Aun el periodismo colombiano y el Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) no habían salido de la aflicción causada por la reciente muerte del periodista y poeta Rogelio Echavarría (socio fundador de nuestra organización sindical) cuando la desaparición de otro de nuestros socios los enlutó de nuevo: el 9 de febrero falleció Hernando Correa Peraza como si hubiera escogido este día –el del periodista- para ponerle punto final a una vida dedicada casi por entero a este oficio.
Correa Peraza, dueño de ese escaso humor que lanza el apunte político con un lenguaje suave, sin odios y sin ofensas, fue un activo socio del CPB y hasta hace poco tiempo integró la Comisión de Disciplina, donde su amplio conocimiento sobre el oficio de periodista y su desapasionamiento y rectitud frente las pocas quejas que llegaron a esta comisión orientaron de manera certera las decisiones sobre las mismas.
En sus años juveniles practicó el montañismo y el karate, actividades que hubieran podido predecir que se estaba formando un gran deportista. Pero más que atleta, lo que Hernando Correa cultivaba era el saber de nuestra historia. Por eso los últimos diez años de su vida los dedicó a la docencia como investigador del Departamento de Historia, de la Escuela de Filosofía y Humanidades de la Universidad Sergio Arboleda.
Antes, también por sus conocimientos humanísticos, fue llamado al mundo diplomático y estuvo varios años en la Embajada de Colombia en el Reino Unido y en la jefatura de prensa del Ministerio de Gobierno. Su carrera periodística la desempeñó en las redacciones de El Espacio, El Siglo y la agencia de noticias EFE, entre otros medios. Fue autor de ensayos, sobre política y del libro Los rostros de la violencia. Colombia 1930-1958. Por su parte, la Sergio Arboleda apoyó su participación en varios artículos y contribuciones académicas, entre los que se destacan la revisión de los tomos 1, 2 y 3 de la Nueva Visión de la Historia de Colombia.
Su buena y bien escogida biblioteca resume lo que Hernando Correa Peraza fue en la vida: un estudioso de nuestra historia, desde su concepción conservadora, como era la de él. Sin embargo, porque entendía que el periodismo en su praxis debe ser independiente de cualquier postura ideológica, pudo ser –y lo fue ciertamente- un auténtico reportero.
Con esta breve pero sentida semblanza, el Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) le rinde homenaje a quien fue uno de sus más transparentes, eficientes y activos socios.
En Bogotá se llevó a cabo el pasado martes 30 de enero laXV versión del Encuentro de Directores y Editores de Medios Colombianos, que estuvo enfocado en discutir los retos informativos, políticos y de seguridad que afrontará la prensa en 2018, año en el que el país tendrá sus primeras elecciones legislativas y presidenciales tras la desmovilización de la guerrilla de las FARC.
Otro factor que hizo de este un encuentro especial fue la participación de la recién creada Asociación Colombiana de Medios de Información (AMI), anteriormente conocida como Andiarios, en cabeza de su director ejecutivo Werner Zitzmann.
“Estamos de acuerdo con la importancia de la ética en la labor periodística. Pero estamos convencidos también de la importancia de hacerle ver a las audiencias que necesitan valorar los contenidos periodísticos de calidad, en especial en esta época electoral”, dijo Zitzmann en su primera intervención en el evento.
Este encuentro es el único espacio donde por tres lustros consecutivos se han sentado en una misma mesa convocados por la FNPI los directores y editores de los principales medios de circulación nacional, los medios regionales, la radio y televisión pública, agremiaciones de periodistas, la academia, organizaciones civiles y representantes del Gobierno Nacional.
Precisamente en esta ocasión se contó con la participación del Ministro del Interior, Guillermo Rivera Flórez; el Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo Flórez; y el Registrador Nacional, Juan Carlos Galindo Vacha.
Entre los medios de cobertura nacional presentes se destacaron Roberto Pombo, director de El Tiempo; Fidel Cano, director de El Espectador; Alejandro Santos, director de la Revista Semana; Ricardo Ávila, director de Portafolio; Alfonso Ospina, jefe de redacción de Caracol Radio; Lorena Vega, jefe de información y opinión de la Radio Nacional de Colombia; o Juanita León, directora de La Silla Vacía.
La prensa regional estuvo representada entre otros por Edgar Aroca, presidente de la Asociación de Periodistas y Comunicadores del Meta; Marco Schwartz, director de El Heraldo de Barranquilla; Javier Ramos, director de El Universal de Cartagena; Luis Guillermo Restrepo, director de El País de Cali; Oscar Mario Correa, director de Teleantioquia Noticias; Margarita Barrero de El Colombiano de Medellín; o Diana Giraldo, quien se estrena como directora de Vanguardia Liberal de Bucaramanga.
De qué se habló
Tras la instalación a las 9:30 de la mañana a cargo de Jaime Abello Banfi, Director General de la FNPI, el encuentro estuvo dividido en tres segmentos. En primer lugar, un panel donde los representantes del Gobierno y la directora de la Misión de Observación electoral (MOE), Alejandra Barrios Cabrera, analizaron los riesgos existentes y las acciones a tomar para garantizar procesos electorales competitivos, limpios y legítimos, seguido de un foro de profundización e intercambio con los directores y editores, con énfasis en las agendas investigativa, informativa y de movilización social desde los medios regionales y nacionales.
“Es necesaria una gran alianza entre el Gobierno, los medios de comunicación y la ciudadanía en la búsqueda de soluciones que no limiten la libre circulación de la información, pero que sí ayuden a crear en los ciudadanos un sentido crítico para juzgar acertadamente aquellas noticias que le lleguen”, dijo el Ministro del Interior, Guillermo Rivera Flórez, al manifestar su preocupación por el impacto que la circulación de noticias falsas pueda tener en las elecciones.
El espacio de preguntas de los asistentes a los panelistas se caracterizó porque la mayor parte de ellas estuvieron dirigidas al Procurador General, quien destacó que el país enfrenta cinco retos actualmente: la recuperación de la confianza en las instituciones democráticas; la necesidad de superar la polarización y la fractura política que vive el país; consolidar la paz; vencer la corrupción y fortalecer la democracia.
Tras el receso llevado a cabo a las 11:30 de la mañana llegó el turno para Jean-François Fogel, periodista francés, estratega de medios digitales, presidente del Consejo Rector, maestro y directivo de la FNPI, quien viajó desde París para exponer sus ideas sobre innovación y credibilidad de los medios informativos en el contexto de las redes sociales, en épocas electorales y fuera de ellas.
“Me dan risa aquellos medios que anuncian con bombos y platillos que ahora van a hacer ‘fact-checking’… ¿Qué hacían antes entonces?”, bromeó Fogel al insistir en la importancia de los medios dedicados al ejercicio profesional del periodismo en tiempos cuando aumenta la circulación de desinformación a través de redes sociales y plataformas de mensajería privada.
Para el francés, es vital trabajar para recuperar la confianza en los actores de la vida pública. Curiosamente, en aquellos países como Colombia, Francia e Italia, donde el déficit de confianza en los gobernantes es alto, la desconfianza en los medios alcanza niveles similares. “Recuperar la confianza frente a la potencia anónima de las plataformas digitales es un proceso que tomará tiempo para los medios de comunicación, pero que es necesario”, añadió.
Tras una hora para el almuerzo, el encuentro se reanudó con una mesa redonda final donde se discutieron los estándares y estrategias informativas en la cobertura de temas críticos para la construcción de paz y la gobernabilidad democrática. Con la moderación de Ricardo Corredor, Director Ejecutivo de la FNPI, y Ana Cristina Navarro, consultora de la FNPI, se buscó recopilar entre los asistentes ideas sobre las alternativas de actuación periodística de los medios nacionales y regionales sobre temas fundamentales para el debate electoral y la construcción de paz a largo plazo, como justicia transicional, comisión de la verdad y desarrollo rural.
Ricardo resaltó que además de los medios de comunicación, es necesario involucrar a la discusión a representantes de otros cinco grupos de interés: los comunicadores de las instituciones gubernamentales y multilaterales; las organizaciones comunitarias; los encargados de estrategias digitales, es decir community managers e influenciadores; las facultades de comunicación y periodismo; y finalmente los encargados de comunicaciones en empresas del sector privado.
Aquí es posible conocer la relatoría del encuentrocon todos los temas abordados y las conclusiones que dejó. Al despedir a los invitados sobre las 4:30 de la tarde, se aprovechó para realizar el anuncio de las fechas en las que tendrá lugar el Festival Gabriel García Márquez de Periodismo este año. Tendrá lugar los días 3, 4 y 5 de octubre en la ciudad de Medellín.
El periodismo es una profesión, no una ciencia exacta. Los métodos para obtener y elaborar la información y las formas de presentarla son tan variados como el número de periodistas. Además, la práctica y la ciencia del periodismo están cambiando a un ritmo vertiginoso. Surgen nuevos modos de contar, tecnologías que facilitan el trabajo, canales y plataformas de distribución, procesos productivos y vías de negocio que hasta hace poco eran impensables. Lo que nos está pasando no es una crisis pasajera. Estamos metidos en el ojo del huracán de una verdadera revolución,un tsunami que arrasa todo lo que encuentra a su paso.Sólo sobrevivirán quienes se atrevan a entregarse con pasión y exploten con rigor las posibilidades del nuevo escenario. Quienes sepan aprovechar las oportunidades y acierten en la interpretación de las nuevas reglas.
Se habla de un periodismo dron, ubicuo, digital, de datos, de investigación, móvil, robotizado, de redes sociales, lento, cívico, algorítmico, social, hiperlocal o especializado, con decenas de etiquetas adosadas, como si la profesión no pudiera bastarse por sí sola y necesitara de otra palabra que la adjetive. Con lo bonito que es el eso del periodismo a secas, que incluye a todos los anteriores y muchos más, porque el periodismo, si es auténtico, no precisa de aditivos ni edulcorantes.
De todas las etiquetas que lastran al periodismo quizá la más perniciosa sea la de ciudadano. Ahora, nos dicen algunos, cualquiera puede convertirse en “periodista ciudadano”. ¡Voilá! Basta con que publique una foto o un tuit sobre algo que sucede a su alrededor. La información ya se ha democratizado, argumentan, y miles de “periodistas ciudadanos” en todo el mundo ejercen su derecho a comunicar lo que les viene en gana, con una fuerza imparable, reemplazando incluso a la actividad de medios y profesionales.
Del mismo modo que nunca habitaría en una casa construida por un “arquitecto ciudadano”, ni mucho menos pondría mi salud en manos de un “médico ciudadano”, tampoco me fiaría de lo que cuenten esos autoproclamados “periodistas”. Se trata de valorar la diferencia entre el profesional y el amateur, quien tiene la formación y capacidad necesaria para ejercer una actividad de forma competente, y el que carece de esa capacitación, aunque la practique ocasionalmente, por gusto o afición.
Cuando debatimos en la Facultadsobre la identidad del periodista y su trabajo, suelo argumentar que la formación que una persona recibe durante su carrera universitaria es lo que en el fondo le capacita como profesional en esto del periodismo. Entiéndase bien: los cientos de horas de lecturas, estudio, prácticas, trabajo duro, aprendizaje, conocimientos, conexión con la realidad profesional, destrezas y aptitudes demostradas de forma consistente son las credenciales que le permiten a alguien adquirir el bagaje y los estándares profesionales necesarios para desempeñar la actividad periodística de modo solvente. Ni más, ni menos.
Por eso, en los tiempos que corren no está de más detenerse a pensar cuáles son los estándares profesionales que conforman el “núcleo duro” de la actividad periodística. Al hilo de estas reflexiones, propongo seleccionar de forma sintética doce verbos que compendian la esencia del periodismo. Así, periodismo a secas, en cualquier plataforma y con cualquier etiqueta que luego queramos añadirle. ¿Por qué doce? Honestamente, la cifra es arbitraria. Al principio pensé en diez, por aquello del número redondo. Luego me salieron 16, y al final me quedé con estos 12. Estoy convencido de que hay otros muchos verbos que podrían figurar en esta lista y espero que tú puedas quitar o añadir los que quieras y, de hecho, te hagas tu propia lista. Ahí van los míos:
Observar: hemos de fijarnos en lo que nos rodea, prestar atención a los detalles. Ante un suceso cualquiera, conviene preguntarse: ¿qué es lo que hace que este suceso sea diferente? Si miramos con ojos curiosos, descubriremos las personas, matices e historias que yacen agazapadas a nuestro alrededor. Ver más allá de lo que aparece a simple vista es todo un arte.
Preguntar: Nuestro conocimiento es el resultado de las preguntas que formulamos. El periodista es un profesional de la pregunta: hemos de aprender a formular preguntas relevantes que nos permitan averiguar lo que alguien no quiere que se sepa. Nos pagan para saber lo que los demás ignoran y la mejor técnica para ello es preguntar. Toda historia empieza con un por qué y una buena entrevista se basa preguntas certeras.
Verificar: El objeto del periodismo es informar sobre lo que sucede. Por tanto, creemos que existe una verdad, una realidad que se conforma con los hechos ocurridos. Nuestra meta es llegar tan cerca de la verdad como podamos. Como argumentaMarilín Gonzalo,los periodistashemos olvidado nuestro objetivo de buscar la verdad.Para ello, hemos de comprobar la exactitud de todo lo que nos dicen. En estos tiempos de bulos, “fake news” y desinformación resulta aún más necesario verificar cualquier contenido antes de publicarlo. De ello depende nuestra credibilidad.
Investigar: Aunque suene de Perogrullo, todo periodismo debe ser investigación. Es decir, el periodista se adentra en la superficie de la realidad y profundiza en ella con el tiempo y los recursos disponibles, hasta llegar al fondo de los asuntos. Se trata de ir quitando las distintas pieles, como las capas de una cebolla, que recubren –y a menudo encubren- lo sustancial, lo verdaderamente relevante. La investigación exige esfuerzo, dedicación y dinero pero sin ella nuestra actividad pronto se reduce a reproducir comunicados de prensa,teletipos de agencias y poco más.
Sintetizar:En la era de los 140 caracteres, los totales televisivos y los mensajes de WhatsApp, la capacidad de síntesis es un valor añadido fundamental. Hemos de sintetizar al máximo nuestras piezas, pues el lector nos lo agradecerá. Si podemos decir algo con 20 palabras, no usemos 30. Si una información cabe en un breve de quince líneas, no la alarguemos innecesariamente. Esta habilidad nos permitirá identificar en seguida el titular de una información, el lead y los elementos destacados, sin andarnos con rodeos.
Editar: Este verbo alude a toda una serie de verbos implícitos (revisar, reescribir, recortar, seleccionar, ampliar, pulir, retocar…) que aluden a los procesos que permiten mejorar cualquier contenido periodístico de cara a su difusión. El periodista selecciona el material de todo lo que ve, escucha, graba y anota; de esa selección escoge los materiales que sirven para elaborar la pieza y construye el relato. Estamentalidad de editor sirve para cualquier información; implica examinarla concienzudamente hasta depurar todos los errores y deficiencias.
Interpretar: En un océano de contenidos que se multiplican continuamente, cuando nos sentimos desbordados por la cantidad de datos e informaciones -y cada vez más mentiras- que nos llegan a tan solo un clic, resulta necesario más que nunca que el periodista sea capaz de analizar vastas cantidades de información y señalar los aspectos más relevantes para la vida de sus audiencias. Ello implica tener criterio para distinguir lo importante de lo accesorio, lo jugoso de lo banal y jerarquizar los temas frente a la lógica del gran contenedor, en la que se presentan con el mismo enfoque y al mismo nivel la cumbre del cambio climático, una crisis de gobierno, la lesión de un futbolista o la ruptura amorosa de una conocida pareja. El periodismo, hoy más que nunca, debe encontrar el sentido de lo que ocurre.
Un aspecto de la redacción de Quartz en Nueva York (Foto: Lya Bekyan)
Contar: Quien maneja la cámara, el móvil o el ordenador no debe conformarse con saber lo que va a decir, sino que además debe saber la mejor forma de contarlo. Dominar el lenguaje equivale a ser equilibrista de la palabra, artesano de la imagen y escultor del sentido. Hace años la CNN, en una campaña promocional de sus informativos, acuñó el lema: “te ponemos en primera fila de lo que sucede”. Junto con los datos, las declaraciones y los hechos, hay que saber transmitir, contar bien la información.Carlos del Amordice que al espectador hay que seducirle con las palabras e imágenes. Se trata de impregnar la historia de sentido, ordenarla, conectar las partes y tratar de cautivar.
Anticiparse: Ante la avalancha informativa y la aceleración de los acontecimientos, en un entorno de cobertura instantánea y competencia voraz, el profesional ha de anticiparse a los hechos.José Manuel Rodríguez, periodista de El Confidencial, relaciona la innovación con‘El arte de la guerra’ de Sun Tzu: “En un pasaje dice que el ejército que llega antes tiene tiempo de descansar, mientras que el que llega el último ha de pelear cansado. Con lo cual, si eres el primero en cambiar, tienes ese margen hasta que los demás cambien y ellos tendrán que hacerlo más rápido que tú. Y si eres el primero, dispones de margen para aplicar ese cambio”. Es clave por tanto anticiparse a los competidores, identificar oportunidades y arriesgar.
Innovar: Como afirman los periodistas que saben de esto, innovar consiste endetectar un problema o necesidad, encontrar una solución original y desarrollarla de forma exitosa. Se trata de implementar un nuevo concepto, producto o servicio en un mercado concreto, de modo disruptivo, es decir, que esa innovación altere cómo se venían haciendo las cosas hasta ahora. Hemos de ser capaces de imaginar productos periodísticos que todavía no existen y que nos ayuden a ser más eficientes, a superar nuestros problemas, a encontrar nuevas vías de ingresos o a explicar mejor lo que sucede. Imaginemos un futuro distinto y si a la primera no sale, sigamos intentándolo.
La periodista Arwa Damon durante una cobertura en Bagdad. (Foto: IWMF)
Sacrificarse: Ese periodista que se cuela donde haga falta hasta conseguir la noticia, que está dispuesto a dedicar horas extra si su tarea lo exige, que aguanta la lluvia, el frío o el calor, que cubre temas incómodos y sucesos desagradables, renunciando a lo que sea necesario por sus lectores, sin desesperarse. Intenta dar su voz a quienes no la tienen porque son víctimas de la guerra, de un conflicto o una tragedia natural. Es una persona independiente y humilde en el ejercicio cotidiano de su oficio, pero se vuelve implacable ante las intromisiones del poder, ante quienes tratan de sobornarle, intoxicarle o atosigarle, mediante consignas de cualquier pelaje ideológico. Nadie dijo que este fuera un trabajo fácil.
Rendir cuentas: El único verbo entre los seleccionados que se compone de dos palabras. Implica estar dispuesto a responder de todo lo que hacemos, porque somos conscientes de que nuestras acciones siempre tienen consecuencias. Hay palabras e imágenes que hieren y causan mucho sufrimiento. Sabemos que no somos infalibles. De hecho, nos equivocamos más a menudo de lo que nos gustaría admitir. Por eso hemos de tener la magnanimidad para ser responsables y transparentes, admitiendo nuestros errores y rectificando cuando sea necesario. Quien sabe decir “me equivoqué” nunca fracasa, sino que crece y se fortalece porque se muestra íntegro y honesto.
Estos doce verbos representan mi visión del periodismo. Hay otros que sin duda pueden engrosar la lista. Como te decía, me encantaría que pienses tu propia lista y me hagas llegar tus sugerencias. En el fondo, mi tesis es que el periodismo no puede asimilarse a las reglas habituales del mercado de la comunicación. Porque la información no es una mercancía cualquiera. Los periodistas nos debemos a las empresas que nos contratan, pero también y al mismo tiempo, nos debemos a nuestros lectores. Lograr un equilibrio posible entre estas dos fidelidades y utilizar toda la potencia de las tecnologías y herramientas será la clave para la supervivencia y el éxito de nuestro trabajo.
La inesperada ofensiva militar del Eln y de otras bandas criminales retorna temores de que se caliente nuevamente el conflicto interno y la relativa paz que percibimos como posibilidad cercana se vuelva trizas, incluso antes de que lo intenten algunos francotiradores políticos. El terrorismo no aporta logros, pero sí produce caos y frena posibilidades de avance y desarrollo para el país. Un sector como el turismo, que en Colombia crece a mayor ritmo que en América Latina, se nutre de la seguridad, y cada disparo de fusil espanta puñados de viajeros.
Por estos días visitó Bogotá el científico político Ravindra Kumar, pedagogo indio dedicado a recorrer el mundo para divulgar mensajes de paz, y aprovechó su correría, programada por su embajador, Rabi Bangar, para invitar a los colombianos a vencer el miedo, si se pretende alcanzar este derecho irrenunciable de la sociedad, aceptando la verdad y asumiendo los sacrificios que su logro admita.
Kumar, editor de Global Peace International Journal y experto en la filosofía del líder Mahatma Gandhi, pregona las enseñanzas del obrero de la paz. Durante una intervención, en auditorio colmado por entusiastas estudiantes del Externado, recordó expresiones tan razonables para cerrar las puertas de los conflictos sociales como aquellas de que la única posibilidad de que la humanidad se pueda liberar de la violencia es por medio de la no violencia,ojo por ojo y todo el mundo quedará ciego, y perdonar es el valor de los valientes.
No resulta extraño que estas reflexiones sigan calando dentro de una concurrencia joven, tal como ocurrió recientemente en la Nacional y la Javeriana, otras universidades de reconocido pensamiento crítico, donde atentos los estudiantes escucharon las propuestas del candidato Humberto de la Calle y de su fórmula vicepresidencial, Clara López, sobre los complejos problemas nacionales que suelen ser encabezados por el persistente conflicto interno.
Hace un par de años —después del triunfo del No en el plebiscito—, la ansiedad de los jóvenes por vivir en un país en paz despertó al dormido movimiento estudiantil, que en marchas silenciosas reivindicó el legítimo derecho a construir su esperanza de futuro sin la amenaza de las balas, y expresó repudio a la polarización política, la violencia y la intolerancia.
Para Kumar vale la pena esforzarse por la paz, silenciando los cañones, como lo hicieron otros países, empezando por la India, que bajo la filosofía de desobediencia civil no violenta de Gandhi alcanzó su independencia del gobierno británico e inició un audaz proceso de transformaciones. En Argentina, las madres de la Plaza de Mayo consiguen resultados con su lucha pacífica por la verdad sobre los desaparecidos por la dictadura.
El mensaje de Gandhi sobre la armonía, la cooperación y la coordinación debería aprovecharse en un país fracturado por la violencia, donde el terrorismo no es el camino al diálogo. Una paz estable, que promocione justicia y oportunidades para avanzar hacia la prosperidad, requerirá de buena voluntad y de decisión política. En esta campaña electoral, afortunadamente se vislumbra la presencia de un candidato presidencial que desde hace media década camina con dedicación y coraje hacia ese propósito.
Las instituciones educativas son eje cardinal para consolidar la pedagogía de la paz, sembrar confianza y orientar el liderazgo de las nuevas generaciones para la construcción de una nación pacífica. En el turismo, el espacio vocacional es tan grande como el potencial de la industria. El Programa Colegios Amigos del Turismo es una opción para forjar líderes sensibles frente a los riesgos sociales, culturales, ambientales y económicos, que contribuyan a derogar la Ley del Talión, la del ojo por ojo, que amenaza con quitarnos, diente por diente, la sonrisa que hoy nos diseña esa mejor imagen internacional del país.
El ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC), trabajando en conjunto con el Reino Unido en un proyecto que busca la financiación de los estudios de maestría de doce colombianos en tres universidades de ese país: La Universidad de Hertfordshire, la Universidad de Leeds o la Universidad de Manchester.
La iniciativa que nació en el 2017, les dará la oportunidad a seis colombianos que deseen cursar una maestría en temas de Big Data y Radioastronomía en el Reino Unido, Por otra parte, otros seis becados, tendrán la oportunidad de realizar estudios en Colombia.
La convocatoria está dirigida a profesionales que formen parte de los procesos del Centro de Excelencia y Apropiación en Big Data y Data Analytics y el Centro de Bioinformática y Biología Computacional (BIOS).
Quienes estén interesados en aplicar a alguna de estas becas, deben ser ciudadanos que cuenten con estudios profesionales en física, matemática, ingeniería, ciencias de la comunicación y afines; además de contar con el manejo de inglés.
El postulante deberá presentar un proyecto relacionado con temáticas como la búsqueda de patrones en muestras de datos espectroscópicos; el uso de “Power-Wall Displays” para la reducción interactiva de interferencias electromagnéticas; poblaciones estelares en galaxias; técnicas de Big Data para el análisis de imágenes satelitales; uso de Big Data en imágenes diagnósticas, entre otros, los cuales pasarán por una etapa de evaluación y los ganadores se someterán a un proceso de admisión en las universidades del Reino Unido.
Los ganadores tendrán los gastos de matrícula, mantenimiento, visa y tiquetes aéreos totalmente pagos y el plazo máximo de inscripción, es el próximo 14 de febrero.
Para conocer todos los requisitos y condiciones, y hacer el proceso de inscripción, ingrese aquí: https://www.rada-bigdata.com/
Becas en Colombia
Los seleccionados recibirán apoyo de expertos del Reino Unido en el desarrollo de su tesis. Para más información sobre los términos y condiciones, se puede comunicar a [email protected] o [email protected].
Nuestro grupo de FacebookSomos Periodistas de Saludsigue consolidándose como un lugar donde reporteros, profesores, estudiantes, editores y demás profesionales de la comunicación en salud comparten valiosa información especializada.
Uno de los más activos hasta el momento ha sido José Luis Terrón Blanco, profesor titular del Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Universidad Autónoma de Barcelona, quien además es fundador y director delGrupo de Comunicación y Salud del InCom-UAB.
Además de compartirnos interesantesartículos de su autoríasobre la calidad de la información de salud en los medios de comunicación, el profesor Terrón Blanco ha llamado la atención sobre la importancia de un breve pero contundente documento creado en 2007 durante el III Congreso Nacional de Periodismo Sanitario llevado a cabo en Sevilla.
Debido al lugar donde fue redactado se conoce como laDeclaración de Sevillaa este texto que propone un decálogo que todo periodista de salud (y a decir verdad, de cualquier otra rama del periodismo) debería no solamente conocer, sino aplicar a diario en su trabajo. Extraemos de la declaración los 10 principios a continuación.
1. Veracidad
Identificar las fuentes informativas y contrastar las noticias. Evitar rumores e informaciones tendenciosas interesadas.Tener en cuenta que la noticia tiene muchos matices que requieren puntos de vista diferentes. Los periodistas deben tener presente que sus escritos, crónicas radiofónicas, videos o post, influyen en la audiencia y hacen que los ciudadanos tomen decisiones que repercuten en su propia salud.
2. Objetividad
Distinguir lo que es información sobre hechos constatables de lo que es opinión. Estar atento a los intereses de las fuentes y su relación con aquello que están comunicando. Nuestros intereses personales no pueden marcar la elección o enfoque de la noticia.
3. Profesionalidad
Asegurar la calidad de la información. No esconder publicidad o propaganda en ella. Buscar opiniones autorizadas para contrastar datos. Uso profesional de comunicados o notas de prensa como fuente de información.Buscar la información sin subterfugios, cámaras ocultas (es sumamente extraordinaria la justificación de estas grabaciones). Dar enfoques positivos y no sólo negativos o acusadores. Hacer seguimiento de las noticias de tal manera que si se habla de resultados positivos de un estudio y se demuestran negativos, también se hagan públicos éstos.
4. Credibilidad
Fomentar el propio conocimiento en todo lo relacionado con la salud. Precaución al dar resultados preliminares en un ensayo. Informar sobre todos los aspectos de la noticia, sin olvidarse, por ejemplo, de los efectos secundarios. Asegurarse de que los datos son verdaderos antes de hacerlos públicos.
5. Respeto
No manipular imágenes, fotografías o testimonios. No obtenerlas sin consentimiento. No buscar el efecto dramático al contar una historia personal. No vulnerar la intimidad de las personas. Tener especial sensibilidad y conocer y respetar los límites legales cuando la información afecte a niños, personas con discapacidad o vulnerables. No estigmatizar y tener en cuenta el impacto que una información puede tener sobre un colectivo afectado.
6. Confidencialidad
Siempre que se haga una referencia con nombre y apellidos hay que citar las fuentes. Hay que respetar siempre el off de record y la confidencialidad cuando así nos hayamos comprometido con la fuente de información.
7. Honestidad
La verdad y el respeto a las libertades individuales deben ser nuestros objetivos. Hay que usar un lenguaje sencillo y comprensible que traslade los mensajes al ciudadano. Huir de un lenguaje sensacionalista, evitar la espectacularidad y lasinformaciones que no tienen un fundamento científico-médico o crear falsas expectativas en los receptores de la información.
8. Independencia
Ejercer el derecho a la información sin aceptar sobornos, ni fomentar prebendas, ser observador imparcial. Las agendas de los organismos públicos y privados no deben dirigir nuestras agendas. Los periodistas pueden tener acciones en una compañía, realizar inversiones, u operaciones comerciales, siempre y cuando no usen el efecto información confidencial privilegiada, ni manipulen la información en beneficio propio o de terceros.
9. Autenticidad
Huir de la piratería, la copia o el plagio. Hay quedar siempre el link de acceso a la fuente originaria, si es pública.Mantener un espíritu crítico con el propio trabajo. El rigor y la objetividad también conllevan rectificar cuando alguien comete un error.
10. Responsabilidad
Acatar los Derechos Fundamentales reconocidos, no vulnerar la intimidad ni insultar, no ofender con calumnias ni injurias, no vulnerar el principio de presunción de inocencia, no hacer apología de las drogas, no hacer discriminación negativa ni racismo y evitar cualquier actividad o información que menoscabe la integridad personal o perjudique a inocentes, pacientes, periodistas, médicos, científicos, enfermeros o cualquier otra persona que esté involucrada en el área de la salud. Evitar la discriminación por motivos de género.
La declaración de Sevilla concluye realizando además siete propuestas para mejorar la calidad de la información relacionada con salud en los medios de comunicación, las cuales se pueden conocer en el texto completo que dejamos aquí.
¿Buscas guías o manuales de periodismo de investigación? A continuación, te presentamos 9 de estos que laGlobal Investigative Journalist Network (GIJN)ha puesto a disposición de todos vía online. Cada uno de estos manuales cuenta con casos de estudio y ejemplos de todo el mundo.
La Investigación a partir de Historias: Este manual financiado por UNESCO contiene casos de estudio para ilustrar métodos y habilidades, incluyendo investigación, escritura, control de calidad y difusión.
Guía Práctica sobre Periodismo de Datos: Aquí puedes encontrar consejos sobre visualización de datos y explorar casos de estudios de periodistas que trabajan en este campo.
Manual de Periodismo de Datos: Desde definiciones, casos de estudio y consejos sobre cómo conseguir, usar y analizar datos.
Plan Modelo de Estudios de Periodismo: Esta guía desarrollada por UNESCO apunta a profesores de periodismo en países emergentes. Ofrece programas de diecisiete cursos de periodismo –incluyendo periodismo de investigación– que pueden adaptarse a las necesidades de cada país.
Potenciando a los Medios Independientes: Aborda una mirada profunda sobre desarrollo de los medios. Cubre siete áreas temáticas: financiamiento, medios digitales, sostenibilidad, medios de comunicación y las leyes, seguridad, periodismo ciudadano, monitoreo y evaluación.
Tragedias y Periodistas:¿Cómo proteger a la víctima y a uno mismo al cubrir hechos de violencia? Esta guía tiene consejos al respecto para periodistas, fotoreporteros y editores.
Manual de Verificación: Tiene herramientas, técnicas y guías paso a paso sobre cómo lidiar con el contenido generado por los usuarios durante emergencias.
Más de 75 organizaciones de noticias colaboraron en su creación para el Trust Project.
Desde hace dos años, elTrust Project, una iniciativa del Centro Markkula para Ética Aplicada de la Universidad de Santa Clara, ha venido trabajando bajo el liderazgo de la periodista Sally Lehrman para construir estándares que les permitan a los medios de noticias recuperar la confianza de sus lectores.
Para lograrlo, los líderes de más de 75 organizaciones de noticias se reunieron para escuchar los comentarios de los lectores y colaboraron para crear 37Indicadores de Confianza. Se trata de prácticas recomendadas que les permitan a los lectores entender en en dónde están consumiendo noticias, quién es el reportero que trabajó en ellas o qué correcciones se le han hecho a la historia original.
El equipo de Lehrman ha condensado estos 37 indicadores en ocho principios que se deben aplicar de manera urgente en aquellos medios que tengan bajos niveles de credibilidad ante a sus audiencias.
1. Mejores prácticas. ¿Tenemos un código ético o estándares establecidos? ¿Es de público conocimiento quién financia al medio de comunicación? ¿Somos claros en cuanto a cuál es la misión del medio? Además, dar a conocer compromisos con la ética, diversidad de fuentes, precisión, disposición a la corrección y otros estándares.
2. Experiencia del autor. ¿Es fácil identificar quién informa? Es importante dar detalles sobre el periodista que escribió la historia, incluida su experiencia y otros reportajes en los que han trabajado.
3. Distinguir el tipo de trabajo. Usar etiquetas para distinguir la opinión, el análisis y el contenido publicitario de los informes noticiosos.
4. Citas y referencias. Para las historias de investigación o en profundidad, permitir mayor acceso a las fuentes detrás de los hechos y las declaraciones citadas en los artículos.
5. Métodos. También para los reportajes investigativos, brindar información sobre por qué los periodistas eligieron seguir una historia y cómo se encargaron del proceso.
6. Origen local. Permita a su audiencia saber cuándo la historia tiene origen local. Si la reportería fue hecha en un lugar específico, aprovechando el conocimiento y experiencia de la comunidad.
7. Voces diversas. Dé a conocer los esfuerzos realizados por la sala de redacción para aportar diversas perspectivas a la historia. Los lectores notan cuando fuentes pertenecientes a distintas etnias o sectores políticos hacen falta en un reportaje.
8. Retroalimentación. Maximice los esfuerzos de la sala de redacción para lograr que el público ayude a establecer prioridades de cobertura, contribuya al proceso de presentación de reportajes, garantice la precisión y otras formas de ayudar para expandir las historias.
Google y Facebook hacen parte de este proyecto financiado en parte por Craig Newmark, el fundador de craigslist. Esto es de resaltar, pues ambas compañías,especialmente Facebook, han anunciado recientemente que buscan establecer cuáles son los medios que mayor confianza generan en la ciudadanía. Estos estándares podrían jugar un rol fundamental en esa selección.
Con el objetivo de aumentar la participación ciudadana, la Alcaldía de Bogotá inicia el 2018 con una inversión de 2.500 millones de pesos, para mejorar los salones comunales de diferentes barrios de la ciudad.
Exactamente ocho localidades se verán beneficiadas con esta inversión, en donde se tiene previsto se realicen cambios de todos los aparatos sanitarios y enchape, recuperación de piso, pintura de paredes externa e interna, pintura de cubierta, remodelación de cocina e iluminación.
Actualmente tres salones comunales han sido entregados y se estipula que, dentro de los próximos seis meses se termine el trabajo en los demás, para tener un total de 20 salones, divididos en las localidades de: Bosa, Ciudad Bolívar, Usme, San Cristóbal, Santa Fe, Kennedy, Usaquén y Suba.
Por el momento de realizan visitas continuas por parte de la Caja de Vivienda Popular para realizar mesas de trabajo en 74 salones seleccionados. Ocho profesionales del grupo interdisciplinario fueron los encargados de estas revisiones, en las cuales se eligieron los siguientes parámetros de selección:
Debe ser espacio público (DADEP)
Encontrarse en territorios de oportunidad
No debe estar en zona de alto riesgo no mitigable
No debe estar afectado por líneas de alta tensión, ronda hídrica y zona de manejo y preservación ambiental
No debe tener problemas estructurales
No ser usado para actividades diferentes a las comunales
Más de 14.000 personas serán beneficiadas con estas inversiones distritales que buscan crear espacios sociales que permitan la participación ciudadana.
Las noticias falsas son “maldad” con “tácticas de serpientes”, dijo el Papa Francisco
“Los profesionales de la información tienen una responsabilidad particular para contener las noticias falsas”, agregó.
El pasado miércoles 25 de enero, el diario El Tiempo informó que (cita textual) “En su cuenta de Twitter, el senador del Centro Democrático Daniel Cabrales, compartió este miércoles con sus más de 21 mil seguidores un video donde se ven decenas de baúles de metal azules y verdes, con el logo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), repletos de billetes de dólares”. El mismo diario agregó: “El senador de Córdoba, que actualmente busca su reelección, escribió en su cuenta: “Denuncia de la comunidad, dineros de las Farc producto del narcotráfico en cajas De la Cruz Roja. Ojo ríos de dineros de la coca”.
Inmediatamente, vía twitter, el Comité Internacional de la Cruz Roja Colombia reaccionó y le envió un comunicado al senador Cabrales, que dice:
“@Dcabralescast Los miembros del Movimiento de la Cruz Roja no tienen nada que ver con las transacciones denunciadas en este video. Condenamos enérgicamente el uso indebido de nuestro nombre y logotipo”.
Señala además que éste video viene circulando desde hace dos años y que el 18 de enero de este año emitieron un comunicado en una de cuyas partes dice:
“Un vídeo donde se muestra el uso ilegítimo del emblema del CICR en baúles que contienen dinero en efectivo se ha difundido periódicamente en las redes sociales a lo largo de los dos últimos años, incluso a comienzos de 2018. Queremos que se entienda claramente lo siguiente: el CICR no tiene absolutamente nada que ver con el depósito o el transporte de efectivo denunciado en ese vídeo y condena enérgicamente el uso indebido del nombre y el logotipo de la Institución”.
“El uso indebido del emblema del CICR, como el que se muestra en el vídeo, es un peligroso abuso del nombre del CICR y del significado y el propósito particulares del emblema de la Cruz Roja, que es el signo visible de la protección conferida por los Convenios de Ginebra a las víctimas de los conflictos armados. El vídeo alimenta teorías conspirativas y falsas, como la del lavado de dinero, que atentan contra la reputación que la Institución ha construido a través de la asistencia prestada a personas afectadas por la guerra a lo largo de los últimos 155 años. Si bien no tenemos información de que haya ocurrido algún incidente a raíz de este vídeo, nos preocupa el impacto que un abuso tan flagrante del vídeo puede tener en la seguridad de nuestro personal y en las actividades que desplegamos en diferentes países, donde la confianza de todas las partes es esencial para proteger a nuestro personal y permitir nuestra acción humanitaria en favor de los más necesitados”.
Este mismo día, el pasado miércoles, como si el Papa Francisco estuviera conectado en vivo y en directo con nuestra angustiosa y azarosa realidad, se pronunció con un documento sobre las noticias falsas y la “maldad” de su uso con fines políticos . la agencia Reuters registró el texto del documento así:
CIUDAD DEL VATICANO (Reuters) – El Papa Francisco condenó el miércoles la «maldad» de las noticias falsas y dijo que los periodistas y usuarios de redes sociales deberían rechazar y desenmascarar «tácticas de serpiente» manipuladoras que fomentan la división y sirven a intereses políticos y económicos.
«Las noticias falsas son una señal de actitudes intolerantes e hipersensibles y sólo llevan a la propagación de arrogancia y odio. Ese es el resultado final de la mentira», declaró Francisco en el primer documento publicado por un Papa sobre el tema.
El texto fue emitido tras meses de debate sobre cuánto podrían haber influido las noticias falsas en la elección presidencial estadounidense de 2016 en que resultó electo el presidente Donald Trump.
El documento, titulado «La verdad los hará libres – Noticias falsas y periodismo para la paz», fue emitido antes del Día Mundial de Comunicaciones Sociales de la Iglesia Católica, que tendrá lugar el 13 de mayo.
«Propagar noticias falsas puede servir para reforzar metas específicas, influir en decisiones políticas y servir intereses económicos», escribió el Papa, que condenó «el uso manipulador de redes sociales» y otras formas de comunicación.
«Estas noticias falsas, pero creíbles son ‘capciosas’, dado que capta la atención de la gente al apelar a estereotipos y prejuicios sociales comunes, y explotan emociones instantáneas como la ansiedad, el desprecio, la ira y la frustración», sostuvo.
Las historias falsas se propagan tan rápidamente que incluso los desmentidos a menudo no contienen el daño y mucha gente corre el riesgo de convertirse en «cómplice involuntaria en la propagación de ideas sesgadas y sin fundamento», afirmó.
El Papa comparó el uso de las noticias falsas con la historia de la Biblia sobre el diablo que, disfrazado de serpiente, convenció a Eva de que comiera la fruta del árbol prohibido, y dijo que Satanás le había dado información falsa”.
De lo anterior no queda mínima duda de que en las redes sociales se parapetó el peor de los enemigos del periodismo: las noticias falsas. El peor enemigo porque es interno, no viene disparado desde afuera, desde lo externo.
Las noticias falsas, para que tengan su efecto dañino en la sociedad, se valen de muchas artimañas, como citar fuentes que no existen o sutilezas idiomáticas como “según lo afirma la población” o “denuncia la comunidad”. Es decir, la fuente son “todos”, algo imposible para un periodista como sería consultar a todos los habitantes de un pueblo o ciudad sobre equis acontecimiento. Otro truco es lo que ya se ha vuelto una cita de cajón: “según fuente de entera confiabilidad”, o “de acuerdo con una fuente cercana a tal entidad” o “quien pidió no revelar su identidad”, etcétera, etcétera y muchos etcéteras más.
Los especialistas en la difusión de noticias falsas saben que por el tratamiento sensacionalista que les dan, estas se propagan con velocidad inmediata. Esto no es nuevo, ya lo había señalado hace casi tres siglos el ensayista irlandés Jonathan Swift: “La falsedad vuela y la verdad viene cojeando tras ella. Por su parte, Craig Silverman, quien trabaja en Buzzfeed liderando el equipo que estudia los efectos de las noticias falsas, explica cuán fácil es que ese tipo de historias terminen siendo reportadas como ciertas en los medios tradicionales.
«Una página de noticias falsas publica un embuste y, como recibe mucha atención en las redes sociales, otro sitio web lo toma, escribe la historia como si fuera verdad y no la vincula a la página de noticias falsas original».
«Eso provoca una reacción en cadena hasta que algún periodista de un medio creíble la ve y escribe algo sobre ella. Como los periodistas ahora tratan de escribir tantas historias como sea posible y de que esas historias atraigan muchos lectores y atención en las redes, la tendencia es producir más y chequear menos«.
En fin, el debate sobre noticias falsas, aunque estas son tan antiguas como el hombre (El Papa Francisco cita la mentira del Diablo a Eva) está abierto y candente. Vale recordar, entonces, lo que dijo el, escritor italiano Claudio Magris: No estoy buscando la verdad, sino más bien las razones que expliquen el falseamiento de la verdad (…). la mentira es tan real como la verdad, actúa sobre el mundo, lo transforma, está entre nosotros, la podemos ver y tocar”.
O sea que no se trata de qué es falso, sino POR QUÉ.
El magistrado Álvaro García Restrepo, quien fue elegido el pasado jueves como Vicepresidente de la Corte Suprema, admitió que fue un error el fallo dado por su compañero, el magistrado, Luis Armando Tolosa, en el cual los periodistas se verían obligados a revelar sus fuentes.
García Restrepo aseguró que espera que, en segunda instancia, la Corte revoque la decisión que le ordena a Publicaciones Semana revelar sus fuentes de información, con lo cual se vulnera los derechos a la reserva de la fuente y de la libertad de prensa.
Según el magistrado este fallo debe entenderse como un “error de hombre” y por tal motivo, es necesario que pase a una segunda revisión en el alto tribunal.
“Esa sentencia puede tomarse como uno de los errores que se pueden cometer dentro de la actividad judicial. Es error de hombre, son actuaciones de personas, y por eso las instancias son garantías. Yo espero a que en la segunda instancia eso se solucione” aseguró el magistrado.
El fallo que pasará a una segunda revisión en el alto tribunal, podría ser modificado si se encuentra que no se ajustó a la legalidad, por lo que se podría corregir esa decisión
El director de Univision Investiga será uno de los maestros del Curso de periodismo de investigación para América Latina, que tiene abierta sus inscripciones hasta el 2 de febrero.
Gerardo Reyes, «abogado desertor» y director de Univision Investiga, es uno de los pioneros del periodismo investigativo en América Latina. A finales de los 80, en el diario colombiano El Tiempo, creó la primera Unidad Investigativa del hemisferio junto con Daniel Samper Pizano y Alberto Donadío.
El autor de los libros Don Julio Mario, biografía no autorizada del hombre más influyente de Colombia, y Nuestro Hombre en la DEA, que narra la doble vida de Baruch Vega, guiará a 20 periodistas de la región durante dos semanas junto con Giannina Segnini, Marina Walker, Ernest Sotomayor, entre otros.
Hablamos con él en la edición anterior de este Curso, en el que dejó algunas lecciones a partir de la experiencia que lo ha llevado a obtener premios como el María Moors Cabot, el Pulitzer y el Planeta de Periodismo.
¿Qué recomendaciones le daría a los periodistas jóvenes interesados en incursionar en el periodismo investigativo?
El periodismo de investigación de lejos se ve muy glamuroso. Los periodistas investigadores somos supuestamente los que nos llevamos los premios y le damos los dolores de cabeza a los jefes de redacción y a los dueños de los medios. Pero el periodista joven debe saber que, cuando se trata de hacer el trabajo minucioso de investigación, esto es una tarea de horas y horas… sobre todo de horas extras. Siempre he dicho que reconozco al buen periodista investigador porque es el que se queda al final de la jornada cuando ya la sala de redacción se empieza a desocupar.
¿Puede el periodista de investigación sobrevivir como un lobo solitario o necesita trabajar en equipo ?
Yo he trabajado de las dos formas. Lo del lobo solitario es interesante porque uno tiene el control y el ritmo de la investigación. Posiblemente le pueda rendir a uno más el tiempo porque sabe a dónde ir y cómo ir.
El problema de hacerlo solo es que no hay un control de calidad; una investigación necesita acompañamiento de alguien que no conozca tanto el tema y que le esté cuestionando a uno las cosas que está descubriendo para evitar, primero que todo, un ensañamiento con el tema o con la persona; segundo, para hacer una entrevista a dos velocidades también prefiero que alguien me acompañe. También es muy útil al memento de escribir; en este curso decía que muchos de los grandes proyectos de investigación caen generalmente en el precipicio de la mala redacción y todo un esfuerzo de muchos meses y de mucha gente queda perdida en ese punto. Ahí se necesita compañía también.
O puede estar bien escrito pero ser poco atractivo para el lector…
El periodismo investigativo es generalmente aburrido. No lo podemos evitar, a pesar de todos los recursos digitales que tenemos y que nos ayudan mucho. A veces hay temas tan densos, cuando son financieros sobre todo, cuando se está hablando de pirámides o de fondos fiduciarios… cuando un lector común se encuentra con el término «fondo fiduciario», el nivel de deserción es alto. Pero hay que dejar constancia, para la historia al menos.
¿Cree que hay temas que vale la pena abordar incluso si el lector no va a ver el impacto en su vida?
Sí, porque creo que nuestro papel como periodistas es ser unos testigos privilegiados pero mediocres de la realidad. No podemos contar todo y no lo sabemos todo, por eso somos mediocres, pero lo que podamos saber y lo que podamos denunciar queda para la historia.
¿Cómo es un equipo de investigación ideal? ¿Qué tipo de perfiles deberían tener sus integrantes?
No soy muy partidario de estudiar 5 años Comunicación Social. Creo que el periodista debe especializarse en alguna rama del conocimiento, puede ser desde Agronomía hasta Economía, y aprender a expresarse y comunicarse. En mi caso en particular y en el caso de la Unidad Investigativa que fue pionera en Colombia, los tres reporteros que trabajábamos ahí éramos abogados desertores. El derecho nos sirvió mucho porque el periodismo de investigación es en la práctica un proceso probatorio, todo consiste en buscar evidencias para demostrar algo que anda mal.
¿En qué momento decide que un tema pasa de ser un especial de un medio a un libro?
No hay un momento específico, lo que hago son libros que pongo a decantar. Me gusta una idea que he cubierto como reportero y, si la proyecto como libro, abro una carpeta donde voy guardando todo. Cuando veo que hay suficiente material empiezo la escritura de corrido. Lo que siempre aconsejo, porque hay mucha gente que tiene ideas y no escribe los libros, es que hay que empezarlos a escribir o sino nunca salen adelante. A veces incluso hago libros de temas que no he cubierto, por ejemplo el de Julio Mario Santodomingo nunca lo cubrí a nivel de reportería, pero me dediqué 3 años a buscar información de su vida.
¿Tiene un método de trabajo para la escritura de los libros?
Primero que todo, soy obsesivo con las cronologías. No puedo entender una historia si no tengo una cronología compleja (en el caso de Santodomingo de su vida personal, empresarial y de su contexto histórico). Después vienen cosas de sentido común; siempre he dicho que el proceso de periodismo de investigación es de mucho sentido común, un poco de experiencia, de prestar atención a las cosas que parecen no tener importancia, perseverancia y suerte… y horas extra.