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Bajo las bases de Repensar, Reutilizar, Reparar, Restaurar, Remanufacturar, Reducir, Re- proponer, Reciclar y Recuperar, Colombia lanzó esta semana su Estrategia Nacional de Economía Circular.
Tomado de: Revista EcoGuía, dirigida por Daniel Jiménez socio del CPB.
Con el lanzamiento de la Estrategia Nacional de Economía Circular, Colombia avanza en la transformación de las cadenas de producción y consumo, a través del cierre de ciclos de materiales, agua y energía, en nuevos modelos de negocio y se convierte en pionero en Latinoamérica.
A partir de esta iniciativa, el Gobierno Nacional promueve la innovación y la generación de valor en sistemas de producción y consumo a través de optimizar, compartir, intercambiar y reciclar y regenerar materiales, agua y energía.
La estrategia promoverá el emprendimiento, la generación de valor agregado y la atracción de la inversión como resultado de nuevas formas de producción, consumo y aprovechamiento de desechos, que reduzcan la carga sobre los rellenos sanitarios, lo que cobra gran importancia teniendo en cuenta que la vida útil de los rellenos sanitarios de 321 municipios de Colombia se acabará en cinco años, según datos del Departamento Nacional de Planeación.
“Este Pacto que acompaña la Estrategia Nacional de Economía Circular se enmarca en el Plan de Desarrollo que lanzó el Presidente de la República, Pacto por Colombia. Pacto Por la Equidad, particularmente, en el capítulo de sostenibilidad. Allí definimos el objetivo de fomentar la reducción, el reciclaje y la reutilización de los residuos y materiales”, dijo la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, quien considera que con este pacto por una estrategia de economía circular le decimos a los colombianos que vamos a ir más allá de las normas, que produciremos conservando y conservaremos produciendo”.
La política de producir conservando y conservar produciendo se materializa con esta nueva estrategia. “Lo que buscamos es incentivar a empresas, consumidores y otros actores de la cadena de valor para que desarrollen e implementen nuevos modelos de negocios, transformando los sistemas de producción y consumo existentes, dentro de la responsabilidad misma de la gestión de los residuos, el manejo eficiente de los materiales y el cambio de los estilos de vida de los ciudadanos hacia la sostenibilidad”, afirmó Ricardo Lozano Picón, ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Beneficios para todos los sectores
Los beneficios ambientales de la economía circular se traducen en reducción de la extracción de materias primas, uso de fuentes de energía renovables, la reducción de residuos y emisiones, y la conservación y uso eficiente del agua.
A nivel económico, hay reducción de costos de materia prima, aprovechamiento de los recursos en repetidas ocasiones, ingresos por venta de subproductos, atracción de nuevas fuentes de financiación, innovación en modelos de negocio, apertura de nuevos mercados y mejoramiento de la productividad y competitividad.
Desde lo social se generan capacidades, creación de modelos de negocio que atienden modernas formas de producción y consumo de productos, materiales, agua y energía. Además, nueva demanda de tecnologías, productos y servicios orientados en la eficiencia y el eco- diseño; nuevos servicios para el aprovechamiento de materiales y energía, uso compartido de residuos, servicios e infraestructura entre empresas, entre otros.
Para implementar la Economía Circular, el Ministerio de Ambiente trabajará en coordinación con los ministerios de Comercio, Vivienda, Educación, Transporte, Minas y Agricultura, con la vinculación de los gremios del sector productivo, más de 50 empresarios y el sector académico.
“El gobierno está actuando unido en este tema. La sinergia se da porque somos conscientes de todas las oportunidades que la Economía Circular puede traer al país”, señaló el Ministro Lozano.
La estrategia enfatiza seis líneas de acción representadas en seis ciclos: materiales y productos industriales, materiales de envases y empaques, optimización y aprovechamiento de biomasa, ciclo del agua, fuentes y aprovechamiento de energía, gestión de materiales en centros urbano, comunicación y cultura ciudadana.
Por cada una de estas líneas de acción, la estrategia específica metas de corto y largo plazo, convoca a actores hacia la innovación de sus modelos tradicionales para convertirlos en circulares, y propone mecanismos de fomento a desarrollar como habilitadores de la economía circular.