Foto: IDU.
La obra que le permitirá al alcalde de Bogotá mostrarse al comienzo de su último año en el Palacio Liévano como un ejecutor, pues el impulso de las obras de infraestructura fue una de las banderas con las que ganó las elecciones y, hasta ahora, la ciudad ha visto poco de ellas.
Tomado de: Semana.com
La obra concluyó el pasado 31 de agosto, y en estos últimos meses estuvo en una etapa de entrega a Transmilenio, en la que la entidad dirigió las adecuaciones necesarias para que, finalmente, comience a mover personas. El Cable tiene una longitud total de 3,34 kilómetros que se distribuyen en 4 estaciones: El Tunal, Juan Pablo II, Manitas y Mirador del Paraíso. Su impacto en la vida de sus usuarios es que ese trayecto, que en algunos casos puede tomar hasta 1 hora, se convertirá en un recorrido de 13 minutos con el nuevo sistema de transporte.
“Tener más tiempo para estar en familia es de lejos el mayor beneficio”, explicó Yaneth Mantilla, directora del Instituto de Desarrollo Urbano, IDÚ, en agosto pasado, cuando culminó la obra.
Este sistema, que ya tienen Medellín y Manizales, en Bogotá tiene 163 cabinas que viajan a 20 kilómetros por hora y pueden transportar a 7.200 personas cada hora. Los usuarios pagarán a través de la tarjeta TuLlave y la tarifa será de 2.300 pesos. Si el pasajero necesita tomar un bus zonal pagará 200 pesos más.
Además, Transmicable está dotado de sillas abatibles que permiten el ingreso de bicicletas, coches o sillas de ruedas, y su infraestructura de transporte se complementa con un Supercade, una biblioteca y cinco parques que estarán disponibles para la comunidad.
Con la puesta en marcha del sistema terminará una historia que atraviesa a las últimas tres administraciones de la ciudad. El primero en proponer la idea fue Samuel Moreno Rojas. El proyecto no avanzó y terminó luego sepultado bajo el megaescándalo de corrupción de su mandato, en el que se saquearon precisamente los recursos de la infraestructura.
Gustavo Petro retomó la idea y concretó un convenio con el Metro de Medellín, que opera ese mismo sistema en la capital paisa, para adelantar los estudios técnicos del cable bogotano. La obra no arrancó en este mandato y, con la llegada de Enrique Peñalosa, tuvo cambios ostensibles. Esas modificaciones incluyeron la construcción de los parques y la biblioteca, la ampliación de las cabinas y el aumento del tiempo de vida útil del cable, que será de 25 años.
La obra no ha estado libre de polémicas, pues Petro y sus seguidores han pedido crédito por un proyecto que despegó en su mandato. Peñalosa, si bien no lo tenía entre sus prioridades al comienzo de su alcaldía, finalmente lo acogió y su administración logró ejecutarla en los tiempos previstos, sin la larga lista de prórrogas que suelen tener este tipo de desarrollos.
Lo concreto es que este jueves, el Tranmicable, cuya construcción costó 240.000 millones de pesos, comenzará a mover personas en el sur de la ciudad.