Tomado del Banco de la República
El periodismo colombiano, en la actualidad, es dueño de un inmenso poder. Éste, cuando ha sido manejado con ética, responsabilidad y objetividad, ha tenido repercusiones positivas en la sociedad y en el devenir del país. Sin embargo, cuando este poder de influencia del periodismo se ha dejado manipular por intereses coyunturales de tipo político o económico, ha tenido gran responsabilidad en la prolongación o en el empeoramiento de las crisis sucesivas que han dibujado la historia contemporánea de Colombia.
En términos generales, el periodismo es el oficio que tiene como fin la búsqueda exhaustiva y la producción de noticias que informen a la sociedad sobre su contexto inmediato.
El periodismo se materializa en cápsulas informativa (noticias, crónicas, reportajes, entrevistas, infografías) que buscan sintetizar un momento o un evento específico.
Desde comienzos del siglo XX, el periodismo se convirtió en la profesión que asumía, como misión de carácter público, la labor de mantener informados a todos los sectores de la sociedad sobre los acontecimientos que están sucediendo a su alrededor, y que involucran denuncias y problemas fundamentales.
En la actualidad, las facultades de Comunicación Social o las de Periodismo se plantean como centros de enseñanza integral, con el fin de hacer del periodismo una profesión especializada.
La demanda ha hecho que se cree un gran número de centros de estudio en donde se enseñan las bases prácticas del oficio además de un trasfondo teórico que reflexiona sobre el papel de los medios de comunicación en la sociedad contemporánea.
En ese sentido, el periodismo aparece como un oficio que conjuga la práctica en la búsqueda de historias con la reflexión sobre el papel que debe jugar la producción pública en la sociedad.
Además de ser conscientes de las dificultades implícitas en el proceso de comunicación de una noticia, los periodistas se entienden como sujetos inmersos en una sociedad específica; lo que hace que su labor como investigadores, reporteros y comunicadores de noticias se convierta en la de agentes de la opinión pública y de la información que determina los rumbos de la sociedad.
El periodismo también se basa en la construcción de un relato trascendental sobre la realidad.
Existen diversos tipos de periodismo; aun cuando su objetivo siempre sea el de informar, las diversas perspectivas se clasifican de acuerdo a los temas de interés y a las maneras en las que se materializa el relato.
En el siglo XX se ha generado, además, una nueva clasificación entre el periodismo informativo, centrado en lo coyuntural y en la transmisión de acontecimientos extraordinarios, y el periodismo investigativo, alimentado por el interés en desarrollar las historias más cotidianas y lograr establecer un relato de largo alcance histórico.
El papel del periodismo en la Sociedad Desde sus inicios, el periodismo ha sido parte fundamental de la sociedad y de todo lo que ocurre en ella. Gracias a él es posible saber algo de lo que sucedió en el pasado, a la vez que registra el presente y esboza el futuro. Sin embargo, es en las últimas décadas donde el periodismo y los medios de comunicación han cobrado una importancia jamás pensada, convirtiéndose en un poder de magnitud similar al de la política y la economía, ello hasta el punto de que estas dos últimas, en algunas ocasiones, se han de plegar a lo que ha sido denominado «el cuarto poder». Cuando se habla de la sociedad se habla, por extensión, de lo que el periodismo ha producido en ella, pues éste, al registrarla, al reflejarla, termina por dibujar sus contornos y los de los acontecimientos presentes y futuros, pues es debido a la información que el periodismo difunde que la gran mayoría de las personas toma una posición definida frente a los acontecimientos, los grupos y las personas. Según esto, se hace imprescindible hablar de la ética del periodista; es decir, de su responsabilidad y de los principios con los que se supone que ha de actuar para no afectar negativamente el curso de los acontecimientos que narra; no obstante, esto no siempre ocurre, pues el periodismo se ha ido convirtiendo en una forma aparentemente transparente de escalar posiciones en la sociedad, de manipular situaciones y de alcanzar fines no siempre benéficos para la sociedad, los hombres y el mundo (claro está que lo anterior también depende de las leyes que, en cada país, regulan a los medios de comunicación). Cabe aclarar que el papel del periodismo? y por tanto del periodista? en la sociedad, es el de crear conciencia sobre las diferentes situaciones que acontecen en pro de generar una mejor calidad de vida, así como advertir a la sociedad acerca de las posibles consecuencias que ciertas acciones pueden acarrear, a la vez que ha de procurar comunicar todas aquellas acciones que tienden hacia el bien común de las personas y del mundo. En últimas, el periodismo ha de suministrar, a las personas y al mundo que las contiene, herramientas informativas y cognitivas suficientes para que las relaciones de los hombres con los hombres y las de éstos con el mundo se tornen, cada vez más, en relaciones de fraternidad, hermandad y generosidad. Tanto el periodismo como los medios de comunicación cumplen un papel fundamental, pues es por intermedio de ellos que conocemos los hechos; de lo que se puede concluir que, puesto que lo que ellos digan, expresen o informen es lo que, al final, conocemos, es evidente que de su veracidad, transparencia y honestidad depende que el mundo que nos muestran sea el verdadero. |
El periodismo informativo
El periodismo informativo, como su nombre lo indica, consiste básicamente en informar sobre los hechos actuales que tienen importancia para un determinado grupo de personas o para el público en general.
Su interés primordial es localizar eventos de índole coyuntural, casi siempre referentes a un personaje o a un acontecimiento.
La tarea más importante que ha de cumplir esta clase de periodismo es lograr que la transmisión de las noticias resulte actual para los consumidores, a la vez que genera cierto impacto en el público, pues de lo contrario su carácter informativo se perdería.
El periodismo investigativo
El periodismo investigativo tiene como principal característica su interés por la profundidad y la trascendencia de las noticias cotidianas. Como su punto de partida es la investigación, éste tipo de periodismo ha construido toda un proceso de búsqueda de datos, consecuencias, pistas, personajes y testimonios.
Es posible generar una noticia a partir de la investigación profunda sobre un tema que, en determinado momento, puede no tener importancia en la sociedad.
El periodismo de investigación, tal y como el periodismo informativo, pone temas en la agenda de debate público y genera noticias a partir de historias o eventos que pudieron haber pasado desapercibidos en algún momento del pasado.
El periodista de investigación considera siempre los temas que pueden ser interesantes para la solución de problemas legales o de carácter económico en una comunidad.
Los temas del periodismo
Como se mencionó anteriormente, el periodismo puede ser cultural, deportivo, político, social, económico y de entretenimiento, entre otros.
Hay tantas clases de periodismo como temas en la sociedad; un ejemplo son las secciones en un periódico, donde, además de haber periodismo informativo, hay periodismo investigativo sobre toda clase de temas, cada uno con un tratamiento, un fin y un público especial, pero todos con la intención de reflejar a la sociedad existente en el momento.
El periodismo es, entonces, una especie de espejo donde se puede intentar entender lo que le pasa al ser humano en cualquier parte del mundo; es una manera de saber qué ocurre en lugares lejanos que no es posible visitar, en las ciudades que ni siquiera sabemos que existen; es, en últimas, la forma más práctica de conocer el mundo y lo que sucede con él.
Periodismo electrónico
Es la manera más innovadora de hacer periodismo. Su medio de difusión es electrónico (como su nombre lo indica). Pretende ubicar en la red informática mundial (world-wide web) publicaciones ya conocidas de forma gratuita y con un diseño propicio para ello.
También hay medios hechos exclusivamente para este nuevo formato que han logrado posesionarse ampliamente debido a su fácil acceso desde cualquier parte del mundo y a su manera ágil de transmitir las noticias. Ejemplos de esto hay muchos (El Tiempo on line; El Colombiano on line; El País, de España, etc.).
La investigación y el tratamiento de la información son las mismas que en un periódico impreso, la verdadera diferencia radica en su diseño, en su diagramación, en la escogencia de la información y en su rapidez, pues un periódico electrónico permite publicar más rápidamente las noticias que uno impreso.
Historia del periodismo mundial
A la tradición oral le siguieron los manuscritos hechos sobre papiros, pergaminos o papel, en los cuales egipcios, persas y griegos (entre otros) relataban lo que sucedía a su alrededor, dejando, de esta manera, una constancia material de los acontecimientos de diversas épocas.
Un ejemplo claro de esto se da en Babilonia, donde, al parecer, existían ciertas personas que desempeñaban la tarea de historiógrafos, y cuya responsabilidad parecía ser la de escribir diariamente los acontecimientos públicos, religiosos y económicos en tablas de arcilla, valiéndose de signos cuneiformes (con forma de cuña) para ello.
Pero el periodismo como tal nace en Roma desde el momento en que se comenzaron a realizar comentarios, anales históricos y actas, en los que no sólo aparecen edictos sino también noticias de sociedad, sucesos y comentarios (también existían diarios de información pública; uno de ellos era el Acta pública y el otro el Acta diurna, que era de carácter oficial).
Más adelante, en la Edad Media, la práctica escrita de la información cayó en desuso, aunque algunos reyes escribieron las crónicas de sus gestas y los juglares contaron, de pueblo en pueblo, las hazañas de guerreros, los milagros y los acontecimientos de la época en las diversas regiones de Europa, volviéndose, de esta manera, a la tradición oral.
Es en el siglo XIII cuando se vuelve a las formas escritas de consignar lo que sucede, ello con la creación de la Nouvelle manuscrite, en donde se difundían noticias.
Más tarde, en el siglo XV, aparece el Journal d’un burgeois, en París, con noticias y anécdotas.
Sin embargo, estos sólo eran medios efímeros que no gozaban de mucha popularidad, lo que habría de cambiar durante el Renacimiento italiano, cuando, habida cuenta de la infinitud de sucesos que lo signaron, comienzan a aparecer un gran número de avisos y hojas narrando lo que pasaba.
Así, nacen, en Venecia, las gazzetas, en las cuales se daban noticias de los acontecimientos portuarios y comerciales, propiciando que, a lo largo de toda Europa, el uso de este tipo de publicaciones entrara en boga; además, la aparición de la imprenta de tipos móviles (1436, aproximadamente), contribuyó al auge de este tipo de medios de comunicación, estimulando a los intelectuales a publicar esta clase de escritos, los cuales fueron tomando forma de semanarios, diarios, revistas, etc., siendo en Inglaterra donde se empieza a hacer periodismo de interés público, haciendo de lo político tan sólo un tema más.
El primer periódico impreso se publicó en Alemania, en 1457, con el título de Nurenberg Zeitung.
En 1493, circularon por Europa varias ediciones de una hoja titulada Descubrimiento del Nuevo Mundo por Colón.
En América, el primer periódico fue la Hoja de México, aparecido en 1541, en donde se narraban los sucesos acaecidos durante el terremoto de Guatemala.
Lo anterior muestra que las publicaciones nacían con un fin particular o a raíz de un hecho específico y que no tenían ni periodicidad ni constancia, esto más o menos hasta el año 1600.
En 1615, en Francfort del Meno, aparece el Frankfurten Journal; en 1640, en Italia, la Gazzeta publica; en 1641, en Barcelona, se funda la Gaceta semanal; en 1661, en Madrid, nace la Gaceta; en 1695, en Inglaterra, el Stanford Mercury, modelo que sería copiado en México años más tarde, y que daría como resultado la publicación de El Mercurio Volante.
Casi todos los impresos tenían formas diferentes o utilizaban géneros distintos para expresarse, pues no sucedía, como hoy en día, que dentro de un mismo periódico existiesen varios géneros.
En el siglo XVII, proliferan en América, especialmente en México y Lima, hojas volantes que se publicaban, casi siempre, con el pretexto de la llegada de alguna flota proveniente de Europa, así como con las noticias más notables del Virreinato. Un siglo más tarde, se establecen periódicos continuos y con secciones diferentes, de los cuales los más antiguos son la Gaceta de México y Noticias de España (1722). En 1729, en Guatemala, aparece la Gaceta de Guatemala y, en Costa Rica, la Gaceta Mensual; en el Virreinato del Perú aparecen La Gaceta de Lima (1743), el Diario de Lima (1790) y el Mercurio Peruano.
En 1764 apareció la Gaceta de la Habana; El pensador y el Papel periódico de la Habana salen a la luz en 1790; en el siglo XIX aparecieron el Noticiero de la tarde, El lucero y el Diario de la Marina. En 1764 aparece la Gaceta de Buenos Aires, la Gaceta de Santafé aparece en 1785; el Papel periódico de la ciudad de Santafé en 1791 y la Gaceta de Caracas en 1806.
En el siglo XIX se fundan el Correo Curioso, El Redactor Americano, El Alternativo y el Semanario del Nuevo Reino de Granada, así como los primeros periódicos de República Dominicana, Honduras, Puerto Rico, Panamá, etc., tales como la Gaceta de Gobierno, en 1807, o el Diario Económico, en 1814, ambos de Puerto Rico.
Hasta ese entonces, el periodismo se limitaba a las formas impresas y orales, pero con la llegada de la radio, a principio del siglo XX, esto comenzó a cambiar, al tiempo que la visión de los periodistas se hacía cada vez más amplia, haciéndose imperativa la necesidad de conocer a fondo lo que sucede. Lo anterior sucede primero en los Estados Unidos y en algunas partes de Europa, convirtiéndose, años más tarde, en un modelo que terminaría por ser trasplantado a otras partes del mundo (los casos más notables de ello se encuentran en Argentina, México y Colombia, países donde el periodismo ha cobrado una inusitada importancia).
De acuerdo con la aparición de cada medio de difusión (imprenta, radio, televisión, medios electrónicos), el periodismo ha ido evolucionando según las exigencias y posibilidades que cada medio impone, lo que ha hecho que, actualmente, se entienda que, para cada medio, hay una forma de ejercer el oficio comunicativo.
Cuando se consolidan los medios masivos de comunicación empiezan a nacer las diversas corrientes de la comunicación, así como los estudios sobre ella, a la vez que los géneros periodísticos se caracterizan y definen más cuidadosamente, convirtiendo al periodismo en lo que algunos teóricos han dado en llamar «el cuarto poder».
Bajo este panorama, la legislación relativa a la prensa y a los medios de comunicación ha ido variando, aunque la mayoría de estas legislaciones ha propendido por defender la libertad de prensa, todo ello siempre y cuando se actúe bajo ciertos límites, de tal manera que ni el orden público ni el buen nombre de las personas sean perturbados.
Historia del periodísmo en Colombia
El periodismo en Colombia nace con la publicación del Aviso del Terremoto y de la Gaceta de Santafé (1785), publicaciones que sólo se editaron una vez, pero que mostraron los conocimientos y aptitudes de quien es considerado el padre del periodismo colombiano, Manuel del Socorro Rodríguez, quien, paradójicamente, era cubano. Unos años más tarde, en 1791, el mismo Manuel del Socorro Rodríguez funda un periódico que ya no se limitaría a una única edición, y que es considerado como uno de los más importantes de la época en Latinoamérica: el Papel periódico de la ciudad de Santafé, primer periódico oficial de la capital.
El periodismo colombiano, desde siempre, ha estado muy ligado a hechos de índole política, pues siempre ha servido como vehículo de expresión de quienes se encargan del hacer político, aunque también ha prestado su espacio a los ciudadanos del común que buscan ser oídos.
Tanto en tiempos de la Colonia como en tiempos de la Independencia, el periodismo pretendía, por encima de todo, denunciar lo que sucedía con los ejércitos españoles y libertadores, así como con todas las injusticias que se vivían durante la existencia del Virreinato. Esta concepción del periodismo, en una época donde sólo podían hablar libremente quienes estaban en la cabeza del poder, condujo a varios personajes colombianos, entre ellos Antonio Nariño, a ser desterrados del país; es decir, a ser obligados a vivir en el exilio.
Pero el periodismo también ha estado muy vinculado con la literatura, pues muchos grandes escritores del pasado y del presente han comenzado a surgir en las letras gracias a sus escritos dentro del periodismo. Prueba de esto son los casos de Rufino José Cuervo, Jorge Isaacs, Gabriel García Márquez, Germán Castro Caycedo, Héctor Abad Faciolince, entre otros.
A comienzos del siglo XIX, una vez se establece el periódico como la mayor fuente de expresión y de formación para los futuros periodistas (ya que no existían las escuelas para esto), empiezan a surgir cientos de periódicos que cierran filas en torno a una ideología o a una figura política. Por ejemplo, en los años inmediatamente posteriores a la culminación de la gesta de Independencia, cada impreso declaraba sus inclinaciones, bien fuesen de índole probolivariana o de índole prosantanderista; o, durante la época de la violencia bipartidista, declaraban si eran liberales o conservadores. Así las cosas, era obvio que quien adhiriese a un bando era, por descontado, enemigo del otro, de tal suerte que la mera intención informativa no era algo que estuviese en la agenda de los medios de comunicación colombianos. El compromiso político era, sin embargo, una postura propia del siglo XIX y de comienzos del XX. Hacia la década de 1950, el periodismo colombiano, influenciado por transformaciones globales y por la situación política, económica y cultural del país, comienza un proceso de modernización y de compromiso con nuevos retos: la información y la comunicación de noticias e historias trascendentales dentro de la vida cotidiana del país.
Este modelo se consolida durante el Frente Nacional, pues dicho acuerdo político entre conservadores y liberales buscó la colaboración del periodismo para frenar la violencia política generalizada que se vivió en el país en la década de 1940. El periodismo entendió que debía ser un vehículo de las ideas democráticas, más no de los idearios partidistas o de informaciones; su compromiso, entonces, se dio con la defensa del régimen democrático y en contra de los fanatismos. Esto, sin embargo, generó un vacío en la memoria de una generación de colombianos respecto a los asesinatos selectivos, las expropiaciones y los desplazamientos forzados de la llamada época de La Violencia.
Lo cierto es que algunos de los periódicos más visibles jugaron un papel esencial en la preservación de los acuerdos del Frente Nacional, pues en ellos se evitó la publicación de opiniones y comentarios que pudieran crear discrepancias entre los dos partidos. Este proceso generó una especie de autocensura que, si bien evitó nuevos enfrentamientos violentos entre los partidarios del liberalismo y el conservatismo, silenció muchas de las denuncias sobre la época de la Violencia en los años cuarenta y evitó que se formara una opinión pública consistente acerca de varios crímenes atroces. Además, permitió que el sistema político mantuviera la estructura bipartidista, excluyendo los intereses de grupos de campesinos, colonos, indígenas y, en general, comunidades alejadas del centro del país.
Varias regiones del país sufrían la centralización de las decisiones políticas, así como el aislamiento frente a los centros periodísticos. Sin embargo, ya desde finales de los años 20 había aparecido la radio, que había posibilitado que los medios de comunicación se acercaran a la masividad. Durante los años 40 y 50, entonces, se transformaron las formas de hacer periodismo en el país: la inmediatez y la agilidad se convirtieron en premisas fundamentales, tanto para las emisoras como para el público, que las escuchaba y atendía fielmente, ávidos de nuevas noticias. Durante los años 40, la radio comenzó a ser el medio preferido por las clases medias y las clases populares del país para enterarse de lo que estaba sucediendo, mientras que los periódicos se consolidaron como el medio de análisis, en el que los políticos e intelectuales opinaban y debatían los hechos ya acaecidos. En la actualidad, este fenómeno continúa, aunque ello no implica que análisis e información sean condiciones exclusivas de uno u otro medio.
La libertad de expresión
Junto con la radio también aparecieron las primeras leyes y decretos que buscaban limitar la libre expresión durante el siglo XX; sin embargo, ésta siempre ha estado amparada por la Constitución Nacional, en la que, que desde siempre, se ha apoyado la libertad de prensa, siempre y cuando ésta (la prensa) actúe bajo ciertos parámetros de responsabilidad social y de ética que ha de mantener a toda costa. Aún así, lo anterior no implica que no hayan habido momentos y circunstancias en los que la libertad de prensa haya sido coartada. Un ejemplo concreto de ello es el que se dio durante el gobierno de Gustavo Rojas Pinilla, en el que algunos periódicos fueron obligados a cerrar por su resuelta oposición al Gobiertno, así como por sus repetidas negativas a hacer rectificación alguna.
Sin embargo, fue el gobierno de Rojas Pinilla el que hizo llegar la televisión al país en 1954, lo que no deja de resultar un tanto paradójico, si se tiene en cuenta que la televisión es el medio que ha posibilitado mayores cambios sociales en el país, así como el que contribuyó a un mayor y más eficaz ejercicio de la libertad de prensa. Con la televisión se comenzó a definir el imperio de la imagen como medio de expresión y compresión irrefutable de la realidad (ello en apariencia, obviamente, pero es que, frente a los ojos del gran público, la televisión parecía estar imbuida de una cierta naturaleza «mágica» que potenciaba infinitamente cualquier discurso o mensaje). Ante esta nueva tecnología, medios como la prensa y la radio procuraron fortalecer las ventajas que desde antaño los habían caracterizado, de tal manera que pudieran competir con la «caja mágica». Así, la prensa logró seguir siendo la preferida por las clases dominantes (tanto política y económicamente como las élites culturales), aun cuando su lectura entre las demás capas de la sociedad comenzaba a crecer progresivamente. La radio, por su parte, continuó siendo escuchada por aquéllos que no tenían acceso a otro medio por razones económicas o de ubicación geográfica.
La historia del periodismo en Colombia es la historia de los ires y venires de la política, la economía y la cultura. A través de ella se pueden comprender mucho más fácilmente varios de los procesos históricos nacionales e internacionales. Cuando se escruta con cuidado la historia de la prensa escrita, se tienen varias de las perspectivas que constituyen la opinión pública actual.
Los medios colombianos a comienzos del siglo XXI
Actualmente, el periodismo hace uso de los medios de los que se ha hablado hasta ahora, pero también de los medios electrónicos que aparecieron a finales del siglo XX. El uso de nuevos medios ha transformado y consolidado nuevas formas de hacer periodismo, pues tanto la prensa como la televisión y la radio comenzaron a servirse de las nuevas herramientas para transmitir la información de diversas maneras. El periodismo colombiano de comienzos del siglo XXI ha comenzado un diálogo directo con los usuarios por medio de nuevos formatos, como los reporteros barriales, los blogs de opinión o los especiales audiovisuales. El ejercicio del periodismo a través de Internet, con las redes sociales y las nuevas plataformas de información, se ha convertido en un asunto de carácter global. Esto ha generado una impresión particular sobre las nuevas posibilidades de transmisión de la información y su influencia sobre los problemas de la sociedad. Sin embargo, el reto lo tienen los usuarios, que se enfrentan ahora a una gran revolución de las formas de relacionarse con los emisores (medios).
El periodismo colombiano, en la actualidad, es dueño de un inmenso poder. Éste, cuando ha sido manejado con ética, responsabilidad y objetividad, ha tenido repercusiones positivas en la sociedad y en el devenir del país. Sin embargo, cuando este poder de influencia del periodismo se ha dejado manipular por intereses coyunturales de tipo político o económico, ha tenido gran responsabilidad en la prolongación o en el empeoramiento de las crisis sucesivas que han dibujado la historia contemporánea de Colombia.
Teoría de las cinco Ws
Es una de las teorías periodísticas que más se ha utilizado y que, actualmente, sigue vigente. Su nacimiento responde al desarrollo de la información, de su manejo y de las necesidades de estructuración que en los medios iban apareciendo para lograr un mejor periodismo.
Su explicación es tan corta como sencilla.
La teoría de las cinco W se basa en cinco preguntas a las que cualquier información, especialmente la de carácter noticioso, debe responder para que sea completa y para que cumpla cabalmente con su primer y más grande fin: lograr que las personas se enteren, de la manera más clara y completa, de lo que está sucediendo.
Estas preguntas son: dónde, cuándo, cómo, quién y por qué (where, when, how, who y why; cinco expresiones inglesas que le dan nombre a esta teoría).
En esta corriente aparece la noción de la pirámide invertida, la cual versa sobre la manera en que se deben responder las preguntas anteriores. En realidad no existe un orden predeterminado para contestarlas mientras se desarrolla el artículo o la noticia, ya que esto depende del tema del cual se esté hablando; es decir, se debe inquirir por lo que sea más importante y pertinente para cada caso. Por ejemplo, si se está hablando de un terremoto, la pregunta más importante es |dónde ocurrió, pero si se está hablando sobre las elecciones presidenciales, lo esencial es referirse a quién.
Es indispensable que, al finalizar la elaboración de la noticia, todas las preguntas (dónde, cuándo, cómo, quién y por qué) hayan sido contestadas. De acuerdo con la noción de la pirámide invertida, en el primer párrafo de la noticia se menciona y resuelve la pregunta más importante y, paulatinamente, y a medida que la información discurre, ésta va contestando cada una de las preguntas de manera menos explícita.
Esta teoría aún se pone en práctica a nivel mundial, ya que es un método idóneo a la hora de tratar la información y convertirla en noticia.