Gases y disturbios: todo lo que debes saber de la crisis de inmigrantes en la frontera de EE.UU.

Activistas, políticos y el común de los estadounidenses están señalando las dramáticas imágenes de los disturbios que acontecieron en la frontera entre Estados Unidos y México durante el fin de semana, ofreciendo interpretaciones muy diferentes para reforzar sus posiciones en el debate sobre la inmigración.

Esto sabemos sobre lo que sucedió, cómo llegamos hasta aquí y qué podría suceder a continuación:

Hemos estado escuchando sobre estos migrantes durante un tiempo. ¿Qué cambió el fin de semana?

Algo que comenzó como una marcha pacífica se salió de control. Los migrantes partieron hacia la frontera el domingo por la mañana desde un complejo deportivo en Tijuana, México, donde la mayoría de ellos se han alojado mientras esperan la oportunidad de buscar asilo en Estados Unidos. Su objetivo, habían dicho los organizadores, era una protesta pacífica.

Pero los inmigrantes que se dirigían a un cruce peatonal de la frontera fueron recibidos por la policía mexicana que intentaba bloquear su camino, dijo Wendy Fry, periodista del San Diego Union-Tribune que estaba en la escena. Eso, dijo Fry, cambió la situación.

«Las frustraciones empezaron a aumentar. Definitivamente todo se calentó más… y luego la gente comenzó a correr en direcciones diferentes», dijo Fry a CNN.

Según los funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU., (CBP, por sus siglas en inglés), cuando los migrantes intentaron cruzar la frontera, las autoridades del lado estadounidense utilizaron gas lacrimógeno para dispersarlos. El video de la escena mostró una nube de gas lacrimógeno que puso a la gente a correr y gritar, incluidas las familias con niños pequeños.

Las autoridades arrestaron a docenas de personas en ambos lados de la frontera.

¿Por qué se usó gas lacrimógeno?

Los defensores de los derechos de los inmigrantes criticaron con rapidez a los funcionarios de CBP por el uso de gases lacrimógenos, en especial en niños. Argumentaron que las autoridades habían exagerado.

«Es atroz el uso de gas lacrimógeno por parte de la administración para mantener a raya a quienes intentaran pasar la frontera», dijo Archi Pyati, jefe de política en el Centro de Justicia de Tahirih. «Estos son seres humanos que merecen ser tratados con cuidado y humanidad… Es impactante que Estados Unidos se haya ido tan bajo».

Pero los funcionarios de la CBP dicen que no tenían otra opción.

«El grupo comenzó de inmediato a arrojar piedras y escombros a nuestros agentes, burlándose de ellos», dijo Rodney Scott, agente en jefe del sector de la Patrulla Fronteriza en San Diego.

Los agentes lanzaron gas lacrimógeno «para protegerse y proteger la frontera», dijo Scott a CNN el lunes.

«Cuando la amenaza es para nuestro personal o para proteger a otros, debes hacer lo que tienes que hacer», dijo. «Lo que me parece inconcebible es que la gente llevara niños a esta situación de manera intencional».

https://www.youtube.com/watch?v=vJSw-jrY3iQ

¿Quiénes son los migrantes en Tijuana y por qué quieren venir a Estados Unidos?

Miles de migrantes centroamericanos han llegado a la ciudad fronteriza mexicana de Tijuana en las últimas semanas. Formaban parte de las llamadas caravanas que recorrían Honduras, Guatemala y México, en gran parte a pie, para llegar a la frontera con Estados Unidos y buscar asilo.

Más de 5.600 migrantes se alojan en los refugios improvisados ​​que abrieron en el Complejo Deportivo Benito Juárez, dijo el lunes la Secretaría de Desarrollo Social de México.

Cuando CNN siguió el viaje de los migrantes, compartieron una serie de razones para dirigirse hacia el norte.

Docenas de migrantes lesbianas, gays, bisexuales y transexuales fueron los primeros en llegar a Tijuana. Dijeron que estaban huyendo de la persecución en sus países de origen y que esperaban encontrar seguridad en Estados Unidos.

Muchos otros migrantes dijeron que estaban escapando de la violencia o buscando trabajo para mantener a sus familias. Algunos dijeron que habían sido deportados de EE. UU. y esperaban reunirse con miembros de su familia al norte de la frontera.

Los funcionarios de la administración de Trump han llamado criminales en repetidas ocasiones a los cientos de migrantes en el grupo, diciendo que basaron su evaluación en fuentes de inteligencia y otros métodos.

Pero han ofrecido poca evidencia para justificar esa afirmación. Kevin McAleenan, comisionado de CBP, dijo a los reporteros el lunes que las autoridades mexicanas habían arrestado a más de 100 migrantes de la caravana por actividades delictivas.

«Entonces creo que es seguro decir que hay muchos elementos criminales en el grupo más grande», dijo.

¿Qué significa buscar asilo en Estados Unidos? ¿Y tienen alguna posibilidad de obtenerlo los inmigrantes de este grupo?

El asilo es un estatus protegido que permite vivir de manera legal en otro país a las personas que huyen de la persecución.

Pero hace tiempo es difícil obtener un asilo. La administración de Trump ha estado trabajando para hacerlo aún más difícil. Y aunque cada caso es diferente, para los migrantes que han viajado en las caravanas para llegar a la frontera, las posibilidades de obtener un asilo son escasas.

Para calificar al asilo en Estados Unidos los solicitantes deben demostrar que han sufrido persecución en el pasado o tienen un temor fundado de persecución debido a su raza, religión, origen nacional, opinión política o pertenencia a un grupo social en particular.

La administración de Trump ha estado tratando de revisar cómo maneja el asilo en Estados Unidos, argumentando que los migrantes sin reclamos válidos explotan las lagunas legales para deslizarse a Estados Unidos. Los grupos de defensa de los inmigrantes acusan a la administración de crear una crisis en la frontera y promulgar políticas que dañan de manera injusta a las personas vulnerables que buscan seguridad.

La semana pasada, un tribunal federal bloqueó el último esfuerzo del gobierno: una regla que tenía como objetivo evitar que cualquier persona que cruzara de manera ilegal la frontera buscara asilo.

Pero siguen vigentes otros pasos que la administración ha tomado para hacer que sea más difícil pedir asilo.

Para los miles de migrantes que aún esperan en las ciudades fronterizas, no está claro qué sucederá una vez que defiendan su caso. Y podrían pasar semanas o incluso meses antes de que tengan la oportunidad de hacerlo.

¿Qué tiene México para decir sobre todo esto y qué están haciendo los funcionarios allí?

Es complicado. México está a punto de transferir el poder en los niveles más altos del gobierno. El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, toma posesión del cargo el 1 de diciembre.

En la campaña electoral, López Obrador dijo que sentía que cuando se trata de inmigración, México no debería hacer el «trabajo sucio» de Estados Unidos.

Pero las autoridades estadounidenses y mexicanas han estado negociando sobre cómo manejar las recientes oleadas de migrantes. La semana pasada, The Washington Post informó que las autoridades estadounidenses habían llegado a un acuerdo con la administración mexicana entrante, que daría lugar a que los migrantes que buscaran asilo en EE. UU. pudieran permanecer en México mientras se resolvían sus casos.

De ocurrir, este sería un cambio de política importante y es probable que tendría rápidos desafíos legales en Estados Unidos.

Sin embargo, Olga Sánchez Cordero, la entrante ministra del Interior de México, ha negado que se haya alcanzado un acuerdo, una situación que deja muchas preguntas sin respuesta sobre qué sucederá en realidad una vez que López Obrador tome el mando.

En México, la opinión pública sobre el tema ha estado dividida.

Alrededor de la mitad de los encuestados, en un sondeo reciente hecho por el periódico El Universal, dijo que no estaban de acuerdo con que México permitiera el ingreso de los migrantes centroamericanos y les diera asilo. Un tercio de los encuestados dijo que los inmigrantes indocumentados deben ser deportados de manera inmediata.

Mientras grandes grupos de migrantes viajaban por el sur de México, muchos los recibieron con donaciones. Pero los residentes de Tijuana han sido menos comprensivos con los migrantes.

Hace cerca de una semana, los manifestantes tomaron las calles allí, alegando que el creciente número de migrantes estaba poniendo en riesgo la seguridad de la ciudad.

El alcalde de Tijuana ha criticado de manera abierta a los migrantes y la respuesta de los funcionarios federales mexicanos, a quienes acusó de no hacer lo suficiente para ayudar.

¿Podría esto afectar los planes del muro fronterizo del presidente Trump?

La mayoría de los legisladores federales de EE. UU. están a miles de kilómetros de distancia de esta situación que ha tenido un rápido desarrollo. Pero podría tener un gran impacto en lo que está sucediendo en Washington.

Se avecinan negociaciones presupuestarias clave en el Congreso. El impulso de Trump para construir un muro fronterizo ya se esperaba que fuera un punto de fricción; Ahora ambas partes tienen combustible fresco para el debate.

Durante semanas, los críticos han acusado al presidente de infundir temor y de intentar crear una crisis en la frontera para ganar puntos políticos.

Trump ya se está aprovechando de los disturbios recientes para presionar a México y exprimir a sus oponentes políticos en Washington, mientras exige financiamiento para su muro fronterizo en el inminente enfrentamiento por los fondos del gobierno. En este punto, no está claro cómo responderán los legisladores.

Trump sigue amenazando con cerrar la frontera. ¿Puede hacer eso?

Mientras el malestar estalló el domingo, las autoridades cerraron uno de los cruces internacionales más concurridos del mundo, el puerto de entrada San Ysidro, al tráfico de vehículos y peatones durante varias horas. Y Trump se lanzó a Twitter el lunes para repetir una amenaza que hizo varias veces, advirtiendo que cerraría la frontera si fuera necesario.

¿Es eso algo que él podría hacer? En una palabra, sí.

Pero dado que miles de millones de dólares en fletes atraviesan al mes la frontera entre Estados Unidos y México, una pregunta mejor podría ser si el Presidente está dispuesto a sufrir las consecuencias económicas que podrían venir con tal movimiento.

Emanuella Grinberg, Mariano Castillo, Geneva Sands, Holly Yan, Rafael Romo, Leyla Santiago y Stephen Collinson, de CNN, contribuyeron en este reporte.