23 Julio 2019.
Foto: Archivo.
El llamado, ahora, es pasar de los discursos a los hechos, pues cada informe o encuesta demuestra que la niñez colombiana sigue siendo víctima de castigos o abusos sexuales.
Tomado de: El Colombiano.
La Encuesta de violencia contra niños, niñas y adolescentes 2018, publicada ayer, y realizada entre diversas entidades, incluyendo al Ministerio de Salud, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Usaid y la organización Together for the Childrens (Juntos por la niñez), planteó ocho retos que deberá encarar Colombia.
Estas tareas trazadas son para enfrentar diversos fenómenos de violencia contra esta población pues, por ejemplo, en violencia sexual, el 15,3 % de las mujeres consultadas respondió que fue víctima durante su niñez. En el caso de los hombres, el indicador alcanzó el 7,8 % (ver infografía).
La encuesta, que no solo mostró las cifras, señala que Colombia debe abordar estos problemas desde todos los entornos, es decir, “desde un enfoque de género y de atención diferenciada”, que tenga en cuenta el contexto social, si tiene que ver con asuntos étnicos o no y su cultura.
La última recomendación se basa en que la encuesta destacó que entre las razones por las que los consultados no denunciaron, el 41,7 % de las mujeres indicó que porque no creía que era un problema, el 21,1 % pensó que había sido su culpa y el 9,9 % no quiso o no consideró como una necesidad acceder a servicios o mecanismos para denunciar.
En el país
Para no ir muy lejos, basta con recordar el amanecer del miércoles pasado, cuando Medellín se enteró de una noticia que generó consternación: un grupo de niños abusó sexualmente de uno de sus amigos, de apenas siete años.
Aunque el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) inició el proceso de restablecimiento de derechos y acompañó sicológicamente a la familia, hay que decir que ocurren a diario en el país.
Según Medicina Legal, entre enero y mayo de este año, se reportaron 10.625 casos de presunto abuso. Lo más preocupante es que, de estos, el 88,8 % correspondió a denuncias de abuso contra menores de edad, es decir, 9.442 casos.
El panorama, proporcionalmente, coincide entre la encuesta y las cifras de Medicina Legal, pues ambos muestran que las niñas son las más abusadas en Colombia.
Teniendo en cuenta que este año van 7.856 casos de abuso contra niñas, hasta mayo pasado, se puede decir que cada día hubo 52 casos de violencia sexual contra niñas.
¿Para qué servirá?
Sobre este panorama, el viceministro de Salud, Iván Darío González, señaló que los resultado de la encuesta permiten definir una línea base, que le permitirá al Gobierno Nacional alinear y definir políticas públicas para reducir los indicadores de violencia contra la niñez en Colombia.
Además, agregó el viceministro durante la presentación, estos resultados permiten que el país se ponga en sintonía con “la estrategia Inspire, para la prevención de la violencia infantil, promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.
En el mundo, según la encuesta, cerca de mil millones de niños han sido víctimas de la violencia en cualquiera de sus expresiones.
La vicepresidenta de la República, Marta Lucía Ramírez, destacó que es momento de que la sociedad “levante la voz” cada que se presente cualquier tipo de violencia contra esta población, señalando que la encuesta, que por primera vez se aplica en el país, permitirá “desarrollar una política pública que esté orientada a identificar causas y de qué manera se pueden prevenir”.
Por su parte, Luz Alcira Granada, directora de Incidencia Política de Save the Children en Colombia, indica que lo mas importante, más allá de tener un panorama claro con las cifras y conductas violentas en el país, “es hacer un cambio cultural en la forma de concebir y asumir a los niños como seres plenos de derechos”, pero además, en la forma como la educación se imparte a los hijos, “con límites claros, pero con respeto a su dignidad”, agregó Granada.
Una ley contra el castigo
Ante este panorama de violencia contra la infancia, vale la pena mencionar la tarea que está realizando la Alianza por la niñez, compuesta por organizaciones civiles y sociales, que busca promover un proyecto de ley para sancionar a los padres de familia o adultos que sometan a castigos físicos a los menores de edad.
Ximena Norato, directora de la Agencia Pandi –entidad dedicada a velar por los derechos de los niños–, que hace parte de la Alianzas, señala que aunque tener una ley no será una “solución mágica”, sí “se necesitan acciones para proteger a las poblaciones más vulnerables. Porque si alguien me da una nalgada es gravísimo, pero ese mismo acto en contra de un niño, no es considerado violento”.
Granada agrega que la ley busca regular el comportamiento de las personas, en especial de los padres, que ante los niveles de violencia contra esta población, se debe dejar claro que “ni una palmada es justificable en contra de un niño. Este sería el primer paso para dejar de justificar la violencia en su contra”.
Finalmente, la estrategia en la que más énfasis se hace es la educación, como lo planteó durante el evento Juliana Pungiluppi, directora del Icbf, indicando que “vamos a redignificar la forma en que educamos, sin agresión física, ni psicológica”, con el objetivo de que cuando sean adultos no se conviertan en agresores.