BLANCO Y NEGRO
Por: Gabriel Ortiz, Socio CPB
El Consejo Nacional Electoral, dejó la mayor “Duda” que se conozca y con ella revolvió el turbión electoral colombiano, a meses de definirse quién nos gobernará durante 4 años, debido a la confusa, precipitada e inexplicable absolución a Oscar Iván Zuluaga, por haber dejado ingresar dineros de Odebrecht a su campaña presidencial.
Son muchos los interrogantes que ponen a pensar a los colombianos sobre tan “dudosa” campaña que afanosamente se reincorpora para las próximas elecciones. Un hacker, Odebrecht y los engaños durante el NO, amén de, quién sabe cuántas cosas ocultas, giran en torno a quienes siguen reclamando un gobierno que se les escapó y truncó sus ansias de poder, de chuzadas, de falsos positivos, de AIS, etc.
Una cosa es la que dice el Consejo Nacional Electoral y otra la que afirma categóricamente la Fiscalía. Para el primero, no existieron pruebas concretas, mientras para la otra, hay tres (3) evidencias “de que Odebrecht si asumió costos de la campaña” del Centro Democrático. Léase Zuluaga.
Evidencia, según el diccionario de la Real Academia: “certeza clara y manifiesta de la que no se puede dudar”. Ni siquiera Duda Mendoca, puede hacerlo. Es una “evidencia que aturde”. Es decir que blanco es gallina lo pone y frito se come. Según las evidencias, la campaña fue permeada por Odebrecht. Claro que fue muy poco lo que aportó la brasilera, simples 1.500.000 dólares. Mejor dejar la cosa ahí. Retroceder al NO y al hacker, empeoraría la situación.
Los damnificados con el regreso de Zuluaga a la arena electoral uribista, puso los pelos de punta a todos los que llevan tanto trecho haciendo el gasto, escapando a las intrigas internas desde el mismo Centro Democrático, como las que ha sufrido Duque, el mejor prospecto.
Paloma, Guerra, Nieto, Trujillo y Duque, ya golpeados por la sorpresiva aparición de Vargas Lleras, reciben una nueva amenaza que aleja sus aspiraciones. Odebrecht entra de nuevo en el panorama, porque seguramente la alegría del expresidente por la reaparición de Zuluaga, deja interinos y en “banco” a sus antiguos pupilos.
Y otro que recibe uno de los más rudos golpes, desde que se graduó de “leal amigo” del Presidente Santos, es el reciente candidato Germán Vargas Lleras.
Afirmó en sus últimas entrevistas, que buscaría un acuerdo con el expresidente Uribe. Y ya brillaba como “el que diga Uribe”, pero no contó con la discutida absolución de Zuluaga.
Por lo pronto, los 5 exprotegidos, los agregados de Uribe y el quemador de libros, enfilan baterías contra la izquierda, única bandera que les queda para pedir votos, en un país, que sin comprender qué es izquierda o derecha, vota por la “I” o por la “D”.
La aparición de Zuluaga, con duda o sin duda, emerge y amenaza a un Centro Democrático que todavía no sabe que se le acercan las trizas… porque la “duda”, está viva.
BLANCO: La escogencia del empresario Arturo Calle, como el mejor líder del sector privado.
NEGRO: La masacre de líderes comunitarios.
Esta opinión es responsabilidad única del autor, y no compromete al Círculo de Periodistas de Bogotá.