Crculo de Periodistas de Bogot
La inutilidad de la cadena perpetua
Foto: Óscar Pérez/El Espectador

Entendemos y compartimos la necesidad de honrar a Samboní y a tantas otras, pero la mejor manera de hacerlo es dejando de lado las soluciones fáciles que en realidad son cantos de sirena, como la cadena perpetua.La idea de que a mayores penas se producen menos delitos ha sido desvirtuada por la academia y denunciada como “populismo punitivo”.

Por: El Espectador

La violación y asesinato de Yuliana Samboní es una tragedia indescriptible. Colombia, desgraciadamente, parece ser tierra fértil para este tipo de bajezas: cada día 21 niñas entre 10 y 14 años son violadas, según un informe del Fondo para las Poblaciones de las Naciones Unidas. Según Plan International, el año pasado 2.011 niñas entre 0 y 4 años fueron abusadas sexualmente en Colombia. La rabia y la indignación que muchos colombianos han expresado en estos días es síntoma del dolor acumulado que genera vivir en un país hostil hasta para los más indefensos. Con todo, eso no es motivo para sucumbir ante los cantos de sirena del populismo punitivo.

Nos referimos a la propuesta de revivir la cadena perpetua como sanción para quienes violen menores de edad. Cristina Plazas, directora del ICBF, fue la primera funcionaria de alto rango que solicitó al Congreso considerar de nuevo esta pena. Pronto, personas de todo el espectro político se unieron al llamado. Ayer supimos que el presidente del Congreso, Mauricio Lizcano, introdujo un proyecto de ley llamado “Ley Yuliana”, para que, en sus palabras, “quienes violen un niño o niña se pudran en la cárcel”. La iniciativa parece contar con un apoyo popular abrumador, como en las épocas en que la senadora Gilma Jiménez construyó su proyecto político alrededor de una propuesta similar.

Es en estos momentos de justa rabia cuando una sociedad tiene que mirarse al espejo y hacerse las preguntas fundamentales: ¿queremos construir nuestro sistema penal, el más invasivo, por definición, de las libertades individuales, sobre una idea de venganza o darle un propósito de rehabilitación? El debate no es nuevo y, por lo mismo, abundan los argumentos que nos llevan a pedir cautela: aunque los propósitos de justicia que envuelven este apoyo a la iniciativa sean loables, la cadena perpetua no va a solucionar nada.

Primero, porque parte de una idea que no está probada científicamente sobre los violadores y es que se trata de enfermos mentales incapaces de rehabilitarse. Es fácil equiparar a quienes cometen estos crímenes a figuras monstruosas, pero no podemos olvidar que ellos también tienen derechos. Más aún porque las tasas de reincidencia en estos crímenes son menores de lo que la opinión pública cree. Un estudio de Human Rights Watch, por ejemplo, concluyó que tres de cada cuatro personas condenadas por crímenes sexuales no reincidieron, y que esa cifra puede disminuir si se invierten en acompañamientos psicológicos eficientes.

Segundo, no hay ninguna prueba de que la cadena perpetua intimide a quienes cometen esos crímenes. La idea de que a mayores penas se producen menos delitos ha sido desvirtuada por la academia y denunciada como “populismo punitivo”.

Tercero, introducir la cadena perpetua implicaría reformar la Constitución y abandonar por completo la política criminal que ve la cárcel como un espacio de resocialización. No somos ingenuos: sabemos que, en gran parte por el hacinamiento y la ausencia de recursos, ese objetivo de rehabilitación está fallando, pero la solución no es rendirnos y ya. Nos da más réditos como sociedad apostarle a un sistema penitenciario mucho más humano, que simplemente esperar que la gente “se pudra” en la cárcel.

Cuarto, y relacionado con la idea de las penas eternas, son los costos. El sistema, de por sí, está colapsado. Alargar la estadía de los presos es seguir alimentando ese “estado de cosas inconstitucional” que hay en las prisiones del país y que la Corte Constitucional ha denunciado en numerosas ocasiones.

Quinto, hay mejores formas de emplear los recursos para garantizar la seguridad de nuestros menores. Primero, reducir la impunidad en estos delitos, que ya de por sí tienen penas considerables. Segundo, afrontar en serio la guerra cultural que ha creado un ambiente complaciente con la violencia sexual, especialmente la que está motivada por el género.

Entendemos y compartimos la necesidad de honrar a Samboní y a tantas otras, pero la mejor manera de hacerlo es dejando de lado las soluciones fáciles que en realidad son cantos de sirena, como la cadena perpetua, y empezar con las reformas estructurales necesarias para combatir la violencia sexual.

¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a [email protected]

Tomado de:El Espectador.com

 

Un crimen atroz

La noticia nos llenó de indignación y le dio la vuelta al mundo: un joven de la alta sociedad bogotana violó y asesinó a una niña indígena de siete años.

Por: Hernando Gómez Buendía

La actuación del presunto criminal resulta incomprensible, y las reacciones de la gente y de los dirigentes nos remiten a cuestiones muy profundas acerca de qué es un ser humano… y acerca del país donde vivimos.

El único aspecto comprensible de este suceso atroz fue la indignación que todos sentimos. La violación-asesinato de Yuliana fue una bofetada a casi todos los valores primitivos y esenciales de la especie humana —los tabúes, el sexo, la niñez, el honor, la familia, el poder, la indefensión…—. Este crimen es una afrenta personal a cada uno de nosotros y el sentir rabia es el modo natural, diría que automático, de reafirmarnos como seres humanos.

Pero por eso mismo la indignación es parte del suceso, y como tal no necesariamente ayuda a comprenderlo… ni a remediar el daño. Así es que quedan solo las cuestiones profundas que han debido salir a la luz en este caso:

—La cuestión insoluble de la responsabilidad penal. ¿Será que el criminal actuó de modo deliberado y libre como exige la ley, o será que la misma atrocidad de su conducta indica que en efecto ese acto no fue “libre”? Pues cada vez que se condena —o que se absuelve— a alguien por cualquier delito, el Estado en nombre de nosotros está haciendo un juicio que nadie más que un dios podría formular.

—La cuestión complicada de la prevención. Apellidos distinguidos, educación de elite, inexistencia de antecedentes penales, secuestro a la luz del día, captura-entrega sin mucha planeación…Este crimen no se le puede achacar a la pobreza, ni a la mala educación, ni al descuido de la víctima o de las autoridades. No cabe en los modelos de prevención “social” o “situacional” del delito.

Lo cual remite a una doble y difícil tarea para cualquier sociedad. La de admitir su impotencia: hay crímenes que no se pueden prevenir. Y la de aprender a razonar desde la lógica estadística: las políticas públicas deben basarse en probabilidades, no en hechos particulares, por llamativos o escandalosos que sean.

—La cuestión asociada —y acuciante— de para qué es la política. Como muestra el debate sobre parejas gay, aquí y en todo el mundo la política no se limita a resolver problemas sino a expresar valores o emociones y a reafirmar la superioridad moral de unos sobre otros. Pues este crimen atroz fue un motivo perfecto para ejercer en Colombia esta forma de política simbólica.

—La cuestión indecorosa del político. Discursos del presidente y del alcalde, amenazas del fiscal, llamado a la reforma constitucional, proyectos de ley, pena de muerte, cadena perpetua, castración química… Explosión previsible de la política simbólica, pero también del populismo punitivo que todo lo confunde y no resuelve nada.

—La cuestión lamentable de los periodistas que simplemente actuaron como buitres.

—Y la cuestión moral de un país indignado que reclama el castigo implacable para este crimen repulsivo al mismo tiempo que encubre, o que ignora o que perdona las violaciones y los asesinatos de otras muchas Yulianas en esta noche triste que es la historia de Colombia.

*Director de la revista digital Razón Pública.

Tomado de: El Espectador.com

Voy a violarte, baby

Las circunstancias del asesinato de Yuliana Samboní han estremecido un país en el que no escasea la ignominia. El estrato del asesino, su sadismo y la edad de la víctima le dan al caso un perfil muy atractivo para los medios e inédito para los anales del crimen.

Por: Julio César Londoño

Cuesta creer que un ser humano sea capaz de cometer un hecho tan atroz. Podemos tranquilizar la conciencia social pensando que se trata de un (1) individuo defectuoso, sí, pero ¿cómo explicar que haya recibido la colaboración de muchas personas perfectamente normales?

Por ejemplo la hermana del asesino, que lavó el cuerpo de la niña con agua y luego lo ungió con aceite para camuflar los fluidos del asesino y confundir al legista. Por ejemplo el hermano abogado, que sugirió el uso del aceite y le aconsejó a Rafael que se metiera cuatro pases de cocaína para provocar una taquicardia y ser internado en una clínica.

A propósito, el “atenuante” de que el sujeto estaba drogado es ridículo. En el mundo hay miles de millones de sujetos que usamos estimulantes y no violamos ni asesinamos niñas ni mujeres. El que es caballero sigue siéndolo aunque se tome diez copas. El guache es guache aunque solo tome agüita de valeriana.

Una duda: ¿los Uribe Noguera son una familia o un colectivo que opera en concierto para delinquir? Parecen un equipo perfectamente sincronizado, con roles bien asignados: hay un señor violento que viola, golpea y asfixia; hay una señora fría que manipula la escena del crimen, y un intelectual que los asesora y se encarga de la coartada, los detalles técnicos y las sustancias adecuadas.

Cómo entender que en una clínica, donde la atención es lenta para cualquier paciente que no esté clasificado como triage uno o dos, vuelen a internar al asesino en la UCI y le practiquen un proceso delicado, un cateterismo expres, sin necesitarlo. ¿Cuántos días y trámites debe cumplir un enfermo real para recibir estos cuidados? ¿Cuántos han muerto sin recibirlos porque les faltó un sello o unos pesos? La clínica incurrió en una práctica criminal de complicidad por encubrimiento al proporcionale al asesino excusas conducentes a impedir su captura y coartadas para atenuar su responsabilidad.

Cómo entender que algunos medios hayan tratado de ocultar la noticia y que luego insistan en que el asesino es un “prestante arquitecto” y la víctima una “indígena desplazada”.

Todavía falta la cereza del pastel: la colaboración de la sociedad, la aprobación popular de canciones que cosifican la mujer como objeto puramente sexual, en el mejor de los casos, o como saco de boxeo, en el peor, o ambas cosas, el combo completo: “A ella le gusta que le den duro y se la coman” (Jiggy Drama).

“Si sigues con esa actitud voy a violarte, así que no te pongas alzadita” (Jiggy Drama).

“Ella se vuelve loca cuando le meto agresivo, cuando la cojo por el pelo, la pego a la pared y le digo que la voya a mandar pa’ intensivos”. (Alex y Fido).

Este tipo de joyas líricas pululan en el reguetón. Las niñas se las saben de memoria y las cantan como loritas. Sus padres les pagan la boleta para los conciertos de Maluma, el ídolo reguetonero, y los más ricos lo contratan para celebrar los 15 de la niña.

En nuestras narices, estos ídolos “sado” están avalando socialmente el maltrato a la mujer. Ellos venden mierda explosiva y nosotros la compramos sin chistar.

Si estas son las partituras de la educación sentimental de los niños, y la sociedad quiere madurarlos biches con reinados infantiles y moda precoz, y los adultos son una suerte de coreografía zombie que ni oye, ni ve, ni entiende, lo raro es que no haya millares de Yulianas en los cementerios. O quizá las hay y nadie, ni los atareados medios, ni sus zombies padres, se han enterado.

Tomado de:El Espectador.com

Último adiós a Yuliana Samboní, en El Tambo (Cauca)

En la vereda El Tambo velaron a Yuliana desde la noche del jueves. Hoy será su entierro. / Cortesía

El sepelio, que estaba previsto para la 1:00 de la tarde de ayer, comenzó a las 5:00 de la tarde, minutos antes de que llegara la madre de la pequeña, que se encontraba hospitalizada en Popayán.

Por: Alexánder Marín Correa
En Twitter: @alexmarin55

El féretro de Yuliana Samboní lo despidieron con honores en el corregimiento Los Milagros (Cauca). Pasadas las 3:00 de la tarde de este jueves, luego de que una ambulancia partiera con la madre de la pequeña rumbo a un hospital en Popayán, la caravana fúnebre siguió su camino. Estaba lloviendo, y aunque las carreteras se vuelven lodazales, el invierno no detuvo el viaje de regreso.

Fue un recorrido corto. Era el último tramo. Veinte minutos. “Mucha gente nos acompañó hasta la salida del caserío y mucha gente nos recibió en la vereda”, relató Álex Benavides, amigo de Juvencio, el padre de la niña. A las 4:00 p.m. llegaron directo a la escuela rural de El Tambo, donde la esperaba un homenaje más, con banderas, globos y carteles rechazando su crimen. No sólo estuvieron los 500 vecinos de la vereda, sino de corregimientos cercanos.

Yuliana estudió allí porque el año pasado su padre la dejó al cuidado de una tía. “Por su trabajo, por no dejarla mucho tiempo sola en su casa en Bogotá, Juvencio la dejó acá en la vereda. Era por protegerla. Este año se la volvió a llevar, pero mire lo que ocurrió. Es una tragedia”, agregó.

En la escuela estuvieron hasta las 5:00 de la tarde. De allí, con el féretro al hombro, caminaron hasta la humilde casa de los Samboní para velarla toda la noche. En uno de los corredores, sobre una mesa, ubicaron el ataúd, que estaba cubierto con una bandera de Colombia y una corona de flores. Alrededor, carteles con mensajes. “Todos somos Yuliana. Que tu muerte no quede impune”. “Hoy en el cielo Dios abre sus puertas en par para ti. Tu marcha nos une, no sólo a los que te conocieron, sino a toda Colombia. Nos unimos al dolor de la familia Samboní Muñoz”.

La familia nunca estuvo sola. “Esa es la evidencia de que la comunidad está consternada y adolorida. Una cosa de estas jamás nos había pasado. Hay mucho dolor”, dijo Benavides.

Las exequias estaban previstas para ayer al mediodía y todo estaba dispuesto en la capilla de la vereda para la misa y, luego, salir al camposanto. Sin embargo, el padre de Yuliana pidió que aplazaran todo. Nelly Muñoz, madre de la niña y quien el jueves fue remitida desde el corregimiento Los Milagros a un hospital en Popayán, insistió en regresar para el entierro de su hija.

A pesar de sus cinco meses de embarazo y su delicado estado de salud, ninguna recomendación médica la hizo desistir de acompañarla. Pasadas las 5:00 de la tarde llegó a la vereda, justo cuando empezaba la última eucaristía . Finalmente, Yuliana descansó en paz en la tierra que la vio nacer.

Tomado de:El Espectador.com

“En Colombia hay gran desprecio por las mujeres y los niños”

Isabel Jaramillo, directora del doctorado de la Universidad de los Andes. Foto: Carlos Julio Martínez / Archivo particular.

Isabel Jaramillo, directora del doctorado de la Universidad de los Andes, asegura que el caso de Rafael Uribe Noguera es excepcional en medio de miles de registros en donde el agresor es de la familia. Asegura que la violencia sexual en el país es alarmante.

Cada detalle que se revela del crimen de Yuliana Samboní estremece al país. Expertos aseguran que este hecho debe trascender para examinar una sociedad en la que la tercera causa para que una persona vaya a la cárcel es el abuso contra menores de 14 años.

Isabel Cristina Jaramillo Sierra, doctora de Harvard en historia del derecho de familia, y experta en derecho y género de la Universidad de Los Andes, asegura que es un error pensar que el derecho penal puede resolverlo todo. Cuestiona ideas cristianas que creen que hay que salvaguardar la familia por encima del bienestar de las mujeres.

Semana.com: ¿Cómo entender lo que pasa en Colombia con casos tan aberrantes como este?

Isabel Jaramillo: El desprecio hacia las mujeres y contra los niños es muy alto y eso hace que sean víctimas de muchas agresiones. Con lo que sabemos podemos decir que es excepcional que un extraño le cause daño tan severo a un niño. Habitualmente ocurre que son sus propios padres los que los matan y los abusan sexualmente. ¿Por qué pasa esto en sociedades contemporáneas? Algunos estudios revelan que tiene que ver con que no se aprecia suficientemente el valor de vida de los niños y niñas. Ideas antiguas soportan esa idea: durante mucho la iglesia católica consideró que las personas solo eran personas hasta 15 o 20 días después de nacer, que el alma llegaba después de eso. Hay otras culturas en que se cree que los niños solo merecen una verdadera atención hasta los 12 o 14 años. Entonces todo ese lastre histórico de desprecio, hace que la violencia se normalice y no se haga lo suficiente para cambiar.

Semana.com: ¿Es suficiente con aplicar la sanciones penales que hoy existen para castigar casos como este?

I.J.: Es un error pensar que el sistema penal puede resolver este problema. En Colombia más o menos el 15 por ciento de las mujeres son abusadas sexualmente, y esto es solamente lo que llega al sistema. Entonces imagínese el 15 por ciento de los hombres en la cárcel por este delito. Y eso sin contar que ese número podría llegar al 30 y al 40 % fácilmente si se denunciara más. Entonces, pensar que la manera que lo vamos a resolver es diciendo que nos vamos todos a la cárcel es un error. En este momento, el tercer delito por el que más personas van a prisión es el abuso sexual en menor de 14 años. Y eso no está realmente resolviendo mucho el asunto de fondo. El Sistema Penal tiene una serie de sanciones, y la Fiscalía está muy juiciosa en entrenar y capacitar a los funcionarios en la forma en que se recaudan las pruebas. Las organizaciones de mujeres han estado muy juiciosas en desarrollar toda la dogmática penal para que haya más efectividad en la sanción de este crimen. El problema es que el derecho penal no puede ser ni la única ni la más importante sanción.

Semana.com: ¿Cómo abordar entonces la problemática?

I.J.: En ese punto tengo una gran divergencia con lo que hacen los movimientos de mujeres y feministas, yo sí creo que la alternativa penal es un error. Esas medidas que se están adoptando no tienen la potencialidad de reducir el fenómeno. Pueden tener importancia pero no el impacto que se esperaría en el mundo. Lo que está probado que bajan los índices son dos cosas: mayor equidad para las mujeres, es decir, igual salario, oportunidades de empleo, no acoso sexual y educación sexual desde edades tempranas y para toda la vida. Estos son los proyectos más importantes y los que han estado más desatendidos. Entre otras cosas, de toda esta movilización cristiana conservadora en Colombia los resultados se traducen en más violencia contra la mujer. Es un mundo donde los cristianos creen que hay que salvaguardar la familia por encima del bienestar de las mujeres. Soy muy pesimista porque las acciones que deberíamos estar emprendiendo son acciones que se están viendo obstaculizadas y la gente cree que se pueden negociar, el problema es que no se resuelve con sanciones penales altas en donde a todos los hombres los metan a la cárcel.

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Semana.com: Mucho se cuestiona el papel de la familia en el caso de Uribe, ¿cómo analiza usted este aspecto?

I.J.: Que uno proteja a la familia es una reacción tan normal que por esto mismo el derecho penal excluye y uno no está obligado a declarar contra uno o contra la propia familia. Y no se puede hablar de encubrimiento si un familiar se abstiene de declarar cuando ha conocido los hechos. Ahora, cosa distinta es que haya encubrimiento activo, como una alteración de la escena del crimen para intentar obstruir la acción penal. Ahí sí digamos que hay sanciones porque sobrepasa la protección que se les da a los miembros de la familia. Ese tipo de actuaciones ya las habíamos visto en el caso de Colmenares, y es una idea como que las personas pueden estar por encima de la ley. Personas que pertenecen a una élite social, económica, piensan que la acción de la ley es para otros, que no es para ellos, ese es un rasgo cultural que ha sido estudiado pero toca estudiarlo más porque es un problema para la base de la sociedad.

Está bien que la familia sea importante pero no que la familia esté por encima de la legalidad.

Semana.com: Por qué logran ser llevados a un hospital en vez de una cárcel ¿no debe esto cuestionar nuestro sistema penitenciario?

I.J.: Lo que parece que quieren alegar en este caso es una demencia transitoria y eso se hace como una estrategia de las élites, eso no se usa en los más pobres, en este país los pobres no se pueden enloquecer. Se utiliza para librar esta sanción, pero la dogmática penal está concebida de tal manera que esa excusa puede llevar a una exoneración completa del castigo. Sin embargo, en este caso muchas personas han dado información suficiente en otra dirección. Lo otro que ocurre es que alegan un trastorno inducido, una crisis por el uso de drogas, una sobredosis, sea verdad o mentira, pero esto no exonera porque es una situación inducida mental por el mismo sujeto.

Semana.com: ¿Qué reflexión debe hacer la sociedad ante este hecho?

I.J.: Es un caso impactante y triste. Y se vuelve en un escándalo, pero en realidad hay muchas preguntas. Quiero llamar la atención en que todo esto probablemente pudo ocurrir no solo porque era una persona con trastorno mental, sino porque había una serie de personas que no hicieron nada para impedirlo. El señor llega a un barrio, se lleva a una niña, no sabemos por qué no se hizo nada. Puede ser que nadie pudo hacer nada, pero necesitamos entender mejor por qué no protegemos a los niños. Después llega a un edificio, entra, el celador lo deja entrar con una niña de 7 años y siendo que no es su familia. Hay una cantidad de preguntas de por qué ningún tercero avisó.

Tomado de:Semana.com

“Pedimos perdón por mi hermano”: Francisco Uribe

 


El abogado se presentó ante la Fiscalía para contar su versión sobre lo que sucedió el domingo. Su testimonio será clave para determinar qué pasó las horas posteriores al deceso de la niña.


En medio de gran expectativa Francisco Uribe Noguera se presentó en horas de la mañana en los juzgados de Paloquemao para rendir su testimonio sobre los hechos en los que murió la niña Yuliana Samboní. La Fiscalía espera que el abogado pueda esclarecer las dudas que rondan la investigación, en especial sobre la alteración de la escena del delito. 

Uribe llegó antes de las 10 de la mañana a su cita con la fiscal 121 de la Unidad de Vida, quien es la funcionaria asignada para el caso de Yuliana.

Antes de ingresar al complejo judicial, se refirió al crimen que tiene conmocionado a al país. “Lamentamos profundamente la muerte de Yuliana. Yo estoy profundamente compungido por lo que pasó”, dijo.

Y agregó: “Pedimos perdón por mi hermano”. En las horas de la mañana Francisco Uribe atendía la diligencia judicial. Por su parte, su hermana, Catalina Uribe, deberá presentarse ante el mismo despacho a las 2:00 p. m.  

Mientras tanto, un juez ordenó que se le tomen pruebas de ADN a Rafael Uribe Noguera para establecer si los rastros de sangre y semen encontrados en el cuerpo de la menor corresponden a él. Con estas muestras también se busca determinar si hay más personas involucradas en el crimen.

Semana.com reconstruyó con los agentes del Gaula el rol que tuvieron los hermanos Uribe el día de la tragedia en un reciente artículo. Según contaron los agentes, el primer contacto que se dio con la familia Uribe fue el domingo en horas de la mañana. Los investigadores habían encontrado en un video del barrio la imágen de la camioneta y por lo tanto sus placas. Esta estaba registrada a nombre de la esposa de Francisco y por esa razón, a ella es a la primera persona que llaman. 

La joven aseguró que el carro dejó de ser de ella y que por eso le iba a transferir la llamada a su esposo. Francisco dijo desconfiar de que realmente se tratara del Gaula y pidió un tiempo para consultar el asunto. Pasado un rato, un oficial del Gaula nuevamente se comunicó y le pidió que se encontraran en una estación de policía donde Francisco pudiera estar tranquilo. Así fue. La cita se cumplió en el CAI de la calle 72 con séptima.

Allí, hacia las 2 p.m., los investigadores le informaron a Francisco que estaban buscando urgentemente a la menor Yuliana, y le hicieron saber que cada minuto era crucial, por lo que necesitaban de su colaboración para ubicar la camioneta que en papeles figuraba a nombre suyo y de su esposa.

Este explicó que el vehículo no estaba bajo su poder por cuenta de un negocio familiar informal hecho años atrás, y cuando el abogado trató de entrar en detalles del asunto, los agentes le insistieron en que lo urgente era dar con el paradero de la niña. Fue entonces cuando Francisco empezó a hacer llamadas para averiguar entre su familia sobre el carro, sin ofrecer una respuesta clara.

Finalmente, al cabo de varias averiguaciones Francisco les dijo a los agentes quién tenía el carro “Es que es mi hermano”, dijo. Señaló que su nombre era Rafael Uribe Noguera, pero que nadie en la familia sabía en ese momento dónde estaba.

El Gaula inició entonces, en compañía de Francisco, la búsqueda de Rafael. Fueron al edificio donde este vivía y averiguaron entre familiares y amigos. Chequearon en todos los lugares que la familia les indicó. También insistieron al teléfono de Rafael, sin respuesta. A las 3:05 de la tarde un oficial del Gaula le escribió, vía whatsapp: “Señor Rafael, necesitamos hablar urgente con usted”. El celular aparecía como prendido.

En paralelo a la búsqueda con la familia, los agentes se movieron por su lado, y a media tarde recibieron información que les indicaba un punto probable de ubicación de Rafael. Acudieron al lugar urgentemente. Para ello se separaron de Francisco, con quien lograron volver a tener comunicación poco antes de las siete de la noche, cuando este los llamó y les dijo que había aparecido Rafael pero que estaba mal por lo que lo llevaba a la Clínica Monserrat. Los investigadores acudieron de inmediato al lugar.

Al ingreso de esa clínica psiquiátrica se reencontraron con Francisco. Estaba con parte del personal médico. En ese momento, les dijeron que los galenos estaban atendiendo a Rafael por lo que no podrían hablar con este.

Francisco Uribe Noguera estaba allí en compañía de un abogado al que consultó antes de decidirse a hablar con el Gaula. Minutos después, Francisco les dijo a los investigadores que su hermano, camino a la clínica, le había confesado que había estado con la niña que estaban buscando y que esta había muerto accidentalmente.

El Gaula preguntó dónde estaba la niña y fue cuando Francisco dio cuenta de una información que no había mencionado antes: habló de un segundo apartamento en donde habían encontrado a su hermano. Dijo no conocer la dirección pero que sí sabía llegar. Guiados por Francisco, las autoridades partieron a toda velocidad hacia el ese lugar.

Por el camino, pidieron refuerzos a otras unidades y dieron aviso a la Fiscalía, aguardaban la esperanza de encontrar a la niña con signos de vida. En breve llegaron al apartamento 603 del edificio Equus 66. Se trataba de un lujoso espacio de dos niveles deshabitado, sin muebles: apenas vieron unos cigarrillos y una botella de trago. No les tomó mucho tiempo registrar la primera planta sin hallar nada.

Luego subieron a la terraza donde se destacaba un gran jacuzzi empotrado con puertecillas en los costados para acceder a la tubería interna y motores. Los agentes del Gaula abrieron una de estas puertas y proyectaron un chorro de luz con la linterna del celular, fue cuando vieron a la niña tendida allá dentro, en un espacio al que no podían acceder desde la compuerta.

Los agentes del Gaula tuvieron que quitar los listones de madera más cercanos para poder alcanzar a la menor. Al revisar su pulso confirmaron lo peor. Estaba muerta. No había nada qué hacer. Incluso algunas de sus extremidades ya presentaban rigidez cadavérica, prueba de que su deceso se dio varias horas antes. “¡Qué hizo este man, no puede ser!”, dijo Francisco entre sorprendido y consternado.

Tomado de: Semana.com

Desalojan la Torre Trump en Punta del Este por una amenaza de bomba

Foto: Infobae.com

Oficiales del Ejército,. la Policía y Bomberos frente a la Torre Trump


Una llamada anónima motivó la evacuación del edificio en construcción por parte de oficiales del Ejército y de Bomberos. Una brigada antibombas se trasladó desde Montevideo para inspeccionar la obra


Minutos antes del mediodía, comenzó el desalojo de la Trump Tower que se construye desde 2013 en Punta del Este. Fue evacuada debido a una amenaza de bomba.

De acuerdo a lo que informa el periódico El País, la Policía recibió una denuncia de que en el edificio, ubicado en la rambla Lorenzo Batlle Pacheco de la Parada 9 (Playa Brava), había sido colocado un artefacto explosivo, por lo que tanto los efectivos como personal de Bomberos y del Ejército se hicieron presentes en el lugar y exigieron a los obreros que allí se encontraban que se retiraran de la zona.

El camión de Bomberos aguarda frente al cartel de obra de la Torre

El camión de Bomberos aguarda frente al cartel de obra de la Torre

La obra está en la rambla Lorenzo Battle Pacheco de la parada 9 (Playa Brava)

La obra está en la rambla Lorenzo Battle Pacheco de la parada 9 (Playa Brava)

La zona fue precintada y una brigada antibombas se trasladó desde Montevideo hacia Punta del Este para inspeccionar el edificio, al tiempo que el lugar es relevado por los bomberos.

Tomado de: Infobae.com 

‘Pedimos perdón por mi hermano’: Francisco Uribe Noguera
Foto: Lina Parra / EL TIEMPO
Instante en el que Francisco Uribe Noguera ingresa a Paloquemao

Francisco Uribe, hermano de Rafael Uribe, atendió llamado de Fiscalía por caso de Yuliana Samboní.

Francisco Uribe, hermano de Rafael Uribe,  el arquitecto de 38 años señalado por la justicia de haber violado y asesinado a Yuliana Samboní, una niña del Cauca de 7 años, se presentó a un interrogatorio de la Fiscalía, en los Juzgados de Paloquemao, en el centro de Bogotá.

Antes de ingresar, y al ser abordado por los periodistas, Francisco Uribe pidió perdón al país por el crimen que presuntamente habría perpetrado su hermano Rafael. «Lamentamos profundamente la muerte de Yuliana. Estoy profundamente confundido por ello. Pedimos perdón por mi hermano», indicó el hombre, abogado de profesión.

 
 Cabe señalar que Francisco fue llamado por la Fiscalía para indagar si se presentó una alteración en la escena del crimen, que se cometió el domingo pasado, en el apartamento de su hermano.

Noticia en desarrollo…

BOGOTÁ

Nobel de Paz fue un ‘enorme impulso’ para lograr nuevo acuerdo: Santos

Foto: Terje Pedersen / EFE

El presidente Juan Manuel Santos, junto a la vicepresidenta del Comité Nobel, Berit Reiss-Andersen, durante una rueda de prensa en la sede del Instituto Nobel en Oslo, Noruega.


Desde Oslo, el Presidente le pidió a la Corte Constitucional aprobar el mecanismo de ‘fast track’.


El presidente Juan Manuel Santos habló este viernes con la prensa internacional a su llegada a Oslo, Noruega, para recibir el premio Nobel de Paz.

En primer lugar, el mandatario agradeció a la Academia Sueca por el galardón que le será entregado este sábado a las 7 a. m.

 Ese premio «fue como un regalo del cielo y un enorme impulso» para lograr ese nuevo compromiso. “Este premio me reanima y a todo el país porque llevamos muchos años en guerra (…), agradezco a nombre de casi 50 millones de colombianos. Esto está cambiando nuestra historia”, destacó Santos.
 

Del mismo modo, el Jefe de Estado resaltó que luego del resultado del plebiscito del pasado 2 de octubre, en el país se convocó a “un gran diálogo nacional, porque vimos que todos querían la paz”. Y agregó que el apoyo ciudadano en las calles para que se lograra un nuevo documento de paz con las Farc fue “sorprendente”.

 

Nobel Peace Center.

Por otro lado, el presidente Santos le pidió a la Corte Constitucional celeridad en la aprobación del ‘fast track’, el mecanismo de vía rápida en el Congreso que permitirá implementar lo acordado con esta guerrilla.

Espero que el próximo lunes la Corte Constitucional dé su bendición (al acuerdo de paz) por la vía rápida (…), necesitamos acortar el tiempo, el momento en que se firme el acuerdo y el momento en que se implemente”, puntualizó el mandatario.

Al ser preguntado por la falta de representación de las Farc en la delegación que viajó a Oslo, Santos explicó que consideró que no era apropiado que alguno de los miembros del grupo insurgente hiciera parte de su grupo de invitados, pues “están inmersos en procesos en procedimientos legales”.

Lo que sí reconoció el mandatario es que solicitará que las Farc no sean consideradas más una organización terrorista.

Esperamos que Europa y Estados Unidos tomen medidas en ese sentido”, manifestó al respecto.

Ante la pregunta sobre la situación de Simón Trinidad (cabecilla de las Farc), quien se encuentra preso en Estados Unidos, el mandatario aseguró que hasta el momento “no hemos solicitado que Simón Trinidad sea liberado”.

La liberación de Simón Trinidad ha sido una de las peticiones más reiteradas del grupo subversivo, cuyos líderes no desaprovechan oportunidad para hacer esa solicitud.

Desde Oslo, Santos también se refirió al estado actual de las negociaciones con el Eln.

Le hemos dicho al Eln que el secuestro no puede ser un instrumento de guerra, por eso le pedimos que liberen a todos los secuestrados que tengan en su poder. Tan pronto lo hagan iniciaremos las negociaciones con ellos”.

Tras la rueda de prensa, Santos firmó el libro de registro y protocolo del Instituto Nobel y luego comenzó un recorrido por algunos lugares de la pequeña edificación, ubicada en el centro de la capital noruega.

A las 7 p. m., el Jefe de Estado se reunirá con el Comité Noruego del Nobel, cuya coordinadora, Kaci Kullman Five, explicó el pasado 7 de octubre que el organismo lo distinguía “por sus decididos esfuerzos para acabar con los más de 50 años de guerra civil en el país, una guerra que ha costado la vida de al menos 220.000 colombianos y desplazado a cerca de seis millones de personas”.

EDULFO PEÑA
Enviado Especial a Oslo

Tomado de: Eltiempo.com

“El secreto es el trabajo en equipo”: Ricardo Ospina

En periodista Ricardo Ospina, hoy vinculado a Blu Radio, también trabajó en Caracol Radio durante seis años / Cristian Garavito

Según el ECAR, Blu Radio es la segunda emisora hablada más escuchada

Ricardo Ospina inició su carrera en Todelar. Ahora, como director del servicio informativo de Blu, es uno de los responsables del repunte en audiencia de la emisora.

¿Cuándo se empezó a interesar por el periodismo?

Siempre existió. Mis padres no fueron periodistas, pero en mi casa había un radio prendido todo el tiempo. Además, hablábamos de la actualidad y discutíamos mucho lo que pasaba. Desde niño estuve pegado a la información. Eso me llevó a muchas cosas, entre otras, a fundar un periódico que tuvo circulación en mi barrio.

¿Cómo funcionó ese periódico?

Con ese gusto por las noticias y por informar, cuando tenía nueve años creé El matutino. Lo redactaba en la máquina de escribir de mi abuela, una Remington muy vieja, y lo vendía en el barrio. Lo graficaba, cogía el directorio telefónico y buscaba publicidad, lo fotocopiaba y lo vendía. Lo tuve hasta que entré a bachillerato.

¿Por qué llegó a trabajar en Todelar?

En la universidad nos pidieron entrevistar a alguien que admiráramos. Para mí, una de esas personas era Antonio Ibáñez, en Todelar. Él tenía un programa que se llamaba Habitantes de la noche y era una de las personas más cultas de la radio. Cuando llegué a su programa, me dejó hacerle preguntas al invitado de esa noche. Al final me dijo si quería ir al día siguiente y le dije que claro.

¿Cómo fue su paso por esa emisora?

Empecé sin sueldo y me quedé un año con Antonio, aprendiendo. En total duré en la emisora tres años. Después pasé al Noticiero Todelar, donde me tocaba cubrir todas las fuentes posibles, aunque tal vez había un poco de énfasis en lo judicial. Finalmente, el último año fui el coordinador de la redacción de Todelar.

¿Cuándo apareció la oportunidad de trabajar en Caracol Radio?

Fue a través de Slobodan Wilches. Él era el jefe de redacción de la W y supo que en Caracol Radio había una vacante. A través de él llevé una hoja de vida que le llegó a Yolanda Ruiz y comenzaron seis años de gran aprendizaje. Allí también hice de todo, incluso fui coordinador de redacción.

¿Qué le dejó toda esa experiencia para aplicar en Blu?

Creo que todos los que hicimos escuela en Todelar aprendimos recursividad. Las cosas se hacían a pulso, pero tenían que hacerse bien. En Caracol aprendí el funcionamiento de una cadena radial tan grande en materia informativa. Fue una experiencia muy importante.

¿Cómo cambió internet la forma en que se hace radio?

Tenemos un equipo dedicado permanentemente a lo digital. Hay que entender que no se trata simplemente de estar enviando mensajes a Twitter o subiendo videos a Facebook, sino que es una oportunidad de tener retroalimentación constante de la audiencia. Eso es muy importante, porque la radio ya no se escucha en transistores, sino en computadores, celulares y tabletas.

¿Cuál es la clave del repunte de audiencia de Blu?

El secreto es el trabajo en equipo. A veces pasa que la gente sólo se preocupa por sus espacios o por la sección que le corresponde, pero aquí no. Tenemos una visión global y tratamos de tener una oferta distinta. Por más que la gente se informe mediante redes sociales, Blu se vuelve un sitio donde se pueden escuchar distintos puntos de vista que ofrecen contexto y análisis.

¿Cómo se convence a la audiencia de probar nuevas propuestas en la radio?

Antes era muy difícil lograr que la gente moviera el dial. Colombia es un país muy radial y existen cadenas con mucha tradición. Ese siempre fue el reto y lo hemos ido logrando ofreciendo algo distinto a lo que ofrecen los demás. Las nuevas generaciones no se casan con una marca y están buscando alternativas. Ese es el público que más escucha Blu.

¿Para dónde va Blu?

Sin ser pretenciosos, me la imagino como la mayor cadena de radio hablada de Colombia. Lo digo con un inmenso respeto por los colegas. En Colombia hacemos una radio de altísima calidad y en la radio hablada hay mucho por hacer. Antes que ser los más escuchados, nuestro compromiso es llevar un producto de gran calidad.

¿Qué ha sido lo más grato de estar al frente del servicio informativo?

Es como ver crecer a un hijo. Hoy hay un servicio mucho más robusto pero además, cada vez con más frecuencia, estamos logrando ser un referente informativo. Eso se debe al trabajo de todo el equipo y, sobre todo, a los oyentes. Si hiciéramos nuestro trabajo y no fuéramos retribuidos por ellos, no estaríamos haciendo mucho.

Tomado de:El Espectador.com

Desafíos contra la corrupción en América Latina
Manifestantes protestan contra la corrupción en Brasil el domingo. JOÉDSON ALVES EFE

Seis de 20 países de la región (un 30%) alcanzan el peor valor que jamás hayan tenido

Por Eduardo Engel.

«Es el negociazo, yo tengo los pacientes, no sabes la cantidad de plata que vamos a ganar», se escucha decir a un importante asesor (y médico personal) del presidente del Perú en un audio que se conoció a comienzos de octubre. El negocio en cuestión es una clínica privada destinada a beneficiarse de la tercerización de servicios públicos de salud, donde el asesor compromete aranceles altos y demorar indefinidamente la reparación de equipos médicos de hospitales públicos cercanos. La retribución que espera incluye que su hija, de 23 años, encabece la unidad de odontología. «Una idea muy particular de cómo ayudar a la salud de los pobres», concluye la periodista luego de presentar la grabación en horario estelar de la televisión peruana.

Es un mal momento para América Latina en materia de corrupción. En la última medición del Índice de Control de la Corrupción del Banco Mundial, seis de 20 países de la región (un 30%) alcanzan el peor valor que jamás hayan tenido, comparado con solo un 9% de los países del resto del mundo que obtienen su peor evaluación.

Los casos Petrobras en Brasil; Casa Blanca en México; La Línea en Guatemala; Instituto de Seguridad Social en Honduras; Caval, Penta y SQM en Chile y el Negociazo en Perú, entre otros, han puesto el tema de las políticas anticorrupción en el centro de la agenda de la región.

Varios factores explican por qué la tolerancia a la corrupción es menor que nunca antes: una clase media más numerosa y empoderada, redes sociales que facilitan organizar protestas masivas, celulares que transforman a cada manifestante en un potencial denunciante de abusos policiales y detalles de los escándalos (videos, correos electrónicos y audios como el descrito al comienzo de esta columna) que provocan mucho más indignación que los casos de antaño.

El primer desafío que plantean los escándalos de corrupción es que los casos se investiguen y los involucrados asuman sus responsabilidades, tanto legales como políticas. El desafío es mayor ya que históricamente ha sucedido poco y nada en esta materia.

El grado de autonomía del poder judicial es un factor importante para entender diferencias en el grado de accountability de los involucrados en escándalos de corrupción en distintos países. Nuevas generaciones de fiscales, mejor preparados y más efectivos gracias a reformas recientes de los sistemas procesales penales, explican por qué en Brasil y Chile la justicia ha jugado un rol importante y nunca antes visto investigando y llevando a la justicia a los responsables. Esto contrasta con países como Argentina, México y Venezuela, donde la falta de autonomía del poder judicial explica una percepción generalizada de impunidad.

En el caso de Guatemala, en cambio, las debilidades del sistema judicial fueron subsanadas «importando» institucionalidad a través de una comisión internacional de juristas bajo el auspicio de Naciones Unidas. Esta comisión colaboró con la Fiscalía Nacional y la policía para procesar a los inculpados en el fraude aduanero conocido como La Línea. Como resultado de este trabajo conjunto y de una impresionante movilización social, el presidente Otto Pérez Molina y su vicepresidenta se vieron obligados a renunciar el año pasado y están siendo procesado junto a decenas de miembros de la red de corrupción que encabezaban.

Versión completa en:El País,de España.com

Papa alerta del riesgo de noticias falsas en los medios

Foto: Maurizio Brambatti / EFE

‘Los medios pueden hacer daño’, dijo el Papa.

Dijo que los medios que buscan difamar se arriesgan a ser presa de la ‘coprofilia’.

Por: REUTERS | 10:02 p.m. | 8 de diciembre de 2016

Un fuerte llamado de atención a los medios de comunicación hizo el miércoles el papa Francisco al afirmar que, al centrarse en escándalos y difundir noticias falsas para difamar, “se arriesgan a parecerse a la gente que tiene una fascinación mórbida con los excrementos”.

En una entrevista publicada por el semanario católico ‘Tertio’, el argentino señaló que expandir la desinformación es “probablemente el mayor daño que pueden hacer los medios” y que usar las comunicaciones para este fin en lugar de usarlas para educar equivale a un pecado.

Habló del peligro de usar noticias falsas para difamar a los rivales políticos.

“Los medios de comunicación tienen sus propias tentaciones. Pueden ser usados como medios de difamación (…). Nadie tiene derecho a hacer esto. Es un pecado y es doloroso”, añadió.

(Análisis: La neutralidad en la red, bajo amenaza en la era Trump)

Usando términos psicológicos precisos, afirmó que los medios centrados en los escándalos se arriesgan a ser presa de la coprofilia –excitación por los excrementos– y que los consumidores de estos contenidos se arriesgan a cometer coprofagia –comer excrementos–. El Papa, no obstante, pidió perdón por recurrir a estas palabras para ilustrar su punto de vista.

“Los medios deben ser claros y transparentes, y –sin intención de ofender– no caer en la enfermedad de la coprofilia, que es querer cubrir siempre escándalos y cosas desagradables, incluso aunque sean verdaderas”, afirmó. “Y como la gente tiene tendencia a la enfermedad de la coprofagia, se puede hacer mucho daño”, agregó.

Esta parte, que fue distribuida a la prensa con una traducción italiana de la entrevista, realizada en el español nativo de Francisco, contiene parte del lenguaje más directo jamás usado por él para referirse a los medios.

REUTERS