Mauricio Lizcano ha negado su relación con la cancelación del programa de ‘Pirry’.
El canal afirma que la entidad no lo consultó sobre su decisión.
Sobre el comunicado emitido por la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), sobre la no emisión de un programa de Pirry acerca una investigación en la que se hablaba de una compra de un lote por parte del presidente del Senado, Mauricio Lizcano, el canal privado manifestó que «para RCN habría sido justo y transparente que la FLIP, en su importante calidad de defensor de la libertad de prensa y de expresión, antes de expedir su comunicado, hubiera aplicado el principio fundamental del equilibrio informativo, consultando la versión de RCN sobre la decisión tomada, lo cual lamentablemente no sucedió».
Los hechos se dieron a conocer la semana pasada, cuando Pirry y la periodista Diana Salinas, que realizó la investigación, hablaron en distintos medios manifestando que el canal RCN, que había promovido el regreso del programa de Pirry en su parrilla del domingo en la noche, canceló ese regreso con el argumento de que la programación que se emite actualmente está funcionando.
La FLIP, además, presentó una queja disciplinaria «para que la Procuraduría indague si hay una falta que amerite sanción. Confiamos, y vigilaremos, que estas entidades adelanten una investigación imparcial que esclarezca si el presidente del Senado tuvo la intención de silenciar una investigación que no le favorecía y denunciaba sus actuaciones».
El canal privado argumenta que «RCN como cualquier medio de comunicación, es libre de tomar las decisiones que considere pertinentes y convenientes para estructurar su parrilla de programación. No compartimos la opinión que expone la FLIP en su comunicado, según la cual las razones expuestas por RCN son insuficientes, cuando ni siquiera la FLIP acudió a RCN para conocerlas. En efecto, RCN tuvo en cuenta para la misma, factores como los altos costos del programa en las condiciones actuales de mercado; la estructura de la parrilla de programación de hoy y el desempeño de la última temporada del programa de Pirry, frente al comportamiento en audiencia de los actualmente al aire, y en su discrecional facultad, decidió no programarlo. Esta decisión no puede ser objeto de cuestionamiento alguno, porque de lo contrario, se estaría intentado obligar a un medio a emitir contenidos que en el ejercicio de su libertad de expresión y de información decidió no programar, lo que resulta inaceptable».
El canal, además, argumenta en sus puntos 3, 4 y 5 lo siguiente:
«3. A pesar de que la FLIP nunca consultó la versión de RCN, consideramos importante aclarar que la Presidencia del Canal nunca tuvo conocimiento sobre ninguno de los contenidos e investigaciones que estuviera desarrollando el equipo periodístico del programa y menos aún sobre la investigación relacionada con el Presidente del senado, Mauricio Lizcano. Pirry siempre ha manejado de forma independiente sus investigaciones y él mismo, en diferentes medios de comunicación, ha declarado en múltiples ocasiones que en RCN jamás lo han censurado. Desde este programa se han realizado denuncias sobre todos los sectores, temas y partidos políticos, situación de fácil verificación en los archivos fílmicos de RCN y de la cual el mismo Pirry puede dar fe.
«4. Desde la Presidencia de la compañía, jamás se sostuvo conversación alguna con Pirry sobre los temas que pensaba tratar en sus programas, porque ha sido pilar fundamental de este medio de comunicación, no intervenir en los contenidos informativos y de opinión.
«5. RCN rechaza y lamenta que un organismo garante de la libertad de prensa haga afirmaciones sin fundamento, basado en rumores y elucubraciones sin tener el sustento y respaldo de todas las fuentes involucradas en este caso, poniendo en entredicho el prestigio y trayectoria de un medio de comunicación serio y con una larga tradición en la independencia del periodismo y en la defensa de la libertad de expresión, a la cual RCN como medio de comunicación también tiene derecho».
Por su parte, la FLIP argumentó que «es claro que la censura también tiene manifestaciones sutiles, derivadas en terceros que aíslan al actor que quiere silenciar y dominada por intereses poderosos que toman precauciones para no ser identificados en su propósito. En estos casos, la reportería periodística no siempre cuenta con las herramientas para esclarecer cómo opera la censura aun cuando se produzca el efecto de silenciar. En su deber de garante de la Libertad de Prensa, la Corte Suprema y la Procuraduría, están llamadas a investigar al Senador Lizcano».
Tomado de: Eltiempo.com