26 noviembre 2019 –
Tomado de: El Pilón.
Ya se ha puesto en conocimiento de la Fundación para la Libertad de Prensa, Flip, del Círculo de Periodistas de Valledupar, y de autoridades judiciales, el reiterado acoso, hasta llegar a la amenaza pública, por parte de un usuario en nuestra cuenta oficial de Instagram, en contra de Deivi Safady, reconocido caricaturista de EL PILÓN. Un periodista gráfico que ilustra, a través del mensaje directo, la sátira, y otros estilos, la realidad nacional y local; su pluma es variada y siempre pertinente. Su trabajo ha sido reconocido a nivel local y nacional. Los galardones hablan por sí mismos, cosa que enorgullece a nuestra casa editorial.
Por otra parte, debemos informarle a la ciudadanía que ya hay jurisprudencia de la Corte Constitucional sobre los insultos a través de redes sociales: es importante que usted comprenda que el panorama en ese sentido ha cambiado y los ataques en redes sociales, la difamación, la injuria y la calumnia ya no están sustentados en el derecho a la opinión, pues esta no debe estar por encima del buen nombre de los ciudadanos. Estas acciones violentas ya pueden tener consecuencias judiciales.
Por esta razón extendemos esta editorial en respaldo a su dignidad profesional y humana, así como la de todos los periodistas de este medio y otros medios de la región. No hay excusa para referirse de manera soez hacia el medio de comunicación y mucho menos a sus periodistas, y por supuesto es condenable amenazas de cualquier tipo. La función del periodismo es precisamente descubrir los hechos que impactan positiva o negativamente a la comunidad, y cuando estos son descubiertos, aquellos que se sienten aludidos no restan esfuerzos a sus ataques a través de mensaje directo, perfiles reales o cuentas falsas en redes sociales
Insistimos, no hay medio que se salve de la inconformidad de aquellos que se ven tocados por los informes periodísticos a través de los géneros con los que contamos, pero esto no da derecho para mancillar el buen nombre de una casa editorial vallenata ni a sus miembros.
El llamado es y será siempre al respeto por este oficio que busca el beneficio común, y de la misma manera para las diferencias. Debemos respetarnos todos, aunque pensemos diferente. Allí radica la paz y la democracia.