Otra lamentable muerte enluta al CPB y es la del socio JAIME GONZÁLEZ PARRA, ocurrida ayer 30 de noviembre.
A González Parra se le consideraba en el campo humanístico como un valor esencial y fue legendaria su frase «DIME CÓMO HABLAS Y TE DIRÉ QUÉ CULTURA TIENES». Así mismo fue considerado durante décadas la conciencia gramática del diario EL TIEMPO, por su celo en la estricta construcción de los textos editoriales de este diario.
El CPB manifiesta su sentimiento de solidaridad a su familia, amigos y allegados y los acompaña en estos difíciles momentos.
El Círculo de Periodistas de Bogotá siente profundamente la muerte de quien fuera uno de los más activos de nuestros socios, el periodista y poeta Rogelio Echavarría Múnera, ocurrida este 29 de noviembre, en Bogotá.
Rogelio Echavarría fue uno de los 75 fundadores del Círculo de Periodistas de Bogotá, el 11 de febrero de 1945.
Como un homenaje a este activo y presente transeúnte por la poesía, las letras y el periodismo publicamos ésta semblanza del escritor Alonso Aristizábal, hecha hace tres años, en los 88 años del maestro, nacido en Santa Rosa de Osos, Antioquia en 192. También, la ccarátula del libro El transeúnte paso a paso, con dibujo de Fernando Botero, y una foto con el cronista Felipe González Toledo, su socio en el Magazín Sucesos.
Desde hace varios años, el poeta Rogelio Echavarría ha ido aprendiendo el camino del olvido, mientras repite uno de sus versos, “y si olvidar es nunca haber sabido”.
Por eso va por la calle con una manilla en la que lleva su nombre y el teléfono de la casa. Sin embargo, lejos de parecer una representación trágica, asume su vida con el humor de siempre y dice que no se acordó de tomar la pastilla para la memoria, aunque tiene presente que vamos a ese sitio de nuestros encuentros (el café Oma) y por el que afirma que somos ‘omasexuales’.
El pasado 27 de marzo, el autor de El Transeúnte, uno de los libros de poesía con más ediciones dentro de la literatura colombiana, cumplió 88 años de vida y 75 de haber iniciado la publicación de su única y pausada obra.
Cuando le celebramos los 70 en la Universidad de Antioquia, aclaró que a los poetas no les festejan los años sino los centenarios y que él no aspira a llegar siquiera allá. Entonces, él recordaba que el primer impulsador de su creación poética fue Jorge Gaitán Durán, quien, en La antología de la nueva poesía colombiana (1949), dijo que su poesía está llena a la vez de ingenua frescura y de profundidad humana.
Mueve su lírica por zonas de claridad, pero implicadas de hondos sentimientos de desolación y soledad. Esta extraña mezcla de sombra y de luz, de fantasía y de realidad, de amargura y de simple gozo, integra una poética realmente original.
Mario Rivero, en una dedicatoria de sus Poemas Urbanos (1966), le escribió: “A Rogelio quien con su poesía cotidiana y auténtica, es el precursor de estos poemas”.
Algo similar afirmó Darío Jaramillo cuando dijo, en 1983, que este poeta fue el primero que abrió los ojos a la poesía de lo cotidiano y de la ciudad. Y Fernando Charry Lara sentenció: “En El Transeúnte se reconoce una de las manifestaciones mejor logradas en la poesía contemporánea de Colombia por dibujar, con rara intensidad, una imagen de nuestra vida y de nuestro tiempo”.
No obstante, este cumpleaños es un gran motivo para descubrirles a muchos colombianos una de las personalidades más significativas y sencillas, lejos de cualquier vana pretensión, detrás de la cual se esconde una historia admirable y ejemplar, que resume más de medio siglo de poesía. Él ha querido ser ante todo poeta y periodista, oficios que son sus grandes pasiones.
Amor y poesía
Empecemos con una referencia autobiográfica en una de las ediciones de El Transeúnte, en la Universidad de Antioquia. En esta se define el destino de su poesía: “Vio la luz el 27 de marzo de 1926 y esa misma noche vio la sombra. A muy temprana edad sufrió la orfandad a causa de la dispersión de su hogar. Sus padres se separaron y con ello tuvo la certeza de que en adelante debía abrirse paso en la vida a partir de cero. A los diez años dibujaba retratos y catedrales. Imprimía en la escuela un periodiquito a mano y con papel carbón. Y después, cuando ganó un premonitorio premio escolar, lo hizo con caracteres de caucho, y asumió otra de sus grandes pasiones, la armada y la corrección de pruebas.
Fue cuando profundizó en su lectura de Porfirio Barba Jacob, su primera gran influencia. A partir de entonces, los periódicos constituyeron su hogar, su escuela, su universidad, su trabajo y su descanso. El amor fue una de sus primeras fuentes de inspiración. En este momento se acercó al entrañable Neruda de Los veinte poemas de amor.
En el periodismo
A los dieciséis años lo llevó a trabajar en el diario El Pueblo, de Medellín, el que había sido director de su Liceo de la Universidad de Antioquia, el gran educador Julio César García.
Conoció a los autores antioqueños que más le interesaban: Mejía Vallejo, Castro Saavedra, Óscar Hernández y otros que menciona como grandes amigos. Tras otros horizontes y con el consejo de Fernando Gómez Martínez, el director de El Colombiano, decidió luego venirse a Bogotá, y su primer trabajo fue El Siglo.
Trabó amistad con los poetas nuevos del grupo Cántico: Andrés Holguín, Daniel Arango, José Constante Bolaño, Fernando Charry y Guillermo Payán, algunos de los cuales fueron los grandes amigos de sus mejores años.
También conoció a Rafael Maya, quien lo indujo con su estímulo y comentarios por los senderos de la lírica. Un año después sintió que su pensamiento era otro, sobre todo porque sus artículos eran considerados muy revolucionarios. A menudo recordaba que Laureano Gómez le criticó en este sentido sus notas sobre Neruda, y este momento ya sabía que su pensamiento era liberal
El Círculo de Periodistas de Bogotá – CPB – repudia las amenazas de muerte que en los últimos días se han hecho a las periodistas Jinetth Bedoya y Salud Hernández, así como a la Representante a la Cámara Ángela Robledo y a las líderes sociales Imelda Díaz y Luz María Díaz.
Las amenazas, según comunicado de la Defensoría del Pueblo, fueron hechas mediante un panfleto por la banda criminal de las Águilas Negras, Bloque Capital. Por tal razón, el CPB le solicita a la Fiscalía y a las entidades nacionales y locales que enfrentan el crimen organizado que investiguen a fondo esta autoría, pues se creía que esta banda había sido ya sometida por las autoridades competentes. Lo cual agrava aún más las amenazas contra las periodistas y líderes porque se trataría del renacer en Bogotá de este grupo facineroso.
De nuevo el CPB rechaza de manera rotunda estas amenazas que trascienden más allá de la violencia de género, para pasar a los terrenos del odio ideológico y también de nuevo insta a la Fiscalía a que sus investigaciones no se queden en la captura de los autores materiales de las amenazas sino que llegue a la identificación de los autores intelectuales.
Los cibercriminales han comprendido la importancia de las «noticias falsas» y las han convertido en un modelo de negocio rentable. Foto: Pixaboy
Los cibercriminales han comprendido la importancia de las «noticias falsas» y las han convertido en un modelo de negocio rentable, que ofrece servicios con precios incluso menores a los 10 dólares, dijeron este jueves investigadores de seguridad.
La firma de seguridad en línea Digital Shadows divulgó un informe que destaca servicios dedicados a crear páginas web de medios falsos, notas informativas ficticias y «bots» o cuentas automáticas en redes sociales para promover o denigrar productos comerciales y servicios.
Uno de los métodos usados es crear páginas web falsas diseñadas para parecerse a las de medios de comunicación legítimos. Los investigadores descubrieron unos 2.800 de estos sitios.
Esto se puede lograr al cambiar una sola letra en la dirección web de un medio para crear un «clon» falso de una organización periodística real.
Algunos criminales usan los mismos métodos empleados por propagandistas rusos, como modificar documentos legítimos y filtrarlos en medio de campañas de desinformación, dice el reporte.
«Como cualquier buena historia noticiosa, el contenido es compartido, aprobado, reenviado y distribuido por muchas plataformas y canales», explica.
«Mientras más se pueda divulgar una pieza de desinformación, más oportunidad de que se fije en la mente del público y que logre su objetivo, ya sea desacreditar a un oponente, sembrar discordia o generar beneficios», añade el informe.
Mientras el uso de estas herramientas en campañas políticas está generando gran preocupación, los mismos métodos están siendo usados para obtener ganancias, según los investigadores.
«La mera disponibilidad de estas herramientas significa que las barreras para acceder a ellas son más bajas que nunca«, dijo Rick Holland, vicepresidente de estrategia de Digital Shadows.
«Esto significa que esto va más allá de la geopolítica, tocando intereses financieros que afectan negocios y consumidores», aseguró.
Según Holland hay «kits de herramientas» disponibles para pruebas por tan poco como 7 dólares para controlar las actividades de «bots» en redes sociales.
Las tiendas en línea también se han convertido en objetivos, con un servicio que ofrece rankings en Amazon, reseñas, votos y venta de promociones a precios desde 5 dólares por una reseña no verificada hasta 500 dólares por un contrato mensual.
Algunos servicios son ofrecidos en la web profunda, donde los usuarios son difíciles de rastrear según Holland, pero otros son vendidos abiertamente como estrategias de mercadeo.
Holland advirtió que la desinformación es un fenómeno antiguo, pero«lo que ha cambiado en el mundo digital es la velocidad en que tales técnicas se difunden«.
Dentro de la espesa gama de candidatos y precandidatos a la Presidencia de la República el único que parece montarse en el bus del turismo es el ungido aspirante liberal, Humberto de la Calle Lombana. Hace unos días, en entrevista por televisión, perfiló la importancia del sector, resaltó su crecimiento y destacó las especiales características que tiene el país para competir dentro del ámbito mundial en turismo de naturaleza, sin menoscabo de las políticas de preservación y protección de este valioso recurso.
Tradicionalmente el tema turístico no figura en la agenda de las campañas presidenciales y como consecuencia poco se focaliza en el centro de gravedad de los programas estratégicos del Estado. Solo hasta ahora, en estos últimos años, empieza a recibir señales de alerta, gracias a la coyuntura generada por el acuerdo de paz con las Farc, que lideró el mismo De la Calle, y trajo un clima de sosiego al país, que permitió un incremento en el turismo interno y externo.
Durante el quinquenio de negociaciones en La Habana, y al ritmo en que bajaba la intensidad del combate, el número de turistas en Colombia se incrementó en un 60 por ciento, impulsado por las buenas noticias, que dieron paso a que el país incursionara en el sonajero de las revistas internacionales como alternativa de viajes. El salto dado, por ahora, ha sido cuantitativo. De menos de dos millones de turistas provenientes del exterior, registrados en la década pasada, se subió a un techo de cinco millones de visitas.
Volviendo al candidato, su incursión en los terrenos turísticos no resulta nueva. Siendo ministro de Gobierno, en 1993, cuando volcaba su atención en la reglamentación legal de la Constitución del 91, de la que también fue artífice, se dirigió a la Asamblea General de Anato, celebrada en la isla de San Andrés. Allí, ante una concurrencia de empresarios, empobrecida y desalentada por el terrorismo del narcotráfico, filtró las primeras puntadas de sus tesis sobre la relación entre la paz y la industria de los viajes.
A través de un documento oficial, De la Calle identificaba la violencia multiforme que carcomía las entrañas del país como el cáncer de la industria. Opinaba que el Gobierno debía enfrentarla y derrotarla. Y mientras al narcotráfico le exigía el sometimiento, a la guerrilla —que nadaba en río revuelto— le planteaba la opción de un diálogo ceñido al orden jurídico y constitucional, objetivo que cristalizó 23 años después, un 24 de noviembre, tras largo forcejeo con las Farc.
Para el ministro los problemas de seguridad, sumados a la estrechez de oferta y a las complejas restricciones de infraestructura turística, eran limitantes que impedían hacer del turismo una industria líder en el desarrollo de la economía. El ahora candidato tiene claros los progresos y las dificultades y sabe que implementar una política turística planificada y con visión estratégica es una necesidad. El posconflicto deberá llevar presencia oficial hacia la Colombia olvidada e impulsar la actividad mediante el incentivo a la inversión y la articulación de todas las instancias intervinientes del Gobierno.
El turismo es un actor determinante para el crecimiento económico y la construcción de la paz. Hoy ocupa el segundo lugar como productor de divisas, después del petróleo, y oscila en la escala del 6 por ciento entre los componentes del PIB.
Los recursos de la guerra deberían revertirse en el desarrollo de las zonas escenario de violencia, en infraestructuras física, vial y de servicios; productos turísticos, capacitación de comunidades locales y oportunidades de trabajo. El ecoturismo sería aliado en beneficios socioeconómicos y —como valor agregado de la oferta turística— cabecera de puente para posicionar al país como referente en la industria. Su contribución al desarrollo rural propiciaría entornos sociales de confianza y solidaridad, sanaría heridas y mitigaría los profundos daños que las Farc provocaron en comunidades y medio ambiente.
Ojalá los demás aspirantes saquen también sus cartas. El candidato liberal es el primero en el partidor, convencido de la importancia de poner para el disfrute de colombianos y extranjeros el potencial de naturaleza, perdido durante 53 años. Llevar el turismo de la calle de nuestros tradicionales polos turísticos a los caminos de las regiones marginadas será una gran noticia, así estos —agujereados por el olvido estatal— se encuentren aún sin pavimentar.
“Quienes estamos trabajando en el tema del Sida recibimos hoy personas muy jóvenes de 15 a 17 años que han contraído la enfermedad, adultos mayores que la tienen y piensan que no hay nada que perder y señoras entre los 35 y 40 años recién divorciadas, que no han vivido y se abren a cualquier relación casual”, señaló el Dr. Otto Sussmann Peña, miembro de la Asociación Colombiana de Infectologia, ACIN.
Sussmann manifestó su preocupación porque se ha bajado la guardia a las campañas educativas en Colombia y esto no debe pasar, especialmente en las EPS. “Los pacientes siguen llegando muy tarde a los consultorios y la epidemia continúa, lo que significa que esta enfermedad no se ha controlado”, señaló el especialista.
“Todos cuentan, terminemos con el Sida”, es el lema este año propuesto por la Organización Mundial de la Salud, cuando nuevamente se celebra esta fecha en el mundo, la epidemia continúa y las cifras son reales. Más de 36 millones de personas han contraído esta enfermedad, 1.800.000 se contagiaron en el 2016, un total de 76.1 millones de personas contrajeron la infección por el VIH, desde que comenzó la epidemia, en junio de 2017, un millón de personas fallecieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida en el 2016 y 20.9 millones tienen acceso hoy a los tratamientos. En Colombia hay 122.000 infectados, localizados especialmente en las ciudades.
La prevención combinada del VIH, detección temprana y acceso a tratamiento antirretroviral, son fundamentales para lograr detener la transmisión del virus en los próximos años, señaló el Dr. Otto Sussmann, quien dijo además que hoy los pacientes cuentan con medicamentos más efectivos, menos tóxicos, fáciles de tomar una vez al día y se encuentran en una sola tableta con varios compuestos.
“La cantidad de personas que viven con el VIH y que tienen acceso a antirretrovirales asequibles, han aumentado de unos miles a casi 10 millones en el mundo. Un avance importante fue cuando las farmacéuticas de la India ofrecieron el triple cóctel ARV a Medecins Sans Frontieres (MSF) por un dólar al día por cada paciente. Los medicamentos ya se encuentran en Colombia, son menos costosos y fáciles de ingerir”, señaló el Gerente de Cipla, Anant Atal.
Pacientes: Una Sexualidad responsable
Uno de los temas que más preocupa a los enfermos de sida es la sexualidad. De hecho, aún existe un estigma en relación al VIH, pero con las precauciones adecuadas, las personas con VIH aún pueden tener sexo de manera segura, según señalan los expertos.
El infectólogo Otto Sussmann señala como el paciente de sida al principio no podía tener relaciones sexuales. Pero a través de los años, se puede mantener la sexualidad responsable. Sin embargo, el sexo oral constituye un gran riesgo en este tipo de relaciones.
Hoy los pacientes con VIH también pueden reducir el riesgo de transmitir virus al hablar con su compañero sexual sobre la situación y de esta manera entre ambos deciden como protegerse mejor.
Finalmente, el infectólogo Sussmann solicita a las autoridades sanitarias y en especial al Ministerio de Salud y a las EPSs, que no se baje la guardia frente al peligro que representa esta enfermedad
Ya no me avergüenza contarlo. Siendo periodista de profesión, trabajé durante tres años en una agencia de publicidad. Mi esposa acababa de dar a luz a nuestros dos hijos, y el sueldo que ganaba en una estación de radio ya no era suficiente. “Se pasó al lado oscuro”, me decían mis colegas en tono de burla. Pero hoy, cuando tengo la fortuna de haber vuelto de tiempo completo al periodismo, miro hacia atrás y veo que fue una experiencia enriquecedora.
García Márquez también trabajó durante una época en publicidad. Él mismo cuenta cómo hacia el año de 1965, justo antes de empezar a escribir Cien Años de Soledad y ya con dos hijos en casa, aceptó en México trabajar para dos agencias: J. Walter Thompson y posteriormente en Stanton.
Mi experiencia fue en Leo Burnett, una agencia bastante particular, pues fue fundada durante la Gran Depresión en Chicago, una ciudad alejada del epicentro de la industria publicitaria, que para esa época giraba alrededor de Madison Avenue, en pleno corazón de Manhattan.
Sobre el final de mis tres años en la agencia aprendí que también se puede hacer buen periodismo desde la publicidad. Antes lo llamaban periodismo de marca o publicidad nativa. Hoy lo llaman contenido editorial. Y no son las agencias las que están aprovechando este negocio, sino los medios tradicionales que han montado redacciones especializadas en crear contenidos para grandes marcas. Me refiero a proyectos como T Brand Studio de The New York Times, Custom Studios del Wall Street Journal, The Foundry de Time, y WP Brand Studio del Washington Post.
Aprendí que la publicidad también tiene sus códigos éticos, y para el caso de Leo Burnett, fueron muy bien resumidos por su fundador en el célebre discurso ‘Cuándo quitar mi nombre de la puerta’. Ahí, le pide a sus empleados que jamás permitan que el afán por el dinero sea más importante que la búsqueda de ideas originales que les permitan alcanzar las estrellas.
Fue también Leo Burnett la agencia que propuso una escala para medir la creatividad de las ideas. La llaman HumanKind, pues creen que la calidad de una campaña no depende tanto de cuánto haya logrado aumentar las ventas de una compañía, sino en cuál fue su impacto en el comportamiento de las personas.
La escala está dividida en 10 niveles, donde el número uno corresponde a ideas realmente malas que daría verguenza implementar. Así, la escala va categorizando las ideas de acuerdo a su impacto en la vida de la gente, siendo ocho una calificación clave, pues corresponde a una idea que cambia la forma en que las personas piensan y sienten. El 10 solo se le concede a ideas que cambiaron el mundo.
Entre mis campañas favoritas que hayan logrado una calificación superior a siete en la escala está #LikeAGirl, desarrollada para P&G, pues logró cambiar la connotación negativa que solemos darle a la expresión “hazlo como una niña”.
Siempre me ha parecido que al periodismo le hace falta una escala similar, que nos permita medir qué tan bueno es un reportaje. En los premios de periodismo las decisiones se suelen tomar con un “me gustó” o “no me gustó” del jurado. Pero entre esos dos extremos hay un rango más amplio de calificaciones que nos permitirían decidir mejor y darle más información también a los autores de los trabajos.
Es cierto que hay aproximaciones al tema. Por ejemplo Media Doctor, un portal australiano que se dedicaba a clasificar las publicaciones de periodismo de salud, desarrolló 10 criterios para medir la independencia, veracidad y calidad de un reportaje sobre temas médicos. Pero eran criterios independientes, no un barómetro.
Es por esto que me atrevo a proponer a continuación la siguiente adaptación de la escala de Leo Burnett, aplicada al periodismo:
Destructivo:el medio que publique este artículo debería avergonzarse de haberlo hecho.
Carente de investigación:el periodista que escribió este reportaje no indagó lo suficiente, no contrastó fuentes. Sin investigación, no hay periodismo. Quien lea este artículo sentirá que perdió el tiempo al hacerlo.
Invisible:el artículo no es interesante, está lleno de clichés, y no produce una conexión con los intereses y emociones del lector.
Sin enfoque:el artículo carece de un enfoque correcto. No está alineado con el carácter del medio de comunicación que lo publicó, sirve más bien a intereses particulares, y tampoco logra ayudar a entender en su totalidad el tema abordado.
Enfoque adecuado:el artículo logra transmitirle al lector información valiosa, empleando un lenguaje adecuado y entendible.
Inteligentemente escrito:el periodista logra elaborar un reportaje que atrapa la atención del lector y lo recompensa con una historia brillantemente narrada.
Inspirador:es un reportaje que logra transmitirle al lector la verdad sobre el tema abordado y lo motiva a involucrarse en él, ya sea compartiéndolo, indagando más profundamente sobre el tema descrito u opinado sobre él.
Cambia la forma de pensar del lector:gracias a la investigación realizada, el periodista logra que su artículo contenga una verdad reveladora respaldada con sólidos argumentos y datos, que cambia la forma en que el lector pensaba sobre un tema al que le faltaba luz.
Cambia las vidas de las personas:el reportaje logró ser el primer paso para un movimiento social que obligó a los lectores a dejar de ser observadores pasivos de la realidad, para convertirse en ciudadanos activos que exigen una transformación social.
Cambia el mundo:se podría decir que hay un antes y un después de la publicación de este reportaje. Su publicación marcó un cambio social tan importante, que será recordado por siglos como una pieza clave de la historia.
Tras elaborar esta lista me puse a pensar ¿qué trabajos lograrían una calificación superior a 8?… Se me ocurre que el Watergate sería sin duda un 10. Los Panama Papers, investigación protagonista de la última versión del Festival Gabo, un 9. La investigación del Boston Globe que dio lugar a la película Spotlight tal vez tendría un 8.
¿Ustedes?… Sería interesante si aquí abajo en el campo de comentarios nos comparten a qué trabajos periodísticos les darían una calificación mayor a 8.
Lava Jato, es el esquema de pago de sobornos que por varios años formaron empresas brasileñas y de otros 12 países, recurriendo a la corrupción, utilización de empresas offshore, cuentas en paraísos fiscales y métodos de corrupción sofisticados con contratos de obras públicas.
Lo que conllevo a una investigación realizada por periodistas e investigaciones de las autoridades, en el que utilizaron diferentes opciones para reducir condena para obtener testimonios e indagar con los implicados. Antes de ello ya había periodistas de diferentes partes de América Latina trabajando e indagando por su cuenta y revelando con fuentes propias casos de corrupción relacionados con Lava Jato.
En las últimas entregas los periodistas narraron como habían encontrado diferentes pruebas y testimonios con fuentes propias y herramientas que les permitieron explicar a los lectores un tema como este.
Herramientas que utilizaron los periodistas para obtener una mejor información:
Para un lector común no es tan fácil comprender en un primer intento un entramado tan complejo como el del caso Lava Jato. Los periodistas están conscientes de ello, por ello se han dado a la tarea de pensar en diferentes formas de presentar la información para que su mensaje llegue a la audiencia de la manera más entendible.
La mayoría de los trabajos periodísticos realizados en América Latina sobre el caso son reportajes long-form. Sin embargo, casi todos ellos recurren a narrativas y herramientas alternativas para facilitar la digestión de la información algunas de estas fueron:
El texto acompañado de infografías “creo que son clave, sobre todo cuando existen telarañas de sociedades o de personas que haya que identificar y permitan dirigir mejor la información». Dijo Alberto Arellano, de CIPER.
El video y otros recursos audiovisuales también son de gran ayuda para los medios que buscan explicar el caso Lava Jato, sobre todo en redes sociales. En Twitter y Facebook, donde la audiencia no suele pasar largo tiempo consumiendo una misma información, el uso de videos y gifs animados resulta óptimo para enganchar a la gente y llevarla a leer las investigaciones. Sobre todo de la audiencia más joven, sobre estos contenidos que deberían ser de interés público porque abordan un problema grave en nuestro país que es la corrupción.
Otros medios han ido más allá. Para un consumo más fluido de la información, algunas publicaciones han desarrollado plataformas digitales que concentran múltiples herramientas, como reportajes de texto, videos, infografías, mapas interactivos y documentos, entre otros.
El reportaje incluye la aplicación «VíaSobrecosto», una herramienta con versión para computadora y para móviles, que cuenta con un buscador por país, un mapa, una ficha por cada obra investigada y rankings sobre los hallazgos obtenidos.
«VíaSobrecosto» cuenta con datos oficiales de las instituciones públicas y la constructora Odebrecht, según se lee en la introducción del sitio. En la aplicación se puede observar la ruta que siguió el dinero de las obras adjudicadas por el conglomerado en los países donde supuestamente pagó sobornos en los últimos 15 años.
La idea de los medios de comunicación y los periodistas, es ver cómo pueden informar de forma más atractiva, fácil de verse y mucho más accesible para la sociedad y el mundo.
Señor presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, Premio Nobel de Paz:
¿Cuántos desearían matarme y luego echarme a la Ciénaga de la Virgen de Cartagena, como en la apología homicida del pastor Miguel Arrázola en una de sus prédicas contra este periodista que le descubrió su roscograma? No lo sé, pero de lo que sí estoy seguro es que algunos tiranos creen tener el poder de desafiar la decencia y también se creen dueños hasta de la vida de aquel que ose inmiscuirse en sus intereses non sanctos.
Ahora resulta que el periodista es el perseguidor (el victimario) y algún protagonista de mis historias de corrupción se considera la víctima. Tan es así que Arrázola me denuncia ante la fiscalía y hay otro que me amenaza con hacerlo. Estamos en una subcultura traqueta en la que, si no cedes ante el poder del dinero, debes hacerlo ante la coacción, y si la coacción no funciona, te espera la Ciénaga de la Virgen. Esa subcultura violenta prevalece porque a sus protagonistas les falta amor. Son carentes de afecto y sus mentes están atribuladas por amor al dinero, fuente de todos los males.
Así como Arrázola le pasaron pensamientos homicidas por lo del roscograma, ¿otros qué estarán pensando de mi?
Una de las cosas que he aprendido en mi vida es a vencer el miedo. Incluso lo he vencido en el momento en que he estado a punto de morir por causa de mi trabajo como periodista. A las 6:15 de la noche del 9 de noviembre de 2017, recibí una llamada intimidante. Pero no me intimidó, por el contrario, me dio más valor. ¿Por qué? Isaías 41:10 (agradezco al amigo que me dio esta palabra) dice:
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia“.
Yo recibo dinero de mi trabajo como empresario (soy networker profesional) y financio mi actividad de periodista libre. Pero el dinero que recibo lo invierto para explorar la verdad en la búsqueda de la libertad. Y si alguien —que debe ser una persona decente— me dona un dinero para mi tarea, lo recibiría sin ninguna condición.
Lo que quiero decir, señor presidente, es que —como periodista profesional— no me he puesto a sueldo de nadie, ni siquiera de los medios de comunicación donde trabajé antes de graduarme (1987) en la facultad de Comunicación Social Periodismo de la Universidad Autónoma del Caribe de Barranquilla, ciudad en la que ejercí dignamente mi profesión. Y cuando me quisieron poner un bozal, renuncié. Entendí que los periodistas para ser libres, ¡deben ser independientes económicamente!
Y si los violentos de la corrupción estuvieron a punto de matarme en cuatro oportunidades, y me desplacé forzosamente en dos ocasiones, tal experiencia me ha servido para fortalecer mi dignidad sin perjudicar la dignidad de mis semejantes. Por esta razón soy muy cuidadoso en no herir el honor y el buen nombre de los protagonistas de mis historias. Y si uso giros idiomáticos, lo hago para darle lustre popular a mis escritos y no para herir sentimientos ajenos.
Señor presidente Santos, si la Constitución Nacional (art. 20) dice que en Colombia“no habrá censura de prensa”, ¿por qué razón al periodista se le quiere coaccionar su derecho a ejercer libremente la profesión? Son 153 periodistas asesinados (1977—2016) —en su mayoría— por la corrupción política, el narcotráfico y el paramilitarismo (FLIP, 2016), entre los cuales se encuentran dos periodistas familiares míos: Guzmán Quintero Torres y Rafael Prins Velásquez. Por la muerte de Rafael Prins, está condenado a 35 años de prisión Jorge Luis Alfonso López, exalcalde de Magangué.
Si es muy difícil ejercer la profesión desde Bogotá, ¿cómo cree que es ejercerla desde la provincia donde los financistas electorales se creen los dueños de los entes territoriales?
Señor presidente Santos, ¿puede usted garantizarme el derecho a la vida, al trabajo, a la libertad de expresión y a la libertad de prensa? Espero su accionar no solo como presidente sino como Premio Nobel de Paz.
“Se ha echado tierra -no es una crítica- a los gritos de paz sin impunidad”
Con sabiduría y equilibrio envidiables, la Corte le imprimió el aval que el país esperaba para la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Silenciaron las críticas, frenaron esguinces, críticas y vociferaciones. Callaron todos, tirios y troyanos. El camino está despejado para que amigos y enemigos de la paz, especialmente estos últimos, lograran para sí beneficios de una legislación que refrenda los acuerdos de paz de La Habana y la terminación de la guerra en Colombia.
La “cucharada” sirvió de medicamento de sanación para todos los sectores de un país que desde que llegó el primer español está buscando la reconciliación, siempre y cuando conserven privilegios y beneficios, estén dentro o fuera de la ley.
El fallo de la Corte dejó sin banderas -¿o se las dio?- a unos y otros, para aceptar una paz con impunidad. Dejó felices a quienes actuaron bien o mal, creyendo que su fórmula era la expedita para alcanzar las esperanzas de un pueblo gastado, sufrido y abnegado. Ese que siempre salía a votar, -¿hasta emberracado?- sin saber lo que sus líderes perseguían, más en provecho propio que en beneficio de los electores.
Se ha echado tierra -no es una crítica- a los gritos de “paz sin impunidad” con los que valiéndose de la posverdad trataron de penetrar la opinión pública nacional e internacional.
Así las cosas, vamos hacia una paz que deja tranquilos a quienes desbarataban el quorum de un Congreso que buscaba perfeccionar la implementación de la JEP; que inventaban preguntas inverosímiles e írritas para torpedear normas, no muy claras, con que sus líderes buscaban para salir airosos y eludir una justicia que podría reclamarlos.
Los acuerdos de La Habana fueron logrados con un equilibrio y un trabajo de filigrana, tan profundos, que el fallo de la Corte Constitucional que los avaló, ha dejado satisfechos a todos. A la guerrilla, hoy sin armas y convertida en partido político; a los paramilitares, a quienes se abre las puertas de la política; a los políticos – corruptos y no corruptos-; a aforados que temían los pasos de la justicia; a los implicados en falsos positivos; a los empresarios que fomentaron la guerra y, en general, a los de rabo de paja.
Hemos ingresado por la puerta de una paz con impunidad admitida por todos, si es que los culpables y los rabos de paja se someten a la JEP, respetando los principios de verdad, no repetición y reparación a las víctimas.
Pero, a diferencia de la filosofía de Mockus, aquí todo se valdrá. Bienvenido ese cambio en la tesis, porque era la única manera de que se lograra el inalcanzable paso para ganar la paz y la supervivencia de un país que tiene un futuro asegurado, si respetamos los acuerdos y olvidamos nuestros crímenes. Nos demoramos en llegar al “borrón y cuenta nueva”. Mucho desgaste y mucho tiempo perdido.
BLANCO: De la Calle, favorito en contienda liberal
NEGRO: Rufián, facineroso, bandido, términos de moda para eludir justicia.
25 de noviembre, «Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer», Fecolsog aboga por un buen trato para las pacientes.
Por: Martha Díaz, Socia CPB
Existen en la actualidad otro tipo de agresiones hacia la mujer que permanecen ocultas, una de ellas de acuerdo con la Dra. Ivonne Díaz, Presidente de la Federación Colombiana de Obstetricia y Ginecología, Fecolsog, es el maltrato que reciben las pacientes en la atención en salud, principalmente a la hora de solicitar servicios de tipo obstétrico en el momento del parto.
Según la Dra. Ivonne Díaz, las agresiones se pueden originar por parte de cualquier tipo de persona que tiene que ver con su atención: personal médico, personal de enfermería y administrativo, que pueden impactar estos momentos con el uso de vocabulario despectivo, la emisión de órdenes perentorias para que permanezcan quietas o sentadas, e incluso para que eviten las quejas o los gritos por el dolor y las manifestaciones de disgusto. Las dificultades de acceso, la inadecuada infraestructura, la falta de insumos, el déficit y sobrecarga laboral de médicos y enfermeras, entre otros, hacen parte de los problemas que agreden a la mujer en su atención obstétrica.
En muchos hospitales se han convertido en una constante, dada la condición de inferioridad y de dependencia en la que están estas pacientes en algunas instituciones de tipo hospitalario que proyectan de manera insensible la percepción de que los pacientes reciben favores y no los servicios que están obligados a prestar de manera digna y responsable.
Uno de los problemas en la atención de los partos de bajo riesgo, es que “desafortunadamente en muchas partes es considerado una enfermedad y no una condición natural, con lo que se somete a las pacientes a trámites, vueltas y tratos indebidos,”, señaló la Dra. Ivonne Díaz.
Según las Asamblea de Naciones Unidas, se estima que el 35 por ciento de las mujeres de todo el mundo ha sufrido violencia física y/o sexual por parte de su compañero sentimental o violencia sexual de una persona distinta, en algún momento de su vida. Sin embargo, lo preocupante es que en Colombia, algunos estudios nacionales demuestran que hasta el 70 por ciento de las mujeres han experimentado violencia, por parte de los mismos actores.
Se suma a esta situación, que un poco más de la mitad de víctimas de trata de seres humanos, es mayor en las mujeres adultas y las niñas, con el agravante de que en las menores, tres de cada cuatro son niñas maltratadas con fines de explotación sexual.
La atención obstétrica es un derecho de la mujer que se debe manejar con estándares adecuados, sin dejar de lado la importancia de parámetros que garanticen la seguridad de la madre y su bebé, y en compañía del personal de salud que le brinde a la paciente la mejor condición, sin dejar de tener presente la legislación colombiana.
De esta manera Fecolsog refuerza sus campañas para lograr la mejor atención para las pacientes en Colombia, para que se siga brindando una mejor atención al género femenino con los derechos y respeto que merecen.
Agradezco profundamente sus palabras sobre mi padre Juan Mendoza Vega, publicadas en la página del Círculo de Periodistas
Adjunto encontrará un envío de nuestra familia : su texto ha logrado resumir de manera muy certera los aspectos principales de la vida de mi padre, y leerlo nos ha brindado apoyo, al permitirnos sentir que su vida y su obra son valoradas y respetadas por sus colegas periodistas.
Espero que la visión que tenía mi padre de lo que debe ser el periodismo científico perdure en la memoria de muchos. Su tetxo contribuye a ello, y a poner en valor muchos otros aspectos de su vida. Le ruego que haga extensivo nuestro agradecimiento a quienes en el Círculo conocieron y apreciaron a mi padre.