30 Octubre 2019.
Por: María Victoria Torres O, Socia CPB.
Incluir a Jorge Enrique Pulido socio CPB (in memorian) en el registro único de víctimas, como compensación y justicia a la trayectoria de quien ofrendó su vida en razón del oficio y la moral es un derecho legítimo. Es el reconocimiento a la memoria, como resarcimiento en su propio país a una víctima de esa violencia conexa narcotráfico y guerrilla, es reconocer a un periodista y hombre de bien, figura pública, noble emprendedor, que con moral y valentía enfrentó la adversidad que azotó a Colombia cuando amenazada la democracia por el terrorismo se atentó contra la conciencia de la sociedad, atacando y asesinando a la prensa. Le antecedieron Guillermo Cano, Luis Carlos Galán, le siguió Diana Turbay y otros inolvidables periodistas.
El gobierno colombiano se niega todavía a reconocer la memoria de Jorge Enrique Pulido, mientras que y paradójicamente se le hace homenaje en el Smithsonian/Washington, en los Estados Unidos, en una de sus salas, en honor de las víctimas de la violencia del mundo. Allí está la foto de Jorge Enrique de Colombia y otros valientes del mundo.
La ley 1448 de 2011 creada entre otros fines para la estadística y honra de la memoria de las víctimas como parte del resarcimiento, pero en el caso de Jorge Pulido no ha allanado el camino, teniendo en cuenta que hay otras víctimas reconocidas de la misma época y circunstancias similares.
El Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) en su tarea gremial debe liderar el reconocimiento y tributo a su memoria y a la de otras víctimas de la prensa también asesinados.
Son 30 años ya de su partida y les comparto la carta que cuando se cumplieron 20 años de su muerte, nuestra hija Lina María Pulido Torres escribió a Jorge Enrique, como la universitaria que él no pudo conocer, con el desparpajo de ser joven, con sentimiento profundo para el periodista y padre y que conserva en su página web.