La corrupción es uno de los temas predominantes en Colombia y en el ámbito internacional. El caso de Odebrecht, con múltiples y lamentables ramificaciones en proceso de esclarecimiento, se agrega a los carteles que, guardadas proporciones, aparecen todos los días, (de la chatarra, de los pañales. etc.). Y ante la pérdida de credibilidad de algunos medios de comunicación, cobran auge las redes sociales.
Es una grata sorpresa saber que estudiantes de la Universidad Santo Tomás de Bogotá, se han percatado del fenómeno de la «desinformación», y han resuelto llegar a ser profesionales de la verdad, como lo enseña la deontología.
Camilo Acosta y Santiago Ángel, Estudiantes de Comunicación Social para la Paz con énfasis en Periodismo, en equipo con el grupo de trabajo de la revista Carta Blanca, realizaron una investigación titulada: »Primo del »Ñoño» Elías recibió treinta millones de pesos de Otto Bula para su campaña política en 2011», que fue publicada el 22 de febrero de este año, con hallazgos que no había detectado oportunamente el Consejo Nacional Electoral, que tiene el deber de supervisar el estricto cumplimiento de las normas legales sobre financiación de las campañas políticas.
Estos estudiantes, que desde ya demuestran de qué están hechos para el oficio, toman muy en cuenta el decálogo para el buen periodista, según Javier Darío Restrepo, maestro de Ética:
- Ser un líder social
- Ser buena persona
- Ser un lector empedernido
- Ser recto y audaz
- Ser capcioso y ágil
- Ser curioso
- Tener ojo crítico
- Ser investigador
- Ser sobrio al redactar
- Ser humilde
El CPB habló con ellos y esto fue lo que nos dijeron:
Soy un aprendiz de periodista, de profesional al que le encanta la investigación, le encanta buscar eso que no todo el mundo dice. Y que le encanta encontrar cosas, ser muy puntal en lo que se dice y en lo que se escribe; muy asertivo.
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Yo soy un apasionado por el periodismo, un apasionado por Dios, un apasionado por no ser conformista, no quedarse con las cosas que pasan en este país, con indignarse por lo que vemos. Porque recuerdo una frase de un profesor que admiro mucho y es que »Una sociedad que pierda el sentido de asombrarse, pierde a su vez el sentido de indignación» y eso es muy grave.
Soy una persona que le gusta la literatura, que le gusta el periodismo investigativo; siento que el periodismo de verdad, el periodismo puro es de investigación y el resto son relaciones públicas.
Sabemos que actualmente el periodismo está siendo muy sesgado, la mala información y las noticias falsas se están dando mucho y se le está creyendo más a las redes sociales que al contenido producido por lo medios de comunicación. ¿Qué piensan ustedes acerca de este fenómeno?
Camilo:
Yo lo veo desde un punto de vista en el que antes el problema era la poca información. y el ciudadano no tenía más opción que creerla o ignorarla. No recibía suficientes elementos de juicio para analizar, contrastar y distinguir lo verdadero de lo falso. Ahora pasa todo lo contrario: hay exceso de información y no solo por los medios sino también por el internet. Las redes sociales son las que más generan noticias y no se sabe qué es verdad, qué es mentira o qué es una exageración.
Santiago:
Bueno primero que todo, esto no solo pasa en Colombia, es a nivel mundial y es porque los medios se han desconectado de la ciudadanía. Creo que los medios están muy robotizados y sobre todo los periodistas se adecuaron a una cotidianidad tan robótica de sacar la noticia, escribir la noticia, que salga al aire, etc. Y eso hace que las historias no sean interesantes, que las noticias narradas de una forma diferente no se permitan y que las personas no se sientan atraídas por ese formato tan estricto, tan seco y que ya no le creen a los medios de comunicación a nivel mundial. Y es que todos los medios,al rededor del mundo han sido muy oficialistas, no han investigado temas que deberían investigar sobre los gobiernos, son muy pocos los periodistas que se atreven a hacerlo para a su vez hacer un control de las instituciones. Y por eso las personas ya no creen en los medios de comunicación.
Ustedes, encontraron y revelaron algo que el CNE no investigó ni transmitió. Fueron dos estudiantes, ya casi periodistas, quienes lo hicieron. En ese sentido, ustedes se presentan como expertos en rastreo de documentos, ¿Qué pueden decir acerca de esto?
Camilo:
Hace más o menos un año tuvimos un gran profesor que ha sido como un líder, un ejemplo para nosotros como periodistas que nos enseñó una serie de herramientas. Y si a uno le dan herramientas y no las aprovecha, no las sabe usar, simplemente se quedan ahí. Gracias a este docente que hoy en día trabaja en la W radio, y se llama Juan Pablo Barrientos, logramos figurar en Caracol, en El Espectador. Y esa es la apuesta: el periodismo independiente que aparte de ser una forma de trabajo sin el apoyo logístico que tiene un gran periodista de un gran medio, aún así con esas herramientas específicas y con la dedicación que exige esta profesión y con lo que mencionó mi compañero Santiago, la perseverancia de saber buscar, de saber que todo hace parte de unos hechos que pasan de agache, y es por eso que nosotros como periodistas de investigación, no nos dedicamos a dar nuestra opinión sino a indagar e informar a la gente, eso que pasa el 90% de las veces a sus espaldas y que queda impune.
Santiago:
Yo tengo que decir que hay que reconocer algo muy importante y es que el gobierno colombiano sí es líder en el tema de transparencia de la información. Existe la Ley de transparencia y acceso a la información 1712 de 2014, y esa es una herramienta periodística muy importante. Además los recursos como el derecho de petición, la tutela y la constante comunicación con las instituciones, hace un poco más favorable el oficio del periodismo en Colombia, o por lo menos en la capital. Por eso, en otras regiones, los periodistas son unos héroes. Acá uno está más seguro cuando se está metiendo en estos temas que mucha gente quiere que no se publiquen, pero en otros regiones, los periodistas que se atreven a hacerlo, corren mucho más riesgo.
Por otro lado, esto es simplemente cuestión de pasión, pasión por el periodismo que yo siento que es el periodismo verdadero, como el del caso Watergate. Es ese periodismo, de estar investigando a los políticos, porque uno debe desconfiar siempre de los políticos. Debe siempre estar indagando cuáles han sido nexos y patrocinadores en la política. Ese es el oficio del periodismo que por excelencia debe ser el pilar de la democracia, porque a veces las instituciones dicen en su discurso ser independientes de las ramas, no siempre es así, y ahí es cuando el periodismo debe actuar para mantener el estado social de derecho.
(Lea también: https://www.cartablancacol.com/otto-bula-y-el-primo-del-nono-elias)
¿Cómo fue el proceso para destapar este caso? ¿Cómo comenzó todo?
Camilo:
En realidad todo comenzó con unos baños que el Congreso de la república contrató y que ni siquiera han entregado. Todo empezó revisando este contrato de 2015 en el que nos parecieron muy elevadas las cifras para unos baños, más o menos como 2’000.000.000 de pesos solo para remodelar unos baños del Congreso. Ese fue el primer derecho de petición y los diez minutos se comunicaron con nosotros para explicarnos. A partir de ese momento digamos que todo fue una cadena de sucesos afortunados que empezó por revisar a esa empresa contratista que también aparece en Norte de Santander y haciendo también carreteras y también aparece en el Tolima haciendo cárceles y acueductos. Entonces esta empresa o es muy buena y logra todo, o algo pasaba ahí. Y así empezamos a hallar más nombres ya que en Colombia cuando las empresas se asocian para presentar solicitudes en consorcio y gracias a eso empezamos a encontrar irregularidades siempre y siendo muy preciso irregularidades pero nunca sentencias judiciales. Todo eso se empezó a hilar, además de que esas empresas nunca están solas, siempre las representa alguien y ahí también habían irregularidades en este aspecto ya que eran por ejemplo ingenieros ejerciendo con sus licencias anuladas. En el momento que se nos agrandó todo fue cuando descubrimos que una de estas empresas estaba contratando con el FONADE que maneja dos billones de pesos al año que no solo periodistas sino también políticos han denunciado que supuestamente es un entidad técnica politizada. Resultó que esa institución se le adjudicaba a Bernardo »Noño» Elías y Musa Besayle que fueron dos políticos decisivos en el 2014 para la reelección de Santos. Finalmente cuando estalló el tema de Odebrecht nos dimos cuenta que todos los nombres coincidían.
Santiago:
Yo tengo que decir cosas. Primero hay que revisar muy bien la Ley 80 del 93 en Colombia. Creo que ese el grave problema de la corrupción en el país por una simple razón, y es que esa Ley permite que cuando usted es una persona jurídica, una empresa y está siendo investigado por la Fiscalía, la Procuraduría, la Controlaría, etc. Por delitos que deben ver con contratación pública, no debería permitírsele seguir contratando con el Estado y eso es es el fenómeno Nule, que estaban siendo investigados pero tenían la posibilidad de seguir contratando con el Estado y por eso hacían obras en todo el país y por eso le robaron al Estado colombiano. Por otro lado ha sido un proceso muy interesante ya que tuvimos que ir a la oficina de registro público que hace parte de la Súper intendencia de Notaría y Registro, a averiguar cuáles eran las propiedades, los bienes de los representantes legales de las empresas que estábamos investigando para ver si tenían bienes que no pudieran justificar y a raíz de eso fuimos directamente a sus propiedades a indagar y por eso fue un trabajo de calidad.
¿Cuáles han sido y cuáles esperan que sean las reacciones de su investigación?
Camilo:
Pues como periodistas el trabajo de nosotros viene de una metáfora que me gusta de Kapuscinski: »El trabajo de un periodista no es aplastar cucarachas sino alumbrarlas para alborotarlas para que los que sí deben aplastarlas lo hagan». Cuando nos dimos cuenta que el FONADE seguía entregando contratos a empresas que estuvieron en el contrato del túnel de la línea que todos sabemos que fue un gran fiasco y sigue estando en el limbo. Incluso a empresas que en el pasado fueron socios del grupo Nule. Este es el tipo de cosas que uno quiere que todos se enteren y que pase algo. Según la constitución y las leyes de Colombia eso es un delito, pero uno como periodista no es juez ni policía.
Colombia ya ha perdido colectivamente la capacidad de asombro e indignación como dijo Santiago, por ejemplo, un caso de corrupción nuevo no representa algo nuevo para nosotros y lo vemos desde la perspectiva de »dígame algo nuevo, algo que no sepa».
Santiago:
George Orwell tiene una frase que dice: »Journalism is printing what someone else does not want printed. Everything else is public relations» que significa »El periodismo es publicar lo que alguien más no quiere que se publique. Todo lo demás son relaciones públicas». Yo creo que frente a ese tema de la corrupción no va a pasar nada si la gente realmente no se indigna porque en este país desde la creación de la república, la gente este muy acostumbrada a al corrupción porque la ve todos los días en los diarios, en la radio, en la televisión y eso ha dejado de ser noticia justo por ese fenómeno. Y si a la gente no le interesa, no se moviliza, y si no se moviliza no pasa nada porque los políticos entienden que no van a haber consecuencias de facto, porque a nadie le importa, es decir que pueden seguir robando por siempre y nadie va a decir nada.
El otro gran problema de la corrupción es la dimensión del Estado, como por ejemplo uno súper poderoso y grande como el de Colombia, que tiene tantas empresas públicas, que cumple funciones que no debe y que además es tan ineficiente, se presta para que sea corrupto. Por ejemplo:esta semana con los debates de la jurisdicción especial para la paz, se decía en la radio que los senadores que son de la Unidad Nacional no están votándole al gobierno positivamente el tema de la JEP porque los han chantajeado. Es decir »nosotros vamos pero necesitamos plata para nuestras regiones» y esa es la famosa mermelada, entonces lo que pasa es que los senadores le dicen al ejecutivo, es decir, al gobierno »Nosotros votamos sí a su proyecto de ley pero necesitamos plata para invertir en las regiones» y eso no puede pasar en una democracia en la que el ejecutivo tiene que ser independiente del legislativo y de del judicial y eso no no pasa en Colombia por el Estado es omnipotente y el presidente tiene mucho poder. ¿Y cómo funciona esto? cuando se está en campaña el candidato en turno dice »usted me ayuda en la campaña presidencial y yo le nombre a su primo a su tío, etc en el FONADE o en el Departamento Planeación Nacional, etc. Cabe mencionar que en Francia la ley no permite que las empresas privadas patrocinen campañas políticas, solamente hay patrocinio estatal.
El ejemplo más claro es el del Centro Democrático, que en los pasados debates sobre el impuesto a las bebidas azucadaras en la reforma tributaria, toda su bancada votó No, y no porque que pensaran realmente en que fuera un tema de salud0, o por los impuestos, sino simplemente porque el señor Carlos Ardida Lulle es quien financia sus campañas y,como sabemos, es el principal dueño de esta industria en el país.
Se percibe que la gente ya no se impresiona, ni reacciona contra la corrupción, los homicidios, el feminicidio, lapedofilia, etc. Pero, irónicamente, sí llama, de vez en cuando, la atención, algo que debería ser algo cotidiano y normal en una sociedad. Se recuerda mucho el caso del conductor del SITP que parqueó el bus para ayudar a una señora de edad a cruzar la calle. Esta noticia tuvo mucha repercusión y tuvo mucho cubrimiento en los medios. Teniendo en cuenta esto ¿Cuál creen ustedes que debe ser el camino del periodismo, de los medios de comunicación para orientar a la ciudadania de manera positiva?
Camilo:
Yo salí hace poco tiempo de un medio de comunicación en el que hice prácticas unos meses. Ellos tienen un eslogan oculto para la audiencia por decirlo así, en el que mencionaban: »A la gente no le gusta la política» así que solo hay que mencionarla cuando sea importante. Entonces se puede decir que el periodismo ha jugado un papel decisivo al »inflar» noticias o como se dice por ahí :»vender humo». Si miramos la definición de noticia como tal, una persona que ayuda a otra, no debería serlo, un acto de generosidad debe ser algo diario, eso es parte de la calidad del ser humano, entonces ¿Por qué se vende eso como un hecho extraordinario? Los medios han influido los medios que parten de esa premisa de que a la gente no le gusta la política, ni escándalo porque no le gusta. Ahora todos los medios caen en vendernos cosas »light» o cosas »dulces» y pensar que la gente se aburre de lo que realmente le debe interesar. Pero lo que más importa es el rating, que la audiencia esté en una estado de »opiocidad».
Santiago:
Yo creo que son diferentes tipos de periodismo y uno escoge por cuál decide irse. En este caso, nosotros decidimos irnos por el camino del periodismo en el que no nos interesa hablar de las cosas buenas que pasan, necesitamos contar a la sociedad las cosas malas que pasan, las irregularidades de los funcionarios. Ese fue el camino que nosotros tomamos. Pero eso significa que las cosas buenas no tengan importancia, yo siento que el problema también es de la ciudadanía, no es una mea culpa solamente del periodismo, porque a la sociedad le encanta ver atrocidades, ver asesinatos. El Estudio Continuo de Audiencia Radial (ECAR) muestra que las emisoras más escuchadas no son de noticias, son Candela, Radio 1, etc. Y las noticias de estas emisoras son patéticas, muy amarillistas y eso le encanta a la sociedad, por eso esas emisoras son las que más oyentes tienen. Es necesario hacer una reflexión moral acerca de qué es lo que gusta ver, leer y escuchar a las personas.
¿Qué consejo le darían a las nuevas generaciones de periodistas para generar una correcta información?
Camilo:
Creo que el mensaje es que la la pasión la disciplina y la perseverancia, hacen que el periodismo jamás sea aburrido, pero puedo decir que no es para todos. Un consejo práctico que yo puedo dar es que al fin y al cabo uno como ser humano tiene necesidades y por eso puede terminar como en mi caso, en un medio de comunicación que no le gusta tratar temas »calientes» y a cualquiera le puede pasar, que termine en un medio o en un lugar donde no le permitan expresarse abiertamente o donde no pueda explotar su fuerte. Entonces yo puedo decir que uno le busca la horma a su zapato, se acomoda a las cosas pero sin seguir a los colegas. Un error común entre periodistas en criticarse entre sí y antes hay que ser autocrítico.
Santiago:
Mi consejo son dos cosas: primero, leer, esta es una sociedad en la que sobre todo las generaciones actuales no leen nada y no se puede esperar ser periodista sin leer.El oficio del periodista consiste en leer y escribir, pero la mayor parte del tiempo leer y no solo las noticias, leer literatura. Según la Cámara Colombiana del Libro, el promedio de lectura por año en el país es de 2,3 y 4,2 libros y eso es risible. La gente no lee, y las personas que tienen la ambición de convertirse en periodistas tienen que leer mucho. Eso ayuda a entender el mundo, a fortalecer los argumentos, a ilustrarse, etc. Mi otro consejo es que si uno va a ser periodista, jamás debe perder su capacidad de asombro, porque así pierde su capacidad de indignación y hay que ir contra esa marea que trata de llevarlo a acostumbrarse a las noticias. He escuchado cuando hay un accidente con 2 o 3 muertos, en la sala de redacción dicen »no importa» ,y claro que importa, son personas que perdieron su vida y familias que tienen un duelo porque sus seres queridos acaban de fallecer, y uno no puede acostumbrarse a las cosas malas, uno tiene que indignarse como periodista y como ciudadano.