Las bolsas, salvan vida de los bebes prematuros. Foto: Archivo Pixabay
El profesor Luis Carlos Méndez Córdoba, miembro de Escuela de Perinatología y Neonatología de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), menciona que cuando un bebé nace –sobre todo los prematuros– el rango del agua corporal puede ser de seis a nueve de sus diez partes corporales, de tal manera que la humedad es un factor clave. segun Agencia de Noticias UNAL
La idea surgió en 2008, cuando el docente Méndez atendió a un recién nacido durante la Adaptación Neonatal Inmediata (ANI), y la única variable clínica que no se pudo controlar fue la hipotermia del paciente.
A parte del bajo peso con que nacen los bebes prematuros por debajo de los 600 a 700 gramos, sus órganos no se han formado y es necesario garantizar la supervivencia, adicional del factor principal que ha ocasionado la muerte de muchos bebes como la hipotermia, por ello se ha trabajado en conseguir la forma de que permanezca el calor del recién nacido; Si bien hace años este problema se ha tratado resolver con cubiertas de plástico, sus condiciones de aislamiento no resultaban óptimas y de allí surgió la idea de buscar en el quehacer integral para lograrlo.
En Reino Unido también optaron por utilizar bolsas de plástico transparentes, un importante caso ocurrido fue el punto para seguir con este proyecto, que después de varios estudios implementados por Estados Unidos desde 1971, empezaron a utilizar las bolsas guarda bocadillos las mismas que utilizaban para conservar el calor de los almuerzos. Según Daily Mail
La bolsa plástica, que es igual a la que se emplea para guardar documentos o alimentos cuyo costo oscila entre 500 y 1.500 pesos, se ha modificado y en Colombia se quiere seguir implementando este método para que sea mayor la conservación y protección de los recién nacidos: en uno de los extremos tiene un cierre reversible y hermético, y en el otro una abertura para introducir la cabeza del recién nacido.
Ahora el Profesor está generando nuevas formas de bolsa en el que se pueda envolver al recién nacido y así poder surgir con esta idea que es de bajo costo y que ayudara a salvar más vidas.
“En alguna ocasión me encontraba observando el programa Cazadores de mitos, y se me ocurrió que una forma muy sencilla de hacerle la abertura para lograr que fuera centrada y semicircular, y era doblar la bolsa desde un ángulo centrado, y continuar haciendo una serie de quiebres para luego cortar el extremo logrado”, explica el profesor Méndez, además de subrayar que el cierre reversible de la bolsa deberá permitir el paso holgado del cordón umbilical.
Introducir al bebé en la bolsa requiere práctica, y la visibilidad del paciente dentro de ella se puede disminuir por la humedad contenida (sangre u orina); bastará entonces con retirar la bolsa rasgando cada uno de sus dos costados adheridos por calor y sustituirla por otra.
El estudio fue adelantado en el antiguo Instituto Materno Infantil, actual Hospital La Victoria – Sede II o Materno Infantil, y el Hospital de Engativá.