas del Círculo de Periodistas y Comunicadores de Montería por tan sentida pérdida, extensivo a los medios donde laboró y, de manera especial, a su familia y amigos”, agregó la dirigente gremial. QEPD.

Bari Weiss renuncia a ‘The New York Times’ alegando «censura y trabajo hostil”

15 julio 2020 –

Por: Revista Semana –

Bari Weiss, hasta ahora directora de opinión del periódico The New York Times, presentó su carta de renuncia. En la misiva dio cuenta de toda serie de acusaciones sobre el manejo de la información y el ambiente laboral dentro del periódico, con sede en Nueva York (Estados Unidos).

De acuerdo con su escrito, el medio está trabajando en función de las críticas que los lectores hacen en Twitter, a conveniencia, y no en función de informar, sin importar quién sea el afectado. «Twitter no está en la cabecera de The New York Times. Pero Twitter se ha convertido en su último editor. A medida que la ética y las costumbres de esa plataforma se han convertido en las del documento, el documento en sí se ha convertido cada vez más en una especie de espacio de rendimiento”, escribió.

La periodista también señaló que en plataformas de comunicación de la compañía, como Slack, la han desprestigiado por querer hacer las cosas bien. «Las historias se eligen y cuentan para satisfacer al público más limitado, en lugar de permitir que un público curioso lea sobre el mundo y luego saque sus propias conclusiones. Siempre me enseñaron que los periodistas tenían la responsabilidad de escribir el primer borrador de la historia. Ahora, la historia misma es una cosa efímera más moldeada para ajustarse a las necesidades de una narración predeterminada”.

Su misiva también está llena de señalamientos sobre el ambiente laboral. «Hay términos para todo esto: discriminación ilegal, ambiente de trabajo hostil y despido constructivo. No soy un experto legal. Pero sé que esto está mal”, aseguró.

Esta es la misiva

Con tristeza les escribo para decirles que renuncio a The New York Times.

Me uní al periódico con gratitud y optimismo hace tres años. Fui contratada con el objetivo de traer voces que de otro modo no aparecerían en sus páginas: escritores por primera vez, centristas, conservadores y otros que naturalmente no pensarían en The Times como su hogar. La razón de este esfuerzo era clara: el hecho de que el periódico no anticipara el resultado de las elecciones de 2016 significaba que no tenía una idea clara del país que cubre. Dean Baquet y otros lo han admitido en varias ocasiones. La prioridad en opinion era ayudar a corregir esa deficiencia crítica.

Tuve el honor de ser parte de ese esfuerzo, dirigido por James Bennet. Estoy orgullosa de mi trabajo como escritora y como editora. Entre los que ayudé a traer a nuestras páginas: el disidente venezolano Wuilly Arteaga; la campeona iraní de ajedrez Dorsa Derakhshani; y el demócrata cristiano de Hong Kong, Derek Lam. También: Ayaan Hirsi Ali, Masih Alinejad, Zaina Arafat, Elna Baker, Rachael Denhollander, Matti Friedman, Nick Gillespie, Heather Heying, Randall Kennedy, Julius Kerin, Monica Lewinsky, Glenn Loury, Jesse Singal, Ali Soufan, Chloe Valdary, Thomas Chatterton Williams, Wesley Yang y muchos otros.

Pero las lecciones que deberían haber seguido a la elección, lecciones sobre la importancia de comprender a otros estadounidenses, la necesidad de resistir el tribalismo y la centralidad del libre intercambio de ideas para una sociedad democrática, no se han aprendido. En cambio, ha surgido un nuevo consenso en la prensa, pero quizás especialmente en este documento: esa verdad no es un proceso de descubrimiento colectivo, sino una ortodoxia ya conocida por unos pocos ilustrados cuyo trabajo es informar a todos los demás.

Twitter no está en la cabecera de The New York Times. Pero Twitter se ha convertido en su último editor. A medida que la ética y las costumbres de esa plataforma se han convertido en las del documento, el documento en sí se ha convertido cada vez más en una especie de espacio de rendimiento. Las historias se eligen y cuentan para satisfacer al público más limitado, en lugar de permitir que un público curioso lea sobre el mundo y luego saque sus propias conclusiones. Siempre me enseñaron que los periodistas tenían la responsabilidad de escribir el primer borrador de la historia. Ahora, la historia misma es una cosa efímera más moldeada para ajustarse a las necesidades de una narración predeterminada.

Mis propias incursiones en Wrongthink me han convertido en objeto de acoso constante por parte de colegas que no están de acuerdo con mis puntos de vista. Me han llamado nazi y racista; he aprendido a ignorar los comentarios sobre cómo estoy «escribiendo sobre los judíos nuevamente». Varios colegas percibidos como amigos conmigo fueron acosados por compañeros de trabajo. Mi trabajo y mi personaje se degradan abiertamente en los canales de Slack de toda la compañía donde los editores de cabeceras intervienen regularmente. Allí, algunos compañeros de trabajo insisten en que tengo que erradicar para que esta compañía sea verdaderamente “inclusiva», mientras que otros publican emojis de hacha al lado de mi nombre, otros empleados de The New York Times me difaman públicamente como mentiroso y fanático en Twitter sin temor a que acosarme se encuentre con la acción adecuada. Ellos nunca lo son.

Hay términos para todo esto: discriminación ilegal, ambiente de trabajo hostil y despido constructivo. No soy una experta legal. Pero sé que esto está mal. No entiendo cómo ha permitido que este tipo de comportamiento continúe dentro de su empresa a la vista de todo el personal del periódico y el público. Y ciertamente no puedo entender cómo ustedes y otros líderes del Times han estado a la vez que me alaban en privado por mi coraje. Inscribirse para trabajar como centrista en un periódico estadounidense no debería requerir valentía.

Una parte de mí desea poder decir que mi experiencia fue única. Pero la verdad es que la curiosidad intelectual, y mucho menos la toma de riesgos, ahora es una responsabilidad en The Times. ¿Por qué editar algo desafiante para nuestros lectores, o escribir algo en negrita solo para pasar por el proceso de adormecimiento de hacerlo ideológicamente, cuando podemos asegurarnos de la seguridad laboral (y clics) publicando nuestro artículo de opinión número 4000 argumentando que Donald Trump es un ¿Peligro único para el país y el mundo? Y así, la autocensura se ha convertido en la norma».

BANGLADESH | Casi matan de una paliza al reportero Shariful Chowdhury por cubrir un caso de corrupción

15 julio 2020 –

Por: Reporteros Sin Fronteras – Francia –

Reporteros Sin Fronteras (RSF) hace un llamamiento a las autoridades judiciales de la ciudad de Cumilla, al este de Bangladesh, para garantizar que sean llevados ante la justicia todos los responsables que propinaron una severa paliza al periodista Shariful Chowdhury, aparentemente por orden de un funcionario local.

Shariful Alam Chowdhury, reportero del periódico local Daily Samakal, ha estado a punto de ser asesinado por diez matones que s epresentaron en su casa de Muradnagar, a las afueras de Cumilla y 100 km al este de Dhaka, el 4 de julio en torno al mediodía.

Le arrastraron hacia fuera y le golpearon con barras de acero, machetes y martillos. Al menos siete de ellos se encargaron de romperle los brazos y las piernas por distintas zonas. Después que los agresores se fueran, el periodista fue trasladado a un hospital en la ciudad de Cumilla, donde continúa ingresado y su situación aún no es estable.

Los padres y la hermana de Chowdhury también resultaron heridos cuando intentaron intervenir durante la agresión. El padre se puso en contacto con RSF y aseguró que la paliza se había llevado a cabo a instancias de Shahjahan Mial, presidente de la «union parishad» (UP, consejo de la aldea) en el pueblo de Darera.

«El presidente de la UP estaba enfadado porque mi hijo había publicado un informe sobre su corrupción y nepotismo, y por eso orquestó el ataque», explicó a RSF. Mial fue detenido la tarde del 4 de julio pero dos días después lo dejaron en libertad bajo fianza.

Perturbador nivel de violencia

«Hacemos un llamamiento a los jueces del tribunal de Cumilla a cargo de este caso para que hagan todo lo posible y garanticen que el instigador de este inaceptable ataque sea juzgado y castigado junto con los autores materiales», manifestó Daniel Bastard, jefe de la oficina de RSF en Asia-Pacífico. «El nivel de violencia contra los reporteros en Bangladesh está alcanzando niveles preocupantes. Recordamos al gobierno de la presidenta Sheikh Hasina la urgencia de revisar la legislación del país, incluyendo la adopción de un mecanismo de protección de los periodistas».

RSF y otras cuatro organizaciones internacionales y de Bangladesh que defienden la libertad de informar enviaron una carta abierta al presidente el mes pasado en respuesta al aumento de los ataques a periodistas.

Miembros del grupo paramilitar Bangladesh Ansar atacaron la semana pasada al fotoperiodista Rubel Rashid y destrozaron su cámara cuando trató de fotografiar una pelea entre ellos y las personas que buscaban pruebas de Covid-19 en el Hospital General de Mugda en Dhaka. Joyeeta Roy, otra fotógrafa, huyó de la escena cuando también fue atacada.

Bangladesh ocupa el puesto 151 de 180 países y territorios en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2020 de RSF.

Vacuna contra covid-19 avanza en EU: genera respuesta inmune en pruebas

15 julio 2020 –

Por: Milenio Digital – México –

Investigadores reportaron que la primera vacuna contra coronavirus, probada en 45 adultos sanos, de 18 a 55 años, en Estados Unidos, estimuló el sistema inmunológico como se esperaba, de acuerdo con un artículo de la revista The New England Journal of Medicine.

De acuerdo con el estudio, se realizó el ensayo en 45 adultos sanos, de 18 a 55 años de edad, quienes recibieron dos vacunas con 28 días de diferencia, con ARNm-1273 en una dosis de 25, 100 o 250 microgramos, en donde hubo 15 participantes en cada grupo de dosis.

Después de la primera vacunación, las respuestas de los anticuerpos fueron más altas con dosis mayores, mientras que después de la segunda vacunación se detectó actividad neutralizadora mediante dos métodos en todos los participantes evaluados.

Los investigadores expusieron que los eventos adversos que ocurrieron en más de la mitad de los participantes incluyeron fatiga, escalofrías, dolor de cabeza, dolor muscular y dolor en el lugar de la inyección

«Los eventos adversos locales, cuando estuvieron presentes, fueron casi todos leves o moderados, y el dolor en el lugar de la inyección fue común. En ambas vacunas, los eventos adversos sistémicos y locales solicitados que ocurrieron en más de la mitad de los participantes incluyeron fatiga, escalofríos, dolor de cabeza, mialgia y dolor en el lugar de la inyección», informó en el estudio.

En el estudio se expone que la vacuna mRNA-1273 indujo respuestas inmunitarias anti-SARS-CoV-2 en todos los participantes, y no se identificaron problemas de seguridad limitantes de los ensayos. Estos hallazgos apoyan un mayor desarrollo de esta vacuna.

¿En qué consiste la vacuna de Moderna?

Moderna fue la primera firma en comenzar las pruebas en humanos de una vacuna para el nuevo coronavirus el 16 de marzo, unos 66 días después de la liberación de la secuencia genética del virus.

La inyección de Moderna, mRNA-1273, usa ácido ribonucleico (ARN), un mensajero químico que contiene instrucciones para producir proteínas.

Cuando se inyecta en las personas, la vacuna instruye a las células para que produzcan proteínas que imiten la superficie externa del coronavirus, que el cuerpo reconoce como un invasor extraño, y crea una respuesta inmune.

En junio, Moderna dijo que seleccionó la dosis de 100 microgramos para su estudio en etapa final para minimizar las reacciones adversas.

Coronavirus | «Durante algunos años la vida no va a ser la misma y simplemente hay que adaptarse»: Ravi Gupta, profesor de microbiología de la Universidad de Cambridge

15 julio 2020 –

Por: Margarita Rodríguez – BBC Londres –

En junio, ya lo había anticipado: «Este virus probablemente va a estar circulando por años».

«Tomará mucho tiempo resolverlo», escribió el virólogo Ravi Gupta en un artículo publicado en la página web de la Universidad de Cambridge.

Cuando BBC Mundo le preguntó por qué hablaba de años, el profesor de Microbiología Clínica del Departamento de Medicina de Cambridge explicó que se ha visto «un resurgimiento de las infecciones cuando las medidas se han relajado».

«Y eso seguirá sucediendo hasta que tengamos una vacuna efectiva (y universal), cuyo efecto dure mucho tiempo».

Quizás pasará un año más antes de que se pueda contar con una vacuna «y eso, siendo optimistas».

Por eso, «al menos en lo que respecta al próximo año, la situación será de infecciones viniendo y yendo», señaló.

“Claro -dijo- depende de las medidas que se tomen, pero los confinamientos totales a nivel nacional (ya) no son realistas”.

El experto cree que se darán miniconfinamientos en diferentes partes, pero en algunos lugares quizás eso no se podrá hacer, por lo que la infección se seguirá transmitiendo.

«El virus estará circulando por un tiempo considerable», insistió. «Incluso en un nivel bajo, este tipo de virus seguirá existiendo».

«La nueva normalidad»

Las autoridades sanitarias de varios países creen que ya enfrentaron la primera ola de contagios de covid-19 y se preparan para una posible segunda ola. En otras naciones se cree que están ante la primera ola.

«¿Habrá más olas?», le indagamos al profesor del Instituto de Inmunología Terapéutica y Enfermedades Infecciosas de Cambridge.

«No estoy seguro de si tendremos olas, pero sí que pasaremos por altibajos. Esa será la nueva normalidad», respondió.

«Tenemos que vivir con el virus a nuestro alrededor».

De acuerdo con el experto, se trata de aprender a vivir tomando medidas de precaución y siendo conscientes de la forma como interactuamos.

«No es una manera ideal de vivir, pero quizás no va a durar mucho tiempo, quizás uno, dos, tres años».

«Pero eso va a ayudar, a largo plazo, a que la sociedad se recupere».

Una forma de tratar de asumir el control -indicó el doctor- es «decirle a la gente que se dé cuenta de que durante algunos años la vida no va a ser la misma y que simplemente hay que adaptarse».

Otro virus respiratorio

Este coronavirus, explicó el doctor, apunta a que será como otros virus respiratorios: que «van y vienen».

Muchos de ellos «no han sido eliminados». De hecho, algunos alcanzan puntos álgidos y se presentan por temporadas.

«No hay razón por la cual este coronavirus vaya a ser diferente en ese aspecto».

«No hemos acabado con otros coronavirus”, como por ejemplo los que causan el resfriado común. «Eso me hace pensar que no se trata de algo que vaya a desaparecer (rápido)».

Como plantea el periodista de salud y ciencia de la BBC James Gallagher, hay cuatro coronavirus que circulan entre los seres humanos «y no tenemos vacunas para ninguno de ellos».

Actualmente, hay alrededor de 200 grupos de investigación en todo el mundo que están tratando de desarrollar una vacuna contra el nuevo coronavirus.

«Una vacuna normalmente tomaría años, si no décadas, en ser desarrollada. Los investigadores esperan lograr la misma cantidad de trabajo en solo unos pocos meses», dice Gallagher.

¿Riesgo cero?

Gupta cree que hablar de “riesgo cero” es no ser realistas.

«Tenemos que encontrar una vía para reiniciar las economías al tiempo que minimizamos el riesgo (de contagios)».

«Esa es la única manera en que esto va a funcionar, porque claramente no podemos cerrar el mundo entero por más tiempo de lo que ya lo hemos hecho».

«Puedes ver en Sudamérica y en África que los confinamientos que vimos antes probablemente no volverán a ocurrir a un nivel nacional».

Para el científico, la manera de «manejar los riesgos» es «aprender» a reducirlos con, por ejemplo, el uso de mascarillas, las medidas de distanciamiento social y la higiene.

Y al pensar en la reactivación económica también se debe ser muy cuidadoso: «Quizás no abrir en su totalidad los hoteles, los bares y los restaurantes», indicó.

Tres grandes desafíos

En su artículo publicado en el sitio de la Universidad de Cambridge, Gupta explicó que la pandemia de covid-19 plantea tres grandes desafíos simultáneos:

Uno de ellos es el desarrollo de pruebas rápidas que se puedan implementar a gran escala para hacerle seguimiento al virus y, así, poder controlar los brotes que vayan apareciendo.

Los otros dos son: crear una vacuna que funcione por un periodo de tiempo extenso y diseñar tratamientos efectivos contra la enfermedad.

«El virus probablemente va a estar circulando por algunos años, pero puede mutar. Entonces, si tenemos una vacuna, debemos asegurarnos de que siga funcionando», escribió.

Contar con tratamientos efectivos también es fundamental para poner a prueba las inmunizaciones.

En el caso de muchas enfermedades, «le podemos dar una vacuna a alguien y después infectarlo con la enfermedad para ver si la vacuna funciona. Pero mientras no tengamos tratamientos buenos para covid-19, no podemos hacer eso».

El coronavirus y el VIH

Muchos de los científicos que a nivel mundial están dedicando sus esfuerzos a estudiar y entender el coronavirus vienen de una escuela muy poderosa: la del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) que causa el sida.

Gupta es uno de ellos y, como él mismo señaló, se trata de un virus que todavía «genera mucho miedo».

Cree que su trabajo de años en ese campo le ha ayudado a prepararse para la pandemia de covid-19.

«Ambas, el sida y la covid-19, son enfermedades multisistémicas y el VIH sigue siendo enigmático después de 30 años», escribió en su artículo.

«A medida que descubrimos los efectos de la covid-19 en el cuerpo humano, como los pacientes que desarrollan problemas cardiacos y daño pulmonar, pareciera que (la enfermedad) tendrá implicaciones de largo alcance que tomará mucho tiempo resolver».

Gupta explicó en su texto que, junto a sus colegas, han creado «seudovirus» que «son parte coronavirus y parte VIH, pero que son muy seguros y no causan ninguna enfermedad, para intentar entender cómo los anticuerpos trabajan en las personas infectadas con el virus».

«Al mezclar muestras de sangre tomadas de pacientes con covid-19 y nuestros seudovirus, pudimos ver que estos pacientes tenían inmunidad, la cual evitaría que sus células fueran infectadas por nuestros virus».

Las lecciones del VIH

De acuerdo con el especialista, el estudio del VIH ha dejado importantes lecciones, algunas de las cuales tienen que ver con el funcionamiento de fármacos, con los anticuerpos y con la forma en que el virus se comporta dentro del organismo para adherirse.

«Usamos enfoques muy similares para tratar la covid-19», le dijo a BBC Mundo.

Pero las enseñanzas van más allá del laboratorio.

«Otra semejanza entre ambas enfermedades es el hecho de que las dos se dirigen hacia los eslabones más débiles de la sociedad: a las poblaciones marginadas», reflexionó durante la entrevista.

En ellas, encuentran el «combustible para alimentar su fuego y expandirse en números».

«Piense en zonas muy marginadas, donde la gente vive hacinada y en condiciones de pobreza que las hacen potencialmente más susceptibles (a contraer el virus)».

Se trata de una realidad con la que Gupta se ha enfrentado en sus investigaciones con el VIH, que abarcan la última década, y es una lección clave:

«Para controlar una enfermedad realmente tienes que entender quién se está infectando y por qué».

«Aunque contamos con herramientas para el VIH, desgraciadamente se sigue transmitiendo y siguen muriendo personas, en muchos casos debido a circunstancias económicas y sociales».

«Puedo ver que lo mismo está sucediendo con el coronavirus debido a que hay sociedades que realmente no pueden confinarse porque su fuerza laboral necesita trabajar para sobrevivir. Es una situación muy difícil», reflexionó.

«La pobreza desgraciadamente podría estar relacionada con la gente que se está viendo más afectada».

Meses concentrados en la covid-19

En más de seis meses tratando de entender a este nuevo enemigo, el virólogo indica que ha aprendido mucho desde diferentes perspectivas.

Una lección que parece evidente, pero que hay que recordar permanentemente, es que «si invertimos en investigación básica, ciencia básica, podemos tener herramientas a la disposición y hacer grandes progresos cuando una nueva enfermedad aparece».

Varios fármacos han nacido gracias a la investigación sobre el VIH, explicó.

«Teníamos remdesivir porque fue desarrollada para el ébola».

Remdesivir es uno de los medicamentos más prometedores en el tratamiento de la covid-19.

Otro aspecto interesante para el doctor ha sido ver cómo científicos y expertos de todo el mundo han estado trabajando en equipo para hacerle frente a la crisis del coronavirus.

«Ha sido maravilloso. Lo hemos visto aquí, en Cambridge, y globalmente: los científicos están haciendo lo mejor que pueden».

Y no se trata solo de especialistas dentro de los laboratorios, sino de los doctores y todo el personal médico que atienden a los pacientes y que están «ayudando a responder las preguntas que necesitamos esclarecer».

La prioridad no ha cambiado

Uno de los estudios relacionados con el coronavirus que Gupta y su grupo de investigadores realizaron fue ensayar una plataforma de pruebas rápidas llamada SAMBA II, la cual fue desarrollada por una compañía fundada desde la Universidad de Cambridge y que ya ha sido adoptada por varios hospitales de Reino Unido.

Tras tomar una muestra de la nariz o la garganta, el resultado está listo en 90 minutos.

La idea es hacer esas máquinas accesibles no solo para los centros de salud sino, por ejemplo, para residencias de adultos mayores.

Así se evitan, por una parte, los retrasos propios de tener que transportar las pruebas y los resultados de un lugar a otro y, por la otra, tener que depender siempre de un laboratorio.

Y es que poder determinar con rapidez quién tiene el virus hace una «diferencia enorme».

«(Hacer pruebas) es la prioridad porque necesitamos limitar la transmisión (de la infección). Sabemos que muchos de los contagios suceden probablemente a través de personas asintomáticas. Y eso hace las cosas más difíciles porque necesitas someter a pruebas a muchas más personas y eso implica más tests. Pero ahora mismo, no hay otra opción».

Saber quién está infectado no solo permite concentrarse en esa persona, sino hacerle un seguimiento a su entorno y, de esa manera, bloquear una potencial propagación.

«Por el momento» -indicó el profesor- hacer pruebas «es la única forma de intervención que tenemos».

«No tenemos fármacos mágicos»

El objetivo es poder desarrollar lo antes posible fármacos eficaces y una vacuna, pero mientras eso se concreta, se debe evitar al máximo llegar a la etapa que amerita un tratamiento.

«Una vez las personas se enferman gravemente, no tenemos fármacos mágicos. Aunque algunos han mostrado ser prometedores, es una enfermedad que no quieres contraer».

«Considero que no ha habido suficiente discusión en términos realistas sobre cómo podemos hacerle pruebas a la población de países de ingresos bajos y medianos».

En su opinión, en ese aspecto no ha habido liderazgo por parte de las grandes organizaciones internacionales.

«En muchos de esos países, toma una semana obtener el resultado de esas pruebas (…) Eso es mucho tiempo».

De acuerdo con el experto, es fundamental discutir las opciones que existen de pruebas rápidas o encontrar la manera de usar las tecnologías existentes para ayudar con el diagnostico.

Y «pese a que ha habido muchas muertes», trata de sentir un poco de optimismo por todos los esfuerzos científicos que se están dando para luchar contra el coronavirus.

Pero «necesitamos prevenir más muertes», nos dijo.

En el futuro, quiere seguir dedicado a la covid-19 y al VIH, no solo porque hay mucho que investigar y que aprender de ellos frente a otros virus sino porque, como escribió:

«La próxima pandemia podría ser un virus relacionado, por eso necesitamos seguir esforzándonos y perseverando».

 

La conexión Polinesia – Sudamérica: un innovador estudio de ADN sugiere una migración nunca antes estudiada

15 julio 2020 –

Por: Carl Zimmer – Infobae – Argentina –

Hace unos 3.000 años, algunas personas en el extremo oriente de Asia comenzaron a navegar hacia el este y cruzaron miles de kilómetros de océano hasta llegar a unas islas deshabitadas. Sus descendientes, unos 2000 años después, inventaron la canoa de doble casco para viajar aún más al este y llegaron a lugares como Hawái e isla de Pascua (Rapa Nui en lengua nativa).

Los arqueólogos y los antropólogos han debatido durante mucho tiempo: ¿hasta dónde los llevaron las canoas polinesias? ¿Acaso llegaron hasta América?

El resultado de un nuevo estudio sugiere que sí. Hoy, las personas de Isla de Pascua, y otras cuatro islas polinesias llevan pequeñas cantidades de ADN heredado de personas que vivieron hace unos 800 años en lo que hoy es Colombia. Una explicación: los polinesios llegaron a América del Sur, y luego llevaron a los sudamericanos en sus botes para el viaje de regreso.

Este nuevo informe refuerza el trabajo que los arqueólogos y antropólogos han hecho durante años. Estudios genéticos previos también habían insinuado que las personas en Rapa Nui tenían algunos antiguos ancestros sudamericanos. Pero el nuevo estudio ofrece un caso más convincente, porque los investigadores analizaron a más de 800 personas utilizando una serie de nuevas y sofisticadas herramientas estadísticas.

“Esta es la evidencia más convincente que he visto”, dijo Lars Fehren-Schmitz, genetista antropológico en la Universidad de California, Santa Cruz, que no participó en el estudio.

El nuevo estudio surgió de un proyecto de una década para crear un mapa de la diversidad genética en los latinoamericanos modernos. Después de que los asiáticos cruzaron el puente de Beringia hace 16.000 años, se esparcieron por América, y llegaron al extremo austral de América del Sur hace unos 14.000 años.

Desde entonces, las poblaciones de América Latina han adqurido mutaciones genéticas únicas, que se han mezclado a medida que se reproducen. Cuando los colonos europeos trajeron africanos esclavizados a la región, el panorama genético de América Latina cambió una vez más.

Andrés Moreno Estrada, genetista, y su esposa, Karla Sandoval, antropóloga, han trabajado con poblaciones indígenas en América Latina para comprender su composición genética. Debido a que la mayoría de los estudios genéticos están basados en personas de ascendencia europea, a menudo se pasan por alto variantes que podrían ser médicamente importantes para otras poblaciones.

El año pasado, por ejemplo, Estrada, Sandoval y sus colegas publicaron un estudio sobre el asma. Descubrieron mutaciones en un gen que coloca a ciertos grupos de latinoamericanos en mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.

En 2013, Estrada y Sandoval comenzaron a colaborar con científicos chilenos para estudiar Rapa Nui. La isla, que se encuentra a más de 3300 kilómetros al oeste de Chile, fue anexada por el país en 1888.

Estrada y Sandoval viajaron a Rapa Nui y se reunieron con los residentes para describirles el proyecto. Ochenta isleños eventualmente se unieron a la investigación, curiosos por conocer su ascendencia.

“Estaban interesados en saber si realmente pertenecían a las islas polinesias”, dijo Sandoval, quien ahora trabaja con Estrada en el Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad en Irapuato, México.

En un estudio anterior sobre Rapa Nui, dirigido por Anna-Sapfo Malaspinas de la Universidad de Lausana, los investigadores analizaron el ADN de 27 isleños. Encontraron evidencia de que los participantes tenían una mezcla de ascendencia polinesia y nativa americana.

Al parecer, parte de su ADN nativo americano había sido heredado de inmigrantes recientes de Chile. Pero otras piezas eran diferentes, lo que sugiere que se originaron de los nativos americanos muchas generaciones antes.

Para probar ese hallazgo, Estrada, Sandoval y sus colegas compararon el ADN de 809 personas de Rapa Nui y otras islas polinesias, así como de países a lo largo de la costa del Pacífico, desde México hasta Chile.

Los investigadores descubrieron que la mayoría de las personas en Rapa Nui tenían algunos antepasados chilenos recientes. De ellos heredaron tanto el ADN nativo americano como el europeo.

Pero seis personas no tenían ninguna ascendencia europea. Su ascendencia nativa americana tenía una fuente distinta: la población zenú de Colombia. Luego, los científicos hallaron algunas de las mismas piezas de ADN en personas en otras cuatro islas al este de Polinesia.

“Cuando vi eso por primera vez, pensé que algo iba mal y que necesitábamos corregir lo que hacíamos”, dijo Alexander Ioannidis, investigador postdoctoral en la Universidad de Stanford y coautor del estudio. “Entonces nos sumergimos más profundamente. Llevó un tiempo darnos cuenta de que esto era real”.

Los investigadores pudieron entonces estimar cuánto tiempo atrás vivieron esos ancestros nativos americanos, midiendo el tamaño de los fragmentos de ADN. Las extensiones de ADN compartido se hacen más pequeñas con cada generación que pasa.

Los investigadores hallaron que todos los tramos de ADN tipo zenú en los polinesios tenían aproximadamente el mismo tamaño. Calcularon que provenían de parientes zenú que vivieron hace unos ocho siglos.

“Es bastante sorprendente que puedan encontrar esta evidencia del contacto entre estas poblaciones”, dijo Malaspinas.

Lisa Matisoo-Smith, antropóloga biológica de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda que no participó en el nuevo estudio, advirtió que la historia de Polinesia es tan compleja que los nuevos resultados podrían no reflejarlo con precisión.

“¿Es posible? Sí, ciertamente lo es”, dijo. Pero, agregó, “no estoy convencida”.

Matisoo-Smith dijo que el estudio habría sido más sólido si los investigadores hubieran comparado a los polinesios con otras poblaciones, como las personas en China continental. Eso ayudaría a descartar la posibilidad de que lo que se parece a la ascendencia de nativos americanos en Polinesia sea en realidad solo ADN heredado de los ancestros comunes en Asia de ambos dos grupos.

Si la investigación se sostiene frente a un examen más exhaustivo, muchos expertos dijeron que la mejor explicación sería que los polinesios llegaron a América del Sur y luego llevaron a los sudamericanos en sus barcos para navegar de regreso.

Malapinas dijo que dado que los polinesios ya habían viajado tan lejos a través del Pacífico, no había razón para pensar que no podrían ir a América del Sur. “Este último paso habría sido más fácil para ellos”, dijo.

Patrick Kirch, arqueóloga de la Universidad de Hawái, dijo que este escenario encaja con otras líneas de evidencia, incluida la comida que consumen los polinesios.

Un alimento básico importante en toda Polinesia es el camote (también llamado batata), que se originó en América del Sur. Kirch y sus colegas encontraron restos de camote de siglos antes de que los europeos llegaran al Pacífico.

Pero los autores del nuevo artículo enfatizaron otra posibilidad: que los sudamericanos viajaran por su cuenta a una isla polinesia, donde los polinesios que navegaban desde el este los encontraron.

Estrada argumentó que la corriente Ecuatorial del Sur podría llevar a los botes fácilmente lejos de la costa del Pacífico de Colombia.

“Sucede hoy”, dijo. “Tenemos muchas historias de pescadores en México que deben ser rescatados por barcos pesqueros japoneses”.

En su artículo, Estrada y sus colegas trazan paralelos entre este escenario y las afirmaciones de Thor Heyerdahl, el explorador noruego que navegó en una balsa en 1947 desde América del Sur a Polinesia. Heyerdahl defendió la idea de que Polinesia fue colonizada por sudamericanos.

En un correo electrónico, Haunani Kane, investigadora postdoctoral en la Universidad de Hawái, criticó a los científicos por defender tales ideas “obsoletas”.

Kane ha navegado miles de kilómetros en canoas de doble casco como coordinadora científica de la Sociedad de Navegación Polinesia. Ella estaba en desacuerdo con la “suposición del autor de las capacidades o la falta de ellas, de los pueblos de las islas del Pacífico para migrar deliberadamente a través del Pacífico”.

Kirch también descartó el escenario de un naufragio. Si los sudamericanos terminaron en las islas Marquesas, habrían traído consigo algunas cosas que los arqueólogos podrían haber descubierto más tarde. “No hay evidencia de eso”, dijo.

Una forma de resolver esta disputa puede ser encontrar ADN en los primeros restos humanos en las islas del este de Polinesia. Un hijo de padres polinesios y sudamericanos tendría una clara firma genética.

El ADN antiguo de América del Sur también podría ayudar. Fehren-Schmitz ha buscado ADN polinesio en los antiguos restos humanos en los Andes que ha estudiado. “Pero nunca he visto ningún rastro”, dijo.

Es posible, dijo Fehren-Schmitz, que otros lugares en América del Sur sean mejores para buscar a los polinesios perdidos. Es concebible, por ejemplo, que algunos polinesios que llegaron a América del Sur hayan optado por vivir en las islas cerca de la costa.

Uno de esos lugares es la isla Mocha, justo frente a la costa de Chile. En 2010, Matisoo-Smith y Jose-Miguel Ramírez de la Universidad de Valparaíso publicaron un estudio sobre cráneos que fueron desenterrados en la isla. Los cráneos, dijo ella, “lucían muy polinesios en su forma”.

La isla del olvido

15 julio 2020 –

Por: Gonzalo Silva Rivas, Socio del CPB – El Espectador –

El controvertido y no muy bien explicado viaje del fiscal general a San Andrés, hace una semana, puso otra vez en los titulares de prensa a este hermoso rincón insular, que poco sonaba desde hace ocho años, cuando un fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya confirmó que Colombia tenía el control soberano sobre este archipiélago.

Fue aquella una decisión con cierto tufillo agridulce, por cuanto la Corte, al trazar una nueva línea de delimitación con Nicaragua, despojó al país de 75.000 kilómetros del territorio marino, y el Gobierno, entonces, consciente de la profunda deuda histórica que el Estado tenía con los habitantes de la región insular, anunció un plan de inversiones, materializado con la ejecución de algunas obras, que rápidamente se agotó.

Tras aquel granito de arena, la voluntad política para promover el desarrollo del archipiélago se desvaneció y la interminable lista de necesidades insatisfechas, provocada por la desidia oficial, ha venido creciendo con el paso de los años. La pérdida del 40 % del mar territorial afectó a centenares de pescadores artesanales y la base del sustento familiar se concentró en el comercio, pero particularmente en el turismo, el pilar de la economía isleña.

La ausencia de turistas desde hace cuatro meses, derivada por la emergencia del coronavirus, ha complicado los frentes de ingresos y la isla se encuentra literalmente aislada, con riesgo de rotura de su tejido empresarial y ad portas de desatar una profunda crisis económica que podría desencadenar en toda una tragedia social. El 90% de los habitantes no perciben ingresos, dado que su subsistencia depende de los recursos del turismo, actividad que se tomará su tiempo en llegar y recobrar los flujos de años anteriores.

San Andrés, Providencia y Santa Catalina, y los demás cayos e islas que conforman el archipiélago, han perdido más de $11.000 millones de pesos durante esta emergencia sanitaria, tienen la ocupación hotelera en ceros y sufren parálisis en la circulación de dinero por falta de servicios y alternativas laborales. Los créditos anunciados por el Gobierno han cobijado a menos del 1% de los empresarios, porque los banqueros —como sucede en todo el país— se abstienen de otorgarlos, por considerar que el turismo —el nuevo “petróleo” colombiano, según el presidente Duque— es un sector de alto riesgo.

No son fáciles, pues, los tiempos que se viven en San Andrés, donde no hay huéspedes para los hoteles ni comensales para los restaurantes ni compradores para los locales comerciales. Los isleños viven con hambre, el abastecimiento es escaso, los productos básicos de la canasta familiar crecen a ritmo inesperado, las tarifas de los muelles están dolarizadas y los empresarios no soportan la carga salarial derivada de sus negocios.

La pandemia ha hecho estragos en la economía insular, arrinconada desde hace cuatro meses, mas no en la salud de la población, pues este lugar ha sido privilegiado frente a la arrasadora amenaza del virus. La isla es un territorio bajo de COVID-19, en el que —hasta hace dos días— solo se registraban 29 casos y ni un solo muerto, reto que deberán sostener sus autoridades, que apenas cuentan con una decena de camas UCI para atender la eventualidad de una emergencia sanitaria.

La bella isla del Caribe colombiano, declarada por la Unesco como Reserva de Biosfera Seaflower —la más grande del planeta—, ha sido arrasada por una clase política local depredadora, inútil e incapaz y un Gobierno Central sordo y ausente. Su actual gobernador, Everth Julio Hawkins, tiene medida cautelar de suspensión por la presunta omisión de sus deberes en el manejo del sistema de salud del departamento y la Procuraduría lo investiga por presuntas irregularidades en un contrato de suministros de material sanitario para enfrentar la pandemia. Hace dos años, el entonces titular del despacho, Roland Housni, fue enviado a la cárcel al verse involucrado en diversos actos de corrupción.

La prolongada cuarentena que vive el archipiélago debería marcar una pausa para iniciar la batalla contra la politiquería y restituir la legitimidad institucional, así como para reorientar su modelo de desarrollo económico, de manera que involucre a la población, aumente la calidad de vida, promueva crecimiento y garantice la conservación del entorno natural y cultural, su materia prima para la sostenibilidad y progreso del destino. Pero, al parecer, no hay voluntad ni material humano para proyectar una nueva hoja de ruta.

Haría bien el Gobierno Nacional en dirigir mirada y esfuerzos hacia el archipiélago, un territorio orgullosamente colombiano, en el que la economía y el turismo naufragan al ritmo de la ausencia estatal, el desgobierno y la corrupción, que le niegan su futuro. La inútil presencia del viajero y bravucón fiscal Francisco Barbosa no dio luces, siquiera, sobre las irregularidades que desde hace un año rodean del proyecto hotelero Grand Sirenis, propiedad de la familia Gallardo y del señor Álvaro Rincón, esposo de la vicepresidenta de la República, Marta Lucía Ramírez.

La reapertura turística de esta isla del olvido podría estar entre las últimas en darse y, en el entre tanto, bien se pudiera incubar un desastre si la crisis de su débil economía se dispara, como un chorro de agua, de esos que durante los fuertes oleajes arroja su hoyo soplador.

Posdata. En los últimos tres años, San Andrés superó el millón de visitantes, flujo que les ha dado vuelo a sus servicios de alojamiento y de comida, que representan el 24,7%. Entre 2012 y 2019 la llegada de extranjeros no residentes al archipiélago representó en promedio el 4,3 % del total nacional.

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@Gsilvar5

Trabajo en casa: furia que progresa

15 julio 2020-

Por: Arturo Guerrero, Socio del CPB – El Colombiano –

El trabajo en casa es un acelerador a fondo hacia el quiebre de la lucidez. No solo para el empleado sino en especial para los clientes que intentan contactarse con las oficinas. El aislamiento en las viviendas derrota la eficiencia. La virtualidad deshumaniza y hace enmarañada la comunicación.

Marca usted un conmutador y una grabación le ofrece cinco posibilidades que supuestamente adivinan su necesidad. Si una de ellas acierta en su requerimiento, usted marca el numerito y de nuevo una máquina le explica exactamente aquello que no buscaba.

La última opción informa que un ser humano le responderá en breves instantes. Usted se ilusiona, por fin habrá alguien con quien dialogar. Y una de dos, o la llamada se corta abruptamente pi pi pi o la voz sintética se excusa porque los operadores andan congestionados. Y así, llamada tras llamada.

Entonces usted acude a la página web de la compañía o despacho oficial o privado. Ingresa a “Contáctenos” donde se despliega la posibilidad de escribir en el chat una pregunta, reclamo o lágrima, que será transmitida para jamás retornar con una respuesta.

De milagro figura un celular y de prodigio responde una voz perteneciente a la especie inteligente. Sí, es un funcionario que quizás lo sacará del apuro. Vana esperanza. La voz tiene de fondo llanto de niño y ladrido. A veces contesta desde la calle y señala que cuando llegue a casa devolverá la llamada y lo atenderá con gusto.

A estas alturas usted habrá echado al basurero de la historia varias horas de su tiempo. Además, en su mente habrá aumentado la presión que lleva al estallido. Como es adivinable, nadie llama. Usted repite la operación, el empleado atiende y pide requisitos, cifras, fechas, firmas, huellas -que estarán borradas de tanto lavado con jabón-. “No se preocupe, estamos para servirle”.

Al siguiente contacto, aquellas exigencias habrán cambiado “son cuestiones de la pandemia. Hemos variado las reglas”. Parece que el correo electrónico y el wasap son más efectivos. Es pura apariencia. Al otro lado de estas vías de mensajería hay un cruce permanente de cables. ¿A quién creerle?

La oficina virtual es un caos real. Desde sus viviendas los ejecutivos y auxiliares carecen de un tiempo de trabajo y otro de descanso. No hay colegas ni compañeros con los cuales tertuliar cada dos horas. La cabeza de todos, a ambos lados del hilo, es una exasperación. En vez de trabajo en casa hay furia que progresa.

Reactivar en orden

15 julio 2020 –

Por: Juan Álvaro Castellanos, Socio del CPB – El Nuevo Siglo –

La semana pasada una decisión de la inquieta alcaldesa Claudia López cerró tres estaciones de Transmilenio entre ellas, Patio-Bonito, Biblioteca El Tintal y Transversal 86. Una línea primordial para el sur.

El motivo obedeció, a que los tres puntos fueron detectados como lugares de contagio de Covid-19. Para los usuarios conocedores de la ruta, el cierre es incoherente, porque quienes utilizan ésas tres estaciones, tienen que llegar o a Banderas o al Portal de las Américas y, en consecuencia, habrá más aglomeración.

Ese es el conflicto en el servicio, que aquí, se califica como decisión -cegatona- que no mide el aumento del peligro contagioso. Tapa en un lado y crece problema en el otro.

Es que los usuarios formarán congestión para ir a sus casas, o para llegar a sus trabajos, en otros sectores de la capital.

Este testimonio, revelado por los confundidos pasajeros, afirma a esta columna, que el cambio demostró que advertir contagio, debe ser ratificado por las autoridades de la Secretaría de Salud, sin afectar a otros cientos de personas que se movilizan a diario.

Los usuarios observan que el cierre mencionado se asumió porque la movilización entre semana es más alta a la de los días feriados.  El fenómeno relatado deja en claro, que se decide, más con el criterio de los expertos en el manejo de rutas y servicios, sin tener en cuenta a los pasajeros.                

En iguales circunstancias en medio de las medidas de prevención contra el Coravid-19- los ‘vivos´ que no faltan, han inventado el sistema de llamar a apartamentos y residencias, en general, pidiendo ingreso para hacer revisiones técnicas al suministro de gas y estufas.       

Los usuarios advierten frente al no abrir sus puertas, que, bien se justificaría, si fuese una solicitud de -Vanti- empresa generadora del servicio siempre certificado por escrito de la compañía, de lo contrario hay conflictos en conjuntos residenciales en los que se considera una aparición de ‘rebuscadores´ de dinero, toda vez que reactivación económica no hay.   

No se desconoce la persistente orientación del Gobierno Nacional para una efectiva campaña de salud, siguiendo las medidas anti-contagios y que, también se establezca, qué y quienes, hacen parte de la reactivación económica en servicios u oficios.

Se trata es de fortalecer cultura ciudadana, junto con nuestros amables lectores, necesitados de debate limpio, sin caer en los rincones de corrupción incluido engaño y trampa. 

La afilada pluma de Gossain contra la corrupción

13 julio 2020 –

Por:  Juan Gossain – El Tiempo – 

Cuando mis amigos de Intermedio Editores me propusieron que recogiéramos en un libro las crónicas sobre la corrupción que he escrito en los últimos años para el periódico EL TIEMPO, estuve tentado a decir que no, porque me pareció que era un acto casi petulante y jactancioso. Es como creer que ya uno es sujeto de colección.

Pero sucedió un episodio que me hizo reflexionar y cambiar de opinión. Resulta que, como a esta edad ya uno se pasa el día entero visitando la farmacia, fui a comprar un remedio. En la puerta estaban dos señoras hablando en voz alta, que es como hablan las mujeres en las farmacias.

El tema de su charla era evidente con solo oírles unas cuantas palabras: los escándalos cotidianos que la corrupción provoca en nuestro país. Al final, como si estuviera pensando en un epílogo que redondeara lo que habían hablado, la una se quedó mirando a la otra y le dijo:

—Ay, mijita, ¿qué país le vamos a dejar a nuestros hijos?

En ese preciso instante comprendí que era conveniente dejar una constancia de estos años desgraciados a través del libro que recogiera las crónicas. Porque tengo la impresión de que aquella señora, como suelen hacer los colombianos, estaba pensando que la culpa no es de ella, sino de los otros, del resto del país, de los demás.
Su pregunta, para empezar, tenía que haberla hecho al revés: “Ay, mijita, ¿qué hijos le vamos a dejar a nuestro país?”. Porque la experiencia mundial nos enseña, en países que se han vuelto ejemplo, como Singapur, que es la gente la que tiene que cambiar. Lo que quiero decir es que los colombianos no podemos seguir pensando que solo somos espectadores de la corrupción que nos agobia, sino que tenemos que convertirnos en actores contra ella, en sus enemigos, en sus combatientes.

De manera, pues, que el verdadero sentido de este libro es desafiante. Consiste en retarnos a nosotros mismos. No podemos seguir, como hasta ahora, creyendo que la corrupción es competencia únicamente de los jueces y que solo se castiga con la cárcel.

Hoy la corrupción no respeta ya ni a pobres ni a ricos, ni a seres encumbrados o personas anónimas. Antes salía una vez al año la noticia de un desfalco bancario o en una oficina pública. Pero en los últimos años la descomposición moral del país ha adquirido un carácter social, en el peor sentido de la palabra. Es decir: antisocial.

Ahora se roban el presupuesto para la salud, el dinero destinado a la alimentación de los niños más pobres, los menguados centavos para comprar el medicamento de los enfermos de cáncer, el contrato para adquirir bastones para los inválidos. La corrupción ya no es un caso aislado. Se ha vuelto una forma de vida.

Entre otras cosas porque, desgraciadamente, la realidad es perversa y cruel: la justicia también se corrompió y hoy en día están presos hasta los magistrados de supremos tribunales, junto con empresarios encumbrados y funcionarios de campanilla. Pero no son tantos como debieran serlo. A muchísimos otros les dan la casa por cárcel cuando, más bien, tal como escribí alguna vez y lo sugiere el título de este libro, tendrían es que darles la cárcel por casa perpetua.

A propósito: los ciudadanos de Colombia tienen que entender, aunque ya sea un poco tarde, que la corrupción no solo se castiga en las cárceles sino también en las urnas. El que elige a un corrupto, sabiendo que lo es, resulta tan culpable como él.

Mire usted: el alcalde que desfalcó a Bogotá está preso, pero los domingos suele almorzar en los clubes sociales más refinados de esa ciudad. Del mismo modo, su cobrador de comisiones aparece en las fotos de los periódicos mientras baila feliz en las cumbiambas del Carnaval de Barranquilla.

En este lodazal de inmundicias, ya uno no sabe qué es peor: si la inmoralidad, la impunidad o la indiferencia de la propia víctima, que es la sociedad entera. En medio de tanta pestilencia, ya uno no tiene tiempo ni de taparse la nariz.

De todas las infamias humanas que se cometen a diario en Colombia, la corrupción es la única que destruye de manera simultánea la riqueza física y la riqueza moral del país. Porque la corrupción acaba, al mismo tiempo, con el progreso y el alma, arrasa por igual con la pureza de la gente y con el desarrollo, con la decencia humana y con el presupuesto para el hospital, con la moral del empleado público pero también del empresario privado, con la conciencia del joven y del viejo, del hombre y de la mujer.

Los antiguos griegos, que tenían un concepto tan elevado de la moral, afirmaban sus principios con estas palabras: el que cree que por obtener dinero se puede hacer cualquier cosa, acabará haciendo cualquier cosa para obtener dinero. La Colombia de hoy, nuestra Colombia, es un ejemplo de ello, desgarrador y doloroso.

Cicerón, el gran pensador romano, exclamó un día ante el Senado que el crimen más abominable consiste en servirse de un cargo público para el enriquecimiento personal. Lo que quiero decir es que la corrupción es una plaga más destructiva que el coronavirus, porque la corrupción destroza lo visible y lo invisible, lo tangible y lo intocable, lo físico y lo espiritual.
De manera, pues, que, para volver a lo que dije al principio, mi único propósito al autorizar la edición de este libro, y el de los editores al publicarlo, es que quede como una constancia histórica de lo que ha sido para Colombia esta época penosa. Que sea un testimonio, aunque nos duela.