El pensamiento ético de Javier Darío Restrepo tiene perenne vigencia
  • El CPB exhorta a los periodistas del país a ejercer su labor bajo los principios éticos que pregonó Restrepo a lo largo de seis décadas de vida profesional. –
  • Como homenaje en el primer aniversario de su muerte, presentamos una síntesis de las reflexiones más importantes del ‘maestro de la ética periodística’. –

    Bogotá, 26 de octubre del 2020 (CPB). Al conmemorarse el primer año de la muerte de Javier Darío Restrepo, el Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) refrenda su legado ético y exhorta al gremio a que el ejercicio periodístico se haga bajo los postulados de la independencia, la imparcialidad y la verdad para alcanzar la excelencia profesional.

Restrepo, quien se dedicó al periodismo desde distintas orillas por cerca de 50 años, falleció el 6 de octubre de 2019, dejando una memoria de principios fundamentales para el periodismo colombiano y latinoamericano que quedaron plasmados en más de 20 libros que el valieron el reconocimiento como ‘maestro de la ética periodística’.

Los valores que pregonó a lo largo de su dilatada carrera profesional, en la que ejercicio como reportero, escritor, columnista y catedrático de las nuevas generaciones del periodismo, dan respuesta a la crisis que atraviesa hoy el oficio de los periodistas por las aceleradas transformaciones en la manera de informar.

Bien lo dijo en uno de sus libros (La Niebla y la Brújula, Debate) al referirse al quehacer periodístico: “como periodistas navegamos aguas de riesgo todos los días y a medida que crece la sensibilidad ética y profesional se multiplican los dilemas y las preguntas, y se intensifica la necesidad de una brújula, de una estrella o de cualquier luz que nos descifre el enigma de la niebla”. 

Javier Darío Restrepo desarrolló su trabajo en los distintos medios con el convencimiento de que el interés de la ciudadanía de hoy es estar bien informada sobre asuntos y temas específicos en los que el periodista actúa de manera independiente, imparcial y objetiva. 

Así mismo, en el ejercicio profesional por más de seis décadas nunca se puso al servicio de intereses particulares ni cedió a las presiones de ningún poder económico, político o de otra índole, y fue un permanente inspirador de las buenas prácticas en el periodismo.

Como socio del CPB jugó papel preponderante como coautor del Código de Ética, que contiene los principios y valores éticos que se deben acatar en el ejercicio profesional como fundamento del compromiso de todos los que tienen responsabilidad frente a la sociedad de informar de manera veraz, oportuna y equilibrada.   

También en el CPB promovió la creación de un semillero sobre ética con socios que hacían parte de la Comisión de Ética, que luego recorrieron el país para compartir los postulados a través de talleres sobre esta materia.      

Restrepo, oriundo de Jericó (Antioquia), fue galardonado por su trabajo periodístico en varias oportunidades. Recibió el premio CPB en la categoría de prensa en 1993, el premio Simón Bolívar de televisión en 1985 y 1986, el premio Simón Bolívar a la Vida y Obra de un periodista en 1997, el Mérito Periodístico Guillermo Cano en 2015 y el premio a la Excelencia Periodística Gabriel García Márquez en 2014.

Además recibió los premios San Gabriel del Episcopado Colombiano en 1994, Germán Arciniegas de la Editorial Planeta en 1995 y el Premio latinoamericano a la ética periodística otorgado por el Centro Latinoamericano de Periodismo (CELAP).

En homenaje a la memoria y a la obra periodística de Javier Darío Restrepo, el CPB hace una síntesis de los diversos escritos y reflexiones sobre el tema de la ética que compendian los propósitos profundamente meditados por este periodista que consagró su vida al estudio de la ética periodística, entendida como la aplicación de buenas prácticas para el ejercicio profesional con excelencia. 

Por la importancia de su legado que se mantiene vigente y el compromiso del CPB de promover el buen periodismo, extractamos algunas de las máximas sobre la actividad periodística que Restrepo dejó consignadas en sus libros, que hoy son textos de obligatoria consulta de periodistas, profesores y estudiantes.

 El legado sigue vivo

«La falta de identidad profesional es la mayor falta ética del periodista».

“Más que regulación, un código ético traza el perfil ideal del periodista, o sea, el máximo en excelencia personal y profesional que se puede llegar a ser”.

«El periodismo NO es un poder, es un servicio». 

“En cuanto el periodismo se ejerce como un poder, pierde su esencia y se convierte en otro más de los poderes que se disputan el control de la sociedad mediante el uso de la fuerza, del dinero o de las argucias de los políticos”.

“La naturaleza de la ética periodística está centrada en los valores del compromiso con la verdad, la independencia y de la responsabilidad social, que son los altos niveles del mejor periodismo”.

 “En principio, todo tema es bueno para un buen periodista si su enfoque y tratamiento no implica la violación de los derechos de las personas”. 

“El periodista no puede considerarse autorizado por razón alguna para atentar contra el derecho que toda persona tiene (incluidos funcionarios) al buen nombre y a la fama”.

“En uso de su libertad, ni un ciudadano cualquiera ni un periodista pueden utilizar los medios de comunicación para agraviar ni para calumniar”.

«A la prensa le corresponde desmontar la violencia que hay en las mentes». 

“Informar con honestidad, dando la lucha diaria por la independencia, es la práctica que distingue a los mejores periodistas, que son los más dignos y los más honestos”.

“La verdad del periodista debe ser completa. No responde solamente a lo que sucede. También debe explorar el porqué, el para qué, el dónde, el quién, el cómo de los hechos”. 

“Es obligación del periodista hacer cuanto esté a su alcance para obtener una visión exacta de los hechos. En esto consiste su compromiso con la verdad”.

“La rectificación es un deber del medio periodístico y un derecho de quien recibe información cuando está comprobado el error del periodista”.

“La ética periodística impone el deber de buscar la excelencia. Mal puede hablarse de excelencia en trabajos sin ortografía o con una sintaxis defectuosa”. 

«La mejor virtud de un periodista es saber escuchar».

 «La academia enseña muchas cosas ¿Enseña a los periodistas cómo ser buenos seres humanos?». 

«Quien está en el poder tiene muchos motivos para mentir y pocos alicientes para decir la verdad». 

«El periodismo que está metido en la vida y en las pequeñas rencillas de los políticos es muy mal periodismo».

“Los periodistas están haciendo periodismo para vender y no para concientizar, y eso es grave”.

“Si no intervenimos y no opinamos, seremos solo manipulados por quienes tienen el poder”.