15 abril 2020 –
Foto: Pixabay –
Por: Álvaro Vélez, Noticias RCN.
Si el mundo es otro después del coronavirus, el periodismo es un ejemplo claro de esa transformación. La manera de ejercerlo cambió sustancialmente y hoy plantea nuevos retos.
El oficio periodístico ha cambiado, y quizá para siempre, efecto tajante de un virus despiadado que, arbitrario, al tiempo nos impuso el desafío de cambiarnos a nosotros mismos.
Cambió el rostro al reportero, cambió el modo de acercarse a la fuente para la información, aplacó el murmullo cotidiano, sumergió en el silencio los espacios que a diario vibraron en las noticias de último momento, cambió incluso al hombre de la calle.
“Hacer periodismo de servicio, hacer las preguntas correctas, buscar las respuestas adecuadas tender puentes, indagar, exigir, ser voz de la comunidad”, expresó Juan Lozano, director de Noticias RCN, frente a lo que debe ser el periodismo de hoy.
El velo enmascarado que hoy oculta el semblante de la gente de noticias, invita al periodista a desnudar la verdad con herramientas nuevas, con el rigor que imprime el compromiso de llevar a la opinión información decantada y real.
“Fue dramático para nosotros porque es un cambio más de forma, ya no salimos a buscar la noticia, ya no vamos a los lugares donde se presentan los hechos noticiosos, ni vamos en búsqueda de los personajes, ya todo lo hacemos o desde la casa o desde la redacción, y eso nos implica también mayor rigurosidad a la hora de verificar esa información”, señaló Carlos Raigoso, reportero de Noticias RCN.
“Y esto permitirá que los periodistas puedan agilizar la información, pero al mismo tiempo estamos un poco coartados en buscar o conseguir la información que necesitamos”, dijo por su parte, Lidis Ribón, reportera de Noticias RCN.
Siempre vulnerables y expuestos a todos los peligros, esta vez debemos cuidarnos hasta de nosotros mismos, es este un enemigo que ni vemos y frente al que parece no existir escudo, y aunque somos los más cautos, aún el trabajo en casa nos enfrenta al temor de un mal tan letal como desconocido.
“Nos cambió por el momento y nos va a cambiar mucho más después, sin embargo, creo que nos va a cambiar de una manera positiva porque esto venía en una carrera desenfrenada y este alto nos sirve a todos para reflexionar acerca de para dónde vamos”, dijo por su parte, Felipe Arias, presentador de Noticias RCN.
El drama de la muerte golpea los sentidos, el reportero contiene sus temores, pero inmisericorde frente a este contagio mortal que nos arruga el alma rompe la coraza que protege nuestra presencia al aire.
Nunca antes tan solos, nunca tan distantes de quienes a diario abrazamos y besamos y queremos como si fueran hermanos. La certeza de que algún día terminará la pandemia nos hace perseverantes, tenemos que contener la demostración de los afectos y concentrarnos nada más que en informarnos y manejar el miedo.
“Todos los días uno pide a Dios que no se contagie a pesar de tomar todas las medidas razonables de protección, pero de alguna manera es el miedo que hemos sentido los periodistas siempre y que siempre hemos vencido”, sostuvo Juan Lozano.
“El no tener certeza frente a la salud ni lo económico genera una ansiedad que creo que solamente podemos suplirla llenándola del tema espiritual, de Dios”, señaló Felipe Arias.
Es evidente que el periodismo cambió y habrá de ser para bien, para que los sucesos que conmueven a la sociedad, lleguen a ella tan veraces y contrastados como nunca antes, tan rápido como sea responsable y posible, y nosotros más fogueados, más conscientes y sensibles y por qué no, victoriosos de contar con la suerte de haber sobrevivido a la pandemia.