15 Agosto 2019.
Tomado de: La Silla Vacía.
Tras el primer año de Iván Duque como presidente, La Silla Vacía investigó cuáles son las personas que tienen el poder de hacer que en Presidencia pase o no pase algo. Como esta administración ha tenido la sombra de su padrino, el senador y expresidente Álvaro Uribe, la pregunta tiene especial relevancia e incluye saber si Duque es quien manda o no.
Lo que tienen en común los superpoderosos de la Casa de Nariño es que Duque confía en ellos, ya sea porque son sus grandes amigos personales, porque tienen una trayectoria que los convierte en una voz de peso en sus respectivos sectores o porque cumplen las dos condiciones.
Para armar este ranking consultamos 17 fuentes, entre altos funcionarios del Gobierno, congresistas del Centro Democrático, periodistas y uribistas pura sangre.
Lo curioso es que nadie mencionó ni a la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, ni a ninguno de los familiares de Duque como superpoderosos. También llama la atención que dentro de las personas claves de la Casa de Nariño no está incluido nadie del sector defensa, una de las banderas más importantes del uribismo. Este fue el balance final.
La figura del títere parece estar lejos de cumplirse, o al menos así lo aseguran todas las fuentes de Presidencia y el Centro Democrático que consultamos y que conocen desde adentro cómo funciona la Casa de Nariño.
“El tipo más exitoso de la política colombiana fue el que se inventó lo del títere porque tuvo éxito: Uribe, por respetar a Duque y evitar suspicacias, tomó una gran distancia. Duque, a la vez, hizo lo mismo. Esa figura acomplejó a Duque y a Uribe porque salieron a mostrar que ni uno es el títere ni el otro el titiritero”, afirma una persona del círculo cercano del senador.
De hecho, en decisiones importantes como la de extraditar o no a alias ‘Jesús Santrich’ o la de ampliar el IVA a la canasta familiar, Duque lo desoyó.
Tres fuentes confirman que Uribe sí habla con Duque, pero no es la única persona a la que escucha el presidente. Antes de tomar una decisión, el presidente habla con varias de las personas implicadas, sean sus consejeros, sus amigos personales o sus ministros.
Respecto a los últimos, suele respetar la posición que tenga su gabinete y si no está de acuerdo con algo, llama al funcionario aparte y lo corrige en privado.
Dos altos funcionarios de Palacio dicen que Duque sabe escuchar pero que toma sus decisiones de manera independiente. De hecho, para otras tres fuentes es muy llevado de su parecer. “Es el hombre más terco que hay, es más terco que Uribe”, dice una de las personas del corazón del Centro Democrático.
La secretaria general y privada de Presidencia tiene el poder de decidir con quién habla Duque, a qué eventos va y con quién se reúne. Además, es la directora de orquesta de la Casa de Nariño y desde allí ha servido de puente político.
“Es el eslabón encontrado entre el antiguo uribismo y el duquismo en construcción”, dice un uribista pura sangre y cercano al senador Uribe.
Ser el eslabón significa que ha ayudado a que el gabinete converse más con la bancada del Centro Democrático y en general con todos los congresistas, afirman tres fuentes del Congreso y del uribismo. “Ella es la solución más rápida y eficaz para cuando en el Legislativo tenemos problemas y nos hace falta quórum o no conocemos la votación”, dice un congresista de la bancada del Gobierno.
Se convirtió en el puente porque se comenzó a forjar en la política trabajando con Uribe en la Presidencia y a la vez es amiga personal de Duque, como ya lo contamos.
Esto hace que los entienda a los dos y que, por ende, sea el puente más directo entre el presidente y el senador. Dos fuentes aseguraron que Uribe puede hablar más con María Paula que con el mismo presidente.
Además, su poder radica en que que el presidente confía mucho en ella. Por estas razones, la secretaría general participó desde el filtro de la baraja para elegir a la actual Ministra de Justicia, Margarita Cabello; hasta el nombramiento del fiscal ad hoc para los casos de Odebretch, Leonardo Espinosa.
Todas las fuentes consultadas la mencionaron como la persona más poderosa de la Casa de Nariño, incluso una persona del corazón del uribismo la definió como la mujer más poderosa del país hoy, en términos políticos.
Es el sabio de la tribu en Presidencia que ayuda a resolver los chicharrones más grandes del Gobierno, tiene el poder de ser la voz con más experiencia en Palacio, la que los demás escuchan para saber cómo lograr las cosas.
Eso se refleja en que, como consejero presidencial para la gestión y el cumplimiento, Duque lo encargó de hacerle seguimiento a sus proyectos de más largo plazo y a presionar a los funcionarios para que los ejecutan. Así, como articulador del ‘delivery unit’, ha liderado la actualización del catastro o las soluciones del Gobierno para el problema histórico de Electricaribe.
Y tiene ese rol, no por ser el cuñado de Álvaro Uribe, sino por su experiencia en el campo económico. Moreno ha estado en el Grupo Empresarial Antioqueño, Suramericana de Seguros, EPM, Homecenter, entre otros. En los últimos cuatros puestos fue gerente y además fue presidente del Grupo Corona.
Esto hace que el Presidente confíe en su capacidad de gerenciar para medir el ritmo de cumplimiento y que los funcionarios de la Casa de Nariño lo tengan como un referente de consulta. “Es el papá de todos acá porque su experiencia en el sector privado hace que la gestión del cumplimiento sirva, es el papá al que vas a pedirle un consejo”, explicó una alta funcionaria de Presidencia.
Por esto, todos los entrevistados se refirieron a Moreno como uno de los superpoderosos de mayor relevancia en la Casa de Nariño y a quien casi siempre mencionaban después de María Paula Correa.
Es la protectora del presidente y de todos los funcionarios del gabinete, para evitar que cometan alguna imprecisión legal. Pero a la vez, tiene el poder del ‘no’ definitivo.
Su rol como secretaria jurídica de Presidencia hace que por su oficina pasen todos los proyectos de ley, actos legislativos, decretos y cualquier documento que tenga que sancionar el presidente Duque.
El mandatario la eligió porque confía en ella y en sus conocimientos legales, al punto que le consulta los procesos más difíciles. Y hasta que ella no dé su veredicto, ni el presidente ni los ministros toman una decisión final. “Si la jurídica te dice ‘no’, es ‘no’ hasta que no modifiques lo que ella dice”, asegura una fuente de un Ministerio.
Incluso, ella ha sido clave en temas en los que el Gobierno difiere con el Centro Democrático. Así pasó, por ejemplo, en la discusión de si extraditar o no a ‘Jesús Santrich’. Tres fuentes del Gabinete, del uribismo y de los medios de comunicación nos confirmaron que congresistas del Centro Democrático, con Uribe a la cabeza, le pedían a Duque que revisará antecedentes jurídicos que le permitían montar a ‘Santrich’ en un avión y llevarlo a Estados Unidos sin que la Corte Suprema de Justicia diera el visto bueno.
“Duque le hizo las preguntas adecuadas a González y ella respondía. Al final, el concepto de ella (no extraditar a Santrich) fue exactamente lo que se hizo. Y Uribe y los congresistas no tuvieron mayor opción que devolverse”, afirma una persona cercana al uribismo.
Esa defensa la hace de una manera clara y contundente. Tres altos funcionarios afirmaron que es “exegética” cuando tiene que decir que no, que es clara en sus posiciones y que “no tiene pelos en la lengua” para mostrar sus opiniones.
Es el amigo personal de Duque, a quien Duque escucha y en quien confía plenamente. Y desde esa posición de relación casi fraternal, Echeverri hace el puente entre el Ejecutivo y los empresarios.
Aunque no está metido en Palacio todo el tiempo, los congresistas, periodistas y uribistas que consultamos lo referenciaron como uno de los superpoderosos.
‘Luigi’, como le dicen, es hijo de uno de los empresarios paisas más cercanos a Uribe, el expresidente de la Andi Fabio Echeverri, a quien el presidente Duque menciona como referente en varios de sus discursos.
Pero más que por su ascendencia familiar, Duque forjó su relación con ‘Luigi’ desde el BID, donde el último fue jefe del actual presidente. Además, Echeverri le apostó con toda a la Presidencia de Duque desde antes que fuera elegido por el Centro Democrático y, luego, fue gerente de la campaña presidencial.
Ya como mandatario, Duque lo nombró en las juntas directivas de Ecopetrol y la Cámara de Comercio de Bogotá. Y desde allí, se convirtió en el vaso comunicante entre el sector empresarial y el Gobierno.
“Desde afuera tiene mucha información que nos ayuda a tomar decisiones o más bien, nos ayuda a alertarnos. Por ejemplo, está pendiente de lo que sienten los empresarios y la gente”, asegura una alta funcionaria de Palacio.
Uribe tiene una relevancia innegable en la Casa de Nariño porque apoyó a Duque en su campaña presidencial, es el líder de la bancada de Gobierno y es el padrino que trajo a Duque a la política colombiana.
En la práctica, esto se traduce en que el senador hable con cierta frecuencia con el presidente, según tres fuentes; y en que sea clave para hacer que los congresistas del Centro Democrático apoyen los proyectos que sean de autoría del Gobierno.
Pese a dicha relevancia, solo tres de las personas consultadas afirmaron que tiene una influencia sobre el Gobierno; mientras que las otras 14 fuentes ni siquiera lo mencionaron como uno de los superpoderosos de la Presidencia.
Dos fuentes del círculo personal del senador coinciden en que no se mete directamente en nombramientos de funcionarios o no les dice qué hacer a los ministros, y cuando se mete, aconseja más que cualquier otra cosa.
“Hablan, pero muy institucionalmente porque es Uribe es muy meticuloso en eso. No se descacha. No le pide a Duque algo a lo que sabe que Duque dirá que no para no incomodar, para no meterse con cosas que siente que no le competen”, dice una de esas fuentes.
Además, algunas de las veces que habla con el Presidente, no tiene el éxito esperado. Por ejemplo, Uribe quería que extraditaran a ‘Santrich’, pero Duque no lo hizo y en cambio siguió los consejos de su secretaria jurídica, como nos confirmaron tres fuentes. Y cuando el gobierno de Duque quería gravar con IVA productos de la canasta familiar, Uribe se mostró públicamente en contra a través de su Twitter.
Aun así, Uribe es el moderador entre las reuniones que hace la bancada con los ministros, como nos confirmaron del Palacio y del Congreso. Es él quien les da la palabra a los parlamentarios y todos le respetan su condición de expresidente, hasta el mismo gabinete.
La ministra del Trabajo tiene poder en el Gobierno más allá de su cartera porque ella puede opinar en todos los temas y es una de las personas a quienes Duque le contesta cuando lo llama directamente, sin la intermediación de María Paula Correa.
Su poder se origina, en parte, porque fue la secretaria privada de Álvaro Uribe pero también porque fue una de las primeras personas, como ‘Luigi’, que creyó en que Duque llegaría a ser presidente. Desde los inicios de la campaña, se dedicó a ser la jefe de debate.
Otro plus es que es tan cercana a María Paula Correa que, la secretaria general y privada la considera “como una mamá”.
La confianza de las dos personas más poderosas de la Casa de Nariño ayuda a que la ministra pueda opinar de varios temas y no solo los que le competen a su cartera. “Tiene una gran injerencia porque ella le dice al presidente que algo está mal o que considera que no debería ser así”, dijo una alta funcionaria y otra lo confirmó.
“El ministro de Hacienda habla poco pero cuando habla, lo escuchamos todos porque define el camino que hay que coger”, dice una alta funcionaria de Presidencia y otro lo confirma.
A Carrasquilla le respetan sus palabras porque es una de las personas a las que más admira Duque en términos económicos. Fue ministro de Hacienda de Uribe, asesor económico en la Contraloría General de la República, economista en el BID y gerente técnico en el Banco de la República, entre otros cargos.
Además, sabe interpretar muy bien las prioridades del presidente porque fue su director programático de la campaña y porque dirigió, junto con ‘Luigi’ Echeverri, el equipo de empalme que decidía quién y para qué entraría el grupo de gobierno.
Es la conexión entre los congresistas y los alcaldes y gobernadores, y eso ha sido clave para ayudar a mover varios proyectos legislativos, por lo que es el poder de las buenas relaciones.
Ser la consejera para las regiones la ha acercado a los mandatarios locales. Esto, sumado a su cercanía con la familia Char y a su experiencia laboral en las Presidencias de Santos y de Duque, le ha ayudado a tener una buena relación con la mayoría de los congresistas.
Esos tres ases políticos han hecho que Abudinen sea un puente entre los intereses del Gobierno y el Legislativo. Cuando el Plan Nacional de Desarrollo estaba a punto de caerse por falta de quórum, ella fue fundamental en destrabar la discusión hablando con las bancadas del Caribe con la bandera de Electricaribe, según nos dijeron un congresista y un funcionario del gabinete. También fue una de las personas que ayudó a sacar adelante la Ley TIC cuando parecía que se hundía, como nos confirmaron de dos Ministerios y del Congreso.
Además de esto, también le hace seguimiento a las programas del Gobierno, pero no a los chicharrones de largo plazo (de los que se encarga Moreno) sino de las promesas que hace el gabinete en los talleres Construyendo País, que ella coordina.
Es la segunda voz de la conciencia jurídica del presidente, además de ser su amigo personal.
Mientras Clara María González analiza más los temas netamente jurídicos con los que se podría comprometer el presidente, Barbosa le ayuda más a Duque en los asuntos legales que se relacionan más con lo político. “Es la voz ideológica”, asegura una periodista que cubre Gobierno y lo ratifica un alto funcionario de la Casa de Nariño.
Esto ocurrió, por ejemplo, cuando Barbosa aconsejó a Duque sobre el cerco diplomático a Maduro, como confirmó un funcionario de Palacio.
Además, aconseja en las directrices que hay que tomar de derechos humanos, como las políticas para afrontar el asesinato de líderes sociales. Esto lo hace desde la Consejería Presidencial para los Derechos Humanos y los Asuntos Internacionales.