Foto: bbc.com.
Jamal Kashoggi, periodista de Arabia Saudita, una pluma silenciada en 2018, se convirtió en personaje mundial después de su muerte en la sede del consulado de su país, Arabia Saudita en Estambul, capital de Turquía, el 2 de octubre, ejecutada por compatriotas suyos, enviados según parece por el príncipe heredero de su país Mohamed Bin Salman, quien en el pasado lo tuvo como uno de sus principales consejeros hasta cuando éste decidió denunciar los abusos que desde el palacio en Riad se cometían, a través de colaboraciones en medios locales que le valieron la censura del régimen y el cierre de las puertas a publicaciones que lo obligaron a buscar refugio en Estados Unidos.
Tomado de: Portal Web Kien y Ke.
La historia del cruel asesinato del periodista quien se había convertido en destacado columnista del periódico The Washington Post, comenzó a develarse poco a poco y cada detalle de la forma como trataron de encubrir el crimen enardeció a varios gobiernos del mundo y al de Turquía que en cabeza de su propio presidente, Recep Tayyip Erdogan, se empeñó en esclarecer la verdad.
Montajes de video en los que supuestamente Kashoggi abandonaba la sede de la embajada Saudí, declaraciones encontradas de los diplomáticos que se encontraban en el interior cuando ocurrieron los hechos, comunicados mentirosos y muchas falacias más lograron que desde el comienzo se presintiera el asesinato.
En su momento varios medios estatales sauditas dijeron que una investigación de la Fiscalía del Reino habría determinado que Khashoggi murió tras una pelea a puños con un grupo de personas con las que se encontró en el interior de la sede diplomática.
El mundo se enteró de la desaparición y muerte de Jamal gracias al aviso que dio Hatice Cengi, su novia quien lo esperaba fuera de la sede diplomática y a quien él le había advertido que si no salía después de cierto tiempo diera aviso a las autoridades turcas y a medios de comunicación. Al recibir la confirmación de la muerte de su prometido solicitó a través de su cuenta en Twitter que le dieran razón de los restos mortales de su novio.
A partir de ese momento comenzaron las pesquisas por encontrar el cuerpo del columnista, pero por lo que han logrado averiguar las autoridades de Estambul, éste fue desmembrado para ser dispersado en distintos lugares o quemado con ácido para no dejar rastros del crimen.
“Díselo a tu jefe, está hecho” le dijo por teléfono Mahir Abdulaziz Mutreb, uno de los 15 saudíes que viajaron a Estambul el pasado 2 de octubre para ejecutar a Kashoggi, a uno de los principales consejeros del príncipe Bin Salman, según versiones del diario The New York Times, que tuvo acceso a la grabación de la conversación, que confirmaría la autoría intelectual del heredero del trono saudí en la muerte del periodista. La monarquía de Arabia Saudita desmintió la versión y dijo que el príncipe no tiene nada que ver con el hecho.
El presidente turco, quien ha estado pendiente de las investigaciones por el asesinato del ciudadano Saudí en su consulado en Estambul dijo públicamente que su país ha entregado a Alemania, Francia, Reino Unido, EE UU y Arabia Saudita grabaciones en audio que documentan la muerte y descuartizamiento del periodista a manos de agentes saudíes, entre los cuales habría por lo menos cuatro miembros del personal del príncipe heredero del trono.
El periodista se convirtió en símbolo de las voces que denuncian abusos desde los gobiernos y por ello TIME la revista estadounidense, pionera en seleccionar desde 1927 a los personajes destacados de cada año, lo escogió junto con otros tres periodistas y un medio de comunicación como “los guardianes y la guerra por la verdad”.
A pesar de los esfuerzos del reino Saudí por acallar la verdad sobre la participación del heredero al trono Mohamed bin Salmán en el asesinato de Jamal Kashoggi, cada vez aparecen nuevas pruebas que lo implican. En una grabación realizada por la agencia de inteligencia de Estados Unidos, CIA, de una conversación entre éste y su hermano Khalid, embajador saudí en Washington se evidencia que el príncipe heredero dio “instrucciones de silenciar a Khashoggi”.
La acción dirigida o no, por el príncipe heredero del trono de Arabia Saudita, terminó por darle visibilidad a un periodista que a pesar de su muerte alzó la voz para que el mundo conociera las violaciones a los derechos humanos que se cometen desde el palacio real en Riad.