El Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) repudia de manera categórica el tratamiento que Nicolás Maduro dio al periodista Jorge Ramos y su equipo periodístico de la Cadena Univisión, quienes fueron retenidos en forma arbitraria y confiscado el material periodístico y herramientas de trabajo, durante la realización de una entrevista al mandatario.
La noticia que fue registrada ayer en la red por el periodista Daniel Coronell, al hacer un llamado para que los comunicadores fueran liberados, si bien surtió efecto y recobraron su libertad después de dos horas, hacia las nueve de la noche, los equipos y el material de la entrevista fueron decomisados.
El CPB se une a las declaraciones como las expresadas por José Miguel Vivanco, Director de Human Rights Watch y demás voces que hacen un llamado al mundo para que se rechace esta clase de tratamientos arbitrarios, que ponen en peligro la vida de los periodistas y la libertad de expresión.
“El derecho a la libertad de pensamiento y expresión resulta esencial para el desarrollo de la democracia, y para el ejercicio pleno de los derechos humanos” Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“La libertad de expresión es universal y encierra en concepto la facultad jurídica que asiste a toda persona, individual o colectivamente considerada, para expresar, transmitir y difundir su pensamiento; paralela y correlativamente, la libertad de informarse también es universal y entraña el derecho colectivo de las personas a recibir la información que los demás les comunican sin interferencias que la distorsionen, declara la CIDH.
El CPB desde su fundación, hace 73 años, honra y defiende estos principios los cuales están consagrados en el acta de su constitución, razón por la cual rechaza de manera contundente actos como los protagonizados ayer en el Palacio de Miraflores con el equipo periodístico de Univisión.
JUNTA DIRECTIVA DEL CPB
odos debemos procurar por ser gente
26 febrero, 2019
De excelencia que EL ESPECTADOR muestre la trayectoria perversa de unos seres humanos que carecen del dignificante crecimiento personal, que debe ser cultivado todos los días.
Su editorial “La violencia retórica como debate normalizado”, del 16 febrero de 2019, dejó en claro que estamos al frente de “la tapa del congolo” de la afección que sufren en su Alma muchos seres humanos en lo referido a que no respetan la dignidad de su congénere. “Esto ya pasó de castaño a oscuro”. Lo grave del asunto es que Colombia tiene personas muy prestantes, rodeados de diplomas de la cabeza a los pies, pero desafortunadamente “no son gente”, expresión que toda la vida utilizó mi Santa Madre+ para referirse precisamente a los ramplones, vulgares y charlatanes, que no le hacen honor a su dignidad humana y a sus títulos, y que creen que por tenerlos, tienen el derecho malsano de irrespetar al prójimo. Los típicos fariseos; gentes muy peligrosas para la convivencia pacífica, pues se mantienen destrozándola y saboteándola.
Es el momento propicio para decir que los periodistas que conducen programas de opinión deben pedirles a sus invitados que se traten con respeto,porque los micrófonos se están llenando de perversos maltratos entre ellos, que son de verdadera miseria humana. Algunos columnistas de la prensa tienen ese bellaco fardo a cuestas.
Estrechamente vinculado a lo anterior está el grave asunto que se está viviendo en las redes sociales, muy bien explicado por el Senador (e) Luis Emilio sierra Grajales, quien en valioso artículo de opinión De meretrices y libertad, publicado en diario LA PATRIA afirma con con convicción … “Haber tratado por las redes sociales de meretrices (la expresión fue más grotesca) a las seguidoras de un excandidato presidencial, le salió bien costoso a un reconocido comunicador social. Evidentemente el hecho constituye lo que comúnmente se conoce como injuria, por lo cual pagó un alto precio: la pérdida de su empleo”.
Considero que el Ministerio de educación debe cuanto antes comenzar a elaborar un contundente expediente sobre la atmósfera deletérea que vive el país con esos comportamientos, propios de antisociales, fielmente reflejados en las páginas supradichas. El Ministerio las debe hacer leer en los salones de clase de todas las instituciones educativas. Hay que comenzar una campaña para hacer Mejores
personas. La instrucción cívica debe estar de moda, siempre.Hay mucha
verborrea barata y enfermiza que ofende y vulnera el derecho de todos
a ser tratados con calidez y respeto.