Llegar a tener una carrera como periodista o editor en un medio importante puede parecer imposible. ¿Qué pasos deben darse para poder ser contratado en una redacción? ¿Qué buscan los directores de recursos humanos en los potenciales empleados?
Y dieron varios consejos a los aspirantes, desde eliminar los errores de ortografía en currículums y cartas de presentación, hasta estudiar la trayectoria de periodistas exitosos.
“Piensa a largo plazo”, aconsejó Amy Fiscus, editora del New York Times. “Tu primer empleo debería ponerte en camino, no ser tu destino final”.
Algunos consejos de la charla:
Construye relaciones
Tómate el tiempo para construir relaciones genuinas con otros profesionales del negocio de las noticias; el tipo de relación que surge tras años de contacto.
Los panelistas dijeron que puede tomar largo tiempo establecer relaciones con un medio de comunicación, incluso antes de presentar allí una solicitud de empleo. Recomendaron contactarse con alguien que tenga más de un año de experiencia trabajando en el medio al que quieres entrar, y consultarlo sobre su trabajo y el de los editores.
Sudeep Reddy, editor de Politico, contó que estuvo seis años enviando sus artículos al área de recursos humanos del Wall Street Journal antes de que, ya familiarizados con su trabajo, lo llamaran para una entrevista y le dieran un empleo.
Gana habilidades y experiencia
«El mejor consejo que puedo dar es que pienses en dónde quieres estar en cinco o 10 años y aceptes trabajos que te muevan en esa dirección», dijo Brody Mullins, periodista del Wall Street Journal. «Y no aceptes un no por respuesta».
Mullins y los otros panelistas contaron que buscan candidatos que se especialicen en ciertos temas.
Por eso, recomiendan a los aspirantes adquirir habilidades y experiencia en un tema específico si quieren destacarse. Entre las habilidades más buscadas están las digitales, incluida la capacidad de grabar y editar videos. También buscan candidatos que sean sólidos para narrar e investigar.
Los panelistas contaron que suelen evaluar la experiencia de un candidato a través de los trabajos que publican en su sitio web personal y sus redes sociales, y alentaron a los asistentes a dedicar tiempo a desarrollar portafolios online.
Es un desafío establecerse en la industria, pero los panelistas dieron consejos prácticos para cualquier persona interesada en construir una carrera en una redacción. Animaron a los asistentes a pensar a largo plazo y a tomar medidas siendo conscientes de su objetivo final.
Se trata de una pregunta que llega recurrentemente a nuestro Consultorio Ético en época electoral. En una de sus más recientes respuestas, el maestro Javier Darío Restrepo se ha manifestado a favor de que los periodistas tengan su candidato, eso sí, sin aprovechar su posición para hacerle propaganda.
“El periodista debe tener su candidato porque es ciudadano, está al servicio de los demás ciudadanos y debe ser ejemplar como ciudadano”, afirma Restrepo en una de sus respuestas, añadiendo que “el ideal es que la información periodística ponga en nivel de igualdad a todos los candidatos para que sea el ciudadano el que elija la mejor posibilidad para el país”.
La posición de Restrepo contrasta de todas formas con la de medios como el New York Times, que ha sido motivo de varios de nuestros tuitdebates, pues en las pasadas elecciones presidenciales le pidió a sus periodistas evitar cualquier tipo de comentario político en redes sociales.
“Las personas que siguen a miembros de la redacción del Times en redes sociales, esperan que se trate de personas bien informadas y reflexivas. Sin embargo, debemos dejar la editorialización a nuestros colegas de la sección de Opinión”, pidió el jefe de redacción del Times a sus periodistas el año pasado.
¿Puede un periodista tener preferencia por un candidato político? ¿Está bien que el periodista haga pública esta preferencia? ¿En qué momento el apoyo de un periodista a un candidato político se convierte en propaganda? ¿Qué hacer cuando el periodista está convencido de que el candidato que lidera las encuestas no le conviene al país? ¿Cómo debería ser el comportamiento de un periodista en redes sociales durante época electoral?
Para responder a estas y otras preguntas, los invitamos a participar en el tuitdebate de este jueves 24 de mayo entre las 3:00 pm y las 4:00 pm (hora colombiana), siguiendo a la cuenta @Etica y usando la etiqueta #ÉticaEnRed. (Consulte aquí su horario local)
Los mejores trinos producidos durante la hora que dure el debate, serán recopilados en un Momento que publicaremos posteriormente en nuestra página web.
La Red Ética es posible gracias a la alianza entre la FNPI, Grupo Bancolombia y Grupo SURA, la cual propone un espacio de reflexión y debate acerca de los cambiantes desafíos éticos del oficio periodístico.
La atención se ha vuelto un bien muy valioso. Cada vez el consumidor tiene un nivel de atención más reducido, por lo que la competencia para conseguir entrar en su mente es cada vez más feroz. Y, según los datos ofrecidos por World Media Group (WMG), la alianza estratégica de las diez media brands líderes a nivel internacional, las campañas publicitarias son mucho más exitosas cuando se ven junto a periodismo de calidad y confianza.
Así lo demuestra el análisis independiente desarrollado por la firma Moat: el inventario digital premium en 2017 supera los estándares de la firma entre el 16% y el 73%. Además, cuando se trata del nivel de engagement de las marcas de WMG, se puede observar un significativo incremento de la medida de atención, respecto al pasado año.
En particular, el WMG Display Desktop ha incrementado el tiempo que el usuario pasa en la página con la ventana in-focus en un 67% interanual, y es ahora un 72% superior al estándar Moat. Asimismo, el Display Desktop en tiempo de visionado ha aumentado un 34% en comparación con el año pasado, marcando un51% más que los estándares de la firma.
“Irónicamente, en lugar de separar a los consumidores de nosotros, el ‘factor Trump’ parece que ha tenido un impacto positivo en todo el World Media Group durante los pasados doce meses”, expresa Rupert Turnbull, vicepresidente en EMEA y LatAm de Time Inc, miembro de WMG (que incluye también a Bloomberg Media Group, The Economist, Forbes, Fortune, National Geographic, The New York Times, Reuters, TIME, The Wall Street Journal y The Washington Post).
Además, como señala Turnbull, los consumidores se acercan al periodismo de calidad de sitios de confianza del mismo modo que se alejan del click-bait o de la desinformación. “Son buenas noticias para los anunciantes, que se benefician también del efecto halo de la atención de nuestros lectores cuando ven nuestro contenido”, añade.
Por otro lado, Munira Ibrahim, SVP de Sales & Content Solutions en Reuters, el miembro más nuevo de WMG, señala: “En Reuters, nuestra pasión es proveer de noticias bien fundamentadas y confiables, escritas por periodistas de primer nivel, y los últimos análisis de Moat confirman que este valor está creciendo fuertemente en todo el World Media Group. Estamos encantados de unirnos al WMG y trabajaremos junto al resto de miembros para promover el periodismo de calidad”.
El periodismo freelance cada día está ganando más adeptos. Las razones de esto van desde la reducción de las redacciones tradicionales hasta la libertad que este periodismo puede ofrecerle a los reporteros.
Sin embargo, para Marta Gómez Rodulfo, periodista española freelance con 12 años de experiencia en España y México, aún falta tiempo para que esta forma de trabajo sea vista con la seriedad que tiene. Para lograrlo, el primer paso lo deben dar estos periodistas al no ver el periodismo freelance como “un lugar de paso” mientras consiguen trabajo en un medio tradicional.
“El primer consejo que yo doy es que miren esto como una empresa. Hay que buscar clientes, hacer networking, asistir a eventos. Por eso creo que los periodistas freelancers deben saber de marketing para poder negociar”, afirmó Gómez Rodulfo, quien creó el taller llamado “Cómo ser periodista freelance y no morir en el intento” el cual ha sido impartido a periodistas de México y de España.
En conversación con el Centro Knight para Periodismo en las Américas, Gómez Rodulfo compartió algunos de sus consejos para los periodistas que forman parte de este mundo y para aquellos que están pensando entrar a él.
*Piense en su trabajo como una empresa
Dele la seriedad que merece su trabajo al verlo como una empresa. Aunque trabaje desde su casa, cree un espacio que lo vea como su oficina, establezca horarios y asegúrese que las personas cercanas también lo vean de esta manera. Así evitará interrupciones y usted estará en la capacidad de entregar trabajos de calidad cumpliendo sus fechas de entrega.
*Si no puede, no lo abarque todo
Aunque existen ventajas competitivas cuando un periodista es capaz de escribir un texto, tomar fotografías y hacer un video, si se sacrifica la calidad para lograrlo, no se van a lograr los beneficios esperados. Si encuentra la excelencia en uno solo de estos aspectos, su trabajo se verá recompensado.
*La especialidad como un ‘plus’
Encontrar un tema en el que el reportero se pueda convertir en un experto, puede ser una gran ventaja competitiva en el mercado. Usted podrá manejar la fuente con mayor facilidad y lo más probable es que los medios lo busquen por su trabajo y dominio del tema. No obstante, esto no es obligatorio. Si lo que le interesa del periodismo freelance es la libertad que éste le ofrece para variar sus temas, fuentes e incluso locaciones, no se detenga. Si su trabajo es de buena calidad, sin importar el tema, siempre podrá venderlos.
*Perfección en el idioma
Aunque especializarse en un tema o ser un periodista multimedia puede significar una gran ventaja, no olvide que la base de un reportero es su dominio del idioma. Los errores gramaticales se pagan más caro en esta industria. Revise bien sus documentos e intente mejorar cada día su uso del idioma.
*Aproveche el ‘boom’ latinoamericano
Como periodista europea, Gómez Rodulfo ha notado el interés que actualmente despierta el periodista latinoamericano. Si no encuentra mucho mercado en su región, migre hacia otros continentes como Europa en donde la calidad y el talento del reportero latinoamericano están altamente valorados.
*Evalúe los medios
Parece un paso obvio, pero no todos lo hacen. Antes de mostrar su portafolio, estudie los medios con los que busca colaborar. Mire qué tipo de temas abarcan y la forma en que suelen escribir sus historias. Así podrá llevar un buen número de ideas (ocho están bien) para venderlas al editor encargado.
*Valore sus trabajos
Una de las dificultades más grandes para el periodista freelance es vender su trabajo y hacerlo en buenos términos. Ya sea porque el medio todavía no lo valora lo suficiente o porque algunos reporteros regalan su trabajo con el objetivo de salir publicados, lo importante es que usted sepa cuánto vale su trabajo. Antes de cada historia calcule qué tanto tiempo debe invertir en la investigación, que gastos tiene de producción (viajes, llamadas, comida) y cuánto tiempo invertirá en escribirlo. Cuando llegue al medio a hacer la oferta podrán negociar de una vez el precio.
Algunas herramientas
Tenga en cuenta que también existen portales que se dedican a promocionar los trabajos de periodistas freelance. Aunque la mayoría de ellos están dirigidos a medios de habla inglesa, si el dominio de este idioma forma parte de sus fortalezas, esto puede abrirle posibilidades. Algunos se enfocan en fotoperiodismo, otros pueden financiar las investigaciones y otros compran los trabajos.
Google Photos es una aplicación gratuita diseñada para permitir a los usuarios almacenar, editar y compartir las imágenes de su cámara en el smartphone.
La herramienta es conocida como un hub para fotos y videos, lo que permite a los usuarios subir, buscar, organizar y compartir contenido tomado en cualquier dispositivo. Pero una de las características es particularmente útil para los periodistas móviles: su capacidad para editar secuencias de video.
Una vez que los periodistas sincronizan las imágenes y el video de su cámara con Google Photos, pueden comenzar con su editor de videos, para producir contenido social incluso antes de regresar a la sala de prensa.
Para comenzar con la aplicación, sólo tenés que iniciar sesión con tu cuenta de Google. Una vez dentro, se sincronizará con tu contenido, y se mostrarán las fotos y videos de tu cámara.
Hacé clic en la pestaña Asistente en la parte inferior de la pantalla. Verás la sección ‘Crear nuevo’ de la aplicación, donde podés crear nuevos collages, álbumes y animaciones, pero es la opción ‘Película’ la que necesitás para comenzar a editar tus videos.
Desplazate para seleccionar el contenido que deseás en tu video, y tocá ‘Crear’ en la esquina superior izquierda.
Verás tus clips uno encima del otro en el editor, clasificados en el orden en que se reproducirán de arriba a abajo. Podés reorganizarlos tocando y arrastrando los archivos hacia arriba y hacia abajo.
Las barras blancas al lado de cada miniatura permiten controlar el tiempo de cada clip. Arrastralas a la izquierda y derecha para aumentarlo o disminuirlo. Podés tener una vista previa del clip o de todo el video en el visor principal en la parte superior de la pantalla.
También podés agregar más elementos multimedia al video desplazándote hacia abajo y tocando el ícono azul “+” en la parte inferior.
Otra funcionalidad muy útil es agregar música, que se logra tocando la nota musical debajo de la imagen principal. Podés elegir entre la música en tu dispositivo, o una variedad de melodías libres de derechos. Las pistas de acompañamiento en videos individuales se pueden eliminar si es necesario tocando los tres puntos al lado.
Una vez que estés satisfecho con el video, podés hacer clic en el botón Guardar en la esquina superior derecha, que lo exportará a tu álbum “Películas” dentro de la aplicación.
Subilo desde allí a las redes sociales, o envialo a tu sala de redacción para una edición posterior, como agregar subtítulos, logos u otros elementos.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) auspiciará el prestigioso Premio Latinoamericano Periodismo de Investigación, que organizan el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) y Transparencia Internacional (TI) desde el año 2002.
“Es una decisión que demuestra el compromiso de la OEA con el periodismo que investiga la corrupción y las violaciones de derechos humanos, en ocasiones bajo dictaduras y ataques del crimen organizado”, dijo el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, tras una reciente reunión con Ricardo Uceda, Director Ejecutivo de IPYS.
La iniciativa es coincidente con el trabajo de la Relatoría para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y con las resoluciones de la VIII Cumbre de las Américas, celebrada en Lima el mes pasado.
Uceda precisó que las distinciones, con premios de 10.000 dólares al ganador, 5.000 dólares a los lugares segundo y tercero, y diplomas para diez finalistas, seguirán siendo decididas por un jurado independiente de los organizadores.
PREMIO JAVIER VALDEZ
Desde 2018 el Premio Latinoamericano de Periodismo de Investigación llevará el nombre de Javier Valdez, en homenaje a este ejemplar periodista asesinado por el narcotráfico en México, donde han muerto más de cien reporteros desde el año 2000.
El Secretario general de la OEA entregará el Premio en noviembre de este año en Bogotá, durante la Conferencia Latinoamericana de Periodismo de Investigación (COLPIN 2018). Y el año que viene lo hará en Culiacán, Sinaloa, México, donde se realizará COLPIN 2019. En esta ciudad Javier Valdez dirigía el semanario Riodoce, cuando fue asesinado un día como hoy, el 15 de mayo del 2017.
REVELAR LA CORRUPCIÓN
El Relator Especial para la Libertad de Expresión, Edison Lanza, anunció un acuerdo con el IPYS para premiar a los mejores reportajes que empleen peticiones de acceso a la información pública, con distinciones que serán entregadas anualmente en las COLPIN. “El periodismo de investigación desempeña un rol crítico en lo que refiere a revelar hechos de corrupción, y en ese contexto del derecho de acceso a la información en poder del Estado puede ser una herramienta muy útil para la investigación de irregularidades”, dijo Lanza.
Esta es la cuarta entrega de una serie de seis partes sobre nuevos desafíos del fotoperiodismo. Haz clic para leer la primera parte, la segunda parte, y la tercera.
Ofrecer tu trabajo puede ser una tarea complicada y atrevida, especialmente si eres un fotoperiodista principiante.
IJNet habló con editores de fotografía y reporteros gráficos para que nos dieran sus mejores consejos a la hora de ofrecer su producción a los medios.
La historia es clave
Todos los editores entrevistados para esta serie insistieron en que no se trata tanto de las habilidades técnicas de los fotoperiodistas, sino de las historias y personajes que él o ella muestran.
«Considero una historia fotoperiodística de exactamente la misma manera en la que considero otro tipo de historias: la historia es lo primero”, dice Pauline Eiferman, editora de fotografía de Roads & Kingdoms. «En una gran fotografía no me importa si la historia no es buena. Me interesa que el fotógrafo sea capaz de acercarse y profundizar en la persona o las personas que está fotografiando”.
«No enviamos a los fotógrafos, digamos, a Siria o Irak, solo porque creamos que pueden llegar a tomar buenas fotos», dice Hundley. «Queremos una historia o un proyecto específico».
Sé específico
Paul Moakley, editor de fotografía en TIME, dice que las propuestas que recibe suelen ser muy generales.
“Hay muchos fotógrafos que me dicen cosas como: ‘Quiero ir a Puerto Rico, aquí están mis fotos, fui allí una vez’”, cuenta. «Pero, ¿hay alguna historia o un ángulo más específico que quieras abordar?»
Él cree que los fotógrafos deben ponerse en la piel de los periodistas de la publicación y ser específicos para destacarse entre otros colegas.
Busca historias con poca cobertura
Marie-Pierre Subtil, editora en jefe de 6 Mois Magazine, alienta a los fotoperiodistas a destacarse buscando temas originales.
Ella recuerda un festival en el que reporteros gráficos podían presentar sus proyectos. Una fotoperiodista le dijo a Subtil que vivía en Río de Janeiro y le propuso un proyecto sobre las favelas. Fue el tercer fotoperiodista con sede en Brasil que le presentó un proyecto sobre ese tema ese día.
«Hay partes enteras de las sociedades de todo el mundo que no reciben cobertura de ningún tipo», observa.
Reúnete con periodistas
Hundley cuenta que el Pulitzer Center suele reunir a periodistas con reporteros gráficos para obtener historias aun más contundentes.
«Si los fotógrafos no pueden hacer una cobertura solos a veces ayuda emparejarlos con un escritor», explica. «Eso hace que sea más fácil hacer una propuesta a un medio y conseguir el trabajo».
Conoce el medio en el que quieres publicar
Para Moakley, los reporteros gráficos deberían pensar realmente si sus historias encajan en el tono y enfoque de la publicación a la que se las quieren ofrecer. «Recibo muchísimas propuestas que no son para nosotros”, dijo.
En Roads & Kingdoms, por ejemplo, Eiferman explica que elaboran sus historias de acuerdo con un estilo editorial particular.
«Buscamos historias que coincidan con R&K, lo que significa que deben ser historias con varias capas», cuenta. «Por ejemplo, usamos la historia de una comida para contar la historia de un país; algo pequeño para explicar una tendencia más grande».
Usa tus contactos
Los fotoperiodistas Alex Potter y Allison Shelley intercambian contactos con otros fotógrafos ya que, en base a su experiencia, la comunidad del fotoperiodismo tiende a ser amigable.
«Puede que no consigas trabajo allí, pero te ayudará a formar relaciones», dice, y agrega que la industria está «basada en la conexión» y que es útil pedirle a tus amigos información de contacto de editores.
«Incluso si tienes una relación remota, como el amigo de un amigo, puedes presentarte, decir que eres nuevo en la industria y que estás intentando ubicar una historia y hacer conexiones”. Si pides un correo o el contacto de un editor, lo más seguro es que te lo den.
Shelley advierte que puede haber una gran curva de aprendizaje al tratar de desarrollar relaciones con los editores.
Moakley aconseja a los nuevos freelancers que comiencen su proyecto antes de ofrecerlo a una publicación, y que muestren algunas de sus fotos. Una vez que un editor ya ha trabajado con un freelancer, el proceso de proponer historias cambia un poco.
“Una vez que tengas una relación con un editor de fotografía y conozca tu trabajo y de lo que eres capaz, ya podrás proponer una historia sin haberla comenzado”, explica.
No esperes que te den trabajo; sé proactivo
Shelley insistió en que es preciso promover tu trabajo y no solo esperar a que te llamen. Cuando trabajaba por cuenta propia en Reuters y Getty Images en Haití, les enviaba ideas de dos o tres historias al comienzo de cada semana y generalmente las agencias elegían una de ellas.
Cuando no tenía un encargo, se levantaba bien temprano y comenzaba a trabajar para dar con una historia.
“Conocía gente, tomaba lindas fotos, encontraba pistas que me conducían a una historia, que luego proponía. Ese era más o menos mi ciclo”, explica.
Sé breve y práctico
“Facilita el trabajo de los editores”, aconseja Moakley. Para él, dos líneas son suficientes para que presentes tu propuesta.
“Escribe una tesis muy breve, incluye algunas muestras de tu trabajo y cuenta si has comenzado el proyecto o no”, aconseja. “Adjunta un par de fotos que sean muy contundentes, que se abran de inmediato, y haz que para el editor sea fácil y conveniente iniciar una conversación”.
A los 12 años el sistema inmune de Javier empezó a hacer algo muy extraño: pensar que las células de las paredes de sus intestinos eran un organismo invasor, y empezar a atacarlas. Los médicos le diagnosticaron la enfermedad autoinmune de Crohn, y empezó un calvario de diarreas, inflamaciones, incluso cirugías, que en lugar de estabilizarse como la mayoría de casos, fue empeorando progresivamente hasta poner en riesgo su vida. Fue tan severa la evolución, que a los 24 años, los médicos que le trataban en el Hospital Clínic de Barcelona le recomendaron un tratamiento experimental drástico, y muy peligroso. El tratamiento consistía -ni más ni menos- en resetear el sistema inmune de Javier para intentar que dejara de reconocer como externas a sus células intestinales. El procedimiento fue el siguiente: extraer células madre sanguíneas de la médula de Javier, suministrarle una agresiva quimioterapia que destruyera todas las células de su sistema inmunológico -dejándole por casi dos meses expuesto a que cualquier mínima infección fuera fatal-, y trasplantarle sus propias células madre para que poco a poco construyeran un nuevo sistema inmune “virgen”. De hecho, Javier se tuvo que volver a vacunar como si fuera un bebé. A los 5 años, el sistema inmune de Javier no ha vuelto a atacar sus intestinos y lleva una vida normal. “He engordado un montón”, me dijo medio contento medio quejándose, “porque cuando me curé pude empezar a comer de todo y no hubo manera de controlarme”.
El sistema inmune de Annalisa hizo algo todavía más inverosímil. Un día, cuando era estudiante de la Columbia University en NY, Annalisa notó que no podía decir algunas de las palabras que pensaba. Era muy extraño. Llamó a su madre, pero no se podía explicar. Las palabras no salían de su voca. A los pocos días empezó a estar muy irritable y a tener ataques de ansiedad, violencia, y fuertes dolores de cabeza. Los neurólogos le hicieron un TAC del cerebro, buscaron restos de drogas en su sangre, pero no encontraron nada anormal. Sin embargo, Annalisa no dejaba de empeorar. Agredía a sus padres, tenía ataques de locura, pérdida de control absoluta, hipersexualidad, movimientos de cuerpo y cabeza espasmódicos… se convirtió en una especie de niña del exorcista, hasta que la ingresaron en el hospital e indujeron un estado de coma. Los médicos estaban absolutamente desconcertados. Hasta que uno leyó un estudio recién publicado por un investigador llamado Josep Dalmau, que describía una extraña encefalitis de origen autoinmune en chicas jóvenes que tenían quistes benignos en los ovarios. El mecanismo era muy singular: esos quistes (teratomas), por su origen embrionario podían generar diferentes tipos de células, como fragmentos óseos, tejido muscular, o incluso nervioso. Y cuando esto último ocurría, el sistema inmune las reconocía como algo anormal y generaba anticuerpos contra células nerviosas, que si llegaban al cerebro, podían atacar los receptores NMDA de las neuronas de las pacientes, llevándolas a estadios de locura. Los médicos analizaron el vientre de Annalisa, y efectivamente tenía esos teratomas: su cerebro estaba enloqueciendo porque unos anticuerpos atacaban unos receptores concretos de sus neuronas. Annalisa recibió una terapia inmunosupresora, y poco a poco empezó a mejorar. “No recuerdo nada de los meses que pasé enferma y en coma”, me dice Annalisa un par de años después de la traumática experiencia y a punto de graduarse, “y todavía tengo lapsus de memoria, pero me siento más fuerte y con muchas ganas de vivir”.
A Pepe, en cambio, su sistema inmune le salvó de un cáncer terminal. Él vivía en un pequeño pueblo de Castellón cuando el médico le recomendó que fuera al dermatólogo a analizarse un lunar que tenía forma extraña. Era un melanoma; un cáncer de piel metastásico que ya se estaba expandiendo por otros tejidos del cuerpo. Pasó por varios especialistas, pero el pronóstico fue desolador: el tumor estaba muy extendido y le quedaban meses de vida. Sin embargo, un médico le ofreció un rayo de esperanza: en la Universidad de California en Los Ángeles estaban haciendo unos ensayos clínicos contra el cáncer con algo llamado inmunoterapia, que se basaba en hacer que el propio sistema inmune reconociera las células tumorales y las destruyera. Era algo que había funcionado en ratones y que ahora lo estaban probando en humanos con cáncer de piel y de pulmón. Quizás Pepe fuera un buen candidato. Lo fue, y durante meses realizó dos viajes al mes para recibir tratamiento en la UCLA. “Fue uno de los que mejor respondió al tratamiento”, me dijo una de las investigadoras del departamento, cuyos resultados contribuyeron a que la revista Science catalogara a la Inmunoterapia como el descubrimiento científico más importante del 2014. Cinco años después, cuando llamé a Pepe a su casa, estaba durmiendo tranquilamente la siesta. “El bichito parece controlado”, me dijo un señor a quien la ciencia le había curado de un cáncer metastásico terminal.
Estas tres “historias inmunológicas” tienen algo en común: las publiqué en artículos periodísticos y libros, y tuvieron mucho éxito entre los lectores. ¿Por qué? Porque relatan casos concretos de personas. Son historias reales, que permiten explicar avances científicos y médicos, pero añadiendo el componente humano y el hilo narrativo. Por eso enganchan. Pero por desgracia, no suele ser así como se presenta la ciencia. Muchos científicos recelan de los casos individuales, porque no siempre son representativos del general. Ellos prefieren las estadísticas. En sus artículos no hablan de Javier, ni Annalisa, ni de Pepe, sino de un X% de los N pacientes, y de un Y% de reducción de la mortalidad. Eso es sin duda más preciso, pero también más aséptico, deshumanizado, falto de emoción, y aburrido. A ellos les da igual, porque viven en su submundo científico, y pretenden que expliquemos la ciencia como les gusta a ellos. Ni puto caso. Nosotros nos debemos a los lectores, y al buen periodismo. Mi recomendación en este post es muy clara: haciendo periodismo de salud, siempre que podáis, utilizad ejemplos reales, contad historias que enganchen al lector, y a partir de ellas explicad de manera rigurosa toda la ciencia, medicina y farmacología que hay detrás. Debemos ser rigurosos, pero también interesantes. La medicina está repleta de casos sorprendentes. Aprovechémoslos, guste o no a los investigadores.
«Debemos incluir diversidad de miradas en nuestros puestos de trabajo. Más mujeres en la redacciones hacen un mejor periodismo. Y un mejor periodismo contribuye a una mejor sociedad». Ese fue el espíritu del lanzamiento de Winn, Women in the News Network (Mujeres en la red de noticias), la primer red latinoamericana de mujeres de noticias creada para fomentar la colaboración, la capacitación y la fluidez digital de cara a los desafíos del periodismo del futuro.
El encuentro, que se hizo este miércoles por la mañana en el Palacio Duhau, contó con la participación de importantes editores de medios y mujeres destacadas del campo periodístico.
La periodista y política María Eugenia Estenssoro y la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley (David Fernandez).
«El tema diversidad de género es central en cualquier organización que quiera tener futuro», arrancó Sergio Kaufman, presidente de Accenture. «Cada vez genera más valor en las organizaciones», agregó.
«No puedo contener el entusiasmo por lo que estamos construyendo», continuó Gabriela Oliván, directora regional de Comunicaciones de Accenture. Contó que todo arrancó el año pasado, cuando estaban presentando un estudio que decía que las mujeres están en situación de desventaja en lo que respecta a equidad laboral. El trabajo también concluía que la actual cuarta revolución industrial genera nuevas oportunidades para las mujeres. «Muchas de las que estábamos sentadas dijimos, ¿por qué no tomar la posta y avanzar?». Oliván tuvo reuniones con 50 personas y nació Winn, que es una red de personas cuya misión es promover el trabajo colectivo a fin de acompañar a las mujeres. «Eso nos proponemos: una red de personas. La red va a ser lo que sus miembros quieran que sea», explicó.
Ricardo Kirschabaum, editor general de Clarín y José del Río, secretario general de redacción de La Nación, en la presentación de Winn (David Fernandez).
La primera actividad prevista de Winn, en junio, apuntará a periodismo y social media, y estará a cargo de Julián Gallo. Además, la organización ofrecerá becas para el centro de capacitación Digital House, para estudiar programación vinculada al periodismo y abrirá la posibilidad de viajar al exterior.
Este miércoles, en la presentación de Winn, debatieron sobre el futuro del periodismo Daniel Hadad, fundador y CEO de Infobae; José del Río, secretario general de redacción de La Nación; Hernán de Goñi, director periodístico de El Cronista Comercial y Ricardo Kirschbaum, editor general de Clarín. La mesa fue moderada por la periodista y política María Eugenia Estenssoro y por la directora de Radio Nacional, Ana Gerschenson, y las palabra de cierre estuvieron a cargo de la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley.
«Una megatendencia es el feminismo en ascenso. Queremos la mitad de los cargos de conducción en las empresas y en las redacciones», arrancó Estenssoro. «Sigue habiendo resistencia a que las mujeres estemos a cargo», agregó.
«Los medios estamos en una encrucijada bastante dramática. Está cambiando nuestro modelo de negocios y nuestra forma de comunicarnos con el lector», comentó De Goñi. «Hoy nuestro desafío es llegar de una manera más eficiente a nuestros lectores», agregó. Respecto de la participación de las mujeres en el periodismo, señaló que de las cuatro secciones fuertes de El Cronista, dos están lideradas por mujeres.
María Eugenia Estenssoro, Hernán de Goñi, Ricardo Kirschbaum, José del Río, Ana Gerschenson y Daniel Hadad, en la presentación de Winn (David Fernández).
Sobre la participación de las mujeres en el periodismo, Ricardo Kirschbaum afirmó: «Me parece que es un tema que tiene que ver con la evolución de la sociedad argentina. Virginia Wolf decía: ‘evaluame por mi habilidad, no por mi género’ y yo creo que lo principal es el talento. Creo que el periodismo sigue siendo uno solo, ejercido por hombres y ejercido por mujeres. Nosotros hemos hecho un cambio muy importante en un diario cuya dueña fue una mujer, hasta hace un año. Quiero subrayar la transformación de esa mujer». El editor general de Clarín además señaló: «No podemos ignorar el gigantesco clamor de las mujeres en el mundo. Hace falta un acto de humildad para facilitar que florezcan esos talentos».
Kirschbaum compartió cifras que demuestran el aumento de la presencia femenina en Clarín: «En los últimos cinco años la participación de las mujeres en la empresa ha crecido un 10 %. En los puestos de gerencia y subgerencia pasaron del 14 % al 30 %. Y en los dos últimos años, las mujeres de la dirección de la empresa pasaron de cero al 30 %». El editor general de Clarín también destacó que la mayoría de los corresponsales en el exterior del diario son mujeres.
José del Río, por su parte, hizo una presentación titulada «El tiempo de la mujer». «Creo que el tiempo es hoy. Las empresas no son tontas. Está comprobado que cuantas más mujeres tienen, mejores son los resultados económicos«, señaló. Respecto de las redacciones, Del Río destacó la importancia de trabajar con un equipo de mujeres. «Las mujeres son protagonistas», dijo. «Pero todavía la realidad del mercado no las representa», reconoció.
«Somos los adolescentes de esta reunión. Infobae tiene las ventajas y desventajas de tener 16 años de historia», empezó Hadad. «Desde el comienzo de Infobae teníamos una CEO, Jorgelina. La CFO es mujer. Y en lo periodístico, tenemos dos directoras», mencionó. «Empezamos a incorporar contenidos destinados a la mujer», agregó, y también mencionó a varias mujeres periodistas. «No es un problema para nosotros, creo que sí es un problema en la sociedad», dijo y sumó: «Coincido con Ricardo (Kirschbaum) en que cuando uno contrata a alguien lo hace por su capacidad, no por su género«.
El periodismo, Google y el archivo
Por otra parte, en el encuentro de este miércoles también se debatió sobre el rol de Google. Hadad se refirió a un estudio reciente que concluyó que los adolescentes creen en lo que dice Google. «No solo la gente cree que lo que dice Google es verdad, los periodistas también«, acotó Kirschbaum, en referencia a la cada vez menor visita a los archivos periodísticos. «Yo creo que internet afectó al periodismo», continuó.
También se habló de la rentabilidad de los medios. «Me preocupa la batalla de la sustentabilidad, que se pague por el periodismo de calidad, como se paga para escuchar música. Que la gente sepa que el periodismo no es gratis«, señaló Del Río.
Las palabras de cierre estuvieron a cargo de la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley. «Las mujeres somos la mitad del planeta. Todavía nos falta recorrer camino. Creo que el valor de integrarnos, de escucharnos, de entendernos; nos permite crecer. Por eso celebro que podamos darnos espacios de construcción y debate», dijo la ministra.
Como fase previa a la reunión que mantendrán en Madrid a partir del hoy sobre los devastadores efectos de las fake news, algunos directores de periódicos europeos asistieron a la entrega de los Ortega y Gasset en Madrid. Allí estaban varios de los responsables de medios de la alianza europea Lena, como el polaco Piotr Stasinsky, de Gazeta Wyborcza. Buscó la complicidad de sus colegas sobre la persecución que la prensa independiente sufre en su país a manos de un Gobierno autoritario y antieuropeo. “Un poder que utiliza los métodos de Goebbels, que llega a esconder nuestras publicaciones bajo las estanterías de las gasolineras, que nos niega la publicidad institucional para subsistir, que aún no ha optado directamente por la censura, pero hace cuánto puede para acallar las críticas”, aseguraba.
La persecución de la prensa libre ahoga Polonia y a sus vecinos checos y húngaros por medio de políticos populistas entregados a la órbita de la Rusia de Putin. Pero esa maña de expertos en noticias falsas que emana del Kremlin afecta también a medios como el belga Le Soir. Su director, Christophe Berti, así lo corrobora: “Hace dos años no pensé que íbamos a tener que dedicar parte de nuestro tiempo en desmentir bulos”.
Tiempos de credulidad
Le pasó en las elecciones francesas. Clonaron su web con una campaña anti-Macron y tuvieron que desmentirlo por activa y por pasiva. Corren tiempos propicios para la credulidad, además. Así lo cree Stefan Aust, editor del alemán Die Welt: “Los ciudadanos, y más las nuevas generaciones, ponen pocas cosas en cuestión. Son presas fáciles de convencer”.
También afecta esto, según el periodista alemán, a los periodistas: “Falta sentido crítico, poner muchas cosas en cuestión, ejercer la duda como método”, afirma. No fueron los únicos periodistas europeos convocados. Acudieron además Judith Witter, directora de Tages-Anzeiger, Pierre Reutschi, de Tribune de Genevey Alexis Brezet, de Le Figaro, entre otros. Pero también se unieron a la fiesta referentes del ámbito latinoamericano como el colombiano Jaime Abello, director de la Fundación Nuevo Periodismo creada por Gabriel García Márquez. Para él, el principal problema de los medios es la destrucción de confianza: “Una brecha que se debe salvar alejándose de los poderes establecidos y acercándose a los problemas de la gente”, afirmó.
Varios medios de comunicación han abierto espacios en los que sus periodistas confirman o desmienten los datos que aparecen en cadenas de Whatsapp o publicaciones de redes sociales, especialmente los relacionados con temas políticos y electorales. Si te llega uno de estos contenidos, es buena idea que busques en la web si ya ha sido evaluado por alguno de estos servicios:
Colombiacheck es un sitio colombiano especializado en verificación de información.
La Silla Vacía tiene una sección dedicada a evaluar la veracidad de cadenas de Whatsapp y declaraciones públicas de funcionarios y candidatos.
Verificado.mx es una iniciativa mexicana coordinada por Animal Politico, que verifica informaciones relacionadas con la campaña electoral en ese país.
Chequeado es uno de los medios pioneros de la verificación de datos en español. Funciona en Argentina y ha sido la escuela de muchas de las iniciativas similares en otros países.
El Tiempo, de Colombia, creó una sección en su sitio web, llamada ‘Las Fake del Face’, en el que también verifica contenidos diseminados en redes sociales.
Listas y bases de datos de bulos
Si te llegó un bulo a tu Whatsapp o tu correo electrónico, es posible que ya tenga algún tiempo rodando en internet y que ya haya sido desmentido por alguien más. Algunos sitios se dedican a recolectar y verificar estos contenidos mentirosos, y es buena idea hacer una búsqueda si te da curiosidad saber si esa cadena que te llegó es verdadera o falsa.
Maldito Bulo es un sitio español muy reconocido, que no solo verifica contenidos mentirosos sobre temas políticos, sino también sobre otros temas.
Snopes y FactCheck tienen una gran base de datos de bulos, producto de muchos años de verificaciones y desmentidos. Están escritos en inglés.
Guías de verificación
Un ejercicio interesante puede ser intentar verificar la información por ti mismo. Eso podría ayudarte a entender mejor cómo funcionan los contenidos desinformativos y a afinar tu sentido crítico. ¿Quieres saber cómo hacerlo? Hay varias guías que te pueden enseñar.
First Draft, una organización de la Universidad de Harvard que se dedica a combatir la desinformación en cooperación con medios de comunicación de todo el mundo, tiene una guía en español que, en cinco pasos, te ayudará a decidir si la foto o el video que estás viendo es creíble o no. Esta es la versión para verificar fotos, y esta, la que explica cómo verificar videos.
La iniciativa#NoComoCuentotiene varios contenidos muy útiles para aprender a detectar contenidos engañosos y sumarte a la lucha contra la desinformación.
El programa Ciudadanía Digital, del Ministerio de las TIC, ofrece cursos muy completos en principios de periodismo ciudadano y convivencia digital que pueden ayudarte a tener mejores bases para enfrentarte a la desinformación en entornos digitales.
Que tu navegador te alerte
Otras herramientas útiles para evitar engaños son algunas extensiones para tu navegador, que te alertan sobre si el sitio que estás visitando tiene reputación de difundir contenidos engañosos, si es un sitio satírico, o si por el contrario se caracteriza por difundir versiones veraces y confirmadas.
Existe una extensión que hace lo mismo con sitios en inglés, llamada BS Detector. Funciona en Chrome, Firefox, Safari y Microsoft Edge.
Busca pistas en redes sociales
La cuenta de Facebook o Twitter desde la cual se difunde un contenido te puede dar pistas sobre su veracidad. Si es de una persona reconocida o un medio con buena reputación, es más probable que la información esté verificada, o al menos, que no sea deliberadamente engañosa.
Crowdtangle es una herramienta que Facebook adquirió en 2016, y monitorea cómo se está ‘moviendo’ un contenido en redes sociales. Tiene muchas opciones y puede ser muy sofisticada, pero para empezar te recomendamos su extensión para Chrome, que te muestra en una sola pantalla qué perfiles de Twitter y páginas de Facebook están compartiendo una página web específica. Eso te puede dar pistas para verificar su origen: si la mayoría de ‘likes’ y ‘shares’ vienen de páginas que parecen dudosas, es posible que no sea confiable.
Foller.me es una página que te puede dar varias claves sobre las cuentas en Twitter que difunden una información. Te dice cuándo fue abierta una cuenta, su ubicación, estadísticas sobre su uso, y las cuentas con las que más interactúa. Determinar si un perfil es o no engañoso, o si hace parte de una operación de desinformación, no es fácil a simple vista. Algunos indicios son: si solo ‘conversa’ con pocas cuentas o con ninguna, si tiene picos muy altos de actividad a determinadas horas del día, o si fue creado recientemente.
Herramientas para verificar fotos
Las imágenes son la herramienta preferida de los creadores de contenidos mentirosos. Los montajes son fáciles de hacer, y si quedan bien hechos, pueden generar una impresión fuerte en quien los ve. Sacar una imagen de contexto, por otro lado, puede darle verosimilitud a una historia falsa, e impulsara la gente a difundirla aún más. Estas herramientas te pueden ayudar a descubrir esas mentiras que valen más que mil palabras.
La búsqueda en reversa de imágenes es útil para saber si una foto ya fue publicada antes en internet y para deducir el contexto en el que apareció originalmente. Google tiene una herramienta muy poderosa, pues busca en todos los sitios web indexados por su buscador. Otras alternativas, que se basan en otros buscadores, son TinEye y RevEye, que se instala como extensión en Chrome y Firefox. Si de verdad quieres verificar si una imagen fue publicada antes, lo mejor es que la busques en al menos dos servicios.
Cada vez que se toma una foto, la cámara guarda una información que no se ve, pero que se puede consultar en el archivo de la imagen. Esa imagen se llama información EXIF, y puede ser útil para saber si una imagen es original o si ha sido copiada o modificada. Puedes subir la foto en EXIF Data para ver esa información.
Es posible usar Google Earth para comparar si la geografía o los sitios de interés del lugar donde se dice que fue grabado sí aparecen en él.
También puedes buscar el clima en el día y la hora en la que supuestamente fue grabado, y verificar si coincide con la realidad, o si las sombras son como deberían ser. Para eso último, una herramienta llamada Suncalc permite saber cuál es la posición del sol a cualquier hora en cualquier lugar del mundo. Si los resultados de la aplicación no son los mismos del video, sospecha.
Una herramienta llamada YouTube Data Viewer permite saber la hora a la que un video fue subido a YouTube, y extrae pantallazos que puedes buscar en reversa para saber si hay otras versiones del video disponibles en internet, y si fueron publicadas antes o después.
¿Sabes de otra idea o herramienta para detectar y combatir la desinformación en internet? ¡Cuéntanos en nuestro grupo en Facebook Convivencias en Red!
Si se trata no sólo de contar los hechos sino de hacerlos entender, esta de la noticia sobre racismo es una información que, más que muchas otras, demanda del periodista una capacidad de hacer entender.
Es cuando se plantea el discutido deber de activar el potencial pedagógico de toda noticia.
En estas noticias, ese potencial hace ver que todos los seres humanos son iguales, tienen el derecho al reconocimiento de su dignidad y, por tanto, han de ser respetados en su singularidad.
Otra parte de ese potencial es el llamamiento a una tolerancia activa, que no solo reconoce la existencia de diferencias (culturales, lingüísticas, religiosas, políticas) sino que las destaca como una riqueza. Los trabajos periodísticos de investigación sobre esa riqueza son unos medios eficaces para activar la tolerancia y la conciencia de la igualdad básica de los seres humanos.
Esta actitud difiere radicalmente de la mirada del periodismo como simple registro de los hechos, con la fidelidad de una cámara fotográfica o de una grabadora de sonido. El periodista que se limita al registro es alguien que, con fidelidad mecánica ve y oye, y esto es lo que transmite; no piensa ni crea, ni tiene una conciencia. Un robot lo puede reemplazar.
Es fácil entender que la diferencia entre estas dos formas de ejercer la profesión es la misma que va desde el profesional de nivel mínimo al que no acepta menos que ser excelente.
El efecto de la noticia que funciona realmente como tal es conseguir que la gente hable del hecho que la noticia define y comunica y que, al hablar de él, piense en lo que significa. El significado de las cosas y las acciones se concreta en la conversación. Y cuando la gente piensa en lo que dicen los medios que pasa en el mundo, se pregunta enseguida qué va a pasar, cuáles serán los efectos y consecuencias de aquel hecho, qué otros hechos van a seguir. Esto supone que toda noticia hace pensar al que la recibe en sus repercusiones, lo que equivale a pensar oscuramente en las noticias que van a seguir y en su posible significado.
Por consiguiente, puede decirse que es más noticia que otra aquella noticia que más se quede grabada en la mente del lector u oyente, y durante más tiempo le ayude a interpretar un cierto número de hechos sucesivos o posteriores. También se puede decir que es más noticia la que abra un filón de hechos, consecuencias, o repercusiones, más importantes y duraderos que modifique más el curso de los acontecimientos o que tenga mayor trascendencia en el futuro.
La noticia más útil para el lector u oyente será aquella que mejor le sirva para entender lo que pasa y hacerse cargo de lo que va a pasar para entender lo que le espera o también aquello en lo que él mismo pueda influir. La noticia más provechosa para la actuación de más personas durante más tiempo será, con toda lógica, más noticia que aquella que sirva a menos personas para actuar durante menos tiempo y mucho más que aquella que ni siquiera consiga que la gente hable de un hecho y, al hacerlo, piense en él.
Lorenzo Gomis, Teoría del Periodismo, Paidos, Barcelona, 1997, P. 92, 93.