Circulo de Periodistas de Bogota
Casa Blanca dice que medios de comunicación deslegitiman a Trump

Foto: Olivier Douliery / EFE

Donald Trump ya había atacado este sábado a la prensa estadounidense por los reportes que publicaron sobre la cantidad de asistentes en la ceremonia de posesión.

Reince Priebus, jefe de gabinete, afirmó que no van a «aceptar» esta situación.

Por:  REUTERS |

El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Reince Priebus, intensificó el domingo las críticas del Gobierno de Donald Trump a los medios de comunicación, a los que acusó de tratar de deslegitimar al presidente, y prometió combatir a ese tipo de cobertura «con diente y uña».

«Los medios han estado hablando de deslegitimar la elección desde el día uno«, comentó Priebus en una entrevista con el programa ‘Fox News Sunday’.

(Le puede interesar: Con un decreto contra el ‘Obamacare’, Trump inicia cambios en EE. UU.)

Acusó a los medios de atacar al nuevo presidente y afirmó que «no vamos a quedarnos sentados y aceptarlo«.

Priebus habló un día después de que el nuevo presidente republicano usó una visita a la sede central de la CIA para atacar a los medios tras reportes sobre la cantidad de asistentes a su toma de juramento el viernes.

(Además: La pelea de Trump con servicio de inteligencia le puede salir muy cara)

REUTERS

Tomado de:El Tiempo.com

 

En riesgo el diagnóstico para el cáncer en Colombia

Pacientes se demoran entre cuatro y siete meses para recibir los tratamientos de medicina nuclear. / Gustavo Torrijos

SALUD 21 ENE 2017 – 9:00 PM

La Asociación Colombiana de Medicina Nuclear advierte que estos servicios están colapsados y podrían desaparecer en dos años. En parte, explican, se debe a la dura reglamentación impuesta por el Ministerio de Minas.

Por: María Mónica Monsalve S.
En Twitter: @mariamonic91

Hasta ahora, Lilia Guacaneme Tovar había logrado superar las barreras que impone el sistema de salud. Desde que le diagnosticaron una enfermedad huérfana que le afecta el hígado, hace 16 años, y supo que sufría del síndrome de Sjogren, un trastorno autoinmune que le reseca la boca y los ojos, “aprendió a no quedarse quieta” para recibir sus tratamientos.

Sin embargo, justo cuando creía que había dominado el sistema, en marzo del 2016 le dijeron que tenía cáncer de tiroides. Una enfermedad que, explica, se convirtió en el mayor obstáculo que ha enfrentado, pues a pesar de que logró hacerse la cirugía en agosto, a la hora de recibir yodo radiactivo, tratamiento que los médicos recomiendan hacer máximo cuatro meses después de la cirugía, se lo programaron para junio de este año. Es decir, diez meses después.

Al igual que Lilia, son varios los pacientes que se han topado con un muro a la hora de acceder a los servicios de medicina nuclear, una especialidad que utiliza elementos radiactivos para diagnosticar y tratar varias enfermedades, incluidos ciertos tipos de cáncer. Lo paradójico es que mientras en el resto del mundo el campo crece, en Colombia parece ir en reversa.

Por lo menos, esta es la conclusión a la que llegó el doctor Germán Ríos, presidente de la Asociación Colombiana de Medicina Nuclear, después de ver como los consultorios se iban cerrando y eran cada vez más los pacientes que se sumaban a las listas de espera. “Pasamos de hacer 115 consultas en el 2005 a hacer alrededor de 102 hoy en día, de las cuales solo 30 hacen tratamientos y el resto se dedica al diagnóstico”, afirma.

Pero, más allá del dato, el problema de que estos servicios cierren se traduce en que los pacientes que quedan a la deriva terminan migrando a otras consultas. Esto hace que los tiempos de espera para estudios vitales como las gammagrafías, que detectan anomalías en los órganos, o el PET/CT, que permite localizar tumores y conocer estadio de distintos tipos de cáncer, entre otros, se prolonguen más allá de lo recomendado.

Sólo haciendo un sondeo rápido, entre sus colegas, para saber cuánto tiempo se demora un paciente para recibir el yodo radiactivo –como el que necesita Lilia y que debe hacerse en menos de cuatro meses–, Ríos obtuvo estos estimados: cuatro meses de espera en Cartagena, cinco en Pasto y Bucaramanga y ocho en Cali. “Estamos hablando de un promedio de siete meses para recibir el tratamiento contra el cáncer de tiroides, que es el séptimo de mayor incidencia en el país. Se cree que la población con cáncer aumentará a 4.000 personas, pero sólo tenemos capacidad para 1.600”, comenta.

Para agregarle fuerza a su preocupación, también arroja este dato: después de remover la glándula tiroidea, los pacientes con este cáncer que no reciben yodo radiactivo y supresión hormonal, bajan su probabilidad de curación del 97 % al 80 %.

¿Culpa de una reglamentación muy conservadora?

Hace dos meses, mientras el presidente Juan Manuel Santos viajaba al hospital Johns Hopkins (Estados Unidos) para realizarse un estudio conocido como PET/Scan, en el que se le hizo un barrido para identificar si su superado cáncer de próstata había hecho metástasis, entre los médicos nucleares colombianos empezó a correr un descontento. El afamado examen se habría podido hacer en el país, pero la reglamentación no lo permite.

“Acá tenemos los equipos, el personal y la capacitación, pero no hay autorización para ingresar el radioactivo que sirve como insumo”, afirma Ríos. “¿Qué pasa entonces con los demás colombianos que no pueden coger un avión e irse para ser tratados?”.

Al igual que Ríos, parecen ser varios los físicos médicos que creen que las estrictas normas que tienen el Invima y el Ministerio de Salud, pero sobre todo el Ministerio de Minas, ente encargado de regular la energía nuclear, son las que no les han permitido despegar.

Aunque el problema es de vieja data, la inquietud de los médicos nucleares aumentó en el 2014, cuando el Ministerio sacó una resolución que, según ellos, les ponía reglas excesivas para la situación social y económica del país. Por ejemplo, les exigían unas licencias de construcción y diseño para crear los centros de medicina nuclear que, desde el punto de vista de los médicos, no eran necesarias, teniendo en cuenta que la cantidad de radioactividad que utilizan en sus procedimientos es muy pequeña.

Por otro lado, los índices permitidos para verter el material que puede seguir teniendo propiedades radiactivas una vez el paciente lo desecha por la orina, sin recibir tratamiento, “eran 1.000 veces menores que lo recomendado por el Organismo Internacional de Energía Atómica de las Naciones Unidas (OIEA)”. Lo que implicaba, en otras palabras, que casi toda el agua que sale de estos consultorios y, por ende, de los hospitales que tienen estos servicios, debía ser tratada. Esto, sumado a otras normas que les exigen, haría que en un plazo no mayor a dos años la medicina nuclear desapareciera de Colombia, advirtieron los médicos nucleares.

Para resolver la cuestión, empezaron a crear mesas de discusión entre los médicos nucleares y el Ministerio de Minas. “El ministro Arce sí nos ha escuchado y hemos avanzado”, aclara Ríos.

Ante estas dos quejas, afirma Rosa Torres, coordinadora de Asuntos Nucleares del Ministerio, se hicieron unos cambios que, en resumen, adoptan los niveles de despensa establecidos por la OIEA, les permiten a los médicos presentar su propio diseño de gestión para manejar los desechos y les dan una prórroga de tres años para perfeccionarlos. Además, cambiaron la licencia de construcción por un registro lo que, en teoría, agilizaría el proceso para crear nuevos centros.

Por su parte, Rutty Paola Ortiz, viceministra de Energía, explica que detrás de todas las normas que exige el Ministerio, lo que se busca es garantizar los niveles de seguridad tanto para los ciudadanos como para el medio ambiente, pero “que siguen abiertos a recibir las inquietudes”.

La experiencia, sin embargo, ha cargado a los médicos nucleares de escepticismo, pues creen que esta normatividad, emitida apenas en diciembre de 2016, se puede sumar a una pila de documentos que no generen un cambio real. Su argumento, en parte, viene de que quienes se encargan de dar el sí o no a los registros son funcionarios del Instituto Geológico Colombiano, quienes no conocen sobre la práctica médica.

“Uno de los inconvenientes del proceso es que somos vigilados por un instituto de tierra, donde hay físicos, ingenieros, geógrafos con muchas capacidades, pero que no saben sobre la práctica hospitalaria. Aplican la reglamentación como si fuéramos Bavaria, pero es que nosotros vemos pacientes con una problemática social y con el agravante de que tenemos un déficit de medicina nuclear”, afirma Uriel Chica, doctor en bioingeniería y físico médico.

Frente a esto, advierte la viceministra de Energía, la cartera “no tiene por qué cumplir con los mismos perfiles profesionales que sus usuarios, ya que la tarea principal de los evaluadores es tener competencias en protección y seguridad radiológica”, no en física médica. Además, cuenta que entre el 2015 y el 2016, siete evaluadores tenían estudios de posgrado en protección radiológica y física médica.

Lo cierto, mientras se sabe cómo entrará en práctica la nueva regulación, es que en varias partes del país hay centros de medicina nuclear que se mantienen momificados. El único que existía en Popayán y que atendía a gran parte de los pacientes del Cauca, por ejemplo, está cerrado desde hace más de un año. Según la página del Servicio Geológico Colombiano, hasta el 21 de noviembre de 2016, sólo 95 centros tenían autorización para operar en el país.

En Medellín, el doctor Alejandro Ríos, que ha trabajado en esta especialidad desde 1985, cuenta que también tiene dos centros de medicina nuclear sin autorización: uno en el Pablo Tobón Uribe y otro en la Clínica Cardiovascular Santa María. En promedio, en ambos atendía a 500 pacientes mensuales que han tenido que irse a otros servicios.

“Aquí hay que entender que no es que queramos trabajar de una manera irresponsable o sin regulación, porque seriamos los más expuestos. Sino que toca expedir normas que tengan coherencia con las condiciones sociológicas del país”, advierte.

A los pacientes que estén en lista de espera, mientras tanto, les tocará aprender, como a Lilia Guacaneme, a moverse dentro del sistema. Ella, por ejemplo, pidió una segunda cita para ver si le pueden hacer la radioterapia antes. Si no, a mitad de año tendrá que viajar a Girardot porque, según le explicaron, en Bogotá no hay camas disponibles hasta entonces.

Tomado de:El Espectador.com

Un «paseo de la muerte»

Foto:Carlos Lozano, Director del semanario Voz.

El periodista y dirigente político de izquierda Carlos Lozano dijo que está viviendo un verdadero «paseo de la muerte», pues necesita tratamiento para el cáncer que padece y la EPS Coomeva no se lo ha podido garantizar. Según dijo tiene atención asegurada solo hasta este martes en la Liga contra el cáncer. Entre Fosyga, Coomeva y la Liga se tiran la pelota y su salud se agrava. Dijo que tres instituciones le han cerrado las puertas por el no pago de la EPS.

Tomado de la sección «debes saber»,de El Tiempo dominical. 

Donald Trump firma su primer decreto: flexibilizar la reforma sanitaria de Obama

Trump, este viernes, firmando su primer decreto en el Despacho Oval flanqueado por su vicepresidente y jefe de gabinete. EVAN VUCCI (AP) / EL PAÍS VÍDEO (REUTERS)

Donald Trump aprobó la noche del viernes su primer decreto como presidente de Estados Unidos. El objetivo fue una de sus enseñas de campaña: la reforma sanitaria del mandatario saliente, Barack Obama. La orden ejecutiva, que Trump firmó en el Despacho Oval tras finalizar el desfile presidencial, insta a los departamentos gubernamentales a flexibilizar la regulación relacionada con el llamado Obamacare, mientras el Congreso debate cómo derogar y reemplazar la ley.

El decreto pide a las agencias que “alienten el desarrollo de un mercado abierto y gratuito” sobre servicios sanitarios, y permite anular provisiones de la ley que impongan cargas fiscales a los Estados y sus ciudadanos.

Poco después de la toma de posesión de Trump, la página web de la Casa Blanca recogía el listado de prioridades del nuevo presidente, que suponen un repliegue de Estados Unidos para centrarse más en sus problemas nacionales: recortes fiscales, derogación de regulaciones energéticas que obligaban a reducir emisiones contaminantes, impulso al proteccionismo comercial, refuerzo de las Fuerzas Armadas y la lucha contra el crimen, y un muro en la frontera con México contra la inmigración irregular. En política exterior, aboga por un plan “agresivo” contra el yihadismo. El republicano promete que los ciudadanos guiarán su política y dejarán de ser los “olvidados”.

Su equipo también eliminó de la página oficial de la Casa Blanca casi todas las menciones a las políticas de cambio climático. El movimiento no ha llegado por sorpresa. De esta forma, cumplía su promesa de hacer retroceder la política de Obama al respecto. Además, la página se ha remodelado: también se han eliminado los planes sobre los derechos de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales (LGTB) y el resto de páginas en las que se informaba de las políticas del anterior presidente, informa The New York Times.

El republicano firmó además los dos primeros nombramientos de su Gobierno, después de ser aprobados por el Senado: los generales retirados James Mattis como secretario de Defensa y John Kelly al frente del Departamento de Seguridad Interior. Ambos juraron el cargo en una ceremonia con el vicepresidente Mike Pence.

A Trump le quedan 13 jefes de departamento pendientes de ser confirmados por el Senado. En su primer día como presidente en 2009, Obama ya tenía a siete secretarios de su Gobierno oficialmente nombrados. A la espera de su aprobación por los legisladores, los departamentos tienen secretarios en funciones procedentes de la anterior Administración. Por ejemplo, el que era subsecretario de Estado con Obama, Tom Shannon, es ahora el jefe en funciones de la diplomacia estadounidense.

En su primer comunicado presidencial, Trump elogió los nombramientos de Mattis y Kelly, e instó al Senado a cumplir su “obligación constitucional” y confirmar “con rapidez a mis altamente cualificados nominados para el Gobierno”.

“Estuve muy ocupado, pero estuvo bien. Un día precioso”, dijo Trump, sobre su investidura, en unas breves declaraciones a la prensa en el Despacho Oval, que sufrió sus primeras modificaciones tras la salida de Obama. Las cortinas grises situadas detrás del escritorio han sido sustituidas por unas doradas. Y además colocará un busto del ex primer ministro británico Winston Churchill.

En paralelo a la firma de la orden ejecutiva (decreto) sobre la reforma sanitaria, el nuevo jefe de gabinete de Trump, Reince Preibus, difundió un memorando en que insta a todas las agencias a congelar cualquier nueva regulación, según explicó el portavoz Sean Spicer.

El freno a regulaciones y a Obamacare eran dos iniciativas que se daban por descontadas en las primeras horas del republicano en la Casa Blanca.

En varios documentos difundidos este viernes por la Casa Blanca, el equipo de Trump da algunos detalles sobre sus políticas económica, exterior y comercial. En energía, aboga por rebajar los límites contaminantes, pero no hay mención al Acuerdo de París contra el cambio climático, del que el republicano ha dicho que podría retirar a EEUU.

También llama la atención la escasa referencia a la política migratoria, más allá de prometer deportar a los inmigrantes indocumentados con antecedentes delictivos. Sobre el muro fronterizo con México, emblema de campaña, Trump reiteró la semana pasada que iba a construirlo y que preveía que lo pagara el país vecino.

Sí se mantiene la promesa de sacar a EE UU de la Asociación Transpacífica, el acuerdo de libre comercio con 11 países del Pacífico. El magnate, que hizo del proteccionismo una enseña electoral, considera el TPP un “desastre” y aboga por negociar acuerdos bilaterales. También apuesta por revisar el NAFTA, el acuerdo de libre comercio con México y Canadá, y amenaza con salirse del tratado si los otros dos países se oponen a renegociarlo.

En política exterior, Trump aboga por la doctrina de “paz mediante la fuerza”, un guiño a la estrategia estadounidense durante la Guerra Fría, abanderada por el expresidente Ronald Reagan. “Este principio hará posible un mundo estable, más pacífico con menos conflictos y más terreno en común”, señala uno de los informes de la Casa Blanca.

Pese a alejarse del multilateralismo, insignia de la presidencia de Obama, y de la idea de EE UU como faro moral, el texto defiende la vía diplomática en el tablero internacional y hablar con enemigos, como ha hecho Obama con Cuba e Irán. “El mundo debe saber que no vamos al extranjero en busca de enemigos, que siempre estamos contentos cuando viejos enemigos se convierten en amigos, y cuando viejos amigos se convierten en aliados”, sostiene la nueva Administración.

Tomado de:El País.com,de España

Decenas de miles de personas se concentran en Washington para decirle no a Trump
Miles de personas se manifiestan en Washington contra Trump al día siguiente de su jura como presidente de EE UU. JOSE LUIS MAGANA AP

La Marcha de las Mujeres atrae a la capital a manifestantes de todo EE UU y otros países

Decenas de miles de personas se concentraban este sábado en Washington para marchar en apoyo a las minorías, los inmigrantes y los derechos civiles y sociales, especialmente los de las mujeres, que temen estén en peligro con la llegada de Donald Trump al poder.

Tan solo unas horas después de que el republicano jurara el cargo como presidente 45 de Estados Unidos y firmara su primera orden ejecutiva, con la que paralizó de inmediato una parte de la reforma sanitaria de su predecesor, el demócrata Barack Obama, estadounidenses venidos de todo el país, pero también personas venidas desde Canadá o México, confluyeron en las afueras del Capitolio para participar en la Marcha de las Mujeres, para la que han confirmado su asistencia en las redes sociales más de 200.000 personas.

Una cifra que, en vista de la congestión del metro —a dos horas del comienzo de la concentración era ya casi imposible montar en un vagón— y de las avenidas próximas al origen de la marcha, no parecía exagerada.

Therese Anderson viajó desde Minnesota junto con su hermana Jennifer para participar en la marcha, la primera de su vida, subrayó. “Eso te da una idea de lo importante que era para mí venir aquí”, explicó Therese, para quien era fundamental marchar en Washington en “apoyo a toda la gente humillada por Trump durante la campaña electoral”. Anderson trabaja en temas de desarrollo internacional y dice estar muy preocupada por que Trump pueda poner freno a las ayudas a países pobres. Pero no es lo único que le inquieta del nuevo presidente. “Nos hemos pasado los últimos cien años intentando hacer mejor este país y no queremos que Donald Trump lo eche todo a perder”, señaló.

Ese mismo sentimiento le llevó a Hope tomar un avión desde Milwaukee -“que estaba lleno de mujeres”, subraya— para viajar hasta Washington. Muchas más mujeres de su ciudad se organizaron en las redes sociales para viajar en autobús, agrega. Hope portaba en sus manos una pancarta hecha por su hija con un mensaje sencillo escrito con letras infantiles: “Somos seres humanos, no muebles”. En la espalda, una capa roja con un mensaje a Trump: “Escúchanos, estás para servirnos” firmado por 15 amigos y amigas que no pudieron desplazarse hasta Washington.

A la cabeza, como miles de mujeres y hombres más esta mañana lluviosa en la capital estadounidense, Hope portaba un gorro de lana rosa hecho a mano con la forma de las orejas de un gato. La prenda, que este sábado sustituía la gorra roja de los trumpistas de la víspera, se ha convertido en un símbolo contra Trump. Se la llama el “pussy hat”, un juego de palabras con el doble sentido de “pussy”, que significa tanto gatito como “coño”, y hace referencia a la misoginia del nuevo presidente y a las revelaciones que casi hacen descarrilar su campaña de que, hace una década, se vanaglorió de que podía hacer con las mujeres “lo que quiera, incluso agarrarlas por el coño” sin su consentimiento.

La Marcha de las Mujeres, que empezó como una iniciativa privada de una mujer que, consternada por la victoria de Trump preguntó en Facebook a varias de sus amigas si se animarían a ir a Washington al día siguiente de la investidura, ha acabado convirtiéndose en un fenómeno nacional y hasta internacional apoyado por estrellas como Cher, Lena Dunham, Katy Perry o Robert DeNiro y que recoge intereses tan variados como la defensa de la igualdad salarial o el derecho a maternidad, los inmigrantes, el medioambiente o la comunidad LGTBI. Pero lo que está considerado ya como la “otra inauguración” en Washington tiene un denominador común: la “preocupación y miedo” que ha provocado la llegada a la presidencia estadounidense de alguien tan divisivo, agresivo y misógino como Donald Trump, y la necesidad de demostrar que las minorías, en su conjunto, son tan numerosas que “es imposible ignorarlas”, según los principios de la Marcha.

La concentración bebe, tanto en nombre como en ideales, de la Marcha del Millón de Mujeres que hace justo 20 años reunió en Filadelfia a miles de mujeres afroamericanas que reclamaron más oportunidades para la comunidad negra, así como de la histórica Marcha por Trabajos y Libertad en la que en 1963 Martin Luther King pronunció su histórico discurso “Tengo un sueño”.,

Tomado de:El País.com, de España

Oración por Trump

Quién lo creyera, Señor, pero a veces pecas y empatas: pusiste a vivir en el mismo país a Walt Whitman y a Trump.

Señor, los polacos dicen que la vejez te salió mal. En lo de Trump, tampoco te fue mejor. No había necesidad de incurrir en un lapsus con nombre de pato para notificarnos, ‘urbi et orbi’, que haces lo que quieres.

Sospecho que tomaste compensatorio el día que se aprobó el articulito aquel de la Constitución gringa, que le permite a gente como Trump ser presidente con dos millones de votos menos que Hillary. A veces tienes un sentido del humor que te envidiarían Mark Twain, Groucho Marx y Woody Allen juntos.

Si en algún momento de su eterno mandato de cuatro años se te ocurre decirle “estás despedido”, gracias mil.

Quién lo creyera, Señor, pero a veces pecas y empatas: pusiste a vivir en el mismo país a Walt Whitman y a Trump.
Por una vez, lamento que me hubieras negado la condición de suculenta fémina, de caderas hechizas hechas en el quirófano, para no darle ni la hora de la semana pasada en caso de que me echara los perros.

Pregunta: ¿podrías sacar de la manga algún escandalito que nos permita ahorrarnos al señor Trump? Ya nos diste la mano con Nixon.

Al lado de Nixon, Trump es un aprendiz con el sartal de mentiras que suele ensartar. El caballero se saca de la boca una hamburguesa para decir ‘posverdades’, el nuevo nombre de las mentiras. Señor, no es por molestar con jota, pero esta vez se te fue la mano en gallina. Puedes rectificar.

Menos mal Trump todavía ignora quiénes somos nosotros. En esto te damos unas cataratas del Niágara de agradecimientos.

Mafalda, retirada del bullicio, diría que el mundo está enfermo de los Estados Unidos.

¿Será que es mucho pedirte que le escondas el Twitter al hombre que se ha casado tres veces y detesta los números impares?

Si ya como presidente, posesionado este viernes, insiste en construir el nefasto muro en la frontera con México, te sugiero repetir el episodio de la torre de Babel y confundir a los trabajadores. Cuando pidan un ladrillo, que les alcancen una caja de condones.

Ah, recuerda esconderle el cuarto donde bosteza el botón nuclear.


Óscar Domínguez

www.oscardominguezgiraldo.com

Tomado de:El Tiempo.com

Gobierno responde al fiscal sobre preocupaciones en Jurisdicción Especial para la Paz

Bogotá, 21 de enero _ RAM_ El gobierno le aclaró al fiscal general, Néstor Humberto Martínez, que según el punto 38 del acuerdo final para la terminación del conflicto, la participación de guerrilleros de Farc en el Sistema Integral de Verdad, Justicia y Reparación y la Justicia Especial para la Paz, depende de la dejación de las armas.

En un comunicado el gobierno establece: “Claramente quien no participe del proceso de dejación de armas en los términos establecidos en el Acuerdo Final, es decir, que hace entrega de sus armas a las Naciones Unidas en las Zonas Veredales, no podrá tener acceso a los tratamientos penales especiales previstos en el Sistema”.

Mientras que el fiscal Martínez había dicho que así como está redactado el proyecto de acto legislativo que crea la nueva Justicia de Paz, “las disidencias de las Farc podrían terminar cobijadas con las penas alternativas a pesar de haberle hecho ‘conejo’ a la negociación de La Habana”.

En cuanto al tema de la llegada a las Zonas Veredales Transitorias de Normalización y a los Puntos Transitorios de Normalización (PTN), las Farc,el comunicado del gobierno dice: “a través de un delegado expresamente designado para ello, hará entrega al Gobierno del listado de todos los y las integrantes de las Farc”.

Tomado de:Eje21

¿URIBE/SANTOS: La alternativa del 2018?

¿Uribe-Santos 2018? Foto iris.net.co

Por Octavio Quintero, El Satélite

Un ejemplo de periodismo objetivo es el trabajo desarrollado por Alejandro López Ortiz, internauta vinculado a la red social que propende por la reivindicación de los derechos de los pensionados a la igualdad y a una vida digna.

López Ortiz dudó de la veracidad de una información divulgada inicialmente por DEBATE, un periódico virtual de reciente aparición al servicio del Centro Democrático del expresidente Uribe, el cual, aprovechando una resolución de la Registraduría Nacional sobre el reconocimiento de un comité de ciudadanos dispuesto a recoger apoyos para un referendo constitucional aprobatorio, tituló la información, con evidente mala intención: “EN COLOMBIA SÍ SE PUEDE REVOCAR AL PRESIDENTE, REGISTRADURÍA APROBÓ RECOLECCIÓN DE FIRMAS PARA REFERENDO REVOCATORIO DE SANTOS”.

Para una persona que usualmente tenga que ver con asuntos constitucionales, de inmediato se da cuenta que el titular es fruto de la ignorancia o la mala fe porque tanto la Constitución como la ley solo habilitan en Colombia la revocatoria de mandato de gobernadores y alcaldes. Pero, para un lector que no tiene mayor información legal y constitucional, y que además tiene del presidente Santos tan mala imagen, según las encuestas, pues, su impulso es a dar por cierta la noticia, y hasta alegrarse de su consecuencia.

López se dio a la tarea de averiguar, por derecho de petición, el alcance de la resolución de la Registraduría y lo consiguió, y ha procedido correctamente a difundir en su red social la respuesta oficial del ente nacional.

VER RESPUESTA DE LA REGISTRADURÍA

Aprovechemos la circunstancia para hablar de posverdad, esa palabreja que, según el Diccionario Oxford, fue la más usada en los medios de comunicación en el 2016 con el significado de “circunstancias en las que los hechos objetivos tienen menor influencia en la formación de la opinión pública que los llamamientos a la emoción y a la creencia personal”.

La columnista en GES, Violeta Yangüela, se refirió recientemente al término, posverdad, en su columna “Hackeo y Twitter”, agregándole claridad al significado al explicar que el término “pos”, pegado a verdad, indica que la verdad, en este caso, pertenece a un tiempo en el cual se ha vuelto insignificante o irrelevante, o sea, lo que queda atrás, está superado.

Llegamos así a la era en la que algo que aparenta ser verdad es más importante que la verdad misma. Lo verdadero no es lo que está ocurriendo, es decir, la realidad misma, sino lo que se dice y guste a la gente y, además, haga parte de sus creencias. En pocas palabras, lo que importa no es la realidad sino su percepción.

¿Por qué ahora insistir tanto en esto, al menos de nuestra parte? Porque nos parece, salvo mejor opinión, que esta posverdad fue la que dominó tres resultados electorales que se erigieron en el 2016 como emblemáticos de que algo raro está sucediendo en la democracia occidental: el Brexit de Gran Bretaña; el NO del plebiscito por la paz en Colombia; y, la elección de Trump en Estados Unidos. En los tres casos, los analistas más conspicuos van coincidiendo en que la gente votó más con emoción y por creencias personales que por razones medibles, verificables y comprobables.

A decir verdad, posverdad es un arma electoral ya de uso corriente en nuestro medio. Posverdad dominó la reelección de Santos en donde la gente no votó tanto por sus resultados de gobierno del primer cuatrienio, como por la esperanza de una paz estable y duradera; posverdad que, dos años más tarde, adquiere otra dimensión: la gente ya no votó por la esperanza de una paz estable y duradera sino por la animadversión que tenía por las Farc-Ep y por el mismo gobierno. Si a esto le agregamos la creencia desplegada de que los acuerdos de La Habana se metían con la ideología de género y la familia, el coctel quedó servido a favor del NO. Nosotros le hemos agregado a este coctel un pasa bocas: la confianza del gobierno de que el SÍ a la paz ganaba por sí solo y que no era necesario regar mucha mermelada sobre los políticos para que salieran a comprar votos, como lo hacen en elecciones de Congreso y Presidencial.

¿Y qué tiene que ver todo lo anterior con la falsa noticia de que en Colombia se puede revocar el mandato presidencial?

Ah, pues, como políticamente al sistema le ha dado tanto resultado la polarización, qué mejor que cultivarla y llevarla hasta las elecciones de Congreso y Presidencial del 2018 en donde, con cara sigue ganado el sistema y con sello seguimos perdiendo todos nosotros.

Si en el pasado reciente nos llevaban a las urnas con la promesa de acabar con las Farc o negociar la paz, a partir del 2014 nos llevaron a escoger entre Santos o Uribe que son, como dice la gente, la misma perra con distinta guasca. Y parece que por el mismo camino nos quieren llevar a las elecciones del 2018. Hoy en día, para mal de Colombia y de sus gentes, la alternativa democrática no es gobierno-oposición sino los mismos con las mismas.

Fin de folio.- No es votando con el estómago como podremos sacar a los malos de la casa de todos. Si queremos cambiar no podemos seguir haciendo lo mismo, como alguna vez dijera Einstein.

Tomado de:Revista Corrientes.

El estilógrafo de Fidel Castro que terminó empeñado en Bogotá
Foto: Archivo particular

Juan Darío Lara (i), Jaime Viana, Amparo Pérez y Fernando Barrero 

Anécdotas del encuentro del fallecido líder cubano con una delegación de periodistas hace 40 años.

Por:  JUAN DARÍO LARA | 

Que se empeñe por razones económicas una joya o cualquier otro objeto de valor no es extraño, para eso están destinadas las casas de compraventa que, por una suma que no es la requerida ni la justa, sacan de apuros a cualquier persona.

Sin embargo, entre todos los tipos de artículos que circulan a diario en las vitrinas de estos establecimientos, hubo uno de valor emotivo y romántico que no merecía este triste final. Se trató del estilógrafo bañado en oro con el que el comandante Fidel Castro firmó la Constitución de Cuba.

Un valioso instrumento que estuvo ligado con un personaje que creó actitudes contradictorias en el mundo y que hace 40 años fue empeñado por una deuda en una de esas casas de compraventa o en algún lugar de diversión de la capital del país.

(Le puede interesar: Cuba rinde homenaje a Fidel Castro con mensaje de resistencia a Trump)

En febrero de 1976, el entonces Emabajador Ramiro Andrade, exparlamentario del Movimiento Revolucionario Liberal (MRL), fallecido en junio del año pasado, se reunió con el extinto Comandante para dialogar en tono jocoso y serio con algunos periodistas y empresarios colombianos que para esa fecha visitaban la embajada de La Habana, este último, en un acto de desprendimiento y generosidad, le obsequió el preciado estilógrafo al fallecido periodista Yolian Londoño Passos.

En un momento de la reunión, el emblemático líder cubano quiso prender un gigantesco habano, y en un gesto audaz Londoño le extendió su brazo que sostenía un ‘mechero’ prendido con una llama inmensa que sorprendió a Fidel, no solo por el fogonazo sino porque lo obligó a echar su cabeza hacia atrás para evitar de esta manera que se quemara su espesa barba.

Aterrado preguntó: “¿Qué es eso? ¿Un ‘mechero’ hecho por los ‘gringos’?”, lo que de inmediato causó un estallido de risas entre los asistentes que lo rodeábamos.

Como un acto de reciprocidad con el periodista, Castro sacó del bolsillo izquierdo de su chaqueta verde oliva el famoso estilógrafo de oro y se lo obsequió a Londoño, no sin antes decirle: “Con esta pluma firmé la Constitución de Cuba”.

Los periodistas Alberto Giraldo, Amparo Pérez, Fernando Barrero y Jaime Viana, con quien compartí esta experiencia en Cuba, quedaron al igual que yo, atónitos por el acto que había acabo de realizar el líder cubano. Entre los empresarios de la misión comercial que visitaban la isla en ese momento estaban Fabio Echeverry Correa, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi); Emilio Urrea Delgado, presidente de Fenalco; Armando Devia, presidente de la Cámara Fedemetal adscrita a la Andi, y Alberto Galeano, director de Proexport (ahora Procolombia).

(Además: Cuba prohíbe usar el nombre de Fidel Castro en espacios públicos)

Al concluir la reunión con Fidel Castro, varios integrantes de esta comitiva le ofrecieron al periodista comprarle el invaluable objeto por el precio que fuera, sin embargo él prefirió guardarlo para mostrárselo a su familia y amigos una vez aterrizara de nuevo en Colombia.

No obstante, la admiración por el inesperado regalo que recibió de manos del propio Fidel Castro le duró poco a Londoño, quien en un arrebato de sinceridad me confesó que lo había empeñado; no recordaba dónde ni por cuánto dinero a cambio.

En ese diálogo que sostuvo en la embajada de La Habana hace cuatro décadas, el mandatario cubano exhibió a los asistentes los amplios conocimientos que tenía sobre Colombia, en especial sobre su economía, política y otras actividades; incluso en algún momento de la noche hasta llegó a preguntar sobre la producción de hierro del país y las “sabrosas arepas colombianas”.

Ése día además aprovechamos para preguntarle sobre la participación que tuvo en el desarrollo del famoso ‘Bogotazo’, que tuvo lugar el 9 de abril de 1948, tras el asesinato del excandidato presidencial por el partido Liberal Jorge Eliécer Gaitán.

(Lea: Raúl Castro convierte en ley el último deseo de Fidel)

Castro nos aclaró que nunca participó en esa acción. “Me hallaba en los alrededores del Hotel Granada, cuando observé una muchedumbre gritando que se dirigía hacia la avenida Jiménez, traté de ir pero me detuve por precaución. Lo lamenté mucho”.

Respondió también preguntas de los invitados a la embajada sobre la participación de las tropas cubanas en Angola, en lo que se conoció en su momento como ‘Operación Carlota’.

El Comandante argumentó que lo hacían por el abandono en que los tenía el ‘imperialismo yanqui’; potencia a la que despreció a causa del embargo comercial que realizó Estados Unidos a Cuba desde comienzos de los 60.

¡Qué paradoja! Castro no solo alcanzó a ver restablecidas las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos en el 2015, además extendió su revolución a Colombia apoyando las guerrillas internas del país y facilitó su territorio por más de cuatro años para que se desarrollaran de manera efectiva los diálogos de paz entre las Farc y el Gobierno Nacional.
Fidel Castro murió el viernes 25 de noviembre del año pasado a las 9:30 de la noche (hora de Cuba), según lo comunicó oficialmente su hermano Raúl: “Ha muerto Fidel Castro, el Comandante de la Revolución Cubana”.

Tenía 90 años recién cumplidos y hacía algunos días había dicho ante el Congreso del Partido Comunista Cubano: “A todos nos llega nuestro turno”.

Por Juan Darío Lara, socio del CPB,
Especial para EL TIEMPO

Tomado de:El Tiempo.com

Con Trump comienza una era de incertidumbre e improvisación entre Estados Unidos y América Latina
El presidente electo Donald Trump y su esposa Melania visitan el monumento a Abraham Lincoln en Washington este jueves. CreditDoug Mills/The New York Times
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WASHINGTON — A pocas horas de que Donald Trump inicie su gestión como presidente número 45 de Estados Unidos, y a pesar del protagonismo que tuvo México durante su campaña, la volatilidad y la inexperiencia política del nuevo mandatario han llevado las expectativas de América Latina al mismo nivel que las del mundo entero: nadie sabe muy bien qué esperar de Trump ni qué resultará del choque entre sus pretensiones y la realidad.

Analistas y expertos consultados por The New York Times en Español coinciden al menos en un punto: es probable que nada cambie profundamente para la región en esta nueva etapa, pero el tono y la perspectiva de la relación entre América Latina y Estados Unidos no estarán marcados por las oportunidades, sino por las amenazas y la improvisación. Una particularidad que tendrá efectos concretos en países como México, uno de sus principales socios comerciales, donde cada rueda de prensa de Trump y hasta sus tuits han impactado en los mercados y han generado una caída histórica del peso mexicano frente al dólar.

Más allá de las múltiples promesas que el magnate de bienes raíces hizo en su campaña, el analista venezolano Moisés Naim sostiene que Trump se topará rápidamente con “el síndrome Guantánamo”, refiriéndose a que Obama luchó durante ocho años para cerrar la prisión en Cuba sin lograrlo: “Va a descubrir que cosas que a él le parecen obvias o que prometió en campaña no son posibles de hacer”.

Ricardo Ernst, profesor en la McDonough School of Business en Georgetown University, usa otra expresión para describir la misma expectativa: este presidente, dice, “podría ser caracterizado como un perro que ladra mucho pero que no necesariamente muerde”.

Aunque existe una preocupación compartida por la agresividad y la efervescencia del nuevo presidente, en términos generales Naim espera “más de lo mismo” de esta etapa, “pues la característica de la política de los presidentes y la Casa Blanca, de Washington en general hacia América Latina, es una de desdén amistoso”.

La región, dice, no compite ni siquiera como amenaza: “No tiene terroristas suicidas ni bombas atómicas, no tiene conflictos armados entre países, sus problemas no se irradian al resto del mundo como China, Europa, Irán. No logra calificar con sus problemas en la lista de los top ten”, y solo figura con asuntos de inmigración y drogas.

El gabinete designado por Trump, de hecho, será el primero desde la administración de Ronald Reagan en no incluir un solo latino entre sus miembros.

Una relación transaccional

Si América Latina no ha sido históricamente una región prioritaria para Estados Unidos, Trump parece haber descubierto los beneficios proselitistas de vapulear a los latinos sin tener que pagar un alto costo político: inició su campaña calificando a los mexicanos como “violadores y criminales”, dijo que iba deportar a más de tres millones de inmigrantes, atacó al TLCAN como “uno de los peores acuerdos probablemente firmados en cualquier lugar”, prometió construir un muro y hacer que México pague por él y aseguró que el primer día de su presidencia se saldría del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica.

Activistas latinos protestan en contra del muro que prometió construir Donald Trump frente a la Convención Republicana en julio de 2016. CreditWhitney Curtis para The New York Times

Para Peter Hakim, presidente emérito y senior fellow de The Dialogue, será interesante ver si Trump deja de usar a México como parte de su retórica teatral y accede a sentarse a conversar seriamente sobre los temas importantes: “Si me hubieran preguntado hace una semana, diría que sí. Pero últimamente creo que va a mantener el teatro y las declaraciones explosivas, porque le han dado gran resultado”.

Para los analistas parece claro que la relación entre Estados Unidos y América Latina no responderá al diseño de una política exterior específica, sino más bien a la resolución de problemas domésticos —como la migración y la protección de fronteras— y a un espíritu transaccional.

Un rasgo problemático de la relación entre Trump y América Latina es el aumento de la desconfianza, dice Eric Farnsworth, vicepresidente de Americas Society/Council of the Americas. Después de años de una relación complicada, Estados Unidos y México habían llegado a un entendimiento sano basado en la confianza y el buen desempeño como socios comerciales.

Tal como ha demostrado la caída del peso mexicano, que ha sufrido una devaluación de alrededor de un 40 por ciento desde que comenzó la campaña hasta hoy, “es un riesgo perder la confianza”, sostiene Farnsworth, quien cree que Colombia, otro país que ha sido buen socio de Estados Unidos en la región, podría empezar a tener dificultades según cómo se implementen los acuerdos de paz con las Farc.

Estados Unidos comercia con México un promedio de 500 mil millones de dólares anuales. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), firmado en 1994, se convirtió en uno de los blancos de Trump, quien durante la campaña lo responsabilizó por la pérdida de trabajos en Estados Unidos y lo calificó como una victoria para México.

Aunque esta perspectiva difiere mucho de lo que viven los mexicanos, Ernst cree que el mundo actual exige una revisión del tratado, porque las condiciones sobre las cuales se firmó son muy distintas: “Independientemente de la dimensión política, ha llegado el momento de revaluar el tratado, para ver cuáles son las condiciones, motivaciones y necesidades del 2017”.

Aun así, para los analistas parece claro que la relación entre Estados Unidos y la región no responderá al diseño de una política exterior específica, sino más bien a la resolución de problemas domésticos —como la migración y la protección de fronteras— y a un espíritu transaccional que Trump ha hecho explícito también para el resto del mundo, basado en la pregunta “qué podemos ganar nosotros en esta relación”, como lo describe Farnsworth.

Dispararse en las piernas

Eduardo Velosa, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana de Bogotá, cree que la “reorganización” de América Latina y su nuevo “giro a la derecha” no representará incentivo alguno para el incremento o profundización de relaciones, al menos en el corto plazo. De hecho, algunos analistas ya han empezado a afirmar que este “vacío” que no aprovechará Estados Unidos sí será maximizado por China.

Ernst, por ejemplo, explica que si Trump insiste en salirse del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), un tratado que incluye a 12 países y representa el 33 por ciento del PIB mundial, el que saldrá favorecido será China.

“Es un tratado que busca, por diseño, dejar afuera a China para contrarrestar la fuerza económica del país asiático”, señala, y también es la puerta de entrada para un tratado de libre comercio entre Estados Unidos y Europa. “Si estropeas el TPP, te disparaste en las piernas”, dice Ernst.

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Las piñatas con la imagen de Donald Trump se volvieron muy populares en los barrios latinos de Estados Unidos, como este en el Mission District en California. CreditJustin Sullivan/Getty Images

La amenaza de salirse del TPP no sería la única forma de dispararse en las piernas que implican las promesas de Trump. Para Juan Carlos Hartasanchez Frenk, director sénior de Albright Stonebridge, una firma de consultoría de negocios en Washington, “un México más débil afecta a los Estados Unidos”. Si se aumenta el impuesto a las remesas, dice, los que más sufrirán el impacto son las familias pobres de México, “que si no tienen ingresos van a tener que buscar otras oportunidades y va a aumentar la migración”.

Por ahora, lo único que parece haber ganado Trump con sus amenazas a los latinos son votos, y por eso Naim cree que como mandatario “tiene que hacer la escenografía de la pared” para cumplir con la promesa del muro: “No se puede dar el lujo de no hacerlo pero no será la gran muralla china por miles de kilómetros. Y tendrá que seguir haciendo todos los ruidos sobre tarifas, compañía por compañía para tratar de persuadirlos, pero todo serán actos simbólicos”.

En México, donde los actos simbólicos de Trump ya se han convertido en una realidad para el bolsillo de los ciudadanos —y sus amenazas se toman como una afrenta personal—, todo el mundo tiene una opinión sobre la era por comenzar.

El lunes por la tarde, en la zona sur de Ciudad de México, el barrendero Rubén Fernández, de 46 años, se preguntaba cómo “un hombre tan culto, porque sí ha tenido una vida de millonario desde que nació, puede ser tan racista”. Aunque, a fin de cuentas, Fernández cree que el nuevo presidente de Estados Unidos será funcional al gobierno mexicano: “Con todo el teatro de Trump, pues pueden culparlo. Van a subir todo y le van a echar la culpa. Yo creo que con el gasolinazo, los de México ya estamos pagando el muro”, comentó y siguió con su trabajo en el Parque de los Venados.

Tomado de:The New York Times en español

 

El día en el que Donald Trump será el centro del universo

Actualizado:

Riestra@huffingtonpost.

Ya no hay vuelta atrás: a las 18 (hora peninsular) de este viernes 20 de enero, Estados Unidos tendrá nuevo presidente. Y, a diferencia de lo que ha pasado con sus antecesores, su llegada al cargo se produce en mitad de una gran incertidumbre, esa paradoja que genera el miedo a que de verdad cumpla con lo que prometió en campaña. Porque sí, algunas de las ideas que Donald Trump tiene para volver a «Hacer América Grande” preocupan, y mucho, al resto de líderes del mundo. Casi tanto como que sea un xenófobo, racista. misógino y mentiroso compulsivo.

Preocupa especialmente su política exterior, con un proclamado a los cuatro vientos acercamiento a Rusia y a su presidente, Vladimir Putin, y su intención de centrarse más en lo que pasa de puertas adentro de EEUU y no tanto en lo que sucede fuera, con lo que esto supone para sus aliados, incluidos los europeos. Él mismo ha dicho que «cada uno debe hacerse cargo de sus propias amenazas y de sus propios intereses», por lo que es bastante inquietante pensar cómo va a ser su política de seguridad y de lucha antiterrorista. Como su predecesor en el cargo, Barack Obama, no ha cumplido y no ha cerrado Guantánamo, es más que probable que Trump la vuelva a “llenar” -ya ha manifestado que echarle el candado a la prisión era un error- y es toda una incógnita qué papel piensa asumir en conflictos clave como es Siria, guerra en la que su “mejor amigo” -Putin- es aliado de Bashar Al Assad.

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Obama y Trump tras las elecciones del 8 de noviembre
Inquieta también qué pasará con dos de los grandes logros de Obama en política exterior: el restablecimiento de las relaciones con Cuba y el acuerdo nuclear con Irán, asuntos sobre los que Trump ha expresado sus reticencias y que podría tratar de revertir una vez asuma el cargo.

Por si todo esto fuera poco, son varios los organismos internacionales que ya han puesto nombres y apellidos a lo que más les atemoriza: el hecho de que Trump no tiene ningún aprecio por la importancia de promover los Derechos Humanos. Así lo han denunciado tanto Amnistía Internacional como Human Rights Watch, que han dejado claro cómo les inquietan algunas de las personas designadas por Trump para estar en su Administración por su historial. ¿Un ejemplo? El candidato a fiscal general, Jeff Sessions, quien se ha mostrado contrario a los derechos civiles, de la comunidad LGTBI o el derecho a la libertad reproductiva.

Nada comparado con la gran polémica del muro con México, ese que desde el día en el que Trump entró en campaña se convirtió en su promesa estrella. Y ese que proclama una y otra vez que se construirá y que pagarán las autoridades mexicanas. Qué decir también de la reforma sanitaria de Obama -Obamacare- “desastrosa”, en palabras del presidente, y que tiene los días contados. Ha prometido que tan pronto asuma el cargo derogará la ley que hace que sea legal y no ha dado detalles de qué planes tiene para sustituirla.

LOS ACTOS PREVISTOS

Pero más allá de todos los interrogantes que se abren con el mandato del magnate, este viernes Estados Unidos se pondrá de gala para recibir al que ya será, oficialmente, su nuevo presidente. Será un día repleto de actos “elegantes”, aunque deslucidos ya que tendrá notables ausencias, y que cumplen con el protocolo estipulado en la Constitución. Desde que se aprobó en 1937, la fecha de la velada no ha cambiado: se celebra el 20 de enero a las 12 horas para que »nunca haya un período de presidente en funciones».

Aunque la ceremonia comienza de manera oficial a las 11:30 de la mañana (hora local), el evento empieza varias horas antes para las 800.000 personas (según estimaciones del Departamento de Seguridad Nacional) —menos de los que asistieron a la primera inauguración de Obama— que se han desplazado a la capital por este motivo. Los puntos de acceso a la explanada se abrirán a las seis de la mañana para evitar aglomeraciones.

trump

Trump y Melania llegaron el jueves a Washington para los actos de investidura
A primera hora de la mañana, Trump visitará la Casa Blanca para tomar un café con el presidente saliente Barack Obama. Previamente habrá asistido a un servicio religioso en la iglesia St. John’s Episcopal Church, en donde se ha realizado el servicio religioso inaugural de por lo menos seis presidentes: Franklin D. Roosevelt, Harry Truman, Ronald Reagan, George H.W. Bush, George W. Bush, Barack Obama. Es llamada la “Iglesia de los Presidentes”.

Habitualmente, después del café, las dos parejas suelen posar juntas antes de partir hacia el Capitolio. A veces -como en 2009- el vicepresidente entrante y su esposa se unen a esta reunión. A continuación comienza el desfile hacia el Capitolio, que normalmente el presidente electo y el presidente saliente suelen hacer juntos. Allí les esperan los miembros del Congreso y del Senado para comenzar el evento. Por lo general, se reúnen 1.000 personas y se invita a distintos músicos. Sin embargo, esto último a Trump le ha costado bastante.

Una vez hayan llegado al Capitolio, tendrá lugar el acto central: bajo la atenta mirada de ex presidentes -entre ellos Barack Obama o Bill Clinton- y sus mujeres, Trump jurará el cargo. Lo hará sobre una Biblia de su propiedad y sobre otra que usó Abraham Lincoln en su primera toma de posesión, según ha anticipado ya el Comité de la Investidura Presidencial. El juramento del cargo será administrado por el juez John Roberts, presidente de la Corte Suprema de EEUU. Poco antes que él habrá jurado su cargo el vicepresidente Mike Pence.

biblia

La Biblia que usó Abraham Lincoln en su primera toma de posesión
Después el mundo escuchará las primeras palabras del Trump presidente. Sin moverse del Capitolio pronunciará su discurso, de unos 20 minutos, y que será muy «inspirador y con visión de futuro», según ha adelantado el futuro portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer.

Tras el discurso, el recién estrenado presidente recorrerá en coche los menos de tres kilómetros que separan el congreso de la Casa Blanca por la avenida de Pensilvania. En otras ocasiones, los presidentes han recorrido parte de este trazado a pie para saludar a los ciudadanos que dan la bienvenida al presidente desde las calles. Trump ya ha anticipado que lo hará en su limusina y espera encontrarse en dicho recorrido a miles de seguidores. Tanto, que ha vaticinado en Twitter que «la gente llegará a Washington de forma masiva» para participar en las celebraciones de su investidura. Una vez en la Casa Blanca, Trump ocupará unas gradas localizadas enfrente de la residencia para presidir el desfile inaugural, en el que participarán grupos civiles, miembros de los cuerpos de seguridad y orquestas locales.

En la noche, se acostumbra realizar un baile inaugural. En su segundo mandato Obama visitó ocho bailes pero Trump solo confirmó su asistencia a tres: dos en el Centro de Convenciones Walter E. Washington y una de las Fuerzas Armadas en el National Building Museum.

Para entonces un helicóptero ya habrá trasladado a la familia Obama a su nueva residencia en Washington. Y así comenzará un nuevo capítulo de la historia de EEUU, el que irá ligado al presidente número 45 del país. Nada más y nada menos que Donald Trump. Quién nos lo iba a decir.

Tomado de:El Huffington Post.es

Trump revive los espíritus ‘salvajes’ del capitalismo global
Foto archivo

El equipo de máximo nivel del presidente electo Donald Trump ha pasado un total colectivo de 83 años en el ámbito de los negocios.

Se debe a sus propuestas de políticas, que incluyen medidas en pro de las empresas, como reformas fiscales, desregulación e incentivos a la inversión.

El sector corporativo de los Estados Unidos se muestra optimista conforme ejecutivos de primer nivel comienzan a ocupar las principales posiciones de la Casa Blanca.

La elección de Donald Trump ha generado un sinnúmero de sorprendentes estadísticas. Ray Dalio, jefe del fondo de cobertura de Bridgewater, analizó las biografías de la nueva administración y descubrió que los ocho funcionarios más altos tienen un total de 55 años de experiencia gubernamental, la mayor parte de la cual fue en el ejército.

(Lea: Farmacéuticas se salen con la suya’ y otros reclamos de Trump)

Eso es insignificante en comparación con los últimos ocho presidentes. El equipo de máximo nivel de Barack Obama (constituido por las posiciones de presidente, vicepresidente, jefe de gabinete, procurador general y secretarios de Estado, Comercio, Defensa y Tesoro) tenía 117 años de experiencia colectiva.

Para las presidencias de George W. Bush, Bill Clinton y George H. W. Bush, los totales eran de 80, 101 y 79 años, respectivamente.

Sin embargo, el equipo de máximo nivel de Trump ha pasado un total colectivo de 83 años en el ámbito de los negocios. La administración del presidente Obama tenía un total de solo cinco — sí, solo cinco — años.

Así es que la característica definitoria del ‘equipo Trump’ no es simplemente que muchos son ultrarricos; es que han sido curtidos por sus experiencias en las altas esferas corporativas.

Los nombramientos de menor envergadura que actualmente se están haciendo refuerzan ese patrón. Esta semana, por ejemplo, Trump puso la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) en manos de Jay Clayton, un abogado del sector privado que nunca ha trabajado en el gobierno.

¿Es esto bueno para los negocios estadounidenses? Se pudiera sugerir que algunos de los nombramientos de Trump dicen más acerca de su estilo que del contenido de sus políticas, ya que prefiere escoger a personas de una inclinación similar a la suya, específicamente a individuos ajenos al gobierno que odian los procesos burocráticos y que enfatizan los resultados tangibles.

Esto pudiera ser energizante. Pero no está claro si un equipo de “hacedores” tendrá una ideología coordinadora y, mucho menos, las habilidades diplomáticas necesarias para ser capaz de lograr algún resultado con el Congreso.

También es alarmante que el nombramiento de este equipo de alto nivel no haya detenido las críticas populistas antinegocios de Trump.

Esta semana, General Motors estaba en la mira de los tuits de Trump (por producir automóviles en México). Anteriormente era Ford (que acaba de cancelar una inversión en México debido a la presión).

Boeing, Apple y Carrier también han sido blancos, y otros les seguirán. Este no es el comportamiento normal de un presidente a favor de los negocios.

Pero la psicología empresarial, como la política de Washington, puede ser irracional. Y lo que llama la atención es que todos los ejecutivos con los que he hablado recientemente se sienten decididamente optimistas. “Lo que me ha impresionado durante las últimas semanas es el cambio en los ‘espíritus animales en los negocios, tanto pequeños como grandes”, me comentó esta semana David Cote, el presidente y director ejecutivo de Honeywell.

No cabe ninguna duda al respecto; existe un sentimiento de optimismo”. Esto se debe parcialmente a las propuestas de políticas de Trump, las cuales incluyen medidas en pro de las empresas, como las reformas fiscales, la desregulación y los incentivos a la inversión.

Pero el otro factor es el punto acerca de los datos de Dalio: esos 83 años de experiencia en las altas esferas corporativas.

Aunque nadie sabe si Trump realmente logrará hacer algo (ni si la Reserva Federal responderá a los recortes de impuestos subiendo las tasas), los líderes empresariales pueden ver el cambio simbólico que representan esos nombramientos al gabinete.
Y aunque nadie puede crear crecimiento económico con mero simbolismo, los símbolos pueden tener un poderoso impacto psicológico.

Estamos a punto de experimentar un profundo cambio ideológico liderado por el Presidente”, argumenta Dalio. “Esto pudiera tener un impacto mucho mayor sobre la economía estadounidense de lo que se pudiera calcular basándose únicamente en cambios en las políticas tributarias y de gastos públicos, porque pudiera animar a los ‘espíritus animales’”.

Tal y como señaló Jeff Immelt, el director ejecutivo de General Electric (GE), recientemente: “Simplemente se escucha mucho más optimismo: las personas están pensando en proyectos de inversión que no estaban considerando antes. La noción de que pudiéramos modernizar nuestro código tributario, todo esto hace que la gente piense de otra manera”.

Tal optimismo puede que sea inapropiado. Pero no puede ignorarse. El punto clave para los inversores es observar lo que el equipo de ejecutivos de alto nivel de Trump realmente realiza en el campo de las políticas durante los próximos meses y también lo que compañías como GE hacen con sus planes de inversión.

Eso no es solo por los tuits populistas de Trump. En términos económicos, intimidar a Ford para que mantuviera una planta de automóviles en EE. UU. es casi irrelevante. Pero si las compañías estadounidenses se están preparando para desatar más inversiones, como dice Immelt, esto pudiera ser verdaderamente significativo, sobre todo teniendo en cuenta que los gastos de capital (capex) han sido tan decepcionantemente débiles durante los últimos años.

Entonces hay que prestarle verdadera atención al siguiente conjunto de estadísticas de gastos de capital; y a los planes corporativos que los verdaderos ejecutivos de alto rango lanzarán cuando publiquen sus ganancias a finales de este mes, casi al mismo tiempo que el gabinete de ejecutivos de primer nivel de Trump estará siendo juramentado.

Financial Times

Tomado de Portafolio