Crculo de Periodistas de Bogot
Cinco propiedades de la Caléndula para el cuidado de la salud

10 Octubre 2019.

Foto: iStock.

Tomado de: El Tiempo.

“Muchas investigaciones de la Farmacología han partido del conocimiento ancestral. Fue así como grupos multidisciplinarios de investigadores desarrollaron productos con actividades terapéuticas para cuidar y mejorar la calidad de vida de las personas. Estos estudios no sólo han influido en la farmacia, también han beneficiado otras áreas como la de los alimentos y de la cosmética, por nombrar algunas”. Según el director científico y médico de LABFARVE y profesor titular e investigador de la Fundación Universitaria Juan N. Corpas, Óscar López.

Entre las plantas medicinales más conocidas y más usadas está la caléndula
«Su nombre científico es Calendula officinalis L., también es conocida como caléndula, maravilla del crisol y flor de todos los meses. Es una planta de origen mediterráneo, es decir que viene de Europa y del norte de África; sin embargo, se ha logrado adaptar y cultivar, desde hace muchos años, en Colombia. Tiene un reconocimiento importante por sus propiedades antinflamatorias, analgésicas y cicatrizantes”. Explica el asesor botánico de LABFARVE y docente investigador de la Universidad Juan N Corpas, Biólogo Antonio Mejía.

Principales propiedades de la Caléndula:

Es importante destacar que esta planta, al igual que muchas otras, se indica en el manejo de enfermedades menores, es decir que no sean tan complicadas. No obstante, podría ser complemento en los tratamientos de enfermedades más complejas, acompañando la formulación de medicamentos de síntesis química, pero esto requiere del conocimiento y de la experiencia de un profesional de la salud.

1. Antinflamatorio: por ser una especie que se puede consumir, este efecto pude producirse a nivel de uso tópico y oral, es decir a nivel interno y externo.

2. Cicatrizante: ayuda a cicatrizar heridas en la piel y ayuda a tratar enfermedades como la gastritis y las úlceras.

3. Aplicable a todas las edades: para uso tópico puede ser usado en todas las edades, teniendo la precaución de evitarse la exposición al sol. Resulta de gran utilidad en el cuidado y en la protección de la piel del bebé durante el uso de pañal. Su uso oral se recomienda a partir de los cinco años o según el criterio del facultativo.

4. Es de uso seguro: aunque, en general, el uso de la Caléndula es bastante seguro, hay que tomar en cuenta que, al igual que todos los medicamentos, en personas susceptibles puede causar acciones adversas. En este caso se recomienda suspender su uso y consultar a un médico.

5. Fácil consecución: la Caléndula es una especie vegetal de amplia distribución. Su gran adaptabilidad le ha permitido reproducirse y desarrollarse con mucha facilidad y esto la hace una especie que se puede conseguir sin mayor dificultad.

EXEQUIAS JAVIER DARÍO RESTREPO 5:00 PM DE HOY

7 Octubre 2019.

Foto: La Vanguardia.

El Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) informa que las exequias de Javier Darío Restrepo  son hoy lunes a las 5 de la tarde,  en el Jardín Parque Cementerio Los Olivos (Km 1.7 vía Siberia-Bogotá). La velación se está llevando a cabo en este momento.

10 lecciones de ética con Javier Darío Restrepo

7 Septiembre 2019.

Tomado de: Youtube.

Visita del periodista colombiano Javier Darío Restrepo al Centro de Investigación y Docencia Económicas, en la Ciudad de México, para hablar de ética y periodismo.
EXEQUIAS JAVIER DARÍO RESTREPO 5:00 PM DE HOY

7 Septiembre 2019.

Foto: La Vanguardia.

El Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) informa que las exequias de Javier Darío Restrepo  son hoy lunes a las 5 de la tarde,  en el Jardín Parque Cementerio Los Olivos (Km 1.7 vía Siberia-Bogotá). La velación se está llevando a cabo en este momento.

CPB LAMENTA LA PARTIDA DE JAVIER DARIO RESTREPO

6 Octubre 2019.

Foto: Vanguardia.com-

El Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) y su junta directiva expresan profundo dolor por la partida del periodista y escritor Javier Darío Restrepo, padre de la ética periodística de Colombia y Latinoamérica, y coautor y tutor del Código de Ética del Círculo.

Maestro de maestros era consultado por periodistas, medios de comunicación, agremiaciones y facultades de Comunicación y Periodismo.

Este domingo 6 de octubre Javier Darío Restrepo falleció en Bogotá en la Clínica Méderi. Su última aparición en público para compartir con su acostumbrada generosidad sus conocimientos y fundamentos esenciales de Periodismo fue este viernes cuatro de octubre en Medellín, donde se desarrollaba el Festival Gabo. “El gran reto del periodismo debe ser el de conservar su identidad profesional, porque las nuevas tecnologías y las mismas condiciones sociales conspiran en su contra”, dijo.

Autor de más de 25 libros. Fue reportero de televisión durante 25 años; columnista de El Tiempo, El Espectador, El Colombiano, El Heraldo; Defensor del Lector en el diario El Tiempo y en El Colombiano.

Recibió el Premio CPB en la categoría de prensa en 1993 y el Mérito Periodístico Guillermo Cano del CPB en 2015; el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en 1985 y 1986. Además, recibió los premios San Gabriel, del Episcopado Colombiano, en 1994; Germán Arciniegas, de la Editorial Planeta, en 1995 y, el Premio Latinoamericano a la Éticas Periodística, otorgado por el Centro Latinoamericano de Periodismo (CELAP). Premio Simón Bolívar a la vida y obra y Doctor Honoris causa, de la Universidad san Andrés de La Paz, Bolivia. 2015.
En 2014 recibió el reconocimiento a la Excelencia periodística del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo.

“Para los socios del CPB y para el periodismo colombiano, su partida representa una pérdida sensible. Se nos fue el faro, la guía, en momentos de cambio, de transición del ejercicio periodístico. Sus enseñanzas y sus principios: para ejercer un buen periodismo ante todo se debe ser un buen ser humano, entre otros, permanecerán por siempre entre nosotros“, evocó Gloria Vallejo, presidente de la agremiación periodística.

NOTA IMPORTANTE: aún no sabemos dónde será el sitio de velación ni de las exequias. Tan pronto tengamos esta información de inmediato la daremos a conocer.

El periodismo en tiempos convulsos

3 Octubre 2019.

Foto: Pixabay.

Tomado de: La Vanguardia.

Ayer se cumplió un año del asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi en una fatal visita al consulado de su país en Estambul. Los detalles de su muerte son escabrosos y truculentos. Once saudíes han sido acusados de su muerte y están pendientes de un juicio opaco y lento en su país. El príncipe Mohamed bin Salman ha sido acusado en la prensa de conocer la operación para liquidar a Khashoggi. Los servicios de inteligencia de Estados Unidos dan por válidas las sospechas del conocimiento que el príncipe tenía sobre el asesinato del periodista, que escribía regularmente en The Washington Post y que pedía la apertura y modernización de un régimen autoritario.

Khashoggi no era un revolucionario contra el autoritarismo de la familia real sino un reformista que pedía una liberalización del sistema para suavizar los excesos del poder y la limitación de las libertades de los hombres y mujeres de Arabia. Conocía muy bien el régimen y sabía que tenía que abandonar el país para poder criticarlo. Lo cazaron en Estambul. Sus restos no están localizados.

Retroceder en las libertades es un paso atrás en la convivencia y en el progreso de cualquier pueblo

El juicio contra su asesinato está rodeado de misterio y opacidad. El príncipe Mohamed bin Salman ha condenado la muerte del periodista, que criticaba con dureza la guerra contra Yemen y la política autoritaria de muchos estados que protagonizaron la frustrada primavera árabe del 2011.

El príncipe ha sido amparado por Donald Trump, que lo ha situado en muchos foros internacionales como si fuera un dirigente aliado. La prensa en los países árabes y en el Golfo no pasa por buenos momentos. En Arabia Saudí hay 30 periodistas encarcelados y el periodismo está siendo acosado desde la política local y la regional.

No es nuevo en sociedades donde la libertad de prensa no forma parte de sus prácticas políticas. La novedad es la posición del presidente de Estados Unidos, que ha tuiteado en más de una ocasión que los periodistas norteamericanos son “enemigos del pueblo”. Donald Trump es el que ha sembrado la confusión con las fake news, que, aunque sean falsas, son presentadas como verdaderas y así las perciben amplios sectores de la opinión pública.

El barómetro de Reporteros sin Fronteras indica que en lo que va de 2019 han sido asesinados 38 periodistas y otros 375 están encarcelados. Lo más inquietante es que la idea de que el ejercicio del periodismo es un peligro para las sociedades democráticas vaya extendiéndose en países con gobiernos populistas.

Los periodistas nos equivocamos y no tenemos todos los elementos que configuran la realidad. Pero querer expulsarlos porque no gustan a un grupo grande o pequeño es un atentado contra la libertad. Las imágenes de la periodista de Telecinco intimidada mientras informaba sobre la conmemoración del ­aniversario del primero de octubre son un mal indicio.

Retroceder en las libertades periodísticas es un paso atrás en la convivencia y el progreso de cualquier pueblo.

“El problema no es la negación del cambio climático, es la indiferencia”

2 Octubre 2019.

Foto: Santi Burgos.

Tomado de: El País (España).

Desde su publicación en Estados Unidos, El planeta inhóspito. La vida después del calentamiento (Debate), libro del periodista David Wallace-Wells (Nueva York, 1982) que acaba de salir en España, causó una honda impresión por la forma en que enfoca el cambio climático. Su tesis, basada en miles de datos (casi un tercio de su ensayo son notas a pie de página), es que ya es demasiado tarde: los efectos de la crisis serán devastadores, hagamos lo que hagamos. Aun así, la humanidad debe seguir recortando las emisiones, para no llegar a niveles letales de calentamiento que provocarán un sufrimiento inimaginable, pero sobre todo tiene que prepararse para mitigar los efectos de lo que, inevitablemente, viene. Director adjunto de la revista New York Magazine, su libro nació primero como un artículo y fue creciendo hasta convertirse en un inquietante aldabonazo sobre el futuro de la humanidad. Esta entrevista se realizó el lunes en Madrid.

Pregunta. ¿Estamos condenados? Su libro recuerda un poco a aquel relato de Ray Bradbury en el que dos personajes esperan con paciencia el fin del mundo, anunciado para esa misma tarde, hasta que uno de ellos se da cuenta de que se ha dejado un grifo abierto. Lo cierra y vuelve a esperar el final…

Respuesta. Es una cuestión de cómo definimos «condenados». Creo que ya es inevitable una subida de las temperaturas, es imposible evitar los dos grados de calentamiento, un nivel que los científicos consideran catastrófico. La cuestión es cuánto sufrimiento van a provocar esos dos grados. A veces caemos en la trampa de pensar de forma binaria en el cambio climático. ¿Es real o no es real? ¿Lo derrotaremos o nos derrotará a nosotros? ¿Está ya aquí o forma parte del futuro? Para mí el enfoque es que cada grado de subida de temperatura que logremos reducir evitará a su vez una enorme cantidad de sufrimiento humano. Si tenemos la esperanza de conservar el clima tal y como es ahora, creo que estamos condenados. Pero eso no significa que el proyecto de conservar la vida humana también esté condenado. En un mundo con dos o tres grados de calentamiento, con un nivel enorme de dolor y sufrimiento, seguiremos pensando cómo mejorar nuestra vida, en nuestros seres queridos… Creo que aunque suba la temperatura nuestra civilización sobrevivirá y nos adaptaremos. La cuestión es cuánto nos adaptaremos y con qué grado de calentamiento tendremos que lidiar.

P. ¿Y no podemos hacer nada?

R. Es importante entender que el aumento de la temperatura depende de nosotros. No es un proceso que ocurra fuera de nuestro control, sino a causa de lo que hacemos. Una de las cosas que hacen muy inquietante el calentamiento es que demuestra el poder que tenemos sobre el clima. Soy escéptico sobre la posibilidad de que lleguemos a vivir en un mundo que sea confortable, pero cuánto calentamiento evitaremos depende de lo que hagamos en las próximas décadas.

P. Pero una de las cosas que plantea su libro es que el clima cambia muy rápido y que unos procesos desencadenan otros. ¿Hasta qué punto tenemos la situación bajo control?

R. Creo que seguimos teniendo el control y lo tendremos todavía durante unos años. ¿En qué momento entraremos en un sistema que se calienta solo y no solo impulsado por las emisiones de carbono? No sabemos cuándo ocurrirá y da mucho miedo pensar en ese momento. Para mí es otro argumento a favor de actuar rápidamente, para no alcanzar ese punto de inflexión. Algunas partes del sistema están ya fuera de nuestro control, pero las emisiones de carbono provocadas por la humanidad siguen siendo el factor principal del cambio climático.

P. ¿Qué sensación le dejó la reciente cumbre sobre el clima de Nueva York? ¿Cree que los dirigentes fueron lo suficientemente concretos?

R. La parte geopolítica del problema me parece la más preocupante. Puedo imaginar que se encuentren soluciones tecnológicas, que naciones e individuos tomen medidas concretas, pero organizar este proyecto a nivel global me parece un auténtico desafío. El Acuerdo de París es un fracaso de hecho porque casi ningún país va a cumplir los objetivos de emisiones, y la evolución geopolítica del mundo, con países retirándose del orden internacional y abrazando el nacionalismo, hace que el problema sea mucho más difícil de solucionar. Pero creo que tenemos hacer todo lo posible para evitar esto.

P. ¿Se refiere a cada ciudadano individual, que cambie sus hábitos de desplazamiento o de alimentación?

R. Creo que las acciones individuales tienen un papel, pero muy pequeño si se compara con las acciones políticas. El impacto que los individuos pueden tener, a través de lo que compran o cómo viajan, es trivial comparado con el impacto que pueden lograr los grandes cambios políticos. Estabilizar el clima del planeta nos obliga a eliminar completamente las emisiones de carbono. No vale con reducir las emisiones, hay eliminarlas. A no ser que nos imaginemos a los ocho mil millones de habitantes del planeta renunciando a desplazarse o haciéndose veganos, lo que necesitamos es inventar proteínas no animales y lograr viajar sin avión sin marca de carbono y eso representa cambios de política a gran escala.

P. En su libro, asegura que no cree que podamos confiar solo en la tecnología para encontrar una solución a la crisis.

R. Tengo una relación complicada con la tecnología. Creo que la tecnología forma parte de la solución, sin duda. Y ya hemos logrado innovaciones, por ejemplo el progreso y el precio de las renovables. Estamos viviendo el principio de la tecnología que permite capturar carbón, pero que algo sea posible en el laboratorio no significa que se pueda aplicar en la realidad y mucho menos en la escala necesaria. Tenemos la tecnología, pero no podemos asumir que pueda ser desplegada globalmente para evitar los escenarios catastróficos. Es un problema que no puede tener una sola solución: es demasiado complicado y demasiado amplio porque cualquier aspecto de nuestra vida tiene una marca de carbono. Es el mayor problema al que se ha enfrentado la humanidad.

P. ¿Y cómo le explica eso a Donald Trump, o a Jair Bolsonaro o incluso al nuevo Ayuntamiento de Madrid, que ha rebajado drásticamente la zona de bajas emisiones actualmente existente? ¿Cómo le explica todo esto a los que niegan el cambio climático o, sin negarlo, se quedan de brazos cruzados?

R. El gran problema no es la negación del cambio climático, es la indiferencia. Tanto en Estados Unidos como en Europa, la inmensa mayoría de la población cree que el cambio climático es un hecho. El problema es que muy pocos están dispuestos a tomar medidas radicales. Eso es lo difícil: que esa gente pase de estar remotamente preocupada a estar muy preocupada por su futuro inmediato. Dirigirse al 10% o 20% que no cree en el cambio climático sería perder el tiempo. Es más o menos el mismo porcentaje de los estadounidenses que cree que en la Tierra viven alienígenas. Y a esa gente le diría: miren a su alrededor, escuchen las noticias, contemplen lo que ocurre solo con 1,1 grados de subida de las temperaturas. Ahora mismo la temperatura del planeta es más elevada de lo que ha conocido la humanidad en su historia. Y vamos a tener en el mejor de los casos un aumento de la temperatura del doble: veremos ciudades en Oriente Próximo y Asia en las que hará tanto calor que no se podrá salir a la calle en verano, habrá mil millones de refugiados climáticos. Y estamos hablando de 2040 o 2050. Y eso implica construir ciudades completamente nuevas. Necesitamos mostrar que actuar rápidamente es esencial para todos.

«La parte geopolítica del problema me parece la más preocupante»

P. Cuando contemplamos los cuadros de los maestros holandeses durante la Pequeña Edad de Hielo no reconocemos ahora los paisajes helados que aparecen en ellos. ¿Nos ocurrirá lo mismo con los paisajes en los que vivimos actualmente?

R. Todos los paisajes del mundo van a cambiar durante este proceso. Y todo lo que pensamos que eran características inmutables de nuestro entorno se van a transformar. Creo que la Pequeña Edad de Hielo es una ilustración interesante: la humanidad sobrevivió aunque en medio de mucho sufrimiento. Pero el cambio climático provocado por el hombre es muy dramático.

P. Durante la Pequeña Edad de Hielo en algunas zonas de Europa la esperanza de vida se redujo hasta los 30 años, mucho menos que en la Edad Media.

R. Desde un punto de vista podemos decir que la cosa no fue tan mal, que sobrevivimos. Desde otra perspectiva, podemos decir que el sufrimiento fue dramático y que cambió por completo la sociedad en ese periodo. Y ahora nos adentramos en una era en la que todo será mucho más dramático. Los paisajes a los que estamos acostumbrados serán muy diferentes en nuestra vejez. Y será el reflejo a su vez de un declive agrícola, de crisis económicas y de problemas de salud pública. Ningún aspecto de la forma en que vivimos juntos en este planeta se librará de los efectos del cambio climático. Es casi como si hubiésemos aterrizado en un nuevo planeta. También pienso que somos una sociedad más adaptable y más tecnológica que en aquella época.

P. ¿Qué piensa del movimiento que encabeza Greta Thunberg? ¿Cree que es el símbolo de algo que está cambiando muy rápidamente?

R. Es el rostro de un movimiento político global enorme. Es el ejemplo de los adolescentes que ven esta crisis mucho más claramente que sus padres y que piensan, con razón, que por qué las otras generaciones están haciendo tan poco para proteger el planeta en el que van a vivir ellos. La historia de Greta es sorprendente y emocionante. Hace un año, era una adolescente sin amigos que se sentaba sola con un cartel ante el Parlamento sueco y un año después lidera marchas en las que participan millones de jóvenes y adultos y se ha convertido en el rostro indudable del movimiento contra el cambio climático. Es fascinante que se convirtiese en eso. Y es importante tener en cuenta que no está pidiendo el control, no quiere dirigir las políticas, ni siquiera realiza peticiones particulares, lo que pide es que los líderes actuales presten atención a la ciencia y diseñen políticas que la ciencia pide. No creo que exista un precedente similar en toda la historia: que una adolescente de 16 años lidere un movimiento de millones de personas. La opinión pública se está moviendo muy rápidamente, sobre todo los jóvenes, y que creo que refleja el impacto incontestable del cambio climático. Refleja que hace un año el IPCC (el grupo de expertos de la ONU) difundió un informe que mostraba que sus efectos van a ser mucho más dramáticos de lo que se pensaba hasta ese momento. Es también el reflejo de los efectos del clima extremo que vemos cada día, que nos convierte a todos en activistas climáticos. Vemos esos vídeos horribles de fuegos que en segundos devoran una ciudad entera. Y los científicos dicen que los incendios serán dos o cuatro veces peores y ni siquiera pueden hacer predicciones sobre cómo serán en un futuro más lejano. Por no hablar de las sequías y de los huracanes sin precedentes.

CONVOCATORIA [2 de octubre de 2019] RSF pedirá ‘Justicia para Jamal Khashoggi’ en una concentración frente a la embajada de Arabia Saudí

30 Septiembre 2019.

Tomado de: RSF.

Reporteros Sin Fronteras (RSF) se concentrará frente a la embajada de Arabia Saudí en Madrid entre las 10:30 y las 12 horas del miércoles 2 de octubre de 2019, cuando se cumple un año de la desaparición y asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi.

Con esta protesta, que tiene como lema “Matar periodistas no puede quedar impune. Justica para Jamal Khashoggi”, la organización defensora de la libertad de información en todo el mundo quiere llamar la atención sobre el calamitoso estado de los derechos humanos en Arabia Saudí, que se refleja con especial crueldad en el trato que reserva a los periodistas que se atreven a desafiar al régimen y en la impunidad de quienes controlan el poder. RSF intenta que el régimen saudí ponga en libertad a los 30 periodistas y blogueros encarcelados.

“Un año después del asesinato de Jamal Khashoggi, el régimen que ordenó desmembrarlo y hacerlo desaparecer en el consulado de Riad en Estambul aún no ha pagado las consecuencias de su represión contra la prensa. Continúa encarcelando a periodistas, informadores y activistas al mismo tiempo que el responsable del crimen, Mohamed bin Salman, es recibido en grandes escenarios internacionales“, denuncia Alfonso Armada, presidente de la Sección Española de Reporteros Sin Fronteras. “Invitamos a toda la ciudadanía a mostrar su repulsa contra las prácticas liberticidas de Arabia Saudí y la actitud indiferente de buena parte de la comunidad internacional. La libertad de prensa es un bien precioso, un contrapoder que proporciona oxígeno a los ciudadanos para conocer la realidad y actuar en consecuencia”.

En la concentración, Reporteros Sin Fronteras confluirá con la organización Amnistía Internacional, con la que comparte la defensa de periodistas asesinados, presos, torturados y perseguidos en todo el mundo. Todos los que entiendan que los derechos humanos y la libertad de prensa está en retroceso en demasiados lugares, y son violados de manera sistemática en Arabia Saudí, están invitados a sumarse a esta convocatoria.

 

EGIPTO | Nueva oleada de detenciones de informadores

30 Septiembre 2019.

Foto: Pixabay.

Tomado de: RSF.

Reporteros Sin Fronteras condena los últimos intentos de las autoridades de amordazar a los medios. Al menos seis periodistas han sido detenidos en la última oleada de protestas antigubernamentales.

Con los periodistas detenidos tras las protestas iniciadas el 20 de septiembre, destadas por las acusaciones de corrupción al actor Mohamed Ali, se elevan a 31 el total de informadores presos en Egipto.

Una de las primeras en ser detenida, Engy Abdel Wahab, había empezado a trabajar en prácticas Al-Masry Al-Youm hace unas semanas. Fue detenida en la Plaza Tahrir de El Cairo el 20 de septiembre.

Omar Hisham, fotógrafo para la web Masrawy, fue también detenido en esa misma plaza, el 20 de septiembre. Sus editores mandaron una carta a su abogado certificando que estaba allí para cubrir el evento del día anterior, la celebración de la supercopa de fútbol egipcia.

Otro detenido, el bloguero conocido como Mohamed Oxygen,  llevaba apenas unas semanas en libertad condicional, después de pasar 15 meses preso.

La organización NetBlocks informa del bloqueo de la aplicacion de messenger de Facebook, de la web de la BBC y del canal Al-Hurra. Makram Mohamed Ahmed, responsable del Consejo Supremo para la Regualación de los Meidos de Egipto, ha confirmado el bloqueo de la BBC, pero lo achaca a la «publicación de información falsa».

«El gobierno egipcio debe dejar de amordazar a los medios e impedir a los periodistas que hagan su trabajo», afirma Sabrina Bennoui, responsable de la oficina de Oriente Medio de Reporteros SIn Fronteras. «Esta nueva oleada de detenciones pone de manifiesto la opacidad del régimen y sus interminables violaciones a la libertad de información».

Tres de los periodistas detenidos la última semana ya han estado con anterioridad en detención provisional: Nasser Abdel Hafiz, reportero de Akhbar El-YomSayed Abdellah, que ha cubierto las protestas en Suez para Al Jazeera y publica información en directo desde su cuenta de Facebook (ahora desconectada), y Khaled Dawoud, del Al-Ahram.

Hafiz fue detenido en la plaza Tahir el 20 de septiembre. Al día siguiente la policía detuvo en su domicilio a After Abdellah. Dawoud fue también detenido en su domicilio, el 25 de septiembre.

Entre los otros informadores detenidos y puestos en libertad está Sayed Sobhy, del periódico Al-Akhbar.

Enrique Alvarado Sotomayor Adiós a un gran periodista: CPB

24 Septiembre 2019.

Foto: El Espectador.

El Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB)  lamenta la partida de Enrique Alvarado Sotomayor, periodista querido por todos, discreto, que consagró su vida al periodismo y la docencia.

Durante cerca de cuarenta años trabajó en El Espectador, de estos, veintitrés como jefe de redacción nocturna.

Cumplida su misión en esta casa editorial, pasó a la docencia para compartir con alumnos de diversas universidades su experiencia  en periodismo, que vivió al lado de personajes como Guillermo Cano Isaza y Gabriel García Márquez,  a la vez que les enseñaba como hacer un buen periodismo, cuya síntesis la resumía en:  leer y escribir mucho y salir a la calle a buscar la información.

Así se fue un gran ser humano, un enorme periodista y maestro, en forma silenciosa, tal como transcurrió su vida, ejemplo de entrega al oficio  y rigurosidad al informar.

El CPB expresa a su familia y allegados su sentimiento de solidaridad y los acompaña en estos momentos de dolor. QEPD

EL MURO DE PATA.N 500 semanas de dedicación al periodismo y la libertad de prensa

19 Septiembre 2019.

Por Guillermo Romero Salamanca – prensa del CPB

 El 9 de febrero de 2010, Día del Periodista, Norberto Patarroyo presentó el primer número de El Muro de Pata.N: Pata de Patarroyo y N de Norberto. Desde ese momento, cada domingo, muy temprano, les entrega a sus lectores la información sobre la Libertad de Expresión, noticias sobre las agresiones a los periodistas, cambios en los cargos directivos y también un sinnúmero de aspectos jocosos que les suceden a los comunicadores.

El Muro es una revista virtual. A veces trae 30 páginas, otras, 25 y unas más, 35. Elaborada de forma sencilla, con el fondo de una pared enladrillada, abrevia el transcurrir del periodismo.

Tiene corresponsales como Orlando Cadavid, Gustavo Álvarez Gardeazabal, Esteban Jaramillo, Eduardo Lozano y un sinnúmero de fuentes de altísima credibilidad.

Norberto Patarroyo vive de afanes. Se le ve correr de un lado a otro. No tiene tiempo para degustar un café. Se le puede ver en RCN Radio a las 8, luego en un TransMilenio a las 9, llega a Caracol, minutos después está en un Centro de Salud, va y viene, simplemente, corre.

En una de sus principales pasiones: la radio

Recuerda que uno de sus profesores fue el maestro Jimmy García Camargo, de la Academia Arco, y que tuvo entre sus condiscípulas a  Ángela Patricia Janiot.

Hace poco decía Norberto que lo que más le preocupaba era la seguridad de los periodistas en Colombia. Si la calificaran, simplemente, pasaría con un 6 y raspando. “Especialmente cuando hablamos de esas regiones en las cuales la mano oscura de los grupos al margen de la ley que hacen presencia para amenazar con un revólver, pistola o fusil a los comunicadores que quieren denunciar irregularidades en una región. Es evidente que el periodista no tiene la plena protección del Estado”.

Sobre la Libertad de prensa, dice que apenas es tibia y que el principal problema para los periodistas empezó cuando como se le retiró la tarjeta profesional. 

 EL NACIMIENTO DE EL MURO

La idea surgió luego de una serie de tertulias que se generaban después de los partidos de fútbol.

“Yo era el DT del equipo Prensa Bogotá Fútbol Club. Una vez terminada la agenda deportiva, nos quedábamos compartiendo diferentes temas del acontecer diario del periodista. Allí surgió la idea de armar un medio de comunicación, nuestro, muy personal, de voz a voz. Le pusimos El Muro para que fuera como un gran mural en donde los periodistas pudieran escribir lo que quisieran. Así nació la idea”, explica ahora.

El Muro se hace en el transcurso de la semana. “Es que no lo hago yo solo, sino con varios colegas que me envían información, llegan noticias que van desde el escenario internacional, hasta lo nacional y local. Pero también nos envían apuntes curiosos o fotos curiosas relacionadas con colegas que se pueden publicar y se les hace un comentario”.

El Muro tiene secciones en donde se enfatiza en la Libertad de Prensa, se relaciona lo que está pasando en el mundo del periodismo y resalta también la tarea nacional y local.

Tiene más de 2.500 seguidores en Twitter, con una condición: todos son periodistas. “Sumando lo que hacemos a través de Facebook y lo que se envía por correo personalizado, podemos estar llegando a más de tres mil quinientos seguidores, eso sí todos periodistas”.

En encuentro de periodistas de Asoescargot

LOS 500 MUROS

El Muro fue bautizado como Pata.N por el apellido del autor y su nombre. Su icono es el perro “Patán”, un personaje de dibujos animados de Hanna-Barbera, conocido también como “Pulgoso”, que apareció por primera vez en la serie animada “Los autos locos” en 1968. Este perro se ríe de lo que ocurre en su entorno. Este domingo 22 de septiembre llega a su edición 500.

–¿Qué siente haber alcanzado los 500 números?

–Es una gran satisfacción porque era un reto. Decir llegamos a las 500 ediciones semanales significa casi 10 años en esta labor de informar a los colegas sobre el oficio y defender la Libertad de Prensa. Es un gran logro y una meta cumplida. Claro que vienen más con la ayuda de Dios.

–¿Cuál es la principal dificultad para elaborar el Muro?

–No le veo dificultad en la elaboración de El Muro. Si bien exige un trabajo adicional, aparte de la labor que uno realiza como periodista para subsistir, es la satisfacción de estar en contacto con los colegas, hablando de esta hermosa profesión. Entonces,  no le veo dificultad en hacerlo, sino satisfacción.

–¿Ha pensado alguna vez en dejar de hacer El Muro?

–No. Nunca he pensado en dejar de hacerlo. Ni siquiera cuando estuve pasando por momentos adversos con un hijo, quien falleció tenía cuando 17 años. Fueron días difíciles y uno se bloquea completamente y sin embargo salió la edición normal. Eso fue en julio del 2013. Entonces creo que ante la adversidad y ante los momentos difíciles que atraviesa el periodismo, cuando   cada día se cierran más espacios laborales, no se puede declinar. Todo lo contrario: pedir permiso al Todopoderoso para seguir adelante.

–¿Qué día le llenó de alegría El Muro?

—-Todos los domingos. Es como la alegría de enviarlo a los colegas y la satisfacción del deber cumplido.

–¿A qué se dedica ahora?

–Después de hacer radio unos años en Todelar al lado de Luis Guillermo Troya y realizar varias publicaciones para periódicos locales, en los últimos años me he dedicado a trabajar como periodista del sector salud. Entonces hago asesorías en la parte de prensa a varias instituciones dedicadas al sector salud.

–¿Se ha ofendido alguien por sus comentarios?

– Nunca se han ofendido. Al contrario se ríen de esas “metidas de pata” que a veces cometemos. Hay una parte jocosa. Esta la buscan mucho los colegas. Es más, algunos periodistas nos envían material fotográfico o notas curiosas para publicar. No hemos tenido el primer colega que se haya molestado por una publicación que haya salido en El Muro. Por lo menos no me han hecho un reclamo porque siempre lo que hacemos es foto caricatura y un periodista entiende que es una forma de divertirnos.

–¿Cuáles son sus planes para el futuro EL MURO DE PATA’N?

–Los planes son transformarnos en un gran portal de noticias, tema que ya venimos trabajando. También estamos trabajando en el tema de la página web. De fondo también crear una gran cooperativa de periodistas como herramienta para estar unidos como profesionales de la comunicación. Ahora más que nunca, debemos estar unidos.

Con la presidenta del Círculo, Gloria Vallejo, en el Premio CPB 2019

    SOBRE EL PERIODISMO

–¿Cree que las elecciones son momentos propicios para amenazar a los periodistas?

–En temporada de elecciones siempre se ha visto que arrecian las amenazas contra los comunicadores. Pero esto no es nuevo para el periodista. Siempre ha vivido en amenaza. Especialmente cuando se denuncia, se destapa, se muestra la verdad y salen a flote esos oscuros personajes que se llevan los recursos públicos. Estas denuncias llevan a que el periodista arriesgue su vida por cumplir su misión de informar.  

–¿Cuál considera que es el principal problema de los periodistas en Colombia?

–El gran problema es que el ejercicio del periodismo en Colombia siempre ha estado expuesto a la censura y a la amenaza. En un escenario como el nuestro, los actos de violencia contra la libertad de expresión siempre serán una constante.

En nuestro país la corrupción y la delincuencia se pasean orondas y cuando el periodista quiere denunciar, entonces queda en el punto de mira del villano. Sumando a esto, el Estado no brinda las suficientes garantías y seguridad pare ejercerlo. Sumemos a lo anterior otro problema: la cadena sucesiva de recortes en grandes casas del periodismo. Esto hace que cada día sea más difícil ejercer la noble profesión. Ese es otro gran problema. 

–¿Cuándo se vio amenazada la profesión del Periodismo?

–Empezó cuando retiró la tarjeta profesional.  Esto hizo que el periodista haya perdido ese perfil y esa identidad de profesional que debe tener. Así las cosas, empezó a perder espacios porque ya todo el que tomaba un micrófono o pasaba por una emisora ya era periodista. Esto lo describe muy bien el colega Indalecio Castellanos en una anécdota cuando la señora de los tintos de RCN Radio llegó a la cabina, una vez se enteró de la noticia de la tarjeta profesional para periodistas y les dijo en tono ceremonioso: ¡Buenos días colegas! Ahí se jodió todo, y este ha sido uno de los problemas para el periodista cuando busca el escenario laboral. Ahora nos tratan como el que sabe algo de un oficio y así mismo se les remunera. Ahora todos son periodistas. Hasta el brujo y pastor opinan como periodistas. El otro problema que tiene el periodista es el mal trato que le dan en algunos medios. A algunos les toca rebuscarse vendiendo publicidad y otro se trabajan con sueldos de miseria que no justifican el esfuerzo y el trabajo que realiza.

–¿Cuántos años en el CPB? ¿Cuál ha sido su experiencia?

–La verdad soy nuevo en el CPB. Siempre quise pertenecer, pero hace casi un año se dio la oportunidad y estoy contento con pertenecer a esta gran familia. El agradecimiento aquí para su presidenta, Gloria Vallejo.

En compañía de Jorge Antonio Vega

–¿Por qué se dedicó al Periodismo?

–Desde chico me gustaba mucho la radio. Era como la pasión. Era receptor permanente de toda la información que nos llegaba a través de la radio y alguna vez soñaba con estar ahí. Así empecé ese gusto por el periodismo. De niño vivía cerca al Hipódromo de Techo y jugaba a narrar las competencias y después hacer las entrevistas a los jinetes y a los preparadores. 

Cuando estuve prestando mi servicio militar como bachiller en la Escuela de Infantería, me fortalecí en el tema de las comunicaciones porque llegué a una Unidad que manejaba el tema de las comunicaciones, al Batallón Escuela de Comunicaciones.  Entonces eso me ayudó a fortalecer el tema de la comunicación en los medios. Trabajé como funcionario del Distrito, pero allí aproveché para hacer mi carrera. Primero de locución en la Academia Arco y después como periodista en la Fundación Universitaria Inpahu.

–¿Cuál ha sido el día más importante en su carrera?

–Cuando me entregaron el Premio de Periodismo Álvaro Gómez Hurtado. 

 

Los lingüistas que enseñan a leer, hablar y escuchar a las máquinas

13 Septiembre 2019.

Foto: Álvaro García.

Tomado de: El País (España)

Cada vez más empresas e instituciones necesitan incorporar a filólogos y traductores para desarrollar asistentes virtuales, ‘chatbots’ y otras tecnologías que procesan el lenguaje natural por medio de la inteligencia artificial.

Ese asistente virtual que enciende la tele o pone la música si usted se lo indica con una orden vocal no es solo fruto del trabajo de ingenieros e informáticos. Lo mismo ocurre con esa voz automática que le atiende todas las veces que llama a su banco o al seguro. Ambas herramientas, así como otras muchas basadas en la interacción entre usuario y máquina por medio del lenguaje humano oral o escrito, funcionan también gracias a otra disciplina, todavía poco conocida pero cada vez más relevante en el boyante sector de la industria tecnológica: la lingüística computacional.

En este campo, especialistas en inteligencia artificial, big data y otras ramas de la ingeniería trabajan codo a codo con filólogos y traductores. Aportan competencias específicas que permiten manejar y transmitir a las máquinas aspectos del lenguaje complejos y difícilmente reproducibles en código de programación, como el entendimiento de una emoción o un contexto. Es decir, lo que permite identificar, por ejemplo, la diferencia entre un cumplido y una ofensa, entre una broma y un reproche. Cada vez más empresas e instituciones se dan cuenta de que necesitan incorporar a estos perfiles en sus equipos. “Son de vital importancia”, explica Luis Alfonso Ureña, presidente de la Sociedad Española para el Procesamiento del Lenguaje Natural.

El sector crece: según un estudio impulsado por la Secretaría de Estado para el Avance Digital (SEAD) en 2018, tres de cada cuatro empresas dedicadas a las tecnologías del lenguaje en España habían contratado personal en los 12 meses anteriores. Y más de la mitad incrementó su volumen de clientes. Expertos consultados para este reportaje aseguran que la lingüística computacional puede abrir también nuevas oportunidades de inserción laboral para recién licenciados en carreras de letras.

Carmen Torrijos terminó la suya en Traducción en 2010. “No sabía ni que existía la lingüística computacional”, asegura. Ahora, este sector es su ámbito de trabajo habitual. Actualmente es empleada como lingüista en el Instituto de Ingeniería del Conocimiento, un centro privado de i+D+i ubicado en la Universidad Autónoma de Madrid, donde lleva ya casi seis años. “Yo era traductora especializada en tecnología. Entré aquí para traducir textos”, cuenta. Después, “un poco por casualidad”, empezó a trabajar en proyectos enfocados a las tecnologías del lenguaje. Y descubrió que en su sector las tareas pueden ser variadas y útiles para empresas y organismos muy distintos.

Una de estas labores es el entrenamiento de los algoritmos que rigen el funcionamiento de los asistentes vocales, para que reconozcan cada vez más frases y respondan correctamente a las peticiones en ellas formuladas. Pero también hay otras como el diseño de chatbots o la categorización de los recursos lingüísticos, es decir, las partes de las que se compone un discurso, como verbos y adjetivos, de forma que los ordenadores puedan detectarlos y sepan captar su estructura y sentido.

Se trata de manejar y transmitir a las máquinas aspectos del lenguaje complejos y difícilmente reproducibles en código de programación, como el entendimiento de una emoción o un contexto. Es decir, lo que permite identificar, por ejemplo, la diferencia entre un cumplido y una ofensa

Torrijos, que desde 2018 también es graduada en Filología Hispánica, trabaja principalmente con los corpora lingüísticos. En otras palabras, conjuntos de textos explotables para sacar información estadística valiosa si se da a las máquinas las reglas para entenderlos, como puede ser “la narrativa clínica que recopilan los médicos sobre pacientes oncológicos”, explica.

En el día a día de profesionales como ella, la frontera entre disciplinas humanísticas y científicas está completamente disuelta. “La especificidad del sector reside en la necesidad de encontrar perfiles mixtos”, reza el estudio de la SEAD. Sin embargo, las empresas consultadas para el informe señalan que aún son un bien escaso. Torrijo dice que se adaptó a eso sobre la marcha, de manera autodidacta, aunque reconoce que “un poco de formación sobre programación ayuda mucho y es necesaria”.

Más bytes y menos ladrillos”

Ya existen entornos aptos para ello. La catedrática Amelia Sanz, coordinadora del máster oficial en Letras Digitales de la Universidad Complutense de Madrid, explica que este curso —impartido por profesores de las Facultades de Filología e Informática a partes iguales— sirve precisamente para que “los estudiantes se conviertan en trujamanes, los nuevos bilingües capaces de entender los lenguajes de programación y especialistas en los lenguajes naturales y en sus culturas”.

La docente asegura que la tasa de ocupación de los exalumnos del máster, lanzado en 2014, roza el 100%. “Desde luego, el área de la lingüística computacional que desarrolla agentes conversacionales (chatbots) es una de las que ofrecen más oportunidades”, apunta. Pero las posibilidades pueden ser aún mayores en las editoriales interesadas en la conversión digital de sus productos o en empresas dedicadas a la creación y diseño de materiales para la enseñanza en línea. Y también hay espacio en la investigación literaria, artística e histórica, así como en museología. “Ahora todos los objetos culturales como libros o pinturas se estudian, ven y leen en pantalla: son digitales”.

Sanz asegura que la demanda de perfiles de ese tipo es tan alta que el número actual de estudiantes por curso (entre 20 y 30 cada año) no alcanza para dar respuesta a todas las empresas e instituciones que los solicitan. Cuenta que están surgiendo más iniciativas como la de la Complutense —ya existen otros másteres en esta línea, por ejemplo en las universidades de Barcelona, País Vasco y Pablo Olavide de Sevilla—, pero cree que en España se debería apostar con más convicción por este sector. “Este país necesita más bytes y menos ladrillos”, opina.

Perder el miedo

Trabajar con herramientas tecnológicas y programas junto a profesionales como ingenieros e informáticos es un aspecto enriquecedor, según destacan las lingüistas computacionales consultadas. “Ellos tienen una manera de pensar muy diferente a la nuestra, y eso me gusta”, dice María José García, que trabaja en la empresa Meaning Cloud y se dedica en particular “a extraer información y significado de contenidos no estructurados y relevantes para las empresas”, como conversaciones sociales, artículos, comentarios o expedientes.

“[Los ingenieros] son capaces de simplificar y estructurar de manera mucho más lógica cosas que nosotros convertimos en complejas. Esa forma de pensar a mí me ha ayudado bastante no solo a trabajar, sino a vivir”, agrega entre risas García, filóloga de formación. Para Torrijos, “hay que aprender a entenderse”, lo que al principio “no es nada fácil”, pero después se genera “un intercambio muy interesante” y “se aprende mucho unos de otros”.

Ambas animan a aspirantes traductores y filólogos a considerar la posibilidad de seguir sus pasos y no tenerle miedo a afrontar aspectos que a algunos podrían parecer complicados, como la programación. “Hay que quitarse un poco los complejos que tenemos muchas veces la gente de humanidades frente a la ciencia y la tecnología”, dice Torrijos.

Tal y como ellas, la catedrática Amelia Sanz tiene claro que el sector tiene camino por delante. “Las literaturas serán digitales o no serán”, mantiene. En su opinión, para preservarlas, será clave la innovación de las profesiones de humanidades. “Tenemos que llevar a Federico García Lorca a todas las pantallas y de todas las maneras. Lo necesitamos. Y nuestros estudiantes saben hacerlo”.