Un test de sangre detecta el alzhéimer con una precisión del 94% casi 20 años antes de los síntomas

2 Agosto 2019.

Foto: Archivo.

La prueba es capaz de identificar a aquellas personas que presentan cambios cerebrales en las fases muy precoces de alzhéimer, cuando los niveles de amiloide en sangre se combinan con otros dos factores principales de riesgo de la enfermedad.

Tomado de: ABC.

Hasta 20 años antes de que una persona desarrolle las primeras señales de la enfermedad de Alzheimer, como la pérdida de memoria o la confusión, comienzan a acumularse grupos dañinos de proteínas en sus cerebros. Ahora, un análisis de sangre ha demostrado ser capaz de detectar estos cambios cerebrales tempranos, lo que acerca la posibilidad de diagnosticar y prevenir esta patología tan incapacitante.

Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis (EE.UU.) publican hoy un estudio en «Neurology» en el que presentan este nuevo test capaz de evaluar los niveles de la proteína beta amiloide, ligada al alzhéimer, en sangre y de dilucidar si dichos niveles predicen si la proteína se ha acumulado en el cerebro. La prueba es capaz de identificar con una precisión del 94% a aquellas personas que presentan cambios cerebrales en las fases muy precoces de alzhéimer cuando los niveles de amiloide en sangre se combinan con otros dos factores principales de riesgo de la enfermedad Alzheimer, la edad y la presencia de la variante genética APOE4.

Los hallazgos representan otro paso más en la obtención de un análisis de sangre capaz de identificar a las personas en una fase muy precoz de alzhéimer, mucho antes de que aparezcan los primeros síntomas

Los hallazgos representan otro paso más en la obtención de un análisis de sangre capaz de identificar a las personas en una fase muy precoz de alzhéimer, mucho antes de que aparezcan los primeros síntomas. La prueba puede ser más sensible que la actual estándar de oro, un escáner cerebral PET, para detectar el comienzo de la deposición de amiloide en el cerebro.

Los autores confían en que la prueba esté disponible en la clínica dentro de unos pocos años, pero sus beneficios serán mucho mayores una vez que haya tratamientos capaces de detener el proceso de la enfermedad y prevenir la demencia.

Hasta la fecha, los ensayos clínicos de candidatos a medicamentos preventivos se han visto obstaculizados por la dificultad de identificar a los participantes que presentan alteraciones cerebrales características del alzhéimer, pero no tienen problemas cognitivos. El test sangre podría ser una vía eficiente para detectar a aquellas personas con signos tempranos de enfermedad para que puedan participar en ensayos clínicos que evalúen si los medicamentos pueden prevenir la demencia.

La edad es el mayor factor de riesgo conocido; a partir de los 65 años, la probabilidad de desarrollar la enfermedad se duplica cada cinco años, y la variante genética APOE4 aumenta el riesgo de desarrollar alzhéimer de tres a cinco veces

«Actualmente examinamos a las personas con escáneres cerebrales, lo que lleva mucho tiempo y es costoso», explica el autor principal, Randall J. Bateman. «Pero con un análisis de sangre, podríamos examinar a miles de personas cada mes. Eso significa que podemos identificar a los participantes de manera más eficiente en ensayos clínicos, lo que nos ayudará a encontrar tratamientos de una forma más rápida; además, podría tener un enorme impacto en el coste de la enfermedad, pero también en el sufrimiento humano que acompaña a la demencia».

La prueba utiliza una técnica llamada espectrometría de masas para medir con precisión las cantidades de dos formas de beta amiloide en la sangre: beta 42 amiloide y beta 40 amiloide. La relación de las dos disminuye a medida que aumenta la cantidad de depósitos beta amiloides en el cerebro.

En el estudio actual participaron 158 adultos mayores de 50 años. Todos, menos 10, eran cognitivamente normales, y cada uno proporcionó al menos una muestra de sangre y se sometió a un escáner cerebral PET. Los investigadores clasificaron cada muestra de sangre y exploración PET como amiloide positivo o negativo, y encontraron que el análisis de sangre de cada participante estuvo de acuerdo con su exploración PET el 88% de los casos, lo cual era muy prometedor, pero no lo suficientemente preciso para diseñar una prueba de diagnóstico clínico.

Existe un consenso cada vez mayor entre los neurólogos de que el tratamiento del alzhéimer debe comenzar lo antes posible, antes de que aparezcan los primeros síntomas cognitivos

Con el objetivo de mejorar su precisión, los investigadores incorporaron varios factores de riesgo importantes para el alzhéimer: edad, la presencia de la variante genética APOE4 y el género. La edad es el mayor factor de riesgo conocido; a partir de los 65 años, la probabilidad de desarrollar la enfermedad se duplica cada cinco años, la variante genética APOE4 aumenta el riesgo de desarrollar alzhéimer de tres a cinco veces y el género también desempeña un importante papel: dos de cada tres pacientes con alzhéimer son mujeres.

Cuando los investigadores incluyeron estos tres factores de riesgo en el análisis, descubrieron que la edad y el estado APOE4 aumentaban la precisión del análisis de sangre al 94%. El sexo no afectó significativamente el análisis.

«El sexo afectó a la relación beta amiloide, pero no lo suficiente como para cambiar si las personas se clasificaron como amiloides positivas o amiloides negativas, por lo que su inclusión no mejoró la precisión del análisis», señala la primera autora del estudio, Suzanne Schindler.

Además, los resultados de los análisis de sangre de algunas personas inicialmente se consideraron falsos positivos porque el test fue positivo para beta amiloide, pero el escáner cerebral negativo. Pero algunas personas con resultados desiguales dieron positivo en los escáneres cerebrales posteriores tomados cuatro años más tarde. El hallazgo sugiere que, lejos de estar equivocado, los análisis de sangre iniciales habían señalado los primeros signos de enfermedad omitidos por el escáner cerebral.

Consenso

Existe un consenso cada vez mayor entre los neurólogos de que el tratamiento del alzhéimer debe comenzar lo antes posible, antes de que aparezcan los primeros síntomas cognitivos. Para cuando las personas se vuelven olvidadizas, sus cerebros están tan severamente dañados que es poco probable que la terapia pueda revertir el daño por completo. Pero probar tratamientos preventivos requiere examinar a miles de personas sanas para encontrar una población de estudio de personas con acumulación de amiloide y sin problemas cognitivos, un proceso lento y costoso.

Como parte del estudio, los investigadores analizaron el proceso de inscripción de un importante ensayo clínico de prevención de la enfermedad de Alzheimer llamado estudio A4 que utilizó escáneres PET para confirmar la presencia de cambios cerebrales precoces de la enfermedad de Alzheimer en los posibles participantes.

Los investigadores llegaron a la conclusión de que la detección previa con un análisis de sangre seguido de una exploración PET para confirmar habría reducido la cantidad de exploraciones PET necesarias en dos tercios. A diferencia de los análisis de sangre, que cuestan unos cientos de dólares, cada exploración PET cuesta más de 4.000 $ (3.600 euros).