El candidato de Correa encabeza el escrutinio con dudas sobre la segunda vuelta

Rafael Correa y Lenín Moreno (Reuters)


El conteo todavía no ha terminado nueve horas después del cierre de los colegios


Las elecciones presidenciales en Ecuador aún no arrojan un resultado nueve horas después del cierre de los colegios. El candidato de Rafael Correa, el mandatario que ha gobernado ese país en la última década con un estilo muy beligerante contra los críticos de la llamada “revolución ciudadana”, es el ganador de las elecciones celebradas este domingo. Con más del 87% de los votos escrutados, Lenín Moreno se sitúa a la cabeza con el 39% de los apoyos y se quedaría a un paso del margen suficiente —más del 40% de los votos y una ventaja del 10% sobre el segundo— para evitar una segunda vuelta frente a su principal contrincante, el conservador Guillermo Lasso, con un respaldo del 28,2%.

El escrutinio, mucho más lento de lo previsto, ya ha comenzado a alentar las acusaciones de fraude en las redes sociales. La página oficial del Gobierno que difunde los resultados parciales estuvo inhabilitada durante más de 20 minutos, la publicación de los datos se ralentizó a partir del 70% y se quedó estancada en el 81,4%. Esta circunstancia multiplicó las suspicacias. Decenas de personas se concentraron para protestar ante las sedes de Quito y Guayaquil del Centro Nacional Electoral, el organismo garante de este proceso. No obstante, los principales candidatos de la oposición no se han pronunciado todavía sobre el recuento.

El resultado incierto de estos comicios encierra, no obstante, una certeza. Correa dejará el poder. Y, en un clima de cambio de etapa, cerca de 13 millones de ecuatorianos votaron a su sucesor con algunas evidencias. El candidato oficialista, no tenía, por primera vez desde 2006, la victoria asegurada. Los datos provisionales le atribuyen la victoria, pero nada está todavía cerrado con respecto a la segunda vuelta. Aun así, Moreno se declaró ganador tras conocer los primeros sondeos a pie de urna. «Hemos ganado las elecciones en justa lid», mantuvo. Más tarde, el propio Correa escribió en Twitter: “Ganamos ampliamente la consulta popular. ¡Gracias ecuatorianos!”.

Mientras, el líder de la oposición, Lasso, se mostró seguro de que los electores tendrán que volver a las urnas. “Hay segunda vuelta electoral”, aseguró el líder del Movimiento CREO. Y la opositora Cynthia Viteri, candidata del Partido Social Cristiano y tercera en estos comicios, anunció que dará su apoyo a Lasso en el desempate.

El desgaste del proyecto político bautizado como “socialismo del siglo XXI” puede dar pie a esa segunda votación que se celebraría el 2 de abril. Y aunque el aspirante del Movimiento Alianza PAÍS logre finalmente imponerse frente a Lasso, no tendría el margen de actuación de Correa. En primer lugar, por la fragmentación del mapa de partidos que ocuparán la próxima Asamblea, lo que aboca al diálogo. Y en segundo lugar, según los analistas, por su propio talante, más templado que el de su antecesor, que medita dejar Ecuador e irse a vivir a Bélgica, el país de su esposa, Anne Malherbe.

Correa aprovechó el comienzo de la jornada para criticar a sus adversarios. Lo hizo de forma indirecta, en un discurso pronunciado durante el acto de inauguración del proceso electoral, celebrado en el Templo de la Patria de Quito. Rechazó injerencias e incluso habló de “oscuros intereses” de representantes extranjeros.

Las elecciones en Ecuador se celebran sin misiones de observación de la Unión Europea —aunque sí de Unasur y de la OEA, entre otras—, lo que le valió al Gobierno de Ecuador críticas de la oposición y sus invitados. “Un senador español que se encuentra en nuestro país, en una forma muy descortés ha dicho que es una torpeza no haber aceptado una misión de observación de la Unión Europea. Me pregunto cuántas veces la Unión Europea ha aceptado en sus elecciones la presencia de observadores latinoamericanos”, dijo el presidente saliente.

Dionisio García, senador popular por Zamora, pertenece a una formación muy próxima a Lasso y a su partido. Criticó a Correa, en declaraciones al Diario Expreso, por rechazar observadores de la UE. “Creo que no acertó al negarse. Ha sido una torpeza, genera desconfianza. Si las elecciones son limpias y transparentes, ¿por qué no quiere nuestra presencia?”, preguntó. El mandatario ecuatoriano le contestó: “Es una pena que algunos no logren superar todavía su mentalidad colonialista”. Correa lamentó también la presencia en el país de la exfuncionaria del Tribunal Electoral de Venezuela Ana Mercedes Díaz, que en 2004 denunció fraude electoral en ese país y quien en sus palabras se autodesignó observadora independiente. “Esto debe ser rechazado”, zanjó.

Este cruce de críticas refleja la elevada polarización que ha dominado la política ecuatoriana en los últimos años y que a partir de ahora va camino de diluirse. Los candidatos de la oposición hicieron campaña convencidos de que habrá una segunda votación. El respaldo que las encuestas más recientes otorgaban a Moreno se situaba entre el 30% y el 35% de los votos, insuficientes para ganar en primera vuelta —necesitaría alcanzar el 40% y superar al segundo candidato en más del 10%—.

El resultado de las elecciones en Ecuador podría tener un efecto inmediato sobre uno de los protegidos de Correa, el fundador de Wikileaks, Julian Assange, quien lleva refugiado desde 2012 en la Embajada del país andino en Reino Unido.

Lasso aseguró, en declaraciones a EL PAÍS, que, si logra ganar las elecciones en segunda vuelta, una de sus primeras medidas consistirá en pedir que Assange abandone la legación diplomática en Londres en un plazo máximo de 30 días.

Tomado de: Elpais.com