Una reciente actualización de Google ha acabado con «domain fronting» («frente de dominio»), una técnica que permitía a los usuarios del buscador a sortear la censura. Se trata de un duro golpe para los periodistas que trabajan en países donde la información está bloqueada y un mensaje equivocado para otros gigantes de internet.
El «domain fronting» permite a los internautas camuflar la web que están visitando, lo que les da acceso a páginas bloqueadas. En la última actualización del buscador de Google, los desarrolladores descubrieron que se había eliminado esta posibilidad en abril. Para Google solo es un pequeño cambio técnico, pero para la libertad de información en países como Rusia o China se trata de un auténtico mazazo.
«Google ha optado por una solución rápida y definitiva sin considerar el impacto que tiene en los medios independientes que intentan sobrevivir en países donde la información y las noticias están firmemente controladas», advierte Elodie Vialle, directora de la Oficina de Periodismo y Tecnología de Reporteros Sin Fronteras (RSF). «Es cierto que el ‘domain fronting’ dominio puede utilizarse con fines maliciosos, pero Google debe buscar formas de permitir el uso de esta técnica por parte de aquellos que tienen una necesidad legítima, en vista de la censura a la que están sujetos».
El «frente de dominio» es efectivo porque obliga a los depredadores de la prensa a bloquear todo el tráfico a Google si quieren suprimir los medios que lo usan. Esta es también una señal muy mala que Google envía a otros gigantes de la Red. Amazon también han comenzado a bloquear el «domain fronting». Reporteros Sin Fronteras utiliza este tipo de técnica para frustrar la censura a través de la Operación Libertad Colateral. En 2018, se publicaron 24 webs de medios censurados en su países.
Nota tomada de Reporteros Sin Fronteras