Rinova (Bulgaria), Kuziak (Eslovaquia), Wall (Dinamarca), Caruana (Malta) y Andrushchenko (Rusia). Varios de ellos investigaban en el momento de ser asesinados casos de corrupción económica y política.
Publicación original de: 20MINUTOS.ES
El cruel asesinato de Viktoria Marinova, una periodista búlgara que fue violada y estrangulada este fin de semana junto al río Danubio, eleva a cinco el número de periodistas asesinados en Europa en tan solo año y medio, La mayoría habían estado investigando casos de corrupción política y financiera, según el barómetro de violaciones de la libertad de prensa, de Reporteros Sin Fronteras.
Como Marinova, Jan Kuziak (Eslovaquia) también estaba investigando casos de corrupción en su país, en concreto enlaces políticos con la mafia italiana. Igual que Daphne Caruana (Malta), que publicó los llamados ‘Papeles de Malta’ sobre evasión fiscal. Mientras que Nikolay Andrushchenko, veterano periodista ruso, era un crítico de Vladimir Putin.
Viktoria Marinova | 6 de octubre 2018: Las vigilias se han sucedido en varias ciudades de Bulgaria para protestar contra el asesinato de esta periodista de 30 años. Estaba entrenando para una carrera y le asaltaron junto al río Danubio. Muchas personas creen que su muerte está relacionada con su profesión. Y la prensa búlgara recuerda que su programa de televisión acababa de emitir un reportaje sobre corrupción en el país. Sin embargo, las pesquisas policiales no descartan ninguna otra hipótesis. Bruselas ha pedido celeridad en el esclarecimiento de un crimen muy violento que ha conmocionado a todo el continente.
Jan Kuziak | 21 febrero 2018: Investigaba las conexiones con la mafia italiana de dos colaboradores del primer ministro eslovaco, Robert Fico, cuando fue encontrado muerto con su novia, Martina Kusnirova, a tiros en una casa de Bratislava. Las autoridades vincularon el crimen inmediatamente con el trabajo periodístico del reportero. Trabajaba para un portal de noticias digital y estaba investigando una compleja red eslovaca de la Ndarangheta, la mafia calabresa. Los vínculos de esta red criminal llegaban hasta dos asesores del jefe del Ejecutivo.
Daphne Caruana | 16 de octubre 2017: Murió al estallar su coche a unos pocos metros de su casa. La periodista investigaba en ese momento la relación entre la clase política maltesa, incluido el primer ministro, Joseph Muscat y su esposa, en los papeles de Panamá y otros caso de corrupción. Su asesinato conmocionó al mundo. La periodista había indagado también en clanes mafiosos italianos en suelo maltés,y de guerrilleros libios o redes de trata en el Mediterráneo.
Kim Wall | 11 agosto 2017: La periodista sueca fue a entrevistar al inventor de un submarino en Dinamarca y nunca salió con vida de su último proyecto periodístico. El torso de su cuerpo fue encontrado en la costa al sur de Copenhague. Había sido cortado de manera deliberada y llevaba heridas para extraer aire y así evitar que saliera a la superficie. Está detenido por el crimen Peter Madsen, un inventor que alegó que un accidente provocó la muerte de Wall y que él arrojó el cadaver al mar. Recientemente Madsen ha perdido su recurso contra la cadena perpetua por la brutalidad del crimen, ya que un tribunal le consideró culpable de asesinato premeditado y abusos sexuales.
Nikolay Andrushchencko | 19 de abril 2017: Este veterano periodista murió en un hospital de San Petesburgo al no poder recobrarse de una paliza que le dieron seis semanas antes. Andrushchencko, de 73 años, iba a una reunión de trabajo cuando varios asaltantes le cortaron el camino y le agredieron. Fue encontrado inconsciente varias horas después, y precisó de un coma inducido. Era conocido por sus críticas a Vladimir Putin y su periodismo de investigación se centraba en la corrupción y en la vulneración de los derechos humanos en el diario Novy Peterburg, que había fundado en 1990. En Rusia nadie tiene la menor duda de que fue asesinado por hacer periodismo.
La sección española de Reporteros sin Fronteras (RSF) está muy preocupada por «el deterioro rapidísimo de la seguridad para los periodistas en suelo europeo» y ha condenado el último asesinato, de Victoria Marinova en Bulgaria, y la desaparición de Jamal Khashoggi en Estambul, después de acceder a la embajada de Arabia Saudí.
La organización ha exigido que se realice una investigación completa de ambos casos que permita llevar a los perpetradores ante la justicia, así como que se extremen las medidas de seguridad para proteger a los periodistas en riesgo.
«La impunidad no puede instalarse también en el espacio europeo. Estos crímenes execrables -como también lo fueron el de Daphne Caruana Galizia en Malta y el de Jan Kuciak en Eslovaquia-, ocurridos en menos de un año y en territorio europeo, no pueden salir gratis a quienes desean callar a los periodistas incómodos.
En el mundo, en 2018 ya son los 57 reporteros que han sido asesinados, dos más que en todo el año pasado (55). Fuera de Europa, México, Siria y Afganistán son los países con más periodistas asesinados en los últimos años. Fechas en las que, además, se ha duplicado el número de mujeres periodistas asesinadas.