Como fase previa a la reunión que mantendrán en Madrid a partir del hoy sobre los devastadores efectos de las fake news, algunos directores de periódicos europeos asistieron a la entrega de los Ortega y Gasset en Madrid. Allí estaban varios de los responsables de medios de la alianza europea Lena, como el polaco Piotr Stasinsky, de Gazeta Wyborcza. Buscó la complicidad de sus colegas sobre la persecución que la prensa independiente sufre en su país a manos de un Gobierno autoritario y antieuropeo. “Un poder que utiliza los métodos de Goebbels, que llega a esconder nuestras publicaciones bajo las estanterías de las gasolineras, que nos niega la publicidad institucional para subsistir, que aún no ha optado directamente por la censura, pero hace cuánto puede para acallar las críticas”, aseguraba.
La persecución de la prensa libre ahoga Polonia y a sus vecinos checos y húngaros por medio de políticos populistas entregados a la órbita de la Rusia de Putin. Pero esa maña de expertos en noticias falsas que emana del Kremlin afecta también a medios como el belga Le Soir. Su director, Christophe Berti, así lo corrobora: “Hace dos años no pensé que íbamos a tener que dedicar parte de nuestro tiempo en desmentir bulos”.
Tiempos de credulidad
Le pasó en las elecciones francesas. Clonaron su web con una campaña anti-Macron y tuvieron que desmentirlo por activa y por pasiva. Corren tiempos propicios para la credulidad, además. Así lo cree Stefan Aust, editor del alemán Die Welt: “Los ciudadanos, y más las nuevas generaciones, ponen pocas cosas en cuestión. Son presas fáciles de convencer”.
También afecta esto, según el periodista alemán, a los periodistas: “Falta sentido crítico, poner muchas cosas en cuestión, ejercer la duda como método”, afirma. No fueron los únicos periodistas europeos convocados. Acudieron además Judith Witter, directora de Tages-Anzeiger, Pierre Reutschi, de Tribune de Genevey Alexis Brezet, de Le Figaro, entre otros. Pero también se unieron a la fiesta referentes del ámbito latinoamericano como el colombiano Jaime Abello, director de la Fundación Nuevo Periodismo creada por Gabriel García Márquez. Para él, el principal problema de los medios es la destrucción de confianza: “Una brecha que se debe salvar alejándose de los poderes establecidos y acercándose a los problemas de la gente”, afirmó.
Nota tomada de El País