NOTAS AL VUELO
Por: Gonzalo Silva Rivas, Socio CPB
Son miles de millones de dólares los que se mueven entre los destinos turísticos que le meten el hombro a uno de los segmentos con mayor potencial de crecimiento en el mundo, aquel que está relacionado con las actividades de bienestar. La medicina complementaria y alternativa, junto a la implementación de estilos de vida saludables, despiertan un interés creciente entre la población y hacen de este un nicho suficientemente atractivo para atender mercados de buen nivel y de alta capacidad de gasto.
Este peculiar concepto de viajes adquiere día a día un valor más alto, se extiende por grandes ciudades y pega en países de la región, como Costa Rica, Brasil, Jamaica y México, en los que registra fuere impacto en la generación de ingresos y de plazas laborales. El gasto promedio de sus turistas supera en cerca del 150% el del viajero tradicional, y su recaudo en divisas dobla las entradas percibidas por el turismo médico, la otra arista del llamado turismo de salud.
Colombia posee los recursos naturales y culturales suficientes para impulsar la propuesta, en cuya definición de estrategias se trabaja desde los albores de la década, cuando el país entró a figurar en el rankinglatinoamericano. Sin embargo, el camino a recorrer es largo y el próximo gobierno tendrá que aumentarle el impulso dado hasta ahora a través de ciertas acciones como el Programa de Transformación Productiva, lo que implicará consolidar la reglamentación vigente, marcar directrices y brindarles a los empresarios las facilidades para desarrollar y empaquetar sus experiencias.
El turismo de bienestar incluye tres vertientes y el país tiene en ellas los soportes suficientes para sacarles dividendos: el termalismo, los spas y la talasoterapia, esta última basada en el uso del agua de mar y de elementos marinos para tratamientos de salud, como arena, lodo y algas. Se dispone de dos soberbios mares y del envidiable regalo de la naturaleza que nos convierte en la segunda potencia hídrica del mundo, una curiosa paradoja en un país que a lo largo de la historia sigue sin despertar vocación marítima ni cultura social sobre el eficiente aprovechamiento del agua.
También se cuenta con más de 300 yacimientos de aguas termales, algunas con infraestructura y reconocimiento como Paipa, Santa Rosa de Cabal, Choachí, Villa de Leyva, Manizales y Pereira; es decir, se tiene la materia prima suficiente para empaquetar una llamativa oferta internacional, que bien puede combinarse con ese valor agregado que le suman el privilegiado entorno natural y la riqueza cultural ancestral. Además, la frutoterapia, en un país donde existen alrededor de 400 variedades de frutas, resulta ser otro poderoso gancho de interés como alternativa medicinal y de embellecimiento estético.
El amplio mercado para explotar y generar divisas despierta alentadoras posibilidades para hacer de este un producto estrella del portafolio nacional, aprovechando esas ventajas comparativas que abren camino para convertirnos en atractivo destino para el turismo extranjero, privilegiado por una exclusiva clientela de ingresos medios y altos.
Los mayores niveles de envejecimiento de la población mundial; el aumento de enfermedades propias de la vida moderna como el estrés, la ansiedad y el insomnio, y la permanente disposición de los seres humanos por alcanzar estilos de vida saludables convierten los spas, el termalismo y la talasoterapia en prósperos productos turísticos, dada su particular condición de prevenir las enfermedades.
En la medida en que el Gobierno estimule el floreciente segmento contribuye no solo a preservar el patrimonio natural y las tradiciones culturales, sino a desarrollar una cadena de valor en varios frentes económicos, con alto impacto en ingresos y puestos de trabajo. El objetivo de Colombia es lograr reconocimiento en el mundo como destino preferencial para 2032 y la tarea hasta ahora empieza.
Seguir empujando el tema, introducir planes de mejoría estratégica y capacitar operadores especializados harán que nuestra adormilada oferta turística de bienestar salga del sauna en que aún se encuentra, y nos garantice que goza de cabal salud.
Esta opinión es responsabilidad única del autor, y no compromete al Círculo de Periodistas de Bogotá.