Crculo de Periodistas de Bogot
El NÚMERO VINCULANTE DE LA ESPERA

Por Patricia Suárez, social del CPB.

No sé si se puede generalizar una conducta y señalar de común a toda una nación que sufre sus males, no sé si la irracionalidad y lo que arrastra permea todos los hogares y todas las personas en un grito de histeria colectiva y viene de la mamo con la historia….

Sentar en el banquillo a las instituciones,  cuestiona manejos (micro y macro) transversal de causas y efectos y obliga a las analogías, a la referencia ante la forma y el contenido, y a regresar a los archivos habitados de memoria, sellos, firmas, resoluciones, al aparato instrumental de los diseños, claro oscuro, donde luz y sombras en los umbrales e interiores de toda no trasparencia, anuncia el fracaso de los impulsos e ímpetus, de lo que nace de improviso en el intento de abarcar lo sustantivo…

Lo que sí sé y marca diferencias es la conducta individual de los sujetos, (en un mundo de escombros y razones) legitimar o no manejos, complicidades y la variopinta dolencia de adictivos deseos de poder, donde, lo que se va a ‘recoger’ viene respaldado por el coro entre grupos  que superan el rebaño a la categoría potencial de movimiento y demanda vinculante el derecho individual y colectivo,  (razón de cambia y cambio)  en la feria de las oportunidades…

Editorial
EL INSTANTE
2017

Esta opinión es responsabilidad única del autor, y no compromete al Círculo de Periodistas de Bogotá.

Los mil colores

NOTAS AL VUELO

Por: Gonzalo Silva Rivas, Socio y Vicepresidente CPB

La singular cuna de Mahatma Gandhi es el séptimo país más extenso del planeta y una potencia demográfica y nuclear. La India tiene una superficie de 3’200.000 kilómetros cuadrados, por la que desfilan atractivos turísticos cargados de historia, que remontan al viajero por diferentes etapas de una rancia civilización, surgida 2.500 años antes de Cristo. Su biodiversidad marca un colorido mosaico de paisajes, un tapizado impactante que circunda maravillas naturales y culturales refundidas entre las enigmáticas alturas del Himalaya, al norte; la generosa vegetación tropical del sur, el pujante tablado industrial del este, o las privilegiadas playas occidentales sobre el mar Arábigo. 

La propuesta turística brota por todos los poros de su territorio. Un recorrido irrenunciable debe hacerse por el llamado “Triángulo Dorado”, cuyos vórtices los conforman Nueva Delhi, Agra y Jaipur, tres ciudades con definidas particularidades. Nueva Delhi, centro del poder político y administrativo, es abrumadora, la más poblada del país y la quinta del mundo, con 28 millones de habitantes. Como las grandes urbes indias, es un caótico pero cálido hormiguero humano, donde el tráfico no respeta reglas, el sonido de las bocinas de los autos resulta una práctica común e incomprensible, las vacas —sagradas y por lo general famélicas— se toman las calles y deambulan sin afanes, y los monos se divierten en los parques públicos, saqueando de sus pertenencias a los transeúntes despistados.

Sin embargo, esta monstruosa capital sobrepasa las anécdotas cotidianas, las mezquitas, los monjes, los turbantes, los saris y los populares carruajes (tuk-tuk) de tres ruedas. Su amplio centro urbano refunde un colosal patrimonio arquitectónico, histórico y cultural, en el que se hallan enclavados templos hinduistas, palacios, añejas murallas, museos, mercados ambulantes, embajadas y lujosos hoteles y edificios comerciales. Dispone de vistosas avenidas, como la plácida Rajpath, el bulevar ceremonial que atraviesa la residencia presidencial y el estadio nacional para rematar en la India Gate, concurrido monumento de mármol negro que rinde homenaje a los soldados fallecidos en la Primera Guerra Mundial.

Su mayor atractivo es el imponente entramado de templos hinduistas de Swaminarayan, especie de parque temático religioso que deslumbra por su combinación de arquitectura india e hindú. La monumental obra fue construida en tiempo récord y puesta al servicio hace una década. Es lugar obligado para el turista por su diversidad de actividades y su concentrada atmósfera de espiritualidad y de cultura tradicional.

A un par de horas, por amplia carretera, se encuentra la pequeña ciudad de Agra, a orillas del Yamuna, principal afluente del Ganges, el río de aguas sagradas, en cuyas corrientes se sumergen millones de devotos en busca de la salvación. Allí se reverencia el Taj Mahal, la Corona de los Palacios, el más vistoso ejemplo de la arquitectura mongólica, declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad e incluido dentro de las “Siete Maravillas del Mundo”. Se trata de un hermoso y gigantesco mausoleo de mármol blanco, erigido a mediados del siglo XVII por el emperador musulmán Shah Jahan, fruto del amor por su esposa favorita, y por el que cada año se pasean diez millones de viajeros.

Jaipur, conocida como la Ciudad Rosa, por el color del estuco de las viviendas que simboliza la hospitalidad de sus gentes, es una pequeña localidad premoderna, que se destaca por la regulación de sus calles, la uniformidad de sus edificios y su complejo palaciego del Fuerte de Amber, al que se conecta a través de pasajes fortificados. Dentro del fascinante caleidoscopio de matices indio, esta emblemática población es una verdadera rareza por su monocromático diseño.

Dos destinos adicionales obligados son Varanasi y Mumbai. La primera, al sureste, en los bancos del Ganges, es una de las ciudades más antiguas del mundo y centro sagrado de peregrinación, con profundo hálito de espiritualidad. Mumbai, por su parte, es la segunda en población, con 22 millones de habitantes, y el puerto más importante del subcontinente. Se extiende sobre siete islas en el mar Arábigo, a dos horas en avión de Nueva Delhi, con la que conjuga sus mismos contrastes arquitectónicos y sociales, pero donde se acentúa esa paradójica mezcla de tugurios y rascacielos voluptuosos. En sus bulliciosos suburbios se descubren los artesanales estudios cinematográficos de Bollywood, una inmensa llanura de 521 acres, convertida hoy en día en la mayor industria cinematográfica del planeta y en lucrativa máquina para generar divisas, gracias a la producción anual de un millar de películas populares.

Detrás de su indescifrable telón de penurias y ostentaciones, este país complejo, heterogéneo, diverso y desigual es un envidiable remanso de paz, tolerancia y misticismo, ejemplo para el mundo. Para el turismo resulta, a todas luces, una apuesta seductora por su decorado de contrastes y esa formidable riqueza visual que se recrea con la calidez de sus mil colores.

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@Gsilvar5

Tomada: El Espectador 

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La duda está viva

BLANCO Y NEGRO

Por: Gabriel Ortiz,  Socio CPB 

El Consejo Nacional Electoral, dejó la mayor “Duda” que se conozca y con ella revolvió el turbión electoral colombiano, a meses de definirse quién nos gobernará durante 4 años, debido a la confusa, precipitada e inexplicable absolución a Oscar Iván Zuluaga, por haber dejado ingresar dineros de Odebrecht a su campaña presidencial.

Son muchos los interrogantes que ponen a pensar a los colombianos sobre tan “dudosa” campaña que afanosamente se reincorpora para las próximas elecciones. Un hacker, Odebrecht y los engaños durante el NO, amén de, quién sabe cuántas cosas ocultas, giran en torno a quienes siguen reclamando un gobierno que se les escapó y truncó sus ansias de poder, de chuzadas, de falsos positivos, de AIS, etc.

Una cosa es la que dice el Consejo Nacional Electoral y otra la que afirma categóricamente la Fiscalía. Para el primero, no existieron pruebas concretas, mientras para la otra, hay tres (3) evidencias “de que Odebrecht si asumió costos de la campaña” del Centro Democrático. Léase Zuluaga.

Evidencia, según el diccionario de la Real Academia: “certeza clara y manifiesta de la que no se puede dudar”. Ni siquiera Duda Mendoca, puede hacerlo. Es una “evidencia que aturde”. Es decir que blanco es gallina lo pone y frito se come. Según las evidencias, la campaña fue permeada por Odebrecht. Claro que fue muy poco lo que aportó la brasilera, simples 1.500.000 dólares. Mejor dejar la cosa ahí. Retroceder al NO y al hacker, empeoraría la situación.

Los damnificados con el regreso de Zuluaga a la arena electoral uribista, puso los pelos de punta a todos los que llevan tanto trecho haciendo el gasto, escapando a las intrigas internas desde el mismo Centro Democrático, como las que ha sufrido Duque, el mejor prospecto.

Paloma, Guerra, Nieto, Trujillo y Duque, ya golpeados por la sorpresiva aparición de Vargas Lleras, reciben una nueva amenaza que aleja sus aspiraciones. Odebrecht entra de nuevo en el panorama, porque seguramente la alegría del expresidente por la reaparición de Zuluaga, deja interinos y en “banco” a sus antiguos pupilos.

Y otro que recibe uno de los más rudos golpes, desde que se graduó de “leal amigo” del Presidente Santos, es el reciente candidato Germán Vargas Lleras.

Afirmó en sus últimas entrevistas, que buscaría un acuerdo con el expresidente Uribe. Y ya brillaba como “el que diga Uribe”, pero no contó con la discutida absolución de Zuluaga.

Por lo pronto, los 5 exprotegidos, los agregados de Uribe y el quemador de libros, enfilan baterías contra la izquierda, única bandera que les queda para pedir votos, en un país, que sin comprender qué es izquierda o derecha, vota por la “I” o por la “D”.

La aparición de Zuluaga, con duda o sin duda, emerge y amenaza a un Centro Democrático que todavía no sabe que se le acercan las trizas… porque la “duda”, está viva.

BLANCO: La escogencia del empresario Arturo Calle, como el mejor líder del sector privado.

NEGRO: La masacre de líderes comunitarios.

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Pasos de animal grande

NOTAS AL VUELO

Por: Gonzalo Silva Rivas, socio CPB 

La percepción que sobre la India tiene el ciudadano corriente, particularmente en esta parte del planeta, es la de un país místico, asolado por la miseria y con un largo historial de hambrunas. Sin embargo, la realidad va mucho más allá. Esta inmensa nación asiática es hoy en día un vigoroso polo de desarrollo, que camina a pasos agigantados dentro del contexto geopolítico internacional para convertirse en una de las grandes potencias emergentes y muy posiblemente, al término de una década, treparse en el podio de la economía mundial.

La India, donde habitan cerca de 1.300 millones de habitantes, caracteriza toda una civilización que desde tiempos inmemoriales le ha hecho grandes aportes a la humanidad. No en vano de sus entrañas, a lo largo de su historia milenaria y fruto de su diversidad de culturas, surgieron valiosas contribuciones en múltiples disciplinas, como arte, ciencia, matemáticas, ingeniería y filosofía. El sistema decimal, la invención del cero, la relación derivada de los círculos a través del número pi, la concepción de la esfera, los principios de la medicina, el ajedrez, el yoga e incluso el kamasutra son parte de su inmenso legado a la sociedad.

Si bien explorar megaciudades como Nueva Delhi, su capital, o Mumbai (antigua Bombay) —cuyas poblaciones rondan por los 20 millones de personas— permite visualizar ciertas populosas urbes tercermundistas latinoamericanas, la magia y el misterio que encierran al interior de sus vastas extensiones, por encima de los 1.000 kilómetros cuadrados, destacan sus propias personalidades, con especiales peculiaridades arquitectónicas y culturales.

Su acervo patrimonial adobado con multitudes alegres y bulliciosas, tránsito incontrolable, colores y olores diversos y una caracterizada pobreza esparcida entre la inenarrable opulencia de templos señoriales, hoteles de lujo y modernos edificios con el sello de prestigiosas marcas comerciales, imprimen en ellas un toque distintivo, y transportan al visitante por los seductores senderos de un difuso pasado cargado de enigmas y entresijos.

La India actual lucha contra opresivos lastres provocados por heredadas castas sociales que se resisten a desaparecer, pese a estar legalmente abolidas, y que han sido determinantes en los niveles de miseria y desigualdad de su población, para apostarle a un futuro que se avizora con expectativas de éxito.

Los viejos obstáculos originados por sus problemáticas dispares y su diversidad religiosa, cultural y lingüística —se reconocen centenares de dialectos, 22 idiomas regionales y dos oficiales, el inglés y el hindi— se remueven para abrir un nuevo escenario socioeconómico, fortalecido por una sólida democracia, la mayor del planeta, con un gobierno central de corte parlamentario, liderado por un presidente y un poderoso Consejo de Ministros, que promueven el cambio mediante un habilidoso manejo de consensos y diálogos, efectivo para empezar a voltear la página de amargas vicisitudes.

Pese a las dificultades para gobernar un país con tantas complejidades, la India está inmersa en una desafiante revolución económica y social sin precedentes. Su crecimiento actual se proyecta a ritmo vertiginoso —con tasas superiores al 6%, por encima del mínimo requerido para generar plazas de empleo—, presionado por 12 millones de aspirantes que año tras año buscan incorporarse al mercado laboral. Ello ha permitido consolidar progresivamente una clase media de inmenso peso social —con cerca de 400 millones de personas—, alimentada por la influyente diáspora que retorna del extranjero con conocimientos profesionales, en búsqueda de oportunidades para contribuir al progreso del país. Ilustrativo es el caso de millares de médicos y de sinnúmero de inmigrantes que juegan papel estratégico en las altas cumbres del poder en naciones como Estados Unidos.

India se enseñorea dentro de una prometedora realidad geopolítica que la impulsa a extender su círculo de relaciones bilaterales más allá de sus vecinos inmediatos y de gobiernos con afinidades políticas y comerciales para buscar nuevos socios en el planeta. La estrategia de conquistar mercados tiene los ojos puestos en América Latina. La mira, el próximo año, centra esfuerzos en intercambios de cooperación económica, cultural y turística, con la consigna de reducir distancias y promover acuerdos de conectividad aérea con aerolíneas de la región para compartir cielos, destinos y flujos de viajeros.

Entre intocables vacas sagradas y monos juguetones que pasean libremente por sus fogosas ciudades, el país destruye obstáculos y abre caminos con la sabiduría del elefante indio, otro de los preciados símbolos de su deidad animal. Se mueve precisamente con pasos de animal grande y ofrece una amplia propuesta turística que dará tema para una próxima columna.

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Tomado: EL ESPECTADOR 

Esta opinión es responsabilidad única del autor, y no compromete al Círculo de Periodistas de Bogotá.

GOL CARACOL

BLANCO Y NEGRO

Me llamó mucho la atención que mis nietos a principios de este año, cuando los visité en Dallas, entonaran el estribillo del “Gol Caracol”. Estábamos próximos a un partido de la Selección y como buenos colombo-gringos, son hinchas de Falcao y James. El internet, me permite ponerlos a escuchar las narraciones de los partidos, mientras ellos los siguen por la TV internacional.

El pegajoso estribillo, me trae muchos recuerdos de lo que han aportado la radio y la Tv en materia deportiva. Desde esos lejanos tiempos de las vueltas a Colombia, cuando los Carlos Arturos Rueda, Pastores Londoños y Gabrieles Muñoces, se trepaban a los postes telefónicos para narrar desde los más lejanos pueblos y veredas, el paso de los Foreros y los hermanos Torres, de Cartago, en sus caballitos de acero.

El “tordillo”, Alberto Piedrahita, con Muñoz Cuellar y demás locutores, aparecieron luego en los transmóviles, cuya tecnología les permitía transmitir en “vivo y en movimiento”. La gente se volcaba a las calles y en todos los pueblos se decretaba día cívico cuando pasaban los ciclistas.

Miguel Ángel Bermúdez, elevó la categoría del espectáculo. Inundó a Colombia con ciclistas de aquí y de allá. Era la gloria del ciclismo. Escarabajos por Europa, Asia, América, y desde luego por La Linea, el Alto del Trigo y las calles y avenidas de nuestras ciudades. Ha tiempos aquellos, que no volverán. Ahora lo único que tiene importancia, son los tures exteriores. RCN, con grandes esfuerzos mantiene su vuelta. La que se da a Colombia, es casi clandestina, porque nuestros mayores valores están en el exterior.

Es lo que acontece con el Ciclismo. Otra cosa lo que ocurre con otros deportes, que por fortuna aún contagian a los colombianos internamente. El futbol invade la radio y las pantallas de la televisión, mientras los restantes, le arañan algo al “piebola” en los canales nacionales, pese a que existen comentaristas, narradores y periodistas deportivos con gran experiencia y sapiencia sobre las más variadas disciplinas.

Esa es la dictadura de las mediciones de sintonía, de los patrocinadores y de los anunciantes.

Cuando tuve la oportunidad de dirigir “Notisuper”, descubrí la maravillosa narrativa de un tolimense, cuyo nombre era difícil de vender, pero lo impusimos con el remoquete de “El Graduado”. Fue un éxito. Llenada con su voz las graderías de El Campín.

En el Noticiero Nacional, tuvimos al hombre con el Costal de Noticias, Adolfo Pérez y en Contrapunto a Iván. No ahondo más, porque puedo olvidar a muchos queridos colegas.

No puedo dejar pasar los 25 años del Gol Caracol. Imposible desconocer lo que ha representado para el fomento y crecimiento de nuestros deportes. Javier Hernández, batuta mayor, le ha imprimido el sabor, la destreza y la adición que se siente por el deporte en Colombia. En Dallas Daniel y Tomás, están felices repitiendo el estribillo del Gol Caracol.

BLANCO: El cubrimiento que el Mintic David Luna da a Colombia con Wifi gratis.

NEGRO: El verdugo de Las Vegas.

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Esta opinión es responsabilidad única del autor, y no compromete al Círculo de Periodistas de Bogotá.

JEP contra viento y marea

BLANCO Y NEGRO

Por fin apareció el humo blanco que imprimió vida a la Jurisdicción Especial para la Paz, con gentes capaces, dignas y honestas que garantizará, los principios de la verdad, la justicia y la reparación.

La nómina de los escogidos, debe ser impecable, a juzgar por las críticas de los enemigos de la paz, que alegremente los calificaron de extremistas de izquierda y enemigos de Uribe.

De inmediato la emprendieron contra Rodolfo Arango y Sandra Rocío Gamboa. Los usuales tuiteros atiborraron sus pizarras con comentarios descalificadores. Eso se veía venir.

Los magistrados, desde luego, tienen sus propios principios políticos, religiosos y sociales, amén de sus ideales. No son de aquellos que actuarán según lo ordene fulano.

Estamos en otra dimensión, con unos magistrados justos y estudiosos, que no le temen al tuitero mayor, ni a sus fanáticos seguidores. Estamos en terreno firme. Todos los implicados tendrán las garantías suficientes porque los Magistrados actuarán con toda la seriedad del caso. Así que podrán acudir a la JEP todos, sin temor alguno, inclusive incrédulos discípulos y apóstoles.

Los Magistrados, pertenecen a todas las clases sociales colombianas, los hay blancos, negros, indígenas, hombres y mujeres. Y muy seguramente, sacarán la cara por la justicia que tenemos hoy, en la cual impera la corrupción. No habrá tarifas para vencimiento de términos, para casa por cárcel, para engavetar expedientes, ni para tantas cosas más, como ocurre en ciertos tribunales, juzgados, fiscalías y Cortes.

Algunos enemigos de la paz, que con encono, saña y odio quieren torpedear la JEP, establecen una manguala CD-CR-NM para sabotear la ley estatutaria, pero parece que la munición no les alcanzará.

Los colombianos nos merecíamos una tregua, estamos ya disfrutando la que se logró con las Farc; a punto de conseguir un nuevo peldaño con el ELN y vemos cómo hay otros grupos violentos haciendo cola para ingresar a la nueva Colombia, que camina por los senderos de la convivencia, el perdón y la fraternidad. Esa que ya no tiene soldados heridos en el Hospital Militar, que ha tenido que destinar las salas de velación del Cantón Norte, para los héroes que mueren de viejos y ocupar los cuarteles con soldados optimistas y dedicados a la milicia social.

Colombia degusta un nuevo manjar que pronto se convertirá en la comidilla que alimentará a unos ciudadanos ávidos de aportar para el desarrollo que traiga para todos por igual un bienestar y un panorama amplio y despejado.

Nuestros campesinos, ya empiezan a producir alimentos que dejan márgenes exportables para unos mercados internacionales que están al acecho, para llevárselos y suplir sus necesidades.

El turismo internacional nos invade, porque hemos podido mostrar las bellezas y las amabilidades de nuestras gentes.  

La JEP, era absolutamente necesaria para blindar la paz que nos merecemos y que tantas cosas nos generará.  

BLANCO: El plan Santos para defender Caño Cristales.

NEGRO: Ahora se quiere poner el palo en la rueda a las pensiones, porque la plata se la llevó la corrupción.

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Saltando en paracaídas

NOTAS AL VUELO

Por: Gonzalo Silva Rivas, socio CPB 

La huelga decretada por el principal sindicato de pilotos de Avianca se veía venir de tiempo atrás, como epílogo del fuerte pulso laboral que desde hace años sostienen la empresa y la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles, Acdac. Las relaciones entre ambos bandos entraron en etapa conflictiva desde la pasada administración, luego del fracaso de varias rondas de negociaciones —con tribunales de arbitramento incluidos—, en torno a la definición de una convención colectiva presentada por estos últimos, y cuya dilación terminó en un cruce de denuncias penales y de acciones judiciales ante los altos tribunales.

La luna de miel que en 2004 permitió sacar a la compañía de su profunda crisis, cuando su nuevo propietario, Germán Efromovich, metió la mano y de paso el dinero para evitar su bancarrota, con el apoyo solidario de los trabajadores, se fue tornando amarga con el paso del tiempo. Las fuertes medidas de choque impuestas por Avianca le permitieron resurgir y consolidarse como una de las principales aerolíneas del continente, pero de igual manera fueron perturbando su panorama laboral, que desde entonces se ha visto alterado en un par de ocasiones.

Los pilotos agremiados en Acdac, algo menos de la mitad de los que integran la nómina de Avianca, pelean desde hace casi un quinquenio su propio pliego de peticiones, con el que buscan el retorno de beneficios a sus esfuerzos por contribuir a sacarla a flote de la ley de quiebras. En él se incluyen ciertas aspiraciones relacionadas con salarios, seguridad y mejoras de carácter laboral, a las que aceptaron renunciar y se han venido acumulando desde aquella época de vacas flacas, cuando era urgente apretar el cinturón financiero de la empresa.

Avianca dispuso manejar sus negociaciones con los trabajadores mediante la firma de pactos colectivos, distantes de las pretensiones de la Asociación. Puso en marcha una política de Planes Voluntarios de Servicios que fue acogida por la mayoría de los empleados, pero condujo a la deserción de pilotos sindicalizados en Acdac, quienes ante la falta de soluciones a su convención colectiva, y para aliviar la larga sequía en los resultados, se fueron plegando a los pactos.

Esta estrategia fue calificada de antisindical y denunciada por sus directivas ante el Ministerio de Trabajo, que determinó que la convención de la Acdac es un estatuto válido para regular las relaciones entre pilotos y empresa, y que su dilación vulnera el derecho de asociación sindical. La sentencia conmina a celebrar pactos y convenciones que regulen las condiciones laborales tanto para trabajadores no sindicalizados como para sindicalizados, y alerta sobre los riesgos de discriminación contra estos últimos y sobre la adopción de políticas que desestimulen el ingreso o la permanencia de trabajadores a los sindicatos.

Igual respuesta tuvo un fallo de la Corte Constitucional, en 2015, al considerar que la compañía  utilizaba un pacto colectivo superior a la convención firmada con Acdac. Advirtió que ofrecer mejores prerrogativas salariales a quienes no estuvieran afiliados al sindicato o se retiraran de él violaba la ley y el derecho de asociación de los pilotos. La OIT, incluso, cuestionó los pactos colectivos por la inestabilidad que su práctica produce en las organizaciones sindicales.

El último intento de negociación de la convención —de los tres que suman sin que salga humo blanco— se inició a finales de agosto, con una mesa de arreglo directo que se levantó el 20 de septiembre, y que dio paso al gravoso cese de actividades que no solo afecta a la compañía, a los trabajadores y a los pasajeros, sino que tiene enormes repercusiones en diversas áreas de la economía, entre ellas el sector turístico.  

Avianca es un admirable ejemplo empresarial para el país, con una larga trayectoria de servicio e innovación. En su momento más difícil, cuando nadie daba un peso por ella y se presumía que formaría parte de la larga lista de aerolíneas fracasadas y desaparecidas, la mano salvadora de Efromovich la sacó a flote, la puso en orden, le renovó la flota y le recobró su espacio en el mundo aéreo, catapultándola en poco tiempo como la segunda más importante de la región y en un orgulloso emblema de Colombia.  

Las protestas laborales, paros y huelgas de aquellos tiempos caóticos que amenazaron con sepultarla y con minar la confianza de los usuarios son recuerdo umbroso que la empresa debe evitar que se reviva, mediante la irremediable armonización de sus conflictivas relaciones con un sector de sus trabajadores, sin darle alargues a su convención colectiva. La historia reciente demostró que lejos de la soberbia, la buena actitud con los pilotos fue garantía para su éxito, y será necesario contar con su apoyo para aterrizar pretensiones, que sin duda son excesivas, pero negociables.

Avianca deberá retomar la velocidad de la liebre y no el fatigoso ritmo de la operación tortuga, pues de lo contrario los pasajeros terminarán saltando en paracaídas a otras aerolíneas.

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Tomada: EL ESPECTADOR 

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2.000 bombas sobre Bogotá

BLANCO Y NEGRO

Por: Gabriel Ortiz socio CPB 

Ya las alarmas nos ensordecieron. Ya aprendimos a convivir con ellas. Ya a nadie le importan. Hay 2.000 bombas de gran poder sobre la capital de la República que nos llevarán al más mortífero cataclismo.

La apacible aldea fundada por Quesada, con sus gentes luciendo los más elegantes atuendos oscuros; de sombrero con velo y guantes ellas, de chaleco, corbata y zapatones ellos, sin que faltara el paraguas, era apetecible y apacible. El tranvía, los voceadores de prensa, los lustrabotas, los cafés para tomar tinto, le hacían la vida amable a sus habitantes.

Contaba con el mejor sistema de transporte, con unos vehículos cuadrados, de gran amplitud y calidad que paraban cada dos cuadras, donde ordenadamente los usuarios esperaban, en estricta fila y un trolebús eléctrico que hoy envidian muchas ciudades.

Existían unos taxis rojos, con choferes uniformados y muy educados.

La movilidad, sin los descuadrados semáforos de hoy era perfecta.

Todo era tranquilo y eficiente, hasta cuando empezó la fiebre del dinero rápido. Los politiqueros se unieron con negociantes inescrupulosos, Silvinos y Julios Cesar, que “envenenaron” la empresa municipal -luego distrital-, corrompieron a los conductores oficiales, bien pagados y educados, y empezó el desbarajuste y caos que terminó con el Transmilenio. La jauría de destartalados buses y busetas que eliminaron las filas e introdujeron los racimos humanos. La aldea había crecido, la corrupción también, mientras los gobernantes y concejales se hacían los de la vista gorda, estimulados por un transporte gratuito los días de elecciones. Se disparó el desorden y el negocio que parece que no tener fin.

Años más tarde, apareció el Transmilenio, que considerábamos la gran solución. Pero nació mal principio. Extraordinarios articulados, que los usuarios abordan en unos oprobiosos corrales mal concebidos, pequeños como piensan los administradores y legisladores. Ruedan por unas vías en las que se aprecia la corrupción, porque no pueden soportar el peso, no obstante la gran inversión.

Esos excelentes articulados, los vendieron con una vida útil de 850.000 kilómetros, pero Petro y Peñalosa, le estiraron esa función a 1.250.000 kilómetros y los convirtieron en chatarras pintadas de rojo. Se han convertido en verdaderas bombas rodantes que amenazan milimétricamente la seguridad de la ciudad. Sus ruedas se desprenden, sus tanques de combustible ruedan por las calles y los tornillos dejan una huella a lo largo del recorrido. Y nada se diga los azules, el más monstruoso negociado que se conozca: las chatarras fueron habilitadas como buses nuevos. Son estructuras enmohecidas con chaqueta nueva.

Este desbarajuste no tiene fin. Peñalosa tiene su mente metida en caballitos de acero, humedales para pavimentar y jardines bromelianos.

Entre tanto, en Bogotá se eleva el nivel de colérico de sus gentes. Millares de hampones viven asesinando dentro de los transmilenios, mientras la solución: el metro duerme, duerme… como duerme la revocatoria… La aldea está condenada.

BLANCO: Javier Ayala, es el  nuevo Director del Noticiero del Senado. Habrá sorpresas.

BEGRO: Los desastres naturales que azotan al mundo.

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Tomado: El Nuevo Siglo 

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La fraternidad y la TV

BLANCO Y NEGRO

Por: Gabriel Ortiz 

Pasaron los días como una ráfaga, pero sembraron en esta tierra una esperanza que creíamos haber perdido para siempre. Francisco irrigó nuestro destino con mensajes de paz, perdón, reconciliación y perseverancia, para que podamos llegar al feliz puerto de la concordia, que nos infunda nuevas ideas y maneras de convivir, sin la violencia que nos devora desde mediados del siglo pasado.

El Papa nos puso a pensar y a reflexionar sobre todo lo que nos distancia y entorpece nuestro destino y nuestro futuro. Nos llenó de optimismo y sembró en nuestros corazones, como bien lo expresó Pastora Mira, víctima y mártir, poner nuestro dolor “a los pies de Jesús, como una ofrenda para que lo transforme en bendiciones y perdón”.

La visita pastoral de Santidad, quiso ser aprovechada políticamente, pero el Vicario de Cristo, supo darle la dimensión que nuestro país necesita. Cartas, mensajes y ululares, de los enemigos de la paz, no pudieron empañar la presencia del Pontífice, mucho menos, opacar el impacto de sus mensajes a nuestra población.

Sus palabras permanecerán en nuestro pensamiento y en nuestros corazones generando convivencia y paz. La cizaña crecerá con el trigo, pero el final será feliz, como nos lo inculcó Francisco. Hasta la delincuencia común tuvo su tregua y muchos espíritus encerraron el odio en una burbuja de amor y convivencia.

Fue todo un éxito, lo logrado por Colombia durante estos días. Y todo nuestro país, nuestro continente americano y el mundo entero, vieron con alborozo nuestra nueva cara, con rasgos esplendidos de paz estable y duradera, gente pujante y emprendedora acariciando nuevos amaneceres.

El mundo entero apreció panorama muy diferente, a ese con el que rellenan sus cartas y mensajes, los de pregoneros del desastre.

La Televisión, mostró la dimensión exacta que hoy poseemos. Por fortuna, contamos con un profesionalismo televisivo que envidian otras latitudes. La transmisión fue impecable. Muchos meses de dedicación permitieron armar la mayor hazaña que se conozca, con manos colombianas, talento nacional y ganas, muchas ganas. El Mintic David Luna, su personal y Jhon Jairo Ocampo desde RTVC, fueron incansables desde el principio. Toda la capacidad técnica, de Señal Institucional, los canales privados, las productoras y el equipo humano, jugaron en este cometido.

Se trataba de que los colombianos y los televidentes del mundo, pudieran “dar el primer paso”, sin perder detalle alguno de las actividades del Papa. Y lo lograron. Esta fue la primera vez, que no tenemos que contratar en el exterior talento, tecnología y avidez. Utilizamos acertadamente la capacidad e inteligencia de nuestra gente: fue una admirable transmisión. Día y noche nos tenían en las pantallas a Francisco. Esa es calidad que no debemos desperdiciar. Este puñado de hombres bajo las directrices de J.J. Ocampo y en la parte final con el apoyo de José Jorge Dangond, armaron una transmisión esplendida. El mercado mundial necesita estos talentos.

Nuestra TV, permitió mostrarnos ante el mundo, y Francisco a perdonarnos.

BLANCO: La limpieza en Aerocivil.

NEGRO: Según Pastrana USA consume menos droga.

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Un caso que amerita el respaldo pleno del periodismo
Por: Gustavo Castro Caycedo, socio del CPB

Como periodista, como profesor universitario de periodismo, y en cinco de mis libros dedicados a la responsabilidad social de los medios, me he caracterizado por ser un duro crítico del proceder de algunos periodistas que utilizan mal, interesada y/o irresponsablemente nuestro oficio. He trabajado para fortalecer y fomentar la práctica de un periodismo serio, responsable, honesto, reflexivo y veraz.

Y por eso, repudio que absurdamente, un canal caracterizado por defender los intereses del dictador Nicolás Maduro, lo utilice para calumniar, amenazar y tratar de cercenar la libertad responsable y la independencia de Noticias Uno y de su reportera Claudia Cano.

No se puede dejar pasar impunemente que informadores con intereses políticos, propaguen notas malintencionadas, para lesionar la imagen, que lesionan al periodismo en general.

Resulta inaudito que con calumnias, amenazas y violencia psicológica, pretendan cobrarle a un medio y a sus periodistas, ser independientes. Y es una deslealtad, especialmente grave, cuando la ejercen mensajeros de la insania, lo cual debería ser rechazado con energía por el periodismo colombiano en pleno.

Debemos denunciar las amenazas que la periodista Cano ha recibido, que rayan en lo penal. Son de tal magnitud (con fotografías de mujeres degolladas y masacradas), que en su noticiero piensan pedir protección para ella.

Lo que han dicho de la periodista Cano y el aprovechamiento que han hecho del burdo montaje que hizo Telesur para atacar a Cecilia Orozco, a Daniel Coronel y a sus periodistas, y cobrarles su independencia crítica, refleja el decadente nivel de análisis y de desprecio social por la democracia que reinan hoy.

A Noticias Uno les mandan amenazas y todo tipo de insultos y vulgaridades irrepetibles. Paradójicamente, grupos políticos extremistas (interesados solo en el poder), están alentando situaciones como esta. Y existe un silencio que podría llegar a la complicidad, lo cual debería suscitar el respaldo de todo el periodismo colombiano.

Esta opinión es responsabilidad única del autor, y no compromete al Círculo de Periodistas de Bogotá.
Nota tomada de Revista Enfoque 
En primera clase

NOTAS AL VUELO

Por: Gonzalo Silva Rivas, socio CPB 

En el último medio siglo el avión ha sido para el papado un estratégico medio de locomoción que le facilita extender por el mundo su presencia física y su mensaje apostólico. El florecimiento de la aviación lo sustrajo de su largo confinamiento en suelo italiano. Dejó en el recuerdo los viejos tiempos de papas enclaustrados entre las fronteras de Roma, mientras su vocería era delegada en estratégicos representantes externos, previo a la institucionalización de los nuncios pontificios, quienes asumieron la función, luego de que en 1815, durante el Congreso de Viena, adquirieran el rango diplomático de embajadores.  

En interesante ensayo suyo sobre la historia de los vuelos papales que me hace llegar, el exfuncionario de la Aerocivil e investigador Alejandro Rosa Muskus, recuerda que el primer acercamiento de la institución pontificia con el mundo aeronáutico se dio en 1804, cuando Pio VII viajó por tierra hacia Paris para la coronación del emperador Bonaparte. Dentro de las celebraciones se liberaron seis inmensos globos que se dispersaron por el cielo, uno de los cuales llegó hasta Roma, 22 horas después. El Pontífice lo recuperó de las manos de una familia de la nobleza y con la convicción de recibir una señal divina lo exhibió en El Vaticano, de donde finalmente fue donado al Museo de la Fuerza Aérea Italiana.

Desde aquel místico episodio vivido por Pio VII transcurrieron 155 años sin que ningún pontífice saliera de la república vaticana, hasta que por fin Pablo VI, en 1964, decidió abrirse al mundo y aprovechar las recursivas ventajas del transporte aéreo. Abordó por primera vez un avión DC-8 de Alitalia para viajar en peregrinación a la Tierra Santa, y desde entonces la movilidad, a través de un medio seguro, cómodo y veloz, puso a El Vaticano en la órbita de la industria aérea. Los desplazamientos papales para encontrarse con su feligresía en los distintos puntos cardinales del planeta se fueron haciendo progresivos.

Son varias las anécdotas que rescata Rosa Muskus en esta travesía en la que se cruzan la aviación y El Vaticano, como la de ese primer avión DC-8-43, “Leone Pancaldo” de Alitalia, que terminó sus días con registro colombiano. La empresa de carga Arca Colombia lo adquirió a finales de 1976 y tras permanecer estacionado en el aeropuerto de Miami sus piezas terminaron supliendo las necesidades de otros DC-8 de la misma aerolínea.

El Vaticano, pequeño estado de 1.05 km de largo por 0.85 de ancho, carece de aeropuerto y se sirve de los romanos Leonardo da Vinci, para salidas, y Ciampino, para llegadas. Dispone, en cambio, de dos helipuertos, uno para uso oficial y de visitantes de Estado, construido durante el pontificado de Pablo VI, que opera bajo condiciones visuales, y otro en la residencia de Castel Gandolfo para los vuelos de descanso, suspendido por el papa Francisco en 2016.

La primera aeronave que aterrizó, un helicóptero recibido y bendecido por Juan XXIII, lo hizo, sin embargo, en el patio de San Dámaso, en 1959. Se conoció como “Holy One”, se volvió famoso y está en proceso de restauración en un museo aeronáutico en San Diego, California. Ahora, y desde que Benedicto XVI -piloto licenciado- comandaba algunos vuelos cortos, un helicóptero asignado por la Fuerza Aérea Italiana al servicio doméstico del Pontífice frecuenta las cortas pistas vaticanas.

Pese a sumar más de un centenar de vuelos pastorales en las últimas cinco décadas, El Vaticano, contrario a ciertos gobiernos que tienen aeronaves dedicadas exclusivamente al transporte de jefes de Estado, tampoco cuenta con avión propio y utiliza en alquiler los servicios de las líneas comerciales. Alitalia fue por un tiempo la compañía oficial, pero Benedicto XVI abrió las puertas a empresas bandera de los países visitados para servir los viajes de retorno. La circunstancia les ha permitido a los pontífices aprovechar los diversos modelos de aviones del mercado. En 1969, Juan Pablo II utilizó por primera vez una aeronave Concorde -entre la isla francesa de Reunión y la república africana de Zambia-, la misma que años después sufriría fatal accidente en París y precipitaría el fin del gigante supersónico que empezaba a tambalear dentro de su propia crisis.   

La aviación ha contribuido a facilitar la tarea apostólica del papado, permitiéndole llevar de manera rápida y segura su presencia directa a regiones antes impensables. El Vaticano espera volar por encima de la velocidad del sonido -como el nostálgico Concorde-, transportando su mensaje pastoral por los espacios celestiales. Y durante su refrescante visita al país, el papa Francisco comprobó, tanto ser un personaje carismático, bondadoso, reflexivo y de alto vuelo, como que en los tiempos modernos la fe no solo se transporta en avión, sino que viaja en primera clase.

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@Gsilvar5

Tomada: El Espectador.
Esta opinión es responsabilidad única del autor, y no compromete al Círculo de Periodistas de Bogotá.

La Locura Lúcida
Por Patricia Suárez socia CPB – Nota tomada de elpueblo.com.co

Último libro del médico psiquiatra Carlos E. Climent donde antisociales, narcisistas y borderlines, gracias a la visión humanista y comprometida del galeno con la sociedad y sus múltiples problemas, nos presenta de forma clara y concisa en minuciosa síntesis estos tres trastornos de la personalidad; enfermedad mental de la cual debemos ser conscientes para  protegernos y en lo posible ayudarlos, y romper el silencio cómplice que permite tener amordazadas a familias y a víctimas, y a una sociedad que está en la obligación ética de asumir su realidad y, creativa, lograr las transformaciones necesarias para sanar…

En esta minuciosa descripción del comportamiento sociopático y antisocial de comerciantes, empresarios, políticos, personajes mediáticos, de la farándula, de padres, madres, hermanos, de gente del común, presentado en tres capítulos con la debida conceptualización en sus múltiples variables, muestra la perversa y astuta forma de camuflarse detrás de una máscara de amabilidad y mentiras para engañar e instrumentalizar a todo aquel que sea útil a sus intereses egoístas; carentes de empatía, sin ningún sentimiento de afecto pues su alienación manipulativa no les permite sentimientos de amor, sólo simulan.

Climent describe al antisocial que logra, en su “codicia amoral”, penetrar las esferas del poder en busca del lucro y desde allí, con la complicidad e indiferencia de los otros (sociedad), tiraniza, explota, roba, trafica y desleal se pasa de una esquina a otra y en el juego de los opuestos (según conveniencia) traiciona, adula y servil al poder, se disfraza y en su abyecta condición de malandro corrompe las instituciones y permea a la sociedad toda.

En el espectro, mujeriegos, infieles, compulsivos, maestros del saqueo y el simulo, nunca asumen responsabilidad alguna; siempre el otro es el culpable; expertos en la manipulación hacen de la mentira su pasaporte a todo tipo de engaños.

Depredadores que cuentan a su favor con la mirada superficial de quienes los rodean, la ignorancia o desconocimiento sobre el verdadero carácter de estos camuflados que aparentan siempre y con destreza una gran imagen; la fachada, envolventes y muchas veces fascinadores, cuyo único objetivo son sus intereses, narcisistas inescrupulosos en busca de socios que paguen por sus fracasos.

“Las manifestaciones de la maldad son infinitas, una de ellas es la envidia perversa representada en quien ambiciona, en el más inconfesable secreto y con todas sus fuerzas, las condiciones que alguien posee; por ejemplo, el atractivo personal, la popularidad social, la simpatía, el carisma, la inteligencia, el carácter, el prestigio o la capacidad de amar”.

“La estricta madre que con el pretexto de darle a su pequeña hija una buena educación, la disciplina y la castiga hasta el extremo de la crueldad, porque en lo más recóndito la detesta por ser ‘la niña de los ojos del papá’”.

“El esposo resentido que critica incesantemente a su conyugue, en secreto sufre por su propia mediocridad, al tiempo que tiene que tolerar los éxitos evidentes de su esposa”.

“La primera acción de un padre narcisista es sobreproteger a su hijo haciéndolo dependiente (…) sobreprotegerlo en forma tal que lo convierte en un inútil que no ve otra opción que seguir siempre al lado de su progenitor (…) nutre sus necesidades insatisfechas a través del hijo. Vicariamente se refugia en sus hijos porque es incapaz de vivir su propia vida. Si permite que el hijo dominado se consiga una pareja, lo cual no es fácil, la acepta con la condición de poder manipularlos a los dos y así ponerlos a sus servicios”.

El libro expone los criterios internacionales para hacer el diagnóstico, los cuestionarios de preguntas y el número reconocido para sufrir el trastorno, la necesidad de ayuda médica con profesionales idóneos y por supuesto busca la conciencia social ante este flagelo que yo, como lectora y ciudadana, aseguro está en las entrañas de un sistema cuya fatuidad y deshumanización olvida al ser humano en pro de sus intereses financieros, cobija al poder detrás del poder y crea necesidades de consumo para su beneficio donde la propaganda engañosa y subliminal, más la asimetría económica de los “héroes” que construye y explota, penetra la frágil psiquis de comunidades vulnerables e intimidadas en su desigualdad y residuo, lo que conlleva a un giro en lo político, económico, social y ecológico, para desde la psicología y psiquiatría social sanar la sociedad  en conjunción interdisciplinar.

Esta opinión es responsabilidad única del autor, y no compromete al Círculo de Periodistas de Bogotá.