3 agosto 2020 –
Por: Analía Llorente – BBC Londres –
¿Qué tal si vivieras en un lugar donde todo lo que necesitas está a tan solo unos minutos de distancia caminando o en bicicleta?
Un sitio donde tengas un mercado cerca, restaurantes, la escuela de los niños, tu trabajo…
Entonces vivirías en una «ciudad de 15 minutos».
Este concepto de ciudad va en dirección opuesta a la planificación urbana de los últimos 100 años que separaba el espacio residencial del trabajo, el comercio minorista, la industria y el entretenimiento.
Es también lo que está implementando París desde este año y como parte del plan de la alcaldesa de la ciudad, Anne Hidalgo, incluso antes de que se desatara la pandemia del coronavirus, para reducir la contaminación y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
«Las calles las estamos transformando para bicicletas y peatones, con más vegetación y fuentes, porque para combatir el cambio climático se necesita fresco y verde», le dice a BBC Mundo, el urbanista francocolombiano Carlos Moreno, asesor de Hidalgo en París.
Pero también hay otro tipo de transformación, como la reutilización de mobiliario urbano para otros usosy la mezcla de barrios habitacionales con comercios, entre otras modificaciones.
¿Cómo es exactamente una «ciudad de 15 minutos»? ¿Podría replicarse en América Latina? ¿Y cómo podría ayudar a la recuperación económica tras la pandemia?
Respuesta al cambio climático
El concepto «ciudad de 15 minutos» o «ciudad del cuarto de hora» fue acuñado por Carlos Moreno, director científico y catedrático de Emprendimiento, Territorio e Innovación (ETI) de la Universidad Sorbona, de París.
Él a su vez se inspiró en otras investigaciones y aportes, como el de la periodista y activista Jane Jacobs, quien argumentaba que la proximidad es la clave para hacer que las ciudades tengan más vida.
«Más de la mitad del planeta son sitios urbanos. Estamos confrontados al cambio climático que nos obliga a disminuir radicalmente nuestras emisiones de CO2 (dióxido de carbono) y las ciudades son las que lo producen principalmente, por el transporte y la vivienda», afirma Moreno.
«La ‘ciudad de los 15 minutos’ es una respuesta original al problema del cambio climático, ofreciendo una disminución de los desplazamientos forzados que se producen en las ciudades actuales hacia los lugares de frecuentación para crear una accesibilidad a los servicios necesarios y vivir en la ciudad de corta distancia a pie o en bicicleta», describe el experto.
Según Moreno, este modelo de ciudad permite romper con el círculo vicioso de la gran metrópolis en la que se producen desplazamientos obligados de millones de personas muy temprano a la mañana y al final de la tarde, y que van «apiñados» en el transporte público, lo que se desaconseja en periodo de pandemia.
Para ello es fundamental la descentralización, es decir que la ciudad debe tener múltiples centros para satisfacer las funciones básicas: habitar, trabajar, hacer las compras, cuidarse física y mentalmente, educarse y disfrutar.
¿Y por qué no una ciudad de 30 minutos? «Hay una diferencia entre 15 y 30 minutos y otra entre de 30 y 45 minutos», describe Moreno a BBC Mundo.
«15 significa que no estoy en mi casa pero no estoy tan lejos; 30 ya es otra cosa porque es un tiempo que estás perdiendo y que podrías aprovechar de otra manera», añade.
No «aceptar lo inaceptable»
C40, una coalición internacional de ciudades para luchar contra el cambio climático, cree que el único camino a seguir para lograr una recuperación equitativa y sostenible de la pandemia de covid-19 es que los alcaldes financien planes de estímulo ecológico centrados en la creación de empleo, según un informe del mes pasado.
Entre las acciones que C40 promueve están las «ciudades de 15 minutos».
«Creo que por muchos años aceptamos lo que es inaceptable y es que las personas viajen más de una hora cada mañana de un lado a otro. Esto trae mucho estrés y no es positivo», opina Hélène Chartier, jefa de desarrollo del programa Carbono Cero de C40.
«En el contexto de covid-19 que vivimos, el sistema de transporte colapsó. Entonces ir hacia un modelo de ciudad de 15 o 20 minutos es una visión que tiene muchos factores positivos», asegura a BBC Mundo.
«La idea es hacer la vida urbana más agradable, ágil y flexible creando servicios de proximidad para todos», añade.
Por su parte, Moreno opina que la «ciudad de 15 minutos» es necesaria porque existe «una especie de anonimato y angustia en las ciudades porque la gente se tiene que levantar temprano para tomar un medio de transporte, que generalmente le toma una hora u hora y media».
«Las ciudades modernas han sido segmentadas entre el lugar de vida, lugar de trabajo, donde se hacen las compras… y se ha perdido una de las cosas más importantes de la vida: la noción del tiempo útil», destaca el urbanista que acaba de publicar el libro «Vida urbana y proximidad».
En América Latina
La capital francesa no es la única ciudad que está implementando cambios en esta dirección.
También lo están haciendo Melbourne, Ottawa, Detroit y Copenhague, por nombrar algunas.
Y hay voluntad de hacer lo propio en ciudades de América Latina como Buenos Aires, Montevideo, Lima, Medellín, Guayaquil, Bogotá y Río de Janeiro, según los especialistas consultados.
Pero implementar el modelo de «ciudad de 15 minutos» en París es una cosa y hacerlo en urbes de la región latinoamericana es otra muy diferente.
«París es fácil porque ya fue construida para ser así. Lo que se está tratando de reforzar es el concepto de ‘ciudad de 15 minutos’. Pero el desafío es si se puede hacer en los suburbios de la ciudad», analiza Chartier.
«No creo que se pueda replicar el modelo de París a otras ciudades pero hay algunas como Melbourne o Portland que están desarrollando su propia versión, porque son muy diferentes en sus desarrollos urbanos», destaca.
Para Moreno «no hay una varita mágica» para la transformación: «No depende de la talla de la metrópoli, sino de la voluntad política de hacerlo».
«Crear las ‘ciudades de 15 minutos’ no es una inversión de dinero, sino de reutilización de lo que ya existe, mucho más y mejor», sostiene el profesor de La Soborna.
¿Por dónde empezar?
Los expertos sostienen que la clave está en el diálogo: «Los alcaldes tienen que desarrollar una hoja de ruta para construir esa ‘ciudad de 15 minutos’ con los actores económicos, sociales y ambientales», dice Moreno.
«Tenemos que cambiar la manera de trabajar», continúa. «Las ciudades tienen que dejar de hacer obras de infraestructuras que solo sirven a unos pocos, para darle paso a una ciudad con naturaleza, con agua y biodiversidad».
«Hay que hablar con los comerciantes para que cuenten con capacidad de ofrecer sus servicios y que la gente los utilice, en vez de preferir Amazon», sugiere.