Clubes de odio y fanatismo

BLANCO Y NEGRO
Oleadas de violencia resurgen en los Estados Unidos, especialmente tras la elección del presidente Trump, a quien los denominados supremacistas blancos consideran su nuevo aliado, con una ¨resurgiente alt right¨ (nueva derecha norteamericana).

El desmonte de la estatua del general Robert E. Lee, de una plaza en el Estado de Virginia, enfureció a sus partidarios, quienes tras más de cien años siguen considerándolo como el emblema de la opresión, la esclavitud y el racismo.

El tenebroso Ku Klux Klan, los supremacistas blancos (quienes se creen únicos dueños de una nación de inmigrantes, provenientes especialmente de Irlanda) los neonazis y otras fuerzas de la extrema derecha alternativa, han protestado con violentas manifestaciones que dejan un muerto, y muchos heridos.

Supremacistas y nueva derecha alternativa, quieren restablecer el odio, el rencor, el fanatismo y el racismo contra toda descendencia no blanca, proceda de dónde sea.

Nadie esperaba que la estatua del general Lee fuera retirada. Una mujer negra, que observaba el hecho junto con centenares de personas que imprimían las imágenes en sus celulares, dijo llena de emoción: ¨nunca creí ver este día, pero vean. Está sucediendo¨. Los supremacistas y sus aliados rabiaron y a gredieron violentamente a los asistentes.

Se consideró que el presidente Trump, haría un pronunciamiento propio de un mandatario equilibrado, pero ocurrió todo lo contrario. Se dejó llevar de la lengua y del Twitter -como suele ocurrir con personajes ilusos- y repartió las culpas, pero salvando como gente buena a los violentos. A la pregunta de una periodista que sobre los hechos le pregunto si era una provocación de los ¨alt right¨, se apresuró a endilgar los disturbios a una ¨alt-left¨, izquierda alternativa. Esa actitud mortificó a muchos, de sus críticos, que ven con indignación pronunciamientos del Jefe de Estrategia de la casa Blanca, porque lo defendió: ¨es mi amigo, un buen hombre no racista¨.

El mundo empresarial, consideró tibia la reacción de Trump, a tal punto que los representantes de las importantes compañías Merck, Under Armour e Intel, abandonaron el Consejo Asesor del gobierno. Lo piensa hacer también la presidenta de Pepsi, Indra Nooyi y otros grandes empresarios estadunidenses.

La cosa cada vez sube el tono que utilizan los supremacistas, Ku Klux Klan y neonazis para golpear a la población y a la prensa. El jefe de KKK, Chris Barker, amenazó a nuestra colega, la periodista colombiana de Univisión a quien, con una mirada llena de odio y rencor, le dijo: ¨no te voy a echar el país, sino que te voy a quemar viva¨. Este hombre está en libertad provisional, por su alta peligrosidad.

Estados Unidos soporta el crecimiento de los Clubes del odio, el fanatismo y el rencor, contra los negros, los judíos, los nuevos inmigrantes, por acción de quienes hoy se consideran dueños del universo, creyendo que así Estados Unidos volverán a ser grandes.

BLANCO: Con palmas de oro abandona Ecopetrol Juan Carlos Echeverry.

NEGRO: La caída libre de la justicia.

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Tomada: El Nuevo Siglo.

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