29 Mayo 2019.
Foto: Tomada de Twitter @GuillermoBotero.
El nuevo intento para realizar el juicio político contra el ministro Guillermo Botero une el asesinato del excombatiente Dimar Torres con la publicación de ‘The New York Times’ sobre las directrices al interior del Ejército.
Tomado de: Semana.
Este martes fue radicada la nueva proposición de moción de censura contra el ministro de Defensa, Guillermo Botero, para que la mesa directiva de la Cámara de Representantes haga la citación.
Este es el segundo intento de la oposición por hacerle un juicio político al ministro de Defensa. La proposición nuevamente viene de 24 representantes de la bancada de oposición, como Mauricio Toro, Juanita Goebertus y Fabián Díaz de la Alianza Verde; María José Pizarro y David Racero de los Decentes, entre otros.
Hace dos semanas, en la víspera de la citación, la oposición canceló el debate de moción de censura asegurando que lo hacía por “una información bastante grave, bastante delicada y que no ha sido dada a conocer a la opinión pública”.
Pocos días después, un artículo de The New York Times reveló el contenido de documentos de la comandancia del Ejército de Colombia que ordenaban aumentar la efectividad de las operaciones militares: número de ataques, capturas, rendiciones y muertes en combate. Además, «lanzar operaciones con un 60 %-70% de credibilidad y exactitud». La interpretación del diario fue que la directriz podría abrir la puerta para que en Colombia volvieran los falsos positivos. Una época oscura en el país en el que alrededor de 5.000 civiles fueron asesinados y presentados como delincuentes.
Efectivamente, la nueva proposición de moción de censura presentada este martes recoge los documentos publicados por el prestigioso diario estadounidense. Esto porque los parlamentarios consideran que los indicios referidos «permiten presumir el pleno conocimiento del ministro Botero de la existencia al interior del Ejército Nacional de la presión, disfrazada de metas y resultados, por obtener un aumento en los logros operacionales (medidos en términos de muertos en desarrollo de operaciones militares), instándolos mediante la adopción de diferentes instrumentos de planeación, tales como el denominado ‘Planteamiento de Objetivos 2019‘, que «la meta es doblar los resultados operacionales en todos los niveles de mando». De acuerdo con analistas nacionales e internacionales, esta política podría estar reviviendo nefastos comportamientos como los denominados falsos positivos».
A esto se suma el caso del excombatiente de las Farc Dimar Torres, asesinado el pasado 22 de abril en Convención, Norte de Santander, presuntamente por miembros del Ejército. Según los parlamentarios, el ministro Botero «tuvo diversas y contradictorias versiones y explicaciones a la opinión pública». Plantean dos escenarios, uno, el más «benévolo» sugiere un fraccionamiento en la cadena de mando y flujo de la información, y en el más preocupante podría evidenciar también el afán de ocultar, tergiversar o desviar la verdad en actuaciones que comprometen a miembros de las FF. MM.
Los citantes, incluso, plantean una posible relación entre las directrices de la comandancia del Ejército con la muerte de Dimar Torres. «Esta situación puede ser el resultado de la presión a la cual se han visto sometidos desde enero de 2019 los miembros del Ejército Nacional de mostrar mejores resultados operacionales, sin importar que ellos comprometan la vida de civiles, o la violación de derechos humanos«, aseguran en el documento radicado.
Para la representante Juanita Goebertus estos hechos demuestran que el ministro de Defensa “no ha cumplido con sus funciones de proteger los derechos humanos y de tomar todas las medidas que están a su alcance para prevenir la violación de los derechos humanos”.
Lograr sacar adelante una moción de censura es una tarea titánica, en el país ninguna ha logrado prosperar. La oposición en este caso asegura que tiene el apoyo de “algunos liberales”, sin embargo para sacar al ministro Botero de la cartera se requiere la “mayoría absoluta” de los integrantes de la Cámara, es decir, se necesitan al menos 87 votos.
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