10 febrero 2020 –
Comunicaciones CPB –
“Una de las enseñanzas de los trabajos galardonados es que en el periodismo de hoy y del futuro, continúan vigentes y adquieren un nuevo valor, los grandes principios que le dieron origen y consistencia: el pluralismo, el rigor, la investigación incesante, la construcción de agendas colectivas y el aporte al fortalecimiento de la vida pública”, dijo Marisol Cano, presidente del Jurado del Premio Nacional de Periodismo 2020 del Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB).
“Es emocionante observar, cuando se pasa la mirada sobre más de medio millar de postulaciones, la conjunción entre los principios fundamentales del oficio y la enorme creatividad de las propuestas informativas que están abriendo los nuevos caminos del periodismo”, agregó la periodista, escritora y decana de la Facultad de Comunicación Social-Periodismo de la Pontificia Universidad Javeriana en sus palabras en la ceremonia realizada en el Teatro Cafam de Bellas Artes, el 7 de febrero.
Un total de 502 trabajos de 1.055 periodistas, provenientes de todas las regiones del país, de medios de referencia y emergentes, en diversos formatos y plataformas, con preponderancia en soportes y lenguajes digitales, lo cual confirma la potente y acelerada inmersión del periodismo colombiano en las actuales tendencias de la comunicación global.
El jurado en esta oportunidad estuvo integrado por Juan Gossaín, Marisol Cano, Juan Esteban Constaín, Fernando Quijano, Fernando Ramos, Sandra Borda, Germán Rey y María Lucía Fernández.
Marisol Cano, designada como presidente del Jurado se dirigió a los asistentes.
A continuación, las palabras expresadas por ella:
Buenas noches.
Un premio de periodismo es un excelente lugar para observar los caminos de un país. Y esta versión del Premio del Círculo de Periodistas de Bogotá, no es una excepción.
Porque en los trabajos galardonados se resaltan grandes temas como la deforestación de la Amazonia, un problema que amenaza al planeta entero y a las generaciones presentes y futuras, así como las tensiones entre pueblos indígenas y minería ilegal o los laberintos de la corrupción.
Este año, la protesta social que se tomó las calles de nuestras ciudades, saltó a las páginas de los periódicos, a las transmisiones de los noticieros de la televisión y a las imágenes contundentes de las fotografías.
Mientras que se acentúan las preocupaciones por los rumbos de la implementación del acuerdo de paz y los asesinatos de los líderes sociales y excombatientes, crecen los temores sobre los efectos devastadores de la violencia, por ejemplo, en el Bajo Cauca, como si la paz fuera otra vez una posibilidad aplazada para nuestra sociedad, huidiza y casi imposible.
Los trabajos finalistas también muestran la atención sobre la realidad y los impactos de la migración venezolana, una tragedia frente a la cual Colombia ha dado un ejemplo de reacción humanitaria que debe persistir y profundizarse.
En las tesis de pregrado se resalta el aporte de la aplicación con rigor del método científico, la construcción de marcos conceptuales y diseños metodológicos sólidos, y la calidad en la redacción de los documentos. Se comprueba con ellas la tremenda dinámica de investigación y creación que propician las Facultades de Comunicación en el campo periodístico.
Los trabajos presentados ratifican que este es un país de una enorme diversidad cultural que se expresa en músicas con historias y juglares y se interesa por la vida de tantas mujeres que diariamente derrotan con creatividad las adversidades.
Los grandes movimientos sociales que se viven en Colombia no se escapan de la mirada atenta de los periodistas que se desplazan por los territorios a investigarlos, que exponen los puntos de vista de sus diversos actores haciendo visibles a los más débiles y que advierten con argumentos sobre las implicaciones de su desarrollo.
Esta ha sido siempre la vocación del mejor periodismo.
La propia mirada de los periodistas se dirige hacia las transformaciones de los medios de comunicación y de la profesión, que pasan por una de sus épocas más inciertas y turbulentas. De esta manera el periodismo no sólo ve problemas en los demás, sino que asume críticamente y con valentía los propios.
Una de las enseñanzas de los trabajos galardonados es que en el periodismo de hoy y del futuro, continúan vigentes y adquieren un nuevo valor, los grandes principios que le dieron origen y consistencia: el pluralismo, el rigor, la investigación incesante, la construcción de agendas colectivas y el aporte al fortalecimiento de la vida pública.
Es emocionante observar, cuando se pasa la mirada sobre más de medio millar de postulaciones, la conjunción entre los principios fundamentales del oficio y la enorme creatividad de las propuestas informativas que están abriendo los nuevos caminos del periodismo.
Se trata de obras colaborativas, de grupos interdisciplinarios que acuden a la minería de datos, el trabajo de campo y la diversidad de géneros, utilizando las posibilidades de la convergencia tecnológica y los nuevos lenguajes digitales. Estos trabajos, así estén en plataformas, blogs o redes sociales, siguen reconociendo que su misión es hablarles claro a sus audiencias de los problemas de una sociedad, como de sus posibilidades y sus grandes desafíos.
Aquí, sin embargo, vale la pena llamar la atención sobre una tendencia menos positiva: cómo en los nuevos medios y en el uso de los recursos tecnológicos hace falta tanta edición. Como todo cabe y todo puede ser publicado, se cae en prácticas poco exigentes y en un abandono de la laboriosidad y el esmero en el oficio de la palabra y la creación en los lenguajes audiovisuales.
En definitiva, lo que vemos es que hoy hay más periodismo, más noticias en circulación y audiencias globales diversas, fragmentadas y en constante transformación. Y que hay nuevos recursos tecnológicos que requieren ser manejados con conocimiento y con entrenamiento en técnicas y ética periodística.
En este nuevo escenario informativo y mediático, el periodista profesional retiene su valor cultural aportando sus conocimientos, habilidades y recursos para escudriñar, dudar, contrastar, confirmar, balancear, editar, aportar información de calidad y elementos para interpretar el significado de asuntos fundamentales para el desarrollo de las sociedades y de la democracia.
Hay preguntas que no podemos dejar de hacernos en un espacio como este. ¿Qué hace al periodismo libre y autónomo? ¿Puede el periodismo ser libre y autónomo bajo restricciones políticas, presiones comerciales y del mercado, despidos masivos, espionaje y persecución, coacción de actores armados? ¿Puede el periodismo cumplir con sus funciones de observación crítica de todos los poderes y ser al mismo tiempo demandado por injuria o calumnia?
La historia del periodismo está llena de excelentes ejemplos de cómo es posible seguir siendo libre y autónomo, y manteniendo el imprescindible valor que este oficio tiene para la sociedad y para las personas.
El presente y el futuro del periodismo de calidad no tendrían por qué ser diferentes.
Así lo confirma el trabajo de los periodistas galardonados en esta noche de los mejores.
Muchas gracias.