El mural, pintado por Cacerolo, compara a Rafael Uribe Noguera con Luis Alfredo Garavito.
Cacerolo, un artista gráfico, busca construir memoria para que estas atrocidades se detengan.
En la avenida Suba con calle 90 en Bogotá, dos rostros son el centro de atención de quienes transitan por el lugar. Rafael Uribe Noguera y Luis Alfredo Garavito son expuestos por el arte urbano de Cacerolo, un colombiano que decidió generar conciencia y sacudir a la sociedad al retratar a estos dos personajes.
El trabajo artístico de Emerson Cáceres, también conocido como Cacerolo, no suele ser urbano, pero, como él mismo le contó a EL TIEMPO, esta vez “era algo necesario”.
El caso del crimen contra la pequeña de 7 años, Yuliana Samboni, motivó al artista colombiano a pintar este mural en el que compara a Uribe Noguera con Luis Alfredo Garavito.
“Garavito, al igual que Rafael Uribe Noguera, generó mucha indignación, pero quedó en el olvido. La idea del mural es que la gente pueda sentir lo mismo que las familias víctimas de estas atrocidades que suceden todos los días”, explicó el autor.
El rostro de Uribe Noguera, con el nombre de Yuliana en la frente y un coloreado rojo sobre su sonrisa, es ahora el protagonista de un mural de fondo negro ubicado en la avenida Suba con calle 90, en Bogotá.
Los colores, escogidos por Cacerolo, quien también ha escogido para sus obras al alcalde Peñalosa, Gabriel García Márquez, Fidel Castro, entre otros, tienen su propio significado.
“Entre más fuerte el tono del rojo, más peligrosa es la persona”. El sello de Cacerolo es pintar la boca de sus retratados con ese color. “Esto nos humaniza y refleja nuestra naturaleza humana que nos invita a cometer errores”.
Como él mismo lo explica, el mural es un retrato que hace a Uribe Noguera “ponerle la cara” al crimen cometido contra Yuliana Samboni. “La invitación es a construir memoria porque la indignación dura poco. Como sociedad necesitamos sacudirnos porque ante estos casos no hacemos nada”, aseguró.
Por medio de este mural y de otros cuatro que realizó en los últimos dos años, Cacerolo busca que los colombianos no olviden los actos violentos realizados por ambos sujetos. Por eso, los retratos, su herramienta artística para este tipo de trabajos, son su forma de mostrar la realidad.
SALOMÓN ASMAR SOTO
TOMADO DE: ELTIEMPO.COM