18 Junio 2019.
Foto: Yahoo Noticias.
Reporteros Sin Fronteras (RSF) celebra la puesta en libertad del periodista ruso Igor Rudnikov, quien ha pasado 20 meses en prisión por cargos falsificados. La organización exige una investigación imparcial sobre la forma en que fue encausado y pide una campaña continua en favor de la liberación de los otros seis periodistas encarcelados en Rusia.
Tomado de: Reporteros Sin Fronteras.
En una inédita y rápida sucesión de acontecimientos positivos, la puesta en libertad de Rudnikov por un tribunal en San Petersburgo se produce solo seis días después de la liberación del reportero de investigación Ivan Golunov en Moscú.
Al decidir que no había motivos para la acusación de «extorsión» por la que Rudnikov fue detenido el 1 de noviembre de 2017, el tribunal lo condenó por el cargo menor de intento de abuso de influencia y lo condenó a servicios a la comunidad por un período muy inferior a los 20 meses que ha pasado en detención preventiva, por lo que ha quedado inmediatamente en libertad.
«Nos sentimos profundamente aliviados por la liberación de Igor Rudnikov», reconoce Johann Bihr, jefe de la oficina de RSF para Europa del Este y Asia Central. “Ahora deben rendir cuentas quienes le hicieron pasar por esto. Fue víctima de un implacable deseo de venganza que incluía palizas y la privación de su periódico. Su salida de la cárcel, no obstante, confirma que las victorias son posibles en Rusia. Debemos continuar haciendo campaña por los otros seis periodistas que aún están encarcelados».
Rudnikov editaba el semanario Novye Kolesa, el principal periódico independiente en el enclave occidental de Kaliningrado, en Rusia, donde se había hecho célebre por sus contundentes reportajes de investigación, que ya le habían costado dos intentos de asesinato y muchos otros juicios.
A pesar de la falta de pruebas, Rudnikov fue arrestado cuando uno de los principales oficiales de policía de la región, el general Viktor Ledenev, afirmó que había sido víctima de un intento de chantaje por parte del periodista después de que el periódico informara de que Ledenev era propietario de activos inmobiliarios no declarados. Acosado desder todos lados, Novye Kolesa se vio obligada a cerrar.