Víctimas y sobrevivientes de violencia sexual asistieron a último retorno simbólico del 2016.
Por: JUSTICIA |
En un duro trayecto de dos horas y media por los cerros orientales de Bogotá, mujeres y hombres de todas las edades rechazaron la violencia contra las mujeres y niñas en Colombia.
Se trató del último retorno simbólico del 2016 en el marco de la campaña #NoEsHoraDeCallar. Una iniciativa respaldada por la Casa Editorial EL TIEMPO que contó con el apoyo de la Unidad de Víctimas, ONU Mujeres, la embajada de Suecia, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), la Empresa de Acueducto de Bogotá, la Policía de Carabineros, la Alcaldía Mayor de Bogotá y las secretarías de Gobierno, Movilidad y Seguridad.
A las 8 a. m. todos los participantes se reunieron en el Planetario Distrital. Allí, acompañados por pancartas y camisetas alusivas a la campaña, iniciaron un camino de reflexión, de lucha y de resistencia.
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Luego de recorrer la carrera 7.ª hasta la calle 19 en el centro de la ciudad, comenzó el ascenso hacía los cerros orientales. Un trayecto tranquilo alejado del bullicio de la urbe, pero además, un lugar triste ya que recuerda tragedias como la de Rosa Elvira Cely.
“Cuando trazamos la ruta para este retorno pensamos inmediatamente en Cazucá o en Ciudad Bolívar, pero luego pensamos en que hay lugares en los que se cree que porque están muy cerca de los estratos altos no pasa nada, y resulta que los hechos barbáricos contra las mujeres en Bogotá han ocurrido cerca de los cerros orientales”, explicó Jineth Bedoya, líder de la campaña #NoEsHoraDeCallar.
“Varios ejemplos son el caso de Rosa Elvira Cely, de Yuliana, el de las 23 mujeres víctimas del llamado ‘monstruo de Monserrate’, el caso de las hermanitas Arteaga hace 10 años, y el de Catalina Garzón, violada y asesinada hace 22 años en la estación de Policía de Germania. Creo que era necesario reencontrarse con esa otra Bogotá”, agregó Bedoya.
El secretario de Gobierno de Bogotá, Miguel Uribe, aseguró que la Alcaldía Mayor de Bogotá está comprometida con esta y otras jornadas porque su meta es que “las mujeres vuelvan a sentirse seguras y libres y puedan gozar la ciudad”.
Además, resaltó el hecho de que jornadas como el retorno a los sitios donde las mujeres han sido violadas y asesinadas genera conciencia en la ciudad.
El camino llevaba hacia el cerro de San Francisco. Subirlo fue todo un desafío debido a lo duro del terreno: un sendero empinado y angosto que se asemejó a la lucha de las mujeres que han sufrido en carne propia la violencia de género.
“Pensé que era más fácil, en un momento me iba a devolver, pero al final lo logré. Esa montaña nos hizo pensar en lo difícil que es enfrentar el abuso y lo que las niñas sufren cuando les pasan semejantes cosas tan horribles”, dijo Elsa Rodríguez, una de las asistentes.
Otra de las mujeres que demostraron no dejarse vencer por ninguna circunstancia fue Yovana Sáenz. Subir el cerro fue difícil para ella debido a un problema en una de sus rodillas. “Es gratificante porque el sacrificio que hice hoy fue por las 350 participantes de la fundación de mujeres víctimas de violencia sexual, Dhefensoras”.
Yovana llegó a Bogotá en el 2007 desplazada por la violencia, en el 2009 fue abusada sexualmente en el sector de Altos de Cazucá de Bogotá. Hoy lidera la Fundación Nacional Defensora de Derechos Humanos de Mujeres Víctimas de Violencia Sexual.
“A mí me dejaron claro que me atacaban sexualmente por mi labor como líder social (…) y me dijeron que si no me quedaba callada le harían lo mismo a mi hija”, agregó.
Otra de las valientes fue Mónica, quien decidió marchar en memoria de su hija Diana, de 24 años. “Nosotras estamos acá por las que ya no están, mi hija fue víctima de feminicidio y dejó a un niño de tres años. Sabemos que fue su exesposo el que la mandó a matar, pero él sigue libre. Tengo dos luchas: la de buscar justicia para mi hija y la de tener a mi nieto, porque él ahora es víctima de violencia intrafamiliar”, relató.
Cifras alarmantes
La cifras sobre casos de violencia sexual son dramáticas. De acuerdo con Medicina Legal, 18.876 mujeres fueron víctimas de este delito en el 2015. A septiembre de este año 15.237 menores han sido víctimas de abuso sexual, en el 84 por ciento de los casos las víctimas eran niñas.
Al respecto, la personera de Bogotá, Carmen Teresa Castañeda Villamizar, exhortó a las mujeres a denunciar. “Nosotros tenemos una línea de atención al ciudadano que es la 143 y una de atención para víctimas. Además, tenemos una delegada para las mujeres. No dejemos pasar ni el primer indicio de violencia de un hombre contra nosotras, tenemos que denunciarlo”, aseguró.
Al culminar este IV retorno simbólico, hubo un tiempo de reflexión. “Todos los días damos pasos para poder seguir adelante y transformar nuestro dolor en algo diferente y así mismo pudimos ser capaces de subir el cerro y terminar el camino. Esa es mi reflexión: que después de todo lo que nosotras sufrimos no puede haber nada que nos quede grande y que caminar definitivamente abre esperanza”, concluyó Bedoya.