1 Noviembre 2019.
Foto: Editorial Planeta.
Tomado de: El Tiempo.
Como una censura han sido calificadas las decisiones judiciales en el caso del libro Dejad que los niños vengan a mí, del periodista antioqueño Juan Pablo Barrientos, en el que consigna relatos de personas que acusan y denuncian a miembros de la Iglesia en Colombia de violencia sexual, así como el actuar de la institución eclesiástica y del Estado.
El pasado 25 de octubre, el Juez Promiscuo Municipal de San Rafael, Antioquia, Rafael Vásquez Gómez, ordenó a Barrientos y a la editorial del libro, Planeta, “suspender la reproducción, comercialización y venta del libro’”, esto como medida transitoria y provisional.
Dejad que los niños vengan a mí es un libro que le ha significado a Barrientos una ardua lucha judicial.
De acuerdo con el periodista, son tres las tutelas que enfrenta, estas han sido interpuestas en su contra en tres diferentes municipios del oriente antioqueño, Rionegro, San Rafael y La Ceja, por dos sacerdotes y un ex coordinador de monaguillos, presuntos responsables de delitos contra la integridad sexual, señalados por una de las fuentes del libro.
Por una de las mencionadas tutelas, hoy, 29 de octubre, el Juzgado Segundo Promiscuo Municipal de La Ceja, Antioquia, en cabeza de la jueza Olga Marina Ballesteros, resolvió que el periodista debe revelar los datos de una de sus fuentes, para ello contaría con «cuatro horas contadas a partir de la notificación de este auto“ y «la negativa a entregar la información requerida llevará a imponer las acciones disciplinarias y/o penales a que haya lugar».
Mediante comunicado, la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) indicó que estas son decisiones «que violan directamente los derechos fundamentales del periodista (…) dichas demandas de tutelas configuran una estrategia de acoso judicial contra la prensa. En estos casos, los mecanismos judiciales están siendo usados para intimidar a un periodista e impedir la difusión de información de interés público«.
A mediados de este mes, en entrevista con EL TIEMPO, Barrientos manifestó que con su libro pretende que tanto la Iglesia como la justicia colombiana y la sociedad entiendan que «el derecho canónico no puede estar por encima del derecho civil (…) La Iglesia no se puede seguir basando en un derecho donde la mayoría de artículos ya han sido declarados inasequibles, no puede seguir escondiendo denuncias, y además los casos de abuso sexual no deberían prescribir”, aseguró el periodista.