Un sismo de magnitud 6,9 sacudió este domingo la localidad de Quellón, en el sur de Chile, provocando una evacuación por alerta de tsunami.
Según el Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile, el fenómeno telúrico, se sintió a las 11:01, hora local, (15:01 en la Península Ibérica) y su epicentro se localizó a 28 kilómetros al suroeste de Quellón y a 1.284 kilómetros de Santiago.
Tras el terremoto, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA) emitió una alerta de tsunami en la zona. De momento, se desconoce si el temblor ha provocado víctimas.
En el 2016 se presentó un conjunto de hechos históricos en todos los ámbitos, especialmente en el político, con el acuerdo de paz, y aunque el Gobierno Nacional tuvo que sortear varias dificultades, incluida la votación del plebiscito que el presidente Juan Manuel Santos promovió, terminó bien el proceso que se inició con las Farc en La Habana, Cuba.
Terminó, claro, la etapa de negociación y ya se emprendió la implementación, que también tendrá sus momentos complejos, aunque con seguros gracias a la posibilidad que abrió la Corte Constitucional para que se pudiera hacer uso del procedimiento legislativo especial para la paz, conocido como ‘Fast Track’ o ‘Vía Rápida’.
Seguros con miras a la reducción del tiempo necesario para el trámite de todas las normas y reformas que se necesitan para implementar los acuerdos, y sobre la condición de que cualquier modificación que se haga sobre las normativas deberá tener la aprobación del Ejecutivo.
Así pues, el 2017 parece que será un año sin mayores complicaciones, y en el que según el analista político John Mario González, “el Gobierno logre sacar lo grueso del acuerdo de paz. Probablemente haya alguna dificultad para sacar normas, sobretodo relacionadas con gasto público, que implica por ejemplo el punto uno del acuerdo, pero las reformas constitucionales y todo lo de carácter penal, parece que lo va a lograr”.
El próximo año, agrega González, también será un pulso entorno a quién llega a la Casa de Nariño por medio de las elecciones de 2018, y esto considerando principalmente que el gobierno del presidente Santos terminará sin ver la implementación total de todo lo acordado.
“Hay normas que el Gobierno no va a alcanzar a implementarlas de manera plena, me refiero a todo el punto uno o a todo el tema de sustitución de cultivos ilícitos, incluso todo el tema de participación política apenas lo vamos a comenzar a ver en las elecciones legislativas de marzo de 2018 y presidenciales. Pero lo grueso en el tema agrario, ese le va a tocar al próximo gobierno y ahí es posible que si llega alguien que haya sostenido una tesis contraria al presidente Santos, se reversen parte de los acuerdos de La Habana”, dice.
Los proyectos y actos legislativos que siguen
Gracias al procedimiento legislativo especial, el 2016 terminará con la aprobación de la Ley de Amnistía e Indulto, que será fundamental para el ingreso de los miembros de las Farc a las zonas veredales y el inicio del trámite de los actos legislativos de la Jurisdicción Especial para la Paz: uno, el que la crea como tal, y otro, el tratamiento que se le dará a los agentes del Estado, que es una iniciativa que se presentó aparte.
De ahí seguirán el acto legislativo que permitirá modificar la Ley Quinta, que es la que plantea todo el reglamente del Congreso, para que en condición de congresistas, con voz pero sin derecho a votar, los representantes de la agrupación política ‘Voces de Paz y Reconciliación’ puedan participar en los debates, ya que por el momento lo han hecho como personas naturales y mediante la declaración de sesión informal en los debates.
Y por supuesto, será radicada la reforma que permitirá la participación política de los miembros de las Farc, una vez hayan entregado las armas.
El 2017 iniciaría con el trámite del proyecto que permitirá la creación de la Unidad para la Investigación y Desmantelamiento de las Organizaciones Criminales, o de las organizaciones sucesoras del paramilitarismo, como lo han dicho las Farc, que ayudaría a dar respuesta sobre los asesinatos que se han producido en los últimos meses y que se presumen se han hecho por el proceso de paz.
En el acuerdo también se habla de la priorización de las leyes que se necesiten para establecer las normas de procedimiento de la Jurisdicción Especial para la paz, que deberán tener varios principios.
“El sistema será adversarial y respetará el debido proceso y el principio de imparcialidad, contemplará la debida publicidad y garantizará el principio de contradicción en la valoración de la prueba y la defensa, así como la doble instancia”, dice el acuerdo.
A lo anterior, se suma el proyecto o acto legislativo que le dé paso a la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto armado y a la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y no Repetición.
Está también la ley de tratamiento penal diferenciado para los delitos relacionados con los cultivos de uso ilícito, cuando los condenados o procesados sean campesinos que no hacen parte de las organizaciones criminales, y en la que se incluirá un tratamiento penal diferenciado para mujeres en situación de pobreza con cargas familiares que tampoco hagan parte de esos grupos.
Y tendrán que tramitarse también todas las normas que se requieran para la implementación, especialmente lo que tiene que ver con la financiación, incluidas las iniciativas que permitirán hacer el Plan Cuatrienal de Implementación junto al Plan Plurianual de Inversiones, que será incorporado en el Plan Nacional de Desarrollo.
Estas serían las primeras temáticas que sobre versarían las iniciativas que se tramitarán en el próximo año, además de las que vaya priorizando el Gobierno Nacional para que se empiece a cumplir con puntos como la reforma rural integral.
Las facultades especiales del presidente
El Congreso no solo tendrá que estar pendiente del trámite de las reformas y proyectos de ley mencionados. En este nuevo año el presidente Juan Manuel Santos empezaría a hacer uso de las facultades especiales que le permiten expedir decretos con fuerza de ley, los cuales, solo se harán en función de la implementación de lo acordado con las Farc. Esos decretos, dicen congresistas como Carlos Fernando Motoa, el legislativo las podrá revisar.
“El Congreso de la República no pierde la facultad para modificar los decretos de ley que expida el gobierno en estos seis meses de facultad que le entregan el acto legislativo. Si el presidente expide un acto con fuerza de ley para reglamentar alguno de los temas del acuerdo y el Congreso considera que no es lo adecuado incluso puede modificarlo. Esa competencia no se pierde”, dice el senador y presidente de la Comisión Primera del Senado.
Las facultades surgen también del acto legislativo en el que se creó el procedimiento legislativo abreviado y en él se establece que serán por seis meses con las siguientes limitaciones: no podrá expedir reformas constitucionales, leyes estatutarias, orgánicas, códigos, o leyes que necesiten mayorías calificadas o absolutas para su aprobación, ni podrá decretar impuestos.
La dejación de armas
Y finalmente, seguirá el cronograma de la dejación de armas que este año terminaría con el ingreso de las Farc a las zonas de concentración el Día D+30, que se cumple al finalizar diciembre.
En los primeros dos meses de 2017 se cumpliría el D+90, en donde se terminaría con la entrega del 30 % de las armas; 30 días después se habría entregado otro 30 %, y el 40 % restante se entregaría en los siguientes 30 días. Al cumplirse en total 180 días terminarían las zonas veredales transitorias.
Según el cronograma, contando días calendario, y teniendo en cuenta que el Día D se dio el pasado 25 de noviembre, un día después de la firma del proceso de paz en el Teatro Colón, el Día D+30 se cumpliría de hecho este domingo 25 de diciembre y los 180 días se cumplirían aproximadamente en el mes de mayo.
Sin embargo, teniendo en cuenta que solo hasta la próxima semana se terminaría de aprobar la Ley de Amnistía, y que hay retrasos con la adecuación de las zonas, lo más probable es que el Día D+30 se aplace un poco y así todo el cronograma.
La finalización de las zonas veredales se estaría dando entonces a mitad de año, si se logra sortear los inconvenientes que se presenten. Este será, de hecho, uno de los más grandes retos del próximo año.
Un fantasma recorrió el mundo en 2016 y amenaza con expandirse en el futuro: el populismo. Los avances de fuerzas contestatarias contra el establecimiento político en Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Austria, Alemania significan que algo muy profundo cambió. Los voceros de la rabia ciudadana obtuvieron victorias sonoras con Donald Trump y con el brexit, avances impresionantes con Norbert Hofer en Austria, y desafíos impredecibles para 2017 con el Frente Nacional francés y la Alternativa para Alemania, mientras Podemos en España y Syriza en Grecia ya se ganaron un espacio durable en sus países. El fenómeno se ha sentido en todas partes.
Y en todos los continentes tiene rasgos comunes. La palabra populismo, normalmente asociada con elementos antidemocráticos, se está usando para calificar la nueva corriente. También se habla de nacionalismo, con sus connotaciones de egoísmo y de enfocar las decisiones de gobierno en intereses nacionales. Otro hilo conductor es la rabia: la gente ha salido a la calle –y a las urnas- para tratar de sacar a quienes han estado en el poder en los últimos años. Sienten que el gobierno no funciona porque está desconectado de la gente, y buscan canales directos de expresión, sin tantos intermediarios y representantes, sin normas, ni jefaturas, ni corrección política, para lo cual el avance desbordado de las redes sociales ha sido un instrumento ideal.
Victorias como las de Donald Trump, el brexit e incluso el No en el plebiscito por la paz en Colombia resultaron sorpresivas e inesperadas, porque los factores tradicionales del poder –los partidos, los liderazgos de siempre, los medios de comunicación- defendían las alternativas que resultaron derrotadas, y porque las encuestas –ahora en el grupo de las tradiciones cuestionadas- habían pronosticado resultados distintos. También convergieron en otro punto: sacaron a flote la rabia popular contra las hegemonías tradicionales, la manipulación desde las cúpulas, la falta de espacios para gritar consignas distintas a los de la cultura política predominante. El bisiesto 2016 fue el año de los ‘emberracados’ contra la política tradicional.
Populismo de derecha, nuevo nacionalismo, partidos de la rabia. Las denominaciones varían porque aún falta precisar las características de lo que está ocurriendo y porque la batalla por calificarlo de manera favorable o crítica una vez más se siente en el terreno de las palabras. Para algunos, defensores de la democracia representativa y de las instituciones vigentes, se trata de un peligro que augura tiempos tormentosos para el sistema basado en la elección de gobernantes por voto popular, el ejercicio equilibrado del poder con contrapesos y un Estado garante de los derechos fundamentales. Para otros, en la cresta de la ola de moda, los actuales son tiempos propicios para renovar conceptos y para construir una oportunidad de sincerar las falencias de los sistemas políticos dominantes y para renovar las elites del poder.
No es la economía
Hace más de dos décadas, Bill Clinton llegó a la Presidencia de Estados Unidos tras derrotar al favorito George Bush padre. Su campaña descubrió que al electorado no lo movían los asuntos de defensa nacional –en ese entonces concentrados en la primera guerra del Golfo-, sino los que tenían que ver con su vida cotidiana y con su bolsillo. “Es la economía, estúpido”, escribió Clinton en su despacho para recordar que no debía salirse en sus discursos de la propuesta de invertir menos en seguridad para hacerlo en crear empleo y en planes sociales. Ninguna campaña electoral exitosa en los últimos 20 años no ha seguido esa línea: proponer empleos, controlar inflación y subsidiar la salud y la educación.
Ahora, el triunfo de Trump demuestra que en los tiempos que corren “no es la economía”. La candidata demócrata, Hillary Clinton, tenía todo lo que se necesitaba para ganar en la tradición de la mercadotecnia electoral: un antecesor, Obama, miembro de su partido y con más de 50 por ciento de aprobación, desempleo de menos de 5 por ciento e inflación controlada. Pero en Estados Unidos, como en casi todas las elecciones recientes, los votantes buscaron otras alternativas. Optaron por alguien descontento con las costumbres políticas.
Y si no es la economía, ¿entonces qué es? El populismo no es una ideología. Hubo versiones de izquierda en América Latina en el siglo XX y una nueva versión más reciente que trató de unificarse en torno al Alba, liderada por Hugo Chávez. Pero también hay, y ha habido, populismos de derecha. El populismo es una forma de ejercer el gobierno que normalmente reúne la mayoría de los siguientes elementos: un líder carismático que centraliza el poder, un discurso crítico frente a las elites, maltrato a las formas tradicionales, desprecio por los partidos tradicionales, y un discurso promesero y demagógico.
Es frecuente que el populismo tenga un fuerte componente nacionalista, y en la naciente versión del siglo XXI este se ha fortalecido en relación con el creciente fenómeno de inmigración causado por las oleadas facilitadas por el levantamiento de fronteras que trajo la globalización. Sobre todo en el primer mundo: en Europa y Estados Unidos se ha vuelto muy rentable para la política interna proponer limitaciones al ingreso de extranjeros, imponer más controles –¡hasta un muro!– y expulsar a los ilegales. Trump no ha sido el único beneficiario de esta actitud. El propio Obama ha realizado el mayor número de deportaciones de la historia. Ni qué decir en Alemania, Austria y otros países europeos. Por cuenta de la migración, el populismo dejó de ser un fenómeno exclusivo del tercer mundo, visto con desdén por los países desarrollados, y se convirtió, ahora, en una de las características del mundo más “avanzado”.
Lo cierto es que, al volar la última hoja de 2016, el mundo se preocupa por la interpretación del momento histórico. El futuro próximo aparece como una combinación de incertidumbre y pesimismo. Por una parte, porque la política de los indignados, al propagarse, significa una especie de salto al vacío. Una corriente de emociones que tiene más claro lo que quiere derrumbar que lo que anhela construir en su lugar. La democracia puede salir maltrecha. Y de otra, por las fisuras que se abren en el orden internacional. El nacionalismo, por definición, obstaculiza la cooperación y pone en segundo plano los pactos, para trabajar en forma conjunta en pro de intereses globales. Ante desafíos como los que implican el terrorismo internacional, el cambio climático, los estupefacientes, la carencia de instrumentos de trabajo mancomunado acercaría al mundo a un escenario peligroso en el que tienen mucho más que perder los países débiles.
¿Y Colombia?
Algunos consideran que la campaña y el triunfo del No en el plebiscito sobre la paz son la versión colombiana del fantasma que sacude la política en los cinco continentes: la voz de los ‘emberracados’, el triunfo de la rabia contra las instituciones políticas tradicionales. Igual que otras elecciones de 2016, el No triunfó inesperadamente por múltiples causas, de las cuales fue apenas una la preferencia –a favor y en contra- del acuerdo con las Farc. Los ganadores también votaron contra los derechos de la población LGBTI, contra la reforma tributaria, contra una eventual ‘venezolanización’ de Colombia. Estas rabias inundaron las redes sociales con argumentos más emotivos que racionales y con discursos que en muchos casos cayeron en lo que se ha llamado la política de la posverdad: exageraciones, datos falsos, mentiras abiertas que hoy se pueden difundir de forma masiva y sin responsabilidades transparentes. Tanto en el campo del No, como en la orilla del Sí, se acusa a la contraparte de haber incurrido en estas prácticas.
La campaña del plebiscito, su resultado y sus consecuencias, fue distinta a las que el país conoce. En parte, porque se trataba de una convocatoria a las urnas con muy pocos precedentes –si acaso, el plebiscito de 1958- y diferente a una competencia normal entre candidatos para un cargo. Pero es válido plantear si, como está ocurriendo en el mundo, también aquí hay un cambio en las prácticas políticas: en los discursos y actividades de campaña que son efectivos para alcanzar votos. Y, sobre todo, si esas modificaciones en el comportamiento de los electores son, más que un episodio aislado, una tendencia hacia adelante.
En 2017 se sentirá cada vez más la precampaña electoral para elecciones en las que podrán participar candidatos del partido que surja de la desmovilización de las Farc. Con la creciente polarización entre santismo y uribismo, es probable que el debate vuelva a centrarse el proceso de paz de La Habana. Un campo fértil para candidatos que intenten asumir la vocería de los ‘emberracados’, la expresión que utilizó el gerente de la campaña del No, Juan Carlos Vélez, para subrayar su éxito.
Pero el temor al populismo en Colombia se siente en ambas orillas del espectro político. En la derecha consideran que las Farc, al proponer un gobierno de transición a partir de 2018, pretenden precisamente abrir las puertas a un proyecto castro-chavista, que muchos catalogan de populista. Y en la izquierda, en cambio, consideran que la oposición al ingreso de las Farc al escenario político podría permitir que en la derecha se construya una alternativa anti-Farc –semejante a la que triunfó con el No- de corte también populista, a semejanza del modelo Donald Trump e impulsada por la llegada del magnate a la Casa Blanca.
Lo cierto es que las visiones sobre la paz –la positiva y la crítica- siguen siendo como el agua y el aceite. El plebiscito del 2 de octubre iba a ser la última palabra para cerrar la controversia, y solo profundizó la polarización y llevó el debate hasta 2018. Mientras en la penúltima semana del año The Economist resaltaba a Colombia como el país ejemplo de los últimos 12 meses, en la oposición se agudizaba el discurso para hablar del país como una dictadura equiparable a la de Venezuela. Santos es el presidente que firmó la paz, recibió el Nobel, y es admirado en la comunidad internacional. La oposición, encabezada por Álvaro Uribe, interpreta los sentimientos de los ciudadanos que preferirían un gobierno más eficaz para solucionar sus problemas cotidianos. Cada corriente es muy fuerte en un escenario: Santos, en el internacional, Uribe en el nacional. Con un panorama así, ¿qué tipo de estrategias proselitistas optarán los aspirantes presidenciables? ¿Acudirán al ‘todo vale’ para ganar la credibilidad de los ‘emberracados’? ¿Quién canalizará el descontento, y cómo?
En la campaña para las elecciones de 2018 el discurso de la rabia no se va a limitar al uribismo. Otros candidatos, que incluso hacen parte de la Unidad Nacional, son conscientes de su valor estratégico. El peligro es que una competencia por ganarse la bandera de los indignados termine en un desborde de demagogia y en una batalla campal en la que lo único que queda es una convergencia en el ataque a las instituciones de la democracia liberal.
El panorama que se abre para Colombia en 2017 no es tan distinto al dilema que se aproxima para el mundo. La segunda vuelta presidencial de 2014, disputada entre el uribismo y una alianza de centro e izquierdas, terminó con la reelección de Santos. Sin embargo, con una alineación de fuerzas semejante, el No derrotó al Sí en el plebiscito por la paz. Un pulso así, entre una coalición de liberales e izquierdas, detuvo en Austria a la opción de la derecha nacionalista. Y podría parecerse a lo que ocurrirá en el balotaje de las presidenciales francesas, en las que la centroderecha y el socialismo se podrían unir contra la ultraderechista Jean-Marie Le Pen.
Al final, el desborde de las rabias y la tentación populista solo puede llevar a uno de dos escenarios. El primero, el comienzo de una era de incertidumbre en la que se van derrumbando los cimientos de la democracia representativa. Y el segundo, una reacción contra el embate populista, que termine por fortalecer la credibilidad en las instituciones liberales. Un pronto regreso del péndulo, o la reconstrucción de la idea democrática. Los primeros días de Donald Trump serán un factor clave para entender cuál será el rumbo. Tal vez es muy pronto para predecir catástrofes, pero sin duda son tiempos para estar alerta.
El presidente envió al país un mensaje de Navidad lleno de deseos de reconciliación, perdón y, por supuesto, paz, al recordar que será el primer año en más de cinco décadas en que Colombia tendrá una nochebuena sin conflicto armado con las Farc.
Por: Redacción Política
24 DIC 2016 – 7:04 PM
Como no podía ser de otra forma, en la noche de Navidad de 2016, el año en que Gobierno y Farc lograron llegar a un acuerdo para dejar atrás más 50 años de conflicto armado, el presidente Juan Manuel Santos se refirió al país con un mensaje completamente centrado en la paz, el perdón y la reconciliación. Mediante alocución, el presidente deseó a todos los colombianos una noche muy especial en la que todas las familias puedan disfrutar juntas. Como regalo, dijo, los colombianos nos hemos regalado paz, pero instó al país a que se siga construyendo ese deseo de paz.
Tan lleno de deseos de paz estuvo el mensaje de Santos, que su primera frase fue “queridos colombianos: Navidad es noche de paz”, y no por el famoso villancico sino por la relación que hizo del hecho que se celebra, el nacimiento de Jesús, con el mensaje que trajo al mundo. “Es la noche donde celebramos que, hace más de dos mil años, en un establo en Belén, nació quien hizo del amor, de la paz y del perdón, su verdad y su evangelio”, ´dijo el presidente en su felicitación navideña a los colombianos.
Santos también aprovechó el mensaje para hablar de lo que sería un país en paz, aunque para él ya es un hecho que en esta Navidad los colombianos están completamente en paz. “Colombia vive por fin una verdadera noche de paz. Una noche donde podemos celebrar en familia el reencuentro, la reconciliación”, dijo el presidente, quien agregó que, de ahora en adelante, para este tipo de fechas se podrá celebrar con más tranquilidad, pues no habrá familias temiendo por la vida de sus hijos, ni familias huyendo de la guerra y sin un rumbo fijo para pasar la Nochebuena. “¡Eso ha quedado en el pasado!”, exclamó.
Como en los últimos meses del año quedó más que claro que el país está dividido, el presidente también pidió para esta época mucha unión, reencuentro y reconciliación entre los habitantes del país, debido al largo proceso que se viene para implementar la paz, y que por momentos parece avanzar más lento de lo que todas las partes se imaginaban.
“Celebremos nosotros también este logro extraordinario y hagamos de la paz ese regalo que nos merecemos y que debemos construir juntos para nunca más volver a los tiempos de odio, de envidia, de violencia. Es el mejor regalo que le podemos dar a nuestros hijos: que el espíritu navideño perdure más allá de diciembre y nos inspire para seguir construyendo paz en nuestras familias, en nuestras comunidades, en toda Colombia”, dijo el presidente en su alocución de este 24 de diciembre.
Finalmente, el presidente destacó la forma en que el mundo entero ha dado su visto bueno al proceso para finalizar la guerra con las Farc. “El mundo entero celebra la paz de Colombia. El Comité del Premio Nobel, la Iglesia Católica y su comunidad Franciscana, los más prestigiosos periódicos y revistas del mundo, exaltan a Colombia por haber logrado hacer posible lo que parecía imposible”, concluyó el presidente en el mensaje que mandó a pocas horas de que el país celebre una nueva noche de Navidad.
El papa Francisco asomado al balcón de la basílica de San Pedro.
En su bendición navideña ‘urbi et orbi’, el sumo pontífice se refirió al proceso de paz en Colombia.
Por: AFP y EFE |
El papa Francisco pidió este domingo «concordia» para el «querido pueblo colombiano», inmerso en un proceso de paz para poner fin a más de 50 años de conflicto, en su bendición navideña ‘urbi et orbi’ (a la ciudad y al mundo) en la plaza San Pedro de Roma. (Papa se reune con Santos y Uribe en el Vaticano).
«Pedimos concordia para el querido pueblo colombiano, que desea cumplir un nuevo y valiente camino de diálogo y reconciliación» afirmó el papa argentino en su mensaje.
El papa Francisco volvió a sacudir las conciencias en el día de Navidad, al repasar las guerras que afligen el mundo y los actos de terrorismo que han causado muertes y miedo en el corazón de las ciudades.
Asomado al balcón de la Logia central de la basílica de San Pedro, Francisco fue invocando la paz ante todas las guerras y males del mundo. Ya es una tradición que Francisco dedique su mensaje de Navidad a repasar las guerras y tensiones que provocan sufrimiento.
El pontífice argentino explicó que los ángeles anunciaron «paz en la tierra» con el nacimiento de Jesús y agregó que este anuncio quiere llegar hoy «a todos los pueblos, especialmente los golpeados por la guerra y por conflictos violentos, y que sienten fuertemente el deseo de la paz».
Comenzó invocando la paz para «la martirizada Siria, donde demasiada sangre ha sido derramada» y «sobre todo en la ciudad de Alepo, escenario, en las últimas semanas, de una de las batallas más atroces».
«Es muy urgente que se garanticen asistencia y consuelo a la extenuada población civil, respetando el Derecho Humanitario. Es hora de que las armas callen definitivamente y la comunidad internacional se comprometa activamente para que se logre una solución negociable y se restablezca la convivencia civil en el país», exhortó.
A los israelíes y los palestinos les pidió que «tengan la valentía y la determinación de escribir una nueva página de la Historia, en la que el odio y la venganza cedan el lugar a la voluntad de construir conjuntamente un futuro de recíproca comprensión y armonía». Deseó «unidad y concordia» para Irak, Libia y Yemen, «donde las poblaciones sufren la guerra y brutales acciones terroristas» y también en Birmania (Myanmar) y que se alivien las tensiones en la península coreana.
Con tono apesadumbrado, Francisco recordó la situación en Nigeria, «donde el terrorismo fundamentalista explota también a los niños para perpetrar el horror y la muerte». Pidió la paz en Sudan del Sur y en la República Democrática del Congo y también en Ucrania oriental, «donde es urgente una voluntad común para llevar alivio a la población y poner en práctica los compromisos asumidos».
También recordó el momento que vive Colombia tras la firma de los acuerdos de paz, al pedir «concordia para el querido pueblo colombiano, que desea cumplir un nuevo y valiente camino de diálogo y de reconciliación» Agregó que «dicha valentía anime también a la amada Venezuela para dar los pasos necesarios con vistas a poner fin a las tensiones actuales y a edificar conjuntamente un futuro de esperanza para la población entera».
«Paz a los que han perdido a un ser querido debido a viles actos de terrorismo que han sembrado miedo y muerte en el corazón de tantos países y ciudades», invocó. E Instó a una paz «no de palabra, sino eficaz y concreta» para todos «nuestros hermanos y hermanas que están abandonados y excluidos, a los que sufren hambre y los que son víctimas de violencia».
También tuvo un recuerdo en su mensaje de Navidad para los «desplazados, los emigrantes y refugiados, y los que hoy son objeto de la trata de personas» y lamentó que muchos pueblos «sufren por las ambiciones económicas de unos pocos y la avaricia voraz del dios dinero que lleva a la esclavitud».
Deseó también la paz para aquellos «marcados por el malestar social y económico, y a los que sufren las consecuencias de los terremotos u otras catástrofes naturales».
Un mensaje especial, como en la homilía de la misa del Gallo del sábado, fue para los niños, «sobre todo a los privados de la alegría de la infancia a causa del hambre, de las guerras y del egoísmo de los adultos». Después, Francisco impartió la bendición ‘urbi et orbi’ y pidió una Navidad llena de «solidaridad».
El boyacense aseguró que el 2016 ha sido el mejor año de su carrera deportiva.
Por: Redacción EL TIEMPO
Cuando se analiza con el ciclista colombiano Nairo Alexánder Quintana Rojas su actuación en el 2016, su cara cambia de inmediato, los ojos se le iluminan y la sonrisa aparece.
Nairo toma aire, levanta la cabeza, mira al cielo y piensa por tres segundos antes de soltar la frase: “Es que, la verdad, gané mucho, solamente estuve por fuera del podio en una carrera, por eso ha sido la mejor temporada de mi carrera”, aseguró el boyacense de 26 años, a quien le quedan, por lo menos, 8 años más en el ciclismo.
Eso sí, cuando se le toca el tema del Tour de Francia se pone serio y, aunque advierte que el tercer lugar de este año fue satisfactorio, siente que no ha logrado su máximo reto, al que ha llamado ‘el sueño amarillo’.
Quintana estuvo en nueve carreras y solo se retiró en el Premio Miguen Indurain. En sus piernas se acumularon 11.000 kilómetros en 74 días de competencia. De las nueve carreras, en ocho de ellas nunca salió del cuarto lugar, lo cual ratifica su excelente año.
El boyacense ganó cuatro clasificaciones generales, tres de ellas en el World Tour: Vuelta a Cataluña, Vuelta a Romandía y Vuelta a España y, además se impuso en la Ruta del Sur.
En su palmarés figuraron tres triunfos de etapa: Romandía, Ruta del Sur y Vuelta a España, y los puntos le alcanzaron
para llegar al segundo cajón del podio en el escalafón del World Tour, detrás del eslovaco Peter Sagan y superando al británico Chris Froome, a quien no ha podido vencer en el Tour.
Corrió en Colombia, terminó de cuarto en el Nacional de Ruta en fondo, que se disputó en el patio de su casa, una prueba a la que quiere seguir asistiendo, pues es la única en la que puede ser admirado por el público nacional.
Nairo habló con EL TIEMPO, analizó su año, los triunfos, las derrotas; fue sincero al aclarar lo que pasó en el Tour y lo que significaron las otras victorias.
De igual manera, analizó lo que viene, el 2017, un año para el que trazó dos objetivos claros: el Giro y el Tour. No le da miedo hacerlas, mucho menos ir por el título de las dos, algo que no se logra desde 1998, cuando el italiano Marco Pantani fue el campeón.
¿Qué analiza del 2016?
Ha sido el mejor año de mi carrera. Tengamos en cuenta que este año, solo en una prueba no estuve en el podio, solo me retiré en una, en el Gran Premio Miguel Indurain, eso lo dice todo.
¿Por qué no terminó?
Tenía que estar en la Vuelta al País Vasco enseguida y llevábamos a un líder a quien le íbamos a dar una oportunidad, por eso decidimos bajarnos y no pudimos pelear el podio.
¿Satisfecho?
Claro, en unas luché por ganar y no pude, en otras lo pude hacer y, pues, la Vuelta a España fue la que me coronó campeón, y cerré este sensacional año, el mejor en mi vida deportiva.
¿Qué le dice el tercer lugar en el Tour?
Es un gran puesto, porque en las condiciones en que estaba pude quedar ahí. La verdad es que la pasamos mal, y la superioridad del equipo Sky fue muy evidente, por eso se hizo difícil.
¿Pudo ser mejor?
Bueno, es un podio, y es un podio en el Tour de Francia; no lo hice en la carrera de la Vuelta de la esquina, muchos no lo entienden, pero para mí es un orgullo.
¿Ya descubrieron por qué no rindió al máximo en el Tour?
Fueron las alergias, y estamos trabajando en eso para llegar el año que viene en las mejores condiciones para superarlas.
¿Cómo trabajan en eso?
No es fácil, eso no se quita de un día para otro; no hay medicina para eso, pero hacemos el ejercicio para intentar que no me dé tan fuerte la próxima vez que me encuentre con este problema.
¿Le faltó algo por hacer en el 2016?
No, estoy muy tranquilo. Siempre doy todo de mí, es lo que tengo, y eso da la tranquilidad de no tener remordimientos y de no deberle nada a nadie.
¿Qué opina de sus victorias en Cataluña, Romandía y la Ruta del Sur?
Fueron excelentes; aunque la Vuelta a España los opaque, son victorias que me llenan, bonitas, de mucho reconocimiento, con rivales muy fuertes.
¿Por qué las destaca?
Vencimos a Chris Froome en unas, a Alberto Contador en otras, a los dos en otra, a los gallos con los que peleamos siempre, por eso es un orgullo ganar carreras de una semana, pero me quedan algunas por conquistar.
¿Ya definió algo de la primera parte de la temporada que viene?
Vamos a correr parte de enero y febrero en España, regresaré a preparar el Giro y luego el Tour. No vamos a San Juan, en América correremos poco.
¿Está de acuerdo con la propuesta de que los equipos en las carreras sean de 8 corredores?
Según las carreras en las que se haga. Si hablamos de las grandes, pues es complicado controlar la competencia porque si vas de líder, pues es muy difícil. Hay que tener en cuenta que los 8 estén bien, que lleguen en las mejores condiciones y que no haya bajas en el equipo, eso es otro punto importante y que hay que analizar.
Se han ido varios de sus compañeros, pero ¿los que han llegado llenan el vacío?
Han llegado corredores interesantes; destaco a Daniele Bennati, quien es un hombre que nos ayudará en el llano, experto en pruebas en las que nos vamos a encontrar fuertes vientos y que nos ayudará en el tema de los abanicos. La idea es fortalecer el equipo, y eso es lo que hicimos. Espero que nos acompañen en buena forma.
¿Hará Giro y Tour en el 2017?
Sí, ya definido todo. Al Giro vamos a ir a hacer representación, intentar hacerlo bien, pero con el objetivo de salir en buenas condiciones de esa carrera para afrontar el Tour.
¿Le llama la atención ganar el Giro en sus 100 años?
Por eso nos hemos atrevido a hacerlo, porque será una fecha especial, una conmemoración ideal para celebrarla. Ya lo ganamos, y por qué no volverlo a hacer en el 2017.
¿Qué opina del recorrido del Tour?
Es particular, tiene un poco menos de montaña que los otros años, pero habrá más invitados aspirando al podio; así han diseñado el recorrido los organizadores.
¿Le gusta que sea más abierto?
Sí, habrá más lucha, y lo bueno es que no hay demasiada contrarreloj, y eso es bueno porque no nos sacarán mucho tiempo.
¿Y podría ganar Giro y Tour?
El objetivo es el Tour, vamos a afrontar el Giro con mucho carácter, decisión y con un gran equipo, a ver qué podemos hacer. Nos hace ilusión ganarlo, pero tenemos un compromiso con el Tour.
Según eso, no defenderá el título de la Vuelta a España…
No está en los planes, es que haremos Giro, Tour y es difícil hacer la ronda con todo ese desgaste que vamos a tener. Es que con el Giro y el Tour es más que suficiente.
¿Un deportista como usted se acostumbra a estar en el lote de los mejores del año?
Sí, es un reconocimiento bonito; lo que pasa es que algunas veces diferentes medios de comunicación y entes representativos se ríen del deportista. No quisiera meterme en más, pero se siguen riendo de él, sabiendo que el deportista tiene una productividad corta, y ellos siempre sacan y sacan beneficios del ciclista, y siempre son reconocimientos simbólicos.
¿Qué le molesta?
Que hoy uno ve a grandes deportistas que fueron importantes hace 10, 15 o 20 años, que económicamente no tienen nada y se les brindaron reconocimientos simbólicos. Ellos llenaron de emociones a los espectadores y económicamente a los organizadores de los eventos, que nunca tienen en cuenta a los atletas, y recibimos una palmada en la espalda; eso es una falta de respeto.
Tomado de:
Lisandro Rengifo Redactor de EL TIEMPO
@lisandroabel
La visita del pontífice argentino, de 80 años, a su predecesor de 89 años, se enmarca «en la sencillez de la relación cotidiana entre el Santo padre y el papa emérito».
Por: EFE
Francisco visitó al papa emérito Benedicto XVI en la residencia donde se aloja, la «Mater Ecclesiae»,inmersa en los Jardines Vaticanos, para felicitarle la Navidad.
La oficina de prensa del Vaticano explicó que la visita del pontífice argentino, de 80 años, a su predecesor de 89 años, se enmarca «en la sencillez de la relación cotidiana entre el Santo padre y el papa emérito».
Es tradicional que Francisco acuda antes de Navidad a felicitar a Benedicto XVI en la residencia en la que vive desde su renuncia en febrero de 2013 con cuatro laicas consagradas de la comunidad «Memores Domini».
El pasado 17 de diciembre, Joseph Ratiznger mandó un mensaje escrito de felicitación a Francisco por su 80 cumpleaños y posteriormente, por la tarde, le llamó personalmente por teléfono.
Además Benedicto XVI, de 89 años, le hizo llegar «tres pequeños regalos», no desvelados por el Vaticano pero de alto contenido «simbólico» para el papa argentino.
Dos periodistas antioqueños se encuentran amenazados y aseguran que no cuentan con medidas de protección. Sergio Monsalve y Giovanis Llanes Ramírez manifiestan que son víctimas de hostigamientos y amenazas de muerte. Los dos han presentado las respectivas denuncias a las autoridades pero no han sido atendidas.
Debido a las intimidaciones, Monsalve ha estado encerrado en su casa en el municipio de Chigorodó desde hace seis meses, el mismo tiempo que se demoró el estudio de riesgo de la Unidad Nacional de Protección (UNP). La semana pasada la UNP le respondió para anunciarle que le entregarían un chaleco antibalas y un celular como medidas de protección. “Yo con un celular no me puedo defender, y la UNP es tan desordenada que se olvidaron que yo ya tenía un chaleco desde mitad de año”, aseguró Monsalve, que ya ha sufrido tres atentados en su contra, de los cuales ha salido ileso.
El periodista ha realizado denuncias de la corrupción administrativa en Chigorodó, del microtráfico en los centros educativos, y de abusos sexuales a menores de edad. Estos temas serían los causantes de las constantes amenazas de muerte.
A Llanes, el sábado 17 de diciembre, dos hombres le dispararon desde una moto mientras se encontraba con su esposa en un restaurante en Cali. Él viene denunciando desde 2014 la corrupción administrativa alrededor del diferendo limitrofe entre Antioquia y Chocó, en Belén de Bajirá. Dede este municipio, por amenazas de muerte, tuvo que desplazarse a Bogotá, donde también sufrió dos atentados. Por último se trasladó a Cali, y ahora, con el último ataque, dice que tendrá que esconderse en otra ciudad.
El caso de Monsalve, a pesar de no contar con esquema de seguridad, aparece registrado en las bases de datos de la Fundación Para la Libertad de Prensa (FNPI), mientras que Llanes manifiesta que no tiene protección porque no han atendido sus demandas.
El contralor Juan Carlos Granados le pidió a la Fiscalía que investigue a sus subalternos por concusión, cohecho, concierto para delinquir y fraude procesal. Dos de ellos llevan 24 años en la entidad.
El contralor de Bogotá, Juan Carlos Granados, destapó esta semana lo que parece ser otra olla podrida dentro de ese organismo de control, que al menos desde la época de Carrusel de la Contratación (administración de Samuel Moreno, 2008-2011) no ha logrado dar un mensaje contundente de que la vigilancia de los dineros públicos de la ciudad está en las manos adecuadas.
En esa época, como se recordará, hasta la propia cabeza de la entidad, Miguel Ángel Moralesrussi, terminó enfrentado a la justicia por su presunta participación en el desfalco a Bogotá. Estuvo detenido, con medida de aseguramiento, entre 2011 y mayo de 2016, cuando un juez determinó que podía afrontar su proceso penal en libertad.
Ahora, Granados ha puesto en conocimiento de la Fiscalía y de los medios de comunicación que por lo menos tres de sus subalternos están inmersos en lo que parece ser una red interna de cobro de coimas a ciudadanos investigados por ese organismo de control, a cambio de favorecerlos en las indagaciones en su contra.
El detonante fue un audio de 45 minutos que recibió el pasado martes 20 de diciembre un asesor de su despacho, de manos de dos contratistas que al parecer eran víctimas de los empleados de la Contraloría. En concreto, en la grabación se escucha la conversación entre uno de los denunciantes y una funcionaria que Granados identifica como Hermelina Angulo. Ella le pide al contratista $60 millones a cambio de favorecerlo en una investigación.
Después de escuchar el audio, Granados acudió a la Fiscalía y la denunció a ella y a otros dos funcionarios por cuatro delitos: concusión, por pedir la coima; cohecho propio, por aceptar plata a cambio de omitir sus funciones; fraude procesal, por el posible fraude en la decisión que favorecería a los contratistas; y concierto para delinquir, pues aparentemente no se trata del acto aislado de unos funcionarios, sino de una posible estructura de corrupción organizada dentro del organismo de control.
Esto último es algo que se infiere de la grabación, como lo hizo notar Granados en su relato ante la Fiscalía. Allí hizo énfasis en que la señora Angulo advierte que “esto es una organización”, habla del “jefe mayor” y agrega: “el tema no es mío (…) yo soy tan solo una fichita aquí”.
¿Quiénes son los denunciados?
Además de Hermelina Angulo Angulo, la denuncia también involucra a Gabriel Alejandro Guzmán Useche y a Óscar Ricardo Calderón Camacho. Los tres han trabajado juntos, en distintos niveles, en la fiscalización de los recursos de las alcaldías locales.
Para entender mejor el vínculo entre ellos hay que tener en cuenta que en el organigrama de la Contraloría de Bogotá hay una Dirección de participación ciudadana y desarrollo local, encargada de fiscalizar los recursos que manejan las localidades. El director de esa dependencia fue hasta esta semana Gabriel Alejandro Guzmán Useche, a quien el contralor declaró insubsistente y sacó de la entidad por el escándalo que acaba de estallar. Era un funcionario de libre nombramiento y remoción, no de planta, que llegó a la entidad el 14 de mayo de 2012, cuando el contralor distrital era Diego Ardila, quien terminó su periodo de cuatro años el pasado 14 de febrero.
De la Dirección de Participación Ciudadana depende la Subdirección de Gestión Local, donde trabaja Ómar Ricardo Calderón Camacho y donde, en años anteriores, ha trabajado Hermelina Angulo Angulo, los otros dos funcionarios enredados. Ambos son de planta y llevan 24 años en la Contraloría.
Calderón Camacho es un arquitecto que llegó a la Contraloría el 12 de febrero de 1992. El pasado 9 de febrero, cinco días antes de que el entonces contralor Gerardo Ardila terminara su periodo, lo nombró gerente encargado de la Subdirección de Gestión Local. Esta dependencia es la que controla las gerencias de la Contraloría en las localidades, es decir, a los funcionarios conocidos como contralores locales, de los que hay uno por localidad. Calderón Camacho se desempeñaba como contralor local de Usme hasta que se descubrió su posible vínculo con la exigencia de coimas. La investigación de la Contraloría por la que aparentemente se exigió dinero es por un contrato en esa localidad.
Hermelina Angulo Angulo, por su parte, es abogada oriunda de Barbacoas (Nariño) e ingresó a la Contraloría el 15 de mayo de 1992. Ocupa un cargo en la Subdirección de Capacitación, pero también ha estado como encargada en puestos directivos de las subdirecciones de Gestión Local y de Responsabilidad Fiscal. De hecho, desempeñaba un encargo en esta última, que lleva las investigaciones por posibles detrimentos patrimoniales, cuando el contralor Granados conoció la grabación que la implica en la presunta exigencia de dinero.
A los dos funcionarios de planta no solo los investigará la Fiscalía, sino la oficina de control interno de la Contraloría, anunció Granados. La Auditoría Fiscal, encargada de vigilar la gestión de la Contraloría de Bogotá, anunció también que revisará las investigaciones archivadas en los últimos dos años para evaluar su soporte jurídico y probatorio.
El Espectador conoció, por fuentes de la Contraloría, que una vez Granados dio a conocer este caso varios contratistas del Distrito se han acercado al organismo de control con la intención de denunciar más irregularidades. Lo que indicaría que el lío de los tres funcionarios sería solo la punta del iceberg.
IVA, impuesto de renta a personas jurídicas y medidas para combatir la evasión, entre los temas que más controversia generaron en las plenarias del Senado.
Con 43 votos por el sí, y 16 por el no, se aprobó la reforma tributaria. Se espera la conciliación.
En medio de fuertes debates, y grandes diferencias entre las distintas bancadas, se aprobó este jueves el articulado del proyecto de reforma tributaria estructural en la plenaria del Senado. La votación final fue 43 votos por el sí y 16 por el no. Se designó a Arleth Casado, German Hoyos, Juan Manuel Corzo, y Jose Alfredo Gnecco como conciliadores de la reforma.
Entrada la noche la plenaria del Senado aprobó el alza del IVA de tres puntos al 19 por ciento, aunque con algunas modificaciones.
Las toallas higiénicas no pagarán esa tasa sino el cinco por ciento, mientras que los aceites mantendrán un impuesto del 19 por ciento y no del cinco como también se buscaba en las discusiones.
También se aprobó el llamado impuesto a los combustibles, el cual establece una tarifa por pagar según el factor de emisión de dióxido de carbono de cada combustible. En el caso de la gasolina, se decidió una tarifa de $135 por galón.
Otra de las modificaciones que se aprobó fue una proposición para que el 0,5 por ciento del IVA sea utilizado para financiar préstamos en el Icetex con 0% de interés.
En la plenaria del Senado se mantuvieron las discusiones sobre otros aspectos como el impuesto a la renta para personas jurídicas, así como el articulado relacionado con los castigos que se les impondrán a las personas que evadan su obligación de pago de impuestos o recaudo de estos cuando estén obligados a ello.
Desde ya se anticipa que en estos puntos harán parte de los temas que entrarán en la conciliación con lo aprobado en la Cámara el jueves en la madrugada, aunque todo depende de lo que salga de las discusiones finales en Senado.
Las discrepancias en torno al incremento de tres puntos en el impuesto al valor agregado (IVA), parte de la columna vertebral de esta iniciativa, mantuvo encendido el debate buena parte de la jornada entre quienes apoyaban al Gobierno en ese punto y los que se oponían a toda costa a que esto se aprobara, lo que hizo pensar a algunos parlamentarios que el proceso de discusión y aprobación de todo el articulado tendría igual suerte que la corrida en la Cámara.
Allí, la evacuación de todo el articulado no solo tomó las jornadas del martes y del miércoles, sino que esta se extendió hasta pasadas las 2 de la madrugada del jueves, en las que también hubo espacio para discutir otros aspectos fundamentales como el impuesto a la renta y los castigos a la evasión.
El tire y afloje entre los parlamentarios del Polo, el Centro Democrático y las bancadas que apoyaban al Gobierno, quienes se turnaban la palabra para defender sus argumentos, hicieron que el debate del IVA se prolongara por varias horas.
Armando Benedetti, senador del partido de ‘la U’, dijo que se estaba acudiendo a una estrategia para dilatar las discusiones de la reforma tributaria.
Otros argumentaron que algunos parlamentarios estaban aprovechando la votación del IVA para hacer política, mientras que senadores del Polo y del Centro Democrático ratificaron sus posiciones de no votar el incremento de tres puntos del IVA.
Alexander López, senador del Polo Democrático, sentenció desde muy temprano que su voto no sería para apoyar un alza del IVA ni la reforma tributaria en general porque esta atentaba contra los colombianos que hoy pagan impuestos, pero que carecen de salud, transporte y servicios de telefonía de calidad.
Por eso su propuesta fue hacer una revisión integral de la reforma que permitiera corregir todas las fallas y desaciertos.
El IVA se convirtió así en el punto de convergencia entre dos partidos que están en orillas opuestas, como el Polo y el Centro Democrático.
Susana Correa, senadora del Centro Democrático, no solo compartió la posición de López, sino que además señaló que “nadie le cree al Gobierno ni al ministro de Hacienda (Mauricio Cárdenas) cuando hablan de reducción del gasto público”, por lo que también reiteró su negativa a apoyar la reforma.
A medida que avanzaba la jornada y la discusión de cada punto relacionado con el capítulo del IVA se ampliaba con cada proposición e intervención de los senadores, comenzaron a surgir iniciativas para que ese articulado se aprobara en bloque, tal como había ocurrido con otros puntos de la reforma el miércoles (242 artículos se votaron en bloque).
De inmediato, la senadora Claudia López, del partido Alianza Verde, rechazó de tajo esa propuesta y exigió a la plenaria que se votara cada artículo de manera independiente, mientras la lectura de proposiciones se hacía cada vez más extensa.
A su turno, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, mantuvo su defensa en la estructura general del proyecto e invitó a los senadores a pensar en la necesidad que tiene el país de lograr unos mayores ingresos futuros que le aseguren recursos no solo para realizar las inversiones en infraestructura para ser más competitivos, sino también en los programas sociales que requiere Colombia para ser un país más justo y equitativo, algo que no se lograría si el proyecto tributario no lograba aprobarse en esta legislatura.
Nudo en zonas francas
La tributación que se aplicará a las empresas que hacen parte de las zonas francas fue otro de los puntos álgidos que más les costó a los senadores debatir y sacar adelante.
Las posiciones fueron tan distantes que el miércoles, pasadas las 7 de la noche, y en medio de las controversias que generó el tratamiento tributario igualitario para todas las empresas que operan en cera de 100 zonas francas, el presidente del Senado, Mauricio Lizcano, ordenó levantar la plenaria.
En esencia, lo que propuso el Gobierno, y que al final fue aprobado, es que todas las zonas francas del país tengan igual tratamiento tributario en materia de impuesto de renta, cuya tasa baja del 33 por ciento a solo el 20 por ciento, en tanto no tendrán que pagar parafiscales, lo que, según el Ministro de Hacienda, mejorará la competitividad de estas zonas y sus empresas.
En medio de las discusiones de este tema, el senador Arturo Char pidió que se mantuviera la carga tributaria, pero siempre y cuando fuera para productos de exportación.
Esta propuesta fue respaldada por la senadora Claudia López, quien afirmó que no es cierto que estas zonas sean generadoras de empleo en el país, en la medida que muchas de estas son de propiedad de un solo empresario.
‘Esta reforma es una gran desilusión y no cumple con las expectativas’
Lo acordado y aprobado del proyecto de reforma tributaria en las plenarias de Cámara y Senado no está dejando muy contentos a algunos empresarios del país, quienes ven con preocupación los avances de esta iniciativa del Gobierno. Juan Pablo Córdoba, presidente de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), dijo que lo aprobado hasta ahora le genera una gran desilusión.
“La sobretasa del 2017 y 2018 es contraria al propósito de equilibrar las cargas tributarias en el país y no logra el objetivo de hacer que la inversión en Colombia sea competitiva. Todo lo contrario, no solo no se baja la tributación a las empresas formales sino que se aumenta. Es una gran desilusión”, dijo.
Otro proyecto clave al que se hizo Odebrecht en Colombia fue la Ruta del Sol.
A esta hora, agentes del CTI buscan documentos y archivos en Cormagdalena, en el norte de Bogotá. Odebrecht, empresa recién condenada en Estados Unidos por corrupción, era su socio en el proyecto para recuperar la navegabilidad del río Magdalena.
En la mañana de este jueves, horas después de que se conociera que la justicia de EE.UU. confirmó sobornos por parte de la constructora Odebrecht en países como Colombia para ganar contratos, funcionarios del CTI allanaron las oficinas de la Corporación Autónoma Regional del Río Grande de la Magdalena (Cormagdalena). La empresa brasileña hacía parte de la Alianza Público Privada que trabaja en el proyecto para volver a hacer navegable el río Magdalena.
Odebrecht figuraba como socio mayoritario de Navelena, el socio de Cormagdalena en ese propósito. En marzo de este año, cuando se supo que el expresidente del grupo empresarial, Marcelo Odebrecht, había sido condenado en Brasil por corrupción, lavado de dinero y asociación para delinquir, Cormagdalena informó que el proyecto seguía en pie y que el Ministerio de Transporte estaba monitoreando la situación. En mayo, Odebrecht cedió su participación en el proyecto.
El fallo que se conoció en la noche del miércoles, emitido por la Corte del Distrito Este de Nueva York, señala que Odebrecht pagó unos US $788 millones en sobornos en 12 países latinoamericanos, incluido Colombia, en donde se calcula que pagó más de US $11 millones en sobornos entre 2009 y 2014 para hacerse a contratos de obras públicas.
Este 21 de diciembre, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos informó que tanto Odebrecht como Braskem, una empresa petroquímica brasilera también, aceptaron cargos y admitieron pagar una sanción de US $3,5 billones por los sobornos que pagaron en países como Angola, Argentina, Panamá, Perú, Mozambique, Venezuela y México, para a cambio conseguir millonarios contratos. En Colombia, el Gobierno solicitó investigaciones para que se aclare quiénes, cuándo y cómo recibieron esos millones de dólares para beneficiar a esta empresa brasilera, que también ha tenido participación en uno de los proyectos más ambiciosos de carreteras en Colombia: la Ruta del Sol.
*Nota de la Editora: la información inicial que obtuvo este diario es que se trató de un allanamiento y así se publicó. La Fiscalía acaba de confirmar la visita en Cormagdalena pero aclara que fue una inspección y, por ende, hacemos esa misma aclaración a nuestros lectores.
Cerca de 1.500 policías estarán facilitando la entrada y salida de los 800.000 carros que transitarán en las afueras de la ciudad los fines de semana de Navidad y Año Nuevo. Transmilenio habilitará un carril para agilizar el tráfico.
A puertas de la celebración de Navidad y Año Nuevo, Bogotá se prepara para enfrentar el tráfico que demandan estas fechas. Según informes de la Secretaría de Movilidad y de la Policía se dispondrán 1.500 uniformados para facilitar la entrada y salida de los 800.000 vehículos que transitarán en las afueras de la ciudad.
Los días 24 y 31 de diciembre se habilitará un carril de Transmilenio desde la zona de Apogeo hasta la Autopista Sur. El siete de enero del próximo año también estará disponible el tramo del sistema público. Asimismo, los semáforos que van de la Avenida Boyacá a Soacha tendrán intermitencia con el fin de que los viajeros que se trasladen a los municipios de Fusagasugá, Melgar y Girardot puedan movilizarse más rápido.
Para quienes salgan por la vía Bogotá-La Mesa-Girardot, desde la avenida Boyacá hasta Mosquera, se encontrarán con semáforos intermitentes el 23, 24, 30 y 31 de diciembre y el seis y siete de enero del 2017.
Durante el éxodo del 23, 24, 30 y 31 de diciembre y del seis y siete de enero del próximo año, también habrá intermitencia en los semáforos que van de El Tunal a la entrada La Aurora, los cuales conducen a la vía Bogotá-Villavicencio. Adicionalmente, se tendrán auxiliares de peaje en el Boquerón y Pipiral.
De acuerdo a lo estipulado por las autoridades, se hará control a la movilidad en las terminales satelitales y en los cruces viales. De igual forma, se pondrán auxiliares en los peajes de los municipios de Chusacá y Chinauta para agilizar el pago y controlar el tráfico.
En cuanto al movimiento que se dará en las terminales de transporte de la ciudad, se estima que durante la temporada decembrina se atenderán al menos 1’500.000 usuarios que circularán en 115.000 buses. Por ahora, los destinos a los que más están viajando las personas son Girardot, Cali, la costa Atlántica, Medellín y Villavicencio.
Por otro lado, recuerde que desde el lunes 26 de diciembre la Administración Distrital levanta la restricción del pico y placa para de agilizar el desplazamiento de las personas que salen y llegan a la capital. La medida se extenderá hasta el viernes 6 de enero de 2017.