Oficiales del Ejército,. la Policía y Bomberos frente a la Torre Trump
Una llamada anónima motivó la evacuación del edificio en construcción por parte de oficiales del Ejército y de Bomberos. Una brigada antibombas se trasladó desde Montevideo para inspeccionar la obra
Minutos antes del mediodía, comenzó el desalojo de la Trump Tower que se construye desde 2013 en Punta del Este. Fue evacuada debido a una amenaza de bomba.
De acuerdo a lo que informa el periódico El País, la Policía recibió una denuncia de que en el edificio, ubicado en la rambla Lorenzo Batlle Pacheco de la Parada 9 (Playa Brava), había sido colocado un artefacto explosivo, por lo que tanto los efectivos como personal de Bomberos y del Ejército se hicieron presentes en el lugar y exigieron a los obreros que allí se encontraban que se retiraran de la zona.
La zona fue precintada y una brigada antibombas se trasladó desde Montevideo hacia Punta del Este para inspeccionar el edificio, al tiempo que el lugar es relevado por los bomberos.
Instante en el que Francisco Uribe Noguera ingresa a Paloquemao
Francisco Uribe, hermano de Rafael Uribe, atendió llamado de Fiscalía por caso de Yuliana Samboní.
Francisco Uribe, hermano de Rafael Uribe, el arquitecto de 38 años señalado por la justicia de haber violado y asesinado a Yuliana Samboní, una niña del Cauca de 7 años, se presentó a un interrogatorio de la Fiscalía, en los Juzgados de Paloquemao, en el centro de Bogotá.
Antes de ingresar, y al ser abordado por los periodistas, Francisco Uribe pidió perdón al país por el crimen que presuntamente habría perpetrado su hermano Rafael. «Lamentamos profundamente la muerte de Yuliana. Estoy profundamente confundido por ello. Pedimos perdón por mi hermano», indicó el hombre, abogado de profesión.
Cabe señalar que Francisco fue llamado por la Fiscalía para indagar si se presentó una alteración en la escena del crimen, que se cometió el domingo pasado, en el apartamento de su hermano.
El presidente Juan Manuel Santos, junto a la vicepresidenta del Comité Nobel, Berit Reiss-Andersen, durante una rueda de prensa en la sede del Instituto Nobel en Oslo, Noruega.
Desde Oslo, el Presidente le pidió a la Corte Constitucional aprobar el mecanismo de ‘fast track’.
El presidente Juan Manuel Santos habló este viernes con la prensa internacional a su llegada a Oslo, Noruega, para recibir el premio Nobel de Paz.
En primer lugar, el mandatario agradeció a la Academia Sueca por el galardón que le será entregado este sábado a las 7 a. m.
Ese premio «fue como un regalo del cielo y un enorme impulso» para lograr ese nuevo compromiso. “Este premio me reanima y a todo el país porque llevamos muchos años en guerra (…), agradezco a nombre de casi 50 millones de colombianos. Esto está cambiando nuestra historia”, destacó Santos.
Del mismo modo, el Jefe de Estado resaltó que luego del resultado del plebiscito del pasado 2 de octubre, en el país se convocó a “un gran diálogo nacional, porque vimos que todos querían la paz”. Y agregó que el apoyo ciudadano en las calles para que se lograra un nuevo documento de paz con las Farc fue “sorprendente”.
Nobel Peace Center.
Por otro lado, el presidente Santos le pidió a la Corte Constitucional celeridad en la aprobación del ‘fast track’, el mecanismo de vía rápida en el Congreso que permitirá implementar lo acordado con esta guerrilla.
“Espero que el próximo lunes la Corte Constitucional dé su bendición (al acuerdo de paz) por la vía rápida (…), necesitamos acortar el tiempo, el momento en que se firme el acuerdo y el momento en que se implemente”, puntualizó el mandatario.
Al ser preguntado por la falta de representación de las Farc en la delegación que viajó a Oslo, Santos explicó que consideró que no era apropiado que alguno de los miembros del grupo insurgente hiciera parte de su grupo de invitados, pues “están inmersos en procesos en procedimientos legales”.
Lo que sí reconoció el mandatario es que solicitará que las Farc no sean consideradas más una organización terrorista.
“Esperamos que Europa y Estados Unidos tomen medidas en ese sentido”, manifestó al respecto.
Ante la pregunta sobre la situación de Simón Trinidad (cabecilla de las Farc), quien se encuentra preso en Estados Unidos, el mandatario aseguró que hasta el momento “no hemos solicitado que Simón Trinidad sea liberado”.
La liberación de Simón Trinidad ha sido una de las peticiones más reiteradas del grupo subversivo, cuyos líderes no desaprovechan oportunidad para hacer esa solicitud.
Desde Oslo, Santos también se refirió al estado actual de las negociaciones con el Eln.
“Le hemos dicho al Eln que el secuestro no puede ser un instrumento de guerra, por eso le pedimos que liberen a todos los secuestrados que tengan en su poder. Tan pronto lo hagan iniciaremos las negociaciones con ellos”.
Tras la rueda de prensa, Santos firmó el libro de registro y protocolo del Instituto Nobel y luego comenzó un recorrido por algunos lugares de la pequeña edificación, ubicada en el centro de la capital noruega.
A las 7 p. m., el Jefe de Estado se reunirá con el Comité Noruego del Nobel, cuya coordinadora, Kaci Kullman Five, explicó el pasado 7 de octubre que el organismo lo distinguía “por sus decididos esfuerzos para acabar con los más de 50 años de guerra civil en el país, una guerra que ha costado la vida de al menos 220.000 colombianos y desplazado a cerca de seis millones de personas”.
En periodista Ricardo Ospina, hoy vinculado a Blu Radio, también trabajó en Caracol Radio durante seis años / Cristian Garavito
Según el ECAR, Blu Radio es la segunda emisora hablada más escuchada
Ricardo Ospina inició su carrera en Todelar. Ahora, como director del servicio informativo de Blu, es uno de los responsables del repunte en audiencia de la emisora.
¿Cuándo se empezó a interesar por el periodismo?
Siempre existió. Mis padres no fueron periodistas, pero en mi casa había un radio prendido todo el tiempo. Además, hablábamos de la actualidad y discutíamos mucho lo que pasaba. Desde niño estuve pegado a la información. Eso me llevó a muchas cosas, entre otras, a fundar un periódico que tuvo circulación en mi barrio.
¿Cómo funcionó ese periódico?
Con ese gusto por las noticias y por informar, cuando tenía nueve años creé El matutino. Lo redactaba en la máquina de escribir de mi abuela, una Remington muy vieja, y lo vendía en el barrio. Lo graficaba, cogía el directorio telefónico y buscaba publicidad, lo fotocopiaba y lo vendía. Lo tuve hasta que entré a bachillerato.
¿Por qué llegó a trabajar en Todelar?
En la universidad nos pidieron entrevistar a alguien que admiráramos. Para mí, una de esas personas era Antonio Ibáñez, en Todelar. Él tenía un programa que se llamaba Habitantes de la noche y era una de las personas más cultas de la radio. Cuando llegué a su programa, me dejó hacerle preguntas al invitado de esa noche. Al final me dijo si quería ir al día siguiente y le dije que claro.
¿Cómo fue su paso por esa emisora?
Empecé sin sueldo y me quedé un año con Antonio, aprendiendo. En total duré en la emisora tres años. Después pasé al Noticiero Todelar, donde me tocaba cubrir todas las fuentes posibles, aunque tal vez había un poco de énfasis en lo judicial. Finalmente, el último año fui el coordinador de la redacción de Todelar.
¿Cuándo apareció la oportunidad de trabajar en Caracol Radio?
Fue a través de Slobodan Wilches. Él era el jefe de redacción de la W y supo que en Caracol Radio había una vacante. A través de él llevé una hoja de vida que le llegó a Yolanda Ruiz y comenzaron seis años de gran aprendizaje. Allí también hice de todo, incluso fui coordinador de redacción.
¿Qué le dejó toda esa experiencia para aplicar en Blu?
Creo que todos los que hicimos escuela en Todelar aprendimos recursividad. Las cosas se hacían a pulso, pero tenían que hacerse bien. En Caracol aprendí el funcionamiento de una cadena radial tan grande en materia informativa. Fue una experiencia muy importante.
¿Cómo cambió internet la forma en que se hace radio?
Tenemos un equipo dedicado permanentemente a lo digital. Hay que entender que no se trata simplemente de estar enviando mensajes a Twitter o subiendo videos a Facebook, sino que es una oportunidad de tener retroalimentación constante de la audiencia. Eso es muy importante, porque la radio ya no se escucha en transistores, sino en computadores, celulares y tabletas.
¿Cuál es la clave del repunte de audiencia de Blu?
El secreto es el trabajo en equipo. A veces pasa que la gente sólo se preocupa por sus espacios o por la sección que le corresponde, pero aquí no. Tenemos una visión global y tratamos de tener una oferta distinta. Por más que la gente se informe mediante redes sociales, Blu se vuelve un sitio donde se pueden escuchar distintos puntos de vista que ofrecen contexto y análisis.
¿Cómo se convence a la audiencia de probar nuevas propuestas en la radio?
Antes era muy difícil lograr que la gente moviera el dial. Colombia es un país muy radial y existen cadenas con mucha tradición. Ese siempre fue el reto y lo hemos ido logrando ofreciendo algo distinto a lo que ofrecen los demás. Las nuevas generaciones no se casan con una marca y están buscando alternativas. Ese es el público que más escucha Blu.
¿Para dónde va Blu?
Sin ser pretenciosos, me la imagino como la mayor cadena de radio hablada de Colombia. Lo digo con un inmenso respeto por los colegas. En Colombia hacemos una radio de altísima calidad y en la radio hablada hay mucho por hacer. Antes que ser los más escuchados, nuestro compromiso es llevar un producto de gran calidad.
¿Qué ha sido lo más grato de estar al frente del servicio informativo?
Es como ver crecer a un hijo. Hoy hay un servicio mucho más robusto pero además, cada vez con más frecuencia, estamos logrando ser un referente informativo. Eso se debe al trabajo de todo el equipo y, sobre todo, a los oyentes. Si hiciéramos nuestro trabajo y no fuéramos retribuidos por ellos, no estaríamos haciendo mucho.
Foto: Archivo / EL TIEMPO En Colombia, la corruptela, tanto pública como privada, se ha vuelto pan de cada día, como si fuera la cosa más natural del mundo.
Su costo llegaría este año a 23 billones de pesos. En los últimos 11 años, ha aumentado el 600%.
Por: JUAN GOSSAÍN |
Hoy se celebra en el mundo entero el día internacional de la lucha contra la corrupción. Agárrense, pues, porque de eso vamos a hablar.
Para no decirnos mentiras ni andar con pañitos de agua tibia, y para no intentar engañarnos a nosotros mismos, tenemos que reconocer –aunque nos duela en el alma– que en Colombia la corruptela, tanto pública como privada, se ha vuelto pan de cada día, como si fuera la cosa más natural del mundo. Ya nadie se asombra de nada. Con el paso del tiempo nos volvimos permisivos y tolerantes. La podredumbre nos rodea por todas partes.
Con decirles que esta es la crónica más compleja que me ha tocado investigar en los últimos años. La gente no se atrevía a hablar, y los pocos que hablaban lo hacían con disimulo, bajando la voz, como si estuvieran cometiendo un crimen. Algunos hasta se me escondieron o apagaron sus teléfonos.
Parece que, como en el célebre tango de Discépolo, hoy en día “da lo mismo ser derecho que traidor”. Se han ido derrumbando las bases morales de nuestra sociedad. Los ladrones de cuello blanco se sientan frescamente en los clubes sociales y alardean en los restaurantes más afamados del país.
Sin embargo, por ahí quedan todavía unos cuantos apóstoles de la decencia, investigadores y académicos, que siguen batallando por una sociedad más honesta. Con ellos pude conversar para hacer este trabajo periodístico. Son gente admirable.
Pública y privada
Desde hace dieciocho años existe una institución llamada Transparencia por Colombia, que es la filial nativa de Transparency International. Su directora es Elisabeth Ungar, una profesora universitaria a la que yo he visto romperse el alma luchando sin desmayo contra la corrupción.
En cuanto a la proporción que existe entre la corrupción pública y la privada –me dice ella–, no hay cifras que nos puedan dar una idea precisa. No obstante, como dice el dicho, “para bailar tango se necesitan dos”.
La verdad es que en los grandes escándalos nacionales de corrupción, como el ‘carrusel de la contratación’ de Bogotá o el caso de la comida para los estudiantes de La Guajira, “hay una mezcla de públicos y privados”.
No obstante, en los últimos tiempos también ha habido casos de solo sectores privados (como pasó en Interbolsa) y de solo públicos. “Pero por lo general –agrega la señora Ungar–, en lo que conocemos como ‘la gran corrupción’ están involucrados los dos protagonistas”.
Los números de la corrupción causan espanto y pavor. En una entrevista que le hice meses atrás, y que se publicó en estas mismas páginas, el entonces procurador Alejandro Ordóñez afirmó que el año pasado la corrupción de las entidades públicas le costó veinte billones de pesos al Estado colombiano.
Pues, para que sepan, varios investigadores consideran que este año, que se está acabando, esa cifra llegará a 23 billones, lo que significa un horrible incremento del 15 por ciento en un solo año.
Los expertos que se dedican a desentrañar estas materias tan complejas coinciden en afirmar que los índices de la corrupción en Colombia empezaron a dispararse, sin control de ninguna clase, hacia el año de 1995.Mire usted lo que ha pasado desde entonces.
En el 2005 fue de 3,9 billones de pesos, pero solo dos años más tarde, en el 2007, ya era de 6 billones. Y en el 2011 había subido a 10 billones. Todos esos números demuestran, si usted agarra una calculadora, que en los últimos once años el incremento de la corrupción oficial ha sido del 600 por ciento.
Cuando se les pregunta a estos investigadores cuál es, en su opinión, la principal causa del frenético crecimiento de este desastre moral y económico, contestan casi en coro, con una sola palabra, y aunque no se conozcan entre ellos:
–Impunidad.
La falta de castigo es el principal culpable. La realidad no miente: en este momento, de cada cuatro personas que son condenadas judicialmente por corrupción, solo una está pagando su delito en la cárcel. Las otras tres tienen libertad condicional o prisión domiciliaria. Mejor dicho: solo el 25 por ciento de los condenados se encuentra en una celda; los demás están en pabellones especiales o en su casa, y van a fútbol los domingos.
Como si fuera poco, el promedio de penas para un delito como el soborno es de apenas dos años de prisión.
Es por eso que los profesores Édgar Enrique Martínez, de ciencia política, y Juan Manuel Ramírez, de administración pública, autores de un excelente estudio sobre la corrupción en contrataciones estatales, concluyen que, entre otras muchas medidas que deben tomarse, las más urgentes están relacionadas con hacer verdadera justicia, incrementar las penas y lograr que se cumplan las condenas.
Ante semejante situación, que empeora cada día, no se extrañen de esta revelación: entre todos los países de América, y según la percepción que tienen sus propios habitantes, Colombia, con un 79,6 por ciento, es el segundo más corrupto. (O corrompido, como decían bellamente los clásicos de las letras castellanas). El primero es Venezuela, con 80 por ciento. El más limpio es Canadá.
Según las encuestas de Transparencia por Colombia, el 83 por ciento de los colombianos considera que, en vez de mejorar, la situación se está agravando.
“La gente dice que la corrupción es uno de los tres problemas más grandes que tiene el país, junto con el desempleo y la delincuencia común”, añade Elisabeth Ungar.
Los partidos políticos (así como el Senado y la Cámara de Representantes) son percibidos por la opinión pública como las instituciones más dañadas de Colombia.
Empresa privada
La mala fama de nuestro relajo moral se está extendiendo por el mundo entero. La propia señora Ungar me cuenta que, de acuerdo con una investigación adelantada por el Foro Económico Mundial, el 15,5 por ciento de los ejecutivos que fueron entrevistados “percibe que la corrupción es un obstáculo para hacer negocios en Colombia”.
Imagínense el daño que eso le hace a nuestras posibilidades de tener más empleo para la gente. Los empresarios agregan que, en cambio, “las medidas para prevenir y sancionar la corrupción son muy pocas”.
Cómo será de grave el asunto que el 91 por ciento de los propios empresarios –91 por ciento, nada menos– considera que es obligatorio ofrecer sobornos para mantener sus negocios en actividad.
La vida en familia
Ya no más disimulos. Para qué vamos a seguir engañándonos. Por el contrario, creo que esto ya no aguanta más. Ha llegado la hora de hablar con franqueza. Con crudeza, si es necesario. El país está sumergido en un apestoso pantano de podredumbre moral. Le hemos cogido confianza a la corrupción y por eso nos está agobiando. Nos acostumbramos a convivir con ella.
Los hospitales se cierran, la gente se muere esperando atención, se roban el dinero destinado a la educación o la comida de los estudiantes pobres. En Colombia, la palabra contrato se volvió mala palabra. La verdad, por dolorosa que sea, es que la vida hogareña también está cayendo en esos mismos horrores.
Como la corrupción es un cáncer, el mal ejemplo hace metástasis. Ahora los buenos vecinos repiten sin sonrojarse que el vivo vive del bobo, donde vivo viene a ser el ladrón y bobo es la persona honrada que no toca lo ajeno. No solo campea la corrupción; también el cinismo.
Ya hay, gracias a Dios, gente reaccionando. Especialmente los jóvenes. Por las redes sociales ha circulado en estos días un texto magnífico, desgraciadamente anónimo, en el que su autor nos pega un regaño merecido y pregunta de qué nos quejamos o nos asombramos si todos contribuimos a este desastre.
Nos sentimos orgullosos de nuestra “viveza criolla” porque la gente se cree más astuta cuando se roba la señal de televisión. Las empresas se han convertido “en papelería particular de empleados deshonestos, que se llevan para su casa hojas de papel, lápices, bolígrafos y todo lo que hace falta para las tareas de sus hijos”. Pero al mismo tiempo sermonean a los muchachos para que sean honrados. Y se atreven a mirarlos a los ojos.
Epílogo
Aquí seguimos creyendo que el fin justifica los medios y que todo vale con tal de volverse rico. En los actos más simples de la vida cotidiana repetimos que por la plata baila el perro. San Gregorio Magno decía que los buenos, cuando se corrompen, son los peores.
¿Y después tenemos derecho a quejarnos? ¿No es hora ya de cambiar de actitud y de rectificar el camino? ¿Hasta dónde va a llegar la perversión de nuestras costumbres?
Ojalá no sea demasiado tarde cuando aparezca en Colombia uno de esos demagogos, de derecha o de izquierda, que andan por América Latina pescando en río revuelto. Porque, para la supervivencia de la democracia, no hay enemigo más peligroso que la corrupción. Ni siquiera una dictadura.
Dijo que los medios que buscan difamar se arriesgan a ser presa de la ‘coprofilia’.
Por: REUTERS | 10:02 p.m. | 8 de diciembre de 2016
Un fuerte llamado de atención a los medios de comunicación hizo el miércoles el papa Francisco al afirmar que, al centrarse en escándalos y difundir noticias falsas para difamar, “se arriesgan a parecerse a la gente que tiene una fascinación mórbida con los excrementos”.
En una entrevista publicada por el semanario católico ‘Tertio’, el argentino señaló que expandir la desinformación es “probablemente el mayor daño que pueden hacer los medios” y que usar las comunicaciones para este fin en lugar de usarlas para educar equivale a un pecado.
Habló del peligro de usar noticias falsas para difamar a los rivales políticos.
“Los medios de comunicación tienen sus propias tentaciones. Pueden ser usados como medios de difamación (…). Nadie tiene derecho a hacer esto. Es un pecado y es doloroso”, añadió.
Usando términos psicológicos precisos, afirmó que los medios centrados en los escándalos se arriesgan a ser presa de la coprofilia –excitación por los excrementos– y que los consumidores de estos contenidos se arriesgan a cometer coprofagia –comer excrementos–. El Papa, no obstante, pidió perdón por recurrir a estas palabras para ilustrar su punto de vista.
“Los medios deben ser claros y transparentes, y –sin intención de ofender– no caer en la enfermedad de la coprofilia, que es querer cubrir siempre escándalos y cosas desagradables, incluso aunque sean verdaderas”, afirmó. “Y como la gente tiene tendencia a la enfermedad de la coprofagia, se puede hacer mucho daño”, agregó.
Esta parte, que fue distribuida a la prensa con una traducción italiana de la entrevista, realizada en el español nativo de Francisco, contiene parte del lenguaje más directo jamás usado por él para referirse a los medios.
Uribe repitió en una transmisión en vivo por Periscope sus críticas…
El expresidente se reunió con Rudolf Giuliani en el recién inaugurado Hotel Trump.
Por: SERGIO GÓMEZ MASERI |
El expresidente y senador del Centro Democrático Álvaro Uribe se encuentra de gira en Washington exponiendo, entre otras cosas, su oposición a la aprobación legislativa del acuerdo de paz con las Farc y al ‘fast track‘ con el que el Gobierno pretende avanzar su implementación a través de este proceso abreviado.
«Perdieron el plebiscito a pesar de las ventajas que se dieron, no introdujeron modificaciones sustanciales a los acuerdos, impusieron el texto final, negaron el Acuerdo Nacional, rechazaron la refrendación que habían propuesto y la sustituyeron por una proposición en el Congreso. No contentos con lo anterior quieren implementarlo todo a través del ‘fast track’, procedimiento extra rápido en el Congreso, que en la práctica prohíbe modificaciones y hace nulo el debate», dice Uribe en una declaración que entregó a los medios de comunicación en la ciudad.
Este jueves el expresidente se reunió con el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, muy cercano al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
Le reunión, de hecho, fue en el Hotel Trump, que acaba de inaugurar el magnate en la capital estadounidense.
Curiosamente, Giuliani fue homenajeado este miércoles con una cena en la casa del embajador Juan Carlos Pinzón.
En la cena, el exalcalde reiteró que Colombia era un gran aliado de EE. UU. y su interés en que se siga respaldando al país.
El exalcalde es uno de los que suena como posible secretario de Estado en el gabinete de Trump.
Uribe tiene previsto reunirse con congresistas de EE. UU. para llevarles su mensaje contra el trámite legislativo del nuevo acuerdo de paz y este viernes dará una charla en el Hudson Institute.
SERGIO GÓMEZ MASERI Corresponsal de EL TIEMPO Washington En twitter @sergom68
La Procuraduría considera que el Congreso sí puede refrendar los acuerdos de La Habana.
El concepto fue entregado a la Corte Constituciónal por demanda que interpuso Iván Duque.
Por: POLÍTICA |
El Congreso sí puede refrendar los acuerdos de La Habana, consideró la Procuraduría en un concepto entregado a la Corte Constitucional, en la demanda que contra lo acordado interpuso el senador Iván Duque (Centro Democrático).
“El Congreso, no solo como hacedor de las leyes de este país (…) sino como el máximo órgano político dentro de nuestra estructura estatal (…) y foro natural y principalísimo para debatir grandes asuntos nacionales, puede actuar como refrendador de lo pactado entre el actual Gobierno y las Farc”, señala el documento del Ministerio Público que fue radicado ante el alto tribunal.
Pero para la Procuraduría, el Congreso “refrendó popularmente” el acuerdo y esa decisión se “encontraría revestida de legitimidad”.
Y estimó que con base en la Constitución, las corporaciones públicas, como “legítimos intérpretes del pueblo”, pueden “respaldar políticamente” esa decisión (refrendación) en aras de darle mayor legitimidad democrática a la misma.
Falta una política pública de Estado para atender esta problemática, que debe convertirse en tema central de la agenda del Presidente.
6:15 p.m. | 7 de diciembre de 2016
Hechos como el secuestro y asesinato de la niña Yuliana Andrea nos ponen ante la violencia que se ejerce contra niños, niñas y adolescentes (NNA) en Colombia, y ante la indiferencia que tenemos todos, autoridades y ciudadanos, frente a este grave problema, origen y alimento de la violencia en el país.
En Colombia, durante el 2015 hubo 59.545 casos de violencia grave contra NNA, entre muertes violentas (homicidios, suicidios y muertes en accidentes de tránsito y accidentales), desaparecidos y lesiones no fatales (delitos sexuales, violencia interpersonal, de pareja y lesiones en accidentes de tránsito), cifras que deberían preocupar mucho más a las autoridades por el alto subregistro existente, que en algunos casos puede superar el 70 por ciento.
De acuerdo con datos reportados por Medicina Legal, en el 2015 hubo 2.275 muertes violentas de NNA, que representan el 9,2 por ciento del total de casos registrados en Colombia en ese año (24.681 muertes violentas); 917 NNA fueron asesinados, 219 se suicidaron, 473 fallecieron en accidentes de tránsito, 501 tuvieron muertes accidentales y hubo 165 casos sin poder determinar el tipo de muerte violenta.
Durante el 2015 también hubo 54.221 lesiones no letales contra NNA, de las cuales 19.181 fueron delitos sexuales; 18.233, lesiones por violencia interpersonal; 1.371, violencia de pareja; 10.432, violencia contra NNA, y 5.004, lesiones en accidentes de tránsito. Aquí hay que anotar que, exceptuando delitos sexuales y lesiones en accidentes de tránsito, muchas lesiones no fatales contra NNA terminan siendo catalogadas por las autoridades como violencia intrafamiliar, que en nuestros códigos no son tipificadas como delitos, cuando, por la gravedad de las lesiones infligidas, la mayoría se deberían catalogar como intentos de homicidio.
En el 2015 hubo 3.049 desaparecidos, que representan el 42 por ciento del total de casos registrados ese año (7.310). Algunos podrían estar asociados a trata de personas orientada hacia la explotación sexual. Según expertos, un NNA desaparecido luego de unas pocas horas es muy difícil de encontrar, o el desenlace es fatal. En este caso las autoridades, con el permiso de los padres, podrían difundir la foto de los menores para que inmediatamente los busquen las autoridades, en especial la Policía, en sus labores rutinarias de vigilancia y seguridad. No hay que esperar más de 24 horas para buscar a los NNA, como algunas autoridades sostienen.
Más que la pobreza, uno de los orígenes más importantes de nuestra violencia está en aquella contra NNA y mujeres. En este sentido, muchos de los esfuerzos que el Estado debe realizar tienen que orientarse a atender esta problemática desde el punto vista preventivo, pero también desde el ámbito del control que dan las leyes y normas, a través de las instituciones con esta función: comisarías de familia, inspectores de familia, jueces, Fiscalía, Policía y todos los funcionarios que tienen la obligación de garantizar la seguridad de todos, como son el Presidente, los alcaldes y los gobernadores.
A nivel nacional falta una política pública de Estado para atender esta problemática, que debe dejar de ser una preocupación solo de la primera dama y el ICBF para convertirse en tema central de la agenda del Presidente, del Fiscal General de la Nación, de alcaldes, gobernadores y demás instituciones de seguridad y justicia.
Finalmente, hay que crear estructuras de investigación criminal especializadas para atender la violencia contra NNA. Hoy no se cuenta con fiscales dedicados a estos temas; la Policía de Infancia y Adolescencia hace muchos esfuerzos a pesar de su reducido número, y falta trabajo coordinado entre estas dos instituciones para atender esta problemática y reducir el alto nivel de impunidad que existe en este campo.
Entonces a veces nos quedamos sin palabras. Nada qué decir, nada qué pensar, nada para proponer cuando la indignación lo copa todo y el dolor se mete en las entrañas y se nos vuelve náusea
Por: Yolanda Ruiz
A la pequeña Yuliana la mataron de manera brutal y paso la noche en blanco intentando meterme en su historia, en su piel. Yuliana de siete años, Yuliana nacida en el Cauca, Yuliana que acababa de izar bandera, Yuliana que iba a pasar a segundo de primaria. No logro imaginar su miedo, su terror, su dolor. No puedo ir más allá de las lágrimas porque de nuevo, como siempre, en todas las niñas veo a mi hija y me estremece pensar, me da miedo pensar, imaginar siquiera el horror que vivió.
Busco entonces ir más allá, como hago a veces, intento entender lo que nos pasa, buscar el por qué, el cómo, el camino, el rumbo y pienso en los cientos de niñas y niños abusados, maltratados pero solo veo la sonrisa de Yuliana en su camisa rosada, posando para una foto en la que la vi sonriente y viva cuando ya estaba muerta. Yuliana que existió para el mundo desde la atrocidad. Yuliana que se suma a una lista interminable, que nos avergüenza.
Escucho en el fondo los gritos de “no más”, “ni una más”, “ni una menos”, y las voces hablan de feminicidio, de cadena perpetua, de castración, de caminos jurídicos y de escena del crimen alterada pero nada de eso tiene sentido porque una niña secuestrada, violada y asesinada a sus siete años no puede tener sentido. Y los indignados tiran piedras para todas partes y nos acusan a todos y descargan su rabia por donde pueden y otros hacen política y unos más son incapaces de dejar lo suyo por un instante y pescan en el río revuelto del dolor que nos consume.
Y se repite un nombre una y otra vez que nos indigna y nos genera odio: Rafael Uribe Noguera, acusado de la brutalidad. Nos cuesta verlo como ser humano, lo linchan en las redes y varios abogados se niegan a asumir su defensa. La justicia es corta, no es suficiente, no es rápida y nos preguntamos si habrá castigo suficiente pero pronto el caso entrará a la historia. Y mientras Yuliana nace como símbolo después de muerta, mis palabras y mis ideas siguen caminando en un laberinto sin salida y pierdo este espacio para gritar algo que sirva.
De nuevo recuerdo que son más, muchos más, cientos, miles de niños arrancados por la fuerza de su infancia, agredidos, asesinados, otros vivos que quedan con la violencia sembrada. Son tantos que todo lo demás sobra, todo estorba, todo es superfluo cuando vivimos en una sociedad podrida que mata a sus niños, que los estalla con bombas, los manda a la guerra o los ve morir de hambre. Y el criminal es igual si es el violador estrato seis que queremos ver por siempre en una cárcel o el ladrón que se roba la plata con la que debemos alimentarlos. Agresores de niños, todos, que nos muestran la peor cara de nuestra especie.
Nada me sale coherente, no hay una idea que aporte, nada que sirva, nada de nada. Escribo, borro y lloro sin que pueda ponerle sentido a lo que no tiene sentido. La indignación está ahí, la siento, me camina por el cuerpo y por el alma pero es un grito ahogado que no encuentra salida.
Y es que hemos dicho tanto… son años y años de gritos y de debates, de propuestas fallidas, de batallas perdidas porque los niños siguen muriendo. En mi vida de periodista he informado tantas veces de niños violados, torturados, asesinados, que las palabras no bastan porque ya sabemos que no sirven. Lo único cierto es que Yuliana no está, que no volverá a su casa y el violador es responsable pero todos los demás también un poco por permitir que esto pase todos los días con nuestros hijos.
Varios reclusos de ese penal hablaron con Caracol Radio y contaron que en ninguno de los patios quieren recibir a Uribe Noguera.
NACIÓN Diciembre 08, 2016 09:57 am Caracol Radio
El repudio y el desprecio por el señalado asesino de Yuliana Samboní lo expresaron los internos de la Picota, en donde está recluido.
Uno de ellos tomó la vocería y se pronunció en nombre “del 90% de los internos del país, sobre todo en la Picota”, y dijo en la emisora que rechazan esa clase de delitos, pese a que reconoce que están sin libertad por un delito que cometieron.
«Ese es un delito con el que nadie está de acuerdo”, siguió el recluso. “Siempre este delito es rechazado en la misma cárcel. A este señor parece que en ningún patio lo quieren recibir, porque ayer [día en que ingresó] todo el mundo le gritaba sus cosas”.
“Lo tienen en una celda aislado. Ahí no lo dejan ver de nadie, porque todo el mundo que pasa, hasta los guardianes, le mandan su ‘madracito’”, agregó el recluso.
Uribe Noguera llegó a la Picota este miércoles después de que un juez de control de garantías decidiera dictarle medida de aseguramiento en centro carcelario para que responda por los delitos de secuestro, tortura, abuso sexual y feminicidio agravado.
En esas conductas habría incurrido Uribe Noguera en el caso de la muerte de la niña Yuliana Samboní Muñoz, que fue raptada el domingo pasado en el barrio Bosque Calderón y fue encontrada muerta en un apartamento del sindicado.
Ese mismo día por la tarde, Uribe Noguera fue internado en la Clínica Vascular Navarra, en donde permaneció recluido dos días. A su salida, tuvo que ser fuertemente custodiado por la Policía porque una turba de ciudadanos intentó lincharlo.